CANTOS GREGORIANOS PARA LA MISA EN LAS FIESTAS DE LA VIRGEN SEGÚN LOS ANTIFONARIOS MEDIEVALES MANUEL GARRIDO BONAÑO, O.S.B Para este trabajo usamos la obra del benedictino solesmense dom RenéJean Hesbert Antiphonale Missarum Sextuplex, Bruselas 1935, y tenemos en cuenta los antífonarios siguientes: Gradual de Monza (siglo VIII); Antifonario de Rheinau (siglos VIII-IX); Antifonario de Mont-Blandin (siglos VIII-IX); Antifonario de Compiégne (siglo IX); Antifonario de Corbie (siglos IX-X); Antifonario de Senlis (siglo IX). A) Primera fiesta de la Virgen en Roma 1) Gradual de Monza (siglo VIII) La primera fiesta que encontramos en la liturgia romana es la del 1 de enero, como ya lo dije en mi trabajo anterior. Aparece en el Gradual de Monza con el título In natale Sanctae Mariae. Solamente trae el gradual para la Misa, como es propio de ese libro y es el siguiente: Diffusa est gratia in labiis tuis, propterea benedixit te Deus in aeternum. Propter veritatem et mansuetudinem, et iustitiam; et deducet te mirabiliter dextera tua (Ps 44. 3, 5). (Se ha derramado la gracia en tus labios; por eso te ha bendecido Dios para siempre. Por la justicia y por la verdad, que tu diestra se distinga por tus brillantes acciones). Como se ha indicado en el texto latino, este texto litúrgico está tomado del salmo 44, según la Vulgata, y es un poema para cantar al rey y a la reina, por lo tanto es diferente de los otros salmos, que son cantos u oraciones a ScrdeM 159 MANUEL GARRIDO BONAÑO, O.S.B. Yavhé o enseñanzas para ir por sus caminos. Juntamente con los cantos de las glorias y de la belleza del monarca, se cantan también la hermosura y atavíos de la reina. Por eso este salmo, en la tradición cristiana, se usa en las fiestas de la Virgen María, de las Santas Vírgenes y Santas Mujeres. Sin embargo, los versos escogidos para este gradual se refieren al rey. “Las gracias de sus labios”, expresión que parece evocar el texto de los Proverbios 22, 11: “Agrada al rey la gracia en el decir”. Sobre la belleza y prestancia de la figura real podemos evocar los textos bíblicos de Jc 8, 18 y 1S 9, 2 y 10, 23. En el elogio directo del monarca el poeta diseña una figura de belleza superior a la común de los mortales, sus labios graciosos cuando habla. Esto se completa con otras muchas cualidades en los versos siguientes, que no se pueden aplicar a la Virgen María, como su porte guerrero, su destreza en el manejo de las armas, su aire de vencedor, etc. En la tradición litúrgica posterior, este gradual no aparece en las Misas para las Vírgenes, sino para las de las Santas Mujeres, sí para algunas antífonas. El compositor medieval de este gradual se ha dejado llevar de un amor grande para con la Virgen María. Ciertamente, Dios ha embellecido a la Santísima Virgen con una bendición singularísima: su concepción inmaculada, su plenitud de gracia sobrenatural, etc. La verdad y la justicia hacen que la Virgen María se distinga entre todos los mortales por sus brillantes actuaciones: colaboradora con Cristo en la obra de la Redención y en su mediación para las gracias que Dios concede a los mortales, etc. 2) Antifonario de Mont-Blandin (siglos VIII-IX) Esta fiesta aparece también en el Antifonario de Mont-Blandin, con el mismo título que en el Gradual de Monza: In natale Sanctae Mariae, pero, naturalmente trae más textos litúrgicos, además del gradual. El canto de entrada es el siguiente: Vultum tuum deprecabuntur omnes divites plebis: adducentur Regi virgines post eam; proximae eius adducentur tibi in laetitia et exsultatione. Ps. Eructavit cor meum verbum bonum, dico opera mea Regi (Ps 44, 13, 16. 2). (Los más ricos del pueblo mendigarán tu favor. Preséntala al Rey, seguida del cortejo de las vírgenes, sus compañeras; se la presentan en gozo y alegría. Salmo: Rebosa mi corazón en un bello discurso; es a un rey a quien digo mi poema). 160 ScrdeM CANTOS GREGORIANOS PARA LA MISA EN LAS FIESTAS DE LA VIRGEN SEGÚN LOS ANTIFONARIOS MEDIEVALES Continuamos con el salmo 44, verdadera composición epitalámica que celebra las bodas de un rey de la dinastía davídica con una princesa extranjera. Como ya se ha dicho, el poema consta de dos partes: una dedicada al rey en la que se exaltan sus cualidades físicas y se le invita a gobernar con justicia y verdad, defendiendo a su pueblo en las batallas contra sus enemigos. La segunda parte está dedicada a la esposa en la que se exaltan su hermosura y atuendo nupcial, destacándose en medio del cortejo de vírgenes, deseando próspera y bendita progenie a los nuevos esposos. En esta ocasión el texto está tomado de la segunda parte, referida a la reina en el salmo. La mente del salmista discurre sobre los tiempos mesiánicos, en los que todos los pueblos llevarán sus dones a Jerusalén; también el salmo augura un futuro placentero a la reina, ya que los ricos del pueblo le halagarán y ofrecerán sus regalos. El suntuoso cortejo avanza hacia el palacio real. La reina revestida de brocados y pedrerías se destaca en medio de las doncellas que la acompañan. Es un texto que la tradición cristiana lo ha aplicado a las santas vírgenes y, de modo especial, a la reina de ellas, la Virgen María, que sobresale por sus eximias prerrogativas con que la adornó Dios para que fuera la Madre de su Unigénito encarnado y colaboradora suya en la obra de la Redención. De ahí el culto singular que se le ha dado en toda la tradición cristiana. De hecho el pueblo cristiano ha manifestado su devoción hacia Ella, desde los tiempos remotos, adornando sus imágenes de forma regia. El uso de este salmo 44 en las fiestas de la Virgen santísima nos lleva a tratar algo de una cualidad que ha sido muy tenida en cuenta por eximios mariólogos, y es el de considerar a la Virgen María como Esposa del Verbo encarnado. Uno de los teólogos más distinguidos que reflexiona sobre este punto es M. J. Scheeben. No escribió una Mariología propiamente dicha, pero en su gran obra teológica hay muchas páginas sobre la Virgen María. Uno de sus admiradores las entresacó y las publicó. De esta obra se hizo una traducción española. Desde el Concilio de Éfeso (431) no cabe duda que tanto la piedad mariana como en las obras de los teólogos, el título primordial de María ha sido expresado con el nombre de Madre de Dios. No obstante los Apologistas y primeros Padres de la Iglesia, especialmente san Justino, san Ireneo y Tertuliano, evocan a María y la ensalzan primordialmente considerándola como nueva Eva, compañera y socia del nuevo Adán en la obra de la salvación a favor de la humanidad caída. ScrdeM 161 MANUEL GARRIDO BONAÑO, O.S.B. Hacia la mitad del siglo pasado algunos mariólogos escribieron mucho sobre el primer principio mariológico. Posiblemente fue Scheeben el primero que se propuso explícitamente este problema. Los mariólogos centraron ordinariamente el problema en torno a la verdad primera de la teología mariana, de la que se pudieran deducir las demás. Scheeben se pregunta, ante todo, por lo que él llama el carácter personal y sobrenatural, propio y exclusivo, de la Virgen María. Enunciado así el problema, comienza a razonar de modo semejante a como lo hacen los demás teólogos. Lo que caracteriza de un modo peculiar a la Virgen María es su relación con el Redentor de los hombres: “Maria, Mater Jesu”, que se repite en la Sagrada Escritura unas ocho veces. Pero, mientras otros muchos, al llegar aquí creen haber dado con el fundamento básico de las grandezas de la Santísima Virgen, Scheeben se adentra aún más en el misterio de la maternidad divina de la Virgen y busca el porqué de este suceso en un hecho anterior al mismo. Este hecho anterior es un acto de la benevolencia divina en virtud del cual María fue unida en matrimonio con el mismo Dios. Si la Virgen María llega a ser Madre de Dios es porque antes fue elegida como Esposa suya. Junto a la idea de la maternidad divina Scheeben ensambla otra, no paralela, sino unida orgánicamente a ella y en cierto sentido anterior: la del matrimonio divino, en virtud del cual María fue incorporada al mismo Dios en el misterio íntimo de una unión inefable. Esta misteriosa unión matrimonial hace que la concepción de Cristo en el seno purísimo de la Virgen María deba ser estudiada primariamente como efecto de esta unión matrimonial y, consiguientemente, que en dicha concepción tenga más importancia el amor esponsal entre la Virgen María y el Verbo que el aspecto meramente fisiológico de la misma. De esta forma cree Scheeben poder explicar mejor la doctrina patrística al afirmar que la Virgen María concibió antes en la mente que en el cuerpo. Scheeben no encontró expresión más adecuada para significar esta unión de la Virgen María con el Verbo que la de “matrimonium divinum”, matrimonio divino, definido por el mismo Scheeben con estas palabras: “La pertenencia mutua de dos personas en un todo orgánico, en el cual ambas se compenetran, se pertenecen una a otra y mutuamente se redonan. Así la Virgen María, incorporada al Verbo, entra a ser su posesión, y el Verbo infundido y como replantado en la Virgen, se da a Ella, al mismo tiempo que la toma por compañera en la comunidad de una vida, la más íntima, estable y total”. 162 ScrdeM CANTOS GREGORIANOS PARA LA MISA EN LAS FIESTAS DE LA VIRGEN SEGÚN LOS ANTIFONARIOS MEDIEVALES Con razón C. Feckes dio al estracto de la obra de Scheeben el título de Die bréutliche Gottesmutter, cuya versión directa sería: “Madre esponsal de Dios”. Según todo esto, se comprende ahora el gran acierto de aquellos compositores litúrgicos medievales para escoger algunos versos del salmo 44 en las fiestas marianas. Seguimos con los otros textos litúrgicos del Antifonario de MontBlandin en la fiesta del 1 de enero. El gradual está también tomado del salmo 44. La primera parte es la misma que la del Gradual de Monza: Diffusa est gratia in labiis tuis... Pero la segunda está tomada del verso 8: Propterea unxit te Deus, Deus tuus oleo laetitiae. (Y el Señor, tu Dios, te ha ungido con el óleo de la alegría). Es un texto de la primera parte del salmo y, por lo mismo, se refiere al rey, no a la reina, pero el compositor lo ha aplicado aquí a la Virgen María. Aparece también en una antífona para el ofertorio en el Común de Santas Vírgenes. La antífona para el ofertorio está tomada también del salmo 44, 15-16 y dice así: Afferentur Regi virgines post eam: proximae eius afferentur tibi in laetitia et exultatione in templum Regi domino. (Es conducida al Rey con el cortejo de las vírgenes, sus compañeras; se las conduce en la alegría; hacen su entrada en el templo del Rey su Señor). En el texto del salmo se dice “en el palacio del rey”, pero el del texto latino está tomado de la Vulgata. La antífona para la comunión está tomada del Evangelio de san Mateo 13, 45-46. Para algunos el motivo de esta elección es que en ese día se leía el pasaje de Mt, 13, 44-52. Es posible, pues en una Misa para el Común de Santas Vírgenes se tiene esa misma antífona y el referido pasaje evangélico de san Mateo. El texto dice así: Simile est regnum caelorum homini negotiatori, quaerenti bonas margaritas: inventa autem una pretiosa margarita, dedit omnia sua el comparavit eam. (Semejante es el reino de los cielos a un mercader que anda en busca de perlas finas; habiendo encontrado una de gran valor, da todos sus bienes para comprarla). Es la segunda de las dos parábolas que aparecen en san Mateo. Una se refiere a un tesoro y la otra a una perla fina. Hay diferencias dignas de notar: el tesoro significa abundancia de bienes; la perla fina la belleza del Reino. El tesoro se presenta de improviso; la perla supone, en cambio, una búsqueda esforzada; pero en ambos casos el que encuentra queda inundado de gran gozo. Así es la fe, la vocación, la verdadera sabiduría, el deseo del cielo que, como dice san Gregorio Magno ScrdeM 163 MANUEL GARRIDO BONAÑO, O.S.B. en su homilía 11 sobre los Evangelios a veces se presenta de modo inesperado, y otras veces sigue a una intensa búsqueda. Tanto en la Virgen Santísima como en las santas vírgenes la elección es de Dios. Pero una y otras colaboraron con toda su voluntad, para seguir esa llamada del Señor. 3) Antifonario de Compiégne También se encuentra en este antifonario la fiesta mariana del 1 de enero con el mismo título que los anteriores: In natale Sanctae Mariae. La antífona para el canto de entrada o introito es la misma que la del Antifonario anterior de Mont-Blandin. El gradual es el mismo que el del Gradual de Monza. La antífona para el ofertorio es la misma que la del Antifonario de Mont-Blandin, pero más desarrollada. con otros versos del salmo 44, pero el texto está algo modificado que en el salmo: no se dice afferuntur, sino offerentur. Dice así: Offerentur regi virgines proximae eius, offerentur tibi in laetitia el exultatione adducentur in templum regi Domino. Eructavit cor meum verbum bonum, dico ego opera mea regi. Diffusa est gratia in labiis tuis, propterea benedixit te Deus in aeternum. La traducción ya se ha dado en textos anteriores, salvo que ahora no se dice que las vírgenes son presentadas, sino ofrecidas. Es la primera vez que aparece una antífona para el ofertorio en forma de gradual. La veremos también más adelante para la fiesta de la Anunciación en el Antifonario de Mont-Blandin. La antífona para la Comunión es la misma que la del Antifonario de Mont-Blandin, es decir, tomada de Mt 13, 46. Los Antifonarios de Rheinau y de Corbie no traen esta fiesta mariana del 1 de enero. El Antifonario de Senlis (siglo IX) sí la trae, pero la pone no el 1 de enero, sino el 18 del mismo mes. Ignoramos el motivo de este cambio, pues para el 1 de enero no trae ninguna fiesta. Los textos son los mismos que los del Antifonario de Mont-Blandin. Pero hay una novedad muy notable y es que es el primer Antifonario que trae aleluya para una Misa y es el siguiente: Alleluia. Specie tua, et pulchritudine tua intende, prospere, procede et regna (Ps. 44, 5). (Con tu gracia y hermosura camina, sé feliz y reina). Es también notable que todo eso se refiere en el salmo 44 al rey y aquí el compositor medieval lo aplica a la Virgen María. 164 ScrdeM CANTOS GREGORIANOS PARA LA MISA EN LAS FIESTAS DE LA VIRGEN SEGÚN LOS ANTIFONARIOS MEDIEVALES B) Purificación de la Bienaventurada Virgen María 1) Gradual de Monza Éste tiene como título de esta Misa In Sancti Simonis y trae sólo el gradual y el aleluya, como ya hemos visto que es lo normal en ese Antifonario. El gradual dice así: Suscepimus Deus misericordiam in medio templi tui secundum nomen tuum, Domine, ita et laustua in fines térrea. Sicut audivimus et vidimus in civitate Dei nostri. (Hemos recibido, oh Dios, misericordia en medio de tu templo. Como tu nombre, Señor, así resuene tu alabanza hasta Presentación en el Templo. Retablo mayor de la catedral de Santo Domingo de la Calzada. (Francisco FERNÁNDEZ PARDO (et. al.), Damián Forment. Escultor renacentista, ed. Catedral de Santo Domingo de la Calzada 1995, p. 259). ScrdeM 165 MANUEL GARRIDO BONAÑO, O.S.B. los confines de la tierra. Como lo oímos, así lo vimos en la ciudad de nuestro Dios). “Alleluia. Adducentur Regi virgines post eam: proximae eius afferuntur tibi in laetitia” (Ps. 44, 15). (Aleluya: Es conducida al Rey, seguida del cortejo de las vírgenes sus compañeras, se las conduce con alegría). El gradual no hace mención a la Virgen María. El aleluya sí y ya hemos visto su significado. 2) Antifonario de Reheinau (siglos VIII-IX) Canto de entrada: Suscepimus, Deus, misericordiam tuam in medio templi tuum; secundum nomen tuum, Deus, et halus tua in fines terrae; iustitia plena est dextera tua. (Hemos recibido, oh Dios, tu misericordia en medio de tu templo; como tu nombre, oh Dios, resuena tu alabanza, hasta los confines de la tierra; tu diestra está llena de justicia). Es como el actual. El gradual como el de Monza. Alleluia. Adorabo ad templum sanctum tuum... (Aleluya. Adoraré en tu santo templo... No trae más). Se indica que después de Septuagésima no se dice aleluya, sino el tracto Jubílate... Antífona para el ofertorio: Tollite portas príncipes vestri... No se termina la frase. Antífona para la Comunión: Responsum accepit Simeon ab Spiritu Sancto non visurum se mortem nisi videret Christum Dominum (Lc 2, 26). (Simeón había recibido del Espíritu Santo la revelación de que no moriría sin haber visto a Cristo el Señor). 3) Antifonario de Mont-Blandin (siglos VIII-IX) Como título trae los siguientes: Natale Sancti Simeonis. Collecta ad Sanctum Adrianum. Statio ad Sanctam Mariam in Purificatione. Este Antifonario trae como novedad única que en algunos textos litúrgicos se mezclan frases latinas con las griegas, pero escritas con caracteres latinos. Damos solamente los textos latinos: Ave, gratia plena, Dei Genetrix Virgo, ex te enim ortus est sol iustitae, inluminans qui in tenebris sunt, letare el tu, senior fuste, suscipiens in ulnis liberatorem animarum nostrarum donantem nobis resurrectionem1. (Salve, llena de gracia, Virgen Madre de Dios. Pues de ti ha 1. Hacemos notar que así está escrito. 166 ScrdeM CANTOS GREGORIANOS PARA LA MISA EN LAS FIESTAS DE LA VIRGEN SEGÚN LOS ANTIFONARIOS MEDIEVALES salido el sol de justicia, que ilumina a los que están en tinieblas y alégrate, tú, anciano justo, que tomasen tus manos al Libertador de nuestras almas y que nos da también la resurrección). Otra antífona con la misma mezcla de frases latinas y griegas, pero con caracteres latinos: Adorna thalamum tuum, Sion, et suscipe Regem Christum; amplectere Mariam, quae est celestis porta ipsa eniem pariet Regem glorie novo lumine, subsistir Virgo adducem in manibus Filium ante luciferum quem accipiens Symeon in ulnas suas, praedicavit populis Dominum cum esse vite et mortis el Salvatorem mundi. (Adorna, Sion tu morada y recibe a Cristo Rey; abraza a María, que es puerta celestial, pues Ella trae el rey de la gloria, de la nueva luz. La Virgen se detiene, llevando en sus manos al Hijo engendrado antes que la aurora; y Simeón, al tomarlo en sus brazos, anuncia a los pueblos que Él es el Señor de la vida y de la muerte y el Salvador del mundo). Otra antífona: Responsum accepit Symeon... (ya conocido). El canto de entrada o introito es el mismo que el del Antifonario de Rheinau. El gradual lo mismo que el de los antifonarios anteriores. La antífona para el ofertorio es: Diffusa est in labiis tuis... (ya conocida). Y la antífona para la Comunión es la misma que la del Antifonario de Rheinau. 4) Antifonario de Compiégne (siglo IX) Título de la fiesta Purificatio Sanctae Mariae. Collecta ad Sanctum Adrianum. Antífona: Ave, gratia plena... (como en el Antifonario de Mont-Blandin y lo mismo las otras dos, pero sólo en latín, sin mezclar con ellas frases en griego con caracteres latinos. Todos los demás textos litúrgicos son como el Antifonario anterior de Mont-Blandin. 5) Antifonario de Corbie (siglos IX-X) Sólo tiene una antífona para la procesión: Adorna... Todos los demás textos litúrgicos son también como los anteriores. 6) Antifonario de Senlis (siglo IX) Todo como el Antifonario de Compiénge. ScrdeM 167 MANUEL GARRIDO BONAÑO, O.S.B. C) Anunciación Ni el Gradual de Monza ni el Antifonario de Rheinau traen esta fiesta. 1) Antifonario de Mont-Blandin (siglos VIII-IX) El título es Adnunciatio Sanctae Maríae. La antífona para el introito o canto de entrada es Vultum tuum... que ya conocemos en la fiesta del 1 de enero. Estuvo en vigor en la liturgia romana hasta la reforma del Concilio Vaticano II. El gradual es: Diffusa est gratia..., tomado del salmo 44 y que ya conocemos. Ofertorio: Ave, gratia plena: Dominus tecum: benedicta tu in mulieribus. Quomodo fiet istud. quoniam virum non cognosco? Ideoque quod nacetur ex te sanctum, vocabitur Filius Dei (Lc 1, 28. 34. 35). (Alégrate, llena de gracia, el Señor es contigo. ¿Cómo ha de ser esto, pues yo no conozco varón? Por lo cual el santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios). Ya se ha visto anteriormente un caso similar pero es raro. Es cierto que la fiesta y la lectura del Evangelio lo estaban pidiendo, pero pudo haberse escogido esos textos evangélicos para el gradual. Es cierto que en el Gradual anterior a la reforma del Concilio Vaticano II y en el de esa misma reforma, la antífona para el ofertorio está tomada de Lc 1, 28. Hemos de detenernos algo en exponer las grandes enseñanzas que encierran esas palabras, pues se trata de un texto muy importante. Lo primero que llama la atención a los comentaristas desde tiempos antiquísimos es la expresión “llena de gracia”, que en el saludo tiene un oficio nominal. No dice el Ángel: “Alégrate, María”, sino “Alégrate, llena de gracia”. Es como si Dios, por medio del Ángel, cambiara el nombre a la Virgen. Y Dios pone el nombre en relación con el ser de la persona o su misión. La gracia afecta de modo particular a la Virgen María que posee la gracia, cuando el Ángel la saluda, de modo estable. Se trata de un saludo excepcional. Un Ángel que viene de parte de Dios y habla a una doncella con términos que nadie había escuchado hasta entonces. Orígenes, que tenía una memoria prodigiosa, no recuerda semejante saludo en ningún otro pasaje de la Sagrada Escritura. Lo mismo aparece en otros Santos Padres y escritores eclesiásticos de todos los tiempos. No es un deseo, sino una afirmación: “llena de gracia”, “el Señor es contigo”. Estas realidades son la benevolencia divina, la complacencia de Dios y su presencia, su asistencia. 168 ScrdeM CANTOS GREGORIANOS PARA LA MISA EN LAS FIESTAS DE LA VIRGEN SEGÚN LOS ANTIFONARIOS MEDIEVALES Éstas son dos realidades actuales, expresadas de manera que indican un estado de gracia, de favor divino, de unión con Dios. Esto es lo que expresan las palabras del Ángel transmitidas en el Evangelio según san Lucas y así se han interpretado siempre. Estas palabras del Ángel indican que siempre la Virgen María ha sido grata a Dios. La santidad virginal, su concepción inmaculada entran, por lo mismo, en las perspectivas de la salutación angélica y a ella se refiere el Papa beato Pío IX en la Bula Ineffabilis Deus, por la que se definió el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. El texto manifiesta en primer lugar la complacencia y benevolencia divina para con la Virgen María. Esta benevolencia constante y eterna de Dios con la Virgen María es eficiente y activa. Así es la benevolencia de Dios siempre. Eleva a la criatura al plan divino, poniendo en ella su imagen, su dignidad, su ser, sus dones y gracias. Ésta es la auténtica santidad de la Virgen, su gracia ontológica, que se extiende tanto cuanto se extiende la benevolencia, que es plena. Se dice “llena de gracia”, no lo olvidemos, pues esa expresión encierra mucho más de cuanto nosotros, pobres y limitados, podemos deducir. De ahí nuestra confianza y devoción a la Madre de Dios que, con razón, se la llamó en el siglo IV “Omnipotencia suplicante”. El texto de esa original antífona para el ofertorio, continúa en la segunda parte: “¿Cómo será esto, pues no conozco varón?”. Son las primeras palabras de la Virgen María. Han dado ocasión a muchas páginas entre los más esclarecidos mariólogos y exégetas. El sentido obvio es que la Virgen tenía un propósito de virginidad. San Lucas ha dicho que estaba desposada con un varón llamado José. No tiene explicación que la Virgen María diga que no conoce varón, si no mediase el propósito de virginidad y esto afecta al pasado, presente y futuro. También para el mismo José, como se deduce con toda claridad. Es un gran misterio que sólo se explica en su finura espiritual y en la obra de Dios, conforme siempre con su elección y misión. La respuesta del Ángel no ha sido recogida en la antífona del ofertorio. Es obra del poder del Altísimo. De ahí que lo que nacerá de Ella, santo, será llamado Hijo de Dios. Por eso, es Madre de Dios con toda propiedad, como se definió en el Concilio de Éfeso (431). ScrdeM 169 MANUEL GARRIDO BONAÑO, O.S.B. La antífona para la Comunión es: Ecce Virgo concipiet el pariet filium, el vocabitur nomen eius Emmanuel (Is, 7, 14). (Una Virgen concebirá y dará a luz un hijo que se llamará Emmanuel). Así ha durado en la liturgia romana hasta nuestros días. Es un texto muy comentado por los exegetas y mariólogos. Ciertamente el vaticinio tiene un sentido mesiánico, incluso reconocido por los racionalistas, cuyas conjeturas no nos interesan absolutamente. Hoy día, entre los católicos es común que la profecía es mesiánica en su sentido literal. De aquí se deduce que la “doncella” es la Virgen María, Madre del Mesías. La liturgia romana así lo ha considerado siempre. San Mateo la aplica sin duda alguna a la Virgen María (Mt 1, 22-23). 2) Antifonario de Compiégne (siglo IX) El título de la fiesta es Adnuntio Sanctae Mariae. Todos los textos litúrgicos de este Antifonario coinciden con el del Antifonario de Mont-Blandin, salvo la antífona para la Comunión que es el texto ya conocido del salmo 44, 8: Dilexisti iustitiam el odisti iniquitatem: propterea unxit te Deus, Deus tuus, oleo laetitiae prae consortibus tuis. En realidad es un texto que se refiere al rey, como ya se ha dicho. 3) Antifonario de Corbie (siglo IX) El título de esta fiesta es Annuntiatio Sanctae Mariae. Todos los textos litúrgicos son como los del Antifonario de MontBlandin, salvo la antífona del ofertorio en la que sólo se indica el primer verso, no los otros del Evangelio de san Lucas. 4) Antifonario de Senlis (siglo IX) El título de la fiesta es Ad annuntiatio Sanctae Mariae. Trae textos muy diferentes de los anteriores antifonarios, salvo las antífonas para el ofertorio y para la Comunión que son las mismas del Antifonario de Mont-Blandin. Para la antífona del introito o canto de entrada se ha escogido un texto 170 ScrdeM CANTOS GREGORIANOS PARA LA MISA EN LAS FIESTAS DE LA VIRGEN SEGÚN LOS ANTIFONARIOS MEDIEVALES muy común en el tiempo de Adviento: Rorate caeli, desuper, et nubes pluant iustum: aperiatur terra et germinet Salvatorem (Is 45, 8). Caeli enarrant gloriam Dei et opera manuum eius annuntiat firmamentum (Ps 18, 1). (Gotead, cielos, desde arriba y que las nubes destilen la justicia: ábrase la tierra y produzca el fruto de la salvación. Los cielos pregonan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos). El texto de Isaías puede considerarse como una explosión lírica, sugerida al profeta por la próxima perspectiva de liberación de la cautividad. Los tiempos mesiánicos eran la obsesión de todo fiel israelita, porque en ellos había de instaurarse un reinado de justicia o rectitud moral en las relaciones entre los ciudadanos y de estos con el Rey Mesías, que viene de lo alto, de los cielos y de las nubes. Sólo Dios puede hacer que reine la justicia entre los nuevos ciudadanos de la futura teocracia mesiánica. El texto de la antífona está tomado de la Vulgata, y allí es más expresivo en sentido mesiánico. Según esto es mucho más adecuado para una Misa de la Virgen, pues Ella era la “tierra” de la que brota el Salvador. Así se entiende mejor el salmo 18, 1. El gradual está tomado del salmo 23, 7, 3-4: Tollite portas príncipes vestras: et elevamini, portae aeternales: et introibit Rex gloriae. Quis ascendet in montem Domini, et quis stabit in loco sancto eius? Innocens manibus et mundo corde. (Elevad, puertas, vuestros dinteles, alzaos antiguos portales, para que entre el Rey de la gloria. ¿Quién subirá al monte del Señor? ¿O quién podrá estar en el lugar santo? El de manos puras y limpio corazón). En el salmo se pueden distinguir tres partes: a) un himno al Creador; b) condiciones que ha de tener el que se acerca al monte Sión; c) himno procesional dialogado en el que se celebra la entrada triunfal de Yavé en el templo. En el gradual sólo se trata de las dos últimas partes, pero en un orden inverso: primero la tercera parte y luego la segunda. Aquí se refiere al Mesías que llega a la tierra para salvar a la humanidad, y en este sentido está justificada la referencia a la Virgen María, Madre del Mesías salvador, y las cualidades del mismo como ningún otro. Pasó al Gradual anterior a la reforma del Concilio Vaticano II, pero en ésta se ha omitido. Sin embargo se encuentra en la Misa de Santa María en la Presentación del Señor (Misas de la Virgen) y en el apéndice de las mismas. Hay también un tractus: Qui regis..., pero sin sentido mariano preciso. ScrdeM 171 MANUEL GARRIDO BONAÑO, O.S.B. D) Asunción de la Virgen María He quedado desilusionado, pues los antiguos Sacramentarios Romanos traen textos preciosos para esta solemnidad de la Virgen María. Se consideraba en Roma como las solemnidades de Pascua y Pentecostés. Así lo afirman algunos Papas de la época medieval. También en los antifonarios para el Oficio divino, tanto del rito romano como del monástico, hay una abundancia de antífonas bellísimas. Sin embargo en los antifonarios para la Misa de esta gran solemnidad mariana o no traen la fiesta o si la traen los textos litúrgicos no tienen gran relieve con respecto preciso a la Asunción de la Virgen María. No atraen el Gradual de Monza (siglo VIII), ni el Antifonario de Rheinau (siglos VIII-IX), ni el de Compiégne (siglo IX). Es posible que se hayan perdido esas páginas. 1) Antifonario de Mont-Blandin (siglos VIII-IX) El canto de entrada o introito es el texto ya conocido Vultum tuum... El gradual tal como está redactado es la primera vez que aparece en las Misas marianas que hemos visto anteriormente. Las dos partes están tomadas del salmo 44, ya conocido: Propter veritatem et mansuetudinem et iustitiam et deducet te mirabiliter dextera tua. Audi, filia, et vide, et inclina aurem tuam, quia concupivit Rex speciem tuam (Sal 44, 5, 10-11). (Por la justicia y la verdad, distíngase tu diestra por sus brillantes acciones. Escucha, hija, y mira y presta oído; porque el Rey está prendado de tu hermosura). La primera parte ya se ha expuesto anteriormente, y se refiere al rey. El compositor medieval, como ya se ha visto en otras ocasiones, la aplica a la Virgen María. La segunda se refiere a la reina y es la primera vez que aparece este texto bíblico en las Misas de la Virgen. Es un texto bellísimo. La hermosura que Dios ve en la Virgen María es su entera vida espiritual, su amor virginal que corresponde al inmenso amor que Dios le tiene y que le ha otorgado prerrogativas, como a ninguna otra criatura. El Aleluya es Specie tua..., ya expuesto anteriormente. La antífona para el ofertorio también está tomada del salmo 44 y es Offerentur regi virgines..., ya expuesto anteriormente. La antífona para la Comunión es ya conocida: Dilexisti iustitiam... 172 ScrdeM CANTOS GREGORIANOS PARA LA MISA EN LAS FIESTAS DE LA VIRGEN SEGÚN LOS ANTIFONARIOS MEDIEVALES Asunción de Nuestra Señora a los cielos: Damián Forment. Retablo mayor de la Basílica del Pilar (Zaragoza). (Francisco FERNÁNDEZ PARDO (et. al.), Damián Forment. Escultor renacentista, ed. Catedral de Santo Domingo de la Calzada 1995, p. 118). 2) Antifonario de Corbie (siglos IX-X) El título es Assumptio Sanctae Mariae. Todo es igual que el Antifonario de Mont-Blandin, salvo el aleluya que es el siguiente: Adducentur Regi virgines... ya expuesto en otras ocasiones y también lo referente al carácter de Esposa del Verbo. ScrdeM 173 MANUEL GARRIDO BONAÑO, O.S.B. 3) Antifonario de Senlis (siglo IX) Todo como en el Antifonario de Mont-Blandin. Nos parece oportuno decir aquí algo referente a la solemnidad de la Asunción de la Virgen María en el medievo. Aunque la fiesta solemnísima de la Asunción de la Virgen María se había introducido en Roma en el siglo VII, sin embargo en algunos lugares se tenía cierta reticencia debido a los libros apócrifos que narraban hechos inverosímiles. El pueblo fiel y sus pastores eran fieles a la fe de la Iglesia, aunque no lo reflejaban brillantemente en algunos textos litúrgicos como hemos visto, sobre todo en los referentes a la Misa. A mediados del siglo IX el abad de Corbie, san Pascasio Radberto, escribe un sermón a unas religiosas, madre e hija, muy conocidas por él y como en broma lo titula “Jerónimo a Paula y Eustoquio” (que fueron dos discípulas de san Jerónimo en Belén). Esas dos religiosas querían tener algo más profundo para leer en el día de la Asunción de la Virgen. Con el tiempo ese sermón Cogitis me se creyó que era de san Jerónimo y pasó oficialmente al oficio litúrgico romano. De él se tomaron algunas antífonas y responsorios para la fiesta, incluso se tomó también para las lecturas en la octava de la Asunción. En la reforma del Breviario de san Pío V todo esto desapareció, pero luego se incluyó parte del sermón Cogitis me en la solemnidad de la Inmaculada Concepción y así lo hemos conocido hasta la reforma del Breviario de Pablo VI con el nombre de “Liturgia de las Horas”. Es extraño que ese sermón Cogitis me no influyese en la Misa de la Asunción en el Antifonario de Corbie, de cuya abadía fue abad san Pascasio Radberto. También es extraño que el Antifonario de Compiégne (siglo IX) traiga muchas antífonas bellísimas alusivas a la Asunción de la Virgen en el Oficio divino, y en el correspondiente para la Misa no exista esa fiesta, o se ha perdido. Hay que tener en cuenta para todo lo referente a la verdad dogmática de la Asunción de la Virgen María en Occidente el relieve que dio a todo esto un libro anónimo, pero atribuido a san Agustín. Se trata del pseudoAgustín de fines del siglo X. No se trata de refutar las leyendas apócrifas sobre ese sacrosanto misterio, sino de sentar la verdad de la Asunción de la Santísima Virgen María en cuerpo y alma a los cielos sobre las bases escriturísticas y doctrinales inconmovibles. Ese libro ha sido objeto de muchos estudios e incluso de tesis doctorales, como la del salesiano, siervo de Dios, don Giuseppe Quadrio. Se trata de una obra maestra y profunda que no desmerece 174 ScrdeM CANTOS GREGORIANOS PARA LA MISA EN LAS FIESTAS DE LA VIRGEN SEGÚN LOS ANTIFONARIOS MEDIEVALES del doctor de Hipona. Procede con orden, sin digresiones, conforme al método escolástico. Una seria y sólida devoción mariana es el alma de toda la exposición, muy austera. Se ve la mente de un gran maestro y de un hombre de fe. En toda la tradición cristiana no existe tratado teológico más bello sobre la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma a los cielos. Me parece bien poner aquí las últimas líneas del libro: “Nadie podrá negar que Cristo haya podido conceder a María ese privilegio de la Asunción corporal. Ahora bien, si pudo, lo quiso, porque quiere todo lo que es justo y conveniente. Se puede, pues, con razón concluir: María goza en su cuerpo, igualmente que en su alma, de una felicidad inefable en su Hijo y con su Hijo; se vio libre de la corrupción de la muerte, Ella que, al dar a luz un Hijo tan excelente, quedó consagrada en su integridad virginal; vive toda Ella, la que nos comunicó a nosotros la vida perfecta; está con Aquél a quien concibió, dio a luz y alimentó a su ser. Es Madre de Dios. Nodriza de Dios. Sierva de Dios. Compañera inseparable de Dios. De mi parte no me atrevo a hablar de otro modo, como no me atrevería a pensar de distinta manera”2. Este tratado influyó mucho en la floración de textos litúrgicos en honor de la Santísima Virgen en el misterio sacrosanto de su Asunción en cuerpo y alma al cielo y en los grandes teólogos escolásticos como san Alberto Magno, san Buenaventura y santo Tomás de Aquino. E) Natividad de la Virgen María También nos encontramos con una pobreza grande en los antifonarios que estamos analizando. Ciertamente esa fiesta mariana se introdujo en Roma en el siglo VII con el título In Natale Sanctae Mariae. Pero sólo la encontramos en el Gradual de Monza, que como su nombre indica sólo trae el gradual que es el ya conocido en otras fiestas marianas anteriores: Propter veritatem... Audi, filia... No podemos afirmar que esto se debe a que la fiesta del 1 de enero también se la titula In Natale Sanctae Mariae, pues el Gradual de Monza también lo hace y trae la fiesta del 8 de septiembre. Manuel GARRIDO BONAÑO Sociedad Mariológica Española ABADÍA DE LA SANTA CRUZ DEL VALLE DE LOS CAÍDOS 2. PL 40, 1148. ScrdeM 175