A la Comision de Salud del Honorable Senado de la Nacion La Organización Mundial de la Salud (OMS) promueve acciones en los paises de manera que estos cuenten con un conjunto de instrumentos complementarios que guien las acciones de salud mental de acuerdo con Las evidencias cientifico-tecnicas actuales y La salvaguarda de los derechos humanos (DDHH). Estos instrumentos complementarios comprenden: la legislación, los planes de salud mental y los programas especificos. Argentina, que en el nivel nacional no cuenta con una ley actualizada según las evidencias cientificas y el respeto por los DDHH, esta dando con el proyecto de ley con media sancion un paso gigantesco en la direccion trazada por OMS y endosada a su vez por el Gobiernos en los marcos del Consejo Directivo de la Organizacion Panamericana de la Salud (OPS). Cabe destacar que este proyecto de ley se apoya en los “Principios para la Proteccion de las Personas con Trastorno Mental y por la Mejora en la Atencion de Salud Mental”, aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 17 de diciembre de 1991 y en el instrumento tecnico conocido como la “Declaracion de Caracas “ del 14 de noviembre de 1990 . Esta fue adoptada posteriormente por el Consejo Directivo de la OPS con la activa participación de este pais y cristalizada en la Resolucion CD 40/19 de 1997. Cabe destacar tambien que este proyecto de ley, si bien no lo cita, es animado por los mismos valores de DDHH del Art 25 y otros de la “Convencion de los DD HH de las Personas con Discapacidad” del 2007, que fuera ratificada por Argentina. Si hubiera entonces objeción a algunos de estos derechos y consideraciones se violarian compromisos internacionales de Argentina, compromisos internacionales que debemos asumir fueron considerados concienzudamente antes de comprometer la firma. Permitanme hacer solo dos consideraciones de las varias posibles que fueran analizadas en el Informe Mundial de la Salud del 2001 (1).: Cabe admitirlo, tenemos problemas en nuestra area de accion. 1) Las sociedades y gobiernos aun no reconoce enteramente la notable carga de los trastornos mentales y no se han desarrollado politicas y programas que intentan reducirla. Tanto es esto asi que suman tanto las personas que reciben atención como las que la necesitan y no la reciben. Esta brecha es costosa en terminos emocionales y economicos. (De paso, permitanme hacer notar un hecho curioso, quienes objetan la atención en comunidad olvidan que la comunidad continuamente alberga en su seno personas con trastornos mentales no tratados. Por el contrario, quienes favorecen la atención en la comunidad justamente tienden a programar acciones que lleven a reducir esa carga no tratada.) 2) Un segundo problema lo constituye el estigma hacia la persona con trastornos mentales y su familia, las instituciones e, incluso, los profesionales. Parte del estigma publico y privado se genera en los asi conocidos hospitales mentales o manicomios. Estos hospitales generan estigma por razones varias, desafortunadamente, incluso por violaciones llevadas a cabo en los mismos, Desafortunadamente, los hay, aunque nos duela reconocerlo sea en paises industrializados como los en desarrollo. Las Convenciones tambien tienen como objeto poner fin a las violaciones y este proyecto de ley recoge esa intencion de ponerles fin. Si me permiten quiero senalar tambien algunos aciertos en el proyecto de ley que permitira formular un Plan Nacional de Salud Mental de avanzada y de desarrollar programas de acuerdo con las mejores evidencias cientifico-tecnicas producto de la investigación y no solo basadas en la tradición y observaciones no confirmadas: 1) Reconoce a las adicciones como trastornos mentales que requieren atención. Esto es un avance en cuanto el alcoholismo hace estragos en la salud de nuestra población; 2) Establece lo que denomina “abordaje interdisciplinario”, en cuanto reconoce que los trastornos mentales tienen origen en causas biologicas, psicologicas y sociales y de ahí la respuesta en todas estas areas, 3) Explicita claramente la comunicacion entre las autoridades judiciales y los expertos profesionales ya que la atención psiquiatrica requiere en oportunidades la restricción de la libertad de la persona; 4) Establece que la asignación presupuestaria debe ser conmensurable con la carga de los trastornos mentales. Debemos aspirar a un porcentaje mayor, pero el que establece este proyecto de ley (10%) es otro paso gigantesco adelante; 5) Un articulo, el No. 33, es un paso necesario frecuentemente soslayado. Ese se refiere a la formación del personal en las universidades. Frecuentes son los programas universitarios que omiten otorgarle a la salud mental la importancia que tiene - o la formación es inadecuada para atender las necesidades de nuestras poblaciones. La importancia de este articulo es capital: a nadie se le ocurriria poner en uso una flota de aviones sin que los pilotos estuvieran preparados para volar en tormentas como en cielo sereno; y 6) Por ultimo, propone un organo de revision cuyo fin ultimo es asegurar que nuestras poblaciones reciban de los profesionales bien capacitados una atención respetuosa de sus derechos a la salud. Por todo, los meritos de este proyecto de ley logran superar las omisiones que un ojo muy critico pudiera encontrar. Es de confiar, entonces, que el presente inmediato y el futuro algo mas remoto, permitan a Argentina convertirse en lider, que aun no es, ya que posee la “inteligentzia” y los recursos para que asi fuera. Dr. Itzhak Levav Panel de Expertos en Salud Mental Organización Mundial de la Salud 1 de diciembre, 2009.