VINCULACIÓN ENTRE LA DOCENCIA E INVESTIGACIÓN EN LAS MAESTRIAS DE METALURGIA DE LA SECCION DE GRADUADOS DE LA ESIQIE-IPN Yoghito Mitani Nakanishi * Enrique Arce Medina * Introducción Con el fin de buscar el impulso para mejorar nuestro programa de maestrías del área en la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas (ESIQIE), de metalurgia, es necesario analizar la trayectoria de lo que ha sido desde su inicio del año 1968, tratando de puntualizar los aspectos positivos y los negativos. En la actualidad los estudios de posgrado se consideran algo esencial para el desarrollo científico y tecnológico del país, ya que los cuatro años de la carrera profesional ya no son suficientes para poner al corriente los conocimientos a lo actual. Sin embargo, dentro de la política educacional el impulso no ha sido dado hasta el año 1981 cuando se crearon varios centros regionales de graduados e investigación en distintas instituciones tecnológicas. Por su parte en el IPN el programa ya existente no ha tenido claro apoyo institucional hasta estos últimos años. En el presente trabajo se hace un análisis sobre la historia del programa de posgrado en Metalurgia que busca una nueva perspectiva para el desarrollo del programa. Desarrollo del programa de posgrado Los estudiantes, los profesores y la infraestructura son los principales componentes del programa de posgrado y como resultado tendremos los graduados y trabajos que de cierta manera se reflejan en las publicaciones u otras contribuciones científicas y tecnológicas. Se observa que estos 21 años se pueden dividir en 4 épocas: la época de fundación (68-73), 2ª. Época de incertidumbre (74-78), 3ª. Época de transición (79-83) y 4ª. Época de consolidación (84-88). La época primera se caracteriza por el apoyo del programa UNESCO y la destacada orientación por parte de los científicos expertos extranjeros lográndose 3 graduados a pesar de la escasa infraestructura experimental que contaba el programa. El número promedio anual de los alumnos inscritos eran 8, mientras que el cuerpo de profesores únicamente se contaba con 3. La inquietud para mejorar la infraestructura destinada para el desarrollo de Ingeniería Metalúrgica culmino con el establecimiento de los Laboratorios de Ingeniería Metalúrgica, lo cual marcó el inicio de la 2ª. etapa importante para el desarrollo del programa de posgrado, en la que ya se contaba con 5 ó 6 profesores y 18 alumnos inscritos por año. Sin embargo, no logró consolidarse el cuerpo de profesores que sustituyen el liderazgo mostrado por los expertos extranjeros, y tampoco se contaba con suficiente apoyo institucional para mantener a * Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas, IPN los alumnos de tiempo completo ni para los proyectos de investigación. Pero el primer apoyo para investigación otorgado en 1978 por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) era una señal alentadora para los miembros para continuar el plan de reforzamiento del programa. Cabe señalar también que los Laboratorios han sido utilizados para las actividades tanto de la licenciatura, como del programa de maestría, lo cual ha sido indiscutiblemente de ambos programas, sobre lo cual se tratará más adelante. El programa de apoyo a los proyectos de investigación por parte del IPN a través de la DEPI Dirección de Estudios de Posgrado e Investigación (entonces Dirección de Graduados e Investigación DGI) dio el inicio de la 3ª. Época prometedora para el desarrollo del programa. Por otro lado, se hizo un cambio esencial en el programa y la promoción particular en el año 1979. Se promovió el programa conjuntamente con el programa de licenciatura, reclutando a los jóvenes recién egresados de licenciatura como profesores de la carrera y al mismo tiempo continuaban estudios de maestría. Asimismo se comenzó la promoción semestral en lugar de la promoción anual tradicional. Estas medidas fueron tomadas con el fin de aumentar el número de matrícula y mantener la permanencia de estos jóvenes en el programa. Por otro lado, se implantó un nuevo programa de estudio que se caracterizó por la reducción del número de materias obligatorias básicas y el aumento de cursos electivos que permitieron facilitar la especialización del estudio y también fortalecieron el programa de la maestría de la Ingeniería Metalúrgica y facilitó la creación posterior del programa de maestría de Metalurgia Extractiva en el año de 1985. Estas modificaciones han dado resultados bastante satisfactorios. Por otro lado el porcentaje de graduados del programa de posgrado, siendo profesor de la carrera es bastante alto. Hasta el año 1988 de los 26 “alumnos-profesores” se graduaron 9 alumnos. Al contrario al efecto positivo mencionado, no se ha logrado el tiempo de permanencia estable de los profesores, lo cual fue menos de 5 años, ya que 4 de los 10 profesores del programa de la licenciatura que fueron enviados al extranjero por parte del Instituto no se quedaron en la maestría. Por lo que el programa de la retroalimentación no fue posible hasta los últimos años de esta época. Esta situación, que era generalizada en todos los posgrados del país, fue reconocida por las autoridades y se inició el plan de reincorporación de exbecarios dentro del programa de fortalecimiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. A pesar de la mencionada inestabilidad del cuerpo profesorado, se ha observado la nucleación de un grupo de trabajo, cuya actividad de investigación logró concertar varios financiamientos del CONACyT, incluyendo el apoyo a través del programa de riesgo-compartiendo con la participación de una empresa privada. En esta época se observó el notorio efecto positivo sobre la continuidad de trabajo de docencia e investigación de los profesores de tiempo completo, aunque era reducido su número. El número de los alumnos graduados en esta época no mejoró notablemente con respecto a las épocas anteriores, sin embargo el efecto de los esfuerzos realizados comenzó a dar frutos en la siguiente época. En la 4ª. Época se conjuntaron varios aspectos favorables para el desarrollo del programa de posgrado e investigación, éstos son los apoyos institucionales recibidos, como son el mencionado programa de fortalecimiento de programas de posgrado nacional del CONACyT (1984), adicionalmente a las becas tradicionales, el programa del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), el Programa Institucional de Formación de Investigadores (PIFI)del IPN (1986). Por supuesto el apoyo de DEPI-IPN se ha ido incrementando continuamente. Estos apoyos han contribuido sustancialmente a mantener la continuidad de las labores de investigación de los Profesores-Investigadores, para los estudiantes destacados (incluyendo para el nivel de licenciatura) y al fortalecimiento de infraestructura. Por ejemplo, 7 de los 14 profesores de ambos programas de maestría son miembros del SIN, quiénes han contribuido fuertemente a la consolidación de las maestrías, cuyas actividades en la investigación impulsaron el desarrollo de los programas de maestrías, reflejándose en el número de graduados, en el fortalecimiento de infraestructura y en el reclutamiento de los alumnos, así como en el número de publicaciones. De los 7 profesores pertenecientes al SIN, 6 profesores cursaron estudios de posgrado en el extranjero, igual que 6 de los 7 restantes. Esto significa que apenas en los próximos años de los programas de posgrado podrán retroalimentarse de los egresados del propio programa, lo que implica una gran perspectiva para el desarrollo de estos programas a corto plazo, aunque esto hubiera sucedido en la 3ª. época. La razón principal de este retraso se debe al proceso de la formación de estos jóvenes, quienes han cumplido paralelamente las tareas institucionales mencionadas anteriormente, por lo que el tiempo promedio requerido para terminar sus programas fue de 4 años y 4 meses. Esta situación está mejorando gradualmente a partir del año 1985, en que los alumnos admitidos en los programas son únicamente de tiempo completo, lo cual no era posible en la época anterior por falta de apoyo a los alumnos. De cualquier forma se debe patentizar la gran aportación causada por estos “alumnos-profesor” en el desarrollo del programa, tanto por su número de graduados, como por la calidad. En lo que concierne a la calidad de los graduados, lo cual es el esencial indicador que se atribuye al programa del posgrado, se puede mencionar lo siguiente: De los 25 graduados, 12 personas terminaron satisfactoriamente sus estudios de doctorado en instituciones de prestigio internacional en países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia y Alemania, los 8 graduados están trabajando en instituciones de educación superior nacionales, 2 más en instituciones de investigación y el resto se encuentra en la industria privada o paraestatal. Esto implica que la calidad del programa es bastante alta y, en principio, ha cumplido uno de sus objetivos, como consecuencia natural de la promoción realizada en estos periodos, para formar recursos humanos para la docencia e investigación de alta calidad. Al mismo tiempo se ve la necesidad de promover el programa en el ámbito industrial para capacitar a los profesionales de alta calidad en los aparatos productivos, lo cual es el otro objetivo del programa. Vinculación entre la docencia e investigación Un aspecto que hace diferenciar notablemente el desarrollo en las épocas mencionadas, el cual se considera como principal factor que contribuyó al desarrollo de los programas de posgrado, es el apoyo recibido a través de los proyectos de investigación que han sido formulados y ejecutados por los profesores. La importancia que tiene la infraestructura con que se cuenta desde 1974 en los Laboratorios de Ingeniería Metalúrgica es que dio la base esencial de los primeros proyectos de investigación, y que conforme se consolidaba el cuerpo de profesores permitió incrementar el número y la calidad de los trabajos, además ha sido precisamente el centro físico de la vinculación entre la docencia e investigación. El programa de posgrado exige que los alumnos desarrollen sus trabajos experimentales, los cuales se derivan de algunos proyectos de investigación que se llevan a cabo. Y por su naturaleza, también participan los alumnos de licenciatura en ella, ya sea para cumplir su servicio social o por medio del mencionado PIFI. Los alumnos de maestría fungen como líderes del grupo de trabajo, mientras que los alumnos de licenciatura van despertando sus inquietudes hacia las actividades de investigación, así como al programa de posgrado. En este sentido el PIFI ha contribuido, a tráves de los proyectos de investigación, notablemente al reclutamiento de los alumnos del programa de posgrado y a los alumnos del programa de posgrado los proyectos les facilitaron familiarizarse inmediatamente con su tema de tesis. Si comparamos el número de proyectos ejecutados con el número de graduados, se puede decir que tenemos la posibilidad de aumentar el número promedio de graduados por año, lo cual es nuestra meta inmediata. Como efectos directos, derivados de los proyectos de investigación, se puede mencionar también el reforzamiento de la infraestructura experimental, la vinculación con otras instituciones y con el sector productivo, y como consecuencia se puede lograr la actualización de las técnicas experimentales que se pueden emplear para la docencia y reclutar los alumnos de otras instituciones. Como se mencionó anteriormente, uno de los objetivos del programa es el de formar técnicos altamente capacitados para llevar a efecto el desarrollo tecnológico en la planta productiva. Gracias a la evolución de estos proyectos la vinculación con el sector productivo se está fortaleciendo gradualmente, y consecuentemente ya hay alumnos retornados al estudio después de varios años de haber trabajando en la industria. Se considera que el incremento en el número de alumnos provenientes de la industria dependerá de qué tan atractivos podrán ser los programas de maestría, lo cual se puede lograr a través del enfoque que se da a los proyectos de investigación. Se ha descrito hasta aquí cómo han sido benéficos los proyectos de investigación para el desarrollo del programa de posgrado y la importancia de la vinculación entre la docencia y la investigación, pero debe hacerse notar que la investigación es una parte fundamental para la formación de recursos humanos en el programa de posgrado, y que la labor consistente y perseverante por los profesores y los alumnos de tiempo completo, ha sido la fuerza matriz principal de la evolución positiva de estos programas. Comentarios finales Creemos que al término de dos décadas nuestro programa de maestría, tanto en Ingeniería Metalúrgica como Metalurgia Extractiva han alcanzado el nivel de consolidación y el comienzo de la etapa de crecimiento, y a través de los proyectos de investigación se ha establecido una relación madura con la industria. Para continuar con el desarrollo de los programas se espera que las condiciones de trabajo en cuanto al apoyo institucional sea mantenido o mejorado, que la siguiente generación de los profesores se reincorpore de inmediato, que se incremente el número de alumnos inscritos provenientes de diversas entidades, que los profesores sigan desarrollando los proyectos de investigación con adecuada orientación, y que la calidad y la variedad de estos proyectos puedan responder a la necesidad del país y/o puedan proporcionar alternativas. Un aspecto que no ha sido discutido suficientemente es acerca de la motivación de los alumnos para realizar los estudios de posgrado. El hecho que el tiempo promedio para terminar sus estudios sea bastante largo, puede atribuirse entre otros a la falta de motivación entre el alumnado. Tradicionalmente se considera que la carrera profesional termina en la Licenciatura y hay poco reconocimiento para los estudios de posgrado, salvo en las instituciones educativas, cuyos resultados se observaron en la distribución del actual empleo de los egresados del programa. Aunque se está creando poco a poco el clima social, debe hacerse notar que el privilegio de los estudios de posgrado debe ir ganándose mediante la preparación sólida de cada alumno en el ejercicio profesional.