Juzg.Crim.y Corr.Trans.1.Causa nro. 3/54.727.///del Plata, 3 de mayo de 2003.AUTOS Y VISTOS: La presente causa registrada bajo el nro. 3/54.727 en los libros de la Secretaría, iniciada con motivo de la acción de amparo promovida por la Sra. Julieta Paola Lutteral, con el patrocinio letrado del Dr. Daniel Enrique Di Naccio, contra el Banco Provincia de Buenos Aires, Sucursal Terminal; _RESULTA: I.- Que a fs. 25/27 la Sra. Julieta Paola Lutteral, con el patrocinio letrado del Dr. Daniel Enrique Di Naccio, promovió formal acción de amparo contra el Banco de la Provincia de Buenos Aires, Sucursal Terminal de esta ciudad, por la decisión de la institución bancaria de retener la totalidad del salario que la accionante cobra por cajero automático, en función de su relación de empleo público con el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, a partir del día 10 de septiembre de 2003 y hasta cubrir la suma de $ 1.780,61.En cuanto a los antecedentes del caso, manifestó la amparista que resulta ser empleada del Hospital Materno Infantil de esta ciudad, siendo dependiente del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, quien abona sus haberes salariales por intermedio del Banco Provincia. Relató que su empleador celebró con el Banco Provincia de Buenos Aires un contrato de pago de haberes -sin su participación-, abriéndose en consecuencia la caja de ahorro (salario) 018769/0 a su nombre, la que es utilizada en forma exclusiva para la percepción de sus remuneraciones. Explicó que al concurrir al Cajero Automático a cobrar parte de su sueldo correspondiente al mes de agosto de 2003 observó que su cuenta se encontraba en cero, razón por la cual concurrió a la sede del Banco para efectuar el reclamo, entrevistándose con el gerente de la institución. En tal oportunidad el gerente le manifestó que la institución había comprobado que la accionante retiró en la extracción anterior más de lo que correspondía en función de su cuenta sueldo, por un importe aproximado de $1.800, en virtud de lo cual le informó que a partir de ese momento todo ingreso que se acreditara en la cuenta sueldo sería retenido por el Banco a los fines de compensar tal faltante, con más intereses y gastos. Además, señaló la amparista que el Banco le negó la entrega de una nueva tarjeta de cobro de cajeros automáticos (Bapro), dado el vencimiento de lo anterior. Ante tal situación, -añade- remitió carta documento a la ahora demandanda intimando al reintegro de la suma retenida por el Banco ilegítimamente, recibiendo en contestación otra carta documento del Banco a su vez éste la intimaba a reintegrar el saldo restante, de $1.780,61, suma esta que el Banco unilateralmente determinó como crédito a su favor.Finalmente, relató que el 15 de octubre y el 4 de noviembre de 2003 se acreditaron haberes en su cuenta, correspondientes a uno de los rubro de su sueldo, los cuales también fueron retenidos por el banco. En cuanto a los derechos lesionados, entendió la actora que el accionar de la demandada afectó el derecho de intangibilidad de los salarios (art. 14 bis CN), el de propiedad, de defensa y a trabajar libremente. Realizó por último consideraciones en cuanto a la procedencia de la acción instaurada, ofreció prueba y solicitó el dictado de medida cautelar.- II.- Mediante resolución 28/31, se declaró formalmente admisible la pretensión de amparo, solicitando a la demandada Banco de la Provincia de Buenos Aires, Sucursal Terminal, la confección del informe circunstanciado de conformidad con lo normado por el art. 10 de la ley 7166, decreto 1067/95t.o., dictándose medida cautelar innovativa -modificada luego parcialmente por la Cámara de Apelaciones y Garantías de Feria a fs. 36/41.III.- A fs. 49/50 se presentó el Dr. Marcelo Guillermo Bianchi, quien había previamente acreditado personería a fs. 32/35, contestando el traslado conferido de la demanda y solicitando se rechace la acción amparo, por entender que el accionar de su mandante se encontró justificado. Ello así puesto que argumentó que mediante operación realizada en el cajero automático de esa Sucursal el día 2/09/03, la amparista Julieta Lutteral realizó una extracción de $ 460, dispensando el cajero la suma de $2.300 en razón de un desperfecto técnico de la máquina, que "leía" los billetes de $100 como si se tratase de billetes de $20, entregándose entonces 23 billetes de $100 -$2.300-, en lugar de 23 billetes de $ 20 -es decir, $460-. En virtud de ello, luego de comunicar tal circunstancia a la amparista, el Banco procedió a debitar el importe extraído de más de su cuenta. Manifestó que no existe acuerdo ni autorización para girar en descubierto en Cuentas Cajas de Ahorros y realizó por último -y a pesar de la instancia- reserva de caso federal, puesto que a su criterio, una resolución contraria a los intereses de su parte originaría una conculcación definitiva de sus derechos de propiedad -en forma lata-, defensa en juicio y debido proceso e igualdad ante la ley, configurándose además una "violación al principio republicano de división de poderes".IV.- En razón d el principio de contradicción, a fin de garantizar la bilateralidad y el derecho de defensa en juicio, a fs. 51 se dispuso conferir traslado al actor del informe circunstanciado de la accionada, contestándose el mismo a fs. 54.En tal escrito, negó la amparista circunstancias de hechos y derecho, insistiéndo en que la Cuenta Haberes 18769/0 es utilizada en forma exclusiva para la percepción de las remuneraciones salariales de la amparista.V.- Por último, mediante resolución de fs. 55, teniendo en cuenta la forma en que fuera trabada la litis, se resolvió no hacer lugar a la producción de la prueba ofrecida por la actora en su presentación inicial a fs. 25/27 ap. VII, por inconducente, encontrándose los autos en condiciones de dictar sentencia.Y CONSIDERANDO: I.- Con la admisibilidad formal de la pretensión de amparo, mediante resolución de fs. 28/31 se declaró la competencia de este Juzgado en lo Criminal y Correccional de Transición nro. 1 para el conocimiento del caso en función de lo establecido por los arts. 4to. ley 7166, dec. 1067/95, art. 20 numeral 2, ap. 2do. de la Const. Pcial. y art. 43 CN.El proceso de amparo como mecanismo o garantía constitucional instaurado en un modelo de justicia de protección, prevención y de acompañamiento, procede ante cualquier restricción o cercenamiento, por actos u omisiones de autoridad pública que en forma actual o inminente amenazan, lesionan, alteran o restringen con arbitrariedad o ilegalidad manifiesta cualquiera de los derechos y garantías constitucionalmente reconocidos.- (ver trabajo de Agusto Mario MORELLO, "El Derecho y las Personas Vulnerables. Rol del Amparo como garantía efectiva de tutela", presentado en VIII Jornadas Argentinas y Latinoamericanas de Bioética, llevadas a cabo del 6 al 8 de noviembre en Mar del Plata, publicada en revista ED del 10/12/2003)._Los derechos constitucionales, como en el caso, los derechos a la intangibilidad del salario, de propiedad, de defensa y debido proceso legal -arts.14 bis, 17 y 18 de la CN- constituyen la materia propia de la acción de amparo._ constitucionales Es opinión reiterada del proveyente a la luz de las normas vigentes, y muy particularmente luego de la Reforma Constitucional de 1994, que la mera existencia de recursos o _vías administrativas u otros medios o procesos judiciales que permitan obtener la protección del derecho no obstan por sí sólo a la admisibilidad ni eventual procedencia de la acción de amparo, atento lo normado por el art. 43 de la CN en cuanto declara expedita la acción siempre que no exista otro remedio judicial más idóneo, previsión que otorga aún mayor amplitud al proceso respecto de lo previsto en el art. 20 inc.2do. de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, prevaleciendo la norma más favorable a la protección del derecho (arts. 31 CN y 15 CPcial ).-_ La acción de amparo procede ante todo juez o tribunal letrado de primera instancia con jurisdicción en el lugar en que la lesión o restricción tuviere o debiere tener efecto, tal como lo establece el art.4to. de la ley de amparo y el art.20 numeral 2 de la Constitución de la Provincia.-_ Lo contrario, además de configurar un exceso ritual incompatible con la naturaleza de la garantía constitucional, podría importar una vulneración al acceso irrestricto_a la jurisdicción de la accionante, constitucionalmente consagrado a partir de la norma del art. 15 CProv. Debe valorarse positivamente en este sentido cual es la posición más débil de la relación jurídica, y la circunstancia que en definitiva se ventila en autos la retención de importes correspondientes a haberes de la amparista de naturaleza alimentaria, de manera que considerar aplicable al caso otro procedimiento, importaría, sin embargo, a esta altura del proceso, introducir una limitación más al ejercicio de los derechos constitucionales -en el caso a la jurisdicción- incompatible con la manda del mencionado art.15 Cons.Prov..Por lo demás, la acción de amparo siempre configura una garantía para asegurar el efectivo acceso a _la jurisdicción con el objeto de tutelar la vigencia de derechos constitucionales, posibilidad de acceso que no es sino una resultante del inviolable derecho_constitucional de defensa en juicio, cuya aceptación hace a la función estatal de asegurar objetivamente la _existencia de una instancia judicial oportuna y eficaz, es decir, apropiada o idónea, siguiendo los lineamientos preestablecidos para su ejercicio (arts. 15, 20.1 C.Pcial., 18, 43, 75 inc. 22 C.N., 8 y 9 de la DUDH, 18 y 25 de la DADH, 9 del PIDCyP y 25 de la CADH ). "Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales, aún cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales, constituyendo uno de los pilares básicos, no sólo de la Convención Americana, sino del propio estado de derecho en una sociedad democrática en el sentido de la Convención" (Corte Interamericana de Derechos Humanos, sentencia del 06/02/01, en el caso Ivcher Bronstein, publicada en LL 2001-E-329, LL 2001-F-320,_y en LL Suplemento de Derecho Constitucional, a cargo_de Germán Bidart Campos, del 03/09/01, con nota de Susana Albanese, "Los derechos a la nacionalidad, a la propiedad y a la libertad de expresión en un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos", pag.50).-_ En sentido coincidente, cabe citar el criterio seguido por la SCJPBA en la causa B 65912 "Fiscal de Estado sobre cuestión de competencia en autos _"Faienza, Alicia c/ IOMA s/ amparo", cuando consideró_que: "dadas las particularidades que configuran este _caso, en el que se alega una concreta afectación de derechos de raigambre constitucional y teniendo en consideración la naturaleza de los bienes comprometidos, las razones de urgencia invocadas..., el domicilio de la amparista, así como los restantes hechos que configuran el mismo,...se permite inferir la mayor efectividad de la vía judicial intentada ante el órgano unipersonal ordinario que previno" (arts. 15 y 20 apartado 2do. de la Constitución Provincial y Ley 7166 y sus modificatorias, doctrina causa B 65637 López Fernández, resolución del dia 14/05/03). Por consecuencia, declárese que en el caso no se encuentra comprometida la competencia originaria de este Tribunal (arts. 166 in fine, 215 y su doctrina) y devuélvanse las actuaciones al Juzgado que las elevó...". Similar criterio utilizó la Suprema Corte al resolver la cuestión de competencia en favor de este Juzgado planteada por el Fiscal de Estado en causa 47.201 "Ferrer, Marcelo Fabian S/acción de amparo", aún cuando en el caso se ventilaba una cuestióm derivada de una relación de empleo público, atendiendo a la naturaleza alimentaria de las presentaciones en juego. (la sentencia definitiva se ha publicado en el libro de autoría del suscripto "Bioética y Derechos Humanos. Temas y Casos", Edit. Depalma, Bs.As., 1999).Desde sus orígenes, la acción de amparo ha constituído un medio para asegurar la supremacía de la Constitución, ya que con ella se persigue hacer efectiva la plena operatividad de los derechos constitucionales. Cabe recordar en tal sentido, el voto mayoritario emitido en el caso SIRI por la CSJN en el cual se destacó que comprobada la violación de un derecho constitucional el mismo debe ser restablecido en forma inmediata ya que las garantías constitucionales existen y protegen a los individuos por el sólo hecho de estar consagradas en la Constitución (CS, Fallos: 239:459 -1957 La Ley, 92-632-).Finalmente, cabe citar el criterio concordante sostenido por el Sr. titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nro.1 Departamental, Dr. Simón Francisco ISACCH, en el sentido que el art. 20 de la Constitución de la Provincia que establece que la garantía de amparo puede ser ejercida ante cualquier juez, "viene a robustecer la previsión que antes del año 1994 ya establecía el art.4to. de la ley 7166, y mediante la cual se le atribuía competencia para la acción en análisis a "todo juez o tribunal letrado de primera instancia con jurisdicción en el lugar en que la lesión o restricción tuviere o debiere tener efecto".(autos "Lanza, Cristina C/Provincia de Buenos Aires S/amparo" -expte. 129-, resolución de fecha 12/2/2004).También señaló dicho magistrado en la resolución mencionada, y cuyos fundamentos comparto y considero aplicables al caso, que además de configurar lo expuesto una característica diferenciadora del sistema nacional, "...el sistema de atribución de competencia al fuero contencioso administrativo que conforman el art. 166, última parte de la Constitución Provincial y la ley 12.008 y sus modificatorias, se desmorona cuando la actuación administrativa que se cuestiona aparece clara y manifiestamente ilegítima, afectando derechos constitucionales cuya protección no es alcanzable por los modos administrativos o judiciales ordinarios, circunstancia ante la cual se abre la acción de amparo ante cualquier juez...".II.- Que tal como se ha planteado la controversia, el caso guarda analogía con el resuelto mediante sentencia definitiva en causa nro. 54.610 caratulada "CEPEDA, Angel Federico", de fecha 2/02/04 (R.023/04) que tramitara por ante este Juzgado, siendo que la cuestión principal se circunscribe a considerar si la entidad bancaria demandada tiene legalmente la facultad de retener unilateralmente el salario de la amparista, con el objeto de compensar lo que considera que le es debido. Corresponde adelantar la opinión en el sentido que tal como se ha trabado la litis, la demanda debe ser acogida favorablemente. Como pauta de interpretación constitucional, por principio, debe considerarse que el ejercicio de un derecho reconocido por la Carta Magna, como el derecho de propiedad y de intangibilidad de los salarios, no debe ser justificado, sino que la restricción que se hace de los mismos, es la que tiene que estar fundamentada, debiendo por lo tanto todo lo que concierne a su reglamentación y limitación ser interpretado de manera restrictiva.Los derechos de la accionante como cliente obligatorio de un Banco Público -en razón de ser titular de una caja de ahorro, obligatoria para la percepción de sus haberes como empleada-, a partir de la interpretación armónica de los arts. 42 y 43 de la Constitución Nacional, se hallan protegidos mediante los mecanismos de tuteta urgente, real y efectiva del proceso constitucional de amparo, como medio judicial mas idóneo (art. 15 de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires. Ver en tal sentido "Justicia Contínua y Efectiva y el art. 15 de la Constitución Provincial", de Augusto Mario Morello, publicado en "Estudios de Derecho Procesal", Tomo II, Cap. 45, Ed. Platense, La Plata, 1998).III.- Es en el marco de este proceso que debe analizarse si la decisión de la Sucursal Terminal del Banco de la Provincia de Buenos Aires resulta ser arbitraria, abusiva, injustificada, ilegal y/o ilegitima.Para ello, en primer lugar, ha de señalarse que, como principio, la demandada no se encuentra autorizada para realizar unilateralmente retención de cuentas sueldos, puesto que tal retención implica, justamente, una restricción ilegítima de derechos de raigambre constitucional, tales como los de retribución justa, propiedad y de defensa en juicio (CN 14, 17 y 18), y no supera el test de legalidad y razonabilidad constitucional, habida cuenta que no se funda en ley ni en decisión emanada de autoridad judicial competente. Corresponde señalar además que la Institución Bancaria no resulta ser empleador de la actora -ni por tanto agente de retención- sino un simple intermediario que facilita, mediante el sistema de cajeros automáticos (ATM), la percepción de sus sueldos. Medio técnico éste que, como lo ha señalado la doctrina, "...se ha abierto camino en nuestro pais en la última década respondiendo al desarrollo de la informática y al interés de las entidades bancarias." (Posse, Carlos, "El pago de salarios mediante el sistema de cajeros automáticos", en Revista Jurídica "Derecho del Trabajo II, Ediciones La Ley, año LVII, noviembre 1997, ps. 2241/2245) El análisis sobre las características de tal modalidad de pago, resulta un aspecto relevante para la solución justa del caso. Dicho medio técnico, si bien salvaguarda la transparencia de la percepción de los haberes, beneficia por un lado objetivamente al empleador que no tendrá que asumir deberes de custodia y/o resguardo sobre valores monetarios, y por otro, a las entidades bancarias, que accederán a una potencial clientela cautiva (para mayor ilustración ver la obra citada en el párrafo precedente).En consecuencia, el Banco debe asumir los riesgos que conlleva una actividad que, en definitiva, puede resultarle beneficiosa, más allá de no encontrarse legalmente facultado para debitar unilateralmente importes del salario de empleados públicos en función de supuestos hechos ilícitos respecto de los cuales no formuló denuncia, ni solicitó a la autoridad judicial competente las medidas precautorias para eventualmente resguardarse en sus derechos, es decir, el inicio de las acciones que correspondieren para lograr el cobro de ese supuesto crédito. Aún admitiendo por vía de hipótesis la afirmación realizada por la demandada respecto a que la actora (mediante operación 6620 efectuada el 2/9/03 a las 21:29 hs.), habría realizado una extracción por $460, dispensando presuntamente el Cajero Automático la suma de $2.300 en razón de un desperfecto técnico del mismo ("confundir" los billetes de $20 por los de $100) -circunstancia no probada fehacientemente y que por cierto no constituye el eje de discusión en este proceso de amparo-, ello no autoriza a omitir las vías legales correspondientes para obtener el cobro del supuesto crédito originado por tal circunstancia, ni a adoptar unilateralmente la actitud de retener el 100% de los haberes de la amparista, hasta obtener la suma entregada "por error" del ATM (cajero automático) a la amparista. Debe señalarse en este sentido que la actora no ha reconocido ni extrajudicialmente ni en el marco de este proceso de amparo haber obtenido o extraído por el Cajero Automático una suma mayor a la que le correspondía en función de sus haberes, razón por la cual la compensación no es suceptible de aplicación como modo de extinción de las obligaciones, no sólo porque la entidad bancaria no resulta empleadora de la amparista, sino porque se encuentra discutida o cuestionada la calidad de acreedor y deudor recíprocamente (argumento art. 818 y ccdtes. C.C.). Tampoco puede ejercer legítimamente la accionada la retención sobre la suma dineraria correspondiente a los haberse de la amparista, puesto que la supuesta deuda que alega a su favor no nace por ocasión de un contrato encontrándose por lo demás dudoso o litigioso el hecho que eventualmente puede producir la obligación de devolución por parte de la actora. No resulta asimismo atendible el argumento de la demandada en el sentido que la actora no tenía autorización para girar en descubierto como criterio complementario a los fines del débito cuestionado. Ello por cuanto ambas partes no se vinculan mediante un contrato comercial (ej.: cuenta corriente bancaria), sino que la institución opera solamente como intermediaria facilitando el sistema de cajero automático para el cobro de los haberes por parte de los empleados públicos del Ministerio de Salud de la Provincia. En segundo lugar, le asiste razón a la accionante cuando señala la naturaleza alimentaria del crédito salarial, de la que no puede sino concluirse que el obrar de la demandada, además de ser manifiestamente ilegal, resulta arbitrario conforme a las pautas de razonabilidad que a continuación se desarrollarán: Sabido es que el salario está normalmente destinado a proveer a la subsistencia del trabajador y su grupo familiar. De manera que tanto la disposición contenida en el art. 14 bis CN como el art. 36 inc. 1º de la Const. Prov., que atañen a la protección integral de la familia, resultan inobservadas en el proceder de la demandada. En virtud de tal protección, a título ejemplificativo, el legislador -infraconstitucional- limita la eficacia de los actos del propio trabajador, los del empleador o de terceros (sean acreedores del subordinado o del empleador) que puedan frustrar el cumplimiento de esta necesidad de susbsistencia limitando la posibilidad de embargo, el otorgamiento de anticipos de sueldo, los pagos en especie y adoptando otras medidas que tienden a tutelar la entrega del salario en manos del empleado u obrero (véase de Carlos Posse la obra citada).Particularmente respecto de los empleados públicos, el decreto ley 6754/43, ratificado por ley 13.894, consagra la inembargabilidad de sus sueldos, sean estos empleados nacionales, provinciales, municipales y de las entidades autárquicas, cualquiera sea su monto, limitándose a supuestos de obligaciones emergentes de préstamos de dinero o compras de mercadería. En cualquier caso, siempre en el contexto de una actuación judicial -que en el caso la demandada ha prescindido, es principio de carácter tuitivo y proteccionista en materia de embargos de sueldos y salarios que toda deuda permite la afectación de los haberes del trabajador, pero solamente en la proporción establecida por la ley 9511 (20 %).En tercer lugar, y conforme las consideraciones desarrolladas precedentemente, del juego armónico de los arts. 57, 15, 31 y 36 inc. 1º de la Constitución Provincial y arts. 17, 18, 14 bis y 31 de la Constitución Nacional, y legislación infraconstitucional citada, ha de señalarse que toda restricción de derechos fundamentales, de contenido social y particularmente referida a la percepción de haberes, debe estar regulada por la ley, y su embargo ordenado por autoridad judicial, resultando el derecho a la propiedad inviolable, no pudiendo ningún habitante de la Nación ser privado de ella, sino en virtud de sentencia firme fundada en ley. .IV.- Como argumentos complementarios, caben señalarse los siguientes: a.) La Ley de Defensa del Consumidor 24.240 genera sobre las entidades financieras tanto la obligación de obrar de buena fe como la obligación de abstenerse de realizar débitos automáticos por servicios no solicitados, como no utilizar cláusulas abusivas, bajo pena de nulidad. También genera el derecho a favor del consumidor a considerar como no escritas las cláusulas abusivas y obtener así que la interpretación de los negocios se realice en la forma más conveniente a sus intereses (arts. 35, 36, 37 y 38 ley 24.240. Ver en tal sentido de Carlos Quaglia "Derechos de Empresas, Defensa y Competencia y Derechos del Consumidor", Ed. La Ley, Bs. As., 2002).b.) La accionada ha inobservado además las reglas del Código Civil aplicables: resultando el amparista un cliente forzoso del Banco, y operando la entidad con los haberes de su propiedad en una caja de ahorros abierta a su nombre (por imperio de las disposiciones del art. 124 LCT, modificado por Decreto 847/97, la resolución del Ministerio de Trabajo y Seguridad nro. 644/97 y la comunicación del B.C.R.A. nro. 2950), resultan aplicables -por analogía- las reglas del mandato.Entre ellas, encontramos las siguientes: "el mandatario queda obligado por la aceptación a cumplir el mandato (art. 1904 C.C.), "circunscribiéndose a los límites de su poder, determinando la naturaleza del negocio la extensión de los poderes (art. 1905 C.C.), "debiendo abstenerse de cumplir el mandato cuya ejecución fuera manifiestamentte dañosa al mandante" (art. 1907 del C.C.), "el mandatario no ejecutará fielmente el mandato, si hubiese oposición entre sus intereses y los del mandante, y diese preferencia a los suyos (art. 1908 C.C.). V.- En razón de los fundamentos expuestos, considero que el accionar de la demandada ha vulnerado con ilegalidad y arbitrariedad manifiestas los derechos constitucionales de la amparista a una retribución justa, a la intangibilidad de sus remuneraciones, de naturaleza alimentaria, y con ello su derecho de propiedad y defensa en juicio (CN 14, 17 y 18), por lo que la acción de amparo deviene en la vía idónea para el restablecimiento de aquellos, y para la tutela de los derechos del consumidor (arts. 42 y 43 CN. Ver en tal sentido "Constitución de la Nación Argentina comentada y concordada" de María Angélica Gelli, Ed. La Ley, Bs. As. 2003, ps. 368 y sgtes. y "Tratado Elemental de Derecho Constitucional Argentino", de German Bidart Campos, Ed. EDIAR, T. I, pág. 407).En efecto, la decisión de la entidad bancaria no solo importó en la situación personal de la amparista como empleada del Hospital Materno Infantil un restricción ilegítima a la percepción de sus salarios y con ello una importante limitación de su derecho de propiedad en sentido amplio, abarcativo asimismo de la noción de derechos adquiridos, desde su concepción constitucional, sino que al no recurrir a la justicia para cobrarse eventualmente lo que consideraba le era debido, tratándose de una cuestión controvertida, ha imposibilitado el efectivo ejercicio de defensa en juicio consagrado por el art. 18 CN y 15 Const. Prov. Por todo ello, RESUELVO: I.) HACER LUGAR A LA ACCION DE AMPARO interpuesta a fs. 25/27 por la Sra. Julieta Paola Lutteral, con el patrocinio letrado del Dr. Daniel Enrique Di Naccio, debiendo la demandada Sucursal Terminal del Banco de la Provincia de Buenos Aires de Mar del Plata, abstenerse de realizar nuevos descuentos en su favor, de la Caja de Ahorros 01879/0, en donde se depositan mensualmente los haberes de la amparista (arts. 1, 15 y ccdtes. ley 7166 t.o. Dto. 1067/95), a partir de que adquiera firmeza la presente sentencia; II.- DECLARAR que conforme lo prevé el art. 17 de la Ley de Amparo, ley 7166t.o. Dto. 1067/95, la presente sentencia deja subsistentes las demás acciones ordinarias que pudieran corresponderle a las partes, tanto a la demandada como a la accionante, teniendo en cuenta que la discusión acerca de la posibilidad de extracción de un importe mayor al de los haberes por parte de la amparista, excede el exiguo marco de la acción de amparo cuyo objeto se ha circunscripto a determinar si la entidada bancaria cuenta legalmente con la facultad para retener importes de cuentas sueldo en operatorias por cajero automático.III.- Teniendo en cuenta como se ha resuelo el litigio, permaneciendo a la fecha la accionante como empleada público del HIEMI, por principio de no discriminación, deberá la demandada hacerle entrega a la amparista de una nueva tarjeta magnética y realizar las medidas técnicas necesarias para que continue cobrando su salario mediante el sistema de cajeros automáticos. IV.- DISPONER asimismo que la nueva tarjeta de débito cuenta haberes- mencionada en el punto anterior, deberá serle entregada a la amparista dentro del quinto día de notificada la sentencia, con el caráct er de medida cautelar innovativa (art. 22 ley 7166 t.o. dec. 1067/95, su doctrina y jurisprudencia), subsistiendo por lo demás la vigencia de la cautelar dictada por la Excma. Cámara de Feria con fecha 6 de enero de 2004 (ver fs. 43/45), en cuanto al porcentaje de retención -hasta tanto quede firme esta sentencia- no podrá exceder del 20% de los haberes a percibir por la actora. V.- En razón de lo resuelto, SE IMPONEN LAS COSTAS AL VENCIDO (arts. 25 aps. 1ero. ley 7166t.o. dto. 1067/95, art. 68 primera parte CPCyCPBA y doc. art. 531 CPP ley 11.922,.- REGISTRESE. NOTIFIQUESE. FIRME QUE SEA, ARCHIVESE.-Fdo. Pedro Federico Hooft, Juez en lo criminal y correccional. Secretario Ricardo Gutiérrez.----- En igual fecha se libraron cédulas. CONSTE.-