El cuidado de las heridas: cómo evitar infecciones

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El cuidado de las heridas: cómo
evitar infecciones
por el personal del NLLIC (Revisado 2008)
Traducción al español: The BilCom Group
Fact Sheet · Wound Care: Preventing Infection
English Version is available in Library Catalog
Después de la cirugía, la atención estará centrada en la herida y el buen mantenimiento del muñón.
Cualquier herida que resulte de una amputación u otro tipo de cirugía corre el riesgo de infectarse, porque la
grieta en la piel permite que los microbios o la suciedad entren en el torrente sanguíneo. Las infecciones pueden
causar dolor, fiebre, rojez, inflamación y secreciones. Si no se las trata adecuadamente, pueden ocasionar
mayores complicaciones, más cirugías o incluso la muerte.
Mientras permanezca en el hospital, la responsabilidad del cuidado de su herida le corresponde principalmente a
los trabajadores de la salud. Sin embargo, mientras más informado esté acerca de lo que está ocurriendo, mejor
preparado estará para cuidarse cuando salga del hospital.
Usted siempre deberá poner especial atención en la higiene del muñón (no solamente después de la cirugía),
porque estará dentro del encaje o la funda y por ello será más propenso a sufrir excoriaciones e infecciones.
Si sospecha que se le está produciendo una infección, ¡haga algo! Actúe rápidamente, antes de que una
irritación pequeña se convierta en un problema grave.
RECUERDE: La mejor manera de controlar una infección es EVITARLA. Para ello siga estas pautas:
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Lave el muñón con agua y un jabón suave, límpielo y séquelo delicadamente. Repita este
procedimiento por lo menos una vez al día, o más veces, si suda mucho o se está tratando una
infección o un sarpullido.
Lave cualquier cosa que tenga contacto con su piel (como las fundas, los calcetines, el encaje interior
de su prótesis, etcétera) con jabón suave y agua, enjuague y seque (vea las instrucciones del
fabricante).
No aplique lociones a base de alcohol sobre la piel porque la resecan y pueden formar grietas que
generan infecciones.
Solamente use lociones suavizantes para evitar que se reseque y pele la piel.
Mantenga bien ajustada la prótesis, aprenda a agregar las capas de calcetines con destreza, si los usa,
o solicite que le hagan un ajuste protésico si alguna zona de presión comienza a enrojecerse. Así
evitará que se formen llagas.
Mantenga su prótesis correctamente alineada, usando la altura del talón correcta para su pie y
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con la Coalición de Amputados de América para obtener su autorización.
y manteniendo el encaje bien ajustando.
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Lleve una dieta equilibrada y beba mucha agua para mantener la piel sana y suave.
Si es diabético, supervise y controle sus niveles de glucosa.
Si ha perdido sensibilidad en la extremidad, quítese la prótesis varias veces al día para revisar las
zonas de presión.
Las siguientes son algunas complicaciones comunes que pueden presentarse a pesar de las precauciones
mencionadas anteriormente.
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Una zona enrojecida que no mejora cuando no tiene colocada la prótesis.
Tratamiento:
controle el ajuste protésico antes de que la zona enrojecida se convierta en una excoriación.
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Ampollas causadas por la presión o el contacto entre el encaje o la funda y la piel.
Tratamiento:
controle el ajuste de la prótesis, no reviente la ampolla y cúbrala con un vendaje delgado tipo
Telfa. Si la ampolla se revienta, use una pomada antibiótica y cúbrala.
Las infecciones bacterianas (un folículo de pelo infectado, un absceso de sutura, una zona de presión
infectada, etcétera) tendrán los siguientes signos en orden de gravedad y deberían ser tratadas por su
médico:
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la zona alrededor de la herida está caliente;
la zona empieza a enrojecerse e inflamarse;
tiene pus o secreciones blancas o amarillas;
aparecen líneas rojas que se extienden desde la herida hacia todas partes en la extremidad;
padece un aumento repentino del dolor;
sufre dolor intenso;
tiene fiebre.
Cualquiera de los siguientes signos requiere atención URGENTE, para evitar que la infección se propague a
otras partes del cuerpo y ponga en peligro su vida:
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disminuye la circulación, la extremidad se siente fría;
la herida o la zona tienen mal olor;
tiene inflamados los ganglios de las axilas o la ingle;
la herida produce una secreción espesa marrón o gris;
la piel alrededor de la herida se torna negra, gangrenosa.
Siga cuidadosamente las instrucciones de su médico y mantenga una buena higiene en caso de que se produzcan
las siguientes condiciones. Si está tomando antibióticos, SIEMPRE COMPLETE EL TRATAMIENTO
AUNQUE PAREZCA QUE LA INFECCIÓN HAYA DESAPARECIDO.
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Reacción alérgica: un sarpullido pruriginoso.
Tratamiento: si el sarpullido no es muy intenso, una crema antihistamínica puede ayudar. Asegúrese
de enjuagar las fundas, los calcetines, etcétera, después de lavarlos. Busque ayuda médica si la
condición persiste.
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Infección micótica: un sarpullido pruriginoso que arde, similar al pie de atleta.
Tratamiento: puede utilizarse una crema antimicótica o para rozaduras, pero si no, busque la ayuda
de un médico.
Hiperplasia verrugosa: una dureza enrojecida en el extremo de la extremidad, que se convierte en
una “verruga” en la etapa final, y puede ocasionar una infección general. Es causada porque se
produce un vacío entre el extremo final de la extremidad y el encaje de la prótesis (la falta de
contacto total produce un efecto de succión en el extremo de la extremidad).
Tratamiento: controle el ajuste del encaje y busque ayuda médica para tratar el
problema de la piel.
RECUERDE
Eliminar la causa y tratar el problema van de la mano. Si usted es diabético o padece la enfermedad
vascular periférica, es fundamental que revise su extremidad con frecuencia, y que busque ayuda
médica y protésica si tiene una grieta en la piel. Si descubre un problema a tiempo y lo trata, algunas
veces podrá seguir usando su prótesis mientras se cura. La inflamación estira la piel y permite que
esta se rasgue o se resquiebre con facilidad. Mientras la herida de la cirugía de amputación todavía
esté fresca, mantenga el muñón comprimido con un vendaje elástico, usando un reductor, o su
primera prótesis posoperatoria o preliminar. Mantenga la extremidad elevada cuando sea
posible. Debería elevar la extremidad sobre el nivel de su corazón para evitar que se inflame.
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Cuídese de manera integral: cuerpo, mente y espíritu. Aliméntese bien y beba mucha agua para
fortalecer la capacidad natural de curación que tiene su cuerpo. Revise regularmente la piel del
muñón y busque excoriaciones o signos de infección. Cuando detecte un signo de infección, por
pequeño que sea, actúe con rapidez.
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