Por consiguiente, digo: La proposición Dios existe

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Historia de la Filosofía 2º Bachillerato
EJERCICIO 2 DE AUTOEVALUACIÓN DE SANTO TOMÁS
TEXTO
“Por consiguiente, digo: La proposición Dios existe, en cuanto tal, es evidente por sí
misma, ya que Dios sujeto y predicado son lo mismo, pues Dios es su mismo ser, como
veremos (q.3 a.4). Pero, puesto que no sabemos en qué consiste Dios, para nosotros no
es evidente, sino que necesitamos demostrarlo a través de aquello que es más evidente
para nosotros y menos por su naturaleza, esto es, por los efectos”.
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica. Primera Parte. Cuestión 2. Artículo 1.
En este texto, su autor reflexiona sobre la existencia de Dios.
Cuestión
1. Exponer las ideas principales del texto propuesto y la relación entre las mismas. (2
puntos).
2. Exponer el problema del ser humano en Santo Tomás de Aquino.
Respuesta
1. Texto
Santo Tomás en este texto nos está diciendo que la afirmación o proposición “Dios
existe” es evidente en sí misma pero no lo es para nosotros. Es evidente en sí misma
porque cualquiera que entienda el sujeto de la proposición, Dios, tiene que entender el
predicado, que existe necesariamente. Pero dado que nuestra razón es finita y limitada,
no nos alcanza para comprender la esencia de un ser infinito como es Dios. Por tanto,
aunque “Dios existe” es una proposición evidente en sí, no lo es para nosotros. Esto nos
lleva a la conclusión de que debemos demostrar que Dios existe, y tenemos que partir
para ello de aquello que es más evidente para nosotros, los efectos de Dios, es decir, el
mundo del que tenemos experiencia.
2. El ser humano en Santo Tomás:
La psicología de Santo Tomás está basada en la de Aristóteles con las salvedades que
exige la fe cristiana. El ser humano, tal como estableció Aristóteles, es una sustancia
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compuesta de materia y forma. Ambos elementos son inseparables. El cuerpo es la parte
material, dotada de órganos sensoriales. El alma es la forma o esencia y es principio de
vida. En el alma humana racional, se integran las capacidades del alma vegetativa
propia de las plantas y del alma sensitiva propia de los animales.
Sin embargo Tomás tiene que afirmar la inmortalidad del alma que Aristóteles había
negado. Para que el alma pueda existir por sí misma una vez que el cuerpo ha muerto
Tomás tiene que admitir que por sí sola constituye una sustancia que subsiste a la
muerte del cuerpo y es incorruptible. Esto significa que aunque el alma realiza la
plenitud de sus capacidades unida al cuerpo y posee una inclinación natural a unirse a
éste, puede subsistir separadamente. Pero entonces algunas capacidades humanas se
anulan. Por ejemplo se anula la capacidad sensitiva aunque se mantiene la racional.
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