El Museo te Ayuda a Hacer tus Tareas ANTÁRTICA CHILENA Antártica, 1940. Fotógrafo Robert Gerstmann. Colección Archivo Fotográfico, Museo Histórico Nacional. DEPARTAMENTO EDUCATIVO, MUSEO HISTÓRICO NACIONAL. ¿De dónde proviene el nombre Antártica? La idea sobre la existencia de estas tierras surge antes de su descubrimiento. De manera teórica, el sabio griego Pitágoras de Samos establece que debido a que el planeta es una esfera, a parte de las tierras ya conocidas del norte, simétricamente debiesen existir también tierras en el sur. Las tierras del norte eran llamadas “Arktos” (palabra griega que significa “oso”), de donde surge la palabra “Ártico”. Este nombre se asocia a dos hechos, el primero está relacionado con las constelaciones de la osa mayor y la osa menor, que sólo pueden contemplarse desde el hemisferio norte. El segundo hace referencia a que en esta zona habitan los osos polares. En este sentido, la palabra Antártica deriva del griego “Antarktos” y “Anarktos”, ambas compuestas por “arktos” (oso, como ya dijimos), pero comienzan con la partícula gramatical privativa ANT, que significa “opuesto a”, y la partícula AN que significa “sin”. Por lo tanto, el significado etimológico de Antártica seria lugar opuesto al Ártico y sin osos. Así como los osos polares habitan exclusivamente en el Ártico, los pingüinos habitan exclusivamente en la Antártica. Pingüinos en la Antártica Chilena. Pool fotográfico Zig-Zag. Colección Archivo Fotográfico, Museo Histórico Nacional. DEPARTAMENTO EDUCATIVO, MUSEO HISTÓRICO NACIONAL. El Territorio Antártico Chileno Durante el proceso de independencia de nuestro país, se aplicó el principio del “uti possidetis juris”, estableciendo que las nuevas repúblicas debían respetar las fronteras de los territorios españoles a los que habían pertenecido. De este modo la Antártica quedó bajo dominio de Chile. Sin embargo, el primer paso concreto de soberanía en esta zona, se realizó en 1843 con la fundación del Fuerte Bulnes. Durante el resto del siglo XIX Chile otorgó concesiones pesqueras, como manifestación de su soberanía en la zona austral. No fue sino hasta la primera mitad del siglo XX, que la soberanía de Chile en la Antártica se ratificó definitivamente. En junio del 1906, el canciller Federico Puga, envió al congreso un proyecto de ley para cubrir los gastos de una expedición a la Antártica, con el fin de ocupar las islas y tierras de esta zona, así como explorar el territorio y realizar investigaciones científicas. Sin embargo, no se pudo llevar a cabo, ya que los fondos se destinaron a cubrir los daños causados por el terremoto de Valparaíso. Paralelamente, durante ese año se creó la Sociedad Ballenera de Magallanes, que consiguió permiso estatal para instalar una recalada en la zona, con la isla Decepción como base de operaciones. Helicóptero, en misión de reconocimiento en la Antártica, 1955. Pool fotográfico Zig-Zag. Colección Archivo Fotográfico, Museo Histórico Nacional. No obstante, entre 1908 y 1917, el gobierno inglés emitió “Letras Patentes”, pretendiendo soberanía en las Islas Georgias Orcadas, Shetland, Sandwich y península antártica, al considerarlas como dependencias de las islas Falkland (Malvinas). Por su parte Chile DEPARTAMENTO EDUCATIVO, MUSEO HISTÓRICO NACIONAL. defendió su posesión del territorio argumentando la continuidad geomorfológica de la Cordillera de los Andes, que se sumerge en el paso Drake y reaparece en la Antártica. Finalmente, el 6 de noviembre de 1940, se fijaron definitivamente los límites de nuestro territorio antártico, a través del decreto N°1747. Esta posesión se fundamentó a través de argumentos históricos, jurídicos y científicos (continuidad y contigüidad geográfica, similitud geofísica y glaciológica). Presidente Gabriel González Videla y su hija Silvia en la Antártica, 1950. Fotógrafo no identificado. Colección Archivo Fotográfico, Museo Histórico Nacional. Durante el verano de 1947, la soberanía de Chile en la Antártica quedó ratificada con la instalación de la primera base, “Capitán Arturo Prat”. Al año siguiente se organizó otra expedición para fundar la segunda base, “Bernardo O’Higgins”, cuya inauguración contó con la presencia del presidente Gabriel Gonzalez Videla, convirtiéndose en el primer presidente de Chile y el mundo en pisar la Antártica. Desde aquellos años se fundaron otras bases, algunas de las cuales se encuentran fuera de funcionamiento en la actualidad. En este sentido, la principal función de las bases chilenas en la Antártica, es resguardar la soberanía de nuestro país en aquel territorio y apoyar investigaciones científicas. En 1956 el presidente Carlos Ibáñez del Campo promulga el Estatuto Antártico, que establece la jurisdicción de la Antártica al intendente de Magallanes. Finalmente en 1978, DEPARTAMENTO EDUCATIVO, MUSEO HISTÓRICO NACIONAL. la Antártica pasó a ser una provincia de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, con su capital en Puerto Williams y dividida en dos comunas, Navarino y Antártica. Base Bernardo O'Higgins en la Antártica, 1972. Pool fotográfico Zig-Zag. Colección Archivo Fotográfico, Museo Histórico Nacional. El Tratado Antártico y la Creación del INACH En el contexto del Año Geofísico Internacional, desarrollado desde julio de 1957 a diciembre de 1958, se establecieron relaciones entre los doce países que tenían pretensiones de soberanía en la Antártica y/o interés científico en ella (entre ellos Chile). A raíz de esto, el presidente Eisenhower de Estados Unidos invitó a los 12 países a participar de una conferencia para establecer las bases de un “Tratado Antártico”, el cual efectivamente fue suscrito en Washington el 1 de diciembre de 1959. En nuestro país, este tratado entró en plena vigencia el día 23 de junio de 1961. Los otros países comprometidos fueron: Argentina, Nueva Zelandia, Australia, Noruega, Bélgica, Sudáfrica, Rusia, Francia, Gran Bretaña, Japón y Estados Unidos. El tratado es de carácter indefinido y establece que el Continente Antártico se dedicará al desarrollo de fines pacíficos, prohibiendo las instalaciones militares y pruebas de armas. Al mismo tiempo, detiene las reclamaciones territoriales en él. Finalmente, asegura el permiso y apoyo a diversas investigaciones científicas, que beneficien a toda la humanidad. DEPARTAMENTO EDUCATIVO, MUSEO HISTÓRICO NACIONAL. Estación meteorológica en la Antártica. Pool fotográfico Zig-Zag. Colección Archivo Fotográfico, Museo Histórico Nacional. En este nuevo escenario internacional, Chile incrementó sus esfuerzos en el desarrollo de iniciativas científicas en la Antártica. Es así como a través de la ley N° 15.266 nace el Instituto Antártico Chileno (INACH), el 10 de octubre de 1963. Organismo dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, cuya misión es planear, orientar y coordinar las actividades científicas y técnicas que organismos estatales o particulares (autorizados por dicho Ministerio), realicen en la Antártica. Todas estas actividades siguen el espíritu del “Tratado Antártico”, sobre todo en lo relacionado a los proyectos multinacionales, binacionales y el intercambio de información. Topógrafos en el territorio Antártico, 1970. Pool fotográfico Zig-Zag. Colección Archivo Fotográfico, Museo Histórico Nacional. DEPARTAMENTO EDUCATIVO, MUSEO HISTÓRICO NACIONAL. Bibliografía: • Instituto Antártico Chileno, INACH. http://www.inach.cl • Pedro Romero Julio. Síntesis de la Historia Antártica de Chile. Instituto de Investigaciones del Patrimonio Territorial de Chile, Universidad de Santiago de Chile. Editorial Universitaria, Colección Terra Nostra N°6, Santiago – Chile, 1985. Disponible en la Biblioteca del Museo Histórico Nacional. DEPARTAMENTO EDUCATIVO, MUSEO HISTÓRICO NACIONAL.