WEBLÍNGUA Aléxis Márquez Rodríguez MASACRE Con demasiada frecuencia las palabras masacre y masacrar se usan incorrectamente. A veces leemos, por ejemplo, en los periódicos, u oímos en noticieros de radio o de TV, que un individuo fue masacrado por la espalda. O por la policía o por efectivos del ejército. Tal uso es impropio, pues el DRAE define el sustantivo masacre como ³Matanza de personas, por lo general indefensas, producida por ataque armado o causa parecida². Y del verbo masacrar dice: ³Cometer una matanza humana o asesinato colectivo². De modo que no puede hablarse de masacre ni de masacrar cuando el muerto es uno solo. Y de hecho la masacre puede ser cometida por varias personas que es lo más común, o por un solo sujeto. No puede haber masacre con una sola víctima, pero sí con un solo victimario. Para que pueda hablarse de masacre y de masacrar se requieren, pues, a la luz del DRAE, dos condiciones. En primer lugar que sean varias las víctimas humanas del hecho, y en segundo lugar que se trate de un asesinato. Este es otro vocablo a menudo mal empleado, pues en los medios de comunicación es frecuente que se hable de asesinato cuando se trata de un simple homicidio, y hasta culposo, o sea, sin intención. El DRAE define asesinar como ³Matar a alguien con premeditación, alevosía, etc.². De modo que, aun cuando se mate a varias personas, si no fue con premeditación, alevosía u otros agravantes, como la ventaja, la nocturnidad, la emboscada, el agavillamiento, que el hecho se haya producido en descampado y/o sin dar ocasión a las víctimas a defenderse, no puede hablarse de masacre. Por ejemplo, si un conductor borracho, o inexperto, arremete con su automóvil contra un grupo de personas, y mata a varias de ellas, no puede decirse que fue una masacre, porque no hubo un asesinato. Las definiciones del DRAE no impiden que los vocablos masacre y masacrar se empleen metafóricamente. Por ejemplo, si alguien realiza una matanza criminosa de varias reses podría hablarse metafóricamente de una masacre del ganado de una finca. El Diccionario de uso del español de América y España registra el uso metafórico del verbo masacrar como una acepción de este, y da un ejemplo esclarecedor: ³masacre. “ 2. Estropear una cosa tratándola con brutalidad: el bar tenía su espectáculo: cuarentones bailando la lambada, cantantes sordos masacrando tonadas populares y, como broche de oro, el Gran Alí, un fakir². En Francés, de donde los vocablos masacre y masacrar entran a nuestro idioma, el uso metafórico de estos vocablos es mucho más amplio que en Castellano, y lo registran los diccionarios. El Dictionaire moderne française-spagnol español-francés de Larousse, por ejemplo, registra: ³massacre: Matanza, carnicería, degüello. || Estrago, destrozo. “ Fig. Mala ejecución: le massacre d¹un opéra. || Chapucería. “ Massacre des Innocents, degollación (sic) de los Santos Inocentes². En Francés, por cierto, massacre es masculino: le massacre. GUERRILLA A mi amiga Elizabeth Burgos El DRAE define el sustantivo guerrilla de la siguiente manera: ³escaramuza (pelea de poca importancia). 2. Partida de tropa ligera, que hace las descubiertas y rompe las primeras escaramuzas. 3. Partida de paisanos, por lo común no muy numerosos, que al mando de un jefe particular y con poca o ninguna dependencia de los del Ejército, acosa y molesta al enemigo. 4. Pedrea (combate a pedradas entre dos grupos de muchachos). 5. Antiguo juego de naipes. “². (³Descubiertas² son las acciones de inspección para tratar de informarse sobre las condiciones del enemigo). Aunque esta definición abarca diversos aspectos, no es del todo satisfactoria. Una definición político-militar más definida la da el Diccionario de Ciencias Sociales, redactado bajo el patrocinio de la UNESCO: ³La guerrilla se caracteriza por la acción bélica de formaciones de escasa entidad, autónomas en su movimiento y jerarquía funcional, especializadas en emboscadas, asaltos de sorpresa y breves combates. Sus miembros son voluntarios. Es, por tanto, una suerte de élite combatiente, que tiende a actuar con independencia o autonomía, no solamente de los centros militares, sino también de los órganos políticos nacionales, como corresponde a una fuerza irregular y de origen espontáneo y voluntario² (Instituto de Estudios Políticos. Madrid; 1975). Como es natural, por ser la palabra guerrilla un diminutivo de guerra, es frecuente que se tienda a relacionar aquella palabra, y el concepto que la misma encierra, con la idea de una guerra pequeña, sin caer en cuenta de que lo definitorio de la guerrilla no es el tamaño de sus fuerzas, ni la duración del proceso guerrillero, ni los efectos de sus acciones, sino un conjunto de elementos, entre ellos los fines que se propone, los procedimientos, tanto logísticos como de combate, que emplea, el ámbito y carácter geográfico en que se desarrolla, etc. El concepto de guerrilla, más que la palabra, suele relacionarse con el factor político, porque por regla general la guerrilla es un medio de conquista del poder. Como tal, por otra parte, hoy día constituye un verdadero fenómeno sociopolítico, hasta ahora no muy bien estudiado. Su importancia histórica es evidente, entre otras razones, porque la guerra de guerrillas jugó un papel fundamental en el período de las luchas por la independencia de Hispanoamérica, y posteriormente en sucesos históricos muy relevantes, como la lucha del pueblo mexicano contra el imperio de Maximiliano, y más tarde la Revolución Mexicana de 1910, así como también la gesta de Sandino en Nicaragua contra los marines estadounidenses. Más recientemente el tema cobra importancia por el papel que toca a la guerrilla en la Revolución Cubana, y por ese fenómeno, quizás único en la historia universal, que es la presencia activa de guerrillas en Colombia desde hace más de cincuenta años ininterrumpidos. La palabra guerrilla, por lo demás, es propia y autóctona del Castellano, y de allí pasa a otras lenguas. Se considera, asimismo, que el moderno concepto de guerrilla se origina en España, en las luchas contra las tropas invasoras de Napoleón (1808-1812). Aunque, de hecho, la guerrilla como forma de lucha existe desde la antigüedad. En la práctica el vocablo guerrilla se ha enriquecido mucho semánticamente, y hoy se emplea para referirse a muchas cosas. Son comunes, por ejemplo, expresiones como ³la gente estaba enguerrillada², ³la reunión se enguerrilló² o ³esa muchacha es una guerrillera², para referirse a una joven en extremo combativa y rebelde. Curiosamente el verbo enguerrillarse no figura en el DRAE, pero su uso es muy frecuente y rico en variantes semánticas. EMBOSCADA El DRAE define la palabra emboscada como ³Ocultación de una o varias personas en parte retirada para atacar por sorpresa a otra u otras. Úsase comúnmente hablando de la guerra. 2. Asechanza, maquinación en daño de alguien². Dice además el DRAE que emboscada es el participio del verbo emboscar, y este, agrega el diccionario, es palabra parasintética (compuesta y derivada al mismo tiempo) formada con el prefijo en- y el sustantivo bosque, cuyo significado es el siguiente: ³Poner encubierta una partida de gente para una operación militar. 2. Entrarse y ocultarse entre el ramaje². De modo que, literalmente, las palabras emboscada y emboscar contienen la idea primigenia de gente que se oculta en un bosque, o lugar boscoso, para atacar de sorpresa a otra u otras personas. Aunque el DRAE menciona que su uso es más frecuente refiriéndose a la guerra, es también muy común que se embosquen los asaltantes, delincuentes comunes, sobre todo los llamados asaltantes de camino, para de esa manera atacar de sorpresa a las personas a quienes van a asaltar. Muy probablemente emboscada y emboscar se usaron primero referente al hecho de emboscarse para perpetrar el asalto, delito común, y posteriormente entró al argot militar. Pero el DRAE registra también un uso metafórico de la palabra emboscada, cuando la identifica con las palabras asechanza y maquinación contra alguien. De asechanza, a su vez, dice que es ³Engaño o artificio para hacer daño a alguien², y maquinación se define como ³Proyecto o asechanza artificiosa y oculta, dirigida regularmente a mal fin². Es claro, pues, que el uso ha enriquecido semánticamente ambos vocablos, mediante su empleo metafórico. Inicialmente la emboscada era una operación de carácter físico; hoy puede ser, además, una actuación de carácter moral, que no implique necesariamente una actividad física. Es obvio, además, que la emboscada ya no se refiere sólo al ámbito militar y de la guerra, pues una emboscada bien puede producirse también dentro de una actividad de carácter civil. Como es evidente también, que, no obstante el origen de la palabra, una emboscada no tiene que darse necesariamente en un bosque o lugar parecido. En nuestro idioma la vía metafórica permite una gran libertad en el uso de muchos vocablos bastante más allá de su significado original, lo cual enriquece semánticamente el idioma.