San José, 17 de febrero de a.D. 2014 Muy queridos hermanos en el presbiterado: «De tu costado abierto salió sangre, junto con agua» EL BAUTISMO PASTORAL Y CATEQUESIS Continuamos, en este número, observando los rasgos de la iniciación cristiana en el período cuaresmal, para pasar, en futuras fechas, a un análisis pastoral, catequético y litúrgico del bautismo de niños. Cuaresma, período de iluminación En la propuesta eclesial de la iniciación cristiana de adultos, la Cuaresma constituye la tercera etapa (después del pre-catecumenado y catecumenado) y antes de la celebración de los sacramentos en la noche de la Vigilia Pascual y del tiempo de mistagogía. Para el efecto de este remate de la preparación catecumenal a los sacramentos de iniciación, la Cuaresma se designa como tiempo de purificación e iluminación. La palabra, la oración, el conocimiento de Cristo y la penitencia, son capaces de purificar e iluminar al mismo tiempo. El Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA), dice de este tiempo lo siguiente: «El tiempo de purificación e iluminación de los catecúmenos coincide normalmente con la cuaresma, porque ésta, tanto en la liturgia como en la catequesis litúrgica, mediante el recuerdo y la preparación del bautismo y mediante la penitencia, renueva, juntamente con los catecúmenos, a la entera comunidad de fieles y los dispone a la celebración del misterio pascual, en cuya realidad los sumerge la celebración de los sacramentos de la iniciación cristiana» (n. 21). Ritos característicos de este proceso Son característicos de este período: “La Liturgia es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza” (S.C. 10) Tel. (506)2258-1015 Fax: 2221-2427 Apdo: 497-1000 San José, Costa Rica Dirección electrónica: [email protected] / www.arquisanjose.org. - Los escrutinios, acompañados de lecturas, celebraciones, oraciones; La elección de los catecúmenos para el bautismo; La entrega del símbolo (síntesis de la fe) y del Padrenuestro (síntesis de la oración). Resultan de un interés especial los escrutinios, que van unidos a la liturgia de la palabra del leccionario dominical “A”: «Para suscitar el deseo de purificación y de redención de Cristo, se tienen tres escrutinios; su objeto es iluminar poco a poco a los catecúmenos sobre el misterio del pecado del cual el universo entero y cada hombre desean ser redimidos para librarse de sus consecuencias en el presente y en el futuro, y es también el de hacer familiar a los ánimos el sentido de Cristo redentor, que es agua viva (la Samaritana), luz (el ciego de nacimiento), y resurrección y vida (resurrección de Lázaro). Del primero al último escrutinio debe haber un progreso en el conocimiento del pecado y en el deseo de salvación» (RICA 157). El escrutinio pone al candidato delante de Cristo, mediante la luz de la palabra y de la oración de la Iglesia, como ejemplo de estos tres personajes que se han encontrado con él en una progresiva experiencia de salvación. En los números 160 a 180 del RITUAL DE INICIACIÓN CRISTIANA DE ADULTOS se proponen unas oraciones que podrían incorporarse en celebraciones penitenciales o de la palabra, para que tanto catecúmenos como bautizados, tengamos la oportunidad de revivir las gracias y los compromisos de nuestro bautismo. Estas oraciones guardan relación con los evangelios de los domingos 3, 4 y 5 del Ciclo “A”. Una espiritualidad más cercana al ciclo “A”. Sin descuidar la penitencia y las otras prácticas cuaresmales que surgen, especialmente de los días posteriores al miércoles de Ceniza y a las lecturas feriales desde la IV semana de Cuaresma, en este ciclo, haya o no catecúmenos en la etapa de iluminación, vale la pena hacer incapié en las vetas de espiritualidad que ofrecen los domingos 3º, 4º y 5º. El carácter sacramental (o simbólico) de la cuaresma, resalta también en su dimensión bautismal. Es como la concretización de una experiencia de vida que se repite año tras año. Es símbolo, en cuanto el camino cuaresmal es una dimensión para vivirla siempre, “La Liturgia es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza” (S.C. 10) Tel. (506)2258-1015 Fax: 2221-2427 Apdo: 497-1000 San José, Costa Rica Dirección electrónica: [email protected] / www.arquisanjose.org. hasta que se cumpla en cada uno la Pascua definitiva. Celebrando en un determinado tiempo la Cuaresma, recordamos que estamos siempre en camino hacia la Pascua y que este camino exige una constante conversión, purificación e iluminación en relación con Cristo, en cada momento y en cada paso de la vida espiritual. Somos hombres nuevos de la Pascua, pero no del todo, hasta que la experiencia espiritual nos haga constatar que ha sucedido a nivel de nuestra vida una novedad total, realizada por el Espíritu. Se requerirán muchos años de Cuaresma antes de poder decir que la Pascua se ha realizado en nuestro corazón, porque el Resucitado ha descendido hasta las profundidades del corazón para abrir el sepulcro y llenarlo de vida y de luz. No hay, en realidad, un hombre nuevo, hasta que no se haya experimentado en lo íntimo de nuestro ser una vivencia de muerte-resurrección. Cada uno de los personajes que aparecen en las lecturas dominicales, ligados con los escrutinios, encontramos un espejo de la situación actual de nuestra vida de encuentro con Cristo. Nos referiremos a cada uno de esos personajes en nuestra próxima entrega. Continuaremos, en el próximo número, con el mismo tema. Con un cordial saludo, les invito a que continúen compartiendo con nosotros estas breves reflexiones, y que, con lenguaje catequético, las compartan con el pueblo de Dios. En Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, PBRO. ALFONSO MORA M. “La Liturgia es la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza” (S.C. 10) Tel. (506)2258-1015 Fax: 2221-2427 Apdo: 497-1000 San José, Costa Rica Dirección electrónica: [email protected] / www.arquisanjose.org.