Gigantesca explosión arrasa planta de Texas

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Gigantesca explosión arrasa planta de
Texas
Por JOHN L. MONE y MICHAEL BRICK
WEST, Texas, EE.UU. (AP) — Los rescatistas buscaban sobrevivientes el jueves
de una gigantesca explosión en una planta de fertilizantes de un pequeño
poblado de Texas que dejó de cinco a 15 muertos y más de 160 heridos, al
tiempo que demolió la planta y arrasó varias cuadras a la redonda.
La explosión en el centro de West, una comunidad agrícola a unos 32
kilómetros (20 millas) al norte de Waco, sacudió la tierra con la fuerza de
un pequeño sismo y se pudo escuchar a decenas de kilómetros. Generó
llamaradas enormes que ascendieron en el cielo nocturno y arrojó brasas
ardientes y escombros sobre los aterrorizados residentes.
“Aún están extrayendo heridos y evacuando gente de sus casas”, dijo William
Patrick Swanton, sargento de la policía de Waco, el jueves en la madrugada.
“En un momento dado, esto se convertirá en un operativo de recuperación, pero
ahora seguimos en búsqueda y rescate”, agregó después.
Swanton dijo que las autoridades creen que entre cinco y 15 personas murieron
a causa de la explosión, pero insistió en que es un cálculo muy preliminar.
No hay indicios de que el siniestro sea algo más que un accidente industrial,
agregó.
Entre los muertos figura al parecer un equipo de bomberos voluntarios de
entre tres y cinco integrantes y un policía que acudieron a la planta West
Fertilizer Co. en respuesta a un aviso de fuego poco antes de la explosión.
Una tormenta eléctrica se extendía por la zona mientras el jueves por la
mañana seguían buscando a los desaparecidos.
La explosión ocurrida hacia las 8 de la noche demolió una zona de cuatro
cuadras en torno a la planta, que según el concejal Al Vanek quedó
“totalmente diezmada”. Fueron destruidas de 50 a 75 casas, un complejo de
apartamentos con unas 50 unidades que un policía estatal dijo quedó
convertido en un “esqueleto”, una escuela secundaria y la residencia de
ancianos West Rest Haven, de donde fueron evacuados 133 pacientes, algunos de
ellos en silla de ruedas.
En las horas que siguieron a la explosión, los habitantes deambulaban por las
calles oscuras y ventosas en busca de refugio. Entre ellas estaba Julie
Zahirniako, quien dijo que ella y su hijo, Anthony, habían estado jugando en
un campo de recreo escolar cerca de la planta cuando se produjo el estallido.
Su hijo se elevó 1,2 metros (cuatro pies) y se rompió las costillas. Ella vio
gente que salía corriendo de la residencia de ancianos y el techo de la
escuela elevándose hacia el cielo.
“El fuego estaba tan alto”, señaló. “El ruido era fuertísimo. La tierra y
todo se sacudía”.
Otros testigos dijeron que el panorama se asemejaba al atentado de 1996 en
Oklahoma City. Las autoridades indicaron que la planta fabricaba materiales
parecidos a los que se usaron en la elaboración de la carga explosiva que
demolió el edificio federal Murrah en esa ciudad.
Aunque las autoridades dijeron que pasará algún tiempo antes de conocer el
número de muertos, indicaron que los heridos sumaban más de 160 el jueves en
la madrugada.
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Los periodistas de The Associated Press Schuyler Dixon y Terry Wallace en
Dallas, y Betsy Blaney en Lubbock, contribuyeron a este despacho.
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