Hugo Chávez Oración ante Hugo Chávez Pedro Trigo La oración de Pedro Trigo, jesuita venezolano, trae alivio, luz, paz. Padre de nuestro Señor Jesucristo, Tú no quieres la muerte de nadie tu única voluntad es que todos pasemos a formar parte de tu comunidad divina como hijos tuyos en Jesús de Nazaret, tu Hijo único. Te pedimos por tu hijo Hugo Chávez, nuestro hermano no tengas en cuenta sus errores sino su brega incesante por el bien de tu pueblo el cariño que le tuvo, su cercanía tan cálida tantos gestos de acogida y reconocimiento a quienes andaban tan necesitados de ellos porque se sentían como ovejas sin pastor tantas medidas que tomó como gobernante buscando favorecerlos y tenerlos siempre en el centro de su atención como los principales beneficiarios de su gobierno. Cuidó de su salud, de su educación, de su vejez les dio la palabra sacándolos del anonimato fue a su mundo de vida, entró en sus casas se metió realmente en sus vidas y en sus corazones Ahora, Padre, muchos de ellos lloran como se llora la muerte de los familiares más íntimos. Escucha su oración, perdona lo que no supo hacer o hizo mal recompensa sus desvelos por tu pueblo y admítelo en tu comunidad en el corazón de tu Hijo Él lo invocó con frecuencia y en su enfermedad se aferró a él tú sabes si lo invocó en vano, para que le ayudara en sus planes en vez de pasarse a los de tu Hijo 22 tú sabes si se sirvió de él o lo sirvió de todos modos, Padre, ahora ya lo ve todo claro Te pedimos de todo corazón que su última palabra haya sido la última de tu Hijo que no se haga su voluntad sino la tuya. Dejó, Padre, casi tantos resentimientos como reconocimientos Tú también sabes cuántos fueron frutos del despecho de los engreídos porque puso el dedo en la llaga de situaciones injustas inveteradas e impunes y cuántos fueron producto del resentimiento de él que se quiso desquitar ejercitando sin justicia contra ellos un poder mayor que el de ellos. Te pedimos que su última disposición haya sido el reconocimientode la necesidad de tu misericordia, de tu perdón gratuito y consecuentemente la reconciliación con todos reconocidos por fin como hermanos a pesar de tantas distancias cultivadas por tantas generaciones. Te pedimos la gracia de que todos los venezolanos podamos despedirlo reconciliándonos con él y entrando en el camino de la reconciliación mutua que es el único que conduce a la vida. Te pedimos que todos estemos dispuestos a pagar el precio que sea necesario. Que dejemos la arrogancia que da el dinero o el uso discrecional del poder recibido Hugo Chávez para que lo usemos responsablemente que nos encontremos en el país que está tan necesitado del concurso de todos que todos rememos en la misma dirección del bien del país, que es nuestro bien, porque todos formamos parte de él. Que no permitamos que ideas sectarias de patria nos resten energías para trabajar mancomunadamente por el país de todos. Danos, Padre, la sabiduría que viene de ti para que vayamos desprendiéndonos de sectarismos y exclusiones que nos restan fuerzas y legitimidad y nos encontremos en el trabajo de reparar tantas grietas en este país que hemos abandonado abstraídos en proyectos quiméricos y en intereses mezquinos. Danos la sabiduría de discernir lo que construye, lo que potencia, lo que multiplica danos la sabiduría de encontrarnos los diferentes, la sabiduría de entender las diferencias como riqueza que complementa y el valor para renunciar a lo que no es componible con los demás lo particular absolutizado en aras del bien común que por eso es también nuestro bien. Palabras sobre Hugo Chávez, muchas, estos días muchísimas. Sensatas, preocupadas por los pobres, aquello para quien vivir es su máxima tarea, y no por lo propio de uno, partido, ideologías, superioridad cultural -a veces con tintes de desprecio- de los que siempre se creen mayores, mejores, más inteligentes, pocas. 28 de julio, 1954 - 5 de marzo, 2013 23