Lunes 21 de Noviembre del 2011 - R E F OR M A 17 ‘Lo peor es que van a empeorar las cosas’ Reportan muerte de 3 niños por desnutrición Sufre la Tarahumara B hambre por sequía Enrique Lomas Corresponsal OCOYNA, Chih.- Doña Gumersinda Madrid Vázquez es una mujer indígena tan vieja, que ya no recuerda su edad, pero sabe que desde hace dos años no levantan cosechas en la comunidad de Cerro Pelón, municipio de Carichí, porque las lluvias han dejado sin maíz, sin frijol y sin arroyos ese que fue uno de los más prósperos valles de la región. Ahora doña Gumersinda debe conformarse con unas cuantas tortillas embarradas de frijoles que alguien tan necesitado como ella le otorga. “Me quedan frijolitos para la cena, viven conmigo mi hijo y mi nuera y tengo muchas nietas, he perdido hijos por el hambre cuando vivía allá arribita”, recuerda. La joven Angélica García refiere que esta es la crisis más severa que han enfrentado, porque no se dio el maíz ni el frijol por falta de lluvias y las vacas se d Emigran familias rarámuri debido al peor estiaje registrado en 70 años Enrique Lomas Corresponsal caen solas por falta de alimento. “Ahora no hubo suficiente pasto para las vacas, que se andan cayendo solas, se acabó el agua del pozo, pero lo peor es que las cosas van a empeorar”, dijo. Los que nada tienen, poco piden, apenas algunos costales de maíz para enfrentar los inviernos que en esta región son de hasta 30 grados bajo cero. Para obtener agua, deben caminar hasta 3 kilómetros para acarrear en burros el líquido que les venden y que sólo usan para beber y que ya les provocó a los más débiles brucelosis, porque está contaminada con la orina del ganado. El Gobierno del Estado estimó pérdidas en 80 mil cabezas de ganado y los municipios serranos, que cuentan con animales para su sobrevivencia, han tenido que sacrificarlos antes de que éstos mueran por falta de agua y alimento. Tanto el Gobierno estatal como federal iniciaron el reparto de costales de maíz y frijol para habitantes de la Tarahumara. Registra SLP 15 meses sin lluvia Enrique Lomas BOCOYNA, Chih.- El crudo invierno se avecina y la población indígena de la Sierra Tarahumara que no logró cosechar maíz ni frijol por falta de agua sufre además porque sus niños están desnutridos. El párroco José Guadalupe Gasca, quien dirige la Clínica Santa Teresita con más de 48 años de experiencia en la atención de niños desnutridos, estimó que en este año han muerto por lo menos tres niños indígenas por desnutrición. La peor sequía de los últimos 70 años afecta con una hambruna severa a la población indígena Tarahumara, por lo que cientos de familias rarámuri han tenido que migrar a los principales centros poblacionales en busca de alimento y trabajo. El sacerdote estimó que han aumentado los casos de niños enfermos por mala alimentación, y que ahora reciben hasta 10 casos en cada una de las cuatro clínicas repartidas en varios municipios de la Tarahumara, cuando antes recibían cuando mucho tres. “En los meses de mayo, junio y julio suele llegar la gente con mayor desnutrición, ahí teníamos los movimientos ordinarios; el asunto ahora es que nos llegó gente en octubre”, lamentó el religioso que dirige la Clínica Santa Teresita. Pero no sólo aumentó el nú- NAC IONA L ADVERSIDAD. La peor sequía de los últimos 70 años afecta con una hambruna severa a la población indígena Tarahumara, por lo que cientos de familias rarámuri han tenido que migrar. mero de niños que ingresaron fuera de las temporadas críticas, sino también la gravedad de su desnutrición, porque algunos llegan ya en estado vegetal, con fallas renales, pulmonares y cardíacas. “Nosotros asistimos a las comunidades y aunque muchos este año migraron a la cosecha de la manzana, muchos también se quedaron y advertimos que los niños que ya se encontraban con deficiencias alimentarias, no tuvieron mejoría alguna ni en su peso ni en su talla y otros incluso empeoraron”, indicó. Las peores condiciones se padecen en la región de las barrancas, aunque también las comu- nidades más cercanas tienen serios problemas para alimentarse y allegarse agua potable. Recientemente, ocho niños ubicados en Pamachi, en las barrancas de Urique, fueron detectados con tuberculosis, por lo que fueron llevados por la Secretaría de Salud de emergencia a recibir atención exhaustiva en la capital del estado. DAÑO IRREVERSIBLE René Cuéllar, director médico de la Clínica, admitió que la desnutrición en la zona ha sido tan severa que ya se atienden también casos de adultos con deficiencias alimentarias. Una desnutrición severa se considera una emergencia dentro del esquema de la pediatría, por lo que de inmediato se atienden la falta de glucosa, la hipotermia y se les alimenta cuidadosamente con calorías, proteínas y líquidos. “Niños en la fase crítica tardan en equilibrarse entre 7 y 15 días, pudiéndose alargar hasta por un mes y para una recuperación nutricional total, hasta tres meses”, detalló. Sor Juana Enriqueta Cota, religiosa con amplia experiencia en la tratamientos de niños con desnutrición severa, narró que hace unas semanas llegó a la Clínica SAN LUIS POTOSÍ.- La sequía que impacta al territorio potosino ya tiene 15 meses, en los que no ha llovido de manera regular, afectando el abasto de agua en algunas regiones, por lo que ya se prepara un tandeo del suministro en algunas partes de la capital. Jorge Luis Rangel Aguirre, director de la Comisión Estatal del Agua, indicó que en la capital se prepara la perforación y equipamiento de cinco pozos de agua para abastecer la zona oriente, aunque tam- una niña de dos años proveniente de una comunidad muy lejana de Urique, con una expresión extrema y literalmente en los puros huesos, ya que la falta de nutrimentos la habían dejado sin piel. “Ya venía sin piel, con daños en riñones, en pulmones y lamen- poco se puede descartar un tandeo para el próximo año. “La sequía es muy difícil, con más de 15 meses de que no llueve de forma regular, por lo tanto, los bordos, presas, han bajado dramáticamente sus niveles”, indicó. Gerardo Cabrera Olivo, director de Protección Civil del estado, dijo que aún se mantienen dos pipas en el Altiplano entregando agua a las comunidades. Manuel Vázquez tablemente falleció”, dijo. La lejanía de las comunidades dificultan aún más la posibilidad de sacar adelante a esos niños, ya que en el caso de la pequeña que murió, tuvo que ser transportada en camionetas y en avioneta.