Tema III: “Movilidad de las prestaciones jubilatorias. Particularidades del sistema de capitalización" Jubilaciones y pensiones móviles. 82% móvil. y algunas precisiones terminológicas Jorge García Rapp 1. La litigiosidad del sistema previsional 1.1. causas (descripción del problema). Las causas que originan la litigiosidad del sistema previsional, han sido esencialmente tres: A. La determinación del haber inicial B. Topes máximos en los haberes C. Movilidad de las prestaciones otorgadas 1.2 Situación actual Hasta la salida de la convertibilidad, en enero de 2002, las solicitudes de reajuste que se deducían, -si bien habían disminuido notoriamente-, estaban centradas en el cuestionamiento a la determinación del haber inicial en virtud de leyes anteriores. Los planteos por la existencia de topes que afectaban el monto de las prestaciones habían disminuido sustancialmente, y además en la ley 24.463 se establecieron pautas en relación a un tope máximo de las prestaciones, así como el método de deducción para las que superen un determinado monto. (art.9). Las prestaciones a otorgarse después de la sanción de la ley y en virtud de leyes anteriores a la ley 24.241 tendrán el tope máximo establecido en la ley respectiva. La mayor cantidad de demandas por reajuste del haber, se promovieron durante los años 1990 y 19921, luego del período de hiperinflación, época en la cual los índices aplicados eran notoriamente inferiores a los que determinaba como legales la Justicia del fuero. El 80% de los juicios por reajustes, promovidos con anterioridad a la salida de la convertibilidad se fundamentan en un “error en el haber inicial.” Pero el supuesto “error” surgía de la aplicación de las normas que regulaban el empleo de los índices. 1 más del 61% del total de las demandas iniciadas. Un número importante de casos están basados en lo que la justicia denominó “el manipuleo de los índices”. Las prestaciones se actualizaban en función del índice surgido de la Encuesta General de las Remuneraciones y este índice crecía muchos menos que otros (Costo de vida; índice del Peón Industrial etc.). Los Tribunales ordenaban recalcular los haberes en función de dichos índices2. Los grandes “picos” de iniciación de juicios están vinculados con beneficios otorgados en períodos de alta inflación, etapas en las cuales la elaboración y aplicación de los índices utilizados para determinar el “haber inicial” jugaron un papel preponderante a la hora de producir litigiosidad. Situación procesal existente a la sanción de la ley 24.241 PORCENTAJE 22,51 % 24,18 % 14,15 % 37,58 % 01,22 % 00,36 % JUICIOS INICIADOS Entre 1980 y 1987 Entre 1988 y 1990 1991 1992 1993 1994 A partir del año 2002, resurge la problemática de la movilidad de los haberes previsionales, acompañando los índices inflacionarios que comenzaban a aparecer. Por último, a partir de la sentencia dictada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el caso “Sanchez”, que reemplaza los criterios sostenidos hasta ese momento por el Superior Tribunal en el caso “Chocobar”, resurge un creciente aumento del número de las demandas promovidas. “El caso "Chocobar" obró como una suerte de dique de contención para las aspiraciones de la clase pasiva de mantener en relativa equivalencia el monto de sus beneficios previsionales, con relación a la realidad económica imperante; recordemos que entonces sólo se reconoció un ajuste total del 13,78% para el lapso involucrado (01/04/91 al 31/03/95)”3. En “Sanchez” la Corte dejó de lado la construcción que había elaborado en "Chocobar", y estableció que por el período 01/04/91-30/03/95 todo ajuste por movilidad debía llevarse a cabo según las variaciones del I.N.G.R. Luego de la sentencia dictada en “Sanchez”, que limitó la movilidad hasta la sanción de la ley de solidaridad, las tres salas de la Cámara Federal de la 2 En 1993 se recompone dicho índice y se aplica un reajuste en forma masiva sobre las prestaciones existentes (jubilaciones y pensiones) que se abona con los conocidos BOCONES (Bonos de Consolidación Previsional leyes 23982 y 24130). 3 “Movilidad jubilatoria. El caso "González, Elisa" y sus nuevas pautas”. Nilsson, Eloy A. - Picone, Javier B. LA LEY 23/08/2005, 3 Seguridad Social dictan sentencias -con diferentes criterios en cuanto a los índices de movilidad utilizados-, y sobre la aplicación y alcances de la doctrina del fallo Sanchez4, que dispuso que luego de la sanción de la ley de convertibilidad “…se mantenga el ajuste por movilidad hasta el 30 de marzo de 1995, según las variaciones registradas en el índice del nivel general de remuneraciones.”, esto es hasta la vigencia de la ley de solidaridad. 2. Movilidad de las prestaciones 2.1 La situación con el régimen de las leyes 18.037 y 18.038 El artículo 53 de la ley 18.037, establecía para los trabajadores en relación de dependencia, que “los haberes de las prestaciones serán móviles, en función de las variaciones del nivel general de remuneraciones”. La Secretaría de Seguridad Social tenía a su cargo determinar las variaciones indicadas y a tal fin realizaba una encuesta permanente “ponderando las variaciones producidas en cada una de las actividades significativas, en relación al número de afiliados comprendidos en ellas”. Para los trabajadores autónomos, el art.38 de la ley 18.038 fijaba la movilidad de los haberes como un coeficiente de las variaciones de los montos de las categorías de los autónomos. 2.2. La movilidad entre el 1° de abril de 1991 y el 31 de marzo de 1995 Con la sanción de la ley 23.928, se dejaban sin efecto los aumentos generales periódicos de las remuneraciones de los activos y por lo tanto también la de los pasivos, además al suprimir todo mecanismo de actualización monetaria o repotenciación de créditos, de alguna manera deja de tener aplicación el mecanismo del art. 53 de la ley 18.037 (t.o. 1976). Llevada esta cuestión a sede judicial, la Corte Suprema de Justicia de la Nación5 sostuvo que, corresponder declarar la invalidez constitucional de la norma examinada y a los efectos de preservar satisfactoriamente la garantía de orden superior vulnerada, ordenar que por el período transcurrido desde el 1º de abril de 1991 hasta el 31 de marzo de 1995, deberá ser aplicada, por cada año, una movilidad del 3,28% por ser esta variación de igual extensión cuantitativa que las experimentada por el AMPO, estimado por las resoluciones de la SSS Nº 9/94, 26/94 y 171/94, hasta que comenzó a regir el nuevo régimen instituido por el artículo 7º, inciso 2º, de la ley 24.463. Con lo cual, al concluir el aludido período la movilidad acumulada asciende a un 10,17%, que sumado, a la variación que 4 Las Salas I y II consideran que la movilidad alcanza las prestaciones otorgadas bajo la vigencia de la ley 24.241 5 Autos CHOCOBAR, Sixto Celestino c/CNPEySP s/reajuste por movilidad. experimentó el AMPO durante la vigencia de la ley 24.241 arroja un total para el lapso 1-04-91 al 31-03-95 del 13,78%.6 2.3. Las leyes 24.241 y 24.463 El artículo 32 de la ley 24.241, en su versión original establecía que las prestaciones a cargo del régimen de reparto tendrían la movilidad que surgía de la variaciones producidas entre dos estimaciones consecutivas del AMPO, desechándose las que implicarán una disminución del haber. Con la reforma introducida en el artículo 32, por la ley 24.463, se establece que “Las prestaciones del Régimen Previsional Público tendrán la movilidad que anualmente determine la Ley de Presupuesto conforme el cálculo de recursos respectivo.” La ley de solidaridad, 24.4637, dispone en su artículo 7, una clara división en la movilidad de las prestaciones: a. Por períodos anteriores a la promulgación de la ley. a.1. prestaciones correspondientes a períodos anteriores al 1.4.1991 se ajustarán con el índice definido en el anexo 1 de la ley a.2. prestaciones correspondientes a períodos comprendidos entre el 1.4.1991 y la fecha de promulgación de la ley 24.463, según las pautas aprobadas por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación. b. Por períodos a partir de la vigencia de la misma. Las prestaciones de los sistemas públicos tendrán la movilidad que anualmente determine la ley de presupuesto 6 Estimación del impacto de un eventual reajuste conforme al fallo Chocobar. Sobre un total de aproximadamente 3.340.000 beneficiarios el universo potencial es de 1.721.000 casos. PORCENTAJE DE INCREMENTO; 10,17% HABER PROMEDIO: $ 311,27 INCREMENTO(10,17%): $ 31,66 MONTO MENSUAL: $ 54.497.535 MONTO ANUAL (13 mensualidades): $ 708.467.961 7 La ley 25.372 incorpora como art.7 bis el siguiente: “No se entenderán como movilidad las reliquidaciones por rectificación que deban efectuarse en el haber de la prestación de las jubilaciones y pensiones, cuya causa fueren errores materiales y/u omisiones producidos por la ANSeS y/o la repartición de origen”. (BO 28.12.2000) 3. Algunas precisiones terminológicas Resulta necesario efectuar algunas precisiones respecto de vocablos recurrentemente utilizados en esta materia, y así, comenzar algún análisis preliminar sobre los últimos fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y en la Cámara de la Seguridad Social, y sobre el impacto que los mismos tendrán en la normativa vigente, y particularmente sobre los fondos utilizados para abonar las prestaciones del sistema público de pensiones. Esta necesidad de efectuar alguna precisión terminológica, nos sitúa frente a los términos: “solidaridad”, “equidad”, “Igualdad”, “movilidad” y “proporcionalidad”. 3.1 Solidaridad y equidad Este cometido respecto a los términos solidaridad y equidad, fue realizado con la solvencia y claridad que caracterizan los textos del doctor Walter Carnota, en los que se ocupa tanto de la previsión social como de las garantías constitucionales que rodean a la misma8. Es cierto que la Constitución no va a definir por sí misma estas nociones. Pero si dará “el contexto, el marco y el ámbito donde estas ideas deben moverse, y descartar otros escenarios hermenéuticos alternativos”. Sostiene respecto a “solidaridad”, que se había dicho respecto a ley de solidaridad previsional: “la concepción de solidaridad que anima a la ley...no es la tradicional que se ha barajado en esta disciplina. Históricamente, en seguridad social la solidaridad importó una concepción ‘inter-generacional’: los actuales trabajadores activos sufragaban con su aporte a los pasivos, y así sucesivamente. Por el contrario, la solidaridad aquí mentada se circunscribe pura y exclusivamente al universo de los presentes jubilados”9. Y en relación a “equidad”, que “remite a la justicia del caso concreto, a mitigar el rigorismo de una solución general y omnicomprensiva que prescinde del dato individual.” 3.2 Igualdad ante la ley En el artículo 16 de la Constitución Nacional encontramos el principio expresamente establecido, “Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad”, y mayor claridad “Equidad, carácter contributivo y solidaridad”. Carnota, Walter F.. Ponencia Oficial presentada ante el II Congreso Argentino de Previsión Social, ciudad de Córdoba, noviembre de 2002. 9 “Ley de Solidaridad Previsional Comentada”, Buenos Aires, 1995, p. 15. Carnota, Walter F. 8 aún, nos brinda la formula utilizada por la Corte para definir el concepto, “La ley debe ser igual en igualdad de circunstancias”10. La igualdad ante la ley no es otra cosa que el derecho a que no se establezcan excepciones o privilegios que excluyan a unos, de los que se les concede a otros en iguales circunstancias. La verdadera igualdad consiste en aplicar la ley según las diferencias que constituyen y caracterizan los casos en análisis. La Corte Suprema de Justicia en una sentencia del 28/7/05, en autos “Gemelli, Esther Noemí c/ ANSeS s/ reajustes por movilidad”, y ahora, en relación con los docentes jubilados bajo la vigencia y aplicación11 de la ley 24.016, dijo: “…la ley 24.463 tampoco deroga expresamente el estatuto aplicable a los docentes, sin que pueda admitirse el alcance que la apelante pretende dar a la fórmula genérica referente a las disposiciones que se le opongan, habida cuenta de que vino sólo a reformar el sistema establecido por la ley 24.241, sin afectar a otros regímenes especiales y autónomos, los cuales se mantienen plenamente vigentes, como el que rige la causa. Por otra parte, tal interpretación contraría el principio según el cual la ley general no deroga a la ley especial anterior salvo expresa abrogación o manifiesta incompatibilidad, situación que no se configura en el ceso (Fallos: 305:353; 315:1274).”12 Y agregó que: “… es dable afirmar que el régimen jubilatorio de la ley 24.016 ha quedado sustraído de las disposiciones que integran el sistema general reglamentado por las leyes 24.241 y 24.463, con el que coexiste, manteniéndose vigente con todas sus características, entre las que se encuentra su pauta de movilidad, por lo que corresponde confirmar el pronunciamiento apelado con tal alcance” . Sin perjuicio de lo dispuesto por la Corte, coincidimos con parte de la doctrina que considera “exagerado pensar que la ley 24.016 vaya a quedar afuera del Sistema de Reparto Asistido establecido en los dos primeros artículos de la ley 24.463, o que le sea inaplicable la tabla de haberes máximos del art. 9 que está construida para afectar a los haberes de las leyes especiales (24.016, 24.018, 22.731, 22.929, 22.955 y otras)”, y que la Corte está hablando aquí, únicamente de la movilidad especial de la ley 24.01613. 10 Fallos 312:826. 200:428; Manual de la Constitución Argentina. Joaquin V. Gonzalez. La Ley. Pág.70. 11 Nótese que la aplicación de la normativa nacional para los docentes surgirá del cumplimiento de las normas de reciprocidad, es decir que hubieran efectuado la mayoría de los servicios con aportes al régimen nacional, si es que luego y por imperio de las transferencias efectuadas en el sistema educativo realizan aportes en ámbito provincial. (art.168 ley 24.241) 12 Respecto a la vigencia de la ley 24.016, ya se había dicho que la ley 24.241 no derogó a la ley especial, ni explícita ni tácitamente, pues no contiene ninguna cláusula especial que la deroge, y tampoco la considera derogada por el decreto 78/94, pues dicha norma ha sido declarada inconstitucional por la propia Corte (caso Craviotto). 13 “La movilidad previsional en relación con los fallos Chocobar, Sánchez, Gemelli, Siri, Andino y González.” Jáuregui, Guillermo J. TXV. Pagina 355. El fallo comentado agrega que: “…esa misma ley establece que el haber jubilatorio del personal docente será equivalente al 82 % móvil de la remuneración mensual, porcentaje que el Estado debe asegurar, con los fondos que concurran al pago, cualquiera que sea su origen (art. 4, último párrafo), y sólo por excepción y por el lapso de cinco años –a partir de la promulgación de la ley – los montos móviles debían ser del 70%”14. En realidad, antes de este fallo, en autos “Casella, Carolina c/ ANSeS s/ Reajuste por movilidad”, C.415 XXXVII. R.O., la Corte había sostenido la inaplicabilidad de la 23.928 en estatutos especiales como el de la ley 22.955, pero si consideró aplicable la ley de solidaridad, vigente a partir del 30 de marzo de 1995. En relación al término “igualdad” y los regímenes especiales debemos recordar que la propia Corte ha señalado que la coexistencia de un régimen previsional de alcance general y de otro con características especiales no suscita reparos constitucionales, toda vez que el principio de igualdad consagrado en el art. 16 de la Constitución Nacional consiste en que no se establezcan excepciones o privilegios que excluyan a unos de los que se concede a otros en iguales circunstancias. (Fallos: 285:155; 310:849, 943; 311:394). También es cierto que los docentes alcanzados por la vigencia del régimen especial efectuaron aportes diferenciales superiores a los del régimen general, pero no existe evidencia de que se hubieran realizado cálculos actuariales que demuestren que con los dos puntos porcentuales adicionales se logra financiar la prestación prometida por la norma. Además esos aportes se efectuaron a sistemas financiados por el método de reparto, no fueron capitalizados, ni se efectuaron reservas matemáticas. Por último deberíamos preguntarnos si no afecta el principio de igualdad, la circunstancia fáctica de que las prestaciones del régimen general, -que en un número que excede el 70% del total de beneficiarios perciben la jubilación mínima, y las prestaciones de estos regímenes especiales, se financian con los mismos fondos. Fondos que solo en algo más de un tercio provienen de aportaciones contributivas, otro tercio de impuestos con afectación específica, y algunos que gravan el consumo de los ciudadanos excluidos del sistema por falta de aportes regulares. Y por último, y aquí lo verdaderamente cuestionable la restante porción con aportes del Tesoro, aportes que también se utilizan para financiar el aumento a la prestación mínima que abona el sistema público. Cierto es que se financiarán, como ha sostenido la Corte, con los fondos que concurran al pago, cualquiera que sea su origen. 14 De cualquier manera la ANSeS había establecido el suplemento creado por el decreto 137/05 con el cual se benefician los docentes provinciales o municipales incorporados al SIJP por vía del Pacto Federal. Este suplemento asegura el 82% del sueldo del último cargo docente, pero no tendrá ninguna movilidad posterior. 3.3. Movilidad En relación al término movilidad es tal vez respecto del cual más se haya dicho en la jurisprudencia del fuero, y en especial el más alto Tribunal se ha ocupado de acercar precisiones, ante la insuficiencia del texto del artículo 14 bis que solo establece que las jubilaciones y pensiones serán móviles. Esta ausencia de definición del concepto de movilidad, que para otros autores solo constituye un texto abierto más no insuficiente, sirvió de fundamento para el voto de la mayoría en el caso “Chocobar” Se ha dicho que de los debates de la convención surge que se trata de una movilidad periódica y ascendente para mantener un monto ajustado al incremento del costo de la vida15. Y que “si bien, entonces, de la gramaticalidad del segmento ‘jubilaciones y pensiones móviles’ no se desprende directamente el método a seguir para alcanzarla, la discusión de los constituyentes indica que se tuvo en cuenta decisivamente el factor costo de vida para su inclusión.”16 Pero indudablemente ha sido la jurisprudencia de la Corte Suprema, la que ha precisado que la movilidad debe arrojar un haber que resulte razonablemente proporcional al que percibiera el jubilado si continuara en actividad. En la sentencia dictada en el caso “Chocobar, Sixto Celestino c/ Caja Nacional de Previsión para el Personal del Estado y Servicios Públicos s/Reajuste por Movilidad”, la Corte Suprema “desenganchó” el haber de pasividad, con el percibido en la actividad. Sin embargo, en este fallo que fuera motivo de críticas por la doctrina, y que además tuviera las disidencias de los doctores, Petracchi, Belluscio, Bossert y Fayt, se declaró la inconstitucionalidad del art. 7 apartado 1 inc.b) de la ley 24.463. Es decir que se rechazaron las argumentaciones del organismo previsional, que había sostenido que no correspondía “repotencialización” alguna en virtud de la vigencia de la ley 23.92817, en virtud del carácter de orden público de la ley de solidaridad18. Fue la propia Corte la que ordenó aplicar una movilidad por cada “Principios constitucionales del derecho del trabajo (individual y colectivo) y de la seguridad social en el art. 14 bis”, Bidart Campos, German, T.y S.S. 1981-484. 16 ”¿Es la movilidad previsional un concepto constitucionalmente indeterminado? Lecciones de la Teoría Constitucional después de ‘Chocobar’ “. Carnota, Walter F.”, E.D. 175-898. 17 Ley de convertibilidad vigente a partir del 1.4.1991. 18Se ha destacado el doble error en el planteo, ya que ni el orden público puede habilitar la prelación de la ley respecto del art.14 bis de la C.N. y tampoco puede equipararse movilidad con repotencialización. “Normas Constitucionales y legislación regulatoria en materia de Jubilaciones y pensiones.” Beatriz L. Alice, en “ECONOMIA, CONSTITUCION Y DERECHOS SOCIALES”. Buenos Aires. EDITORIAL EDIAR. Pagina 55. 15 año de 3,28% entre la vigencia de la ley de convertibilidad y el 31.3.95 19, en una creación pretoriana. Luego en fallos posteriores se entendió que quedaba en manos del Congreso el establecimiento de la movilidad en los términos del segundo párrafo del art.7 referido.20 Recientemente el Alto Tribunal modifico el criterio asumido por la mayoría en “Chocobar”, y sostuvo: “…resulta pertinente agregar que esta Corte ratifica los principios básicos de interpretación sentados acerca de la naturaleza sustitutiva que tienen las prestaciones previsionales y rechaza toda inteligencia restrictiva de la obligación que impone al Estado otorgar "jubilaciones y pensiones móviles", según el art. 14 bis de la Constitución Nacional y los fines tuitivos que persiguen las leyes reglamentarias en esta materia. Los tratados internacionales vigentes, lejos de limitar o condicionar dichos principios, obligan a adoptar todas las medidas necesarias para asegurar el progreso y plena efectividad de los derechos humanos, compromiso que debe ser inscripto, además, dentro de las amplias facultades legislativas otorgadas por el art. 75, inc. 23, de la Ley Fundamental, reformada en 1994, con el fin de promover mediante acciones positivas el ejercicio y goce de los derechos fundamentales reconocidos, en particular, a los ancianos”. (CSJN S. 2758. XXXVIII. Sánchez, María del Carmen c/ ANSeS s/ reajustes varios) Respecto a la facultad delegada en el Congreso, se dice “…la Constitución Nacional exige que las jubilaciones y pensiones sean móviles, aunque no establece un sistema o mecanismo especial para hacer efectiva dicha exigencia, por lo que es atribución y deber del legislador fijar el contenido concreto de esa garantía teniendo en cuenta la protección especial que ha otorgado la Ley Fundamental al conjunto de los derechos sociales.” Como hasta la sanción de ley 24.463, y desde la vigencia de la ley de convertibilidad, no existía movilidad alguna, se agregó: “…y disponer que se mantenga el ajuste por movilidad hasta el 30 de marzo de 1995, según las variaciones registradas en el índice del nivel general de remuneraciones.”, esto es hasta la vigencia de la ley de solidaridad. Se omitió hacer referencia a la movilidad por el período posterior a la vigencia de la ley de solidaridad, y esto abrió la posibilidad para que los tribunales inferiores ensayen soluciones para cubrir el vacío; así en junio de 2005, la Sala I de la Cámara Federal de la Seguridad Social, en autos “González, Elisa Lucinda c/ANSeS s/reajustes varios”, dispuso que la movilidad después del 1.3.95, -sin declarar la inconstitucionalidad del art.7, in fine, de la ley 24.463-, debía efectuarse 19 La aplicación retroactiva del art. 7 apartado 1 de la ley 24.463, es congruente con la ley 23.928 (considerando 44), declarando inconstitucional el ap. 1 inc. b) de dicho artículo (considerando 47), reconociendo una movilidad para el período 1/4/91 al 31/3/95 del 13,78 % (conf. considerando 48). 20 Fallos: 322:2226. “Heit Rupp, Clementina” aplicando los criterios del fallo Sánchez, mientras que el Congreso no se expida sobre la movilidad. Y a tal fin instrumentó un sistema de reajuste en donde empalmó la Encuesta General de Remuneraciones, el AMPO-MOPRE y el CVS21. Luego dictaron fallos similares las Salas III y II, en autos "SIROMBRA, Lucila Elvira c/ ANSES s/ Reajustes varios" CFSS, Sala III, sent. 109702, 14.09.05 22, y “ORTINO, José Angel c/ANSES s/ Reajustes varios” CFSS, Sala II, 17/10/05 23, en los que utilizaron el Promedio de remuneraciones declaradas al SIJP. 3.4. Proporcionalidad Como se indicó antes, la Corte, a través de su jurisprudencia, ha puntualizado que uno de los principios básicos que dan sustento al sistema previsional, es el de la necesaria proporcionalidad que debe existir entre el haber de pasividad y el de actividad, y que este principio responde a la naturaleza sustitutiva que se le reconoce al primero respecto del segundo. La CSJN ha señalado que es de incumbencia del legislador reglamentar el art. 14 bis de la Constitución nacional y establecer el modo de hacer efectivo ese derecho a partir de la vigencia de la normativa que sancione, teniendo en cuenta la protección especial que ha otorgado la ley fundamental al conjunto de los derechos sociales (conf. causa S. 2758.XXXVIII, "Sánchez", C.S.J.N. 17-V-2005 – voto de la mayoría- considerando 4º), pero sin que pueda invocarse un derecho adquirido a que el haber siga siendo determinado para el futuro por las mismas reglas vigentes al tiempo del cese en la actividad ("Fallos": 308:885; 311:1213; 320:2825; y más recientemente: in re C.415.XXXVII, "Cassella, Carolina c/ANSeS s/reajustes por movilidad", sent. de 24-IV-2003 citado). En el caso “Sanchez” citado, en el voto de la mayoría, que vuelve a los criterios tradicionales de la doctrina de la Corte sobre la razonable proporcionalidad de los haberes previsionales con relación a los sueldos de los activos, se la condiciona a las posibilidades presupuestarias (voto del Dr. Maqueda). Reiteradamente -al examinar las normas que impusieron topes al monto de los beneficios o de regulaciones que modificaron el régimen de movilidad de las prestaciones- la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires, ha fijado en el 33% de la remuneración del personal en actividad el umbral que convierte a la reducción en confiscatoria y por ende inconstitucional (cfr. causa I. 1124, "Lombas 21 Este ajuste equivale a multiplicar por 3 (1,64 x 1,27 x 1,42) un haber de marzo de 1991, vale decir que representa un incremento en los haberes de la ley 18.037 del 200%. “La movilidad previsional en relación con los fallos Chocobar, Sánchez, Gemelli, Siri, Andino y González.” Jáuregui, Guillermo J. TXV. Pagina 355. 22 (RJP, TXV, PAG. 699). 23 (RJP, TXV, PAG. 705). González", sent. de 13-VIII-1985, "Acuerdos y Sentencias", 1985-II-441, entre otras).24 Así, se ha dicho que no hay pautas constitucionales que traduzcan en cifras la proporcionalidad originaria y sucesiva entre el haber en actividad y el de la prestación previsional. Es a partir de allí que resulta útil determinar a partir de que suma un beneficio ha dejado de guardar relación proporcional, y es aquí donde la pauta de la jurisprudencia en materia impositiva se aplicaba a la materia jubilatoria, es decir que la pauta del 33% que hacia que las contribuciones se reputaran confiscatorias y por lo tanto inconstitucionales, se aplicó las jubilaciones y pensiones para considerar la reducción inconstitucional25. La limitación del quantum del beneficio al que el jubilado o pensionado tiene derecho conforme la ley que rigió el otorgamiento de la prestación debe ser razonable. Y en el marco señalado, habrá que analizar si la reducción –acreditada su existencia- constituye una afectación irrazonable y confiscatoria de su derecho de propiedad. A partir de 1983, la Corte Nacional ha sostenido que el porcentaje de reducción debe ser más bajo, y en algunos casos agregó que el porcentaje debe disminuir sensiblemente. Así, se sostuvo, que “En virtud de haberse comprobado el perjuicio concreto que ocasionó la aplicación del sistema de topes, corresponde confirmar la sentencia de cámara que declaró la inconstitucionalidad, en el caso, del art. 55 de la ley 18.037, en el supuesto de que se provocara una merma superior al 15% respecto de los haberes calculados de acuerdo con el fallo que había dispuesto el reajuste del haber de la prestación”. “Actis Caporale, Loredano Luis Adolfo c/ INPS - CNPICAC s/ reajustes por movilidad.” C.S.J.N., A. 403. XXXII, 19/8/99. En el caso fallado por la Suprema Corte provincial, en el voto de la minoría se afirma “que el contenido económico del beneficio previsional no queda revestido de la misma incolumnidad que la que es inherente al status jubilatorio, en tanto puede ser variado por razones de interés público, bien que observando cierto resguardo constitucional, desde que esa variabilidad no puede llegar a la arbitrariedad o la confiscatoriedad (doct. I. 1165, "García", sent. de 24-IV-1986). En ello no ha hecho más que tener presente la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que, con reiteración ha interpretado que la inalterabilidad del derecho a los beneficios jubilatorios una vez acordados no obsta a que las leyes pueden válidamente reducir la cuantía de la prestación, en la medida en que exigencia superiores de una política salvadora de su propia subsistencia o su 24 Cita del voto de la minoría en Autos "GASPES Juan Manuel y Otros contra PROVINCIA DE BUENOS AIRES. Inconstitucionalidad Ley 11.761" Causa I-1.985. y "DONNARUMMA, Enrique contra PROVINCIA DE BUENOS AIRES. Inconstitucionalidad Ley 11.761" Causa I1.888. Mayo/junio de 2005. 25 Bidart Campos, German José. “Tratado Elemental de Derecho Constitucional Argentino”. Tomo I. Pagina 435. desenvolvimiento regular así lo requieran, y siempre que la disminución no resulte confiscatoria o arbitrariamente desproporcionada (cfr. C.S.J.N., "Fallos": 173:5; 180:274; 192:359; 234:717; 258:14; 266:279; 295:441; 303:1155; 308:615; 315:800; 320:2825; 324:1177).”26 Sin embargo en el voto del Dr. Negri, que hizo la mayoría en las mismas causas, (causa I-1.985 y causa I-1.888), se sostiene una novedosa postura en punto a la proporcionalidad y razonabilidad: “En forma reiterada... este Tribunal ha fijado en el 33% de la remuneración del personal en actividad el umbral que, transpuesto, convierte a la reducción en confiscatoria y por ende en inconstitucional (doct. causas I. 1124, "Lombas González", sent. del 13-VIII-1985, "Acuerdos y Sentencias", 1985-II-441, entre muchas otras).” Agrega, “Mas en mi opinión, la comprobación de la existencia de vicio constitucional no queda asociada necesariamente con tal guarismo, menos aún en el caso en tanto las modificaciones al régimen de determinación del haber de los actores no ha sido prevista como una suspensión temporaria del goce de los derechos previsionales, sino como una privación o restricción definitiva de aquel derecho que había quedado incorporado al patrimonio de los beneficiarios a partir de que cumplieron los requisitos para acceder a la prestación conforme las leyes vigentes al tiempo de cesar en la actividad. Toda restricción o supresión del derecho adquirido conforme la ley que rigió el caso implica una violación al derecho de propiedad (arts. 10 y 31 de la Const. prov.). Para finalmente afirmar que: “Y si bien se ha fijado en el 33% de la remuneración del personal en actividad el umbral que, transpuesto, convierte a la reducción en inconstitucional, no puede concluirse invariablemente que la razonabilidad se identifique siempre con ese margen aritmético (ver mi voto en la causa I. 1065 citada).”27 4. Algunas ideas a modo de conclusiones El régimen de reparto y la solidaridad intergeneracional sirven de sustento para el cumplimiento de unos de los fines de la seguridad social, - o al menos de un primer pilar básico del sistema de seguridad social-, y es la redistribución. El objetivo de redistribución se ve fuertemente afectado por la existencia de regimenes especiales financiados con rentas generales e impuestos en alrededor del 50%. Parece consistente con un análisis que hace foco en la financiación de los sistemas especiales, el Proyecto de Ley sobre el Estado Judicial de magistrados, que propone –en base a un anteproyecto del Dr. Bernabé Chirinos- el financiamiento de especial y por fuera del régimen general durante toda la 26 27 Voto de la minoría en “Gaspes y Otros …“ citado Voto de la mayoría en “Gaspes Manuel y otros…” citado trayectoria de los magistrados, en actividad y pasividad, que tomara estado parlamentario durante 2004.28 Además, el reparto, como método de financiamiento, resulta de difícil conciliación con el concepto de proporcionalidad, más aún cuando este concepto no se encuentra asociado al de razonabilidad, y se sostiene que cualquiera sea el guarismo entre el haber de la pasividad y el de actividad, sería pasible de ser considerado existente el vicio constitucional. Financiar las prestaciones con un mecanismo de reparto, implica que debemos igualar en un horizonte anual, en el que igualaran los egresos por prestaciones y los ingresos del sistema, situación que limita y condiciona de por sí, la proporcionalidad. A partir del fallo en el caso “GONZALEZ” de la sala I de la Cámara Federal, y luego las otras dos salas, en “SIROMBRA” y “ORTINO” se han establecido variados índices de movilidad para su aplicación después del 1.4.95. Pero debemos esperar el criterio judicial definitivo al respecto, o bien aguardar un pronunciamiento del Poder Legislativo que ponga fin a esta situación. Algunas autores se apresuran a sostener que la doctrina que emana de la aclaratoria del caso “Sánchez”, y del precedente “Andino”29, demuestra que la Corte, está muy atenta a las consecuencias fiscales que, un abandono total y en todos los supuestos del caso “Chocobar”, generaría para las cuentas públicas. Hasta se ha sostenido, en una posición que no encontramos fundada, “…que el Alto Tribunal se recuesta demasiado en el organismo previsional, a los fines de la instrumentación del cambio de jurisprudencia. Como sin advertir que a partir de la ley 24.463 el proceso se bilateralizó, y que la ANSeS ya no es más poder público en defensa de los intereses de la comunidad, sino parte contraria, con intereses propios, conforme los términos concebidos por la ley 24.463”30. Sin embargo, otros sostienen que “la gravedad e importancia de los efectos de la movilidad sobre el presupuesto previsional, nos hace pensar que todavía no está dicha la última palabra en esta materia. El argumento económico y la plena vigencia de los arts. 1 y 2 de la ley 24.463, que condiciona la satisfacción de los derechos previsionales a la existencia de recursos presupuestarios, pueden ser utilizados para moderar los reajustes”31. 28 Senado 25.11.04. Sen.S 4151. Senadores Conti, Salvatori, Capitanich y Piccheto. “Andino, Basilio Modesto c/ ANSeS s/ reajustes varios”.Corte Suprema de Justicia de la Nación, 9/8/05. Se rechaza la aplicación del caso “Sanchez” en virtud de a cosa juzgada. 30 “Sánchez II y Andino: Premoniciones confirmadas en torno de la movilidad previsional”. Alberto A. Calandrino y Guillermo A. Calandrino. RJyP TXV, Pag. 394 31 “La movilidad previsional en relación con los fallos Chocobar, Sánchez, Gemelli, Siri, Andino y González.” Jáuregui, Guillermo J. RJyP. TXV. Pagina 355. 29 La propia Corte Nacional, en el voto del Dr. Maqueda que compone la mayoría, en el caso “Sanchez”, ha introducido la limitación de las posibilidades presupuestarias. En España, el Tribunal Constitucional ha tenido oportunidad de expedirse acerca de la cuestión de los derechos adquiridos y la posibilidad de que los haberes de jubilaciones y pensiones sean reducidos, -convalidando este procedimiento-, utilizando similares criterios a los sostenidos en doctrina, distinguiendo entre status jubilatorio y haber de la prestación: “Los afiliados a la seguridad social no ostentan un derecho subjetivo a una cuantía determinada de las pensiones futuras.” STC. Sentencia 134/1987, del 23.7.198732. Así ha dicho que las prestaciones deben ser “suficientes en situaciones de necesidad”, no “proporcionales” derivadas de “acuerdo contractual”33. El nivel de las prestaciones que abona un sistema público no debe atender a una pauta preestablecida, como si estuviéramos frente aun contrato, sino a la distribución de los fondos existentes y afectados a ese propósito, conforme lo disponga el legislador, quedando sujeta la decisión legislativa a una distribución igualitaria y solidaria, y que las prestaciones resulten suficientes para cubrir las contingencias. En nuestro país, el presente contexto, en el cual las prestaciones mínimas que abona el sistema público son las que han tenido revalorización frente a la inflación desde la salida de la convertibilidad34, y que provoca un “achatamiento” respecto a las prestaciones que superaban la prestación mínima, impone adoptar algún mecanismo para limitar la previsible litigiosidad que parece ganar terreno en estos últimos meses. La solución deberá provenir del poder Legislativo, por expreso mandato constitucional, no es el derecho judicial el que construirá la respuesta, se requiere la actividad del poder legislativo -y del poder ejecutivo en su caso-, a través de una normativa adecuada35. “La doctrina del Tribunal Constitucional en materia de Serguridad Social”. Editorial CISS. Madrid. marzo 1996. Página 296. 33 STC Sentencia 65/1987, del 21.5.1987. 34 desde un monto cercano a los $150 se ha llevado el mínimo a $470. Y el resto de la prestaciones un 10% a partir del mes de mayo del corriente año 35 si la pauta de movilidad debe ser de carácter legal y contractual, es una cuestión no debidamente atendida en la jurisprudencia argentina en la materia. 32