25 ¿Reapareció la Polar Lander?

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INTERES GENERAL
La Plata, miércoles 2 de febrero de 2000
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El Clipper Adventure se dirigía a la Antártida
con 186 personas a bordo. El último viernes
había zarpado del puerto de Ushuaia
El rompehielos Alte. Irizar realizaba tareas
de reabastecimiento en la base Alte. Brown
cuando fue notificado del incidente
El lunes a la mañana, luego de un imprevisto
cambio en la dirección del viento, quedó
atascado entre dos bloques de hielo
El rescate, tarea que el buque argentino realiza cuando suceden este tipo de problemas,
se completó tras seis horas de asistencia
Atrapado en el hielo
Fin de una pesadilla antártica
El rompehielos Almirante Irizar liberó al Clipper Adventure de la trampa que le tendió el hielo antártico. Las tareas de
rescate se extendieron durante seis horas. El barco fue remolcado hasta aguas abiertas y pudo continuar con su viaje
De pronto el viaje de placer se transformó en
una aventura de miedo. Ninguno de los 186 pasajeros que llevaba el crucero turístico con bandera de Bahamas imaginó que el barco quedaría
atrapado entre dos gigantescos bloques en el
hielo antártico. Y cuando eso sucedió, el pánico se apoderó de la suntuosa nave. Sin embargo, gracias a la ayuda del rompehielos argentino Almirante Irizar, la pesadilla se convirtió en
sólo un mal momento.
El salvataje se produjo ayer a la madrugada.
El Irizar tuvo que remolcar hacia aguas abiertas al crucero y, así, tanto el pasaje como la
tripulación del Clipper Adventure, en su mayoría norteamericanos y canadienses, recuperaron la calma.
El capitán de navío Marcelo Gené, a cargo
del rompehielos argentino, informó que “a las
4 de la madrugada logramos tomarle remolque
al crucero y comenzamos a llevarlo hacia aguas
libres”, y aseguró que “el pasaje y la tripulación del Clipper se encontraban en perfectas
condiciones”.
Gené relató cómo fue el rescate: “Nosotros
llegamos a las 10.20 (del lunes), y comenzamos
las maniobras para zafarlo de la situación. Lo
conseguimos seis horas más tarde”.
Para iniciar las maniobras, el Irizar se aproximó al buque atrapado y rompió los hielos de alrededor con el objetivo de “generar una superficie de agua que le permita salir al buque turístico”, indicó Gené.
El capitán de la Armada Argentina también
precisó que el navío accidentado estaba “a unos
1.400 kilómetros de Ushuaia, el punto extremo
austral argentino. Precisamente ése había sido el
último puerto en el que, el último viernes, ha-bían descendido los pasajeros para dar un paseo.
El capitán del Irizar estimó que ahora el Clipper “va a continuar con el itinerario que tenía
previsto”, y comentó que el día de ayer comenzó
“con 2 grados y sin viento, bastante agradable”.
Por su parte, el Estado Mayor general de la Armada informó que el buque estadounidense estaba atrapado por los hielos al sur del Estrecho
de Matha, situado en el oeste de la península
Antártica bañada por el mar de Belinghausen.
El Clipper Adventure estaba navegando entre
las Islas Belgrano y Liard cuando un cambio en
la orientación del viento arrastró un campo de
hielo marítimo al estrecho que separa estas islas.
A partir de ese momento los esfuerzos de la tripulación por sacar al barco del atascamiento sin
ayuda externa resultaron en vano.
Ante esa situación, el rompehielos de nues-
Aguas abiertas. El crucero Clipper Adventure pudo continuar su viaje hacia la Antártida luego de ser asistido por el Irizar
tro país, que se hallaba abocado al reabastecimiento de la Base antártica “Almirante
Brown”, abandonó sus tareas y puso proa hacia el buque de pasajeros.
El departamento de Relaciones Públicas de la
empresa Clipper Cruise Line, con sede en Saint
Louis, Missouri, Estados Unidos, aseguró que
pidió el rescate a la Armada Argentina para “garantizar la seguridad de los pasajeros”.
El barco turístico, utilizado para realizar cruceros a la Antártida, tiene 100 metros de eslora
y 16 metros de manga. Fue construido en 1975
en la ex Yugoslavia y remodelado en 1998 para
su utilización en viajes, que, a partir de ese momento, prometían ser inolvidables. Un premisa
que para los primeros pasajeros del 2000 se
cumplió con creces.
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¿Reapareció la Polar Lander?
Unas pruebas realizadas en la Universidad
de Stanford, en California, han aumentado la
posibilidad de que las señales recibidas en la
Tierra procedan de la nave Mars Polar Lander, que se daba por perdida, según informó
ayer el diario New York Times.
Las débiles señales fueron captadas la pasada semana por una antena de grandes dimensiones de la Universidad de Stanford, pero
perceptibles en medio de las interferencias.
Ahora, un nuevo barrido de frecuencias realizado por los especialistas en radioastro-
nomía ha confirmado la emisión de señales y,
aunque aún no permite atribuirlas totalmente al Lander, apunta hacia Marte como la
fuente de emisión. Pero, de cualquier modo,
aunque sean del Lander, los científicos del Jet
Propulsión Laboratory de la NASA opinan
que la misión ideada para la nave probablemente ya no pueda completarse.
La nave perdió contacto con la Tierra en diciembre y, aunque se trató por todos los medios de recuperar la comunicación, se dio por
perdida el 17 de enero de este año.