Economía opina en la palabra de Arturo Huerta

Anuncio
Economía Opina
Economía opina en la palabra de Arturo Huerta
Autor Administrator
Tuesday, 28 de June de 2011
Modificado el Tuesday, 28 de June de 2011
Para el Gobierno, México no es América Latina
En el fin de semana se realizaron elecciones en Roma, Italia, en el seno de la Organización para la Agricultura y la
Alimentación de Naciones Unidas (FAO, en sus siglas en inglés), para elegir a su nuevo Director General. Votaron 180
países y por cuatro votos de diferencia ganó el brasileño José Graziano da Silva, y el perdedor fue el español Miguel
Ángel Morantinos. El nuevo director de tal organismo venía siendo desde 2006, responsable de la FAO para América
Latina y el Caribe, y se desempeñó a inicios del Gobierno de Luís Ignacio Lula da Silva en Brasil, como Ministro de
Seguridad Alimentaria, que tuvo como responsabilidad instrumentar el Programa de Hambre Cero en dicho país,
obteniendo grandes resultados y reconocimientos nacionales e internacionales por dicha tarea. José Graziano es un
ingeniero agrónomo, y doctor en economía, con gran trayectoria académica, con publicaciones internacionales sobre el
tema, y con gran experiencia, tanto en su país, como en la propia FAO. El G77, grupo de naciones en vías de desarrollo,
constituido en 1964, para desarrollar la cooperación Sur-Sur, frente a los países desarrollados del Norte, votó por el
brasileño Graziano, donde están los países Africanos, así como el Grupo de América Latina y el Caribe. México fue el
único país del área que votó por el español Morantinos. El Secretario de Agricultura (SAGARPA) dijo que votó por el
español “porque nos pareció la mejor propuesta y mejor persona”. Esa fue su justificación para votar
conjuntamente con los países desarrollados del Norte, evidenciando el papel de ‘esquirol’ que ha
caracterizado a los últimos gobiernos mexicanos, de alinearse a las decisiones e intereses de los países desarrollados,
y marcar su distancia con los países de América Latina y el Caribe. Ello se ha evidenciando en las reuniones del G20,
donde el gobierno vota a favor de las propuestas de Estados Unidos y el resto de los países desarrollados, y toma
distancia de las posiciones ahí vertidas por Brasil y Argentina. Lo mismo ha acontecido en las reuniones de la
Organización Mundial de Comercio (OMC), como en el evento internacional celebrado en Can Cun el año pasado sobre
Medio Ambiente. Se sigue con la postura de Salinas de Gortari de ver hacia el Norte, porque el Sur no significa
alternativa para el país, dentro de las pretensiones gubernamentales. De hecho el que fuera Secretario de Comercio con
Salinas, en una conferencia se le preguntó por qué México no veía hacia el Sur, y él contestó, que “nada con nada,
es nada”, y de ahí el porqué estaban impulsando el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.
Postura similar asumida este fin de semana por el actual Secretario de SAGARPA. Se sigue con la misma postura de
Miguel de la Madrid de no declarar la moratoria de la deuda externa en los años ochenta para ser bien vistos por los
países acreedores del Norte y recibir mejor trato por parte de ellos. Tales posiciones gubernamentales no tienen
memoria histórica, de cómo los países del Norte han expoliado y explotado a los países del Sur, y de que por más que se
alineen a los intereses del Norte, éstos jamás hacen concesiones para que los del Sur puedan desarrollarse y dejen de
ser subdesarrollados. Si China e India son exitosos, no es por su alineación a los intereses de los países desarrollados del
Norte, sino por el gran margen de negociación que han alcanzado frente a ellos. El gobierno mexicano sigue sin darse
cuenta, que sólo a través de la unidad del Sur se lograrán mejores términos de negociación frente a los países del Norte.
No por nada no fue invitado México a formar parte de los países BRICs (Brasil, Rusia, India, China y África del Sur), justo
porque no asume posturas de defensa de los intereses de los países subdesarrollados, o en vías de desarrollo. Por eso
mismo, países como Brasil y Argentina no le dieron su apoyo a Agustín Carstens para que llegue a la dirección del FMI,
porque bien saben que es promovido por Estados Unidos, y que sería incondicional y manejado por éstos, y no
respondería a los intereses de los países menos desarrollados. Quizá el voto de México a favor del español Morantinos
en la FAO, y en contra de José Graziano, fue el cobro que le hizo al gobierno de Brasil, por no votar a favor de Carstens
en el FMI. Ello reflejaría la miopía y mezquindad del gobierno de anteponer ese tipo de cosas, frente a la postura
estratégica de reformulación y modernización de la FAO, que realizará José Graziano en dicha institución para encarar la
crisis alimenticia mundial, traducida en escasez de productos, en alzas especulativas de los precios de los alimentos,
como en hambre creciente en el mundo. El gobierno mexicano, en vez de apoyar un candidato del Sur, para fortalecer la
posición negociadora del Sur frente al Norte, se alía al Norte, para ser bien vistos por éstos, pensando que ello le
redituará favorablemente el país. Ello evidencia el desconocimiento de la historia nacional, de aquellos que han visto a
los extranjeros del Norte como mejor opción para desarrollar al país, desde la Malinche, pasando por Santana, y aquellos
que trajeron a Maximiliano a gobernar a México, así como la política seguida por los gobiernos recientes de De la Madrid,
Salinas, Zedillo, Fox, (y que Calderón profundiza), de promover la inversión extranjera, y establecer una política a favor de
ésta, que nos ha llevado a que el país prácticamente no nos pertenezca, y esté ahora más subdesarrollado de lo que
estábamos en 1980. Mientras no se vea hacia el Sur, no podremos revertir el desorden económico mundial, ni superar
los problemas que enfrentamos a nivel nacional, ni podremos recuperar la soberanía perdida. Editor y webmaster:
Wilfrido Espinosa ÁlvarezContacto: [email protected] Ilustración: http://www.taringa.net/posts/deportes
http://www.economia.unam.mx/eopina
Potenciado por Joomla!
Generado: 18 November, 2016, 12:33
Descargar