Los profesionales quieren una solución legal, clara y nítida que despeje la inseguridad jurídica existente. ESPECIAL 9º PATRIMONIO CONGRESO NOTARIAL Una demanda compartida O sólo el Notariado espera una ley que regule las Sociedades Profesionales. También otros cuerpos profesionales, como la Abogacía, han solicitado a los poderes públicos la promulgación de una disposición de carácter general reguladora de estas sociedades, que permita asumir en un marco legal adecuado tanto el ejercicio en grupo de su labor, como los fenómenos multidisciplinares, preservando de modo absoluto los valores esenciales de cada profesión. N A la espera del marco jurídico que las regule El vacío legal de las sociedades profesionales Las sociedades profesionales carecen en nuestro país de un marco normativo que garantice un desarrollo jurídicamente seguro de las actividades que desempeñan los profesionales que trabajan de forma colectiva. Sin embargo, el Gobierno se ha comprometido a sacar adelante, lo antes posible, una ley que ponga fin a este vacío. MIGUEL ÁNGEL DE RUS L OS profesionales liberales tienen como principios la elección del profesional por parte del cliente, la independencia, el secreto profesional, la calidad y la prestación universal de sus servicios. Estos colectivos se encuentran sujetos a ciertas restricciones en el desempeño de su labor, debido a la necesidad de proteger adecuadamente los intereses de los consumidores. Según expuso el notario y letrado adscrito a la Dirección General de los Registros y del Notariado Francisco Javier García Más en el 9º Congreso, “el fenómeno asociativo en el marco de las profesiones liberales, o en la 38 Escritura Pública terminología comunitaria, de las profesiones reguladas, es una realidad incuestionable que es necesario afrontar de una manera que La futura ley sobre Sociedades Profesionales deberá regular la compatibilidad entre el ejercicio profesional y el modelo societario sea lo más definitiva posible”. De hecho, la necesidad de abordar la regulación jurídica de este colectivo es una demanda que desde hace tiempo viene planteándose por los profesionales, que quieren tener una solución legal, clara y nítida que despeje toda la inseguridad hasta ahora existente. Para García Más “existe una realidad social a la que es necesario que el ordenamiento jurídico dé una respuesta adecuada. Gran parte de nuestra doctrina y jurisprudencia ha negado la realidad a la asociación de profesiones liberales y se han ido buscando fórmulas alternativas que en algunos momentos han servido para salir del paso, pero que en definitiva aparcan el problema”. Al referirnos a estas sociedades lo hacemos sobre aquellas que se configuran como sociedades externas, y cuyo objeto social es la prestación de servicios profesionales. En este caso, los socios se obligan con tal fin a aportar su actividad profesional. De esta manera se diferencian de otras formas asociativas como las llamadas sociedades de medios, las de comunicación de ganancias, o las sociedades de intermediación o sociedades de profesionales. Una ley esperada. Ya en julio de 2004, el Gobierno anunció que aprobaría un proyecto de ley que regularía las sociedades profesionales. Fue Pilar Blanco-Morales, directora general de los Registros y del Notariado, quien lo comunicó durante su participación en un seminario en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. El Gobierno podría valorar el empleo del anteproyecto que ya manejó José María Aznar y que no llegó a tramitarse, debido a que entonces no se consideró prioritario. El antiguo borrador estudiaba la posibilidad de que las sociedades compuestas por profesionales adoptasen cualquiera de las formas societarias previstas en la ley, pero de forma obligatoria deberían incluir la expresión profesional. Por lo que se daría lugar a las SAP (sociedad anónima profesional) o a las SLP (sociedad limitada profesional). Según explicó Francisco Javier García Más, “la regulación de estas Sociedades requiere del análisis de determinadas cuestiones, como son el ejercicio multidisciplinar en una misma sociedad profesional, el régimen de incompatibilidades entre algunas profesiones, la creación de registros profesionales, el ejercicio e imputación de la actividad, la responsabilidad de la Sociedad Profesional y de los profesionales, la separación y exclusión de socios, la transmisión de esta condición, la elección de la forma societaria, las repercusiones fiscales, y un largo etcétera”. Hay una propuesta de Directiva del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a los servicios en el Mercado interior que incide en la libertad de establecimiento y en la libre circulación de los servicios. Se considera requisito prohibido limitar la libertad del prestador para elegir entre un establecimiento principal o secundario; constituirse como persona jurídica, sociedad de personas, entidad sin ánimo de lucro o sociedad perteneciente a personas físicas; la obligación de disponer de un capital mínimo; se prevé la elaboración de códigos de conducta comunitarios sobre las normas deontológicas de las profesiones reguladas, con el fin de garantizar la independencia, la imparcialidad y el secreto profesional El objetivo ha de ser encontrar un equilibrio entre competencia y regulación, de tal modo que se consiga ofrecer el mejor servicio al mejor precio posible y se establece que los Estados miembros de la Unión Europea deberán facilitar a la Comisión un informe sobre los regímenes de autorización, los requisitos supeditados a evaluación y las actividades multidisciplinares. Regulación o libre competencia. Para el notario José Nieto “hay una práctica unanimidad en que la competencia debe estimularse pues promueve un abaratamiento de los costes de los servicios para los consumidores. (…) Pero dicha competencia no puede ser absoluta. El ejercicio de estas profesiones debe estar regulado pues sólo así se puede proteger adecuadamente los intereses de los ciudadanos. El problema real es hasta dónde se puede llevar esa regulación”. Parece lógico pensar que el objetivo ha de ser encontrar un Escritura Pública 39 ESPECIAL 9º CON- PILAR BLANCO-MORALES LIMONES DIRECTORA GENERAL DE LOS REGISTROS Y DEL NOTARIADO PATRIMONIO GRESO NOTARIAL ‘‘ El fenómeno asociativo en el marco de las profesiones liberales, o en la terminología comunitaria, de las profesiones reguladas, es una realidad incuestionable que es necesario afrontar de una manera que sea lo más Francisco Javier García definitiva posible. ’’ Más, notario y letrado adscrito a la Dirección General de los Registros y del Notariado ‘‘ José Nieto Sánchez, El ejercicio de estas profesiones debe estar regulado pues sólo así se puede proteger adecuadamente los intereses de los ciudadanos. El problema real es hasta dónde se puede llevar esa regulación. ’’ notario ‘‘ Los despachos colectivos de notarios ofrecen innegables ventajas al consumidor, siempre que se favorezca el derecho del ciudadano a la libre elección de este profesional. José Castaño Casanova, notario equilibrio entre competencia y regulación, de tal modo que se consiga ofrecer el mejor servicio al mejor precio posible. Lo que lleva a considerar oportuno que se revise la regulación para determinar qué 40 Escritura Pública ’’ normas restringen la competencia sin generar calidad y, como afirma José Nieto, “revisar el mercado para determinar qué prácticas profesionales disminuyen la calidad, para proceder a regularlas”. “En La voz de la experiencia A Unión Europea debe ser quien cree el marco general en el que puedan basarse las distintas legislaciones nacionales, pero la legislación debe surgir de abajo a arriba, es decir: la experiencia de las sociedades profesionales de cada país debe dar lugar al desarrollo de un marco legal común que permita que el trabajo de los profesionales se desarrolle con tanto rigor como garantías para el cliente. Se ha comprobado que uno de los principales problemas de la actual Unión Europea es que las leyes las hacen un grupo de políticos que en muchos casos están alejados de las realidades sociales de los demás países. Así pues, sería conveniente que la Comisión y el Parlamento Europeo escucharan a los foros profesionales. L cuanto a la posible admisión de capital no profesional se ha planteado como un medio de obtener financiación. No obstante, creo que en el fondo subyace un problema de mayor calado; si es posible invertir capital en actividades profesionales buscando un lucro. Tradicionalmente las profesiones liberales han supuesto un sector económico, pero no olvidemos que los principales capitales son humanos; los profesionales que dedican su vida a aprender la profesión, perfeccionarse en ella y ejercitarla. Despachos colectivos de notarios. Para José Castaño, la existencia de los convenios en los despachos notariales es una realidad que reporta ventajas tanto a los propios integrantes, al tráfico jurídico y a la sociedad en general. Se considera conveniente el ejercicio colectivo de la profesión notarial, en cuanto que permite aunar la actuación de varios notarios para prestar un servicio más eficaz. Ahora bien estos despachos colectivos han de tener una alto control deontológico, ya que inciden en facetas fundamentales de la vida humana. ✬ EL PATRIMONIO PROFESIONAL E L patrimonio profesional ocupa un lugar destacado en el conjunto de relaciones jurídicas y económicas que se presentan a lo largo de la vida de un individuo. Cuando hablamos de patrimonio profesional, nos referimos a la actividad profesional del individuo, organizada hacia el exterior de una forma concreta. Se trata de una noción directamente ligada con su profesión, arte u oficio, según las palabras del Código Civil. El profesional, entendido como la persona que ejerce una profesión regulada, necesita organizarse bien de manera individual o colectiva. En esta organización se interrelacionan aspectos estrictamente económicos con los aspectos profesionales, creando un conjunto de relaciones jurídicas variadas. Ello representa claramente un patrimonio con un valor y una repercusión interna para el profesional y su familia y una importante dimensión externa en el orden de las relaciones con terceros. Es, sin duda, en el ejercicio colectivo de la profesión o de la actividad profesional donde se pueden plantear más problemas, tanto de tipo económico como profesional, es decir los derivados del propio ejercicio colectivo de la profesión. Entre ellos, destacarían las cuestiones de deontología, responsabilidad, ejercicio multidisciplinar, etc. Las combinaciones para el ejercicio colectivo de una profesión son muchas. En primer lugar las denominadas sociedades de medios, que son una modalidad del fenómeno asociativo profesional, de carácter básico o elemental. En este caso los profesionales ponen en común un conjunto de bienes, pero el ejercicio es individual. El objeto de esta agrupación es establecer el conjunto de reglas que decidirán el uso adecuado del equipo puesto en común, pero no el ejercicio profesional. Éstas podrían estar incardinadas en el concepto del artículo 1.678 del Código Civil, como sociedades de uso, tratándose más bien de sociedades civiles internas, en ningún caso externas. Es necesaria una Ley de sociedades profesionales, que el Gobierno ha comprometido para esta legislatura En segundo lugar las denominadas sociedades de comunicación de ganancias, cuyo objeto es regular las pérdidas y ganancias que se obtengan, derivadas de la actividad individual de los profesionales. En tercer lugar nos encontraríamos con las sociedades de intermediación de servicios profesionales, cuyo objeto sería actuar como agente o mediador de servicios y cuya única responsabilidad estribaría en la elección del profesional. En definitiva, en regular la organización de los profesionales que ejercen su actividad. Por último las sociedades profesionales, que son sociedades externas, en las que los socios se obligan a aportar su actividad profesional, y cuyo objeto social es la prestación de servicios profesionales. Esta variedad de posibilidades no es sino una de las expresiones de la complejidad del ejercicio de las actividades profesionales en la sociedad del presente. Por ello, es necesaria una regulación que es fundamental para el propio profesional, su familia y terceros. Esto determina la necesidad de una Ley de sociedades profesionales, que el Gobierno ha comprometido para esta legislatura. ✬ Escritura Pública 41