LA DIALÉCTICA BASE EPISTEMOLÓGICA DEL

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Lorena Yepes Garzón LA DIALÉCTICA BASE EPISTEMOLÓGICA DEL PSICOANÁLISIS.
Toda epistemología, se ocupa de todas aquellas relaciones o interrelaciones que
afectan a las personas, sociedades, familia y todo componente social en el cual el
individuo interactúa constantemente en el trascurso de su vida.
Dadas las anteriores circunstancia nace el estudio del comportamiento del ser
humano, donde la ciencia encargada de estudiar la psiquis y el comportamiento
son las ciencias sociales en especial la psicología cuando se trata de
comportamientos del individuo.
En este sentido Paul de Bruney, (1974, p 39) afirma que la dialéctica es “un
proceso de negación porque niega las leyes de la lógica formal (identidad, no
contradicción, tercero excluido) en la medida en que las hipótesis y los hechos que
esta permite analizar son abstraídos del conjunto concreto que las supera (una
totalidad englobante). Ningún elemento, por ejemplo una proposición, es idéntico a
sí mismo desde el punto de vista de la dialéctica. La dialéctica niega lo que es
pura abstracción separada de lo concreto. Rehúsa todo lo que es estrictamente
sometido a las etapas del proceso”.
Y el psicoanálisis creado por Freud, busca el estudio del subconsciente de las
personas, esta parte del comportamiento humano no concibe lo bueno, lo malo,
actúa como un iceberg mental donde solo sale a flote en los momentos de crisis
de un individuo, o en el instante en que se siente acorralado, es decir, el sub
consiente de los humanos, guarda una información que sale a flote únicamente
cuando el ser consiente es bloqueado por alguna acción del hombre.
Es evidente entonces que la dialéctica es la base epistemológica del psicoanálisis,
en sentido es importante aclarar que la epistemología es teoría del conocimiento y
para el psicoanálisis se evidencia cuando se infiere que la posología general
existe, no porque haya una clase de conducta humana que no sea social, sino
porque el nivel de la teoría psicológica general supone hacer atracción de los
Lorena Yepes Garzón modelos de influencia de cada sociedad. En este sentido, cuando se construyen
hipótesis sobre el funcionamiento psíquico de las personas, que se ven reflejadas
en sus comportamientos, disruptivos no sin considerar por ejemplo, a que grupo
social pertenece el sujeto (etno), se evidencia como las interrelaciones internas y
externas que afectan al ser humano y su posterior conducta, para ser estudiadas
hay que tener muy claro conceptos de la dialéctica, que se puede considerar como
la episteme del psicoanálisis.
Es necesario aclarar que para Bruney, (1974, p 44) “el pensamiento dialectico
puede entonces definirse por su movimiento de totalización que es esencialmente
un movimiento progresivo- regresivo de apertura sobre lo concreto
en
transformación. <la dialéctica se da (…) la cohesión global, primordial de un
campo de experiencia en que cada elemento obra sobre los demás > el problema
es saber si esa totalidad es cerrada lo que parece incompatible con la esencia
misma de la dialéctica, o si ella es simplemente un campo abierto, no
completamente ordenado. Compuesto de:
<Estructuras semirigurosas (sic), y no una estructura rigurosa más bien de
una problemática más un sistema abierto de conceptos, que un sistema
cerrado>”
Tomando como base lo anteriormente mencionado la dialéctica trata de identificar
las reglas y formas de razonamiento y argumentaciones de las personas, frente a
una idea el discurso y la forma de ordenarlas, siendo estudiada o analizada desde
sus orígenes, para identificar claramente sus causas, que serán
el marco
conceptual del problema analizado o estudiado y poder crear la ruta y probar su
realización o no; por ello no es positivista, sino deductivo porque parte de ñp
general a lo particular.
Si bien es cierto que no hay un modelo rígido de causas y efectos en las ciencias
humanas, debido a que ellas dependen de una serie de elementos que afectan a
las personas, interna o externamente.
Lorena Yepes Garzón El investigador cuando usa la epistemología, adquiere un mayor conocimiento
cuando lo hace por separado y de forma pro indivisa sobre cada ser humano,
teniendo en cuenta
todos aquellos factores (sociales, como los religiosos,
políticos, científicos, económicos, entre otros factores propios de la vivencia del
individuo), en este sentido, este crea su propio modelo aplicando técnicas dirigidas
a ocultar todas aquellas alteraciones que están afectado a la persona producto de
las causas de conflicto social, vaga resaltar, la violencia entre las personas, el
abuso, la humillación, entre otros factores sociales.
El psicoanálisis creado por Freud, busca por medio del dialogo con el paciente,
encontrar los conflictos del subconsciente, es decir, el dialogo entre medico
(psicólogo) paciente es lo que permite una dialéctica con fines terapéuticos.
Al respecto BOHÓRQUEZ, Francisco, EL DIÁLOGO COMO MEDIADOR DE LA
RELACIÓN MEDICO – PACIENTE, (2004, p8) afirma que “como vimos no todas
los encuentros comunicativos son diálogos, un verdadero diálogo, conduce a un
entendimiento comprensivo y por tanto creativo. Una conversación es un
encuentro constructivo, donde es el modo de interacción el que propicia y permite
transformar el pensamiento de quienes interactúan. El diálogo posee una magia
que ayuda a esclarecer la mente de quienes dialogan y seguramente por ello la
conversación es la base del psicoanálisis y la educación. Lo generado en diálogo
no llega a surgir por efecto de monólogos o reflexiones en soliloquio; en el diálogo
surge un aprendizaje que se basa en alteridad y reciprocidad; hecho que
podríamos equivaler a comunión. En este sentido, GADAMER considera que la
conversación es un “verdadero diálogo” que intenta realmente conocer en
comunidad un determinado sentido y que constituye la forma original de la
dialéctica. La conversación se entiende como una estimulación recíproca de la
producción de ideas, y una especie construcción artística de la comunicación.
(…) GADAMER insiste en que el acuerdo en la conversación no es un mero
exponerse e imponer el propio punto de vista, sino una transformación hacia lo
común, una entrega donde ya no se sigue siendo lo que se era. La conversación
auténtica es fluir sin condición, no hay posibilidades de llevarla en una
Lorena Yepes Garzón determinada dirección, lo correcto es decir que entramos y nos enredamos en ella,
donde los dialogantes son más los dirigidos por ella que los directores de la
misma. La conversación es una creación a dos o más voces de una realidad en si
misma, es un hecho lingüístico a través del cual interpretamos, llegamos a
acuerdos no tanto porque entendemos una lengua, sino porque se atiende al otro;
cuando se da valor a sus puntos de vista, poniéndonos en su lugar (empatía), se
permite que consideremos al otro no como una individualidad (como sucede en la
relación médico-paciente convencional), sino como acto de sintonía donde él y yo
nos entendemos por qué nos asumimos como interlocutores dispuestos a hacer
valer en sí mismo lo extraño y lo diverso recíprocamente. Se habla entonces de
conversación hermenéutica cuando una de las partes sólo puede llegar a hablar a
través de la otra parte, donde además de un lenguaje común, se requiere que el
tema sea la expresión de la cosa común de ambos; siendo el lenguaje el medio en
que se realiza la comprensión misma y la forma de la realización de la
comprensión es la interpretación. Todo comprender es interpretar y toda
interpretación se realiza en el medio de un lenguaje que pretende dejar hablar al
objeto y es al mismo tiempo el lenguaje propio de su intérprete.”1
Como se evidencia es por medio dela dialéctica, como se puede llegar a un
acuerdo o mejor como un psicólogo, puede llegar a realizar un análisis de la forma
como está el paciente en este sentido BELÉN AMIL, Ana en su escrito Lo
Dialéctico en Freud. Un abordaje de los conceptos psicoanalíticos desde la
dialéctica marxista, (nf p 1) citando a REICH, Afirma que “el método psicoanalítico
el que hizo posible por primera vez el estudio de la dialéctica de los procesos
mentales. Para demostrar tal aseveración, analiza determinados mecanismos
psíquicos y encuentra que ellos responden en su comportamiento a las leyes
principales de la filosofía marxista. En primer lugar, el autor plantea que el
psicoanálisis describe la vida mental como una interrelación de fuerzas impulsivas
y represivas cuya oposición constituye el principal factor dinámico. La represión es
1
EL DIÁLOGO COMO MEDIADOR DE LA RELACIÓN MEDICO - PACIENTE
Francisco Bohórquez, Departamento de Medicina Interna Universidad del Cauca
Popayán – Colombia. (2004). Lorena Yepes Garzón un proceso mental –afirma Reich siguiendo a Freud– provocado por el conflicto
entre la realidad y las demandas pulsionales del ello. Para que se genere un
síntoma, no basta con un “esfuerzo de desalojo” por parte del yo de estas
demandas, sino que aquel es testigo del fracaso de la defensa: la pulsión logra
vencer la censura y aparece en la conciencia de forma desfigurada. Esto obedece
al principio de negación de la negación y la ley de unidad de los contrarios: el
síntoma es la ruptura de la primera negación (represión), y además, se constituye
como una única manifestación en donde se encuentran reunidos elementos
antagónicos. En la Conferencia 19º, el mismo Freud ofrece una definición de los
síntomas en estos términos: “son productos de compromiso; nacen de la
interferencia de dos aspiraciones opuestas y subrogan tanto a lo reprimido cuanto
a lo represor que han cooperado en su génesis.”. Reich sostiene que el desarrollo
dialéctico hace que ningún fenómeno perdure: “todo lo que adviene trae en sí el
germen de su desaparición”. Y la represión no escapa a este designio: en su
intento de defensa genera un éxtasis pulsional que termina por quebrarla
procurándose una satisfacción sustitutiva.
De esta forma, la represión manifiesta su capacidad de transformar una acción
racional orientada a la búsqueda de placer en otra que, debido a la desfiguración,
se muestra como irracional. A pesar de su aparente falta de lógica, el síntoma
tiene un sentido, capaz de ser descubierto en el análisis rastreando la situación
que le dio origen. Una vez más, las contradicciones no son absolutas y los
opuestos, lo racional e irracional, coexisten en una misma unidad.”2
Como se evidencia es entonces por medio de la dialéctica como un psicólogo
puede por medio del psicoanálisis ayudar a un paciente a superar sus propios
temores, todo por medio de su base epistemológica como lo es la dialéctica, lo
importantes por medio del dialogo, es que el paciente se dé cuenta por sí mismo
de sus problemas y con la ayuda del psicólogo los supere.
2
Disponible en: www.elseminario.com.ar/biblioteca/Amil_Dialectico_Freud.rtf Lorena Yepes Garzón BIBLIOGRAFÍA.
BRUNEY de Paul, la dinámica de la investigación en ciencias sociales, presses
Universidad de France, 1974.
BOHÓRQUEZ, Francisco, el diálogo como mediador de la relación médico –
paciente,
Departamento de Medicina Interna Universidad del Cauca Popayán
2004.
BELÉN AMIL, Ana en su escrito Lo Dialéctico en Freud. Un abordaje de los
conceptos psicoanalíticos desde la dialéctica marxista (nf).
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