EL KARSO NORTEÑO: ¿Por qué debemos preocuparnos?

/Del 11 al 17 de agosto de 2010
Del 11 al 17 de agosto de 2010 /
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Primera Hora / Teresa Canino Rivera
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EL KARSO NORTEÑO:
¿Por qué debemos
preocuparnos?
La región kártsica provee unos valores y Desarrollo desmedido, falta de cumplimiento
servicios indispensables para garantizar el de la ley vigente y posibles enmiendas
desarrollo sustentable de la región norte a ella atentan contra su estabilidad
Jessica Pérez Cámara
El Norte
El karso: agua y vida en
peligro. El suelo que usted
seguramente está pisando
mientras lee estas líneas
provee gran parte de los
recursos ecológicos más
valiosos que posee Puerto
Rico. Y está en peligro. ¿Lo
sabía? La provincia del
karso norteño, caracterizada por sus mogotes, sumideros, cuevas, manantiales
y ríos subterráneos ostenta
los abastos de agua subterránea más importantes de
la Isla incluyendo una cuarta parte del agua que se usa
a nivel doméstico en todo
el país gracias al acuífero
de agua dulce más extenso
de Puerto Rico el acuífero
Aymamón.
De Aguadilla a Loíza por
el norte y de Cabo Rojo a
Juana Díaz por el sur con
bolsillos kársicos en distintas zonas del centro y en
las islas de Mona y Monito,
el karso, como lo describió
el científico ambiental y
asesor de la organización
dedicada a su protección,
Ciudadanos del Karso (CDK),
Luis Jorge Rivera Herrera, “el
karso es indispensable para
garantizar el desarrollo y la
supervivencia de las comunidades de la zona”.
Su diversidad es impresionante. En él habitan
especies como el coquí llanero, la mariposa arlequín,
que no habita en ninguna
otra parte del planeta, así
como el sapo concho del
norte, que actualmente
atraviesa por un programa
para lograr su reinserción
en el ecosistema, tras haber
estado en grave peligro de
extinguirse. Además, alberga la población más grande
de cotorras puertorriqueñas
y posee playas de anidaje de tres tortugas marinas
en peligro de extinción: el
tinglar, la tortuga verde y el
carey de concha.
“Es la región en Puerto
Rico más amplia que se
encuentra en mejor estado
silvestre. Eso equivale a una
oportunidad extraordinaria
de desarrollarla en turismo
y ecoturismo, que son dos
áreas de mayor crecimiento a nivel internacional. Se
fortalecería la economía de la
región y el
turismo…
Hay que
aclarar
que los
terrenos
p a r a
co n s e r vación
no es que
no se puede
hacer nada con
ellos”, expuso el científico ambiental.
De la actividad ecológica de este sistema dependen industrias como las
vaquerías del noroeste y las empresas
farmacéuticas
de la zona
que hacen
uso de la
pureza de
las aguas.
De acuerdo con la
As o c i a c i ó n
de Industrias
Farmacéuticas
de Puerto Rico
(PIAPR, por sus siglas en
inglés), el karso le provee a
esta industria la única fuente de agua de alta calidad
para las instalaciones que
ubican en la región y, gracias a ellos, se generan cerca
de 130 mil empleos directos
y alrededor de $31 millones
en exportaciones. Mientras
que aproximadamente el
80 por ciento de las vaquerías del país también hacen
uso del preciado líquido,
por lo que el sistema resulta
favorable para este tipo de
actividad económica.
Actualmente, la ley para
la protección de la fisionomía kárstica o Ley del Karso,
aprobada en el 1999, se
encuentra a merced de
la Legislatura que busca
enmendar el estatuto para
aclarar los deberes y responsabilidades del secretario de Recursos Naturales y
Ambientales (DRNA) y del
presidente de la Junta de
Planificación para tomar
determinaciones sobre el
uso y manejo de los terrenos que ocupan un 27.5
por ciento de la extensión
terriorial de la Isla y dejar sin
efecto el Estudio del Karso,
completado por el DRNA en
el 2008 a fines de declarar
algunas zonas como críticas
y con necesidad de conservación. La medida presentada originalmente por el
representante Waldemar
Quiles fue derrotada, pero el
representante Eric Correa la
impulsó nuevamente y fue
aprobada en la Cámara sin ir
a vistas públicas. Luego, fue
aprobada en el Senado con
enmiendas por lo que pasó
a conferencia. Actualmente,
espera por la sesión ordinaria que comienza la semana
entrante.
El estudio –habilitado por
la Ley de 1999 -fue completado en el 2008 gracias a la
acción de CDK, que insistentemente luchó porque
se completara conforme a
la ley, recomienda la conservación de algunas de
sus áreas por su importancia geológica, ecológica e
hidrológica y establece un
área de alrededor de 219,
804 cuerdas (de 324, 688
cuerdas en total) identificada como un área con
El karso provee la principal fuente de agua de alta calidad para todo Puerto Rico.
prioridad de conservación
y determina que se prohíbe
terminantemente realizar
extracciones de materiales con propósitos comerciales. Esa zona, conforme
al estudio, tendrá que ser
protegida con una “franja
de amortiguamiento” a su
alrededor.
DESPARRAME URBANO
El científico ambiental
concluyó que la amenaza
más directa que ha recibido este sistema ha sido el
desarrollo desmedido de
proyectos de construcción
de gran envergadura que
han obtenido sus permisos
aún estando en áreas con
prioridad de conservación.
En total fueron 139 proyectos.
Por tal razón, luego de
haber dejado en el tintero la
firma de las enmiendas a la
Ley del Karso, el gobernador
Luis Fortuño describió la ley
vigente como una “coladera
de obras”. Ante estas expresiones, Rivera Herrera no
dudó en salirle al paso al
Primer Ejecutivo. “Él la llamó
coladera, pero el problema
no está en la ley sino que
diferentes administraciones no la han hecho valer.
Esta administración debe
preocuparse y cumplir con
su deber de hacerla respetar. No hay que reinventar
la rueda; es hacer valer el
Estudio del Karso que hizo
el DRNA. Lo que hace falta
es hacer política en el ejercicio de gobernar y dirigir
el país, es lo mínimo que
debemos esperar”, sentenció. Rivera Herrera atacó la
falta de determinación a la
hora de hacer valer la ley.
“No estamos hablando de
personas queconstruyeron
una casita en el campo”, dijo
en referencia a los grandes
proyectos que se han desarrollado o que están previs-
“Hay una desconexión
entre la ciudadanía y los
servicios que nos provee la
naturaleza a diario(…) El
karso es indispensable para
garantizar el desarrollo y la
supervivencia de las comunidades de la
zona”
LUIS JORGE RIVERA HERRERA / Asesor del grupo Ciudadanos del Karso
tos a realizarse. Tal es el caso
de la propuesta extensión a
la PR-22 desde Hatillo hasta
Aguadilla, atravesando por
el medio la zona kárstica y
el proyecto del gasoducto
del norte cuya construcción,
al cierre de esta edición,
fue anunciada por Fortuño
quien mencionó que se
prevé que esté lista para el
2011. Este y otros proyectos,
el Gobierno los ha descrito en reiteradas ocasiones
como “de interés público”
que, aunque no son proyectos de urbanizaciones o
centros comerciales, sí son
de gran impacto.
No sólo el desparrame
urbano ha amenazado los
recursos y los valores ecológicos que provee el karso.
El urbanismo desmedido
ha creado un problema de
seguridad para las estructuras construidas en él y lo ha
vuelto un área propensa a
deslizamientos de terrenos
socavados, desprendimien-
tos de rocas, y estructuras
colapsadas lo evidencian.
Un ejemplo es el recordado
incidente de deslizamiento de tierra que sacudió al
barrio Unibón, en Morovis
en el 2008 y las inundaciones por el relleno de los
sumideros, como ha ocurrido en el barrio Pajuil de
Hatillo y en muchos otros
lugares.
Por tal motivo, el grupo
Ciudadanos del Karso
denuncia que con las
enmiendas a la ley vigente,
uno de los problemas más
graves que enfrentaría el
sistema se centra en el relleno de alrededor de 50 sumideros, lo que provocaría un
desvío en los patrones de
descargas de las aguas de
escorrentías y aumentaría
el problema de las inundaciones. Además, la zona
es muy vulnerable a daños
irreversibles por actividades humanas como verte-
deros clandestinos, rellenos
de humedales y cambios en
los usos de los suelos.
“No nos oponemos a
todo. Ofrecemos alternativas; que nos sentemos a
dialogar, que se vaya a vistas y que haya transparecia.
Estamos actuando responsablemente”, expresó por su
parte el presidente del CDK,
Abel Vale, quien recomendó además que todas las
personas acudan a sus respectivos legisladores y les
pidan que no voten a favor
del proyecto de ley y que
piensen en su futuro y el de
sus comunidades.
Busque en nuestra
próxima edición
quiénes son los
Ciudadanos del
Karso y conozca
sus esfuerzos por
salvaguardar este
sistema