la investigación del comportamiento visual, desde el enfoque

Anuncio
137
Journal of Sport and Health Research
2012, 4(2):137-156
Vila-Maldonado, S.; García López, L.M.; y Contreras Jordán, O.R. (2012). The research of the
visual behaviour, from the cognitive-perceptual focus and the decision making in sports. Journal of
Sport and Health Research. 4(2):137-156.
Review
LA INVESTIGACIÓN DEL COMPORTAMIENTO VISUAL, DESDE
EL ENFOQUE PERCEPTIVO-COGNITIVO Y LA TOMA DE
DECISIONES EN EL DEPORTE
THE RESEARCH OF THE VISUAL BEHAVIOUR, FROM THE
COGNITIVE – PERCEPTUAL FOCUS AND THE DECISION MAKING
IN SPORTS
Vila-Maldonado, S.1; García López, L.M.2; Contreras Jordán, O.R.2
1
Facultad de Ciencias del Deporte de Toledo (Universidad de Castilla-La Mancha)
2
Correspondence to:
Sara Vila Maldonado
Universidad de Castilla-La Mancha
[email protected]
Facultad de Educación de Albacete (Universidad de Castilla-La Mancha)
Edited by: D.A.A. Scientific Section
Martos (Spain)
[email protected]
Received: 05-12-2011
Accepted: 28-03-2012
J Sport Health Res
ISSN: 1989-6239
138
Journal of Sport and Health Research
2012, 4(2):137-156
RESUMEN
ABSTRACT
Desde la psicología cognitiva se han abordado los
aspectos clave del procesamiento de la información.
Así, el llamado enfoque perceptivo-cognitivo,
entiende al deportista como alguien capaz de procesar
la información y solucionar los problemas que se le
planteen en el entorno deportivo.
From the cognitive psychology key aspects of the
information- processing have been addressed. Thus,
the cognitive – perceptual focus, interprets the
sportsman like someone able to process the
information and solve the problems raised in the
sportive environment.
Las investigaciones en el deporte han evolucionado a
la par que las diferentes técnicas de estudio,
permitiendo que cada vez más, los participantes se
encontrasen frente a entornos fieles a los reales, en
los que la percepción visual es más similar a la que
sucede en situaciones de juego o entrenamiento.
Researches in sports have evolved as well as the
different study technics, allowing the participants
face every time to more ecological environments, in
that the visual perception is similar to the real one.
El presente artículo pretende revisar las
investigaciones más relevantes en torno a la
percepción visual y la toma de decisiones, partiendo
de un enfoque cognitivista, y abordando los
diferentes tipos de técnicas empleadas para el
desarrollo de éstas.
Palabras clave: percepción, visión, psicología
cognitiva, procesamiento de la información.
J Sport Health Res
The present article intends to review the most
outstanding researches around the visual perception
and the decision making, starting from a cognitivist
focus, and addressing the different kinds of
techniques used for the development of them.
Keywords: perception, development,
psychology, information- processing.
cognitive
ISSN: 1989-6239
139
Journal of Sport and Health Research
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo pretende hacer una revisión de los
principales aspectos relacionados con la percepción
visual desde el enfoque perceptivo-cognitivo, en el
ámbito deportivo y motriz.
En cuanto a los procesos perceptivos en el deporte, la
información visual es esencial para que ocurra el
aprendizaje y el rendimiento motor (Vickers, 2007),
puesto que la visión es la principal fuente informativa
del ser humano en cualquier actividad que
desempeñe. En el deporte se ha estudiado el
comportamiento visual de los deportistas siguiendo
distintas corrientes. Entre ellas, la más relevante, a la
hora de encontrar diferencias entre expertos y
novatos, es la del paradigma de comportamiento
visual. A través de este paradigma se han analizado
las fijaciones visuales de los participantes, su
duración y patrón visual, y se han encontrado
diferencias entre aquellos más experimentados, y
aquellos con menos experiencia o nivel de habilidad.
Solso en 1995 (Vickers, 2007) define la psicología
cognitiva como el estudio científico de lo que piensa
la mente, cuya representación más clara es el
procesamiento de la información. Se centra en cómo
atendemos y captamos la información sobre el
mundo, cómo es guardada en la memoria por el
cerebro, y cómo este conocimiento es usado para
resolver problemas, pensar, y formular juicios. Así,
desde la perspectiva cognitiva, la experiencia produce
estructuras específicas de conocimiento que son
guardadas en la memoria a largo plazo, para poder
ser usadas posteriormente.
Según Rivière (1987, en Pozo, 2006), lo más general
que podemos decir de la psicología cognitiva es que
refiere la explicación de la conducta, a entidades
mentales, a estados, procesos, y disposiciones de
naturaleza mental, para los que reclama un nivel de
discurso propio, esto indica que la acción del sujeto
está determinada por sus representaciones.
Dentro de la psicología cognitiva aparece la teoría del
procesamiento de la información. Esta teoría
planteaba un modelo del proceso de la información
que incluye un receptor y un canal a lo largo del cuál
se transmite la información entre ambos. A partir de
este postulado aparece la metáfora que compara al
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
sujeto con un ordenador que sigue un sistema lógico
matemático,
constituido
exclusivamente
por
procedimientos formales (Pozo, 2006). El ser
humano transmite y procesa, es decir, codifica
mediante procesos cognitivos la información, en
forma de representaciones mentales, tal y como lo
haría un ordenador (Tejero, 1999).
Según la psicología cognitiva, cualquier proceso
puede ser comprendido reduciéndolo a las unidades
mínimas de que está compuesto, estas unidades más
pequeñas se unen entre sí hasta constituir un
programa, y esto se hace siguiendo procesos o
subprocesos lineales.
En cuanto a las estrategias visuales de los deportistas,
según los cognitivistas, éstas son controladas por el
conocimiento que ha sido desarrollado a través de
años de entrenamiento, juego y observación. De
modo que los expertos saben cuáles son las áreas de
mayor aporte informativo, debido a su acumulación
de experiencia, y pueden ignorar las áreas
irrelevantes del entorno, prestando atención a las más
importantes. Las mediciones de la psicología
cognitiva en este aspecto se hacían para describir los
estados que intervenían entre el estímulo y la
respuesta (Bruce, Green y Georgeson, 2010).
Desde el enfoque perceptivo-cognitivo las
investigaciones se han llevado a cabo dentro y fuera
del laboratorio, recreando situaciones de juego
similares situaciones reales, y con tareas
predominantemente visuales (Ruiz, Sánchez, Durán y
Jiménez, 2006).
La mayoría de los estudios sobre comportamiento
visual han seguido esta perspectiva, comparando las
capacidades de deportistas expertos, y relacionando
este aspecto con la toma de decisiones. El uso de
seguidores de mirada ha adquirido gran importancia
dentro de esta línea de investigación, mostrando
resultados objetivos acerca de la percepción y el
comportamiento visual de los deportistas.
El proceso de percepción-acción
La percepción es entendida como un proceso
primario de elaboración de la información (Moreno,
Del Campo, Reina, Ávila, y Sabido, 2003) lo que
hace que sea un factor clave en toda acción deportiva.
ISSN: 1989-6239
140
Journal of Sport and Health Research
Se trata de uno de los procesos psicológicos básicos
más importantes del ser humano, ya que le permite
extraer información del medio y poder relacionarse
mejor con el contexto en el que se encuentra (Palmi,
2007).
El hecho de percibir comprende la operación de los
sentidos, e implica el despliegue de nuestros sistemas
sensoriales o receptivos, la dirección y redirección de
la atención (Barber y Legge, 1980).
En torno a los procesos perceptivo motores existen
dos paradigmas explicativos. Uno de ellos tiene su
máximo exponente en los modelos de procesamiento
de la información, que afirman que los actos
perceptivos implican una relación de interacción
física entre el medio y el sujeto a través de los
sentidos. En estas teorías, cuyo precursor es Welford
(1976), se describen los procesos secuenciales que se
dan en todos movimientos hábiles, encontrando la
presencia de tres mecanismos principales;
percepción, toma de decisiones y ejecución del
movimiento.
La percepción es por tanto una actividad cognitiva,
ya que transforma un tipo de representación en otra a
través de una o más operaciones intermedias de
procesamiento de la información. Así el acto
perceptivo se ve caracterizado por procesos mediados
por representaciones, no mediante la extracción
directa, que defendía Gibson (1979) dentro de su
enfoque ecológico (García-Albea, 1999).
Conviene matizar que el proceso de percepción se
compone de dos fases susceptibles de estudio:
sensación y percepción. Estas fases se solapan pero a
su vez son diferenciables. Primero se capta una
información no elaborada, es decir, unos datos del
entorno, a través de los sentidos (sensación) y
después se interpretan todos los datos que se
consideran relevantes (percepción). De modo que una
cosa es ver (sensación) y otra enterarse de lo que se
está viendo (percepción) (Palmi, 2007). La vertiente
perceptiva tiene como función principal la de
identificar la señal de respuesta, la decisional efectúa
la elección de la respuesta, y finalmente se producen
las operaciones de programación de ésta.
El modelo de procesamiento de la información
(Schmidt y Wrisberg, 2008), se trata de un modelo
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
serial en el que los estadios se suceden sin
recuperación temporal, es decir, el tiempo de
tratamiento requerido entre la presentación del
estímulo y el inicio de la respuesta, es la suma de las
duraciones de cada estadio. El tiempo de duración de
cada uno de ellos se ve aumentado cuanto más difícil
resulta la tarea (Temprado y Famose, 1999).
Para poder llevar a cabo un entrenamiento decisional
lo primero necesario es identificar las decisiones que
los atletas tienen que tomar en competición. Según
Vickers (2007) cada decisión debería incluir una de
las siete habilidades cognitivas que aparecen en la
siguiente lista:
Anticipación es la habilidad de predecir que ocurrirá
cuando nos preparamos para ejecutar una habilidad o
táctica. Antes de la ejecución, ¿qué información deber
ser vista, oída, o de lo contrario, percibida o atendida
antes de actuar?
Atención
es la habilidad para seleccionar el índice
correcto de los muchos que están disponibles, antes, y
mientras la acción esta siendo ejecutada. Se refiere a
qué información debe ser atendida durante la
ejecución de una habilidad específica o táctica.
Focalización y concentración se refiere a la habilidad
de detectar de forma constante los índices correctos y
no distraerse por eventos irrelevantes, por un largo
periodo de tiempo.
Patrón de reconocimiento es la habilidad de percibir
significativamente, mientras nos movemos a través de
entornos complejos. El patrón de reconocimiento es
requerido para detectar objetos y localizaciones
durante el movimiento y en juegos tácticos.
La recuperación de memoria requiere la habilidad de
encontrar las mejores soluciones en la memoria
tomando las condiciones cambiantes encontradas en
escenarios deportivos. ¿Qué información debe ser
retenida? ¿Cuánto tiempo emplea el deportista en
recordar que hacer en un escenario deportivo
específico?.
Resolución de problemas es la habilidad de
trasformar una situación posible en una situación
final. La resolución de problemas ocurre
constantemente en el deporte y puede pasar de ser
rutinaria a novedosa y compleja.
La toma de decisiones es la “habilidad para tomar la
mejor elección entre varias alternativas” (Eysenck,
ISSN: 1989-6239
141
Journal of Sport and Health Research
1994). La habilidad para tomar decisiones efectivas es
crítica en el deporte y predomina sobre las otras
habilidades perceptivas y cognitivas.
El procesamiento de la información, es por tanto,
complejo, sobre todo si tenemos en cuenta que el
tiempo para decidir puede ser mínimo, haciendo
necesaria en ocasiones una anticipación a las
acciones del contrario antes de que éstas se
produzcan. Según Temprado y Famose (1999), el
jugador eficaz tiene que ser capaz de producir
rápidamente una repuesta y llevarla a cabo con
precisión, aunque las condiciones de tratamiento de
la información, aumenten la dificultad de la tarea.
Dado que el ser humano tiene una capacidad limitada
en cuanto al procesamiento de la información del
entorno, el deportista se ve obligado a reducir, y
seleccionar, partes del ambiente (Palmi, 2007). De
este modo, una de las características del deportista
experto es la capacidad de seleccionar los estímulos
relevantes del entorno, lo que se traduce en un menor
número de alternativas decisionales. Esto da lugar a
una toma de decisiones más rápida y eficiente, que se
refleja en estrategias de búsqueda visual efectivas
(Ezquerro y Buceta, 2001).
La información que los deportistas utilizan para
poder realizar sus movimientos, proviene de fuentes
diversas. La fuente de información, conocida
típicamente como exterocepción, indica que la
información proviene del exterior. De entre todos los
sistemas de entrada de información sensorial, el
visual es el sistema receptor más importante en la
recogida de información del entorno (Schmidt, 1988).
La visión nos aporta información sobre el
movimiento de los objetos, o sobre la velocidad de
vuelo de un balón, nos ayuda a detectar aspectos
temporales y espaciales de nuestros propios
movimientos en el entorno y a anticipar eventos que
pueden suceder en él (Schmidt y Wrisberg, 2008).
La gran importancia del sistema visual dentro del
proceso perceptivo, ha llevado a los investigadores a
analizar los movimientos oculares de los seres
humanos, en diversos entornos, tal y como señalan
Barber y Legge (1980), esto ha proporcionado una
fuerte evidencia acerca de la atención visual y la
conducta visual en general.
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
La toma de decisiones en relación con aspectos
perceptivo-visuales en deportes de equipo.
Cualquier acción motora implica, además del nivel
necesario para desempeñarla, la elección previa a
ésta. Dicha elección puede ser muy simple,
basándose en la dicotomía de si actuar o no hacerlo, o
por el contrario puede ser más compleja llevando al
sujeto a elegir, no sólo si llevar a cabo una acción o
no, sino que tipo de actuación más adecuada para
cada momento (Gréhaigne, Godbout y Bouthier,
2001).
En este sentido el entorno deportivo ofrece un
contexto particular, sobre todo aquellos en los que se
da una oposición directa contra otro jugador. Por este
motivo, Gilovich sugería en 1984, que el ámbito
deportivo era el más apropiado para estudiar la toma
de decisiones (Ruiz y Arruza, 2005).
La toma de decisiones es un factor determinante en el
rendimiento y su predicción es una de las
herramientas más valiosas para afrontar con éxito la
práctica deportiva (Williams, Singer y Frehlich,
2002). Conocer el funcionamiento de la toma de
decisiones nos ayudará a mejorar el rendimiento de
los deportistas experimentados, y optimizar la
formación deportiva de los que se están iniciando. La
investigación acerca del tema señala que la
percepción hábil de la acción deportiva determina
una toma de decisiones apropiada.
El canal visual es el más utilizado en el
procesamiento de información de habilidades de
carácter abierto, y por tanto el canal dominante en el
proceso de optimización del rendimiento deportivo a
través de la utilización de la información (Damas,
Moreno, Reina y del Campo, 2004; Del Campo,
Reina, Sanz, Fuentes y Moreno, 2003; Moreno, Ávila
y Damas, 2001; Ruiz y Sánchez, 1997; Ripoll, 1991).
La relación entre percepción visual y toma de
decisiones es evidente, teniendo en cuenta que el
canal visual es el de mayor aporte informativo, sobre
todo en los deportes de balón. Por tanto los procesos
de atención están determinados por las estrategias
visuales usadas para analizar el entorno y tomar la
información para su procesamiento (Tenebaum,
2003).
ISSN: 1989-6239
142
Journal of Sport and Health Research
La toma de decisiones en el deporte ha sido estudiada
por numerosos autores. Los contextos en los que se
han desarrollado las investigaciones han sido en
muchos casos entornos deportivos, y en otros,
situaciones de laboratorio. En muchos estudios
cognitivos, los procesos de percepción y acción se
han desglosado y no se han estudiado juntos
(Williams, Davids y Williams, 1999). Sin embargo es
preferible analizar la toma de decisiones en contextos
más reales, ya que de este modo el ciclo de
percepción-acción no se ve alterado de forma
sustancial. McMorris en 1988, investigó sobre este
aspecto en jugadores de fútbol en posesión del balón,
y en ese mismo año, junto con MacGilliavary, expuso
los factores contextuales que el jugador debía tener
en cuenta a la hora de tomar decisiones (McMorris y
Graydon, 1997). La primera decisión que toma un
atleta es dónde mirar para capturar los índices más
relevantes del entorno. Posteriormente el deportista
realiza una selección para eliminar la información
irrelevante y usar la información relevante para poder
anticiparse a los eventos que puedan surgir
(Tenebaum, 2003).
Gréhaigne, Godbout y Boutier (2001) añaden los
elementos que componen la toma de decisiones, que
son: la estrategia individual, la base de conocimiento
del jugador, el conocimiento táctico, los recursos de
los jugadores y la localización y postura del jugador.
Algunos deportes de balón son tan rápidos que
obligan al jugador a valorar la trayectoria del balón y
emitir la respuesta adecuada en muy poco tiempo.
Además la precisión requerida es de unos pocos
centímetros en el espacio y unos pocos milisegundos
en el tiempo (Land, 2006).
Cuando el medio es inestable, y el tiempo del que se
dispone para responder es bajo, el deportista debe
decidir con rapidez, siempre en función de los
eventos externos. En este caso la tarea consiste en
una sucesión de movimientos discretos durante los
cuáles están altamente solicitados los mecanismos de
decisión. En estas condiciones cabe la posibilidad de
que el tiempo de reacción, sumando al tiempo de
movimiento, superen ese tiempo total del que el
jugador dispone para desarrollar su acción de forma
efectiva.
2012, 4(2):137-156
En este caso el deportista puede reducir el tiempo de
dos formas no excluyentes: reduciendo la duración
del movimiento o reduciendo el tiempo de reacción.
Para ello el jugador necesita anticiparse, y encontrar
índices que le permitan no cometer errores al reducir
el tiempo de respuesta (Durand, Geoffroi y
Jacquemond, 1999).
Definimos anticipación como la habilidad para
predecir un evento rápidamente antes de que éste
ocurra. Esta habilidad es fundamental en los deportes
donde las decisiones deben tomarse antes de los
movimientos del oponente. La anticipación también
es la habilidad par reconocer el patrón de juego y
usar la probabilidad situacional, también denominada
“lectura del juego”. Este es uno de los más claros
signos de una percepción hábil. Según Ward,
Williams y Bennett (2002), esta habilidad consiste en
obtener información de los movimientos del
oponente y emplearla para determinar su respuesta.
Existen estudios como los de Williams y Burtwitz
(1993, en Williams, Ward, Smeeton y Allen, 2004) o
Starkes, Edwards, Dissanayake y Dunn (1995), que
demuestran que aportar información relevante en la
secuencia deportiva ayuda a los deportistas a reducir
sensiblemente el tiempo invertido en la secuencia
motora. Por tanto, el deportista necesita centrar su
atención hacia los estímulos adecuados para poder
realizar una buena toma de decisiones.
Así, las investigaciones muestran que la anticipación
(o predicción) y la toma de decisiones, son elementos
clave para el rendimiento en el deporte, sobre todo en
aquellos de alta estrategia. Algunas fuentes
argumentan que la anticipación está determinada por
la exposición a la práctica específica en la tarea, por
lo que depende directamente del entrenamiento
concreto (Zwierko, 2006).
Técnicas utilizadas en el estudio de la capacidad
visual en el deporte
Los estudios centrados en los movimientos oculares
humanos datan de principios del siglo XX, aunque la
investigación con imágenes venía desarrollándose
desde el siglo XVIII (Wade y Tatler, en Land, 2006).
La percepción visual en el deporte ha sido objeto de
estudio de muchas investigaciones. Las técnicas
J Sport Health Res
ISSN: 1989-6239
143
Journal of Sport and Health Research
utilizadas, para conocer aspectos relacionados con la
capacidad visual en los deportistas son variadas, y
gracias al desarrollo de instrumental específico, las
investigaciones se han podido centrar cada vez más
en entornos dinámicos.
Dentro de laboratorio se han llevado a cabo
investigaciones que han analizado las capacidades
perceptivo-visuales de deportistas, comparando
generalmente grupos de expertos con jugadores
novatos o no experimentados. Las medidas de las
diferentes capacidades se han obtenido a través de
tests, utilizando sistemas de medición relacionados
con la psicología o tests ópticos generales. En estos
casos, la inquietud por conocer los aspectos que
hacen excelentes a los expertos en el deporte, ha
llevado a los investigadores a desarrollar estudios no
relacionados directamente con entornos deportivos,
en los que buscaban describir el perfil decisional y
perceptivo del deportista de élite, y sus diferencias
con los menos experimentados.
Las conclusiones de estos estudios apuntan que las
diferencias en las capacidades perceptivo-visuales
entre expertos y novatos se hacen visibles en tareas
relacionadas directamente con el dominio específico
(Abernethy, Neal y Koning, 1994; Helsen y Starkes,
1999;
Kioumourtzoglou,
Derri,
Tzetzis
y
Therodorakis,
1998;
Kioumourtzoglou,
Michalopoulou, Tzetzis y Kourtessis, 2000;
Azeneder y Bösel, 1998; Jafarzadehpur, Aazami y
Bolouri, 2007; Benguigui, Ripoll, y Broderick, 2003;
Vila-Maldonado, Ruiz y Mata, 2006). De este modo
Abernethy et al., (1994), en su estudio con jugadores
de billar basado en tests ópticos, específicos y
generales, y diferenciando jugadores expertos,
intermedios y novatos, expusieron que no existían
diferencias entre los tres grupos en los tests
generales, pero sí en los específicos, corroborando así
que es la experiencia la que determina el éxito de los
expertos, y no unas capacidades visuales superiores.
Helsen y Starkes (1999) compararon las habilidades
no específicas de jugadores expertos e intermedios de
fútbol. Midieron el procesamiento (tiempo de
reacción simple, tiempo de reacción periférica,
tiempo de corrección visual), optometría y
parámetros periféricos (rango periférico horizontal y
vertical) y entre sus resultados encontraron que los
expertos no poseían tiempos superiores de reacción,
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
ni se diferenciaban de los menos experimentados en
su precisión estática visual ni en su habilidad para
seguir el movimiento de un objeto.
En voleibol, Kioumourtzoglou et al. (2000)
examinaron las habilidades cognitivas, motoras y
perceptivas, en jugadores de voleibol de élite y
estudiantes sin experiencia en este deporte. Los
expertos en voleibol no mostraron habilidades
cognitivas superiores, solo hubo diferencias cuando
se presentaron estímulos concretos del deporte.
Sin embargo, encontramos autores que obtienen
conclusiones opuestas en sus investigaciones, como
es el caso de Azeneder y Bösel (1998) que estudiaron
la modulación de la extensión espacial del foco
atencional en jugadores de alto nivel de voleibol en
comparación con novatos. Los participantes
visualizaron tests no específicos del deporte, en los
que debían responder a estímulos variados, sin mover
su mirada. Concluyeron que los jugadores de voleibol
son mejores en los controles para modular la
distribución de los recursos atencionales y extraer
preíndices de áreas periféricas. También en voleibol,
Jafarzadehpur et al. (2007) midieron mediante tests
optométricos y gráficos la facilidad de acomodación
y movimientos sacádicos, a tres distancias. Los
resultados mostraron una mejor facilidad de
acomodación y movimientos sacádicos por parte de
las participantes jugadoras con respecto a las que no
lo son, encontrando diferencias significativas entre
las no jugadoras y las principiantes, con el grupo de
avanzadas e intermedias.
Autores como Du Toit, Krüger, Mahomed,
Kleynhans1, Jay-Du Preez1, Govender y Mercier,
(2011), señalan que el trabajo específico de la visión
con actividades deportivas, puede ayudar, no solo a
una capacidad decisional, y una respuesta motora
más rápida, dentro del propio ámbito deportivo, sino
que además puede mejorar el rendimiento y
aprendizaje motor general. Del mismo modo, en
deportes como el tenis, Maman, Gaurang y Sandhu
(2011), encuentran que el entrenamiento visual
mejora parámetros como el tiempo de reacción y
movimiento, la percepción y en general las
habilidades motoras dentro de este deporte.
Las técnicas de oclusión visual (temporal o del
evento) han aportado resultados acerca de que
ISSN: 1989-6239
144
Journal of Sport and Health Research
estímulos visuales resultaban relevantes a la hora de
tomar decisiones en el deporte. Se han convertido en
un método potencial para medir los índices usados
durante las acciones deportivas (Williams et al.,
1999). La investigación se ha centrado en el uso de
las técnicas de oclusión temporal y espacial para
conocer que fases del juego o zonas corporales del
oponente eran las que aportaban información
relevante a los deportistas, basándose en la premisa
de que el rendimiento es peor cuando el deportista no
ve una fuente de información o un área particular de
la escena que resulta importante para el éxito de la
tarea (Williams et al., 1999).
La mayoría de las investigaciones en esta línea, se
han servido del uso de grabaciones manipuladas, de
forma temporal o espacial, en las que una parte de la
escena era ocluida, bien en tiempo (una fase concreta
de la acción presentada), bien en algún elemento
específico de ésta (por ejemplo el balón). En estas
investigaciones el objetivo principal era conocer qué
áreas de la escena, o momentos de ésta,
proporcionaban informaciones más útiles a los
participantes, para llevar a cabo su toma de
decisiones (Starkes, 1987; Farrow y Abernethy,
2003; Abernethy y Zawi, 2007; Jackson y Mogan,
2007; Huys et al., 2009). Otros estudios, más
cercanos a entornos deportivos reales, han utilizado
gafas de cristal líquido para ocluir la visión de los
participantes, que observaban escenas de juego en
campo. Las gafas de cristal líquido han ofrecido a los
investigadores la posibilidad de salir del laboratorio
para llevar a cabo situaciones con fuentes de
información perceptual más realistas (Williams et al.,
1999).
El principal interés de los estudios con técnicas de
oclusión visual, ha sido el de conocer qué
información puede ser provista durante el aprendizaje
observacional, para así facilitar este proceso (Hodges,
Williams, Hayes y Breslin, 2007; Hagemann, Strauss
y Cañal-Bruland, 2006). De este modo, la tendencia
es comparar entre grupos de distinto nivel de pericia,
ya sean expertos y novatos, o participantes
experimentados o hábiles, y menos experimentados o
menos hábiles (Starkes, Edwards, Dissanayake y
Dunn, 1995; Oudejans, Michaels y Bakker, 1997;
Abernethy, Gill, Parks y Packer, 2001; Shim,
Carlton, Chow y Chae, 2006; Vila-Maldonado, Mata,
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
García, Pastor y Contreras, 2010; Müller et al.,
2009).
Uno de los primeros estudios es el de Enberg (1968)
(en Abernethy y Zawi, 2007) en tenis, en el que la
oclusión se producía antes o durante el momento en
el que la bola contactaba con la raqueta. Bajo estas
condiciones los jugadores expertos obtuvieron
resultados superiores. Posteriormente Starkes (1987)
comparó jugadoras de hockey femenino con un
equipo universitario y un grupo de novatos, se
midieron varios atributos, entre ellos la agudeza
visual dinámica, la anticipación coincidente y la
detección de la velocidad y precisión del balón.
Utilizando oclusión visual, se pedía a los
participantes, que predijesen con precisión el
lanzamiento, cuando el impacto del balón era visto y
cuando era ocluído. Entre sus resultados destaca la
capacidad de los jugadores de nivel nacional para
predecir la ubicación del lanzamiento, incluso si el
impacto de la bola es ocluído, y también que sus
decisiones eran más precisas en todas las situaciones.
En cuanto a las habilidades de seguimiento visual,
anticipación y rapidez de búsqueda visual no se
encontraron diferencias entre los jugadores de nivel
nacional y el resto de atletas.
Abernethy (1990) comparó expertos y novatos en
squash con dos experimentos diferenciados en los
que los que los participantes debían predecir la
dirección y fuerza del golpeo del oponente, desde una
grabación de video, en el primer experimento, y en
una situación en el campo de juego en el segundo. Se
observaron diferencias significativas en la captación
de la información entre expertos y novatos.
En voleibol, Starkes et al. (1995), estudiaron la
acción de recepción del saque. Este estudio es
pionero en los trabajos de campo y utiliza las gafas
de oclusión visual como instrumento para conseguir
una oclusión temporal de la visión de los
participantes en una situación de campo. Se pidió a
dos grupos de jugadoras, expertas y novatas, que
predijeran la dirección del saque en tres condiciones
de oclusión, precontacto, contacto y post contacto.
Los resultados reflejaron que el nivel de predicción
de las expertas fue mayor que el del grupo de
novatas, y que ambos grupos obtienen mejores
resultados cuando visionan el contacto del balón y el
vuelo del saque. Sin embargo, Oudejans et al. (1997),
obtuvieron resultados distintos, en su estudio sobre
ISSN: 1989-6239
145
Journal of Sport and Health Research
percepción de trayectorias, los resultados no soportan
la hipótesis de que los expertos en béisbol percibían
mejor la información del vuelo del balón que los noexpertos, por el contrario en el atrape de
lanzamientos a 3 alturas revelan que los expertos son
mejores en iniciar el movimiento en la dirección
correcta.
Abernethy et al. (2001) usando también gafas de
oclusión visual, ocluyen la visión de 6 jugadores
expertos y 6 menos experimentados, con intervalos
casi aleatorios, durante una simulación de un partido
jugado de squash. Los participantes tenían que
predecir la dirección y profundidad del golpeo y
moverse hacia la parte correspondiente del campo.
En esta situación, muy cercana al juego real,
encontramos resultados similares, siendo de nuevo
los expertos claramente superiores a los menos
experimentados en sus predicciones, en condiciones
en las que la oclusión se producía antes de que se
realizasen movimientos significativos de precontacto.
Farrow y Abernethy (2003) examinaron la capacidad
de los jugadores, expertos y novatos, para predecir la
dirección del servicio en tenis en una situación in
situ, usando el paradigma de oclusión temporal y con
dos condiciones de respuesta distintas; respuesta
verbal y respuesta a través de movimiento. Sus
resultados revelan la superioridad de los expertos en
las decisiones con movimiento frente a las verbales,
así como una mayor precisión en las predicciones con
movimiento y cuando se veía el vuelo del balón por
parte de ambos grupos. En este mismo gesto
deportivo, el saque en tenis, Jackson y Mogan (2007)
evaluaron la conciencia y el nivel de confianza,
asociado a juicios correctos e incorrectos, en
jugadores expertos, recreacionales y novatos. Para
ello utilizaron videos en cinco condiciones de
oclusión, y concluyeron que la información del
lanzamiento del balón y el brazo-raqueta, sustentó las
habilidades de anticipación, y que los jugadores
expertos usaban significativamente más las fuentes
de información que los novatos.
Conclusiones similares a las expuestas surgen del
estudio de Ranganathan y Carlton (2007) con
bateadores de béisbol. Estos investigadores
manipularon, entre otros aspectos, la información
visual del pitcher y la bola, en seis condiciones
visuales. Al comparar expertos con novatos
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
expusieron que los primeros fueron más precisos en
la predicción del tipo de lanzamiento y capaces de
usar el comienzo del vuelo de la bola,
independientemente de los movimientos del pitcher.
Entre los estudios mas recientes encontramos las
aportaciones de Huys et al. (2009), que estudiaron la
anticipación de la dirección del golpeo en tenis. En
experimentos separados ocluyen cinco zonas
corporales en dos situaciones distintas de golpeo
(línea y cruzado). Este estudio resulta novedoso ya
que divide a los participantes (jugadores de tenis
recreacionales), en función de sus habilidades
cognitivo-perceptuales, y no su nivel de juego o
experiencia. Para ello se basan en los resultados
obtenidos en una condición control, en la que no se
realizaba oclusión, extrayendo dos grupos, de mayor
y menor habilidad perceptual. Se pidió a los
participantes que anticipasen la dirección de los
golpeos en situaciones de oclusión de distintas partes
del cuerpo (y raqueta). Los participantes más hábiles
respondieron de forma más precisa que sus
homólogos menos hábiles. Además, la precisión en la
respuesta de los primeros decreció significativamente
cuando las dinámicas de brazo y raqueta y tronco,
eran neutralizadas.
También recientemente Müller et al. (2009) utilizaron
el paradigma de oclusión en bateadores de cricket en
un test de campo. Para ello utilizaron unas gafas de
oclusión. Los participantes, divididos en dos grupos
de mayor y menor habilidad, se enfrentaban a
lanzamientos en tres condiciones de oclusión:
momentos antes del lanzamiento, antes del bote y sin
oclusión. Los resultados muestran que los jugadores
de mayor habilidad tenían un mayor rendimiento
gracias al uso anticipado de la información y del
vuelo de la bola.
Entre los resultados obtenidos en los estudios
revisados, como conclusión podemos destacar que
frente a distintas condiciones de oclusión, los más
experimentados son capaces de predecir, con mayor
precisión, la trayectoria de los objetos. Esto es debido
a que los expertos tienen mayor consonancia con el
contenido de la información en las situaciones de
juego (Abernethy et al., 2001).
Una variante de las técnicas de oclusión visual es la
presentación de displays con puntos de luz. Este tipo
ISSN: 1989-6239
146
Journal of Sport and Health Research
de técnicas fueron popularizadas por Johansson en
1973 (Williams et al., 1999) y se han utilizado para
desarrollar otras muchas investigaciones (Horn,
Williams y Scott, 2002; Abernethy y Zawi, 2007;
Hodges et al., 2007; Abernethy, Wright y Jackson,
2008; Aberbethy, Zawi y Jackson, 2008). Consiste en
la presentación de grabaciones o simulaciones
virtuales basadas en puntos de luz en movimiento,
que representan los elementos clave de un oponente.
Los displays con puntos de luz se han usado con el
mismo objetivo que los estudios de oclusión, conocer
que índices son los más usados, y cuales aportan
mayor información en los entornos deportivos.
Mediante la manipulación de los puntos de luz, los
investigadores pueden identificar los centros de unión
relevantes para preservar la precisión en la toma de
decisiones. El uso de estos modelos simulados,
permite una gran versatilidad, y una reducción del
tiempo de desarrollo de los estudios.
De especial relevancia en este tipo de
investigaciones, resultan los estudios de Abernethy
et al. (2001, 2007 y 2008), en deportes de raqueta
(squash y badminton) en los que utilizan grabaciones
de secuencias de golpeo y un display con secuencias
con puntos de luz, que solo contenían las acciones
cinemáticas básicas, características del patrón de
movimiento del oponente. En ambas situaciones, y en
los tres estudios, utilizan niveles de oclusión
variados, para conocer las predicciones que realizan
expertos y novatos en cuanto a la profundidad y
dirección de los distintos golpeos. Como
conclusiones conjuntas de los tres estudios podemos
decir que los autores demostraron que los expertos
eran más precisos en sus predicciones, bajo todas las
condiciones de oclusión y en todas las
combinaciones.
Técnicas de registro de los movimientos oculares
Conocer la fijación de la mirada es importante ya que
lo que está siendo fijado por los ojos indica aquello
que está siendo procesado por la mente (Scheiter y
Van Gog, 2009). Los estudios sobre fijaciones
visuales tienen su origen histórico en la investigación
cognitiva en relación con la lectura. En 1879, Javal,
observó los ojos de los niños durante la lectura, y al
contrario de lo que popularmente se creía, descubrió
que para leer, los ojos realizaban una serie de pausas
separadas por saltos (Just y Carpenter, 1976b).
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
Para conocer dónde miran los sujetos, por cuánto
tiempo y en cuántas ocasiones, las últimas
tecnologías han llevado al mundo del deporte los
Sistemas de Seguimiento de Movimientos Oculares o
Eye Tracker Systems, cuyo desarrollo hacia sistemas
más portátiles y ligeros ha supuesto un avance
sustancial en la investigación de las capacidades
visuales. Estos sistemas se han desarrollado de tal
modo que el instrumental con el que actualmente se
cuenta nos permite realizar ensayos científicos de
gran fiabilidad con una comodidad y autonomía
sorprendentes, acercándonos cada vez más a
situaciones ecológicas cercanas al juego y aplicables
a éste. Así, podemos reducir las dificultades para
adecuar las demandas competitivas a situaciones
controladas de laboratorio (Williams y Ericsson,
2005 en Vaeyens, Lenoir, Williams y Philippaerts,
2007).
El primer grabador de movimientos oculares fue
fabricado por Delabarre en 1898 (Land, 2006).
Posteriormente, en 1901, Dodge y Cline introdujeron
un método para fotografiar los movimientos de
reflección de una fuente de luz desde la córnea, lo
que estandarizó el método de grabación de
movimientos oculares durante 50 años. Este método
se utilizó para estudios de lectura y visionado de
fotografías (Buswell, 1920 y 1935, en Land, 2006),
pero requería que la cabeza estuviese lo más inmóvil
posible, ya que cualquier movimiento cambiaba la
dirección de la mirada e imposibilitaba conocer
dónde se estaba mirando.
Las mejoras realizadas por Ratliff y Riggs en 1950
(Land, 2006), permitieron un pequeño movimiento de
cabeza, pero aún así el instrumental limitaba el
movimiento de los participantes en los estudios. Los
primeros dispositivos que hicieron posible que los
estudios se hiciesen en acciones cotidianas, fueron
hechos por Mackworth y Thomas en 1969 (Land,
2006), usando una cámara montada sobre la cabeza
que grababa simultáneamente la escena y el reflejo de
la córnea.
Este dispositivo se vio mejorado de forma notable en
los años 80, cuando la tecnología permitió que las
cámaras de video redujesen su peso y tamaño. Esto
hizo de los seguidores de mirada se convirtiesen en
un elemento esencial para explorar las relaciones
ISSN: 1989-6239
147
Journal of Sport and Health Research
entre los movimientos oculares y las acciones
motoras (Land, 2006).
Los sistemas de seguimiento de la mirada que se usan
de forma más común en investigación deportiva son
dos; el NAC Eye Mark Recorder y los Eye Tracker
System de ASL (Williams et al., 1999).
El sistema NAC obtiene la imagen primaria por
medio de una videocámara montada en la cabeza, que
graba de forma continuada el campo visual. Dos
luces LED (Light-emitting diode) se sitúan en la parte
baja del sistema, y nos proporciona una imagen
directa sobre la córnea. La luz reflejada sobre la
córnea, es captada por unos espejos ajustados en dos
pequeñas cámaras, que están insertadas en cada lado
de las gafas.
Los espejos se ajustan durante la calibración, de
modo que reflejen los puntos del campo visual que
correspondan a lo que el participante está
observando. Estas señales son trasmitidas al
controlador de la cámara, que genera imágenes con
señales separadas que representan ambos ojos, el
izquierdo, y el derecho. Las respectivas señales se
superponen por medio de una unidad de
procesamiento externa, resultando en una imagen de
video que puede ser grabada para su posterior
análisis.
Durante la medida, cuando el sujeto mueve los ojos,
la imagen virtual, hecha por la lámpara LED sobre la
córnea, se pone en movimiento para seguir el
desplazamiento del globo ocular, indicando qué parte
de la escena está siendo fijada.
2012, 4(2):137-156
La selección e identificación de los índices
considerados como más informativos.
Cuantificar la información seleccionada
(número de fijaciones por unidad de tiempo).
Identificar las estrategias de búsqueda visual
que revelan la prioridad dinámica del sujeto
Evaluar el comportamiento visual del sujeto
en una situación con un alto componente ecológico.
Los datos que se extraen de la pupila y la córnea,
son grabados por la cámara y procesados por un
ordenador, que finalmente superpone la imagen de la
cámara de escena. El vector que forman estos puntos
determina la focalización de la visión fóvea. La
imagen resultante es la unión de ambas grabaciones,
que nos muestra, mediante un cursor, los puntos
sobre los que el participante fija su mirada (Figuras 1
y 2). Así nos ofrecen indicaciones acerca del número
de fijaciones visuales y la duración de las mismas.
Figure 1. Imagen resultante de una calibración (sistema
ASL).
El sistema ASL funciona detectando la posición de la
pupila y el reflejo corneal. Está compuesto por dos
cámaras; una de ellas determina el punto de la
mirada, midiendo la diferencia entre el centro de la
pupila y el reflejo corneal. La cámara de escena
(situada sobre las gafas en el modelo más avanzado,
el Mobile Eye), muestra lo que el deportista está
viendo (Vickers, 2007).
Dentro de los últimos modelos, muy empleados en la
investigación en deporte, encontramos el Mobile Eye
de los laboratorios ASL. Según Chamberlain y
Coelho, 1993 (Reina, del Campo, Moreno, y Sanz,
2004) dicho registro nos ofrece informaciones para:
J Sport Health Res
Figure 2. Imagen resultante de una de una secuencia
(sistema ASL).
ISSN: 1989-6239
148
Journal of Sport and Health Research
Una de las limitaciones de los sistemas de
seguimiento de la mirada es la distinción entre “ver”
y “mirar” que señalaba Abernethy (1988) y el
desconocimiento del rol de la periferia de la retina en
la información dinámica captada (Just y Carpenter,
1976b). Para minimizar estas limitaciones resulta
adecuado contrastar los datos obtenidos mediante
este sistema, con otras técnicas, como por ejemplo,
los reportajes verbales acerca de las zonas que el
participante considera de mayor aporte informativo
(Scheiter y Van Gog, 2009).
En cuanto a los problemas que pueden presentar estos
sistemas de seguimiento, Williams et al., (1999)
señalan dificultades en la precisión de los
instrumentos, la calibración y recalibración, y el
tiempo empleado en ésta, el rango de confort de los
participantes durante la toma de datos, y el tiempo
requerido para analizar los videos obtenidos
fotograma a fotograma (frame by frame).
Estos problemas son menores en los sistemas de
ASL, ya que la calibración es más sencilla y se
mantiene estable por más tiempo, con lo que
evitamos hacer una recalibración constante. Además
con el modelo Mobile Eye, el confort del participante
aumenta considerablemente, al tratarse de un sistema
más ligero y cómodo, y puede usarse de modo
inalámbrico. Por estos motivos, podemos afirmar que
estos sistemas son más apropiados para la
investigación en entornos deportivos (Williams et al.,
1999).
Estudios que relacionan el comportamiento visual
y la toma de decisiones en el deporte.
Uno de los aspectos con los que se ha relacionado el
comportamiento visual de los deportistas es la toma
de decisiones y la anticipación. En los deportes de
equipo es dónde mayor importancia adquiere la
actividad perceptiva y decisional del jugador. La
capacidad para detectar patrones de juego lo antes
posible es un componente esencial para el
rendimiento en estos deportes (Williams y Ford,
2008). Para poder actuar con efectividad en entornos
deportivos con déficit de tiempo y espacio, los
jugadores deben focalizar su visión solamente hacia
aquellas zonas más relevantes del juego (Moreno et
al. 2003).
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
Si nos remitimos a la bibliografía acerca del tema,
uno de los primeros estudios sobre el
comportamiento visual en deportistas data de 1976,
año en el que Bard y Fleury estudiaron el tiempo de
decisión y el número de fijaciones visuales en
jugadores expertos y novatos de baloncesto
(Abernethy, 1988). Para ello presentaban diapositivas
con las que examinaron las diferencias entre ambos
grupos, concluyendo que estas no existían en el
tiempo de reacción. Sí se encontraron diferencias en
las fijaciones previas, que eran menores en los
expertos, y en los patrones de búsqueda,
caracterizados por un mayor número de fijaciones en
los novatos.
Las aportaciones de Bard y Fleury, son contrastadas
posteriormente por Vickers (1988), quien realizó un
estudio con gimnastas entre las cuales distinguía tres
grupos divididos según su nivel; principiantes,
intermedias y élite. Entre sus resultados destaca que
aquellas de menor nivel presentan mayor número de
fijaciones visuales que las del grupo élite.
Ripoll en 1989 con ayuda de un sistema de
seguimiento de la mirada, llevó a cabo un estudio con
porteros de fútbol, expertos y novatos. Entre sus
conclusiones cabe destacar que los expertos
mostraban fijaciones restringidas a la parte derecha
del cuerpo del lanzador (cuya lateralidad era diestra),
y que su estrategia de búsqueda, comenzaba en la
mitad inferior del cuerpo desplazándose luego hacia
partes superiores. Posteriormente Williams y
Burwitz, en 1993, realizaron un estudio similar
también con porteros de fútbol, llegando a las
mismas conclusiones que los autores anteriores
(Núñez, Oña, Raya y Bilbao, 2009).
De vital importancia resultan las aportaciones de
Abernethy, gran representante de esta línea de
investigación. Este autor ha realizado numerosas
investigaciones sobre la capacidad visual en el
deporte, utilizando técnicas de oclusión y seguidores
de movimientos oculares.
Uno de los primeros estudios de este autor, en los que
aúna ambas técnicas de investigación, fue el
realizado junto con Russell (Abernethy y Russell,
1987) en badminton. Utilizando secuencias de
golpeo, en diferentes condiciones de oclusión,
analizaron los índices anticipatorios y el
ISSN: 1989-6239
149
Journal of Sport and Health Research
comportamiento visual de expertos y novatos en este
deporte. Los expertos fueron capaces de extraer la
información avanzada antes que los novatos y
tomaron como fuente de información el brazo y la
raqueta. Posteriormente, volvió a comparar entre
expertos y novatos (Abernethy, 1990). Llevó a cabo
dos experimentos diferenciados en los que los
participantes debían predecir la dirección y fuerza del
golpeo del oponente, en una situación de video y de
campo. En este estudio observó diferencias
sistemáticas en la captación de la información en
expertos y novatos. Fuera del entorno deportivo, este
mismo autor analizó mediante tests ópticos,
específicos y generales las diferencias en distintas
capacidades visuales entre jugadores expertos,
intermedios y novatos de billar (Abernethy, Neal y
Koning, 1994). Concluyó que las diferencias entre
estos grupos de nivel, no se daban en los tests
generales, pero sí en los específicos, corroborando así
que es la experiencia la que determinaba el éxito de
los expertos, y no unas capacidades visuales
superiores.
Una de las conclusiones recurrentes en los estudios
de Abernethy, es que las diferencias entre expertos y
novatos no se deben a las estrategias de búsqueda
visual por sí mismas, sino al uso de la información
disponible.
Amazeen, Amazeen y Beek (2001) estudiaron el
atrape con malabaristas expertos e intermedios,
utilizando un sistema de seguimiento de la mirada.
Concluyeron que los primeros pueden identificar
antes, y usar y adquirir de forma más sensible, la
información visual. Williams et al. (2002)
examinaron la relación entre la duración de las
fijaciones, la experiencia, y la dificultad de la tarea.
Los participantes fueron jugadores de billar,
divididos en dos grupos, hábiles y menos hábiles. Los
primeros presentan fijaciones más largas durante la
fase de preparación a la acción. Al aumentar la
dificultad de la tarea la duración de las fijaciones
decrecía.
Volviendo al ámbito del fútbol encontramos el
estudio de Savelsbergh, Williams, Van der Kamp y
Ward (2002), en el que analizaban de nuevo las
diferencias en porteros de distinto nivel en la acción
de penalti. Los expertos, en este caso, eran más
precisos en su predicción y esperaban más para
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
responder, usando para ello las estrategias de
búsqueda visual de un modo más eficiente, con
menos fijaciones pero de mayor duración.
Dentro de las investigaciones en deporte encontramos
como variable aspectos psicológicos que pueden
influir en el rendimiento. Es el caso de la ansiedad,
cuyos efectos sobre la búsqueda visual han sido
estudiados por varios autores. Janelle, Singer y
Williams (1999) midieron, entre otros aspectos, la
ansiedad cognitiva y los patrones de búsqueda visual,
en conductores. Concluyeron que un aumento de la
ansiedad altera las capacidades perceptivo-visuales
de forma negativa.
Moran, Byrne y McGlade (2002) y Williams et al.
(2002) realizaron sus estudios con jugadores de tenis
de mesa, asociando la ansiedad con un incremento
del número de fijaciones en áreas periféricas.
Posteriormente Vickers y Williams (2007) realizaron
un estudio similar con atletas de duatlón, utilizando
condiciones de alta presión competitiva, las cuáles
derivan en una tendencia a reducir la duración de las
fijaciones agrupadas. Estos autores destacan la
importancia de que estas fijaciones tengan una
duración adecuada, de este modo un nivel de
ansiedad pre-competitiva no resultaría nocivo para el
rendimiento, sino que sería positivo, siempre que se
combine con una duración óptima de las fijaciones
visuales. Respecto a la duración de las fijaciones,
Nieuwenshuys, Pijpers, Oudejans y Bakker (2008)
encontraron un aumento del tiempo y el número de
estas, en situaciones de mayor ansiedad durante la
escalada.
Utilizando técnicas de oclusión temporal, junto con el
paradigma de comportamiento visual, Rodrigues,
Vickers y Williams (2002), determinan el rol de los
movimientos oculares, de cabeza y mano durante la
ejecución de un golpeo en tenis de mesa. Los
jugadores divididos en hábiles y menos hábiles,
deben devolver la bola en tres condiciones
temporales distintas: pre-índice, justo antes del
índice, y post-índice. Entre los resultados destacan
que los más hábiles respondieron de forma más
precisa bajo condicionantes temporales extremas. En
cuanto los movimientos de la mirada y el brazo, no se
encontraron diferencias en función del nivel de
habilidad de los participantes.
ISSN: 1989-6239
150
Journal of Sport and Health Research
Moreno, Reina, Luis, Damas y Sabido (2003),
desarrollaron un sistema para poder determinar la
relación entre los procesos de búsqueda visual y los
patrones selectivos de atención y la influencia de
dichos procesos en la toma de decisiones. Este
sistema se aplicó a investigaciones con jugadores
expertos y novatos de tenis y tenis en silla de ruedas
(Reina, Moreno y Sanz, 2007) y receptores de
voleibol (Damas et al., 2004). En ambos casos
utilizan situaciones reales y de laboratorio, realizando
estudios descriptivos sobre el comportamiento visual
en los deportistas. En el estudio de Reina et al.
(2007), encuentran que una fijación más larga sobre
la zona brazo-raqueta, contribuye a respuestas más
rápidas. Esta zona fue importante, pero solo para los
jugadores experimentados que fueron capaces de
extraer ventajas de esta información, presentando una
toma de decisiones más rápida.
Dentro de esta misma línea, Moreno, Ávila, Reina y
Luis (2006) analizaron el comportamiento visual de
entrenadores de tenis con distinto nivel de
experiencia. Lo hicieron durante la observación de
saques liftados, en dos situaciones distintas;
videoproyección y pista, que se llevaron a cabo en
tres situaciones experimentales. Los entrenadores
experimentados presentaron un menor número de
fijaciones visuales en todas las situaciones. En la
situación de campo las diferencias se acentuaron aún
más, e independientemente de ellas, todos los
participantes tuvieron fijaciones visuales más largas.
El número total de fijaciones visuales disminuyó
según sucedieron las situaciones de medida.
Posteriormente, encontramos las aportaciones de
Ranganathan y Carlton (2007) con bateadores de
béisbol, que, entre otros aspectos, manipularon la
información visual del pitcher y la bola, en seis
condiciones visuales. Al comparar expertos con
novatos expusieron que los primeros fueron más
precisos en la predicción del tipo de lanzamiento y
capaces de usar el comienzo del vuelo de la bola,
independientemente de los movimientos del pitcher.
Vaeyens et al. (2007a) y Vaeyens, Lenoir, Williams,
Mazyn y Philippaerts (2007b), examinaron las
diferencias en el comportamiento visual y la toma de
decisiones en jóvenes jugadores de fútbol con
distinto nivel de pericia y experiencia. Variaron las
situaciones de juego con mayor o menor número de
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
oponentes, de modo que en las situaciones más
complejas, las estrategias de búsqueda visual de los
expertos resultaban más efectivas que las de los
menos experimentados. Del mismo modo Lenoir,
Williams y Philippaerts (2007), encuentran que los
jugadores expertos de fútbol realizan menos
fijaciones que los novatos, y que éstas son de mayor
duración.
Núñez et al. (2009), aplicaron un entrenamiento
basado en los preíndices del portero en fútbol,
durante lanzamiento de penalti. Midieron la toma de
decisiones, el tiempo de respuesta y la visión fóvea,
antes y después del entrenamiento. No encontraron
diferencias significativas, entre expertos y novatos en
el pretest, en las variables de la respuesta de reacción
y la toma de decisiones, que sí se ven mejoradas tras
el entrenamiento. En cuanto a la fijación visual,
señalaban que aparece un patrón común de la mirada
previo al tratamiento.
También en el ámbito del fútbol, Catteeuw, Helsen,
Gilis, Van Roie y Hagemans (2009) usaron
simulaciones de video para conocer los procesos de
toma de decisión en árbitros, de nivel nacional e
internacional, durante situaciones de fuera de juego.
Grabaron los movimientos oculares de los
participantes utilizando un Eye Tracker. Entre sus
conclusiones
destacaron
que
los
árbitros
internacionales percibían y usaban las fuentes de
información de forma más precisa, y en consecuencia
presentaban una toma de decisiones más correcta.
Entre los últimos estudios en deporte, Croft, Button y
Dicks (2010), examinaron los movimientos oculares
de 30 bateadores de criquet de sub-élite, durante el
golpeo de bolas lanzadas con diferentes rangos de
velocidad. Los bateadores demostraron un número de
estrategias perceptuales para guiar sus acciones, que
no estaban necesariamente relacionadas con la
velocidad de la bola lanzada.
En situaciones más cotidianas, no relacionadas con
entornos deportivos, pero sí con acciones motoras,
encontramos el estudio de Zietz y Hollands, (2009)
que describieron el comportamiento visual de 20
participantes en la acción de subir escaleras,
diferenciando entre mayores y jóvenes. Encontraron
un patrón visual general para la acción, que resulta
más variable en los jóvenes que en mayores.
ISSN: 1989-6239
151
Journal of Sport and Health Research
En esta línea Hosking, Liu y Bayly (2010), en la
acción de conducir, examinaron los efectos de la
experiencia en conducción de motos y coches, sobre
los patrones de búsqueda visual. En escenarios
simulados, se les pidió que presionaran un botón
cuando identificasen un elemento de riesgo. Los
resultados revelaron un descenso de los tiempos de
respuesta a medida que la experiencia aumentaba,
desde los inexpertos en ambos tipos de conducción,
hasta los expertos en ello. En cuanto a los patrones de
búsqueda visual los experimentados en conducción
de coche, presentaban patrones más flexibles y
efectivos para detectar los elementos de peligro.
La inquietud por conocer los aspectos que hacen
excelentes a los expertos en el deporte, ha llevado a
los investigadores a desarrollar estudios no
relacionados directamente con entornos deportivos,
en los que buscaban describir el perfil decisional y
perceptivo del deportista de élite, y sus diferencias
con los menos experimentados. Las conclusiones de
estos estudios concuerdan en un aspecto
fundamental: las diferencias en las capacidades
perceptivo-visuales entre expertos y novatos, se
hacen visibles en tareas relacionadas directamente
con el dominio específico. De este modo Abernethy
et al., (1994), en su estudio con jugadores de billar
basado en tests ópticos, específicos y generales, y
diferenciando jugadores expertos, intermedios y
novatos, expuso que no existían diferencias entre los
tres grupos en los tests generales, pero sí en los
específicos, corroborando así que es la experiencia la
que determina el éxito de los expertos, y no unas
capacidades visuales superiores.
Utilizando como muestra jugadores de baloncesto y
estudiantes de Educación Física, Kioumourtzoglou et
al. (1998), estudiaron en laboratorio habilidades
cognitivas, motoras y perceptuales. Siguiendo el
mismo procedimiento que en este estudio,
Kioumourtzoglou et al. (2000), analizan las mismas
capacidades en jugadores de voleibol de élite y
estudiantes de educación Física. Los expertos en
voleibol no mostraron habilidades cognitivas
superiores, solo hubo diferencias cuando se
presentaron estímulos concretos del deporte, en este
caso afirman que los jugadores hacen mejor uso de la
información detectada, es decir, extraen gran
cantidad de información estructurada de una sola
fijación.
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
Helsen y Starkes (1999) compararon las habilidades
no específicas de jugadores expertos e intermedios de
fútbol. Midieron el procesamiento (tiempo de
reacción simple, tiempo de reacción periférica,
tiempo de corrección visual), optometría y
parámetros periféricos (rango periférico horizontal y
vertical) y entre sus resultados encontraron que los
expertos no poseían mejores tiempos de reacción, ni
se diferenciaban de los menos experimentados en su
precisión estática visual ni en su habilidad para seguir
el movimiento de un objeto.
Por el contrario encontramos autores que obtuvieron
conclusiones opuestas en sus investigaciones, como
es el caso de Azeneder y Bösel (1998) que estudiaron
la modulación de la extensión espacial del foco
atencional en jugadores de alto nivel de voleibol en
comparación con novatos. Los participantes
visualizaron tests no específicos del deporte, en los
que debían responder a estímulos variados, sin mover
su mirada. Concluyeron que los jugadores de voleibol
eran mejores en los controles para modular la
distribución de los recursos atencionales y extraer
preíndices de áreas periféricas.
También en este deporte, Jafarzadehpur et al. (2007)
midieron mediante tests optométricos y gráficos, la
facilidad de acomodación y movimientos sacádicos, a
tres distancias. Los resultados mostraron que las
participantes jugadoras tienen una mejor facilidad de
acomodación y menos movimientos sacádicos, en
relación a las que no lo son, encontrando diferencias
significativas entre las no jugadoras y las
principiantes con el grupo de avanzadas e
intermedias.
CONCLUSIONES
Mann, Williams, Ward y Janelle (2007) realizan una
revisión sobre los resultados de las investigaciones en
habilidades perceptivo-cognitivas. Exponen que los
expertos son mejores en la captación de índices
perceptuales, y que existen diferencias sistemáticas
en el comportamiento visual, que apuntan a que los
expertos usan menos fijaciones de mayor duración,
incluyendo periodos prolongados de “tranquilidad”
visual.
ISSN: 1989-6239
152
Journal of Sport and Health Research
Los deportistas expertos presentan patrones de
búsqueda visual que responden a estrategias
perceptivas deliberadas (Bard y Fleury, 1981, en
Moreno et al., 2003) mientras que los menos
experimentados, presentan una búsqueda visual que
obedece al orden de aparición de los eventos (Ripoll,
1991, en Moreno et al., 2003a). Además interpretan
mejor el significado de la información disponible,
siendo más eficientes al interpretar la información
visual en el área que dominan. Estas diferencias se
encuentran en ambientes y acciones relacionadas con
el deporte en concreto, y no se dan cuando las
capacidades visuales se estudian de forma general
(Abernethy et al., 1994; Kioumourtzoglou et al.,
1998; Helsen y Starkes, 1999; Kioumourtzoglou et
al., 2000).
A colación de las investigaciones revisadas
podríamos concluir que una estrategia visual efectiva
es aquella con un menor número de fijaciones
visuales, de mayor duración, y pocos movimientos
sacádicos (Bard y Fleury, 1976; Vickers, 1988;
Abernethy, 1990; Helsen y Starkes, 1999;
Savelsbergh et al., 2002; Williams et al., 2002;
Vaeyens et al., 2007a y 2007b; Reina et al., 2007).
Teniendo en cuenta que el comportamiento visual
influye directamente sobre los procesos cognitivos
de la toma de decisiones, y que es modificable a
través del entrenamiento (Hayhoe y Ballard, 2005),
se convierte en uno de los factores fundamentales del
rendimiento sobre todo en deportes de carácter
abierto (Williams et al., 1999). La localización de los
estímulos relevantes, resulta esencial para disminuir
la incertidumbre con la que el deportista se encuentra
en entornos deportivos. Las investigaciones
demuestran que una estrategia visual global, tiene un
desempeño cognitivo más eficiente, lo que se traduce
en mejores decisiones, y que las diferencias este
parámetro, son significativas al comparar expertos y
novatos (Ezquerro y Buceta, 2001).
Por tanto la premisa de estos estudios debería ser
extraer una estrategia de búsqueda visual, al conocer
cómo los expertos usan sus movimientos oculares
para extraer información visual importante, en
acciones deportivas concretas. Así estas estrategias
podrían ser usadas para entrenar el comportamiento
visual de los deportistas con menos experiencia
(Liebermann et al., 2002).
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
Es necesario que este tipo de investigaciones se
lleve a cabo de forma específica, en situaciones
concretas. Según Hayhoe (2004), el tipo de fijaciones
visuales y su duración depende de factores variados,
entre ellos el tipo de tarea y el tiempo del que
disponemos para captar la información relevante. Por
este motivo los resultados obtenidos en una acción
puntual, no pueden generalizarse para todas las
acciones deportivas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Abernethy, B. (1988). Visual search in sport and
ergonomics: its relationship to selective attention
and performer expertise. Human Performance, 4,
205-235.
2. Abernethy, B. (1990). Expertise, visual search,
and information pick-up in squash. Perception,
19, 63-77.
3. Abernethy, B. y Rusell, D.G. (1987). The
relationship between expertise and visual search
strategy in a racquet sport. Human Movement
Science, 6, 283-319.
4. Abernethy, B. y Zawi, K. (2007). Pickup of
essential kinematics underpins expert perception
of movement patterns. Journal of Motor Behavior,
39, 353-367.
5. Abernethy, B., Gill, D.P., Parks, S.L., y Packer,
S.T. (2001). Expertise and the perception of
kinematic and situational probability information.
Perception, 30, 2, 233-252.
6. Abernethy, B., Neal, R.J., y Koning, P. (1994).
Visual-Perceptual and cognitive differences
between expert, intermediate and novice snooker
players. Applied Cognitive Psychology, 8, 185211.
7. Abernethy, B., Zawi, K., y Jackson, R.C. (2008).
Expertise and attunement to kinematic constraints.
Perception, 37, 931-948.
8. Abernethy, B., Wright, M.J. y Jackson, R.C.
(2008). Motor learning and control. Journal of
Sport and Exercise Psychology, 30, S61-S114.
9. Amazeen, E.L., Amazeen, P.G, y Beek, P.J.
(2001). Eye movements and the selection of
ISSN: 1989-6239
153
Journal of Sport and Health Research
2012, 4(2):137-156
optical information for catching. Ecological
Psychology, 13, 71-85.
155-175. En J.P. Famose (dr) Cognición y
rendimiento (pp 155-175). Barcelona: INDE.
10. Azeneder, C.P., y Bösel, R. (1998). Modulation of
the spatial extent of the attentional focus in highlevel volleyball players. European Journal of
Cognitive Psychology, 10, 247-267.
20. Ezquerro, M. y Buceta, J.M. (2001). Estilo de
procesamiento de la información y toma de
decisiones en competiciones deportivas: las
dimensiones rapidez y exactitud cognitivas.
Analise Psicologica, 1, XIX, 37-50.
11. Barber, P.J. y Legge, D. (1980). Percepción e
información. México: Compañía Editorial
Continental, S.A.
12. Benguigui, N., Ripoll, H. y Broderick, M.P.
(2003). Time-to-contact of accelerated stimuli is
based on first-order information. Journal of
experimental Psychology: Human perception and
performance, 29, 6, 1083-1101.
13. Bruce, V., Green, P.R. y Georgeson, M.A. (2010).
Visual perception, psysiology, psychology &
ecology. New York: Psychology Press.
14. Cattew, P., Helsen, W., Gilis, B., Van Roie, E. y
Wagemans, J. (2010). Visual Scan patterns and
decision-making skills of expert assistant referees
in offside situations. Journal of Sport & Exercise
Psychology, 31, 786-797.
15. Croft, J.L., Button, C. y Dicks, M. (2010). Visual
strategies of sub-élite cricket batsmen in response
to different ball velocities. Human Movement
Science, 29, 751-763.
16. Damas, J.S., Moreno, F.J., Reina, R.L. y del
Campo, V. (2004). Presentación de un sistema
automatizado para el análisis de la eficacia de los
receptores en voleibol. Motricidad, 11, 105-119.
17. Del Campo, V.L., Reina, R., Sanz, D., Fuentes,
J.P. y Moreno, F.J. (2003). Análisis del
comportamiento visual y de reacción de tenistas
de diferente nivel ante al simulación en
laboratorio de la situación de aproximación a la
red. Kronos, 4, 29-38.
18. Du Toit, P.J., Krüger, P.E., Mahomed, A.F.,
Kleynhans. M., Jay-Du Preez, T., Govender, C. Y
Mercier, J. (2011). The effect of sports vision
exercises on the visual skills of university
students. African Journal for Physical, Health
Education,
Recreation
and
Dance
(AJPHERD),17, 3, 429-440.
19. Durand M., Geoffroi V. y Jacquemond L. (1999).
Constancia y estabilidad de las tareas, invarianza
de las adaptaciones motrices y técnica deportiva.
J Sport Health Res
21. Farrow, D. y Abernethy, B. (2003). Do expertise
and the degree of perception-action coupling
affect
natural
anticipatory
performance?.
Perception, 32, 1127-1139.
22. García-Albea, J.E. (1999). Algunas notas
introductorias al estudio de la percepción. En
Munar,E.; Roselló, J. y Sánchez-Cabaco, A.
(cords.) Atención y percepción (pp. 179-199).
Madrid: Alianza Editorial.
23. Grehaigne, J.F., Godbout, P. y Boutier, D. (2001).
The teaching and learning of Decision Making in
Team Sports. Quest, 53, 59-76.
24. Hagemann, N., Strauss, B. y Cañal-Bruland, R.
(2006). Training Perceptual Skill by Orienting
Visual Attention. Journal of Sport & Exercise
Psychology, 28, 143-158.
25. Hayhoe, M. y Ballard, D. (2005). Eye Movements
in natural behaviour. Trends in Cognitive
Sciences, 9, 4, 188-194.
26. Hayhoe, M.M. (2004). Advances in relating eye
movements and cognition. Infancy, 6,2, 267-274.
27. Helsen, W.F. y Starkes, J.L. (1999). A
multidimensional approach to skilled perception
and performance in sport. Applied Cognitive
Psychology, 13, 1-27.
28. Hodges, N.J., Williams, A.M., Hayes, S.J. y
Breslin, G. (2007). What is modelled during
observational learning?. Journal of Sport
Sciences, 25, 5, 531-545.
29. Horn, R.R, Williams, A.M. y Scott, M.A. (2002).
Learning from demonstrations: the role of visual
search during observational learning from video
and point-light models. Journal of Sport Sciences,
20, 253-269.
30. Hosking, S.G., Liu, C.C. y Bayly, M. (2010). The
visual search patterns and hazard responses of
experienced and inexperienced motorcycle riders.
Accident Analysis and Prevention, 42, 196-202.
ISSN: 1989-6239
154
Journal of Sport and Health Research
31. Huys, R., Cañal-Bruland, R., Hagemann, N.,
Beek, P.J., Smeeton, N.J. y Williams, A.M.
(2009). Global information pickup underpins
anticipation of tennis shot direction. Journal of
Motor Behavior, 41, 158-170.
32. Jackson, R.C. y Mogan, P. (2007). Advance visual
information, awareness and anticipation skill.
Journal of Motor Behavior, 39, 5, 341-351.
33. Jafarzadehpur, E., Aazami, N. y Bolouri, B.
(2007). Comparison of saccadic eye movements
and facility of ocular accomodation in female
volleyball players and non-players. Scandinavian
Journal of Medicine & Science in Sports, 17, 186190.
34. Janelle, C.M., Singer, R.N. y Williams, A.M.
(1999). External distraction and attentional
narrowing: visual search evidence. Journal of
Sport and Exercise Psychology, 21, 70-91.
35. Just, M.A. y Carpenter, P.A. (1976a). The role of
Eye Fixations research in cognitive psychology.
Behavioral
research
methods
and
instrumentation, 8, 139-143.
36. Just, M.A. y Carpenter, P.A. (1976b). Eye
Fixations and cognitive processes. Cognitive
Psychology, 8, 441-480.
37. Kioumourtzoglou, E., Derri, V., Tzetzis, G., &
Therodorakis, Y. (1998). Cognitive, perceptual
and motor abilities in skilled basketball
performance. Perceptual & Motor Skills, 86, 77186.
38. Kioumourtzoglou, E., Michalopoulou, M.,
Tzetzis, G. y Kourtessis, T. (2000). Ability Profile
of the élite volleyball player. Perceptual and
Motor Skills, 90, 757-770.
39. Land, M.F. (2006). Eye movements and the
control of actions in everyday life. Progress in
Retinal and Eye Research, 25, 296-324.
40. Lenoir, R.V.M., Williams, A.M., & Philippaerts,
R.M.
(2007).
Mechanisms
underpinning
successful decision making in skilled youth soccer
players: an analysis of visual search behaviors.
Journal of Motor Behavior, 39, 5, 395-408.
41. Liebermann, D.G., Katz, L., Hughes, M.D.,
Bartlett, R.M., McClements, J. y Franks, I.M.
(2002). Advances in the application of
J Sport Health Res
2012, 4(2):137-156
information technology to sport performance.
Journal of Sports Sciences, 20, 755-769.
42. Maman, P., Gaurang, S. y Sandhu J. S. (2011).
The effect of vision training on performance in
tennis players. Serbian Journal of Sports
Sciencesm, 5, 1, 11-16.
43. Mann, D., Williams, A.M., Ward, P. y Janelle, C.
(2007). Perceptual-cognitive expertise in sport: A
meta-analysis. Journal of Sport & Exercise
Psychology, 29, 457-478.
44. McMorris, T. y Graydon, J. (1997). The effect of
exercise on cognitive performance in soccerspecific tests. Journal of Sports Sciences, 15,
459-468.
45. Moran, A., Byrne, A. y McGlade, N. (2002). The
effects of anxiety and strategic planning on visual
search behaviour. Journal of Sports Sciences, 20,
225-236.
46. Moreno, F.J., Ávila, F., Reina, R. y Luís, V.
(2006). Análisis del comportamiento visual de
entrenadores de tenis en situaciones de pista y
videoproyección. Revista Internacional de
Ciencias del Deporte, 2,2, 29-41.
47. Moreno, F.J., del Campo, V., Reina, R.L., Ávila,
F. y Sabido, R. (2003). Las estrategias de
búsqueda visual seguidas por los deportistas y su
relación con la anticipación en el deporte.
Cuadernos de psicología del deporte, 3, 1, 7-13.
48. Moreno, F.J., Reina, R.L., Luis, V., Damas, J.S. y
Sabido, R. (2003). Desarrollo de un sistema
tecnológico para el registro del comportamiento
de jugadores de tenis y tenis en silla de ruedas en
situaciones de respuesta de reacción. Motricidad,
10, 165-190.
49. Moreno, F.J, Ávila, F., Damas, J.S, (2001). El
papel de la motilidad ocular extrínseca en el
deporte. Aplicación en los deportes abiertos.
Motricidad, 7, 75-94.
50. Müller S., Abernethy B., Reece J., Rose M., Eid
M., McBean R., Hart T. y Abreu C. (2009). An insitu examination of the timing of information
pick-up for interception by cricket batsmen of
different skill levels. Psychology of Sport and
Exercise, 10, 644-652.
51. Nieuwenshuys, A., Pijpers, J.R., Oudejans, R.R.D.
y Bakker, F.C. (2008). The influence of anxiety
ISSN: 1989-6239
155
Journal of Sport and Health Research
2012, 4(2):137-156
on visual attention in climbing. Journal of Sport
& Exercise Psychology, 30, 171-185.
52. Núñez, F.J., Oña, A., Raya, A. y Bilbao, A.(2009).
Differences between expert and novice soccer
players when using movement precues to shoot a
penalty kick. Perceptual and Motor Skills, 108,
139-148.
53. Oudejans, R., Michaels, C.F., y Bakker, F.C.
(1997). The effects of baseball experience on
movement initiation in catching fly balls. Journal
of Sports Sciences, 15, 587-595.
54. Palmi, J. (2007). La percepción: enfoque
funcional de la visión. Apunts Educación Física y
Deportes, 2, 81-85.
55. Pozo, J.L. (2006). Teorías
aprendizaje. Madrid: Morata
cognitivas
del
56. Ranganathan, R., y Carlton, L.G. (2007).
Perception-action coupling and anticipatory
performance in baseball batting. Journal of Motor
Behavior, 39, 369-380.
57. Reina, R., del Campo, V. L., Moreno, F. J. y Sanz,
D. (2004). Influencia del tamaño de la imagen
sobre las estrategias de búsqueda visual en
situación simulada del resto en tenis. Revista de
Psicología del Deporte, 13, 2, 175-193.
58. Reina, R., Moreno, F.J. y Sanz, D. (2007). Visual
behaviour and motor responses of novice and
experienced wheelchair tennis players relative to
the service return. Adapted Physical Activity
Quarterly, 24, 254-271.
59. Ripoll, H. (1991). The understanding-acting
process in sport: The relationship between the
semantic and sensoriomotor visual function.
International Journal Sport Psychology, 22, 221243.
60. Rodrigues, S.T., Vickers, J.N. y Williams, A.M.
(2002). Head, eye, and arm coordination in table
tennis. Journal of Sports Sciences, 20, 187-200.
61. Ruiz, L.M. y Arruza, J. (2005). El proceso de
toma de decisiones en el deporte. Clave de la
eficiencia y el rendimiento deportivo. Barcelona:
Paidós.
62. Ruiz, L.M. y Sánchez, F. (1997). Rendimiento
deportivo. Claves para la optimización de los
aprendizajes. Madrid: Gymnos.
J Sport Health Res
63. Ruiz, L.M., Sánchez, M., Durán, J. y Jiménez, C.
(2006). Los expertos en el deporte: su estudio y
análisis desde una perspectiva psicológica. Anales
de psicología, 22,1, 132-142.
64. Savelsbergh, G., Williams, A.M., Van der Kamp,
J. y Ward, P. (2002). Visual Search, anticipation
and expertise in soccer goalkeepers. Journal of
Sports Sciences, 20, 279-287.
65. Scheiter, K. y Van Gog, T. (2009). Using Eye
Tracking in Applied Research to Study and
Stimulate the Processing of Information from
Multi-representational Sources. Applied Cognitive
Psychology, 23, 1209–1214.
66. Schmidt, R. (1988). Motor control and Learning.
Illinois: Human Kinetics.
67. Schmidt, R.A. y Wrisberg, C.A. (2008). Motor
learning and performance. A situation-based
learning approach. Champaing: Human Kinetics.
68. Shim, J., Carlton, L.G., Chow, J.W. y Chae, W.S.
(2006). The use of anticipatory visual cues by
highly skilled tennis players. Journal of motor
behaviour, 37, 2, 164-175.
69. Starkes, J.L. (1987). Skill in field Hockey: the
nature of the cognitive advantage. Journal of
Sport Psychology, 9, 146-160.
70. Starkes, J.L., Edwards, P., Dissanayake, P. y
Dunn, T. (1995). A new technology and field test
of advence cue usage in volleyball. Research
Quarterly for exercise and sport, 66, 2, 162-167.
71. Tejero, P. (1999). Panorama histórico-conceptual
del estudio de la atención. En Munar,E.; Roselló,
J. y Sánchez-Cabaco, A. (cords.) Atención y
percepción (pp. 33-61). Madrid: Alianza Editorial.
72. Temprado, J.J. y Famose, J.P. (1999). Análisis de
la dificultad en el tratamiento de la información y
descripción de las tareas motrices. En Famose,
J.P. (ed.) Cognición y rendimiento (pp. 177-195).
Barcelona: INDE.
73. Tenebaum, G. (2003) Expert athletes: an
integrated approach to decision making. En J.L.
Starkes y K.A. Ericsson (eds.) Expert
performance in Sports, advances in research on
sport expertise. (pp. 191-218). Champaing:
Human Kinetics.
ISSN: 1989-6239
156
Journal of Sport and Health Research
74. Vaeyens, R., Lenoir, M., Williams, A.M. y
Philippaerts,
R.M.
(2007a).
Mechanisms
underpinning successful decision making in
skilled youth soccer players: an analysis of visual
search behaviors. Journal of Motor Behavior, 39,
5, 395-408.
75. Vaeyens, R., Lenoir, M., Williams, A.M., Mazyn,
L. y Philippaerts, R.M. (2007b). The effects of
task constraints on visual search behaviour and
decision-making skill in youth soccer players.
Journal of Sport & Exercise Psychology, 29, 147169.
76. Vickers, J.N. (1988). Knowledge structures of
élite-novice gymnasts. Human Movement Science,
7, 47-72.
77. Vickers, J.N. (2007). Perception, cognition and
decision training. The quiet eye in action.
Champaing: Human Kinetics.
2012, 4(2):137-156
complexity in near and far aiming task. Journal of
Motor Behavior, 34, 2, 197-207.
85. Williams, A.M., Ward, P., Smeeton, N.J. y Allen,
D. (2004). Developing anticipation skills in tennis
using on-court instruction: perception versus
perception and action. Journal of applied sport
psychology, 16, 350-360.
86. Zaccagnini, J.L. y Delclaux, I. (1982). Psicología
cognitiva y procesamiento de la información. En
Delclaux, I. y Seoane, J. (eds.) Psicología
cognitiva y procesamiento de la información (pp.
39-61). Madrid: Ediciones pirámide.
87. Zietz, D. y Hollands, M. (2009). Gaze behaviour
of young and older adults during stair walking.
Journal of Motor Behavior, 41, 4, 357-365.
88. Zwierko, T. (2006). Select aspects of anticipation
of soccer players. Studies in physical coulture and
tourism, 13, 189-19.
78. Vickers, J.N. y Williams, A.M. (2007).
Performing under pressure: the effects of
physiological arousal, cognitive anxiety, and gaze
control in biathlon. Journal of Motor Behavior,
39, 5, 381-394.
79. Vila-Maldonado, S., Mata, E., García, L.M.,
Pastor, J.C. y Contreras, O.R. (2010). Decisionmaking and visual perception in youth volleyball
players and non-players. 15 Ecss Congress.
Antalya, Turquía.
80. Vila-Maldonado, S., Ruiz, L.M. y Mata, E.
(2006). Análisis de las capacidades perceptivo
visuales en jóvenes practicantes y no practicantes
de voleibol. IV Congreso AECCD. La Coruña,
España.
81. Ward, P., Williams, A.M. y Bennett, S. (2002).
Visual Search and Biological perception in tennis.
Research Quaterly for sport and exercise, 73,
107-112.
82. Williams, A.M. y Ford, P.R. (2008). Expertise and
expert performance in sport. International Review
of Sport and Exercise Psychology, 1, 4-18.
83. Williams, A.M., Davids, K y Williams, J.G.
(1999). Visual perception & action in sport. New
York: Taylor & Francis.
84. Williams, A.M., Singer, R.N. y Frehlich, S.G.
(2002). Quiet eye duration, expertise, and task
J Sport Health Res
ISSN: 1989-6239
Descargar