Sentencia AP Bilbao 642/2013, de fecha 27 de mayo de 2013

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Roj: SJCA 642/2013
Id Cendoj: 48020450012013100116
Órgano: Juzgado de lo Contencioso Administrativo
Sede: Bilbao
Sección: 1
Nº de Recurso: 433/2011
Nº de Resolución: 131/2013
Procedimiento: Procedimiento Abreviado
Ponente: JAVIER LANZOS SANZ
Tipo de Resolución: Sentencia
JUZGADO DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO Nº 1 DE BILBAO (BIZKAIA)(e)ko
ADMINISTRAZIOAREKIKO AUZIETAKO 1 ZK.KO EPAITEGIA
BARROETA ALDAMAR 10-5ªPLANTA - C.P./PK: 48001
Tel.: 94-4016702
N.I.G. / IZO : 48.04.3-11/002625
Procedimiento / Prozedura : Proced.abreviado / Prozedura laburtua 433/2011
SENTENCIA Nº 131/2013
En Bilbao, a veintisiete de mayo de dos mil trece.
VISTOS por mí, Javier Lanzos Sanz, Juez del Juzgado Contencioso-Administrativo Número Uno
de Bilbao, los presentes Autos de Procedimiento Abreviado nº 433/2011 seguidos a instancia de Dª
Milagrosa , representada y asistida por la Letrada Dª Amaya Montejo Eguiluz, frente a la DIPUTACION
FORAL DE BIZKAIA, representada por la Procuradora de los Tribunales Dª Montserrat Colina Martínez
y asistida por el Letrado D. Carlos Aróstegui Gómez, en relación con la Orden Foral 974/2011, de 6 de
septiembre, por la que se desestima la reclamación de responsabilidad patrimonial por daños sufridos
en su vehículo con ocasión de un accidente de circulación, he venido a dictar la presente resolución
a la que sirven de base los siguientes
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- La Letrada Dª Amaya Montejo Eguiluz, en la aludida representación de Dª Milagrosa
, interpuso en fecha 9 de noviembre de 2011, recurso contencioso administrativo contra la Orden Foral
974/2011, de 6 de septiembre, por la que se desestima la reclamación de responsabilidad patrimonial
por daños sufridos en su vehículo con ocasión de un accidente de circulación en el que, tras alegar los
fundamentos de hecho y de derecho que consideró aplicables, terminó solicitando que se dicte sentencia que
estime íntegramente la demanda, condenando a la Administración recurrida al abono a Milagrosa la cantidad
de Seiscientos Catorce Euros con Diecinueve Céntimos de Euro.
SEGUNDO.- Por decreto de fecha 30 de noviembre de 2011 se admitió a trámite la demanda
presentada, dando traslado de la misma a la parte demandada y convocándose a las partes para la celebración
de la vista.
TERCERO.- Llegado el día fijado para la vista comparecieron todas las partes y concedida la palabra
a las mismas, la parte actora se afirmó y ratificó en su escrito de demanda y la parte demandada se opuso a
la pretensión en su contra formulada. Practicada la prueba propuesta y admitida, y despachado el trámite de
conclusiones, quedaron los autos conclusos para dictar sentencia.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS
PRIMERO.- La parte recurrente ejercitan una acción de responsabilidad patrimonial frente a la
administración demandada fundamentada en el accidente sufrido en la Carretera N-637, a la altura del P.K.
15, dirección Loiu, y que consistió en colisión del vehículo que conducía Renault Laguna con matrícula RO-....-
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R en su parte frontolateral derecha con un jabalí que irrumpió en la vía. SE reclama la indemnización por los
daños y perjuicios consistentes en la reparación del vehículo siniestrado.
La interesada rechaza la causa de fuerza mayor en la que se ampara la Resolución que recurre. La
revisión que se realiza dos veces al día para comprobar los cerramientos se considera insuficiente para
acreditar la causa mayor en la irrupción de un animal en la vía. En fase de conclusiones se precisó la
insuficiencia en el recorrido del buen estado de los cerramientos de la vía.
SEGUNDO.- La Administración demandada se opuso a la demanda interpuesta, aludiendo a la prueba
gráfica que aporta y a los puntos de acceso por los que pudo irrumpir el jabalí y que no pueden ser cortados.
Se cita la Sentencia 327/2012 de este Juzgado en la que se atiende a la inexistencia de un régimen especial
de protección de esta especie. Asimismo la falta de coto de caza y la imprevisibilidad de la irrupción ocurrida
conllevan la falta de responsabilidad patrimonial de la parte demandada.
TERCERO.- Antes de entrar en el fondo del asunto conviene recordar el marco normativo aplicable en
materia de responsabilidad patrimonial de la Administración.
El artículo 106.2 de la Constitución Española EDL1978/3879 establece que "los particulares, en los
términos establecidos por la Ley, tendrán derecho a ser indemnizados por toda lesión que sufran en sus bienes
y derechos salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento
de los servicios públicos". Del mismo modo el artículo 139.1 de la Ley 30/92, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común establece idéntico derecho dentro del
sistema de responsabilidad de todas las administraciones públicas. La responsabilidad patrimonial de la
Administración, ha sido configurada en nuestro sistema legal y jurisprudencialmente, como de naturaleza
objetiva, de modo que cualquier consecuencia dañosa derivada del funcionamiento de los servicios públicos,
debe ser en principio indemnizada, porque como dice en múltiples resoluciones el Tribunal Supremo "de otro
modo de produciría un sacrificio individual a favor de una actividad de interés público que debe ser soportada
por la comunidad".
Para que concurra tal responsabilidad patrimonial de la Administración, se requiere según el artículo
139 antes citado, que concurran los siguientes requisitos:
a) Un hecho imputable a la Administración, bastando, por tanto con acreditar que un daño antijurídico,
se ha producido en el desarrollo de una actividad cuya titularidad corresponde a un ente público.
b) Un daño antijurídico producido, en cuanto detrimento patrimonial injustificado, o lo que es igual, que
el que lo sufre no tenga el deber jurídico de soportar. El perjuicio patrimonial ha de ser real, no basado en
meras esperanzas o conjeturas, evaluable económicamente, efectivo e individualizado en relación con una
persona o grupo de personas.
c) Relación de causalidad directa y eficaz, entre el hecho que se imputa a la Administración y el daño
producido, así lo dice la Ley 30/92, en el artículo 139 cuando señala que la lesión debe ser consecuencia del
funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos.
d) Ausencia de fuerza mayor, como causa extraña a la organización y distinta del caso fortuito, supuesto
este que sí impone la obligación de indemnizar.
CUARTO.- En relación con los daños ocasionados por jabalíes en las vías de circulación este Juzgado
ya ha tenido ocasión de pronunciarse en reiteradas ocasiones, como en la Sentencia nº 327/2012, de trece
de noviembre , que cita la parte demandada y que, en otro supuesto de invasión de la vía por un jabalí con
resultado de accidente, apreció que no cabía la imputación de responsabilidad a la Administración demandada
a la que no se puede exigir un estándar de comportamiento ante situaciones claramente excepcionales e
imprevisibles como la aparición de un jabalí.
En la Sentencia 249/2011, de fecha 28 de septiembre, este mismo Juzgado destacó la importancia
de la determinación del tipo de carretera, que en tanto comporta estándar de rendimiento distinto, lleva a
soluciones dispares: en el caso de autopistas, autovías y vías rápidas, la irrupción del animal puede resultar
demostrativa de la inexistencia o el fracaso de un medio de previsión del riesgo de accidentes, dispuesto por
la propia Administración, que trata de evitar, entre otros hechos, el acceso de animales, y constitutivo por ello
de un defectuoso funcionamiento del servicio público, tal y como se declaró por la Sala de lo ContenciosoAdministrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco en Sentencia de 8 de noviembre de 2.002 (rec.
4098/1998 ). En el caso de carreteras convencionales, por el contrario, ese título de imputación no sirve, al
no existir obligación de la Administración de instalar cercas o vallados.
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También la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJ del País Vasco ha tenido ocasión de dilucidar
múltiples supuestos semejantes al de autos. En la Sentencia 183/2006, de fecha 10 de marzo se pone el
acento en otro aspecto que habrá de examinarse aquí, referente a la obligación de señalizar el paso de este
tipo de animales y especificando en el supuesto enjuiciado que no consta que la presencia de animales
salvajes en libertad que atraviesen la calzada sea frecuente en el lugar en el que se produjo el accidente que
ha dado lugar a las presentes actuaciones, ya que ninguna de las pruebas practicadas en esta instancia así lo
acredita. Tal circunstancia negativa eximiría a la Administración de colocar señales y de indemnizar los daños
ocasionados por este tipo de animales.
QUINTO.- En el presente caso la producción del accidente y los daños materiales que del mismo se
derivan no son litigiosos, no ocurriendo lo mismo respecto al nexo de causalidad y la concurrencia de causa
mayor, así como, en definitiva, la responsabilidad de la Administración demandada en dicho accidente.
Sobre tales aspectos cabría anticipar que a la parte actora le correspondía su prueba en el acto del
juicio, resultando, por el contrario, que el nexo causal aparece quebrantado por un supuesto de fuerza mayor.
Si los jabalíes son animales salvajes que carecen de dueño en términos de la legislación civil y que campan
por todo el Territorio Foral de Bizkaia, sin ningún coto o Reserva en el que deban permanecer cercados bajo
algún control administrativo, su aparición en ámbitos urbanos o en vías de comunicación no está amparada,
en principio, por ningún responsable jurídico.
Siguiendo las líneas interpretativas de las resoluciones que se han citado, debe verse en qué tipo de vía
se produjo el siniestro. La N-637, aunque no se exponga en la demanda, y como hecho notorio que no se puede
desconocer, es una autovía que debe estar provista de los cerramientos correspondientes con el fin de atajar
diversos peligros. Con todo, ha quedado acreditado al folio 29 del Expediente Administrativo que el Servicio de
Conservación comprobó el día de los hechos en dos ocasiones (entre las 13.30 y 13.40 horas y entre las 21.05
y las 23.00 horas) que la malla de cerramiento se encontraba en perfectas condiciones. Por ello, la presencia
del animal salvaje no puede achacarse a la conservación de la vía, sino a un hecho imprevisible e inevitable,
debiendo presumirse que entró por alguno de los puntos de acceso que necesariamente no pueden estar
vallados. El alegato final de que las comprobaciones fueron insuficiente, al margen de que debió introducirse
antes de la práctica probatoria, no puede compartirse, pues conllevaría una exigencia de omnipresencia
de la Administración que no responde al verdadero fundamento de la responsabilidad patrimonial por el
funcionamiento de los servicios públicos.
Por otro lado, por la localización geográfica del lugar del accidente, y no habiéndose acreditado que
sea un punto de mayor presencia animal que requiera de determinadas precauciones, no cabe exigir de la
Administración responsabilidad alguna por no haber señalizado la posibilidad de la presencia de jabalíes. Por
último tampoco consta evidencia alguna de que el jabalí hubiese permanecido un tiempo prolongado en la
vía antes de producirse el accidente y de que la Administración conociendo ese hecho, o pudiendo conocerlo,
hubiese permanecido inactiva y negligente.
En definitiva, la aparición del jabalí obedece a un supuesto de fuerza mayor ajeno a la demandada,
imprevisible e inevitable para la misma y de la que no tiene obligación jurídica de responder frente a terceros.
SEXTO.- Tratándose de una desestimación íntegra de la demanda procede la condena de la parte
demandante en las costas procesales causadas, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 139 de la Ley
29/1998, de 13 de julio .
VISTOS los preceptos legales invocados y demás de general y pertinente aplicación,
FALLO
Que desestimando íntegramente el presente recurso contencioso-administrativo interpuesto por la
representación procesal de Dª Milagrosa frente a la Orden Foral 974/2011, de 6 de septiembre de la
DIPUTACION FORAL DE BIZKAIA, por la que se desestima la reclamación de responsabilidad patrimonial
por daños sufridos en su vehículo con ocasión de un accidente de circulación, debo declarar y declaro la
conformidad de la misma a derecho.
Todo ello, con imposición a la parte actora de las costas causadas en esta instancia.
Esta sentencia es FIRME y NO cabe contra ella RECURSO ordinario alguno.
Conforme dispone el artículo 104 de la LJCA , en el plazo de DIEZ DÍAS, remítase oficio a la
Administración demandada, al que se acompañará el expediente administrativo así como el testimonio de
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esta sentencia, y en el que se le hará saber que, en el plazo de DIEZ DÍAS, deberá acusar recibo de dicha
documentación; recibido éste, archívense las actuaciones.
Así por esta mi Sentencia, de la que se llevará testimonio a los autos, lo pronuncio, mando y firmo.
Doy fé.
PUBLICACIÓN- Dada y publicada fue la anterior Sentencia, leyéndose íntegramente por el Sr. Juez
que la suscribe, estando celebrando audiencia pública en el mismo día de su fecha, doy fe.
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