EL PALEOLÍTICO MEDIO EN EUROPA CRONOLOGÍA, YACIMIENTOS, CULTURAS Y FORMAS DE VIDA Contexto humano, ambiental y geográfico del Paleolítico Medio. El Paleolítico Medio: novedades y sistematización de la industria lítica. El Paleolítico Medio: formas de asentamiento y hábitat. Mundo funerario y espiritual en el Paleolítico Medio. EL PALEOLÍTICO MEDIO CONTEXTO HUMANO, AMBIENTAL Y GEOGRÁFICO CLAVES METODOLÓGICAS PRELIMINARES • El Paleolítico Medio es un término forjado a partir de la evolución de la industria lítica Paleolítica y a través del desarrollo del proceso de hominización, por ello sus dos hitos principales tiene que ver con la aparición del Homo Neandertalensis (frente al Paleolítico Inferior, en que predominaron el Homo Erectus y el Homo Habilis) y con el desarrollo de una técnica de producción lítica basada en el aprovechamiento del núcleo y en su preparación para la obtención de una forma determinada (técnica Levallois). • Cronológicamente, se inició en el 85.000 a. C. y culminó (momento de aparición del Paleolítico Superior) en el 35.000 a. C. • En Europa suele hablarse del Paleolítico Medio bajo el concepto de Musteriense pues para la reconstrucción de su tecnología lítica típica es clave el yacimiento de LE MOUSTIER (Peyzac, Francia). ENTORNO HUMANO Y AMBIENTAL DESARROLLO GEOGRÁFICO • Se percibe una gran variedad cultural al estar documentado el Paleolítico Medio en las siguientes regiones: a) Norte de África: Cultura Ateriense, caracterizada por incorporar pedúnculos a las piezas típicas de la técnica Levallois. • El Paleolítico Medio coincide con la aparición del Homo Neandertalensis. • Climáticamente, se sitúa en el periodo del interglaciar Riss-Würm, llegando también al periodo del glaciar Würm, de retroceso de bosques y sustitución de éstos por estepas. b) Lejano Oriente: Se conservan pocas industrias de este periodo aunque se documenta una cierta variedad de las materias primas (lo mismo sucede en Suráfrica, donde el hombre parece adaptarse a la materia prima de que dispone sea en regiones costeras o interiores) y el empleo de bolas trabajadas para cazar animales. • Desde el punto de vista ambiental es difícil trazar una panorámica general: el hombre se haya extendido, al menos, por todo el Viejo Continente, con las distintas características climáticas y geográficas que de ello se desprenden. c) P.O.A.: Las distintas culturas (en especial el Amudiense) se han sistematizado a través del seguimiento de la evolución de la técnica Levallois, siempre hacia una mejor preparación y explotación de los núcleos de los que se extraían las lascas. EL PALEOLÍTICO MEDIO NOVEDADES Y SISTEMATIZACIÓN DE LA INDUSTRIA LÍTICA 1-3. RAEDERAS. Útiles sobre lasca trabajados con retoque continuo y, seguramente, destinadas al trabajo de raspado de las pieles de animales. Según sea su retoque se habla de raederas simples (1 y 3) o dobles (2), laterales (1) o transversales (2 y 3), de cara plana (3) o bifaciales (1-2). 4-6. PUNTAS MUSTERIENSES. Útiles sobre lasca en los que el trabajo de sus bordes ha dado como resultado una cierta forma de punta triangular. No sólo sirvieron como puntas para cazar, también, sobre todo si no eran levallois (4), por su retoque unifacial (5-6) para idéntica función que las raederas. 1 2 3 4 7. RASPADOR. De menor tamaño que las raederas, es un útil sobre lasca en el que, por medio de retoques oblicuos, se ha generado un filo redondeado cortante. Debió servir para el raspado de pieles endurecidas. 7 8-11. DENTICULADOS. Se clasifican en este grupo todos aquellos útiles líticos sobre lasca o lámina en los que en algún punto del filo aparece además un muesca adyacente más o menos regular. Es difícil determinar si la muesca que les da nombre es intencional o resultado de desgaste por un uso determinado. En cualquier caso, cuando el denticulado es un añadido a un tipo de los anteriormente descritos se les clasifica como tales, siendo raederas (8 y 9), raspadores (10) o perforadores (11). 12. CUCHILLOS DE DORSO. Útil sobre hoja o lasca estrecha o no demasiado ancha en la que se trabaja un solo borde por medio de un retoque abrupto (12). Si se conserva todavía parte del córtex natural de la lasca originaria se habla de cuchillo de dorso natural (13). 5 9 8 6 10 11 12 13 EL PALEOLÍTICO MEDIO NOVEDADES Y PERIODIZACIÓN DE LA INDUSTRIA LÍTICA 4 5 SISTEMATIZACIÓN DE F. BORDES (a partir de los índices de aparición de la industria lítica) MUSTERIENSE TÍPICO. Facies caracterizada por la presencia de pocos bifaces (9), evolucionados respecto a los que se elaboraban en el Achelense, pocos cuchillos de dorso (29) y denticulados (1323) y, en cambio, presencia numerosísima de la técnica Levallois en raederas (1, 6, 7 y 8), y en puntas (2-5). Entre las puntas musterienses, se individualizan las limace (“babosas”), por poseer dicha forma. 1 MUSTERIENSE DE TRADICIÓN ACHELENSE. Se reserva este nombre para aquellos útiles que, aunque aparecidos en niveles Musterienses, recuerdan bastante a las piezas del Achelense. Así, en el Tipo A predominan los bifaces (26-27) o retoques bifaciales sobre otras piezas (perforador, 32) y en el Tipo B, en cambio, se generalizan los raspadores (24), las raederas (28, 30, 33), los perforadores (25), los cuchillos de dorso (33) y los denticulados (31), útiles todos ya típicos del Musteriense. 6 7 11 9 MUSTERIENSE QUINA-FERRASSIE o CHARENTIENSE. Esta facies cultural –más conocida como Charentiense– distingue entre el tipo Quina (sin apenas piezas con retoque levallois) y el tipo Ferrassie (con retoque de ese tipo). Predominan las raederas (1012), que, a veces, incorporan un retoque escaleriforme denominado tipo Quina (10), que también se aplicó a veces a los bifaces (9). MUSTERIENSE DE DENTICULADOS. Dicho grupo de la industria lítica del Paleolítico Medio se caracteriza por la presencia, en todas las piezas de retoques denticulados a modo de muescas de sierra en el filo, bien sólo una (13 y 15) o varias (16-22). Los dentículos o muescas se aplican a todo tipo de piezas: raederas (13), perforadores (15 o 21), cuchillos de dorso natural (23) o al grupo genérico –de función imprecisa– denominado denticulados (14, 1620, 22). 8 3 2 10 14 12 15 13 18 16 17 22 23 20 19 21 25 29 24 27 28 26 33 30 31 32 EL PALEOLÍTICO MEDIO FORMAS DE ASENTAMIENTO Y HÁBITAT CAMPAMENTOS BASE – LUGARES ASENTAMIENTO CAZADEROS • Son establecimientos en los que, al menos temporalmente, el hombre del Paleolítico Medio se asienta para vivir o para desarrollar determinadas actividades económicas. Por ello, debe reunir condiciones de habitabilidad y presentar restos de estructuras y de útiles de los que L. y S. Binford clasificaron en el factor I (trabajo de hueso y madera: raederas, raspadores…); III (consumición de alimentos: bifaces, hendedores…), e incluso IV (recolección frutos silvestres: denticulados). • Son estaciones dedicadas a la caza, en las que debe predominar un utillaje lítico relacionado con la caza y el despiece de los animales (factores IV y V de L.. y S. Binford, actividades cinegéticas: sobre todo puntas y bifaces) y en los que la excavación arqueológica debe ponernos en contacto con restos de fauna. • Se sitúan en cuevas o en abrigos, si bien es en estos últimos, por estar al aire libre, donde aparecen más estructuras típicas de habitación: a) Cimientos y estructuras de soporte de grandes cabañas hechos en grandes huesos, sobre todo de mamuts: MOLODOVA I (Rusia). b) Testimonios de estructuras latentes de tipo vegetal, o agujeros de poste, o pequeños muretes y empedrados de delimitación de espacios: ARCY-SUR-CURE (Dordoña, Francia) y CUEVA MORÍN (Cantabria, España). c) Hogares y áreas funcionales específicas, delimitadas arquitectónicamente (PECH D´ AZÉ, Dordoña, Francia) o simplemente refrendadas por el tipo de industria hallada (CUEVA MORÍN, Cantabria, España). • Suelen estar ubicados en lugares estratégicos en los que desarrollar una caza oportunista (cerca de acantilados, desfiladeros, altas mesetas, cortados…), o, al menos, “carroñear” animales muertos. Casi siempre cuentan con lugares para la extracción de sílex en un radio no mayor a 10 kms. Algunos ejemplos: a) L´ HORTUS (Languedoc, Francia). Se trata de un cazadero en el que se demuestra la gran diversificación de las piezas cazadas por el hombre en el Paleolítico Medio, aunque empieza a manifestarse también la especialización en cápridos. Debió utilizarse la técnica del despeñamiento. b) CUEVA MILLÁN (Burgos, España). Los restos de anguila, salmón o trucha permiten suponer que en este momento ya se practicaba la pesca. c) Junto a la caza y a la pesca, restos de gramíneas de algunos yacimientos (CUEVA GABASA, Huesca, España) demuestran una cierta especialización recolectora. EL PALEOLÍTICO MEDIO MUNDO FUNERARIO Y ESPIRITUALIDAD RITUAL FUNERARIO • Colocación y organización intencional de los enterramientos. Así, en LA CHAPELLE AUX SAINTS (Dordoña, Francia), o en LA FERRASSIE (Dordoña, Francia) aparecen en posición fetal replegada los adultos, con posible presencia de toda una unidad familiar en LA FERRASSIE. Lo mismo se repite en SKHUL y KEBARA (Monte Carmelo, Palestina), y en QAFZEH (Nazaret). • Elaboración de estructuras funerarias, generalmente una fosa cerrada por una gran losa como sucede en LA FERRASSIE, o en REGOURDOU, a modo de túmulo. • Incorporación ocasional de ofrendas funerarias a modo de ajuar: PESHIK TASH (Asia Central): niño con ofrenda de cuernos de macho cabrío; SHANIDAR (Iraq): flores de colores; QAFZEH (Nazaret): ofrenda de un cráneo de cérvido. • Labores rituales de modificación de los cadáveres (cráneo de KEBARA, Israel). CANIBALISMO RITUAL • Agrandamiento del foramen magnum o agujero occipital de los cráneos, seguramente para extraer el cerebro y comerlo. Un hecho como éste permite hipotetizar sobre posibles prácticas de canibalismo ritual. • Hay testimonios en MONTE CIRCEO (Roma, Italia); en JABA (Asia); en ERINGSDÖRF (Alemania); en L´HORTUS (Francia); en KRAPINA (Yugoslavia); y en GIBRALTAR (Reino Unido). A veces, este ritual se conecta con algunas actitudes de primitivos actuales que, ante el nacimiento de un niño, deben ir a una tribu vecina a inmolar a un adulto para después de muerto comerlo en su propia tribu (Nueva Guinea). CULTO AL OSO CAVERNARIO • De realmente existir, el culto o veneración al oso cavernario parece lógico en unas sociedades en las que las cuevas eran espacios ambicionados como centro de hábitat. Ello, sin duda, contribuyó a la desaparición de esta especie. De todos modos, seguramente, este ritual hay que incluirlo dentro de una amplia serie de rituales vinculados a las fuerzas de la naturaleza, pero que no nos han dejado huella. • La Arqueología ha documentado una gran cantidad de cráneos de oso cavernario que aparecen en fosas excavadas y cubiertas con losa (DRANCHENLOCH, Suiza), así como, también, testimonios de recogidas selectivas de los huesos más largos de estos animales (REGOURDON, Suiza).