Audiencia Provincial de Sevilla, Sección 5ª, Sentencia de 4 Mar. 2010, rec. 6964/2009 Ponente: Gallardo Correa, Conrado. Nº de Sentencia: 102/2010 Nº de Recurso: 6964/2009 Jurisdicción: CIVIL Diario La Ley, Nº 7539, Sección Jurisprudencia, 3 Ene. 2011, Año XXXII, Editorial LA LEY LA LEY 180791/2010 Indefensión del demandado por la celebración del juicio sin la asistencia de su letrado pese a haber avisado éste al Tribunal de que se retrasaría debido a un error sobre la ubicación del Juzgado Cabecera NULIDAD DE ACTUACIONES. Celebración del juicio sin la asistencia del abogado de la parte demandada pese a haber avisado de que llegaría unos minutos tarde debido a un error sobre la ubicación del Juzgado. Omisión de las normas esenciales del procedimiento determinante de efectiva indefensión. El que las vistas deban comenzar a la hora señalada no puede conducir a privar a una de las partes de su derecho a asistencia letrada y a defenderse en un juicio por el mero hecho de que se retrase su abogado, salvo que no exista certeza de que el mismo vaya a asistir o su retraso sea completamente injustificado y provoque una demora excesiva. En el caso, consta que entre la audiencia previa y el juicio oral hubo un cambio de sede del Juzgado, que el abogado por error se presentó en la sede antigua, que la juez fue informada de tal circunstancia y de que el letrado se dirigía a la nueva sede, y que todo ello sólo provocó que el abogado se demorase 15 minutos respecto de la hora señalada para el juicio. Aplicación de las normas procesales con rigor formal excesivo al conceder en tales condiciones un aplazamiento de 7 minutos, comenzando el juicio sin la presencia del letrado del demandado, y dándolo por terminado antes de que se presentase. Resumen de antecedentes y Sentido del fallo La AP Sevilla estima el recurso de apelación interpuesto por el demandado y declara la nulidad de actuaciones desde la celebración del juicio oral. Texto En la ciudad de Sevilla a 4 de marzo de 2010 SENTENCIA Ilmos. Sres.: Don Juan Márquez Romero Don Conrado Gallardo Correa Don Fernando Sanz Talayero Vistos por la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Sevilla los autos de juicio ordinario nº 523/2004 sobre reclamación de 44.607,21 €, que procedentes del Juzgado de Primera Instancia nº 2 de Lora del Río, penden en grado de apelación ante este Tribunal, promovidos por CONSTRUCCIONES DE OBRAS AVERCONST, S.L., CIF B91-189100, con domicilio social en Villaverde del Río, representada por la Procuradora Doña Reyes Martínez Rodríguez y defendida por la Abogada Doña Aguas Santas Cabezas Zambrano, contra Doña Inocencia , DNI NUM000 , mayor de edad y vecina de Villaverde del Río (Sevilla), representada por el Procurador Don Víctor Alcántara Martínez y defendida por el Abogado Don Andrés Carrascosa Salmoral. Habiendo venido los autos originales a este Tribunal en méritos del recurso de apelación interpuesto por la segunda de las mencionadas partes contra la sentencia proferida por el expresado Juzgado en fecha 31 de marzo de 2.008, resultan los siguientes antecedentes de hecho y fundamentos de derecho. ANTECEDENTES DE HECHO Primero.- Se aceptan los antecedentes de hecho de la sentencia apelada, cuya parte dispositiva dice literalmente: "Que ESTIMO la demanda formulada por don Manuel Agüera Hidalgo en nombre de CONSTRUCCIONES DE OBRAS AVERCONST S.L. y condeno a DOÑA Inocencia a que abone a la actora la cantidad de 44.607,21 euros más los intereses legales desde la interposición de la demanda. DESESTIMO la demanda reconvencional interpuesta por DOÑA Inocencia contra don Manuel Agüera Hidalgo en nombre de CONSTRUCCIONES DE OBRAS AVERCONST S.L. Con condena en las costas causadas a DOÑA Inocencia ". Segundo.- Contra la anterior sentencia interpuso recurso de apelación la parte demandada, y admitido el mismo, tras formular escrito de oposición la parte actora, se elevaron seguidamente los autos originales a este tribunal, e iniciada la alzada y seguidos todos los trámites se señaló el día 4 de marzo de 2.010 para la deliberación y fallo. Vistos, siendo ponente el Ilmo. Sr. Magistrado Don Conrado Gallardo Correa. FUNDAMENTOS DE DERECHO Primero.- La parte demandada recurre la sentencia pidiendo, en primer lugar, nulidad de actuaciones por no haber celebrado el juicio sin la asistencia del abogado a pesar de que el mismo avisó de que llegaría unos minutos tarde debido a un error sobre la ubicación del Juzgado que había cambiado recientemente de jurisdicción. Subsidiariamente solicitaba una nueva sentencia que declarase la resolución del contrato de arrendamiento de obras que vinculaba a las partes, por los graves incumplimientos de la actora, la obligación de ésta de abonarle 1.384,07 €, diferencia entre lo que le había abonado y el valor de lo realmente ejecutado, así como 24.000 € por perjuicios morales y el importe de los perjuicios que suponga reparar lo mal hecho por la actora. Segundo.- El celebrar una vista sin la la presencia del abogado de una de las partes puede constituir efectivamente una vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y a no padecer indefensión recogido en el artículo 24.1 de la Constitución y así lo viene reconociendo la doctrina del Tribunal Constitucional. En su sentencia nº 115/2002, con cita de la nº 114/1997 , relativa a un supuesto no penal, establece que cuando alguna de las partes de un litigio solicita razonadamente la suspensión de la vista o del juicio, el Juez o Tribunal competente no puede ignorar su petición y llevar a cabo la actuación judicial sin resolver motivadamente acerca de aquella solicitud, debiendo pronunciarse expresamente sobre la causa de suspensión alegada, así como sobre el momento y la forma de su justificación. La razón, como señala la sentencia de dicho Tribunal nº 237/1988 , es que "en todo proceso judicial debe respetarse el derecho de defensa contradictoria de las partes contendientes mediante la oportunidad de alegar y probar procesalmente sus derechos o intereses, sin que pueda justificarse la resolución judicial inaudita parte más que en el caso de incomparecencia por voluntad expresa o tácita, o por negligencia imputable a alguna parte". La sentencia nº 196/1994 lo ha sintetizado con claridad, al señalar que "el derecho a la tutela judicial efectiva exige que las normas procesales relativas a las justas causas de incomparecencia sean interpretadas en el sentido que favorezca el ejercicio de la acción y la continuación del proceso ( STC 21/1989), realizando una interpretación de las normas al respecto contraria a todo formalismo enervante del Derecho, aunque desde luego sin que ello ampare actitudes carentes de la diligencia debida por parte del interesado, lesionadoras del derecho a la tutela judicial efectiva de la contraparte, de la garantía a un proceso sin dilaciones indebidas o a la regularidad, buen funcionamiento y, en definitiva, integridad objetiva del procedimiento ( SSTC 21/1989, 373/1993 y 86/1994)". Tercero.- Si esa es la doctrina del Tribunal Constitucional con respecto a la suspensión de la vista, es obvio que la misma debe ser interpretada con mucha mayor generosidad cuando lo único que se pretende es el retraso de la vista en el mismo día en el que se encuentra señalada. Es cierto que las vistas deben comenzar en la hora señalada para ello, no sólo porque lo contrario impediría una ordenación racional de los señalamientos y del trabajo en los tribunales, que no andan sobrados de tiempo, sino porque además el retraso perjudica a la parte que ha asistido puntualmente a la misma y, habitualmente, a los que han de asistir a los señalamientos posteriores de ese día. Pero tales consideraciones no pueden conducir sin más a privar a una de las partes de su derecho a asistencia letrada y a defenderse en un juicio, por el mero hecho de que se retrase su abogado, salvo que no exista certeza de que el mismo vaya a asistir, o su retraso sea completamente injustificado y provoque una demora excesiva. La impuntualidad es una conducta censurable e incluso sancionable, pero debe ser excepcional el que la consecuencia de un mero retraso del abogado sea la indefensión de la parte, menos aún cuando existe una explicación razonable para el mismo. En el caso de autos consta acreditado que entre la audiencia previa y el juicio oral hubo un cambio de sede del Juzgado, que el abogado alegó no conocer o no recordar que se había producido el cambio por lo que se presentó en la sede antigua, que tal circunstancia fue conocida por la Juez, que también fue informada a través de la Procuradora de que el abogado se dirigía ya a la nueva sede y que todo ello lo único que provocó es que el abogado, en lugar de estar a la 10 de la mañana en la nueva sede judicial, hora señalada para el juicio, se presentase a las 10:15. Teniendo en cuenta todas estas circunstancias, conceder un aplazamiento de tan sólo 7 minutos y comenzar el juicio a las 10:07 sin la presencia del abogado de la parte demandada, dándolo por terminado a las 10:14, supone un rigor formal excesivo en la aplicación de las normas procesales enervante del derecho, habiéndose producido una clara vulneración de normas esenciales de procedimiento que han causado una efectiva indefensión, al privar a la parte demandada de la dirección letrada e impedirle intervenir en el acto del juicio oral. Cuarto.- No es una decisión fácil anular un juicio correspondiente a una demanda presentada en septiembre de 2.004, pero no hay otra opción cuando, como es el caso, ha habido un grave quebrantamiento del derecho a la tutela judicial efectiva de una de las partes, cuya reparación es una cuestión de orden público, por lo que la dilación que ello provoque deberá al menos paliarse por el Juzgado a quo dando preferencia a una causa cuya tramitación ya se ha dilatado tanto en el tiempo indebidamente. Concurriendo pues la causa de nulidad de pleno derecho prevista en los artículos 238.3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y 225.3 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, ha de estimarse el primero de los motivos del recurso, lo que hace innecesario el examen de los restantes, anulándose el acto del juicio oral, que deberá ser nuevamente señalado a la mayor brevedad. Quinto.- Debe estimarse el recurso interpuesto, con revocación de la sentencia apelada, sin hacer especial imposición de las costas procesales de esta alzada en aplicación de lo dispuesto en el artículo 398.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil para el caso de que la apelación prospere en todo o en parte. Vistos los preceptos legales citados y los demás de general y pertinente aplicación. FALLAMOS Que estimando el recurso interpuesto por la representación procesal de Doña Inocencia contra la sentencia dictada el día 31 de marzo de 2.008 por la Sra. Juez de Primera Instancia nº 2 de Lora del Río , debemos revocar y revocamos dicha resolución, declarando la nulidad de actuaciones desde la celebración del juicio oral, debiendo hacerse nuevo señalamiento del mismo, todo ello sin hacer especial imposición de las costas procesales de esta alzada. Devuélvanse a su tiempo las actuaciones originales al Juzgado de donde proceden, con certificación literal de esta Sentencia y despacho para su cumplimiento. Así por esta nuestra Sentencia, de la que se llevará testimonio al Rollo de Sala, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. Devuélvanse a su tiempo las actuaciones originales al Juzgado de donde proceden, con certificación literal de esta Sentencia y despacho para su cumplimiento. Así por esta nuestra Sentencia, de la que se llevará testimonio al Rollo de Sala, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACIÓN Leída y publicada fue la anterior sentencia por el Ilmo. Sr. Magistrado que ha sido ponente en estos autos estando celebrando audiencia pública ordinaria la Sección Quinta de esta Audiencia en el día siguiente hábil al de su fecha. DILIGENCIA.- Seguidamente se contrae certificación de la anterior sentencia y publicación en su rollo, doy fe.