LE CONTRAT DE TRAVAIL

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EL CONTRATO DE
TRABAJO
RÉGIMEN
GENERAL,
AUTÓNOMO,
FUNCIONARIO
Información general
Autora: Rose-Marie Quintana, abogada
Categoría: derecho social; marco específico: trabajador y empresa
Fecha de realización: 30 de abril del 2011
Introducción:
El contrato de trabajo es un acuerdo voluntario entre una o más personas en virtud del cual éstas se
obligan hacia una o más personas a dar, a hacer o a no hacer alguna cosa. El contrato de trabajo
sirve para establecer una relación entre el empleador o empresario y el trabajador. Esta relación es
un poco distinta cuando se trata de un funcionario, pues en este caso el empresario es el Estado
investido de una misión de servicio público. La figura del trabajador autónomo es pertinente aquí, ya
que su estatuto comporta una realidad jurídica que varía mucho según el territorio.
Estructura del artículo
I/CATALUÑA NORTE
A/ Régimen general
B/ Autónomo
C/ Funcionarios
II/ CATALUÑA
A/ Régimen general
B/ Autónomo
C/ Funcionarios
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III/ ANDORRA
A/ Régimen general
B/ Autónomo
C/ Funcionarios
I/CATALUÑA NORTE
A/ Régimen general
Un contrato de trabajo es un contrato en virtud del cual una persona realiza un trabajo
para otra a cambio de una remuneración, situándose, al mismo tiempo, bajo su
subordinación jurídica. Se trata de una situación objetiva que la voluntad de las partes no
puede cambiar (Cass. Soc. del 17 de abril del 1991, n.º 88-40.121; Cass. Soc. del 12 de julio
del 2005, n.º 03-45.394; Cass. Soc. del 3 de junio del 2009, n.º 08-40.981).
1) Prestación de trabajo efectiva
La prestación de trabajo debe ser real, efectiva y en beneficio del empleador o
empresario. Si no es así, se trata de trabajo ficticio y denunciable.
2) Remuneración
La mayoría de las veces, la remuneración se hace con dinero, pero también puede adquirir
otras formas. Es el caso de la retribución en especie.
La remuneración también puede ser una combinación de ingresos en metálico, por un
lado, y ventajas en especie, por otro. Con respecto a la retribución dineraria, la cantidad
puede ser fija, proporcional al volumen de negocio, al número de piezas vendidas, etc., o
también, puede consistir en una parte fija incrementada con una parte proporcional.
Las ventajas en especie pueden presentar diversas formas: uso de vivienda (masoveros),
alimentación, etc.
El hecho de que haya una nómina no es más que un elemento que permite suponer que
se ha acordado un sistema de remuneración y, por consiguiente, que se ha establecido un
contrato de trabajo; de hecho, para que exista un contrato de trabajo deben constar sus
tres elementos constitutivos.
3) Relación de subordinación
La relación de subordinación es la característica principal del contrato de trabajo. Significa
que el trabajador está a las órdenes de la persona que le ha contratado; esta última puede
darle órdenes y/o directrices, controlar la ejecución y sancionar las posibles infracciones.
La relación de subordinación nos permite determinar si la persona que realiza el trabajo es
un trabajador asalariado o un prestatario de servicios. En caso de duda, el estudio del
abanico material de indicadores nos permitirá establecer, una vez analizada la situación,
cuál es la relación existente entre el trabajador y la persona que da las órdenes.
El cónyuge del empleador o empresario puede convertirse en su trabajador siempre que
cumpla con los tres criterios mencionados.
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B/ Autónomo
Después de lo que acabamos de decir, parecería que, en Francia, un autónomo no puede
tener un contrato de trabajo. Efectivamente, si no hay relación de subordinación, nos
encontramos ante una prestación de servicios y no un contrato de trabajo.
C/ Funcionarios
Un funcionario es un individuo que tiene un trabajo permanente en el marco de un
servicio público (CE del 9 de marzo del 1923, Hardouin). Así pues, los funcionarios tienen
una plaza fija a tiempo completo, y por el hecho de ser funcionarios poseen un grado en la
jerarquía de las administraciones centrales del Estado, de los servicios externos
independientes o de los establecimientos públicos.
Los funcionarios no se rigen por el derecho laboral ni por ningún convenio colectivo. Su
situación depende de los estatutos. Cada «cargo» de la administración pública depende de
un tipo de estatuto especial que determina el lugar que ocupa el funcionario en la
jerarquía, la modalidad de contratación y la evolución de su carrera profesional.
También existen otras categorías de agentes, no titulares (y que, por consiguiente, no son
funcionarios), contratados por el Estado. Son los denominados «agentes contractuales» y
no son considerados funcionarios (ya que no disfrutan de las ventajas ligadas a la
permanencia en el cargo). Los contratos de estos agentes tampoco se rigen por el Código
de Trabajo.
II/ Cataluña
A/ Régimen general
En esta estructura jurídica, no hay ninguna definición formal de contrato de trabajo: debe
deducirse de las disposiciones del artículo 1-1 del Estatuto de los Trabajadores (ET) que se
aplica a los trabajadores que, voluntariamente, prestan sus servicios a cambio de una
remuneración por cuenta de un tercero, en el marco de una organización específica y bajo
la dirección de otra persona, física o jurídica, denominada empleador o empresario.
Para establecer un contrato de trabajo hay que reunir los cuatro requisitos cumulativos
siguientes:
1) Carácter voluntario de la relación contractual
La prestación laboral debe hacerse libre y voluntariamente para poder ser considerada
contrato de trabajo.
2) Carácter personal de la prestación
La prestación de trabajo debe realizarla el trabajador, personalmente. Eso significa que el
trabajador no puede hacerse sustituir cuando él quiera, aunque la jurisprudencia admite
que las sustituciones ocasionales y consentidas por el empleador o empresario no afectan
a la naturaleza del contrato de trabajo.
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3) Dependencia
El trabajo se ejecuta bajo un régimen de dependencia, es decir, bajo las órdenes del
empleador o empresario y bajo sus normas disciplinarias.
Sin embargo, para que esta dependencia sea un elemento esencial del contrato laboral, es
necesario que la prestación se efectúe en el marco de la organización y bajo la dirección
de la persona que remunera la mencionada prestación.
4) Alteridad
Alteridad significa que los frutos del trabajo realizado por el trabajador (para que se
entienda como tal) deben ser recogidos por el empresario. Se trata de entender esta
relación contractual como una relación «con el otro». La alteridad complementa la noción
de dependencia.
B/ Autónomo
Se trata del trabajador que realiza una prestación de trabajo a cambio de una
remuneración pero sin estar sometido a las órdenes de un empleador o empresario. El
trabajador autónomo es su propio jefe y cuando termina su trabajo factura sus servicios.
En algunos casos, podemos encontrar trabajadores autónomos que solo tienen un cliente
o que tienen un solo cliente importante en su volumen de negocio. Para estos casos, se
han tenido que establecer nuevas leyes.
Con el fin de proporcionar un marco jurídico a una realidad social, la Ley 20/2007, del 11
de julio, del Estatuto del Trabajador Autónomo, publicada en el BOE 166 del 12 de julio del
2008, reconoce el estatuto del trabajador autónomo económicamente dependiente
(capítulo III de la mencionada ley). Así pues, en caso de dependencia económica igual o
superior al 75% entre el trabajador autónomo y su «cliente» principal, se firmará un
contrato entre ambas partes de una duración que puede ser determinada o indefinida (y,
automáticamente, una duración determinada si no se especifica el plazo de forma
expresa). Este nuevo estatuto permite regular una relación de dependencia económica
por medio de un contrato, además de proteger al trabajador autónomo, quien, a partir de
ese momento, podrá afiliarse a asociaciones profesionales.
C/ Funcionarios
Tal como recoge el artículo 1.3 del ET, los funcionarios quedan excluidos del marco del
derecho laboral. Su situación está regida por el Estatuto de la Administración Pública,
tanto en el caso de los funcionarios titulares como en el de los agentes regulados por
contrato.
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III/ Andorra
A/ Régimen general
Un contrato de trabajo en Andorra se origina en el momento en que una persona –el
trabajador– se compromete verbalmente o por escrito a realizar personalmente una
prestación de servicios, intelectual o manual, por cuenta ajena –el empresario– en el
marco de la organización y bajo la dirección de este último, a cambio de una
remuneración denominada salario (Código de Relaciones laborales - Ley 35/2008, del 18
de diciembre). Así pues, rigen aquí los mismos criterios que en Cataluña.
B/ Autónomo
Se trata del trabajador que ofrece sus servicios sin someterse a ninguna relación
jerárquica con sus clientes. En Andorra, para poder establecerse como trabajador
autónomo, deben reunirse unas condiciones muy estrictas (poseer la nacionalidad
andorrana o responder a los requisitos de una oferta de trabajo a la que ningún ciudadano
andorrano haya respondido, como, por ejemplo, algunos profesionales de la sanidad). En
2008, la Ley de la Seguridad Social impuso un mínimo de cotizaciones obligatorias (que no
lo eran hasta entonces) con el fin de garantizar, sobre todo, el acceso a la sanidad.
Actualmente, tal como sucede en Cataluña, los autónomos también pueden afiliarse a
asociaciones profesionales, siempre que no tengan personal contratado o subcontratado.
C/ Funcionarios
El régimen jurídico de los empleados del Estado andorrano puede ser de naturaleza
estatutaria o contractual. Los funcionarios disfrutan de un estatuto especial regido por el
derecho administrativo andorrano, por la Ley general de la Administración Pública y por
las «ordenanzas» que cada común tiene para sus propios funcionarios, ya que la división
administrativa de Andorra es especial. Los agentes contractuales están sometidos al
derecho del trabajo (legislación laboral) y no disfrutan de las ventajas de los funcionarios.
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Bibliografía
CISS, Grupo Wolters Kluwer. Todo social, ed. 2011.
Mémento pratique Francis Lefebvre. Droit social, ed. 2011.
Boletín oficial del Principado de Andorra
Enlaces
www.govern.ad;
www.gencat.cat;
www.laboris.net;
www.infotravail.com;
www.juritravail.com; www.service-public.fr; www.vie-publique.fr; www.legalis.ad
Glosario
Agente contractual: agente del Estado que no tiene el estatuto de funcionario. Tiene un
contrato con el Estado por una duración que puede ser determinada y por un trabajo
semanal que puede ser a tiempo parcial en función de las necesidades. El derecho
aplicable (estatutario o laboral) variará según el territorio.
Contrato: es un acuerdo entre una o más personas en virtud del cual estas se
comprometen con una o más personas a dar, a hacer o a no hacer algo.
Contrato de trabajo: contrato que une a dos personas: un trabajador y un empleador o
empresario. El trabajador asalariado realiza voluntariamente un trabajo bajo la dirección
jerárquica del empleador o empresario y, a cambio, recibe un salario.
Funcionario: agente del Estado contratado por el mismo Estado para realizar una misión
de servicio público dentro de una administración central, local o en un establecimiento
público. El funcionario disfruta de ciertas ventajas, como un puesto de trabajo fijo.
Trabajador autónomo / independiente: es un prestatario de servicios unido por contrato
al beneficiario del servicio prestado sin que haya por parte de este último ninguna relación
de autoridad o de poder de dirección sobre la misión realizada. El trabajador autónomo
puede ser un artesano, un comerciante, un profesional liberal según el sector en el que
ejerza, y él mismo es su propio jefe.
En Cataluña, existe una situación híbrida entre el trabajador autónomo y el trabajador
asalariado (es una excepción): se trata del trabajador autónomo económicamente
dependiente. Son aquellos trabajadores que obtienen casi todos sus ingresos de la relación
que establecen con un solo cliente (es decir, los que tienen una situación de dependencia
económica con el cliente equivalente, como mínimo, al 75% de sus ingresos).
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