Sufragio universal Extraído de Escuelapedia El sufragio universal, en contraposición al sufragio restringido, consiste en la extensión del sufragio –o derecho a votar –en todas las personas que se consideran intelectualmente maduros (por lo general los adultos). Hasta el siglo XIX, sufragio universal era referido exclusivamente al voto de los hombres adultos. Sin embargo, desde principios del siglo XX, con movimientos liberales y la lucha feminista, el derecho al voto se amplió a las mujeres en la mayoría de países democráticos. El sufragio universal puede ser directo, cuando todos los electores pueden votar, o indirecto, cuando normalmente los votantes eligen un colegio electoral que, a su vez, elige a uno de los candidatos a la magistratura en cuestión. La historia del sufragio universal, el derecho humano a elegir libremente a sus representantes a través del voto, es bastante reciente. Y todavía incompleto. En la actualidad, menos de la mitad de la población mundial vive en democracias. Sin embargo, esta situación ya es un avance considerable. Rezan las leyendas celtas e hindúes de que los primeros electores de la humanidad fueron los druidas y sacerdotes, quienes escogían a sus jefes políticos. En Atenas, alrededor del siglo V a.C., participaban el 20% de los ciudadanos, todos hombres. Los romanos inventaron la urna electoral en el 139 a.C. Hasta entonces, las elecciones eran realizadas de forma poco organizada. Durante la Edad Media y el Renacimiento, las votaciones se volvieron sinónimo de conspiración. En el Sacro Imperio Germánico Germánico (962-1806), quien eligió el rey era un pequeño grupo de nobles y religiosos. Por tanto, existía elitismo en la capacidad de voto y dirección del país. La idea de la democracia estuvo latente en Europa hasta fines del siglo XIX. Incluso en los Estados Unidos, el sufragio universal era mal valorado por algunos dirigentes. Entre los delegados de la convención que elaboró la Constitución del país –promulgada en 1787 –imperaba la opinión del parlamentario George Mason (1725-1792): ‘Dejar al pueblo escoger el presidente es como dejar a un ciego escoger un color’.