Las propuestas de convenio condicionadas

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Nº 29, mayo de 2014
Doctrina
Las propuestas de convenio condicionadas
depender de eventuales hechos futuros o inciertos. En este
último caso, el convenio es plenamente eficaz, pero puede
acaecer –y así sucede, con frecuencia- que su grado de
cumplimiento o incumplimiento dependa de la evolución de
circunstancias externas e inciertas.
Ana Belén Campuzano
Catedrática de Derecho Mercantil
Universidad CEU San Pablo
Socia de Dictum Abogados
L
as propuestas de convenio tienen que ser puras, sin
que la eficacia del convenio pueda estar sometida a
condición de clase alguna. El legislador ha querido que
la obligación contraída en la propuesta de convenio sea una
obligación pura (AJM num 7 Madrid, de 23 de julio de 2008).
El fundamento de esta prohibición se encuentra en que la
eficacia del convenio no puede venir sometida a un
acontecimiento futuro o incierto, ya que ello sería
incompatible con la certeza que los operadores exigen y
necesitan respecto a la existencia y exigibilidad de las
obligaciones asumidas en el convenio. Sí resulta admisible, en
cambio, la previsión de diferentes escenarios que modulen el
cumplimiento de las obligaciones asumidas.
En efecto, la prohibición del artículo 101.1 de la Ley
Concursal se circunscribe a que la eficacia del convenio se
someta a cualquier clase de condición, esto es, que el
nacimiento de sus efectos (condición suspensiva) o su
resolución o cancelación (condición resolutoria) dependa de
un suceso futuro o incierto, lo que es distinto de eventuales
hechos futuros o inciertos que incidan sobre el cumplimiento
o incumplimiento del convenio. Lo que resulta rechazable es
que la propia eficacia del convenio quede sujeta a condición.
De ahí que para el supuesto de concursos conexos, en los que
si que se condiciona la eficacia de las propuestas, haya sido
necesario contemplar expresamente su admisión (art. 101.2
LC). Pero lo que no se rechaza, por evidente, es que el
cumplimiento o incumplimiento del convenio se haga
Así, en el supuesto de concursos conexos, en los
que se admite excepcionalmente el sometimiento, en los
términos fijados, de la eficacia del convenio a condición, una
vez superado este <<período>> de incertidumbre en la
eficacia de los convenios, el posterior cumplimiento o
incumplimiento de lo previsto en cada uno de ellos se
<<independiza>> y no condiciona a los demás. En caso de
concursos conexos, si la eficacia de la propuesta presentada
por uno de los concursados se ha sometido a esa condición,
se entiende cumplida ésta y, por ende, el convenio deviene
eficaz cuando se apruebe el otro convenio o los otros
convenios. En estos supuestos, la eficacia del convenio
sometido a la condición de la aprobación de otro convenio no
decae en caso de incumplimiento de ese otro convenio.
Cuando la declaración de incumplimiento tiene lugar, ya se ha
cumplido la condición de la que pende la eficacia del otro
convenio y, por consiguiente, este hecho posterior no afecta
a esa eficacia. Por el contrario, si no se cumpliera la condición
–no se aprobara con un contenido determinado el convenio
de otro u otros- la propuesta condicionada no llegará a
adquirir eficacia alguna (<<En las obligaciones condicionales
la adquisición de los derechos, así como la resolución o
pérdida de los ya adquiridos, dependerán del acontecimiento
que constituya la condición>>, art. 1114 CC). No es que el
convenio se incumpla, sino que no adquiere eficacia como
consecuencia de la frustración de la condición a la que había
quedado sujeta. Es muestra evidente, en consecuencia, de
que las condiciones de eficacia conforman un supuesto de
hecho distinto al de las condiciones de cumplimiento o
incumplimiento. En palabras de doctrina muy autorizada, en
realidad, una cosa es que, por regla general, la eficacia del
convenio no pueda condicionarse y otra muy distinta que, en
relación con las obligaciones asumidas por el concursado (o
en relación con algunas de ellas), no pueda admitirse en
modo alguno el juego natural de la condición si no afecta a la
eficacia misma del convenio. De ahí que la prohibición legal
no impide que se introduzcan en el convenio elementos
accidentales que, de uno u otro modo, modulen el alcance de
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lo convenido sin comprometer la eficacia misma de dicho
convenio.
A este respecto, no hay que olvidar que, entre las
particularidades del convenio concursal en relación con los
contratos regulados en el derecho común, se encuentra
también la relativa al cumplimiento e incumplimiento del
convenio. La noción de cumplimiento e incumplimiento es
sustancialmente diferente para el convenio concursal, debido
a su carácter de solución del concurso. Así, como ha indicado
la doctrina, entre los contratos en general y el convenio
concursal en particular existen diferencias fundamentales que
justifican la utilización de un concepto propio de
incumplimiento por parte de la legislación concursal. En este
sentido, el convenio es una de las formas alternativas y
excluyentes a través de las cuales los acreedores concursales
obtienen la satisfacción de los créditos. Si el convenio fracasa,
el acreedor tiene derecho a que esa satisfacción se produzca
a través de esa otra forma alternativa en que consiste la
liquidación. No hay, por tanto, paralelismo con el supuesto de
los
incumplimientos
contractuales.
Además,
las
consecuencias de la falta de cumplimiento del convenio
concursal son diferentes de los de cualquier otro contrato ya
que la <<resolución>> del convenio concursal se rige por un
régimen especial (art. 140 LC) y tiene unos presupuestos y
efectos diferentes al de la resolución del contrato contenida
en el Código Civil. La naturaleza jurídica del convenio
concursal es la de un contrato sui generis que se rige por
nomas especiales –el Derecho concursal-. Esta especialidad es
patente desde el inicio (normas de eficacia), al igual que
especial es el régimen de cumplimiento e incumplimiento del
convenio, que, además, es susceptible de generar
consecuencias especiales respecto al cumplimiento e
incumplimiento de cualquier contrato.
La distinción entre condición de eficacia del
convenio y condición de cumplimiento o incumplimiento del
convenio, se recoge en el Auto de la sección 28ª de la
Audiencia Provincial de Madrid de 12 de marzo de 2010. En
este sentido, no debe confundirse la condición que afecta a la
eficacia del convenio con cualesquiera hechos futuros e
inciertos que pueden incidir en el cumplimiento o
incumplimiento de un convenio. Así sucede en la resolución
referida con las modificaciones estructurales. Se contemplan
hechos futuros e inciertos, que no dependen de la sola
voluntad de las partes, y que en caso de no acaecer, podrían
afectar al cumplimiento o incumplimiento del convenio, pero
de los que no se hace depender el nacimiento de los efectos
del convenio o su cancelación.
En definitiva, estamos hablando de una condición
de cumplimiento, no de eficacia, que es lo que veda la Ley
Concursal. No son condiciones de eficacia las incertidumbres
y eventuales circunstancias que integran prácticamente
cualquier contenido de una propuesta de convenio o de un
plan de viabilidad, o, en general, sobre cualquier prestación
que deba realizarse en el futuro para cuya satisfacción se
cuente con previsiones o liquidez de la que todavía no se
dispone.
La afirmación de que carece de trascendencia
distinguir entre una condición de eficacia del convenio o una
condición relativa al cumplimiento, pues la declaración de
incumplimiento del convenio supondría la rescisión de éste y
la desaparición de los efectos sobre los créditos, no resulta
admisible. En el convenio, como negocio jurídico complejo,
los deberes que asume el deudor son interdependientes y su
alcance y naturaleza podrá variar en función de múltiples
circunstancias, como acontece con el cumplimiento de
cualquier obligación. Y ello no puede entenderse como
sometimiento de su eficacia a condición. La confusión entre
condiciones de eficacia y condiciones de cumplimiento,
además, anticipa un juicio sobre el devenir futuro del
convenio y sobre su conveniencia, cuando el control judicial
del mismo debe centrarse en su legalidad. Es más que
frecuente que las propuestas de convenio contengan
previsiones cuyo éxito o fracaso es imposible predecir de
forma cierta. Pero para poder determinar su cumplimiento o
no, la propuesta tiene que haber devenido eficaz. La
propuesta es eficaz, empieza a surtir efectos, y el transcurso
del tiempo determinará si, además, puede entenderse o no
cumplida en sus previsiones. Lo que no resulta ajustado a la
dicción legal es entender que la incertidumbre que puede
acompañar a alguna de las estipulaciones que forman parte
de una propuesta de convenio, como puede suponer en el
futuro el incumplimiento del mismo, debe entenderse a priori
como una condición de eficacia del mismo y justificar, con
ello, su rechazo. En este caso, se estaría pretendiendo que un
convenio eficaz se sometiera a un juicio previo de
conveniencia y oportunidad sobre su cumplimiento o
incumplimiento futuro. En consecuencia, si que resulta
necesario e imprescindible diferenciar una condición de
eficacia del convenio, de las estipulaciones del convenio,
dependientes en mayor o menor medida de la voluntad de las
partes. No hay que olvidar, además, que las prohibiciones
legales en cuanto al contenido de la propuesta de convenio
deben ser objeto de interpretación restrictiva.
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