La única meta de la obra cristiana: la Nueva Jerusalén

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SEMANA 9 — BOSQUEJO
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BOSQUEJO
La única meta de la obra cristiana:
la Nueva Jerusalén
Lectura bíblica: Ap. 21:2, 10, 18-21; 22:1-2; 1 Co. 3:9,
11-12, 15
Día 1
Día 2
Día 3
I. Según la revelación completa del Nuevo Testamento, la única meta de la obra cristiana debe
ser la Nueva Jerusalén, la cual es la meta
suprema de la economía eterna de Dios (Ap.
21:2, 10):
A. El Dios Triuno que pasó por todos los procesos, el
Cristo todo-inclusivo que se encarnó para morir y
resucitar, y el Espíritu vivificante que alcanzó Su
consumación para morar en nosotros, todos ellos
tienen como meta eterna la Nueva Jerusalén.
B. El Padre como la fuente, el Hijo como el manantial
y el Espíritu como el río que fluye, todos ellos tienen como meta eterna la Nueva Jerusalén (Jn.
4:14b).
C. La degradación de la iglesia se debe principalmente a que casi todos los obreros cristianos se
han desviado al adoptar como meta muchas otras
cosas que no son la Nueva Jerusalén.
D. Por tanto, frente a la degradación de la iglesia,
para ser vencedores que responden al llamado del
Señor, no solamente tenemos que superar las
cosas negativas sino, aún más, las cosas positivas
que sustituyen la única meta, la Nueva Jerusalén.
E. Un vencedor debe tener como meta única y
suprema la meta de la economía eterna de Dios, es
decir, la Nueva Jerusalén (Ap. 2:7; 3:12).
II. La Nueva Jerusalén es el Dios Triuno, la Trinidad Divina, quien, como tres factores básicos,
se ha forjado en Sus redimidos y forma juntamente con ellos una preciosísima estructura
milagrosa como conclusión a toda la Biblia:
A. El primero de los aspectos principales de la Nueva
Jerusalén se manifiesta en su estructura, la cual
incluye: su base, que es de oro, el cual representa la
Día 4
SEMANA 9 — BOSQUEJO
naturaleza del Padre; sus puertas, que son perlas,
las cuales representan el producto de la muerte
redentora del Hijo y Su resurrección que imparte la
vida divina; y su muro, que es de piedras preciosas,
las cuales representan la consumación de la obra
transformadora del Espíritu (21:12-13, 18-21).
B. El segundo de los aspectos principales de la Nueva
Jerusalén se manifiesta en su mobiliario, el cual
incluye: el trono, que es el centro desde donde
reina el Padre; el templo, que es donde mora el
Hijo; y el aceite que arde en la lámpara, que es la
luz iluminadora y resplandeciente del Espíritu
(22:1; 21:16, 22-25; 22:3, 5).
C. El tercero de los aspectos principales de la Nueva
Jerusalén se manifiesta en su suministro, que es el
fluir de la Trinidad Divina: este fluir tiene como
base y fuente al Padre, representado por la calle; el
fluir en sí es el Espíritu, representado por el río de
agua de vida; y dicho fluir tiene como único elemento al Hijo, representado por el árbol de la vida
(vs. 1-2).
D. Por tanto, la Nueva Jerusalén está íntegramente
constituida del Dios Triuno procesado y consumado que, en Su Trinidad Divina, ha sido edificado, de una manera triple, juntamente con
aquellos que Él eligió, regeneró, transformó y glorificó (cfr. Ef. 4:4-6).
III. Como colaboradores y ancianos, es preciso que
tomemos conciencia de que estamos trabajando
con Dios a fin de hacer realidad Su edificio
divino en tres aspectos: la iglesia, el Cuerpo de
Cristo y la Nueva Jerusalén (1 Co. 3:9, 12a, 15):
A. Tenemos que establecer iglesias y pastorearlas
con el Cristo pneumático, o sea, con el Cristo que es
el Espíritu vivificante, y mediante Su salvación
orgánica.
B. Debemos edificar y forjar la constitución intrínseca del Cuerpo de Cristo con Cristo mismo como
el Espíritu siete veces intensificado y mediante Su
salvación orgánica siete veces intensificada.
SEMANA 9 — BOSQUEJO
Día 5
Día 6
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C. Tenemos que ataviar la Nueva Jerusalén y llevarla a su consumación con Dios el Padre como su
base de oro, con Dios el Hijo como sus puertas de
perla y con Dios el Espíritu que produce el muro de
piedras preciosas, al beber del Espíritu, el Dios
Triuno que fluye como río de agua de vida, y al
comer de Cristo, el León-Cordero vencedor, quien
es el árbol de vida que nos provee Su suministro
rico y fresco:
1. No solamente es necesario que la Nueva Jerusalén llegue a su consumación, sino también
que sea ataviada; de este modo, ella estará
“dispuesta como una novia ataviada para su
marido” (Ap. 21:2, 18-21).
2. Tenemos que ataviar el edificio divino, en
coordinación con el Espíritu que transforma,
al ministrar al Dios Triuno a otros, perfeccionándolos con los atributos del Dios Triuno, de
modo que dichos atributos divinos lleguen a
ser sus virtudes humanas para la edificación
del Cuerpo de Cristo (2 Co. 3:18; Cnt. 1:10-11;
Ef. 4:11-12).
D. Incluso hoy la Nueva Jerusalén está en construcción; edificamos el Cuerpo de Cristo para la edificación de la Nueva Jerusalén:
1. Trabajamos junto con Dios en la edificación
de la Nueva Jerusalén; el interés del Señor es
obtener la Nueva Jerusalén teniendo como
precursor de la misma al Cuerpo orgánico de
Cristo, que es producido en las iglesias.
2. A medida que crecemos en la vida divina y
ministramos al Dios Triuno a otros para que
también ellos crezcan en la vida divina, edificamos el Cuerpo de Cristo para llevar la
Nueva Jerusalén a su consumación (Col. 2:19;
Ef. 4:16).
IV. Lo que es crucial con respecto a nuestra obra
de edificación es el material con el cual edificamos (1 Co. 3:13):
A. Si edificamos sobre el fundamento con oro (Dios el
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SEMANA 9 — BOSQUEJO
Padre en Su naturaleza divina), plata (Dios el Hijo
en Su redención jurídica) y piedras preciosas (Dios
el Espíritu en Su obra de transformación), recibiremos un galardón (v. 12a, 14).
B. Si edificamos sobre el fundamento con madera (la
naturaleza humana), heno (el hombre en la carne)
u hojarasca (cosas que carecen de vida), sufriremos pérdida; nuestra obra será consumida, si bien
nosotros seremos salvos, aunque así como pasados
por fuego (v. 12b, 15).
V. “Anteriormente había un cuadro grande en mi
estudio en el cual estaban escritas las siguientes
palabras: ‘...él mismo será salvo, aunque así
como pasado por fuego’ (1 Co. 3:15). Si uno edifica el templo de Dios con oro, plata y piedras
preciosas, recibirá un galardón. Pero si edifica
con madera, heno y hojarasca, su obra será consumida, pero uno mismo será salvo, aunque así
como pasado por fuego. Esto es semejante a un
terreno que está en llamas, en donde el fuego
consume la madera, el heno y la hojarasca que
allí se encuentren; aunque el terreno mismo no
es consumido, sufrió el efecto abrasador del
fuego. Coloqué ese cuadro, con el pasaje de
1 Corintios, en una de las paredes de mi casa
para recordar siempre: ‘Sé cuidadoso; no trates
de edificar el Cuerpo de Cristo ni la Nueva Jerusalén con el elemento de tu propia naturaleza,
tu manera de ser, tu viejo yo, la vieja creación, el
ego, tus inclinaciones y tus preferencias personales. Si lo haces, estarás destruyendo el
Cuerpo de Cristo’. Siempre que nuestras acciones involucren la meta eterna de Dios, la Nueva
Jerusalén, debemos ser muy puros; no podemos
ser negligentes” (Cómo ser un colaborador y un
anciano y cómo cumplir con sus deberes, págs.
91-92).
SEMANA 9 — DÍA 1
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Alimento matutino
Ap. Y me llevó en espíritu a un monte grande y alto, y me
21:10 mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del
cielo, de Dios.
Jn. …El agua que Yo le daré será en él una fuente de agua
4:14 que salte para vida eterna.
La aceptación de la revelación divina también tiene que
basarse en el Cuerpo de Cristo, cuya consumación es la Nueva
Jerusalén, la meta del Dios Triuno procesado y consumado. Juan
4:14 dice: “Mas el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed
jamás; sino que el agua que Yo le daré será en él una fuente de
agua que salte para vida eterna”. El Dios Triuno es una fuente que
brota como un manantial y salta como un río que fluye para vida
eterna. La fuente es Dios el Padre; el manantial es Dios el Hijo, y el
río es Dios el Espíritu, que fluye como agua viva para vida eterna.
Por más de cincuenta años traté de entender la frase “para vida
eterna”, pero sin éxito. Sin embargo en días recientes, lo comprendí. No significa entrar en la vida eterna, sino llegar a ser la
vida eterna. El fluir del Padre como fuente, del Hijo como manantial y del Espíritu como río finalmente llega a ser la vida eterna, la
cual es la Nueva Jerusalén. Toda la Biblia nos muestra que nuestro Dios fluye. Fluyó en el Padre como la fuente, y el Padre brotó, o
sea, se manifestó como el Hijo, el manantial; luego éste salta y
fluye como el río, que es el Espíritu. El resultado, la consumación,
de este fluir es la Nueva Jerusalén. Desde Génesis hasta Apocalipsis, la Biblia habla solamente del Dios Triuno que fluye, y el resultado de Su fluir es la Nueva Jerusalén. Tal como el hombre es la
consumación de la vida humana, la Nueva Jerusalén es la consumación de la vida divina. (Una exhortación amorosa a los colaboradores, ancianos y los que aman y buscan al Señor, pág. 64)
DÍA 1
Lectura para hoy
En el estudio de cristalización [del Evangelio de Juan] … llegué a la conclusión cabal e intrínseca de que este evangelio, especialmente los primeros cuatro capítulos, es el relato del fluir de
Dios en Sus tres etapas: Dios el Padre es la fuente; el Hijo es el
manantial; y el Espíritu es el río que fluye. Además, ellos tienen
como meta eterna la Nueva Jerusalén. La Nueva Jerusalén no es
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SEMANA 9 — DÍA 1
mencionada explícitamente en Juan, pero está implícita en la
frase “vida eterna” mencionada en 4:14. La vida eterna denota
aquí la totalidad de la vida divina. El hombre es la expresión
completa de la vida humana; cada uno de nosotros es una expresión cabal de la vida humana. La vida divina tiene una sola
expresión completa en todo el universo, y ésta es la Nueva
Jerusalén.
La Biblia nos enseña que la vida eterna es Dios mismo. En el
principio tenemos a Dios como vida eterna, y Su consumación es
la Nueva Jerusalén. La Biblia llega a su consumación en la
Nueva Jerusalén, la cual es el mismo Dios que estaba en el principio. ¿Cómo llega Él a ser la Nueva Jerusalén? Por medio de Su
fluir. La Biblia tiene un comienzo y un final: Génesis 1—2 y Apocalipsis 21—22. Al comienzo de la Biblia se menciona a Dios,
y al final vemos la Nueva Jerusalén; pero entre este comienzo y
este final tenemos cientos de páginas que hablan de todo lo relacionado con la vida eterna, incluyendo a los creyentes, la regeneración, la transformación, la conformación y la glorificación. Ésta
es la manera correcta de entender la Biblia. Todas las actividades de la vida eterna tienen como objetivo la Nueva Jerusalén.
Esto es lo que significa la frase “para vida eterna” mencionada en
Juan 4:14. La palabra griega aquí traducida “para” es la misma
que se traduce “en” en 1 Corintios 12:13, donde dice que en un
mismo Espíritu los gentiles y los judíos fueron bautizados en
un solo Cuerpo. La frase “en un solo Cuerpo” no significa solamente entrar en el Cuerpo, sino llegar a ser el Cuerpo. De la
misma manera, “para vida eterna” no simplemente significa
entrar en la Nueva Jerusalén, que es la vida eterna, sino llegar a
ser la Nueva Jerusalén, que es la vida eterna. Usted y yo llegaremos a ser la Nueva Jerusalén que está por venir. De hecho, somos
la Nueva Jerusalén. La Nueva Jerusalén está todavía en construcción, pero un día llegará a su consumación mediante la labor
que realiza el fluir de la vida divina. Esto es muy profundo. (Una
exhortación amorosa a los colaboradores, ancianos y los que
aman y buscan al Señor, págs. 23-24)
Lectura adicional: Una exhortación amorosa a los colaboradores,
ancianos y los que aman y buscan al Señor, caps. 2, 4
Iluminación e inspiración:
SEMANA 9 — DÍA 2
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Alimento matutino
Ap. …Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida, el
2:7 cual está en el Paraíso de Dios.
3:12 Al que venza, Yo lo haré columna en el templo de Mi
Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el
nombre de Mi Dios, y el nombre de la ciudad de Mi
Dios, la Nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo,
de Mi Dios, y Mi nombre nuevo.
Según la revelación completa del Nuevo Testamento, la única
meta de la obra cristiana debe ser la Nueva Jerusalén, que es
la meta final de la economía eterna de Dios.
En el recobro del Señor, ¿cuál es nuestra meta? ¿Consiste
acaso en ser personas santas? Hoy entre los cristianos en general
casi nadie tiene una meta apropiada. Procuran ser espirituales,
ser santos, predicar el evangelio para ganar almas y establecer
seminarios para enseñar teología y la Biblia, pero casi nadie
puede decir que hace esto para llevar la Nueva Jerusalén a su
consumación. Todos han pasado por alto la meta apropiada.
(Cómo ser un colaborador y un anciano y cómo cumplir con sus
deberes, pág. 49)
DÍA 2
Lectura para hoy
Dios tiene una sola meta, a saber, la Nueva Jerusalén. Éste es
un asunto muy claro y definido en la Biblia. La Biblia con sus
sesenta y seis libros empieza con la frase: “En el principio … Dios…”. Al comienzo de la Biblia sólo existía Dios, y nada
más … Al final de la Biblia llegamos a la Nueva Jerusalén. Entre
el comienzo y el final, transcurre una larga historia que contiene
muchas eras … En ellas ocurren muchas cosas, y Dios trabaja
mucho. Pero no importa cuántas eras hayan existido ni cuánto
haya trabajado Dios, Él tiene una sola meta. Al principio de la
Biblia existe un solo Dios, y al final se ve un gran Dios corporativo, es decir, la Nueva Jerusalén.
Actualmente, la mayoría de los cristianos pasa por alto la
Nueva Jerusalén, el árbol de la vida y el río de agua de vida. De
hecho ellos reemplazan la Nueva Jerusalén con muchas otras
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SEMANA 9 — DÍA 2
cosas buenas. Pero el recobro del Señor no es así. Hoy establecemos las iglesias, edificamos a los santos, ponemos en práctica los
grupos vitales y visitamos a las personas tocando a sus puertas,
pero nuestro fin, nuestra meta, es llevar la Nueva Jerusalén a su
consumación.
La degradación de la iglesia se debe principalmente a que casi
todos los obreros cristianos se han desviado al adoptar como
meta muchas otras cosas que no son la Nueva Jerusalén. Por
tanto, frente a la degradación de la iglesia, para ser vencedores
que responden al llamado del Señor, no solamente tenemos que
superar las cosas negativas sino, aún más, las cosas positivas que
sustituyen la única meta, la Nueva Jerusalén.
Para ser vencedores debemos interesarnos por la meta de la
economía eterna de Dios, la Nueva Jerusalén, tomándola como
nuestra meta única y suprema. Todos necesitamos tener presente esta meta. Nuestra meta no es ayudar a las personas a ser
espirituales ni santas, sino dirigirlas hacia la Nueva Jerusalén
para llevar ésta a su consumación. ¿Cómo haremos esto? Al beber
del Espíritu y al comer de Cristo para recibir Su suministro rico y
fresco. De este modo, adornaremos la Nueva Jerusalén y la llevaremos a su consumación con Dios el Padre como su base de oro,
Dios el Hijo como sus puertas de perla y Dios el Espíritu como su
muro de piedras preciosas. Esto no concuerda con la voluntad de
usted, ni se produce al emplear sus propios métodos, ni con usted
como elemento y esencia; se produce con Dios como la esencia,
Cristo como el elemento y el Espíritu como el camino. Necesitamos beber diariamente al Dios que fluye, al Espíritu, como nuestro río de agua de vida; necesitamos comer del León-Cordero
vencedor como el árbol de la vida para que sea nuestro suministro fresco y rico; y necesitamos tomar al Dios Triuno como la
esencia, el elemento y el camino a fin de edificar la Nueva Jerusalén y llevarla a su consumación. Ésta es la consumación del
ministerio completo de Cristo. (Cómo ser un colaborador y un
anciano y cómo cumplir con sus deberes, págs. 50, 51, 52)
Lectura adicional: Cómo ser un colaborador y un anciano y cómo
cumplir con sus deberes, cap. 3
Iluminación e inspiración:
SEMANA 9 — DÍA 3
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Alimento matutino
Ap. El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad
21:18 era de oro puro, semejante al vidrio claro.
21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las
puertas era una perla…
22:1-2 Y me mostró un río de agua de vida, resplandeciente
como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, en medio de la calle. Y a uno y otro lado del río,
estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos,
dando cada mes su fruto…
Si observamos la situación exterior de hoy, podemos ver una
carencia en cuanto a la edificación del Cuerpo de Cristo, la cual tiene
su consumación en la Nueva Jerusalén. Por esto, el Señor me instó a
que presentara las cumbres de Su revelación divina. Primero, debemos presentar la verdad de que Dios se hizo hombre para que el hombre llegara a ser Dios en vida y en naturaleza, mas no en la Deidad.
Luego debemos presentar la verdad en cuanto a la Nueva Jerusalén.
Yo tengo la carga de presentar estas dos verdades cruciales.
La Nueva Jerusalén está estructurada con el Dios Triuno
como el factor principal. Su mobiliario es el Dios Triuno mismo,
quien es el trono, el templo (el palacio) y la lámpara. Además, la
Nueva Jerusalén es una ciudad abastecida por el Dios Triuno; el
Padre es su fuente y base, el Espíritu es su fluir, su río, y el Hijo es
la suministración principal, de la cual se alimenta toda la ciudad.
Al tomar este alimento y bebida divina, nosotros los miembros de
la ciudad nueva crecemos en la vida divina y somos edificados
conjuntamente. (La aplicación de la interpretación de la Nueva
Jerusalén a los creyentes que buscan más del Señor, págs. 54-55)
DÍA 3
Lectura para hoy
De ahora en adelante debemos considerar nuestra obra una
obra de edificación, la cual se efectúa a medida que los santos crecen
en la vida divina. La vida divina es la Trinidad Divina, quien es la
estructura, el mobiliario y el suministro de la ciudad santa. Al crecer en la vida divina y al ministrar al Dios Triuno a los demás para
que crezcan en la vida divina, edificamos el Cuerpo de Cristo, cuya
consumación será la Nueva Jerusalén. Necesitamos experimentar
estas cosas y hablarlas. Cuanto más hablemos de ellas, más
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SEMANA 9 — DÍA 3
tendremos que decir; y cuanto más hablemos de ellas, más seremos
nutridos y satisfechos. De ahora en adelante, los colaboradores y los
ancianos deben aprender a hablar estos asuntos.
La Nueva Jerusalén es una entidad orgánica constituida del Dios
Triuno procesado y consumado y Sus elegidos regenerados, transformados y glorificados. En ella destacan tres aspectos, en los cuales la
Trinidad Divina forma parte de su constitución intrínseca y orgánica:
1. El primer aspecto principal es su estructura con su base,
representada por el oro como la naturaleza del Padre; sus puertas, representadas por las perlas como el producto de la muerte
redentora del Hijo y de Su resurrección que imparte la vida; y sus
muros, representados por las piedras preciosas como consumación de la obra transformadora del Espíritu.
2. El segundo aspecto principal es su mobiliario con el centro
desde donde el Padre reina, representado por el trono; el lugar
donde el Hijo mora, representado por el templo; y la luz iluminadora y resplandeciente del Espíritu, representada por el aceite
que está en la lámpara.
3. El tercer aspecto principal es su fuente de suministro, la
cual es el fluir de la Trinidad Divina; la base y el origen del fluir
es el Padre, representado por la calle; el fluir mismo es el Espíritu, representado por el río de agua de vida; y el elemento del
fluir es el Hijo, representado por el árbol de la vida.
La constitución intrínseca de la Nueva Jerusalén es el Dios
Triuno procesado y consumado, quien, en Su Trinidad Divina y
de un modo triple, está edificado conjuntamente con Sus elegidos
regenerados, transformados y glorificados. Es imposible que esta
constitución sea física; más bien, tiene que ser la Trinidad
Divina, quien, de un modo triple, se mezcla y compenetra con Sus
elegidos redimidos. Espero que recibamos la misericordia eterna
y la gracia suficiente del Cristo ilimitado para que podamos llevar una vida que sea un anticipo de tal constitución orgánica en
esta edad con miras a poder disfrutarla plenamente en la eternidad. (La aplicación de la interpretación de la Nueva Jerusalén a
los creyentes que buscan más del Señor, págs. 55-56)
Lectura adicional: The Building Work of God, cap. 4; La aplicación
de la interpretación de la Nueva Jerusalén a los creyentes que
buscan más del Señor, mensaje 5
Iluminación e inspiración:
SEMANA 9 — DÍA 4
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Alimento matutino
1 Co.
3:9
Ap.
21:2
Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y
vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Y vi la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, descender
del cielo, de Dios, dispuesta como una novia ataviada
para su marido.
19 Y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa…
Los tres aspectos del edificio divino de Dios son: la iglesia, el
Cuerpo de Cristo y la Nueva Jerusalén. Para laborar con Dios,
para hacer realidad el edificio divino de Dios en sus tres aspectos,
los colaboradores y ancianos debemos primero establecer y pastorear a las iglesias en virtud del Cristo pneumático, el Cristo que es
el Espíritu vivificante. Debemos edificar las iglesias en virtud del
Cristo pneumático. La edificación de la iglesia corresponde al
ministerio de Cristo en Su segunda etapa. En Su primera etapa
sólo se menciona la iglesia (Mt. 16:18; 18:17), pero no vemos la edificación de la iglesia como tal. En la primera etapa, Él realizó sólo
la redención jurídica, la cual redimió al pueblo escogido de Dios a
fin de que fuera el material útil para edificar la iglesia. Él no edifica la iglesia en el ministerio de Su encarnación; el Cristo pneumático como Espíritu efectúa la edificación de la iglesia en Su
ministerio celestial, en el que llegó a ser el Espíritu. (Cómo ser un
colaborador y un anciano y cómo cumplir con sus deberes, pág. 88)
DÍA 4
Lectura para hoy
Debemos establecer y pastorear las iglesias no sólo en virtud
de Cristo, quien es el Espíritu vivificante, sino también al aplicar
Su salvación orgánica.
El segundo aspecto del edificio divino es el Cuerpo de Cristo.
Debemos edificar y forjar la constitución intrínseca del Cuerpo
de Cristo con Cristo como el Espíritu siete veces intensificado,
quien lleva a cabo Su salvación orgánica siete veces intensificada. Esto nos lleva a la tercera etapa del ministerio completo de
Cristo, la cual es Su intensificación. La edificación de la iglesia no
se llevó a cabo en la primera etapa y, hablando estrictamente,
tampoco en la segunda, porque no se llevó a cabo con éxito. En la
segunda etapa, Dios estaba edificando la iglesia. Pero, en vez de
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SEMANA 9 — DÍA 4
avanzar, la iglesia entró en decadencia y degradación hasta que
llegó a ser una iglesia derrotada. Por tanto, en Apocalipsis,
Cristo llegó a ser el Espíritu siete veces intensificado para edificar y forjar la constitución intrínseca del Cuerpo de Cristo de
modo siete veces intensificado.
Debemos edificar y forjar la constitución del Cuerpo de Cristo
con la vida divina … Antes de empezar a edificar el Cuerpo de
Cristo, debemos conocer la iglesia. Por lo tanto, debemos empezar
con la segunda etapa y luego entrar en la tercera. Después
de entrar en la tercera etapa, no debemos retroceder, sino
que debemos permanecer en ella y experimentar diariamente la
intensificación séptuple a fin de que edifiquemos y forjemos
la constitución del Cuerpo de Cristo con Cristo como el Espíritu siete veces intensificado, quien efectúa Su salvación
orgánica siete veces intensificada.
La Nueva Jerusalén es el tercer aspecto del edificio divino.
Debemos ataviar y llevar a su consumación la Nueva Jerusalén
con Dios el Padre como su fundamento de oro, con Dios el Hijo
como sus puertas de perlas y con Dios el Espíritu que produce el
muro de piedras preciosas, bebiendo del Espíritu, quien es el fluir
del Dios Triuno, el río de agua de vida, y comiendo de Cristo,
quien es el León-Cordero vencedor, el árbol de la vida con Su
suministro rico y fresco … Apocalipsis 21:2 dice que la Nueva
Jerusalén estaba “dispuesta como una esposa ataviada para su
marido”. “Ataviarse” es ponerse bonita. Este término no se puede
usar con hombres; sólo se puede aplicar a las mujeres.
Las expresiones usadas en las santas Escrituras son muy preciosas. Ustedes han leído Apocalipsis muchas veces, pero ¿habían notado la palabra ataviada? He leído la Biblia por muchos
años, pero sólo esta vez, cuando estaba escribiendo los bosquejos
para los mensajes, descubrí que la Nueva Jerusalén necesita, no
sólo ser llevada a su consumación, sino también ser ataviada (Ap.
21:19). Es ataviada con oro puro, perlas y piedras preciosas, es
decir, con el Dios Triuno como elemento. (Cómo ser un colaborador y un anciano y cómo cumplir con sus deberes, págs. 89-90)
Lectura adicional: Cómo ser un colaborador y un anciano y cómo
cumplir con sus deberes, cap. 6
Iluminación e inspiración:
SEMANA 9 — DÍA 5
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Alimento matutino
2 Co. Mas, nosotros todos, a cara descubierta mirando y
3:18 reflejando como un espejo la gloria del Señor, somos
transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Señor Espíritu.
Cnt. Hermosas son tus mejillas con trenzas de adorno, / Tu
1:10-11 cuello con los collares. / Trenzas de oro te haremos, /
Tachonados de plata (heb.).
La transformación de la buscadora en Cantar de Cantares se
puede ver en la descripción de ella encontrada en 1:10-11 … Los perfeccionados que han experimentado esta clase de transformación
saben perfeccionar a otros.Todos necesitamos aprender a perfeccionar
a los demás con los atributos del Dios Triuno. Es preciso que sepamos
lo que necesita la persona que esté delante de nosotros. No debemos fijarnos solamente en los errores que comete Al contrario,
debemos percatarnos de que su verdadera carencia es la naturaleza y
la vida de oro de Dios. Le hace falta la muerte, la resurrección y la
ascensión de Cristo; le hace falta la obra del Espíritu Santo. Por tanto,
debemos impartirle todos estos elementos. No debemos condenar a
otros;al contrario,debemos ministrarles el suministro de vida.Necesitamos impresionarles con el hecho de que en la vida de iglesia apropiada debemos centrar toda nuestra atención en el Dios Triuno: en
Dios el Padre como la naturaleza y la vida divinas,en Dios el Hijo como
elemento divino y en Dios el Espíritu como Aquel que nos transforma
con Su esencia divina. En esto consiste ministrarles al Dios Triuno.
(Estudio de cristalización de Cantar de Cantares, págs. 35, 36-37)
DÍA 5
Lectura para hoy
El Espíritu transformador lleva a cabo la transformación en la
vida de iglesia.En 2 Corintios 3:18 dice que somos transformados por
el Señor Espíritu. Finalmente, el Espíritu, el tercero de la Trinidad
Divina, fue procesado, consumado y se mezcló con otros elementos
para llegar a ser el Espíritu todo-inclusivo transformador, quien es
el Dios Triuno consumado. El Dios Triuno consumado es quien nos
transforma.
En la obra de transformación es menester que el Dios Triuno sea el
Espíritu transformador, y que junto con Él coordinen algunos “transformadores”.En Efesios 4 se hace referencia a estos “transformadores”
llamándoles perfeccionadores.Efesios 4:11-12 dice que Dios dio a unos
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SEMANA 9 — DÍA 5
como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas y a
otros como pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para
que éstos puedan hacer la obra del ministerio, es decir, edificar el
Cuerpo de Cristo. ¿Dónde están los perfeccionadores actuales que
saben cooperar con el Dios Triuno transformador?
El cabello trenzado representa sumisión a la Cabeza, al
trono … Aquella que amaba a Cristo fue transformada por el Dios
Triuno transformador al grado en que su cabello fue trenzado.Luego,
los que coordinaban con el Dios Triuno, los perfeccionadores, dijeron:
“Trenzas de oro te haremos” (Cnt. 1:11, heb.). Noten que el sujeto del
verbo es nosotros, es decir, que aquí se está hablando de los perfeccionadores. Esto significa que los perfeccionadores coordinan con el
Espíritu perfeccionador para confeccionar trenzas de oro a aquella
que busca al Señor. El oro hace alusión a Dios el Padre en Su naturaleza divina. Debemos someternos a Dios, quien es la Cabeza, y estar
bajo Su trono en conformidad con Su naturaleza divina.
Las trenzas de oro son sujetadas con tachones de plata. Los
tachones de plata se refieren al Cristo redentor. Sólo el Cristo
redentor es quien nos mantiene unidos, sujetos a Él, y nos guarda
de ser dispersados. Cristo efectuó la obra redentora completa de
Dios y todo lo que Él ha hecho es legal, es jurídico.
El elemento de oro es entretejido en el cabello trenzado de la
amada, y las trenzas adornadas de oro se sujetan con tachones de
plata. También, el cuello de la buscadora es adornado con collares
de joyas (Cnt. 1:10). Estas joyas son piedras preciosas. Estas piedras preciosas que se unen formando los collares representan al
Espíritu transformador.
Tengo la plena certeza de que lo que yo estoy haciendo aquí está
destinado a la Nueva Jerusalén. Si deseamos que lo que hacemos llegue a formar parte de la Nueva Jerusalén, debemos aprender a adornar las trenzas con oro, a hacer tachones de plata que sujeten las
trenzas y a elaborar collares de joyas,piedras preciosas que cubran la
desnudez del cuello … Debemos aprender a ministrar a los demás al
Dios Triuno de modo práctico para que sean transformados. (Estudio
de cristalización de Cantar de Cantares, págs. 41-42, 43)
Lectura adicional: Estudio de cristalización de Cantar de Cantares,
mensajes 3-4; Los Dios-hombres, cap. 4; Puntos prácticos en
cuanto a la compenetración, cap. 4
Iluminación e inspiración:
SEMANA 9 — DÍA 6
160
Alimento matutino
1 Co. Y si sobre este fundamento alguno edifica oro, plata,
3:12-15 piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de
cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará,
pues por el fuego es revelada; y la obra de cada uno cuál
sea, el fuego mismo la probará. Si permanece la obra de
alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la
obra de alguno es consumida, él sufrirá pérdida, pero él
mismo será salvo, aunque así como pasado por fuego.
Los materiales adecuados para la edificación de la iglesia son: el
oro, la plata y las piedras preciosas (1 Co. 3:12a). El oro simboliza la
naturaleza divina de Dios el Padre, la plata simboliza la obra redentora de Cristo, y las piedras preciosas simbolizan la obra transformadora del Espíritu; lo cual indica que lo que edifiquemos sobre el
fundamento,que es Cristo,debe ser algo que provenga del Dios Triuno
mismo,es decir,algo que provenga del Padre,del Hijo y del Espíritu.
No debemos edificar la iglesia con madera, heno y hojarasca
(1 Co. 3:12b). Así como el oro representa la naturaleza de Dios, la
madera representa la naturaleza humana. El heno representa al
hombre de la carne (Is. 40:6-7), y la hojarasca representa la carencia
de vida. La hojarasca se refiere al rastrojo que queda después de la
siega de la cosecha. La hojarasca carece de semilla y de vida. Debemos admitir que la mayor parte de las obras en el cristianismo concuerdan con estas tres cosas negativas y provienen de las mismas, a
saber: la naturaleza humana, la carne del hombre caído y la carencia de vida. (Basic Lessons on Service, págs. 122-123)
DÍA 6
Lectura para hoy
Es posible que tengamos en alta estima la capacidad que tienen
algunos hermanos para hacer algo, pero en la vida de iglesia lo principal no es llevar a cabo ciertas cosas. Lo principal es edificar con el
Dios Triuno sobre el fundamento que ya fue puesto, es decir, sobre el
Cristo todo-inclusivo. Si únicamente dependemos de nuestra capacidad, talento y habilidad para cumplir algo, eso significa que estamos
sirviendo según la madera,el heno y la hojarasca,y no con oro,plata y
piedras preciosas. Tenemos que servir con la naturaleza del Padre,
según el camino de la redención efectuada por el Hijo en la cruz y por
el Espíritu transformador. Si nuestro servicio se conforma a lo que
somos en nuestro hombre natural, la transformación estará ausente,
161
SEMANA 9 — DÍA 6
así como la cruz y la naturaleza divina. Entonces, lo que hagamos
será simplemente algo secular y que no tiene nada que ver con la
iglesia. La iglesia es íntegramente una entidad compuesta de oro,
plata y piedras preciosas, o sea, del Padre, del Hijo y del Espíritu.
El apóstol Pablo nos dijo en 1 Corintios 3 que la obra de cada
uno será puesta a prueba por el fuego (vs. 13-15) … [La recompensa mencionada en el versículo 14] no tiene nada que ver con la
salvación. En los versículos 14 y 15 se mencionan tanto la recompensa como la salvación. La recompensa no es equivalente a la salvación, ni la salvación es lo mismo que la recompensa.
Si nuestra obra,nuestro servicio,consiste verdaderamente de oro,
plata y piedras preciosas, pasará la prueba del fuego. Ninguno de
estos materiales se quemará. Si nuestra obra es realizada con estos
materiales, recibiremos una recompensa. La recompensa en la era
venidera será deleitarnos en el Señor de una manera más rica y elevada. Hoy, en la vida de iglesia, en nuestro trabajo y en nuestro servicio, disfrutamos al Señor; pero en la era venidera, la recompensa será
la de disfrutar a Cristo de una manera más rica,sublime e inconmensurable. Aparentemente, aquello será nuestra entrada en la manifestación del reino de los cielos; pero en realidad, estaremos
ingresando en un disfrute sublime y más rico de la persona de Cristo.
El versículo 15 dice: “Si la obra de alguno es consumida, él
sufrirá pérdida, pero él mismo será salvo, aunque así como pasado
por fuego”. La madera, el heno y la hojarasca no sirven como materiales para la edificación, sino para ser quemados. El cristianismo
actual está produciendo leña para el fuego venidero. Cuanto más
laboran ellos, más producen algo que más tarde será incinerado.
Si la obra de alguno es consumida, él sufrirá pérdida. La palabra “pérdida” aquí, se refiere a la pérdida de la recompensa. Tal
persona perderá el más rico y excelente disfrute de Cristo … La
Palabra dice claramente que él mismo será salvo, aunque así como
pasado por fuego. Esto denota cierta clase de castigo y disciplina,
no solamente una pérdida.
En la lección anterior vimos que debemos evitar el fuego extraño
en nuestro servicio.Además de esto,debemos evitar realizar cualquier
obra que sea de madera, heno y hojarasca. Debemos edificar con oro,
plata y piedras preciosas. (Basic Lessons on Service, págs. 123-124)
Lectura adicional: Basic Lessons on Service, lección 15
Iluminación e inspiración:
SEMANA 9 — HIMNO
Himnos, #454
HIMNO
1
En el principio un huerto se vio,
Mas al final es la ciudad de Dios;
El huerto Dios logró por la creación,
Mas la ciudad por Su edificación.
2
Tanto en el huerto como en la ciudad
El río y árbol de la vida están;
Tipos de Cristo, suministro real,
Y del Espíritu el manantial.
3
En ese huerto y en esa ciudad
Tres materiales preciosos se ven:
Perlas, el oro y piedras sin par,
Para que Dios Su obra pueda hacer.
4
Mas en el huerto por la tierra están
Los materiales, sin utilidad;
Pero se ven en la santa ciudad
Edificados en glorioso hogar.
5
Dios en el huerto al hombre formó,
De barro su naturaleza fue;
No disfrutaba vida en su interior,
No estaba el árbol de la vida en él.
6
Pero el árbol crece en la ciudad
Dentro de ese hombre corporal;
Es Cristo mismo para el hombre allí,
La provisión de vida divinal.
7
Fue el hombre hecho para la ciudad,
Dios por Su vida lo transformará
En perlas, oro y piedras sin par
Para el Cuerpo del Señor lograr.
8
En ese huerto recibió Adán,
La ayuda idónea que Dios proveyó;
Mas al final habrá una ciudad
La plenitud que el Señor deseó.
9
Esta ciudad es la edificación
De todos los que Dios justificó;
Ella es la amada Novia del Señor,
Y para Dios Su misma habitación.
162
163
SEMANA 9 — PROFECÍA
10 Es la completa expresión de Dios,
Corporativa y universal;
Es complemento para el Señor
Que en gloria Dios ha de manifestar.
Redacción
PROFECÍA
de una profecía con un tema central e
ideas secundarias:
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