Subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios

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17 de mayo de 2015 Solemnidad de la Ascención del Señor Año 15 No. 696 Liturgia de las Horas: Todo propio
“Subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios”
1
(Mc 16,
19)
Intención de nuestro obispo para el mes de MAYO
Para que, rechazando la cultura de la
indiferencia, cuidemos a los que sufren,
en particular a los enfermos y a los pobres..
Por ser Solemnidad de la Ascensión del Señor utilizamos el color blanco.
RITOS INICIALES
ANTÍFONA DE ENTRADA Hech 1, 11
Hombres de Galilea, ¿qué hacen allí parados mirando al
cielo? Ese mismo Jesús, que los ha dejado para subir al
cielo, volverá como lo han visto marcharse. Aleluya.
ENTRADA
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Amén.
SALUDO
Que Jesús resucitado y glorificado a la derecha del Padre
interceda por nosotros y permanezca con todos ustedes.
Y con tu espíritu.
ACTO PENITENCIAL
En el día en que celebramos la victoria de Cristo sobre
el pecado y sobre la muerte, reconozcamos que estamos
necesitados de la misericordia del Padre para morir al
pecado y resucitar a la vida nueva.
Tú que has destruido el pecado y la muerte con tu resurrección: Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
2
Tú que has renovado la creación entera con tu resurrección: Cristo, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Tú que das la alegría a los vivos y la vida a los muertos:
Señor, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
Amén.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres
que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos,
te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos
gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero
de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la
derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo
tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, rebosar de santa alegría y, gozosos, elevar a ti fervorosas gracias ya que la
ascensión de Cristo, tu Hijo, es también nuestra victoria,
pues a donde llegó él, que es nuestra cabeza, esperamos llegar también nosotros, que somos su cuerpo. Por
nuestro Señor Jesucristo...
3
MESA DE LA PALABRA
Se fue elevando a la vista de sus apóstoles.
Del libro de los Hechos de los Apóstoles 1, 1-11
En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo
lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió
al cielo, después de dar sus instrucciones, por medio del
Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido. A ellos
se les apareció después de la pasión, les dio numerosas
pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días se
dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios.
Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: “No se
alejen de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la
promesa de mi Padre, de la que ya les he hablado: Juan
bautizó con agua; dentro de pocos días ustedes serán
bautizados con el Espíritu Santo”.
Los ahí reunidos le preguntaban: “Señor, ¿ahora sí vas a
restablecer la soberanía de Israel?”. Jesús les contestó:
“A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el
Padre ha determinado con su autoridad; pero cuando el
Espíritu Santo descienda sobre ustedes, los llenará de
fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra”.
Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que
una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras miraban fijamente
al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: “Galileos, ¿qué
hacen allí parados, mirando al cielo? Ese mismo Jesús
4
que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han
visto alejarse”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Del salmo 46
Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya.
Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo
llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la
tierra, rey supremo. R.
Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende
hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al
rey honremos y cantemos todos. R.
Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor
de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones
desde su trono santo. R.
Hasta que alcancemos en todas sus dimensiones la
plenitud de Cristo.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los efesios
4, 1-13
Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor,
los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento
que han recibido. Sean siempre humildes y amables;
sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor;
esfuércense en mantenerse unidos en el Espíritu con el
vínculo de la paz.
5
Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu,
como es también sólo una la esperanza del llamamiento
que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un
solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina
sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos.
Cada uno de nosotros ha recibido la gracia en la medida
en que Cristo se la ha dado. Por eso dice la Escritura:
Subiendo a las alturas, llevó consigo a los cautivos y dio
dones a los hombres.
¿Y qué quiere decir “subió”? Que primero bajó a lo profundo de la tierra. Y el que bajó es el mismo que subió a
lo más alto de los cielos, para llenarlo todo.
Él fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser
profetas; a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros. Y esto, para capacitar a los fieles, a fin de
que, desempeñando debidamente su tarea, construyan
el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar
unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, y
lleguemos a ser hombres perfectos, que alcancemos en
todas sus dimensiones la plenitud de Cristo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Aleluya, aleluya.
Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos, dice el
Señor, y sepan que yo estoy con ustedes todos los días,
hasta el fin del mundo (Mt 28, 19. 20).
Aleluya, aleluya.
6
Subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios.
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo:
“Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda
creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se
resista a creer, será condenado. Éstos son los milagros
que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán
serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal,
no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y
éstos quedarán sanos”.
El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está
sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron
el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos
y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
V. ¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo
y la tierra?
R. Sí, creo en un solo DIOS, PADRE todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
V. ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que
nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó
de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?
7
R. Sí, creo en un solo Señor, JESUCRISTO, Hijo único
de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios
de Dios, Luz de Luz.
Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó
del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María,
la Virgen, y se hizo hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer
día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
V. ¿Creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna?
R. Sí, creo en el ESPÍRITU SANTO, Señor y dador de
vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre
y el Hijo, recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de
los pecados. Espero la Resurrección de los muertos y la
vida del mundo futuro. Amén.
V. Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos regeneró por el agua y el Espíritu Santo y que nos concedió la remisión de los pecados, nos
guarde en la fe, en el mismo Jesucristo nuestro Señor,
para la vida eterna.
Amén.
8
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos a Cristo, que resucitó de entre los muertos y está
sentado a la derecha del Padre, y digámosle:
Por tu victoria, sálvanos Señor.
Salvador nuestro, que con tu victoria sobre la muerte nos
has alegrado y con tu resurrección nos has enriquecido,
ilumina la mente de los pastores de tu Iglesia para que la
conduzcan hasta tu morada celestial. Oremos.
Tú, que en el cielo eres glorificado por los ángeles y en
la tierra eres adorado por los hombres, recibe la adoración que en espíritu y en verdad te tributamos tus fieles.
Oremos.
Rey de la gloria y vida nuestra, haz que, cuando te manifiestes al mundo, podamos aparecer también nosotros
juntamente contigo en la gloria. Oremos.
Señor Jesús, que nos has precedido al cielo en tu ascensión gloriosa, haz que te sigamos ahí con nuestro corazón
y nuestra mente. Oremos.
Salvador nuestro Jesucristo, que has recibido pleno poder
en el cielo y en la tierra, manifiesta tu omnipotencia escuchando nuestras súplicas. Tú que vives y reinas, inmortal
y glorioso, por los siglos de los siglos.
Amén.
9
MESA DE LA EUCARISTÍA
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Al ofrecerte, Señor, este sacrificio en la gloriosa festividad
de la ascensión, concédenos que por este santo intercambio, nos elevemos también nosotros a las cosas del
cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
CONSAGRACIÓN
Después que el sacerdote pronuncia las palabras de consagración del pan y del vino, se sugiere realizar la siguiente
proclamación:
Éste es el Misterio de la fe. Cristo nos redimió.
Cada vez que comemos de este pan y bebemos de
este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que
vuelvas.
PADRE NUESTRO
Llenos de fe, invoquemos juntos al Padre, repitiendo la
oración que Cristo nos enseñó:
Padre nuestro...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 28, 20
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del
mundo. Aleluya.
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ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que nos permites participar
en la tierra de los misterios divinos, concede que nuestro fervor cristiano nos oriente hacia el cielo, donde ya
nuestra naturaleza humana está contigo. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
RITO DE CONCLUSIÓN
BENDICIÓN Y DESPEDIDA
(Inclinen la cabeza para recibir la bendición).
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Y la bendición de Dios todopoderoso, del Padre, del Hijo
+ y del Espíritu Santo, descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.
Amén.
Anuncien a todos la alegría del Señor resucitado. Vayan
en paz, aleluya, aleluya.
Demos gracias a Dios, aleluya, aleluya.
11
La alegría pascual (3ª parte)
El símbolo de la luz (y con él el del fuego) juega un
papel importante; el saludo al cirio pascual, que en
la iglesia oscura pasa a ser el signo de la vida, es
para el vencedor sobre la muerte. El acontecimiento
de entonces viene así traducido en nuestro presente: donde la luz vence la oscuridad, acontece algo
de la resurrección. La bendición del agua pone de
relieve otro elemento de la creación como símbolo
de la resurrección: el agua puede tener en sí algo de
amenazador, ser un arma de la muerte. Pero el agua
viva de la fuente representa la fecundidad que, en
medio del desierto, edifica oasis de vida.
Un tercer símbolo es de otro tipo: el canto del Aleluya,
el canto solemne de la liturgia pascual, muestra que
la voz humana no sabe solamente gritar, gemir, llorar,
hablar, sino justamente cantar. El hecho de que, además, el hombre sea capaz de evocar las voces de la
creación y transformarlas en armonía, ¿no nos permite
presagiar, de modo maravilloso, de qué transformaciones somos capaces nosotros mismos y la creación?
¿No es éste un signo admirable de esperanza, en
virtud de la cual podemos presagiar el futuro y, a un
tiempo, acogerlo como posibilidad y presencia?
En las grandes solemnidades de la Iglesia, la creación participa en la fiesta; o viceversa: en estas solemnidades entramos en el ritmo de la tierra y de las
estrellas, y hacemos nuestro su conocimiento. Por
esto, la nueva mañana de la naturaleza que señala
la primera luna llena de la primavera forma parte tan
real del mensaje pascual: la creación habla de nosotros y a nosotros; nos comprendemos correctamente
a nosotros mismos y a Cristo sólo si aprendemos a
escuchar también las voces de la creación.
Joseph Ratzinger 16 julio 2008
12
Mi asistencia a Misa
“Habla Señor que tu
siervo escucha”.
(1 Sam 3, 10)
13
La Comisión Diocesana para las
Comunicaciones Sociales, lanza su
nueva edición
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Cada día un nuevo comienzo
Revista informativa de la Diócesis de Toluca
Belisario Dominguez #103
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Tels: 01 (722) 214 01 62 / 213 01 81
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Decálogo de la
convivencia
1.Aceptarás al prójimo
como es, amándole con
todos sus defectos.
2. No tomarás en cuenta
sus ingratitudes y desvíos.
3.No juzgarás su conducta a
sus espaldas.
4.Interésate de continuo por sus cosas.
5.Alaba sus virtudes o cualidades en su ausencia, que pronto
lo sabrá.
6.Servirás al prójimo en todo momento y con alegría.
7.Agradecerás al otro sus pequeñas atenciones, tratando de
hacérselas mayores tú.
8.Estarás siempre alegre para alegrar a todos.
9.Te gozarás con los triunfos del otro sin envidiarlos.
10. Pide las cosas por favor. Y si haces algo mal, pide perdón.
Directorio
S.E. Mons. Francisco Javier Chavolla Ramos
Obispo de Toluca
L.D.G. Isela Castro Serrano
Diseño Gráfico
Pbro. Saúl Romero Sanabria
L.L.L. Edith Muciño Martínez
Cuidado de la edición
César A. Zetina Rojas
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Consulte la versión electrónica en:
http://www.diocesistoluca.org.mx/inicio.htm
“Mensajero de la Palabra” es una publicación semanal de la Diócesis de Toluca que, a través de la Comisión Diocesana para las Comunicaciones Sociales, (CODICOSOC) e integrantes de la Pastoral Litúrgica editan para facilitar la participación consciente, activa y plena de
los fieles en la celebración eucarística. Las oficinas de la CODICOSOC están ubicadas en Belisario Domínguez No. 103, Col. Centro, C.P.
50000 Toluca, México. Registro en trámite.
Su opinión nos interesa, escríbanos a: [email protected]
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