Prof. José L. Zofío Grupos 14/15 MICROECON0MÍA II Licenciatura: Dirección y Administración de Empresas Curso 2007-08 (2º semestre) Código 14474 Curso 2007/2008 Parte II: Mercados de Factores Tema 5. El mercado de trabajo y del capital El mercado de trabajo La demanda de trabajo de la empresa en condiciones de competencia perfecta, de monopolio y de monopsonio Mercado de trabajo: sindicatos y salario mínimo El mercado de capital Capital financiero y capital real La demanda de capital real La financiación del capital Fondos prestables y tipos de interés Acciones y bonos La renta económica 5.1 El mercado de trabajo. • El objetivo de este tema es estudiar la determinación del salario del factor trabajo y otras condiciones de empleo que conllevan diversas estructuras del mercado de trabajo. La demanda de trabajo a c/p de la empresa en competencia perfecta • Partiendo del objetivo de cualquier empresa relativo a la maximización del beneficio Π(Qi)=I(Qi)-C(Qi), cuya tecnología queda representada por la función de producción: Qi = Q(L,K), y asumiendo el marco temporal del corto plazo en el que el capital puede considerarse como el factor fijo, es posible determinar la demanda óptima del trabajo como factor variable. Si Π(L,K) = P·Q(L,K) – (wL+r k ) ⇒ dΠ/dL = P·PMgL – w = 0 ⇒ VPMgL = w. • Desde una perspectiva marginalista, el empresario contratará unidades de factor trabajo hasta el punto en que su contribución al ingreso sea igual al coste que conlleva, pues en caso de que sea superior interesará incorporar más trabajo (contratar), mientras que si es inferior interesará reducirlo (despedir). 5.1 El mercado de trabajo. • La contribución a los ingresos del factor trabajo se corresponde con el valor de su producto marginal: VPMgL = P·PMgL, donde P es el precio del producto y PMgL es el producto marginal. A su vez, el coste que conlleva contratar una unidad más de trabajo se corresponde con el coste marginal, que es igual al salario (precio del factor trabajo). • Así, la empresa contratará la cuantía de trabajo para la que el valor de su producto marginal sea igual al salario: VPMgL = w. • No obstante, para que exista demanda de trabajo es necesario que se cumpla la condición de que el valor del producto medio del trabajo no sea inferior, asimismo, al salario, porque entonces el coste de la masa salarial sería superior a los ingresos, incurriendo en perdidas, y la empresa no contratará trabajadores ⇒ no producirá ⇒ cerrará. • Dado que la condición de cierre implica no cubrir los costes fijos: P < CVMdL = (w·L)/Q = w/PMdL ⇒ VPMdL = P·PMdL < w. 5.1 El mercado de trabajo. Demanda de trabajo a c/p de la empresa competitiva: Producto marginal del trabajo Valor del producto marginal del trabajo (unidades de producto por unidad de trabajo) (€ por unidad de trabajo) Demanda óptima cuando w = 12 VPMgL = P · PMgL = PMgL = 10-1/20L 2(10-1/20L) L (personas/día) L (personas/día) 5.1 El mercado de trabajo. La demanda de trabajo a l/p de la empresa en competencia perfecta • En el largo plazo las empresas alteran la demanda de cualquier factor productivo –incluido el capital- al variar su precio relativo, por lo que una variación al alza (a la baja) del salario conllevará el despido (contratación) de trabajadores y un mayor (menor) uso de capital, produciendo igual cantidad del producto. • La cantidad demandada de factores que minimiza el coste será aquella cuya RMSTKL= -dK/dL = PMgL/PMgK= -w/r (Frank, cap 10. pág. 321). Esta solución equivale a las condiciones de primer orden de maximización del beneficio: Si Π(L,K) = P·Q(L,K) – (wL+rK) ⇒ dΠ/dL = P·PMgL – w = 0 ⇒ VPMgL = w dΠ/dK = P·PMgK – r = 0 ⇒ VPMgL = r ⇒ Dividiendo las condiciones entre sí: RMSTKL= PMgL/PMgK= w/r • En general, dado que en el largo plazo es posible sustituir capital por trabajo ó viceversa, la elasticidad-precio (salario) de la demanda de trabajo de la empresa individual será superior a la del corto plazo. 5.1 El mercado de trabajo. Variación en la demanda de factores ante cambios de salario: w (€/día) Incremento del salario: w1 < w2 K*2 Pend. w2 ⇒ /r 2 Pend. w1 Largo plazo /r 1 K*1 Corto plazo L*2LP L*1 L*2LP L*2CP L*1 L (per. h /día) 5.1 El mercado de trabajo. La demanda de trabajo a l/p de mercado en competencia perfecta • A diferencia de la demanda de mercado de un producto, la demanda de trabajo de mercado no se corresponde con la suma horizontal de las demandas de trabajo individuales para distintos precios: ΣVPMgL = ΣP·PMgL. Esto se debe a que la variación del salario afecta al coste marginal de las empresas, que reajustan su producción óptima y, con ello, a la oferta de mercado, situación que: 1) altera el precio del producto, y 2) por tanto, altera el propio valor de la productividad marginal. • Así, por ejemplo, una reducción del salario: w2 < w1, incrementa la cantidad contratada de trabajo a la par que reduce el coste marginal de las empresas: CMg2 < CMg1 y, por tanto, aumenta la cuantía ofrecida para igual precio de mercado: ΣCMg2 > ΣCMg1. Al generarse un exceso de oferta el precio caerá: P2 < P1, y con ello el valor del producto marginal: ΣVPMgL2 < ΣVPMgL1, lo que hace que la contratación de trabajo sea inferior a la que se hubiese observado de no variar el precio de mercado. 5.1 El mercado de trabajo. La demanda de trabajo de mercado a largo plazo w (€/día) ΣVPMgL1, P = P1 ΣVPMgL2, P = P2 5.1 El mercado de trabajo. • En este análisis está implícito que el trabajo es homogéneo, y que todo él se emplea en la industria competitiva, pero en realidad el factor trabajo es muy heterogéneo y su demanda está repartida entre diversas industrias, por lo que el incremento en la demanda de un único tipo de trabajadores (administrativos, electricistas, científicos, etc.) apenas si tendrá repercusiones en los costes marginales de las empresas en una industria. Así, el precio del mercado no se vería alterado, y la función de demanda de trabajo a largo plazo se correspondería prácticamente con el sumatorio de los valores de la producción marginal. 5.1 El mercado de trabajo. La demanda de trabajo a c/p de la empresa en competencia imperfecta • En caso de que la industria no sea perfectamente competitiva, las empresas tendrán poder de mercado y su demanda de producto no será elástica –no tendrá elasticidad infinita-. En este caso precio e ingreso marginal dejan de coincidir, por lo que el valor a tomar en consideración para determinar la cuantía óptima que se demanda de trabajo no será el valor del producto marginal, sino el ingreso del producto marginal: IPMgL = IMg·PMgL = (ΔI/ΔQ)·(ΔQ/ΔL) = ΔI/ΔL • Como en el caso de la industria perfectamente competitiva, la empresa individual contratará la cuantía de trabajo para la que el ingreso de su producto marginal sea igual al salario: IPMgL = w. La demanda de trabajo tiene de nuevo pendiente negativa debido a la ley de rendimientos marginales decrecientes, y cuanto mayor sea el uso del factor trabajo menor será su producto marginal. Esto se traslada al conjunto de la demanda de trabajo de la industria, donde el proceso de reajuste que trae consigo una variación en los salarios también tiene lugar. 5.1 El mercado de trabajo. La oferta de trabajo individual y de mercado • La oferta de trabajo de un individuo se corresponde con la asignación óptima que realiza de su tiempo entre horas de trabajo y ocio (modelo renta-ocio: Frank. Cap. 14, págs. 480-488). Renta (€/día) w (€/hora) Ocio (h./día) Si (h./día) 5.1 El mercado de trabajo. • La oferta de trabajo de mercado se corresponde con la suma horizontal de las ofertas de trabajo individuales para una determinada categoría (p.e. administrativos). Incluso en el caso de que las preferencias individuales puedan llevar a una reducción en la oferta de trabajo a partir de un nivel de salario, es improbable que en el mercado se dé esta circunstancia porque el incremento de los salarios, aparte de alterar las decisiones de los trabajadores existentes, atraen a otros individuos de otras categorías e inactivos (p.e. mujeres), cuyo efecto final será un incremento en la oferta de trabajo. El salario de equilibrio • Como en cualquier otro mercado, en caso de que empresas y trabajadores actúen en condiciones de competencia perfecta, el salario (precio) de equilibrio será aquel para el que la demanda y oferta de trabajo son iguales, no existiendo incentivos que presionen el salario a la baja (exceso de oferta-abundancia) o al alza (exceso de demanda-escasez). 5.1 El mercado de trabajo. El monopsonio • Con frecuencia la demanda de trabajo que corresponde a las empresas no se desarrolla en condiciones perfectamente competitivas, sino que las empresas exhiben cierto poder de mercado (en una región especializada, por la inmovilidad del factor trabajo, etc.). El caso límite es cuando una empresa es la única demandante de trabajo y se origina un monopsonio. • En esta situación, la demanda de trabajo de la empresa se corresponde con la de mercado, de forma que sus variaciones afectarán a los salarios recibidos por los trabajadores. Así, por ejemplo, una reducción (alza) en el precio del producto reduce (eleva) el valor del producto marginal, VPMgL (si el mercado en que vende la empresa su producto es perfectamente competitivo), ó el ingreso del producto marginal, IPMgL (si opera en competencia imperfecta). • Respecto al coste de contratación, al ser un monopsonio, la empresa no puede contratar cualquier cantidad de trabajo a igual precio, por lo que el 5.1 El mercado de trabajo. salario deja de ser constante (no es ya una curva de trabajo perfectamente elástica al no influir la demanda de la empresa en el salario de mercado). De hecho, la curva de oferta de trabajo a la que se enfrenta el monopsonista es la de mercado, y si quiere contratar más trabajo tendrá que incentivar al último individuo incrementando el salario. Como el nuevo salario se aplica a todos lo trabajadores, la curva de oferta de trabajo es, a su vez, la curva que representa el coste medio del factor trabajo, CMdF. • El coste total del factor trabajo se obtiene multiplicando el coste medio del factor por el número de trabajadores: CTF= CMdF·L, mientras que el coste marginal del factor trabajo es la variación en el coste total ante variaciones en el trabajo: CMgF = ΔCMdF/ΔL. Esta última expresión es la que el monopsonista confrontrá con el coste marginal del trabajo a la hora de determinar su demanda óptima. El salario que iguala el valor o el ingreso del producto marginal del trabajo con el coste marginal del trabajo será el de equilibrio. 5.1 El mercado de trabajo. La demanda de trabajo de un monopsonista w (€/día) CMgF=ΔCTF/ΔL w (€/día) CMgF=ΔCTF/ΔL S=CMdF S=CMdF D = VPMgL ó IPMgL 5.1 El mercado de trabajo. • Es posible comparar el salario y empleo generado en condiciones monopsonísticas con las de competencia perfecta. En este último caso el poder de mercado de la empresa a la hora de demandar trabajo es nulo, por lo que salario y empleo se fijan en el mercado competitivo, siendo ambos superiores al equilibrio monopsonista (wM < wCP; LM < LCP). • Así, el equilibrio monopsonista es ineficiente respecto a la competencia perfecta porque no agota las capacidades que otorga el mercado para hacer transacciones, resultando en un nivel de salario y empleo inferior al posible. En el equilibrio monopsonista los trabajadores están dispuestos a ofrecer más trabajo a un salario marginalmente superior a wM, que el contratado (LM), mientras que el ingreso adicional que origina esa cuantía es superior (VPMgL ó IPMgL). Si la empresa fuese competitiva el coste marginal del trabajo sería igual al salario CMgF = wCP (mientras que en monopsonio es superior), y para wM existirían incentivos para contratar más trabajo. 5.1 El mercado de trabajo. • El monopsonio es una situación extrema que no suele observarse en la realidad dado que las empresas demandan trabajo en entornos de competencia imperfecta, pero sin tener poder de mercado total. De hecho no hay barrares técnicas o legales que otorguen ese poder de mercado. No obstante, por un lado los incentivos a coludir existen (monopsonio tácito), dado que actuando conjuntamente las empresas obtienen un mayor beneficio por la vía de un menor coste de producción, pero, como contrapeso, al ser posible la entrada de empresas atraídas por los menores costes salariales, se romperá la situación de monopsonio tácito. 5.1 El mercado de trabajo. Equilibrios en el mercado de trabajo monopsonista y en comp. perfecta w (€/día) CMgF=ΔCTF/ΔL S=CMdF CMgFM wCP wM D = VPMgL ó IPMgL LM LCP 5.1 El mercado de trabajo. Sindicatos • Los sindicatos constituyen una asociación de trabajadores cuyo objetivo es mejorar el poder de negociación que tendrían individualmente, y que se materializa en la negociación colectiva. Desde esta perspectiva disponen de poder de mercado en la oferta de trabajo de forma equivalente al de los carteles en el mercado de productos (colusión tácita). La existencia o ausencia de sindicatos entre los distintos sectores da origen a mercados de trabajo diferenciados entre sí. • Supóngase que en la economía existen dos sectores cuya única diferencia es que la mano de obra está o no sindicada. En ambos sectores la demanda de trabajo es DS y DN, y la oferta de trabajo agregada entre ambos sectores es SL. En ausencia de negociación colectiva el salario sería el mismo en ambos sectores, w0, y los niveles de empleo serían LS0 y LN0, con LS0 + LN0 = S0. Con la negociación colectiva: i) el salario se eleva a wS > w0 reduciéndose la demanda de trabajo a LS1 > LS0; ii) los trabajadores en paro acuden al mercado no sindicado aumentando su oferta y reduciendo el salario de equilibrio a wN < w0, por lo que el empleo se eleva hasta LN1 > LN0. 5.1 El mercado de trabajo. Mercado de trabajo y sindicatos: salarios de equilibrio wS (€/día) wN (€/día) Sector sindicado Sector no sindicado wS w0 w0 wN D = VPMgL ó IPMgL LS1 LS0 D = VPMgL ó IPMgL LS LN LN0 LN1 5.1 El mercado de trabajo. • De acuerdo a este análisis, la existencia de sindicatos genera unas asimetrías en el mercado de trabajo que, a la par que benefician a algunos trabajadores frente a otros, reduce el valor de la producción total, porque la reducción del empleo del sector sindicado origina una perdida equivalente a VPMg = w0, que es superior a la que obtiene el trabajador en el sector no sindicado VPMg = wN (e.d. no es un juego de suma cero donde lo que se pierde en un sector se gana en el otro). Así, puede concluirse que el poder de mercado asociado a los sindicatos conlleva una perdida de bienestar. • Esta distorsión no es tan elevada porque de hecho los trabajadores sindicados suelen estar mejor cualificados que los no sindicados, siendo más productivos los primeros que los segundos. Por ello, existe una justificación económica a la existencia de diferencias salariales entre ambos sectores que no se debe solo a la presencia de sindicatos. Además, diversos estudios revisionistas muestran cómo los sindicatos también contribuyen a elevar la productividad relativa de las empresas en las que se encuentran, al canalizar las sugerencias de los trabajadores (moral) y coordinar los proceso de ajuste que conllevan los ciclos (formación). 5.1 El mercado de trabajo. Salario mínimo • En los países desarrollados con economía mixta el Estado asegura un salario mínimo a los trabajadores no cualificados al objeto de garantizar un determinado nivel de poder adquisitivo, que se situaría por encima del umbral de la pobreza. No obstante, como en cualquier otro mercado, el establecimiento de un precio mínimo conlleva efectos económicos que no pueden soslayarse. • La imposición de un salario mínimo superior al de equilibrio: wm > w0, crea un exceso de oferta de trabajo que no es absorbido por las empresas, y que es equivalente al desempleo: Sm-Dm. La imposición del salario mínimo conlleva tanto ganadores como perdedores, pues los trabajadores que conservan el empleo ganarán más (por hora/día/mes trabajado), mientras que otros acaban en el paro. Que el conjunto de los trabajadores empleados acabe finalmente ingresando más ó menos dependerá de sí la demanda es inelástica (más) o elástica (menos). Los defensores del salario mínimo, apoyados en diversos estudios empíricos, consideran que es inelástica por lo que las empresas apenas reducirán su demanda de trabajo, y los ingresos aumentan. 5.1 El mercado de trabajo. Mercado de trabajo y salario mínimo wN (€/día) wN (€/día) CMF Desempleo wm CMF* w0 wm w* D = VPMgL ó IPMgL D = VPMgL ó IPMgL Dm L0 S L L LS L* Lm L1 5.1 El mercado de trabajo. • Este resultado general debe ser matizado por categorías; así, por ejemplo, en el mercado de trabajo juvenil, cuya productividad es inferior, y con independencia de la elasticidad de la demanda, la imposición de un salario mínimo sustancialmente superior al de equilibrio puede reducir el incentivo a contratar personas en formación. • Finalmente, es interesante constatar que la proposición general de que la imposición de un salario mínimo reduce el empleo tiene en el monopsonio una interesante excepción. Frene al equilibrio sin interferencias que genera un salario w* con un nivel de empleo L*, la imposición de wm > w* hace que el coste marginal de contratación sea constante entre 0 y L1 (oferta de trabajo a wm). Dado el nuevo coste marginal, la C.P.O. de máximo beneficio implica contratar el nivel de empleo Lm > L0. Así, el salario mínimo incrementa el salario y el empleo a costa del excedente que percibía el monopsonista en el mercado de trabajo (véase el ejercicio 14.8). 5.2 El mercado de capital. Capital financiero y capital real • El factor capital utilizado por las empresas es un servicio productivo prestado por activos de naturaleza intangible y tangible de acuerdo a la tecnología existente. Por capital financiero se entienden activos intangibles de elevada liquidez normalmente asociados a medios de pago (p.e. dinero). Por capital real (ó físico) se entienden activos tangibles asociados a equipos e infraestructuras (p.e. maquinaria). • Coloquialmente, al referirse al capital como factor productivo se considera el real, que genera un flujo de servicios productivos (p.e. horas/maquina). Por el contrario, al referirse al mercado de capitales, donde las empresas demandan fondos prestables, se hace referencia al capital financiero (p.e. prestamos, acciones, bonos, etc.). El objeto de análisis de este epígrafe son los servicios productivos prestados por el capital real, que por simpleza se considera de alquiler; si bien los mercados financieros también deben ser analizados dado que es donde la empresas encuentran financiación para adquirir el capital real necesario para desarrollar su actividad. 5.2 El mercado de capital. La demanda de capital real Demanda individual de capital real a corto plazo • Al igual que en caso de la demanda de trabajo, y partiendo del objetivo de cualquier empresa de maximizar el beneficio Π(Qi)=I(Qi)-C(Qi), y cuya tecnología queda representada por la función de producción: Qi = Q(L,K), en un corto plazo que considera al trabajo como factor fijo, es posible determinar la demanda óptima del capital como factor variable. • En mercados de productos perfectamente competitivos: Si Π(L,K) = P·Q(L,K) – (w L +r K) ⇒ dΠ/dK = P·PMgK – r = 0 ⇒ VPMgK = r. • En mercados de productos en competencia imperfecta: Si Π(L,K) = P(Q)·Q(L,K) – (w L+r K) ⇒ dΠ/dK = IMg·PMgK – r = 0 ⇒ IPMgL = r. • Desde una perspectiva marginalista, el empresario contratará unidades de capital hasta el punto en que su contribución al ingreso sea igual al coste que conlleva, pues en caso de que sea superior interesará instalar más capital (invertir), mientras que si es inferior interesará reducirlo (amortizar). 5.2 El mercado de capital. Demanda individual de capital real a largo plazo • En el largo plazo las empresas alteran la demanda de cualquier factor productivo –incluido el capital- al variar su precio relativo, por lo que una variación al alza (a la baja) de precio del capital (precio de alquiler, tipo de interés, etc.) conllevará la amortización (inversión) de capital y un mayor (menor) uso del trabajo, produciendo igual cantidad del producto. • La cantidad demandada de factores que minimiza el coste será aquella cuya RMSTKL= -dK/dL = PMgL/PMgK= -w/r (Frank, cap 10. pág. 321). Esta solución equivale a las condiciones de primer orden de maximización del beneficio: Si Π(K,L) = P·Q(K,L) – (wK+rK) ⇒ dΠ/dL = P·PMgL – w = 0 ⇒ VPMgL = w dΠ/dK = P·PMgK – r = 0 ⇒ VPMgL = r ⇒ Dividiendo las condiciones entre sí: RMSTKL= PMgL/PMgK= w/r • En general, dado que en el largo plazo es posible sustituir trabajo por capital (ó viceversa), la elasticidad-precio de la demanda de capital de la empresa individual será superior a la del corto plazo. 5.2 El mercado de capital. Variación en la demanda de factores ante cambios en el precio del capital r (€/mes) Reducción del precio del capital: r1 > r2 K*1 Pend. ⇒ /r2 Pend. /r1 r1 r2 Largo plazo K*2LP Corto plazo L*2 L*1 K*1 K*2CP K*2LP K (h. maq. /día) 5.2 El mercado de capital. La demanda de capital a l/p del mercado en competencia perfecta • A diferencia de la demanda de mercado de un producto, la demanda de capital de mercado no se corresponde con la suma horizontal de las demandas de capital individuales para distintos precios: ΣVPMgL = ΣP·PMgL, debido a que la variación del coste del capital (r) afecta al coste marginal de las empresas, que reajustan su producción óptima y, con ello, a la oferta de mercado, situación que: 1) altera el precio del producto, y 2) por tanto, al propio valor de la productividad marginal. • Así, por ejemplo, una reducción del coste del capital: r2 < r1, incrementa la cantidad contratada de capital a la par que reduce el coste marginal de las empresas: CMg2 < CMg1 y, por tanto, aumenta la cuantía ofrecida para igual precio de mercado: ΣCMg2 > ΣCMg1. Al generarse un exceso de oferta el precio caerá: P2 < P1, y con ello, el valor del producto marginal: ΣVPMgK2 < ΣVPMgK1 lo que hace que la contratación de trabajo sea inferior a la que se hubiese observado de no variar el precio de mercado. 5.2 El mercado de capital. La demanda de capital de mercado a largo plazo r (€/mes) r1 r2 ΣVPMgK1, P = P1 ΣVPMgK2, P = P2 K K1 K2 5.2 El mercado de capital. La financiación del capital Relación entre el alquiler y el tipo de interés • En el caso conceptualmente más simple en el que los servicios prestados por el capital real provienen de equipos alquilados, es posible establecer la relación existente entre el precio de alquiler y el tipo de interés. Sea el precio de alquiler del capital, r = i + m + δ, donde i es el tipo de interés, m son los costes de mantenimiento y δ la perdida de valor debido a la depreciación y obsolescencia tecnológica, entonces el precio del alquiler del capital será en general superior al del tipo de interés existente en el L mercado (coste de oportunidad normalmente aceptado). El criterio para comprar un bien de capital • No obstante, las empresas tienen la opción de adquirir capital real en propiedad (invertir). La decisión dependerá de la contraposición de los ingresos adicionales que reportará adquirir el equipo frente a los costes que conlleva. Dado que ingresos y costes tienen un horizonte plurianual N, la decisión se adoptará dependiendo del signo del Valor Actual Neto: 5.2 El mercado de capital. VA = R-M R-M R-M S ... , + + + (1 + i) (1 + i)2 (1 + i)N (1 + i)N donde R y M son los ingresos y costes marginales de mantenimiento que conlleva la adquisición del capital real, i el tipo de interés (entendido como coste de oportunidad) y S el valor residual que tenga en el último año de vida. • La empresa adquirirá el equipo si el VAN de la corriente de rendimientos generados por la inversión es positivo y superior a su coste PK. Si es igual será indiferente y si es inferior no lo adquirirá. Al depender inversamente del tipo de interés, una reducción de i incentivará la adquisición de capital real, mientras que un incremento la desincentivara. Fondos prestables y tipos de interés Determinación del tipo de interés • A su vez, el tipo de interés queda determinado en los mercados de capitales financieros (fondos prestables), donde se observan muchas de las características de la competencia perfecta, de forma que el tipo de interés es igual en todos los lugares para el mismo tipo de prestatario. 5.2 El mercado de capital. El equilibrio en el mercado de fondos prestables i (tipo de interés) i* Fondos prestables (€/año) FP* 5.2 El mercado de capital. • La demanda de capital real en alquiler ó en propiedad de una empresa indica la cuantía que habrá de contratar al objeto de maximizar los beneficios a un precio de alquiler r ó en función del VA de la adquisición. En caso de que desee incrementar la cuantía de capital en propiedad (invertir) deberá financiar su adquisición. Una posibilidad para la empresa es acudir a los mercados financieros a demandar fondos prestables, mientras que los que ofrecen fondos prestables (a través de prestamistas internacionales) son los individuos (ahorro) y las empresas (beneficios no distribuidos). • El tipo de interés de equilibrio se corresponde con aquel precio de los fondos prestables (dinero) para los que es igual la cuantía demandada y ofrecida. Tipos de interés reales y nominales • El tipo de interés establecido en los mercados financieros incorpora las perspectivas de inflación que los oferentes y demandantes de fondos prestables puedan tener. La relación entre el tipo de interés real i, y el nominal n, queda establecida por la siguiente expresión: 5.2 El mercado de capital. i= n-q , (1 + q) donde q es la tasa anual de inflación. Así, cuando la tasa de inflación es reducida, el tipo de interés real es aproximadamente igual a la diferencia entre el tipo de interés nominal y la inflación (si q = 0, entonces coinciden). Así, por ejemplo, si el tipo de interés nominal es del 0,05 (5%) y la inflación del 0,1(10%), el tipo de interés real será -0,0455=(0,05-0,1)/1,1 (-4,55%). Si las oferentes de fondos prestasen dinero a este tipo de interés, no solo no podrían obtener una remuneración adecuada a sus fondos (equiparable al coste de oportunidad del capital), sino que perderían dinero en términos reales. Acciones y bonos • Las formas de financiación de las empresas no se agotan en la demanda de fondos prestables (p.e. líneas de crédito), sino que pueden emitir bonos suscribibles por inversores que estén dispuestos a financiarlas. 5.2 El mercado de capital. • El bono es un documento contractual por el que el emisor se compromete a pagar un tipo de interés fijo sobre el valor facial (p.e. 10.000€) por un periodo de tiempo variable (desde el corto plazo -90 días- hasta el largo plazo -30 años-, e incluso a perpetuidad). • Los bonos son un activo para los inversores (y un pasivo para los emisores), quienes pueden ponerlo a la venta en los mercados financieros. Si el bono es a corto plazo su valor será cercano al valor facial, pero si es a largo plazo dependerá de la evolución (y expectativas) del tipo de interés vigente respecto al comprometido en el bono. Así, por ejemplo si el tipo de interés se reduce respecto al de los bonos en circulación, su precio aumentará porque la rentabilidad que conllevan es superior (viceversa si el tipo se eleva). En el caso particular de los bonos a perpetuidad, la relación entre el precio Pc, la rentabilidad fija I, y el tipo de interés i es la siguiente: I PC = , i 5.2 El mercado de capital. • Ejemplo: si la rentabilidad de un bono a perpetuidad de 10.000€ es del 0,1 (10%) y el interés baja al 0,05 (5%), el precio del bono se duplicará: 2 = 0,1/0,05, pasando a valer 20.000€. La prima de riesgo • El tipo de interés fijo al que los emisores (p.e. empresas, administraciones,…) deberán ofrecer sus bonos al objeto de atraer demandantes y conseguir colocarlos, no solo incorporará las expectativas de inflación (si se quiere ofrecer un 5% de rentabilidad (interés) real y la inflación es del 5%, el tipo nominal habrá de ser del 10,25%), sino que, además, deberá compensar por el riesgo de impago que pueda conllevar la operación. El interés adicional que un determinado emisor debe añadir al objeto de atraer demandantes respecto al tipo de interés ofrecido por el emisor con menor riesgo (normalmente el Estado) se corresponde con la prima de riesgo (si la letras del tesoro a un año rinden el 5% y una empresa debe ofrecer el 7% para colocar su emisión de bonos, entonces la prima de riesgo es del 2%) 5.2 El mercado de capital. • Una tercera forma que tiene la empresa para financiar su adquisición de capita real tras los préstamos y los bonos es la emisión de acciones que, a diferencia de las anteriores, conlleva ser participe en la propiedad de la empresa (capital social). La rentabilidad de la acción viene determinada por los beneficios de la empresa, que pueden repartirse como dividendos o ser reinvertidos. En esta situación el precio de venta de las acciones que se emiten será el valor actual de los flujos de beneficios presentes y futuros esperados por acción. • Ejemplo: si el número de acciones es 1.000 y el beneficio esperado es de 500.000€, el precio de la acción será de 500€/ acción = 50.000€/1.000 acciones. Si el precio de colocación en los mercados financieros fuese más bajo entonces hay una ganancia inmediata, mientras que si fuese superior habría una perdida. • No obstante, el flujo futuro de los beneficios de la empresa es desconocido por lo que está sujeto a riesgo e incertidumbre, de forma que la decisión de inversión implica un equilibrio entre rentabilidad y riesgo. 5.2 El mercado de capital. Si el riesgo de la actividad empresarial es alto (p.e. biomedicina, informática,…), deberá compensarlo con una mayor rentabilidad esperada (menor precio de la acción), mientras que si es bajo (bancos, telecomunicaciones,…), la rentabilidad esperada podrá ser menor (mayor precio de la acción). • Ejemplo: supóngase que el valor actual de los beneficios futuros de dos empresas es de 100 mill. de €, pero mientras que en la primera de ellas es un suceso cierto, en la segunda hay un 50% de probabilidad de que la empresa fracase. Ante igual rentabilidad la mayoría de los individuos preferirán comprar las acciones de la primera empresa al ser aversos al riesgo (tema 6). La (in)seguridad relativa en la rentabilidad hace que el precio de las acciones esté inversamente relacionado con el riesgo que conllevan (al igual que bonos con peor calificación deben ofrecer un mayor interés), quedando la decisión de inversión de un individuo supeditada a sus preferencia respecto a rentabilidad y seguridad (riesgo). 5.2 El mercado de capital. Disyuntiva entre la seguridad y el rendimiento esperado Rendimiento esperado Curva de indiferencia de un inversor menos cauto Curva de indiferencia de un inversor más cauto Seguridad 5.3 La renta económica. • Se define como renta económica la diferencia entre el dinero que recibe el propietario de un factor de producción y el precio de reserva que garantiza el uso que le esta dando en la actualidad (excedente del propietario). P.e., si un empresario decide alquilar un local 100m2 por 1.000€/mes, pero no esta dispuesto a hacerlo por menos de 300€, la renta económica es de 700€. • Si la oferta de un factor productivo es completamente inelástica, lo que implica que el precio de reserva es nulo, todo el dinero ingresado (por unidad y de forma agregada) puede considerarse como renta económica, mientras que si es elástica la renta económica por unidad sería la definida, y de forma agregada la suma del total de las unidades individuales. • En caso de que los demandantes pudiesen coludir en su demanda del medio de producción, la cuantía mínima por la que el propietario estaría dispuesto a alquilarlo se corresponde con el precio mínimo de reserva de las distintas unidades, y la renta económica sería nula. En caso de que no pudiesen hacerlo, ingresaría un precio superior al mínimo de reserva, siendo la diferencia entre ambos la renta económica. 5.3 La renta económica. La renta económica: oferta inelástica (a) y elástica (b)