1 EN LO PRINCIPAL: Recurso de Protección EN EL PRIMER

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Materia: Recurso de Protección
Recurrente: Daniel Carvajal del Rio
RUT: 17.889.262-2
Domicilio: Tepual N° 1680, ciudad y comuna de Puerto Montt.
Abogado patrocinante: Erik Rodrigo Villegas Rogel.
RUT: 17.466.456-0
Recurrido: Red de Televisión Chilevisión S.A.
RUT: 96.669.520-K
Representante legal: Francisco Jorge Mandiola Allamand
RUT: 7.745.783-6
Domicilio: Inés Matte Urrejola N° 0890, Providencia, Santiago.
EN LO PRINCIPAL: Recurso de Protección
EN EL PRIMER OTROSÍ: Acompaña antecedentes
EN EL SEGUNDO OTROSÍ: Acredita personería
ILUSTRÍSIMA CORTE DE APELACIONES DE CHILLÁN
Daniel Carvajal del Rio, Rut 17.889.262-2, de profesión estudiante, domiciliado en
calle Tepual 1680 de la ciudad y comuna de Puerto Montt, a SS. Ilustrísima
respetuosamente digo:
Que por el presente acto, recurro de protección en contra de Red de Televisión
Chilevisión S.A., persona jurídica del giro de su denominación, representada por su
gerente general don Francisco Mandiola Allamand, ignoro profesión, ambos domiciliados
en Inés Matte Urrejola N°0890, Providencia, Santiago, o representada por la persona que
haga sus veces, por el acto arbitrario e ilegal, que a continuación expongo:
I.- LOS HECHOS:
Durante el mes de mayo del presente año mi pareja Constanza Guerrero
Hernández, fue contactada vía telefónica por la recurrida, informándole que había
quedado seleccionada para un casting de un programa de turismo, al cual mi pareja habría
postulado. Pese a no recordar dicha postulación, la oferta de la recurrida fue considerada
por mi novia, ya que ambos tenemos una pequeña empresa de turismo, por lo que la
oportunidad de participar en un programa televisivo de ese rubro, resultó muy tentadora.
Posteriormente, mi novia es contactada nuevamente por la recurrida, esta vez
citándola al Hotel Gran Pacífico en la ciudad de Puerto Montt, lugar en donde se
desarrollaría el referido casting. Frente a lo ocurrido, decido acompañar a mi pareja al
lugar en cuestión. Una vez allí, y para nuestra sorpresa, nos recibieron inmediatamente
con cámaras, nos pusieron micrófonos y comenzaron a hacer prueba de cámaras para ver
cómo nos desenvolvíamos frente a éstas; todo ello con la excusa de tratarse de un casting
para un programa de turismo. Asombrosamente, pese a tratarse de un casting cultural
sobre el rubro turístico, todas las preguntas que nos realizaban iban enfocadas a nuestra
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vida personal: cuánto tiempo llevábamos pololeando, los lugares que frecuentábamos, si
la relación era estable, etc., todo ello bajo el pretexto de que dicha información haría más
entretenido “el programa de turismo”. Terminada esta primera grabación nos hicieron
firmar un contrato, señalando que era para autorizarlos a que salieran las imágenes al
aire, pero siempre bajo el entendido de que eran imágenes correspondientes a un
programa de turismo.
Dos semanas más tarde, nos contacta nuevamente la recurrida y nos informa que
habíamos sido preseleccionados para el programa de turismo, manifestando su intención
de visitar nuestros hogares, con el propósito de efectuar una nueva serie de grabaciones.
Es así, como dicha visita se concreta un día domingo, grabando la recurrida nuestra casa y
nuestras vidas cotidianas.
Con fecha 01 de Junio del presente año, la recurrida nos informa que habíamos
quedado seleccionados para el programa de turismo, teniendo para tal efecto que viajar a
la ciudad de Chillán. Tratándose de una oportunidad única para publicitar nuestro negocio
de turismo, nos organizamos y viajamos. El supuesto programa de turismo, consistiría de
forma particular, en mostrar el lugar al que viajábamos dando a conocer los sectores más
atractivos, lo que resultaba un desafío, porque no conocíamos Chillán, pero
entusiasmados y pensando siempre en que se trataba de una oportunidad laboral,
viajamos.
Llegamos a Chillán con fecha 07 de Junio de 2016, nos recibió un productor quien
decía llamarse Juan Carlos, quien dio la orden de comenzar a grabar de inmediato, por lo
que nos pusieron micrófonos e hicieron un par de tomas. Existió así, una tercera jornada
de grabación. Ya en el hotel “Nevados de Chillan” nos dijeron que grabaríamos con otra
pareja, llamados “Cindy” y “Camilo”, quienes eran de Santiago y estaban ahí por la misma
razón: grabar un programa de turismo. Con posterioridad, resultaría que dicha pareja eran
actores, trabajando para un programa de televisión completamente diferente al que
pensábamos estábamos participando.
Lo que sigue de aquí en adelante SS. ITMA., corresponde a una concatenación aún
más tortuosa de eventos, maliciosamente programados por parte de la recurrida, que
tenían por objeto engañarnos a mí y a mi pareja: a mí persona, para serle infiel a mi pareja
frente a las cámaras y frente a todo el país; y a mi novia misma, para que viera toda esa
maquinación morbosa, sin ser informados ni mediar consentimiento alguno, al menos no
libremente manifestado, ya que existieron además amenazas de desamparo económico
por parte de la recurrida, quien amenazó con dejarnos en Chillán, de no aceptar firmar los
papeles que en cada ocasión nos presentaban.
Ese mismo día, con fecha 07 de Junio del presente año, nos juntaron en el bar del
hotel con la otra pareja que supuestamente estaba participando del programa de
turismo. En el mismo lugar había 2 mujeres de nacionalidad colombiana. “Camilo”, desde
ese momento y hasta la finalización del engaño, a través de la conversación y el alcohol,
me motiva a serle infiel a mi pareja con estas mujeres de nacionalidad colombiana. La
dinámica era la siguiente: separarnos a hombres y mujeres, de manera tal que mientras mi
pareja estuviera en un lugar con “Cindy”, yo estaría en otro lugar con “Camilo” y muy cerca
de estas mujeres extranjeras de atractiva apariencia, propendiendo así a la cercanía
con
estas
mujeres
en
ausencia
de
nuestras
parejas
respectivas.
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Al día siguiente, esto es, con fecha 08 de Junio del presente año, nos juntamos a las
10 de la mañana a desayunar y como ya mencioné, nos dividieron entre hombres y
mujeres. De esta manera, mientras mi novia junto a Cindy salieron a recorrer la ciudad
para grabar lugares turísticos, Camilo y yo nos quedamos en el Hotel, diciéndonos la
producción que podríamos disfrutar del Hotel en tanto las mujeres grababan. Mientras los
hombres estábamos en la piscina del Hotel, las mujeres colombianas halagaban mi físico e
insistían en coquetear manifiestamente conmigo.
A eso de las 18:00 horas, las mujeres regresan al hotel, pero nos informan que
saldrían nuevamente. Es así, como Camilo y yo fuimos a la barra y comenzamos a beber
alcohol. A medida que avanzaba la noche el escenario se repitió: Camilo intentando
seducir a las mujeres colombianas e intentando que yo sea su compinche, y una de éstas
mujeres que abiertamente me coqueteaba. Encontrándome bajo las influencias del
alcohol, no recuerdo exactamente cada uno de los detalles que prosiguieron esa noche,
pero sí que fui objeto de situaciones vergonzosas que de manera deliberada tenían por
finalidad poner en duda mi fidelidad hacia mi pareja. Durante toda la noche y sin que
mediara explicación razonable alguna, nos grabaron en el Hotel, cuestión que desde luego
nada tenía que ver con el turismo, tópico por el cual supuestamente estábamos ahí. Más
tarde llegaría mi novia, a quien no le conté nada de lo sucedido para ahorrarle malos
ratos.
Con fecha 09 de Junio de 2016, fecha en que tiene lugar el acto arbitrario e ilegal e
contra del cual se recurre, es a mí a quien llevan a grabar tomas de “turismo” por la ciudad
de Chillán, quedándose mi pareja Constanza en el Hotel, a quien le dieron las mismas
instrucciones que a mí me habían dado el día anterior: que disfrute del Hotel y se relaje.
Mi novia, en compañía de “Cindy” y “Macarena”, salieron del Hotel unos momentos a
comprar y a pasear en las cercanías. Mientras paseaban la grababan en todo instante y de
pronto aparecen más cámaras y una persona de la televisión, el señor César Campos,
conductor del programa televisivo “Manos al Fuego”, programa emitido por la recurrida,
quien procede a presentarse ante mi polola y leerle una carta que ésta había enviado a
dicho programa de televisión hace más de 3 años, momento en que recién habíamos
comenzado nuestra relación sentimental. Luego, le dijeron que tenían grabado como yo le
había sido infiel, instándola a ver las imágenes de la supuesta infidelidad de mí parte,
trasladándose hacia donde yo me encontraba en ese momento.
Mientras tanto, encontrándome por mi parte caminando por las afueras del Hotel
“Nevados de Chillán”, me percato de pronto que no estoy solo, y al ver a mi alrededor
veo a mi polola junto a varias personas más, incluido este conductor de televisión del
programa Manos al fuego, quien me increpa pidiéndome explicaciones sobre la supuesta
infidelidad. En ese momento, me sentí violentado, ya que de pronto me encontraba frente
a personas desconocidas con cámaras y micrófonos, pidiéndome explicaciones sobre una
infidelidad que nunca cometí, por lo que con mí pareja –quien no estaba enojada, si no
que por el contrario, se encontraba igual de perpleja e indignada que yo-, decidimos irnos
de ese lugar.
Una persona de la producción nos sacó de ahí y nos entregaría unos pasajes de
vuelta a Puerto Montt, pero sólo si firmábamos un contrato por los derechos a utilizar las
imágenes del programa de turismo grabadas días antes, sino no nos pagarían ni nos
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entregarían pasajes de regreso a nuestra ciudad. Frente a la condición expuesta, y sin
asimilar el contenido de los papeles que nos presentaban, firmamos, ya que carecíamos
de medios económicos en ese instante, para regresar a nuestros hogares. Así,
emprendimos el viaje de regreso a Puerto Montt ese mismo día 09 de Junio en la noche,
llegando a destino el 10 de Junio. Es en ese momento, después de firmar y antes de
regresar a Puerto Montt, en que tomo conocimiento del acto arbitrario y/o ilegal en
contra del cual se recurre de protección, ya que la recurrida me informa que, emitirán
las imágenes que se habían grabado, en el programa “Manos al fuego”, sin importar mi
negativa, ni la de mí pareja, ya que habíamos firmado una cesión de derechos de imagen
y muchas imágenes además se habían grabado en la vía Pública.
SS. Itma. comprenderá, cómo dicha decisión de la recurrida es arbitraria e ilegal,
lesiva o potencialmente lesiva de mi derecho fundamental de vida privada y honra,
constitucionalmente resguardado. Ello, debido a los fundamentos jurídicos que se
expondrán, y en lo fáctico, debido a que todo lo ocurrido, desde mi participación
voluntaria en los eventos, hasta la firma de los papeles que nos presentaban, constituyó
un ardid absurdo, que tenía por objeto ridiculizarme frente a las cámaras, sin mediar mi
consentimiento, por cuanto lo firmado tuvo lugar bajo la presión de las amenazas
esgrimidas por la recurrida, quien nos dejaría en un lugar lejano a nuestros hogares, en
desamparo económico, de no mediar la firma requerida. De manera adicional viene al
caso recordar SS ITMA., que tanto mí participación en las grabaciones, como también la
participación de mí pareja, se debió en todo momento a que pensábamos que estábamos
grabando un programa de turismo, nicho económico del cual formamos parte, por lo que
nunca habríamos accedido a grabar escena alguna, si nos hubiesen informado con claridad
desde un principio que se trataba en realidad de otro programa, de carácter totalmente
diferente, cual es “Manos al Fuego”, programa que nada tiene que ver con el turismo.
Todo lo acaecido ha generado profunda angustia en mí persona, no sólo por el
pudor que la difusión de dichas imágenes generaría en mí mismo y en mí pareja, al
mostrar aspectos de mí vida privada, carentes absolutamente de interés público, con el
sólo afán de saciar el morbo televisivo; si no también por las consecuencias lesivas que
para mi carrera profesional tendría la emisión de éstas imágenes, ya que soy aspirante a
clase reserva del regimiento militar en Puerto Varas, por lo que difícilmente la institución
marcial a la que aspiro pertenecer, no adoptará medidas disciplinarias al respecto,
sancionándome. Lo anterior, por cuanto un adecuado comportamiento social es exigido en
el rubro militar, no pudiendo incurrir en conductas vergonzosas de revuelo nacional,
viéndose en consecuencia, mi futuro profesional seriamente comprometido si la recurrida
llegase a emitir las imágenes aludidas.
II.- EL DERECHO
De la lectura de la parte expositiva de este recurso, SS. ITMA. puede apreciar cómo
el conjunto de engaños acuciosamente elaborados y ejecutados por la recurrida,
constituye una amenaza directa a mi derecho fundamental de respeto y protección de mi
vida priva y honra, derecho constitucionalmente consagrado en el artículo N°4 de nuestra
Constitución
Política
de
la
República.
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Esta norma recoge y ampara, en primer término, la vida privada o intimidad, cuyo
contenido se refiere a la esfera personal más íntima de la persona. Se trata de un derecho
personalísimo que, desde un punto de vista subjetivo reconoce el derecho del individuo a
mantener ajeno al conocimiento público, un ámbito de su vida cuyo interés es
estrictamente privado, por considerarlo así la persona, relegando el conocimiento de
dichos aspectos al propio individuo y su entorno de confianza; y desde un punto de vista
objetivo, ampara aquellos aspectos que por su propia naturaleza tienen un carácter
privado para las personas, tales como la inviolabilidad del domicilio, el ámbito de las
relaciones interpersonales y de pareja, la propiedad individual, el cuerpo y alma del
individuo, etc. La intimidad como derecho fundamental, constituye de esta manera, tanto
el deseo de una persona de que ciertos aspectos de su vida no sean conocidos, por el
pudor que la divulgación de estos aspectos le generaría, aun cuando objetivamente no
lesionen su honor, imagen, u otros bienes jurídicos relacionados; como también, el límite
al desarrollo de una actividad especialmente dirigida a entrometerse en la vida ajena,
reservando aquellos aspectos que tienen carácter privado, aun cuando no se proceda a su
divulgación, y no obstante la veracidad o falsedad de su propio contenido.
En segundo lugar, pero no por eso menos importante, la norma constitucional
referida también protege la honra de la persona, entendida ésta desde un punto de vista
subjetivo, como la “autoestima” o propia valía (dimensión autónoma de la honra); y,
desde un punto de vista objetivo, como la “fama” o la valía ajena, es decir, como la
representación que terceros tienen sobre la persona (dimensión heterónoma de la honra).
La protección constitucional no se agota en la protección del individuo, sino que se
despliega además sobre la honra de la familia de éste.
Por otra parte, el derecho a la imagen propiamente tal - esto es, el derecho de las
personas a utilizar la imagen propia, y como contrapartida, a excluir su utilización por
parte de terceros mediante soportes visuales- , si bien carece de consagración
constitucional expresa en nuestra carta fundamental, no puede sino considerarse como
parte del contenido de la intimidad y la honra de la persona, y en consecuencia, amparado
por el art. 19 N° 4 de nuestra Constitución Política. Ello por cuanto la imagen y su
utilización, es una proyección de la dignidad humana inmersa en la vida privada de los
individuos.
La legítima pretensión de excluir la publicidad de ciertos hechos relativos a la vida
ordinaria de cada persona, que carecen de todo interés o relevancia pública, no sería
respetada si la recurrida emitiera y difundiera las imágenes por ella captadas y ya
narradas, por cuando todas esas imágenes muestran aspectos de mi vida privada que
fueron obtenidas a través del engaño y la manipulación por parte de la recurrida, aspectos
que deseo mantener en reserva, y que perjudican la honra de mí persona, mi pareja y mi
familia.
La emisión de estas imágenes relativas a mi vida privada, afectan gravemente mí
honra y además puede tener repercusiones materiales directas en mí carrera profesional,
ya que en caso que estas imágenes salgan a luz pública la entidad militar a la que
pertenezco, me sancionaría, existiendo de esta manera, además de una afectación al
derecho del 19 N°4 de nuestra Carta Política, una potencial afectación a mí derecho de
propiedad, constitucionalmente salvaguardado en el artículo 19 N° 24 de nuestra
Constitución. Lo anterior, debido a que existe propiedad sobre toda clases de bienes,
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corporales e incorporales, teniendo en consecuencia, propiedad sobre mi derecho a
proseguir mi carrera militar.
Además, viene al caso recordar a SS. ITMA., que dichas imágenes están referidas a
hechos falsos, tendenciosos, incompletos, carentes de todo interés público, como
asimismo a actuaciones y comportamientos contrarios a los deberes éticos que debieran
existir en todo ordenamiento jurídico.
Adicionalmente, el supuesto consentimiento prestado por mí parte en los
diferentes papeles que me hicieron firmar, fue a todas luces viciado, dado que sólo se
prestó o a través de engaños deliberados (dolo), o bien como consecuencia de amenazas
de desamparo económico (fuerza psicológica), de manera tal que difícilmente una persona
con mí situación económica no firmaría el contrato que se me presentaba, al carecer de
medios para volver a mi ciudad, necesitando regresar a mi hogar de manera urgente. Todo
ello, considerando que fue la propia recurrida la que me llevó a una ciudad lejana, bajo el
pretexto de grabar un programa de turismo realmente inexistente, sólo para obtener y
difundir imágenes de mi vida privada, cuyo almacenamiento y difusión no tiene mi
consentimiento real y afecta gravemente mi honra. A ello hay que sumar, que la recurrida
lucrará con las imágenes, a costa de mi humillación y en contra de mi consentimiento.
Finalmente, en lo que a derecho positivo se refiere, me habilita a recurrir de
protección el artículo 20 de la Constitución Política de la República, por cuanto, dicha
norma protege a quien, por causa de actos u omisiones arbitrarios o ilegales, sufra una
privación, perturbación o amenaza, en el legítimo ejercicio de los derechos y garantías
taxativamente señalados, incluyendo en dicha enumeración, el derecho a la vida privada y
honra, y también el derecho de propiedad, ambos que estimo potencialmente afectados
por el acto arbitrario e ilegal en contra del cual se recurre. Deduzco de esta manera el
presente recurso de protección, para que SS. ITMA. restablezca el imperio del derecho,
adoptando las medidas que juzgue necesarias para asegurar mi debida protección como
afectado.
III.- COLISIÓN DE DERECHOS
Cabe observar, que el derecho a la libertad de información, que incluye la libertad de
prensa, sólo puede prevalecer ante el derecho a la protección a la intimidad y la honra,
cuando existe un interés público de relevancia comprometido, ya sea por el contenido del
acto o por las personas que participan (así lo ha reiterado el sistema interamericano de
protección Ius-fundamental), lo que no ocurre de modo alguno en la especie.
A mayor abundamiento, el único propósito del canal con el mencionado
programa “Manos al Fuego”, es engañar a personas desconocidas para la opinión pública,
exponiéndolas a situaciones comprometedoras con el único objeto de lucrar con el morbo
de los espectadores, quienes disfrutan viendo a desconocidos en situaciones humillantes,
entrometiéndose
en
la
vida
privada
de
otros.
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IV.- COMPETENCIA
La competencia de esta Ilustrísima Corte de apelaciones de Chillán, se produce
debido a que los actos de amenaza a mi derecho de vida privada y honra, si bien se
iniciaron en la ciudad de Puerto Montt – a través del contacto con el equipo de Chilevisión
para grabar el supuesto programa de turismo – fue en la ciudad de Chillán en que se
concretó el acto arbitrario e ilegal que da origen a esta acción de protección.
Así, en un primer momento, la recurrida nos cita a un “Casting”, en dependencias
de un hotel en Puerto Montt. Posteriormente, graban en mi casa y en la casa de mi pareja,
igualmente en Puerto Montt. Pero fue en la ciudad de Chillán, donde en definitiva se
concretaron los actos de engaño que amenazan mi derecho, ya que en dicho lugar me
informan que se trataba en realidad de otro programa y que revelarán las imágenes.
POR TANTO, de acuerdo a lo expuesto, a lo dispuesto en el artículo 20 de la
Constitución Política de la República, el autoacordado de la Excelentísima Corte Suprema
sobre Tramitación del Recurso de Protección, demás normas citadas y todas las otras que
sean pertinentes,
RUEGO A SS. ITMA, se sirva tener por presentado recurso de protección en contra
de RED DE TELEVISIÓN CHILEVISIÓN S.A., representada por su gerente general don
FRANCISCO MANDIOLA ALLLAMAND, ambos ya individualizados, acoger el recurso y en
definitiva:
1. Ordenar que se restablezca el imperio del derecho por el acto arbitrario e
ilegal que se ha cometido en mí contra.
2. Que como consecuencia de lo anterior, se ordene a RED DE TELEVISIÓN
CHILEVISIÓN S.A., que el contenido audiovisual captado de mí persona,
no sea emitido por su señal de televisión, ni por señal o medio de
reproducción audiovisual alguno (televisión abierta, por cable, internet,
etcétera).
3. Que, la recurrida proceda a borrar todo el contenido relativo a mí
persona ya referido.
4. Que se condene en costas a la recurrida en caso de no allanarse a la
presente acción.
PRIMER OTROSÍ: Acompaño en este acto, para dar verosimilitud a mis alegaciones, los
antecedentes que acreditan que actualmente me encuentro en proceso de postulación
para tener un grado en carrera militar, como aspirante clase reserva, con la finalidad de
demostrar lo perjudicial que sería para mi carrera profesional, la emisión del contenido
audiovisual captado por la recurrida.
SEGUNDO OTROSÍ: Ruego a SS. ITMA., tener presente, que me patrocina en este recurso
y tiene asimismo poder en él, el abogado habilitado para el ejercicio de la profesión,
don ERIK VILLEGAS ROGEL, C.I.: 17.466.456-0, domiciliado en las Lengas 231, Valle
Volcanes, de la ciudad de Puerto Montt, quien ostenta todas y cada una de las
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facultades señaladas en ambos incisos del artículo séptimo del Código de Procedimiento
Civil, todo ello, según consta en escritura pública de Mandato Judicial que se acompañará
dentro del término legal.
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