¿Por qué no sirven las encuestas nacionales en Estados Unidos

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¿Por qué no sirven las encuestas nacionales en Estados Unidos?
Recientemente han sido publicadas numerosas encuestas en Estados Unidos sobre
la elección presidencial a celebrarse el próximo martes 2 de noviembre. Es una
elección tan competida como la de hace cuatro años, sólo que infinitamente más
polarizada como consecuencia de las diferencias -en particular- de los temas de
seguridad nacional y política exterior entre republicanos y demócratas.
No por eso las diferencias en posiciones respecto a impuestos, salud pública
o política económica son menores, pero son los que menos polarizan.
El problema con las encuestas que se difunden en medios es que estos
estudios presuponen una elección de voto directo donde quien obtiene más votos
resulta el candidato ganador. Pero, el sistema electoral estadounidense es de
elección indirecta donde cada estado cuenta con un número de votos electorales.
Salvo tres estados que podrían dividir sus votos (Colorado, Maine y
Nebraska), el ganador del estado se lleva todos.
El número de votos depende del número de ciudadanos. Así tenemos que
California es el estado con más votos electorales (55 votos), seguido de Texas con
34, Nueva York 31, Florida 27, y así hasta llegar a los más pequeños como Alaska,
Delaware, o Maine con 3 cada uno. Sin duda, es una elección en la que para conocer
al ganador necesitamos las tendencias electorales por estado.
De hecho, ya en la del 2000 se dio el caso en el que el candidato demócrata
Gore ganó el voto popular, pero el candidato republicano ganó la mayor parte de
votos electorales. El caso no fue muy evidente porque la noticia de que la elección
se resolvió en tribunales fue más llamativa. Si esto volviera a suceder en esta
elección es muy probable que algunos sectores propusieran una reforma al sistema
electoral estadounidense.
Como resultado de este sistema electoral las encuestas agregadas a nivel
nacional no son de utilidad para poder estimar qué partido podría ganar la
elección.
Es necesario observar otros elementos: 1) los resultados por estado en
2000, 2) el factor Nader, 3) el cambio en el número de votos electorales por estado
de una elección a otra y 4) la volatilidad de estados con numerosos votos. En este
análisis se observa la ventaja del candidato republicano George W. Bush. Por lo que
lo hace al día de hoy el ganador más probable a diferencia del empate que plantean
las encuestas nacionales.
Estados demócratas en 2000, estados volátiles en 2004.
Un problema para los demócratas en 2004 es que en 2000 ganaron muchos
estados por una diferencia marginal de décimas de puntos porcentual. Esto hace a
estos poco predecibles. Wisconsin, Michigan, Iowa y Nuevo México, que fueron
demócratas hace cuatro años hoy se consideran campos de batalla y con la
posibilidad de irse del lado republicano.
Factor Nader
El tercer candidato en esta elección, a diferencia del 2000, probablemente
no pese tanto. Por un lado, debido a la polarización de la elección y por otro porque
se han hecho muy evidentes sus vínculos con el partido republicano. Hay más de
30 estados donde está registrado en la boleta, lo cual implica que habrá pérdidas
en el voto demócrata que si bien son en el margen, pueden ser decisivas para ganar
o perder un estado. El caso más claro de esto en 2000 fue precisamente Florida
donde los republicanos ganaron por 0.01% y Nader obtuvo 1.6%. Es decir, seguirá
siendo un factor que podría hacer ganar a los republicanos en estados muy
competidos.
Número de votos por estado
Los cambios en la concentración de población han hecho que estados
demócratas como Nueva York, Connecticut, Pennsilvania, entre otros, pierdan 9
votos electorales. Los únicos estados demócratas que ganaron un voto fueron
California y DC. Mientras que estados republicanos como Texas, Georgia, Carolina
del Norte, Arizona, entre otros ganen alrededor de 9 votos electorales. Los únicos
que pierden son Oklahoma y Missisipi. Esto hace un agregado de alrededor de 14
votos electorales a favor de los republicanos. La diferencia en 2000 fue de 278 a
260 a favor de los republicanos. Con esta nueva distribución electoral no hubieran
ganado sólo por 18 votos electorales sino por 32.
Ohio y Florida
Están en disputa dos estados con 20 y 27 votos electorales, Ohio y Florida
respectivamente. Ambos fueron republicanos en 2000 y si bien hoy día se
consideran campo de batalla no dejan de ser estados históricamente republicanos.
En las últimas 8 elecciones durante los últimos 30 años, los demócratas sólo han
ganado Ohio dos veces y Florida en tres ocasiones.
En conclusión, el candidato Republicano tiene más elementos a su favor y se
presenta como el ganador más probable. A diferencia de lo que dicen las encuestas
nacionales que señalan un empate en el voto popular.
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