salud UNA PLANTILLA PARA CADA PIE Dime cómo andas y te diré qué plantilla necesitas Las plantillas para los pies no solo garantizan confort, sino que tienen una influencia determinante en la prevención de enfermedades propias de la planta del pie L os tapamos, los descuidamos, sin tener en cuenta sus necesidades y los llevamos a límites extremos. Mientras, ellos nos transportan de un lugar a otro sin pedir nada a cambio. Son los pies y, en concreto, las plantas de los pies, los pilares que sustentan ese edificio llamado cuerpo humano. En general, no se dedica a los pies la atención que merecen. Por eso, cada vez un mayor número de personas precisan de plantillas: para calzado estándar, intermedias, o para pies patológicos con el fin de corregir algún problema, prevenir dolores y, por qué no, proporcionar más comodidad. Las plantillas suponen un tratamiento excelente y no invasivo para los pies cansados, doloridos y llenos de durezas. Muchas veces basta con utilizar las del calzado normal para evitar estas molestias. Pero cuando no es suficiente, se deben utilizar plantillas de gama intermedia y, si no desaparecen, conviene acudir a un profesional para que prescriba una plantilla terapéutica. Hay, por tanto, una plantilla para cada pie. Solo hay que descubrir el problema podológico que se tiene para averiguar cuál es la más idónea en cada caso. 36 Plantillas para calzado estándar. La mayoría del calzado incluye plantillas para garantizar un confort mínimo. Algunas de ellas son extraíbles y otras están pegadas al propio zapato. En estos momentos, hay una amplia gama de plantillas que se fabrican con material EVAS, látex y poliuretano. De todas ellas, las que mayor comodidad proporcionan son las anatómicas bio, cuya forma se ajusta a la anatomía del pie, compuesta por el talón, el arco y los huesos metatarsales. Para el calzado deportivo se han diseñado plantillas capaces de mejorar la amortiguación de los impactos que se producen al correr, saltar y caer durante la práctica del deporte. Estas plantillas incluyen una inserción en el talón realizada con materiales específicos, que tienen una mayor capacidad de absorción de los impactos. En el caso del calzado infantil, los niños requieren plantillas que mejoren la higiene de sus pies, con elementos bactericidas y antihongos. Cuanto más pequeños son, más tejido blando tiene la planta de los pies y, por lo tanto, no hace falta complementar sus plantillas. A las personas mayores les ocurre lo contrario: el tejido de la planta de los pies disminuye y se originan presiones elevadas al apoyarlos, por lo que sus plantillas se deben suplementar con materiales amortiguadores, de manera que las presiones de la planta del pie se distribuyan bien. En los últimos años también ha aparecido una interesante innovación para las mujeres: insertos parciales para zapatos de tacón. Son plantillas que se colocan en el talón y hasta medio pie o en la zona metatarsal (justo bajo los dedos). El objetivo de estas taloneras es que el pie no resbale y la usuaria note mayor confort y menor presión al subirse sobre el tacón y en la zona delantera del pie. Mejoran la estabilidad, la comodidad y ayudan a prevenir patologías comunes, como las talalgias y las metatarsalgias que sufren muchas mujeres a partir de los 65 años. Estas dolencias se caracterizan por provocar dolor crónico en la zona del talón y en la parte delantera del pie, respectivamente. Hay que descubrir el problema podológico para saber que plantilla es la más adecuada Plantillas intermedias. A mitad de camino entre las plantillas de calzado normal y las terapéuticas se encuentran las plantillas intermedias, que se venden en farmacias y tiendas de deporte. Se recurre a ellas si los zapatos no llevan plantillas de acuerdo al gusto o necesidades del usuario, si tienen la suela muy dura o ante problemas en la planta del pie o en el talón. El objetivo es aliviar las molestias leves de los pies y mejorar el confort. Se elaboran con gel o con EVAS, poliuretano y látex más sofisticados. Su precio oscila entre los 5 y los 20 euros. Si a pesar de utilizarlas, las molestias del pie persisten, se debe acudir a un podólogo para recibir asesoramiento profesional y averiguar si se sufre alguna patología del pie. En ese caso, la dolencia puede guardar relación con problemas de rodillas, espalda y de la estructura musculoesquelética. Plantillas terapéuticas. Las plantillas terapéuticas se caracterizan porque su finalidad es la de corregir y dar solución a los problemas de los 37 salud UNA PLANTILLA PARA CADA PIE pies. Además de las talalgias y metatarsalgias, los problemas más importantes se describen a continuación: • Alineamiento del pie El pie plano destaca porque el arco del pie se encuentra anormalmente bajo. En ocasiones, el pie plano va acompañado de una excesiva rotación del pie con respecto al tobillo que hace que este se incline hacia adentro (pie plano valgo) lo que, a largo plazo y asociado a otros factores de riesgo como permanecer durante muchas horas de pie, puede provocar otro problema añadido, la fascitis plantar. Por eso, en las personas con el pie plano, las plantillas se colocan para elevar el arco y corregir el alineamiento del pie respecto al tobillo. Las plantillas se diseñan con mayor espesor en la parte interna del pie y menor espesor en la externa, a fin de corregir la excesiva inclinación (pronación). El pie cavo se caracteriza por lo opuesto: el arco del pie es muy alto y, en general, va acompañado de una excesiva rotación del pie con respecto al tobillo que hace que el pie se incline hacia afuera (pie cavo varo). De ahí que las plantillas se diseñen al revés que en el pie plano, elevando la zona externa del pie, en lugar de la interna, para alinear el tobillo, y que se ajuste la anatomía de la plantilla a la altura del arco para que la pisada sea normal. De esta forma, se consigue que el arco tenga un soporte para el peso y que descanse sobre este. La utilización de estas plantillas no corrige la anatomía del pie plano ni del pie cavo, pero sí evita los problemas derivados de estas formas del pie. Así, el pie plano se apoya más sobre la parte interna y el dedo gordo, donde se forman los juanetes (hallux valgus), por lo que este tipo de pie tiende a acentuar los juanetes y las durezas en su parte interna. En cambio, en el pie cavo las durezas aparecen en la parte externa y en el dedo pequeño del pie. Respecto a los problemas de alineamiento del pie, se debe tener un cuidado extre- mo con los niños, un grupo especialmente sensible. Hay que tener en cuenta que los niños nacen con abundante tejido blando en los pies y con los pies planos. A medida que crecen, el tejido graso se va perdiendo y se forma el arco. A partir de los tres o cuatro años pueden empezar a manifestarse los problemas de los pies. Pero no es hasta los cinco o siete años cuando se puede obtener un diagnóstico claro. Si se sospecha que un niño tiene un problema en los pies, es aconsejable que el podólogo lo revise, sobre todo en los primeros años ya que el pie crece más deprisa (a partir de los catorce o quince se ralentiza el crecimiento). El seguimiento debe ser anual ya que es posible que la plantilla quede pequeña y no cumpla su función terapéutica. Plantillas Terapéuticas Cada patología de los pies requiere un tipo de plantilla Fascitis plantar Pie diabético En ellas se eliminan las zonas que coinciden con las zonas más sensibles del pie, o que esté afectadas por espolones, para distribuir las presiones. Talón Zona sensible Amortiguación en el talón y metatarsos Arco plantar • Fascitis plantar El interior de la planta del pie está recubierto por la fascia plantar, una membrana de tejido (muy parecido a un tendón) que hace que el arco del pie esté en tensión. La fascitis plantar es la inflamación de la fascia y causa, normalmente, dolor en el talón o en la zona media de la planta del pie. La causa o agravamiento de la fascitis puede ser debida a un calzado inadecuado o al trabajo excesivo de esta zona (trabajos en los que se está mucho tiempo de pie, deportistas, personas con sobrepeso, etc.). Los pies planos y la pronación excesiva (derrumbamiento del pie hacia su zona interna) también son factores de riesgo, ya que pueden implicar una tensión elevada de la fascia. Uno de los tratamientos para evitar las molestias de la fascitis plantar es utilizar una plantilla que soporte el arco del pie para reducir la tensión de la fascia y que no tire tanto de la zona de los metatarsianos y el talón. Hay que tener en cuenta que los problemas de la fascia se tratan con infiltraciones y antiinflamatorios. Por eso, recurrir a las plantillas siempre es un buen remedio, ya que es menos invasivo que los medicamentos. Pie plano y pie cavo Zona libre para evitar el apoyo Las plantillas no modifican la anatomía del pie, pero evitan problemas derivados de sus diferentes alteraciones. Zona metatarsal Pie plano Arco plantar muy bajo Se emplean diferentes materiales en función de la aplicación (amortiguar, corregir posiciones, etc.) y la zona del pie El EVA es un material con diferentes densidades, muy ligero y que absorbe las presiones Mayor espesor en la parte interna, para elevar el arco y corregir la posición del talón Pie cavo Arco plantar muy alto La parte externa del pie se eleva para conseguir bajar el arco Pies, ¿para qué os quiero? • El pie diabético En los pacientes diabéticos el flujo sanguíneo de los pies suele ser débil debido a las alteraciones provocadas por la enfermedad. Por este motivo, es de suma importancia un correcto cuidado de los pies para prevenir problemas. Las personas diabéticas deben intentar distribuir las presiones en el pie del modo más homogéneo posible, sin que haya puntos de sobrepresión que produzcan úlceras. Una manera de conseguirlo es a mediante plantillas. En las zonas donde se identifica una presión excesiva, el podólogo debe modificar la plantilla (mediante la incorporación de un material más blando o la realización de un agujero). Estas plantillas permiten a los pacientes diabéticos distribuir bien las presiones del pie para evitar las úlceras. MÁS INFORMACIÓN www.consumer.es 38 La inflamación de la fascia plantar puede causar dolor en el talón. Fascia plantar 1 2 3 4 5 Hay que examinar los pies regularmente. Prestar atención a los cambios en el color y la temperatura de los mismos, en el grosor o cambio de color de las uñas (puede ser una señal del desarrollo de hongos). El desprendimiento o pelado de la piel en la planta de los pies o entre los dedos podría indicar la existencia de hongos (pie de atleta). No conviene ignorar el dolor de pies. Si persiste el dolor, es preciso consultar a un podólogo o al médico. Evitar caminar descalzo, los pies tendrán más riesgo de lesión y de infección. En la playa o cuando se esté expuesto al sol, se debe utilizar siempre protector solar en los pies como en el resto de su cuerpo. Si se padece de verrugas, callos, juanetes o uñeros hay que ponerse en manos de un especialista. No use lociones, ungüentos y remedios caseros. Conviene masajear a diario los gemelos. Mejorará el retorno venoso de la zona y conseguirá que los pies tengan mejor aporte sanguíneo. Fuente: Juan Carlos González, director del ámbito de indumentaria del Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV). 39