UNIDAD DE CAPACITACION Y SUPERVISION MINISTERIO PUBLICO COSTA RICA PODER JUDICIAL 59 2003 Temas Violencia Doméstica. Audiencia de recepción de pruebas fuera del plazo legal de tres días. Sumario En materia de violencia doméstica no es inconstitucional celebrar la audiencia fuera de los tres días a que se refiere la Ley No. 7586. No se trata de un plazo que afecta y alcanza la vigencia de las medidas de protección, sino del plazo para convocar a una audiencia de recepción de pruebas para las partes, y definir el Juez sobre la procedencia o no de la continuidad de las medidas. Así, el tiempo de las medidas de protección no debe confundirse con el plazo de recepción de la prueba, pues éstas están para responder a una necesidad de amparar a las supuestas víctimas que sufren agresión doméstica, psicológica, física, sexual y patrimonial. Transcripción en lo conducente RES:2002-06816. SALA CONSTITUCIONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SAN JOSÉ, A LAS CATORCE HORAS CON CUARENTA Y OCHO MINUTOS DEL DIEZ DE JULIO DEL DOS MIL. Consulta judicial facultativa. (…) II.- Sobre el caso concreto. La consulta formulada por el Juez se contrae a determinar si la práctica judicial de superar el plazo previsto de tres días para señalar la audiencia de recepción de prueba, dispuesta en el artículo 12 de la Ley contra la Violencia Doméstica, resulta violatoria de la Constitución Política. Señala el Juez Penal de (…) que son muchos los casos donde la autoridad judicial, fija la audiencia dos o tres meses más allá de lo regulado legalmente, por lo que pide a la Sala determinar si se trata de un término perentorio u ordenatorio. Además, como corolario de lo anterior, si las medidas cautelares dictadas pueden mantenerse válida y constitucionalmente pasadas esos tres días, pues en esos supuestos habría una extralimitación en el tiempo. Señala que este tipo de práctica judicial tiene el problema de que la resolución inicial y la audiencia oral, carece de ulterior recurso. Ahora bien, según la jurisprudencia que se citará abajo, el problema que señala el juez recurrido no tiene relación alguna con que el plazo señalado sea fatal o no en relación con la medidas de protección, y por el contrario la discusión respeto de la extensión de él, mas allá de los tres días que señala el numeral 12 de la Ley citada, no implica una vulneración a los derechos constitucionales y fundamentales consultados; se trata pues de una situación diferente a la de un plazo ordenatorio o perentorio, en el tanto que se trata de la audiencia para la recepción de la prueba, y la otra los bienes jurídicos que se pretenden proteger, como la vida e integridad de los miembros de una familia, víctimas de las supuestas agresiones domésticas. En tal sentido, la Sala interpretó lo acusado por el recurrente en sentencia de esta Sala No. 200106752, se dispuso: "IV.- De conformidad con la anterior resolución, el juez que conoce la denuncia por violencia doméstica, puede imponer de inmediato las medidas cautelares provisionales que la ley sobre la materia regula, y goza de un plazo de tres días para citar a comparecencia a las partes con el fin de evacuar la prueba pertinente y resolver en forma inmediata si se mantiene o no la ejecución de las mismas, cuya duración no podrá ser mayor de seis meses, ni menor de un mes, con posibilidad de prórroga por igual período. Resulta errónea entonces la interpretación que hace el recurrente cuando en el escrito de interposición del recurso de hábeas corpus señala que esta Sala estableció que la duración máxima de las medidas cautelares en materia de violencia doméstica es de tres días y que en virtud de ello la medida de prisión preventiva impuesta contra el amparado resulta ilegítima por encontrarse prescritas las medidas cautelares aplicadas en el proceso de violencia doméstica. Como bien quedó establecido en el voto 2896-96, ese plazo de tres días a que hace mención el accionante, es para convocar a audiencia a las partes para que el juez determine si la medida subsiste o no, pero no es de ninguna manera el plazo máximo de duración de la misma. Por otra parte, según se desprende del elenco de hechos probados, al recurrente se le impuso una serie de medidas cautelares en el proceso de violencia doméstica que se tramitó en su contra ante el Juzgado Contravencional y de Menor Cuantía de San Isidro de Heredia, las cuales se habían impuesto en resolución de las once horas del diecisiete de enero del dos mil. En virtud de que irrespetó las mismas, se abrió en su contra la sumaria N° 00200976-369-PE por el delito de desobediencia a la autoridad, causa en la cual se dictó la prisión preventiva encontrándose aún vigentes las medidas cautelares dichas. Lo anterior, permite llegar a la conclusión de que la medida de prisión preventiva impuesta por el Juzgado Penal de Heredia no constituyó nunca una restricción ilegítima a la libertad del amparado, toda vez que las medidas cautelares del proceso de violencia doméstica se encontraban aun vigentes cuando la misma se dictó, además de que la resolución que decretó la prisión está fundamentada en elementos que hacen presumir válidamente al Juzgador la existencia del delito acusado al imputado y su participación en los mismos. Finalmente, debe tomarse en cuenta que la resolución en que se dictó el sobreseimiento definitivo y en la cual se levantó la orden de prisión preventiva se dictó en forma inmediata a la solicitud en ese sentido por parte del Fiscal a cargo de la investigación, quien presentó su escrito el día 28 de junio último, misma fecha de la resolución del Juzgado, lo que permite entrever que el Despacho actuó diligentemente y nunca en perjuicio de la libertad personal del amparado. En virtud de lo anterior, lo procedente en la especie es desestimar el recurso planteado, como en efecto se hace." De igual manera, en sentencia número 2001-5342 se dispuso: " II.- Alega el recurrente que la comparecencia oral ordenada en el proceso que por Violencia Doméstica se tramita ante la autoridad recurrida, se celebró el 4 de mayo del 2001, a pesar de que había sido interpuesto el 6 de marzo. Además, que si bien es cierto ofreció prueba para mejor resolver y el Despacho Judicial ordenó que se le practicara dictamen psicológico a sus menores hijos, han pasado más de quince días, y no se ha evacuado esa probanza. Estima esta Sala que el plazo transcurrido entre la interposición de la denuncia por Violencia Doméstica y la fecha en que se celebró la comparecencia oral, menos de dos meses, es razonable, tomando en cuenta el elevado volumen de procesos que se conocen no solo en el Juzgado de Familia de Pérez Zeledón, sino en todos los tribunales de justicia de este país. Igual criterio merece aplicarse respecto a la prueba pericial a que se refiere el amparado, pues ésta se ordenó por resolución de las diez horas del 8 de mayo y el presente amparo fue interpuesto el 23 de mayo, considerándose que el tiempo transcurrido sin que se haya evacuado esa probanza no es desproporcionado. Así las cosas, a la fecha y bajo las circunstancias mencionadas, se estima que no existe violación al derecho de justicia pronta y cumplida consagrado en el artículo 41 de la Constitución Política, por lo que procede declarar sin lugar el recurso." De esta forma, no se trata de un plazo que afecta y alcanza la vigencia de las medidas de protección, sino del plazo para convocar a un audiencia de recepción de pruebas para las partes, y definir el Juez sobre la procedencia o no de la continuidad de las medidas, pero, cabe resaltar, según la propia ley, que éstas últimas tienen una norma que les establece la duración (artículo 4). Así, el tiempo de las medidas de protección no debe confundirse con el plazo de recepción de la prueba, pues éstas están para responder a una necesidad de amparar a las supuestas víctimas que sufren agresión doméstica, psicológica, física, sexual, y patrimonial. Por ello, estima esta Sala que no es inconstitucional celebrar la audiencia fuera de los tres días a que se refiere la Ley No. 7586, de los diez días del mes de abril de mil novecientos noventa y seis.