Inadmisión de oposición a la ejecución al computar el plazo desde

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JULIÁN
CABALLERO
AGUADO
Procurador
AVISO A NUESTROS LECTORES
Si tienen conocimiento de alguna sentencia
o resolución judicial que pueda ser de
interés para la profesión, les rogamos que
nos la hagan llegar por fax al nº 91 637 21 16,
o a la dirección de correo ­electrónico
[email protected], para que pueda ser
comentada por nuestro experto.
Muchas gracias por su colaboración.
S
entencia de la Sala Segunda del Tribunal
Constitucional (STC 110/2008, de 22 de
septiembre de 2008) dictada en un recurso
de amparo en el que ha sido ponente el
magistrado don Eugenio Gay Montalvo, en
la que se estima el recurso al haber sido
vulnerado el derecho a la tutela judicial
efectiva por inadmisión de la oposición a
una ejecución por tardía, al computarse el
plazo desde la fecha en que la demanda
de ejecución fue trasladada a quien había
actuado como procurador del ejecutado
en el previo proceso de separación.
P
RESENTADA demanda de ejecución de títulos judiciales, la ejecutante indicó como domicilio a efectos de
notificaciones el correspondiente a la
empresa donde trabajaba el ejecutado.
El juzgado dio traslado de la demanda
al procurador que había representado al
ejecutado en el proceso de separación
tramitado tres años antes en el mismo
juzgado. Al día siguiente, el procurador
presentó un escrito solicitando que se
notificara personalmente al demandado, dado que aunque había ostentado
su representación en el procedimiento
de separación, ya no era su procura-
dor (entre otras cosas, en otra ejecución
previa sobre liquidación de gananciales,
ya no había ostentado su representación), y no le había podido localizar por
encontrarse de vacaciones, interesando
del órgano judicial que se dirigiera al
ejecutado personalmente para que no
se le causara indefensión. El juzgado
rechazó lo solicitado al entender que,
conforme al art. 28 LEC, el procurador
ostentaba la representación hasta que
quedase ejecutada la sentencia.
Ante los términos del proveído, el
procurador contactó con el ­ejecutado,
advirtiéndole de que el plazo para opo-
nerse a la ejecución comenzó tras la
notificación de este segundo ­proveído.
Formulado escrito de oposición a través
de un nuevo procurador, se ­declaró no
haber lugar a su admisión por haberse
formulado fuera de plazo al computarse el plazo tomando como dies a quo
el de la primera notificación al antiguo
procurador de la parte actuante en el
proceso de separación. Formulado recurso de reposición, sería desestimado
en base a que el art. 28 LEC, a falta de
prueba de revocación de poder, extiende la representación hasta la completa
ejecución de la sentencia, por lo que el
Procuradores
Nº 77/Diciembre 2008
Inadmisión de oposición a la ejecución
al computar el plazo desde la fecha
en que la demanda de ejecución fue
notificada al procurador del ejecutado
en el previo proceso de separación
Jurisprudencia
Vulneración del derecho a la tutela judicial
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“
Nº 77/Diciembre 2008
Jurisprudencia
El art. 28 LEC, al igual
que el art. 153 LEC, prevé
la realización de los actos
de comunicación judicial
con las partes a través
de su procurador, pero
partiendo de la premisa de
la existencia de un poder
de representación vigente
y de la necesidad de
comunicar actos judiciales
que se producen en
el curso de un proceso
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plazo de oposición comenzó a correr
a partir de la primera de las notificaciones.
Contra dicha resolución se formuló
recurso de amparo que, tramitado por la
Sala Segunda del Tribunal Constitucional, dictó sentencia estimando el amparo al entender que se había vulnerado el derecho del recurrente a la tutela
efectiva (art. 24.1 CE) en su vertiente de
acceso a la jurisdicción. Sentencia que,
en su fundamento tercero, nos dice que
el art. 28 LEC, en el que el juez basó
principalmente su decisión, se trata de
una norma que, al igual que el art. 153
LEC, prevé la realización de los actos de
comunicación judicial con las partes a
través de su procurador, pero partien­
do de la premisa de la existencia de un
poder de representación vigente y de la
necesidad de comunicar actos judiciales
que se producen en el curso de un proceso, circunstancias que no concurrieron en el caso de autos. “Ciertamente,
en el presente supuesto, se trataba de
un proceso nuevo y autónomo del de
separación, en el que era preciso, conforme exige el art. 553.2 LEC, realizar la
diligencia de notificación de la demanda ejecutiva a la persona del ejecutado
para que pudiese personarse a través
del abogado y procurador de su elección y formular, de este modo, su escrito de oposición a la demanda ejecutiva. Sin embargo el juez no cumplió
con lo preceptuado en esa norma, impidiendo que la parte ejecutada se personase en la ejecución para oponerse
a la pretensión de la ejecutante”.
Continúa el mismo fundamento manifestando que el órgano judicial no veló
por la correcta constitución de la relación jurídica procesal al despachar la
ejecución, y tampoco actuó con posterioridad conforme al principio pro accione para permitir el ejercicio del derecho
de defensa de la parte ejecutada una
vez que el procurador del proceso declarativo comunicó al ejecutado la exis-
tencia de la demanda ejecutiva. Cuando
la parte formuló su escrito de oposición
a la ejecución dentro del plazo de diez
días a contar desde la notificación del
segundo proveído, el órgano judicial lo
calificó como extemporáneo sobre la
base de que el cómputo del plazo para
formular la oposición se contaba a partir de la notificación del primer proveído
remitido al procurador con anterioridad.
Decisión que resultó absolutamente rigurosa y desproporcionada, vedando injustificadamente a la parte la posibilidad de oponerse a la ejecución, sobre
todo teniendo en cuenta que, siguiendo
esa interpretación, el plazo para oponerse a la demanda ya estaba vencido
cuando el juez dictó el segundo de los
proveídos, con lo que se incurre, además, en una contradicción interna al haber dado al procurador del proceso de
separación un nuevo traslado de la de­
manda ejecutiva, cuya finalidad no podía ser otra que la de dar a la parte la
posibilidad de contestarla.
Razonamiento que “lleva a concluir
que en el caso de autos el órgano judicial no cumplió con el deber de velar por los derechos de defensa de las
partes en el seno del proceso a través
de una correcta y escrupulosa constitución de la relación jurídico-procesal, lo
que ha de conducir al otorgamiento del
amparo por vulneración del derecho a
la tutela judicial efectiva (art. 24.1 CE)
al haberse cercenado el derecho del recurrente a oponerse a la demanda ejecutiva formulada en su contra”. q
Validez de la sustitución entre procuradores
en la audiencia previa aunque el sustituto
no comparezca con poder
T
raemos a comentario una nueva sentencia relativa a la validez de la sustitución entre
procuradores, dictada el pasado 15 de julio de 2008 por la sección décima de la Audiencia
Provincial de Madrid al resolver un recurso de apelación –en el que fue ponente
el magistrado Ángel Vicente Illescas Rus– contra el sobreseimiento de actuaciones
de un procedimiento ordinario a cuya audiencia previa compareció una procuradora
en sustitución de la titular, imposibilitada, sin que compareciera con poder al efecto
ni figurase apoderada en el poder unido a las actuaciones.
Procuradores
“
La inadmisión de
la sustitución del
procurador en una
audiencia previa por
no figurar el sustituto
en el poder supone
una interpretación de
las normas legales
exagerada, rigorista,
desproporcionada
y contraria a los
criterios emanados de
la jurisprudencia del
Tribunal Constitucional
del procurador se deriva del art. 483.3
de la LOPJ, que admite en términos de
gran amplitud y generalidad la posibilidad de que los procuradores sean sustituidos en el ejercicio de su profesión
por otro procurador, como también
existe remisión a las normas del mandato por parte del art. 4 del Estatuto
General de los Procuradores.
La sentencia hace repaso a la doctrina jurisprudencial que ha entendido
de forma reiterada que resulta válida la
sustitución del procurador si no consta
expresamente la prohibición del cliente, de acuerdo con la facultad de nom­
brar sustituto que el art. 1721 CC confiere a todo mandatario mientras no se
lo haya prohibido el mandante (sentencias del Tribunal Supremo de 30 julio
1966, 27 febrero 1971, 7 noviembre 1977,
30 diciembre 1991 y 2 marzo 1992), sin
que pueda servir de obstáculo a dicha
facultad legal el hecho de que el cliente
haya designado a otros procuradores,
además del sustituyente para actuar
ante un determinado tribunal, según
se infiere de la STS 7 julio 1992.
Llega a la conclusión final de que se
produjo por la juzgadora ad quo una
infracción de normas legales tanto sustantivas como procedimentales mediante una interpretación de las mismas
exagerada, rigorista, desproporcionada
y contraria a los criterios emanados de
la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que inequívoca e incuestionablemente ha deparado efectiva indefensión a la parte demandante, por lo que
con acogimiento del recurso acuerda
la anulación del auto impugnado y la
retroacción de las actuaciones al momento inmediatamente anterior a la ce­
lebración de la audiencia previa. q
Procuradores
Nº 77/Diciembre 2008
mandatario puede nombrar sustituto
aun sin el conocimiento –y, por ende,
sin el consentimiento– de éste a aquél
(arts. 1727 CC y 25.1 LEC)”. Continúa
manifestándose en la resolución que
la única consecuencia que tiene para
el mandatario la falta de autorización
del mandante para nombrar sustituto
es que en tal caso habrá de responder
de la gestión del sustituto. Recuerda la
sentencia comentada que la aplicación
del art. 1721 del CC a la ­representación
Jurisprudencia
P
ARTE la sentencia del reconoci­
miento de lo prevenido por el artículo 414 de la LEC 1/2000, que
establece que si las partes en la audiencia previa no comparecieran personalmente ni otorgaran poder al procurador
para poder renunciar, allanarse o transigir, se les tendrá por no comparecidas a
la audiencia; pero nos dice que también
es cierto que el art. 438.3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, 6/1985, de 1
de julio, establece de modo inequívoco
que “en el ejercicio de su profesión los
procuradores podrán ser sustituidos por
otro procurador”. A su vez, el art. 29
del Real Decreto 1281/2002, de 5 de
diciembre, por el que se aprueba el Es­
tatuto General de los Procuradores de
los Tribunales de España, establece y
desarrolla esa facultad de sustitución,
que se supedita a varios requisitos, entre los que no se alude al consentimiento del otorgante del poder para la de­
signación de sustituto, y tampoco a que
el procurador que efectúe la diligencia
o asista a la actuación de que se trate
deba figurar en el poder obrante en las
actuaciones. “Se puede pensar que el
origen de esta ausencia de consentimiento de la parte representada se debe
sobre todo a una situación anómala,
ni prevista ni querida, pero debido a la
relación de confianza que debe unir a
la parte con su representante, y a que
el nombramiento del procurador es intuitu personae, queda siempre a salvo
el derecho de la parte otorgante del poder para revocarlo, supuesta su disconformidad con lo realizado por el sustituto que hubiera sido designado”.
Continúa la sentencia recordándo­
nos que cabe destacarse que en la economía de la LEC 1/2000 no se regula
explícitamente la sustitución del pro­
curador, que no se prohíbe, pero lo
que sí hace expresamente (art. 27 LEC)
es remitir, en materia de apoderamiento, al derecho supletorio constituido
por la disciplina del contrato de mandato, y a la luz de lo prevenido en el
art. 1721 CC el mandatario puede nombrar sustituto si el mandante no se lo
ha prohibido. “En consecuencia, en aplicación de la normativa vigente, no es
necesario poder especial para la sustitución (art. 25. 2, 2 LEC) y a salvo
expresa prohibición del poderdante, el
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