I. LOS HECHOS En este capitulo relatare los sucesos

Anuncio
I. LOS HECHOS
En este capitulo relatare los sucesos
Toctezinin fundamento
situaci6n
en la
cual
ocurridos en
de nuestro estudio. Luego
vivian los
indigenas
de presentar la
a nivel
provincial y local, pasare a describir, basandome en
de
algunos informantes, los pormenores del
la Comuna
nacional,
testimonios
conflicto en el cual
perdi6 la vida Lazaro Condo.
Antecedentes
Acercarnos a
darnos una
los
la situaci6n del
agro en varios
referencia sociohist6rica importante
marcos
interpretativos propios
dentro de los
cuales se van
de
niveles, puede
para comprender
hacendados
a analizar los
e indigenas
simbolos utilizados
durante el conflicto. Otro punto, igualmente importante para
tal
fin, es la posterior aproximaci6n a las concepciones que sobre la
tierra tienen los grupos enfrentados.
Cabe decir que el presente
capitulo 5610 pretende ubicar el contexto en el cual
se desarro­
llaron los hechos que seran motivo de interpretaci6n antropo16gi­
ca en
capitulos posteriores; ademas, 10 que
nuaci6n
son las
conclusiones
te6ricas de
se plantea a conti­
los
autores en
105
cuales me baso para elaborar esta parte del trabajo.
En julio
23 de
1964 se
public6 la
primera
Ley de
Reforma
Agraria y Colonizaci6n que buscaba cambiar las condiciones en las
cuales se
todo la
venia dando
que guardaba
la estructura
relaci6n
agraria en
con la
Ecuador, sobre
tenencia de
la
tierra.
Veamos como se presentaba esa problematica.
El problema agrario
A nivel nacional
Hasta los an os 60,
rizaba la estructura
la forma de producci6n hacendal
agraria en la
casi totalidad de
caracte­
la sierra
8
ecuatoriana.
La hacienda
era, en
la
ese entonces,
"unidad de
producci6n agricola y ganadera -afirma Ferrin (1982: 152)- basada
en
el monopolio
de la tierra
y en
la extracci6n
de renta (en
trabajo y/o especies) a la mana de obra articulada a ella"1.
r~gimen
Caracteristica del
de hacienda
era principalmente el
monopolio sobre considerables extensiones de tierra.
no,
total
parcialmente carente
0
articularse al
terrateniente
de trabajo disponible.
de ella,
El campesi­
se veia
constituy~ndose
en la
mayor fuerza
El eje que articulaba la mana
terrateniente era la forma huasipungo que
obligado a
de obra al
se lograba mediante el
arraigo de algunas familias en la hacienda. Los huasipungueros
sus
familias debian
trabajar algunos
hacendado y, en los dias
tierras del
labores agricolas
en el
dias a
la semana
y
en las
restantes, ocuparse de las
propio predio buscando
su reproducci6n
material.
El huasipunguero
porque no
sino
s6lo se
tambi~n
porque
era una figura importante
constitula en
fuerza de trabajo
de
reproducir esa
dentro
El
huasipunguero
la hacienda.
conservaban el
permanente,
era el eje de una estructura familiar que se
encargaba peri6dicamente
de
para el hacendado
derecho de
usufructuar los
fuerza
y sus
de
trabajo
descendientes
recursos hacendarios
(Guerrero 1991; Garcia 1977).
Como afirma Chiriboga (1986: 65),
"Las comunidades de hacienda, conformadas por huasipungueros
y arrimados,
estaban cruzadas por una doble problematica:
relaciones marcadamente asimetricas entre los campesinos por
un lado, y con 105 comerciantes por otro;
y relaciones de
reciprocidad entre los miembros de la comunidad. Estos dos
procesos estaban mutuamente imbricados de tal manera de
asegurar la reproducci6n de la economia huasipunguera y
abastecer de fuerza de trabajo a la hacienda. En efecto, las
unidades huasipungueras estaban obligadas en la persona del
jefe de la unidad a trabajar la semana laboral en la hacienda
a cambio del usufructo del pedazo de la tierra.
La familia
huasipunguera y los arrimados que constituian la unidad
9
domestica, debian asegurar la producci6n agricola mediante el
cultivo de la parce1a."
Las parcelas
encontraban
destinadas al huasipunguero
desparramadas a
ocupando las
lomas de
10 largo
y a su
y ancho
mayor pendiente y
familia "se
de la
hacienda,
altamente erosionadas"
(Ferrin, Id.167). Ahora bien, aunque la hacienda, como decia, era
la
instancia primordial
dentro de
de
la producci6n
ella, la forma huasipungo
agricola serrana
y,
signific6 gran importancia,
esta forma no fue la unica; en realidad hubo mucha variedad en
cuanto
sociales
a
las maneras
y tecnicos
de
establecer
entre
los arreglos
la hacienda
y los
econ6mices,
campesinos (Cfr.
Garcia 1977).
La "comunidad huasipungo"
de la hacienda, se
(Guerrero 1983), establecida dentro
constituia a partir de dos
nes: por una
parte, las relaciones de
mediadas por
elementos culturales andinos
el "cambiamanos"
medias")
(0
y, por
"cambeo") y la
otra,
tipos de relacio­
producci6n y distribuci6n
como la reciprocidad,
aparceria ("al partir"
las relaciones
rituales
dentro de
o"a
las
cuales el compadrazgo tuvo una presencia realmente importante. Al
interior de la comunidad huasipungo se dio "una tendencia marcada
hacia la endogamia"
del hacendado,
(Guerrero 1983: 221) que
la reproducci6n
de
buscaba, por parte
las familias
huasipungueras
dentro de su hacienda y la posibilidad de mantener, por parte del
huasipunguero "titular", los lotes
Ie
otorgaba a
el
como jefe
de
y "derechos" que el hacendado
familia. Esta
era,
rasgos, la manera como se presentaba a nivel nacional
las variantes
posibles, per
supuesto- el
modo de
a grandes
-con todas
producci6n
0
regimen hacendal antes de la Reforma Agraria.
A nivel provincial
Antes de
la
constituian un
Reforma
Agraria las
claro ejemplo
haciendas
de las llamadas
del
Chimborazo
"haciendas tradi­
10
cionales"
ciertas
las cua1es, segun Farrel
caracteristicas:
1)
y Da Ros (1983), presentaban
gran
superficie
abandonada, 2) mana
de obra abundante
nivel de desarrollo
de las fuerzas
subutllizada
'y casi gratuita,
productivas y 4)
0
3) bajo
estructura
piramidal del poder.
Hacia 1960, es decir, cuatro afios antes de la expediciOn de la
primera Ley de
Reforma Agraria, las
tierras de la
provincia de
Chlmborazo estaban en manos de un as pocas familias, como
podemos
visualizar en el sigulente cuadro:
CONCENTRACION DE LA PROPIEDAD TERRITORIAL FAMILIAR EN LA PROVIN­
CIA DE CHIHBORAZO 1940-1960
Familia
N6mero
Velez-Guerrero
Garcia-L6pez
Davalos-Valdivieso
Saenz-Rlvadenelra
Gallegos-Araujo
Borja
Salem-Gallegos
Cordovez-Davalos
de hectAreas
20.221.72
10.000
6.500
4.500
20.000
20.000
20.000
4.000
N6mero de haciendas
Fuente: Sylva (1986: 48)
Frente a los grandes latifundios, la medlana propiedad era
de
poco significado y controlaba un porcentaje muy bajo de la super­
ficie cultivable.
Las leyes de la Reforma Agraria y su contexto sociopolltico
Con la formaci6n de instancias apropiadas para la creacl0n
organizaciones campeslnas -la
por ejemplo- comienza
lucha que
el
asimismo a conformarse
incluirla aspectos como
tierra, la erradicaci6n
cluido
Federaci6n Ecuatoriana de
de formas precarias
huasipungo- y,
como
fin ultimo,
Indios,
una plataforma
la defensa y
de
de
el acceso
a la
de producci6n
-1n­
la
disoluci6n del
11
regimen hacendal.
A fines de los 50 y comienzos de los 60
Schroder (1984:
realizaci6n de
69), tres factores
que influyeron para
la Reforma agraria fuera
tergable: 1) una
gran agitaci6n en
numerosas invasiones de tierras;
fracciones de la clase
se presentaron, aegun
un requerimiento impos­
campos y ciudades
incluidas
2) una modernizaci6n en algunas
terrateniente, y 3) la
de Estados Unidos en un intento
que la
politica exterior
por conjurar en otros paises
la
reciente experiencia de la Revoluci6n Cubana.
Este conjunto de hechos hizo que el tema de la Reforma Agraria
fue acaparando la
atenci6n de los politicos. Para las elecciones
de 1960 -que enfrentaron a Velasco Ibarra
y Galo Plaza- este fue
uno de los principales temas tratados por los candidatos.
Pero los campesinos e indigenas no esperaron a que el problema
agrario fuera un debate 5610 en el interior del gobierno 0 de los
grupos politicos; asi las invasiones de tierras y las
los trabajadores fueron sucediendose
ejemplo, los
reclamaban
un as a otras. En
trabajadores de la hacienda
a 105
hacendados
el pago
huelgas de
1953, par
Galte (en Chimborazo),
de un
salario justo
y a
tiempo, ya que que siempre se les estaba adeudando. En la hacien­
da "El
Molino", cant6n
Guamote
(asimismo en
trabajadores indigenas paralizaron
mente
salarios
Columbe, de
justos.
En febrero
Chimborazo),
los
actividades demandando igual­
de
la misma Provincia, dos mil
1961,
en la
parroquia
comuneros reelamaron el
pago de sus salarios a los hacendados. Ano y medio
mas tarde, en
septiembre de 1962, los indlgenas de varias zonas de la Provincia
rechazaron las aceiones de los miembros de la Misi6n Andina y
de
los encuestadores del Censo nacional (Cfr. CEDIS-CEDEP Id.).
Ante estas y otras muchas actividades,
las clases dominantes
pensaron que este malestar de eampeslnos e Indigenas debla ser
asumido a partir de reformas en el campo.
12
Para 1961,
decreto
Velasco Ibarra,
ejecutivo-
la
ya presidente, habia
llamada
Comisi6n
Nacional
creado -por
de
Reforma
Agraria, encargada de elaborar un proyecto para tal fin.
Este se
presenta al Congreso en septiembre del mismo ano, perc
es recha­
zado. Algunos latifundistas, que vieron amenazadas sus posesiones
crearon tal
pol1ticas,
agitaci6n que,
junto con otras
lograron el retiro de
cia. Carlos Julio
fuerzas econ6micas y
Velasco Ibarra de la presiden­
Arosemena, entonces Vicepresidente, asumi6
presidencia decidiendo impulsar un
la
programa para redistribuir la
tierra; como era de esperarse, su caida no tard6 en llegar.
Sera la Junta Militar, que asumi6 el poder en 1963, la que, un
ana
mas tarde
y dentro
de un
marco desarrollista
y populista
implementado por la denominada "Alianza para el Progreso",
dira, no
sin antes conversar con
105
expe­
terratenientes, la primera
Ley de Reforma Agraria (Cfr. Garcia op.cit.67). Esta,
poustulaba
basicamente:
a. Eliminaci6n de las formas precarias de producci6n como
el huasipungo y el arrimazgo.
b. Limites a la propiedad de la tierra.
c. Generaci6n de un proceso que afectara las tierras
insuficientemente trabajadas.
Para llevar adelante la Reforma Agraria el gobierno crey6
oportuno crear un organismo que viera como su principal tarea la
de
abolir el huasipungo y comenzar la afectaci6n de las tierras
insuficientemente explotadas; se cre6 entonces el Instituto
Ecuatoriano de Reforma Agraria y Colonizaci6n (IERAC)
1984).
La apllcaci6n de la prlmera Ley de Reforma Agrarla
A nivel nacional
(Cfr. CEDEP
13
Los casos de afectaci6n fueron pocos ya que la
todos los niveles del recien creado
burocracia, en
Instituto, impidi6 la reali­
zaci6n en profundldad de la tan anunciada Reforma. Despues de una
cierta
euforia reformista en el
afio siguiente a la promulgaci6n
de la Ley, las afectaciones fueron decreclendo signlficativamente
y no porque no hubiera mas tierras susceptibles de ser afectadas.
S1 bien
algunos
sectores latifundistas
caracter capita1ista en el
en Ch1mborazo, como
Ley se
impulsaron reformas
agro, otros se opusieron
veremos mas adelante-.
fue paralizando
paulatinamente y
de
-sobre todo
La aplicaci6n de
se hizo necesaria
la
una
nueva reforma.
Ante el escaso exito
64, en 1973
de la primera Ley de Reforma Agraria del
el goblerno militar
dio a
conocer el llamado
Plan
Nacional de Desarrollo y expidi6 una nueva Ley para
"liquidar
las
Qltimas
formas
tradlcionales
de
latifundismo, regular las eventuales presiones campesinas
y articular la pequefia propiedad a la dinamica del desa­
rrollo capitalistamediante el
impulso de proyectos de
Desarrollo Rural Integrado." (Iturralde 1988: 44).
A nivel provincial
Entre 1964 Y 1988 fueron
intervenidas por el
hectareas (Cfr. CIACH-CESA (1989:
fica que se haya anadido
IE~AC
124.690,72
16). Esta superficle no sign1­
a la propiedad que para 1964
estaba en
posesi6n de los pequenos agricultores. El proceso iniciado con la
Reforma
Agraria permiti6
mas bien
legalizar esa
propiedad que
estaba en sus manos y ampliarla ante las posibllidades de compra­
venta que auspiciaba la Ley.
Pero
los terrenos
formas precarias
que se pusieron
de producci6n
en venta
fueron los
al elimlnar las
menos aptos
para el
14
cultivo, ya que se situaban por encima de los tres
mil metros de
altura y fueron dedicados mas bien al pastoreo.
La Reforma Agraria,
n1 a
los indigenas
por tanto, no entreg6 las mejores tierras
ni
a los
campesinos. Ademas,
los
predios
adjudicados fueron tan pequenos que el minifundio se convirti6 en
la constante para la mayoria de los agricultores.
Estos minifundios,
como reconoce el Articulo 66
de la citada
Ley, no permite
"el empleo de la capacidad de la familia campesina,
la ge­
neraci6n de un excedente agropecuario comerciable y la obten­
ci6n de un nivel de ingresos compatible con las necesidades
vitales de la familia."
La
multiplicaci6n
intolerable
en el
de
los
minifundios
interior de
cre6
las comunidades
una
situaci6n
causando, entre
otras cosas, un permanente y progresivo desplazamiento de los
indigenas
a las
ciudades en
busca de
recursos complementarios
para su subsistencia.
Pero la Ley de Reforma Agraria, pese a su
cial, tuvo repercusiones en la
cia. Si
aplicaci6n superfi­
clase terrateniente de la Provin­
a nivel nacional la correlaci6n
de fuerzas entre campe­
slnos y latlfundlstas se resquebraj6 de alguna manera e inclusive
se rompi6, a
nivel provincial el sistema
politico, "mediante la
creaci6n de un aparato armado propio de la clase
bandas de asesinos a
sueldo, acciones represivas de determinados
funcionarios-" (Sylva op.cit.40), resisti6
de
las formas
atraso
precarias
de producci6n.
con respecto a 10 que se
10 tanto,
ante la
estatales las
legislaci6n
quienes, con
terrateniente­
agraria,
fueron los
Sedio, entonces,
un
vivi6 en el resto del pais; por
imposibilidad de
que lograran llevar
y detuvo la abolici6n
que fueran
las estructuras
adelante la aplicaci6n
mismos campesinos
diversas formas de presi6n,
de la
e indigenas
buscaron la aplicaci6n
15
de
dicha Ley;
en palabras de Sylva (Ib.40), "el asedio campe­
0,
slno ... obllga a determinados sectores de terratenlentes a
optar
una estrategia de transici6n".
Al
romperse
habia dado
el equilibrio
de la
economia familiar,
en las formas precarias de
que se
producci6n, los indigenas
reivindicaron ya no tanto el pago de salarios atrasados, sino las
tierras mismas. El
motivaciones
acceso a la tierra fue,
fundamentales
en
sus
entonces, una de las
luchas,
como
veremos
mas
adelante.
Situaci6n econ6mica, social y polltica del Cant6n Chunchi
En el contexte referido, voy a ubicar, de manera muy breve,
a partir
de los
text as
(1977),la problematica que
de Farrel
y Da
Ros
(1983) y
para ese entonces
ofrecia el
Vallejo
Cant6n
Chunchi.
En 1974, un ana despues de puesta en marcha la
Reforma
Agraria
expedida por
Chunchi -segun Farrel
y Da Ros
el
gobierno
segunda Ley de
militar, el
Cant6n
(op.cit.39)- tenia 15.352
habi­
tantes, el 81% de los cuales vivia en el campo.
Para 1972,
"se registraba una gran concentraci6n de tierra en la zona
existiendo 43 haciendas can un promedio de 400 hectareas que
pertenecian a 29 propietarios ... un 0.8% de propietarios
poseia el 41.7% del total de las tierras cultivables, mien­
tras un 83.6% eran duenos del 23% de la superficie. El Censo
[agropecuario de 1974] registraba tambien unidades fami­
liares sin tierra y otros con parcelas de mala cal1dad."
(Farrel y Da Ros, Ib.39).
Pero la acci6n
de los hacendados no se reducia
a los limites
de su propia hacienda, sino que trascendia mas alIa
"ejerciendo su poder
sobre el conjunto
de la sociedad
del
16
Cant6n a traves de la captaci6n de los puestos mas importan­
tes
del
gobierno
local."
(Vallejo
1977:
57).
La Comuna
de Toctezinin, al Noroeste del Cant6n Chunchi tenia,
a fines de los 70, 82 fami1ias y una poblaci6n de 352 habitantes.
Esta Comuna, legalmente reconocida desde 1964, estaba dividida en
cuatro barrios: Bacun, Llarucun, Cruz Lorna y La Escuela.
En
1973, ana
en que
se expidi6
la
segunda Ley
de Reforma
Agraria, la Comuna inicia un proceso de lucha por la adjudicaci6n
de un
predio con
"Almid6n Pucara"
una superficie
y,
hacienda "Magna".
asimismo,
de 57,91
para
hectareas denominado
acceder al
paramo
de
la
El problema de la tierra, velamos, era grande.
31 de las 82 familias eran propietarias de pequenos lotes,
"por 10 que para subsistir, no les queda otra alternativa
que obligarse a trabajar en las grandes propiedades como
pe6n 0 aparcero, o emigrar a las ciudades." (Vallejo op.cit­
• 52) •
•
Las luchas por la tierra no eran algo nuevo para los moradores
de Toctezinin.
Reforma
Anos
Agraria
antes,
del 64,
comenzaron a liquidar
durante los
cuando
algunas
el huasipungo y otras
primeros anos
de
la
haciendas del
sector
formas precarias de
producci6n, se despert6 la inquietud de reclamar esos huasipungos
y comenzaron a darse
los primeros enfrentamientos entre campesi­
nos y terratenientes, aunque estos eventos fueran todavla t1midos
y desorganizados.
Algunos I1deres
tal
realizaron sus
fue el caso, por ejemplo,
de nuestros
informantes, para
primeros viajes a
de Lazaro Condo, segun afirm6 uno
enterarse de esa
legislaci6n que
les ofrecia la posibilidad de que el huasipungo les
dido.
De
hecho,
obtener esas
muchas
la ciudad,
familias
fuera conce­
ex-huasipungueras
parcelas. Estos precedentes, segun
algunos testimonios, crearon una imagen
lograron
se desprende de
de 51 mismos como lucha­
17
dores
que podrlan obtener la
tierra si se
unlan y mostraban un
claro prop6sito de hacerlo.
En esta ocasi6n, el lote de tierra por el cual estaban luchan­
do se
encontraba en propiedad de la
senora Ana Mercedes Murillo
quien 10 habla entregado en arrendamiento a Amalia Merchan
llo,
su prima.
Al tener
conocimiento de
agraria y de sus posibles consecuencias,
la
Muri­
nueva legisIaci6n
la propietaria se niega
a seguir entregando tierras en aparcerla.
Ante
esta
anteriores,
actitud
motivados
y
por
experiencias
exitosas
los habitantes de la Comuna comienzan dos juicios
en
contra de la duena del predio. Uno de los juicios, que fue ganado
por los indlgenas, reclamaba salarios justos; el otro jUicio, que
solicitaba la intervenci6n
cara", tambien
del IERAC en
se resolvi6
el predio "Almid6n
favorablemente
ya que
el
Pu­
director
regional del Instituto reconoci6 el estado posesorio del lote por
parte de los demandantes quienes comenzaron a cultivarlo.
Pero la senora
Merchan Murillo intenta
conservar el terreno
y apela al
por todos los
IERAC logrando obtener
medios
de este
que la tierra sea dividida en dos partes entregandolas a cada uno
de
los contendientes. En marzo
cuenta
la Ley
de 1974, la
suscribe un
acta de compra­
venta del predio "Almid6n Pucara" por la suma de
200.000 sucres.
Este
presi6n de
acto
de Reforma Agraria,
duena, sin tener en
arbitrario
fue bloqueado,
bajo
la
los
indlgenas, por el jefe zonal del Instituto.
Dos
Cabildos
anos antes,
en 1972, se
de Chunchi con
comunidades y respaldarse
habla formado
el fin de
la Federaci6n de
conocer la situaci6n
de las
mutuamente en la lucha por las tierras
en manos de los hacendados. El mismo ana se conforma, durante una
reuni6n llevada a
cabo en la
capital provincial, el
movimiento
indlgena a nivel nacional Ecuador Runacunapac Riccharimui
(ECUA­
RUNARI). En dicha reuni6n estuvieron presentes los representantes
18
de la naclente Federacl6n de Cablldos de Chunchi. Con
gaci6n
de la
segunda Ley
serle de reuniones
de Reforma
y seminarios a
Agraria, se
la promul­
realizan una
nivel cantonal para
estudiar
esta ley y encaminar los reclamos de tierras por la via legal.
No tuvo
conflicto
que pasar mucho
en Toctezlnin.
tiempo para
Los miembros
como tal cuando la hacienda "Magna"
jando como peones
asl
como, con
cuales
tierras
estaba
en el Lote NQ
la ayuda de
Lazaro
que se diera
de est a
Comuna, formada
se dividi6, siguieron traba­
7 llamado "Almld6n
dirigentes de
Condo,
inlcio al
los peones
Pucar~".
Es
ECUARUNARI, entre los
deciden
tomarse
las
del lote mediante una mlnga 2 que, a nuestro modo de ver,
era la ritualizaci6n de tal decisi6n.
"Como consecuencia
de estos procesos
-aflrma Vallejo
Ib.160)- se desencadenaron algunos conflictos laborales y de
tierras, slendo el primero el de Iltuz, luego el de Tocte­
zinin, que sirvieron como punta de lanza para que se dieran
muchos conflictos seguidamente."
El confllcto
Tal como se habia decidido. por
parte de los peones del predio,
el dla 25 de septiembre de 1974 en horas de la manana, se comenz6
la
trilla de los granos. Estuvieron alrededor de
entre miembros
de
lugares
Provincia, quienes
de la
la Comuna,
comunidades
se habian
200 campesinos
vecinas y
de
repartido en
otros
tres
"eras" para llevar adelante las labores.
El primer dla de trabajo transcurri6 sin ninguna novedad
"aunque fue notable la falta de organlzaci6n -senala Vallejo
(op.cit.138)-. Las distlntas comisiones que nombraron para
estos dias,
no funcionaron,
todos se hablan concretado
solamente al trabajo de la trilla, no hubo direcci6n, 10 que
influy6 para que muchos de los campesinos que hablan concu­
rrido de muchos lugares para ayudar en el trabajo, se regre­
19
saran el mismo dla."
Por su parte, uno de nuestros informantes, quien en ese
a~o
era
vicepresidente de la Comuna, recuerda:
"La lucha nuestra fue el ana 1974, el 26 de septiembre. Fue
el problema con la senora Amalia Merchan que tenia el terre­
no "Almid6n Magna". La lucha nuestra fue bastante fuerte; no
tenlamos libertad para poder andar en la misma comunidad y
en el Cant6n. Porque aSI,
tanto en la comunidad como en el
Cant6n, los policlas llevaban presos.
Gracias a nuestras
companeras elIas nos defendlan a nosotros.
Llegamos a saber que habla la Reforma Agraria a favor de los
campesinos y nos fuimos a Riobamba en comisi6n; nos pusimos
en contra de la senora Amalia, ya no fuimos esclavos de
ella. Entonces ella se fue donde el gobernador y meti6
problema. Pero nosotros sablamos que tenlamos la ley a
nuestro favor y orden del presidente de la Republica. Yo
trabajaba de quesero. Vela como ella llevaba regalos a las
autorldades: pavos ... ; todo hacla ella y se fue en contra de
nosotros. Pero arreglamos creo que en 450.000 mil [sucres],
perc ella no quiso coger la plata. Despues de eso pedimos la
solidaridad a las otras comunidades de la Provincia.
Entonces vinieron mas 0 menos unos 300 0 400 campaneros; un
dla que llegaron no vino policla. Pero habla un c~mpanero
que avisaba todo, c6mo estAbamos nosotros; el era un enemlgo
de nosotros. Al siguiente dla habla poca gente porque 5e
regresaron, ahl cay6 la policla, llegaron a la escuela de la
Camuna Toctezinln."
Vallejo (Ib.138-139), continua:
"Para el segundo dla, 26 de septiembre, mientras realizaban
el trabajo unos 100 companeros, a eso de las 10 de la manana
fueron fueron sorpresivamente rodeados par piquetes de
policlas y soldados armados, 22 policlas y 16 soldados del
ejercito, acompanados por personas de Chunchi,
tales como:
Jorge Bermeo, Luis Ordonez, Gilberto Ordonez y el mayordomo
de la senora Amalia Merchant -quienes para confundirlos (a
los campesinos) se hablan trasladado en un bus de la Coope­
rativa "San Andres" y en un Jeep del Equipo Pastoral de la
zona ... "
20
Nuestro informante, prosigue su testimonio muchos afios
despues de los acontecimientos:
"Ver~, yo me hallaba tambien ese dla en una trilla de cebada
con una trilladora que era de un compafiero de Collacshi. Y
bueno, llegaron los policias mas 0 menos a las 10 de la
manana en un Trooper y un carro 350. Y llegaron los policias
borrachos."
Vallejo (Ib.139-140), continua en su libro:
"AI llegar al
lugar donde se encontraban trabajando los
campesinos, los policias preguntaban: 'con que orden estaban
trabajando'. Respondieron: 'con orden del IERAC de Riobam­
ba'. La fuerza pUblica sin hacer caso de la respuesta ni de
los campesinos,
hombres y
de nada empezaron a golpear a
mujeres. A empujones y culatazos los iban conduciendo hacia
los vehlculos. Algunos campesinos reclamaron por la agresi6n
injusta de que eran objeto, los policias respondieron: 'Aqul
tenemos orden del senor Gobernador, de matar a cuatro por 10
menDs y hasta el Obispo
[Mons. Leonidas Proanol se va a
largar, tarea de comunistas. Se van a podrir en la carcel'.
Efectivamente empezaron a disparar contra los campesinos que
corrian, unos huyendo y otros buscando la forma de bloquear
la carretera. En ese momento fue cuando hirieron mortalmente
al 11der campesino Lazaro Condo, de la comunidad de Coto
Juan y militante del movimiento campesino ECUARUNARI, 10
mlsmo que al Ilder Manuel Anahuarqui de la Comunidad de
Ballagan y militante del mismo rnovimiento.
Lazaro Condo, herido fue recogido por algunos policlas y el
senor Jorge Bermea quienes 10 maltrataron barbaramente."
Nuestro Informante sigue recordando:
"Cornenzaron a estropear [los policlasl, a balear, a lanzar
bombas lacrim6genas y comenzaron a pegar a todos los socios
que eran de varias comunidades. En ese dla habiarnos como
unas 120 personas.
Porgue estuvimos en distintas
como
partes trabajando. Nos cogieron presos de uno a uno a la
brava. Nos pegaron; a uno Ie daban con fusil.
Unos compane­
ros corrlan perc les lanzaban las bornbas lacrirn6genas y
quedaban,
como decir,
en las tienieblas.
Y al compafiero
Lazaro Condo 10 mataron en una comunidad en el sitio en
donde era el problema. Pero alIi no fue muerto el, sino que
fue solamente baleado en la pierna y de ahi trajeron a velar
en la escuela y de ahl bajaron del carro;
tambien como
nosotros estabamos detenidos y adentro no podlamos nl hablar
ni nada.
No consentlan ni que respirararnos duro. Entonces
21
nosotros vimos el carro s6lo por el espejoj hicieron banar
con el trago, lavaron la sangre de 10 que el estaba herido y
nosotros de ah1 vimos que montaron en un Trooper pequenOj de
ah1 51
nosotros no sab1amos nada mas.
Nosotros bajamos con
la senora Amalia Merchan a Alaus1.
De ah1 pasamos
largo a
Riobamba. En Riobamba llegamos como a las 4 0 5 de la tarde.
Pasamos dentro y ah1 nos encerraron. Eramos como 56, no me
recuerdo bien. Ah1 amanecimos en cuarto pequeno, s6lo para­
dos porque no ten1amos espacio ni para mover ... no hab1a ni
como sentar ni
dar la vuelta
porque estabamos a
full. Ah1
estuvimos presos como cuatro d1as.
Nos entrevistaban los peri6dicos y nosotros contestabamos de
dentro y nos entregaban los peri6dicos publicados ...
nos
dec1an que 1bamos a pasar a las islas Galapagos. El compane­
ro Lazaro Condo no sab1amos donde estaba porque estabamos
detenidos. Cuando salimos de ah1 averiguamos perc nadie daba
raz6n. Cuando salimos fuimos al cementerio para ver d6nde
hablan enterrado, perc no dabamosj despues llegamos a saber
que hab1a side enterrado en tal partej nos
fuimos alla a
buscar y para rezarj
indicaron que hab1a estado enterrado
perc no sab1amos si seria el 0 no. Segun despues dijeron que
en Riobamba habia muerto 0
en el camino.
De aqui
se fue
bastante grave, ya no podIa ni pararse."
otro de nuestros informantes, recuerda asi 10 acontecido:
"Bajaron del bus [los policlas] y se regaron en la comuni­
dadj otros se fueron a la propiedad, que ahora es nuestra, a
"Almid6n". Ahi nosotros corrimos aver si podiamos cor tar la
carretera,
yo con el companero Ricardo Tambay.
Justo que
bajamos la lorna para abajo se ve el ejercito que sube por la
casa de la senora Dolores Garbay, por el filoj
entonces nos
metemos los dos al monte, en la paja.
Uno de ellos dice:
'Cojudos, metanle bala que adentro estan los dos', 'ld6n­
de?', 'ahi adentro'. Se regaron y habia una balacera. Noso­
tros no ten1amos c6mo salir.
A nuestros companeros
los
metieron en el bus, lloraban.
El companero Lazaro Condo fue baleado en la carretera que
conduce a Magna,
mas 0 menDs a unos 500 metros. Esto es 10
que se yo."
Veamos
Vallejo
ahora
el testimonio
(Id.140-14l):
de
un
indigena presentado
por
22
"Cuando L~zaro Condo vio los maltratos de que ~ramos objeto,
grit6 y baj6 corriendo hacia la carretera, entonces fue
seguido por el senor Jorge Bermeo y varios polic1as y mi­
litares que gritaban: 'Que dices hijo de p ... '. Inmediata­
mente dispararon ah1 mismo,
semejante como tostado,
con
fusil y metralleta, como fiesta sonaba ... "
"Los militares y Bermeo -dice otro (Ib.141)- subieron co­
rriendo y alcanzaron al companero L~zaro Condo herido en el
suelo, diciendole:
lPor que te corres? Y Bermeo empez6 a
golpearle con la varilla de hierro de la trilladora.
Le
hicieron parar a patadas y golpeandole con los fusiles 10
ernpezaron a bajar.
Como ya no pudo caminar 10 arrastraron
hasta el carretero. AlIi pudimos ver una herida de bala en
la pierna derecha y otra en la cabeza. Lo subieron al bus y
ah1 intent6 sentarse, perc un polic1a Ie dijo:
'Todavla el
hijo de p ... va a ensuciar el carro'
y Ie pusieron en el
piso del bus. Un companero detenido les dijo: tienen que
llevar as1, lno yen que esta herido?, a 10 que un militar
respondi6: 'lY vos que te metes?' y Ie peg6 un tromp6n en la
cara."
"En el patio de la escuela de la comuna -dice otro testigo
(Vallejo, (Ib.141)- fue bajado del bus a patadas, ca1do en
el suelo Ie lavaron la cabeza con trago de contrabando. Uno
de los polic1as trajo agua de la acequia en el casco y Ie
tir6 desde lejos. En ese momento el grit6 desesperadamente.
Entonces viendo que estaba mal, Ie subieron a la puerta de
atras del Jeep y 10 llevaron."
En "Monsenor Proano: un hombre para la comunidad", una pe11cu­
la realizada por
la RAI (Radio Televisi6n
Italiana) hacia 1982,
un campesino se refiere as1 a 10 sucedido:
"L~zaro
Condo ... eso hara unos ocho afios en Chunchi, este
campeslno vino a defender a los otros campesinos reclamando
la tierra y, claro, lla patrona qu~ hizo? pues, como todos
los patrones la hacen, se van a la polic1a, pues; y para los
patrones la policla est a al instante, perc para los campesi­
nos, a favor de ellos, nunca. Pues 10 mataron porque estuvo
ayudando a los campesinos en el reclamo de la tierra de
tantos afios de trabajo y que tenian derecho de reclamar.
Entonces, se reunieron los campesinos perc la patrona, pues,
pag6, dio de beber; 10 mas que hacen es emborrachar a la
policla y borrachos 51 actuan;
como mataron tambien en
Guamote y, asi,
en algunos lugares han hecho de matar la
policla a los campesinos."
23
El viernes 27 de
septiembre se inician las
averiguaciones con
el fin de identificar el cadaver. Dos indigenas son llevados a la
sala de autopsias del cementerio.
"AlIi encontramos tendido en el piso un muerto, con
negra,
llena de
sangre. Le
hicimos levantar
a
la cara
una mesa,
estaba fetido, ellos Ie limpiaron la cara con el poncho y
alIi vimos que tenia una herida bien grande en la cabeza y
alzandole la camisa vimos que el est6mago estaba verde-negro
y con herida y un cuero de sangre en la pierna derecha.
Entonces nos preguntaron: 'lConocen al muerto de d6nde es?
lEs de parte de ustedes?'. Aunque estaba desfigurado el
cadaver
10 reconocimos,
perc no recordabamos el nombre y
tanto pensar acordamos que era Condo (Vallejo, Ib.147)."
"Llevaron nuevamente ados campesinos conmigo que 10 habian
reconocido -relata otro testigo
(Vallejo
(Ib.144-145)-,
encontramos al muerto ya lluchito, con los testes hlnchados
y todo el cuerpo morado, cosa que me asuste y me puse detras
de los pollcias. Preguntaban: 'lPor que te pones nervioso si
no sabes quien es?'. Les dije:
'es nuestro hermano Lazaro
Condo de la comunidad, que fueron a dar 1a mano'."
Realizada
la autopsia
conclusi6n,
por los medicos
segun el informe
peritos se
oficial, que
lleg6 a la
la muerte
de Lazaro
Condo
"se debi6 a anemia aguda, por hemorragla interna causada par
herida de un proyectil de arma de fuego (no dijeron de que
tipo de proyecti1 se trataba)." (Vallejo, Ib.146).
Por su parte,
intermedio
la esposa del.
de un
abogado, al
dirigente muerto se
juez del
Policia solicitandole que el cadaver de
dirigi6, por
Segundo Distrlto
su esposo fuera exhumado
ante la presencia de un medico legista para esclarecer
dera
causa de
abrlr un
juic~o
escogidas por
la muerte
en el cual
de su
marido. De igual
ella para rendir declaraci6n sobre
la verda­
manera, pidi6
pUdleran atestiguar cuatro
Toctezinin el 26 de septiembre.
de la
personas
10 sucedido en
24
El juez no dio trAmite a esta solicitud y el caso se "cerr6 11 •
De acuerdo a los testimonios proporcionados por Vallejo y
de nuestros
informantes, podemos
resaltar algunos aspectos
los
que
serAn retomados y profundizados luego. Uno de esos aspectos es la
falta de libertad en las relaciones hacendados e indlgenas, estos
no podlan desplazarse ni en la comunidad ni en el
Cant6n; en mAs
de una ocasi6n fueron privados de la libertad, aunque,
segun los
testimonios, la acci6n de las mujeres fue importante para
que se
les dejara libres.
Las relaciones
reciprocidades
regalos
entre autoridades y hacendados
que afectaban
a quienes
terratenientes
daban pie al
a
los indlgenas.
detentaban el
generaba
daban origen a
poder local
un circuito
de
cumplimiento desigual de
Los
frecuentes
por parte
de los
contraprestaciones que
las leyes
normas (Cfr.
0
Guerrero 1991).
Por otra
parte, la
ejerclto es la
base
de la
norma establecida
acci6n de
desde el
la
policia y
el
poder. Los
pollclas
avalan su intervenci6n amparAndose en las 6rdenes de un
superior
(el gobernador) que tiene autoridad (Cfr. Orlove 1991).
Se evidencia,
asimismo, de acuerdo a los
habla un consenso en
testimonios, que no
la postura de los indigenas con
los hacendadosj uno de los testigos
respecto a
afirma que fueron traiciona­
dos por uno de los miembros de la comunidad.
Otro aspecto interesante es la confusi6n
cimiento
del cadAver
y el
lugar
dirigente muerto, 10 cual Ie dota
en cuanto al recono­
ultimo donde
fue sepultado el
de un cierto carActer de
ubi­
cuidad.
La presencia de
los mismos hacendados
conflicto es algo que los testimonios
del sector durante
el
muestran como algo decisi­
25
yo, como s1
la solidaridad del
grupo hacendario manifestara
la
oposici6n a un peligro comun.
Por ultimo, la actitud del juez con respecto a la
la esposa de Lazaro Condo deja
petici6n de
entrever la complicidad existente
entre ciertos funcionarios y el deseo
de que las cosas se queden
como estan.
Algunos
de
estos
elementos resenados
adelante para ponerlos
en relaci6n con
seran
retomados
las interpretaciones
las luchas. Por ahora, veamos aquellas interpretaciones
nes
que tanto
la duena
del predio
como la
0
mas
de
versio­
prensa ofic1alista
dieron sobre los acontecimientos.
Declaraciones de la duena del predio "Almid6n PucarA"
En su edici6n del 3 de octubre de 1974 el diario El Espectador
de Riobamba pub11caba la siguiente declaraci6n de la propietaria
del lote en donde se habian dado los acontecimient05 mencionados:
Propietaria habla acerca del problema de Toctezinln
"El mi~rcoles, visperas de los acontecimientos a solicitud
mia y por intermedio del Comisario Nacional de Policia,
lleg6 un contingente de la fuerza publica procedente de
Riobamba, la misma que se ubic6 en lugares convenientes; un
grupo cerca del cementerio y otro en el parque infantil con
el efecto de controlar los movimientos que efectuaban los
agitadores de los campesinos. El prelado (Vicario General
Agustin Bravo) ya se encontraba varios dias antes preparando
el levantamiento de los indigenas en. la Hacienda Magna ... El
grupo q~e estuvo preparando la invasi6n y saqueo de los
productos de dicho predio agricola estaba encabezado por el
Vicario Agustin Bravo, brazo derecho y ejecutor de las
consignas marxistas del obispo Leonidas Proano, acompanado
de varias personas extranas al lugar ... Al subir la Fuerza
Publica a Almid6n-Pucara encontraron a los trabajadores en
plena trilla de las mieses ajenas,
perc antes de subir al
lugar los comuneros estaban prevenidos y provistos de gran­
des piedras en sectores cercanos a la carretera, los mismos
que al ver que se acercaban los vehlculos arrojaron esas
26
piedras perc con felicidad nada grave sucedi6.
Cuando la
Fuerza Publica lleg6 al lugar fue atacada por los indlgenas
a garrotazos,
sufriendo uno de elIas un fuerte golpe en el
cuello y otro en la pierna; otros sufrieron chirlazos en la
cara por parte de los indlgenas y carnpesinos y algunos de
ellos portaban y disparaban arrnas de fuego y reventaban
camaretas contra los miembros de la Fuerza PUblica, 10 cual
oblig6 a estos a
imponer el orden con la fuerza y apresando
a varios de ellos."
El pronunciamiento de la propietaria en ningun momento se
refiere a la muerte de Condo.
Las noticias de prensa
En su
edici6n del 27 de
Quito, se refiere
septiembre de 1974, El
al apresamiento del
Riobamba y de otras
Vicario de la
personas, perc no dice nada
del indlgena; "hubo -dice-
Comercio, de
una versi6n en el
Iglesia de
sobre la muerte
sentido de que
el
origen fue una agitaci6n campesina".
El 28 de septiembre, el mismo diario publica:
"Prisi6n del Vicario de Riobamba por
invasi6n de tierras,
dice ministro de gobierno y desmiente allanamiento del
templo; hay un herido ... afirman que durante los
incidentes
acurrldos en la comuna Toctezinln,
cant6n Chunchl,
fue
herido el trabajador agricola Juan Manuel Anahuarqui, quien
se encuentra en mal estado."
El diario capitalino no hace ninguna alusi6n al dirigente
muerto.
Igualrnente, el diario
publica las declaraciones del
de gobierno, contralmirante Poveda, durante una de las
cias de
prensa que semanalmente ofrecla.
el ministro
se refiere
problema agrario
los hechos
Condo.
a
diversos puntos
y menDs
aun
conferen­
En estas declaraciones
y, entre
perc de una manera general,
de Toctezinin
ministro
en la
ellos,
al
sin puntualizar en
muerte de
Lazaro
27
El Expreso de Guayaquil en su edici6n del 28 de septiembre
declaraba en sus titulares:
"Un muerto, herido
presos."
En
El Comercio
generalidades
del
sobre 10
momento menciona
grave y
29
de
varios sacerdotes
septiembre, el
ocurrido en
editorial
Chimborazo, perc
la muerte de Condo. El
y comuneros
habla
en ningan
mismo peri6dico, al dla
siguiente, refiere la noticia de que fueron libertadas 39
perso­
nas que hablan side apresadas por incidentes en Chunchi. No habla
tampoco de la muerte de Lazaro Condo.
Pero
el diario
El Espectador,
de la ciudad de Riobamba, en
su edici6n del primero de octubre de ese afto, declara:
"Lazaro Condo,
a decir de los campesinos,
fue muerto en el
acto de apresamiento por parte de elementos policiales y
militares el jueves pasado en Toctezinln. Seg6n los indige­
nas tenia una her ida en la pierna derecha, otra en el abdo­
men y otra en la cabeza. Se desconoce el sitio donde ha
side llevado el cadaver. Tenemos datos extraoficiales de que
a6n no se soluciona esta situaci6n."
Y mas adelante publica este pronunciamiento:
"La Asamblea de Fuerzas Vivas, Autoridades, Instituciones y
Organizaciones, realizada el d1a de ayer a partir de las
once de la maftana en el Sa16n de la Provincia, resolvi6
respaldar
irrestrictamente al Gobernador de la Provincia,
Coronel Amico Alava Zambrano como tambien a la Fuerza P6bli­
ca por la actitud serena, valiente y decidida al afrontar el
problema surgido en Toctezinln y que en los actuales momen­
tos es de conocimiento nacional como tambien internacional."
Un telegrama dirigido al gobierno por parte de la Federaci6n
dirigido
al gobierno por parte de la
Federaci6n de Barrios y el
Consejo Provincial publicado en la misma edici6n de El Espectador
dec1a:
"Sres. Mingobierno,
Minagricultura. Quito.-
Federaci6n Ba­
28
rrios, CPCH solicitan justa soluci6n definitiva problema
Toctezinln acuerdo postulados revolucionarios actual Gobier­
no. Atte. Directivas CPCH, Federaci6n Barrios Riobamba."
Al dla siguiente, el 2 de octubre, en la columna titulada "Asi
piensa la
mujer",
el
mismo
diario publica
el
articulo:
liEn
defensa de los campesinos de Toctezinin" suscrito por "Karmy". En
dicho articulo" su autora siente
admiraci6n e indignaci6n por 10
sucedido asi como pena por el "sufrimiento de las madres, esposas
e hijos de
los caldos por defender sus granos
Igualmente culpa
comunicado de
obligado a
al Gobernador
por los
la Prefectura Provincial
adoptar
ciertas
medidas
y sus intereses".
sucesos y
cuestiona el
cuando dice que
preventivas
que
"Se via
el
caso
requeria".
"CuAl serA -se pregunta la autora del citado articulo- esa
fuerza extrana que obllga a tomar medidas preventivas san­
grientas ... SON LOS TERRATENIENTES ... si
la medida adoptada
por la la gobernaci6n se la califica de prevent iva y quedan
como saldo trAgico:
Un muerto,
heridos y encarcelados.
lCuAles serAn los resultados cuando se tome otro tipo de
medidas7 Tambien esta claro para mi -continua diciendo-, el
hecho hecho de declarar a la provincia de Chimborazo ZONA
PRIORITARIA DE LA APLICACION DE LA REFORMA AGRARIA,
no
siendo coincidencial de que enesta provincia, se asiente un
Campamento Militar con miles de soldados y cientos de tan­
ques. lCon que finalidad7 ... con la de reprimir violentamente
todo intento de reclamar derechos y aspiraciones tal como 10
hac ian los campesinos de Toctezinin, en el momento en que
fueron atacados." (enfasis en el original).
Mas adelante, en la mlsma edici6n, se publica un comunicado de
adhesi6n a la Iglesia de Riobamba
por parte de la Cooperativa de
Vivienda "Santa Rosa". El punto tercero de est a adhesi6n dice:
"SolldarizAndose con la lucha justa que mantienen los compa­
neros de Toctezinin: ya con los gamonales explotadores de
Chunchi: ya con la fuerza incontrolada, por decir menos, del
ejercito y la policta,
que han llegado hasta el crimen.
Adelante campesinos que la autentica revoluci6n vendra del
pueblo; 10 demas es cuento y demagogia."
29
Por su parte El
Expreso, el mismo dia 2
como "Toctezinin: sangre de indio" una
de octubre, titulaba
denuncia realizada por la
Uni6n de Asociaciones Agricolas de Columbe (UNASAC).
El Espectador, en su primera pagina, publica
El 3 de octubre,
un telegrama enviado por el Centro Agricola al gobierno milltar:
"Cenagrlcola como Instituci6n representativa todos agricul­
tores Cant6n Riobamba felicita politica Gobierno expresada
Mingobierno declaraciones de prensa publicadas Diario El
Comercio sabado 28 de septiembre.
Agricultores reiteramos
nuestra confianza instituciones, leyes y autoridades pais y
condenamos anarquia y procedimientos ajenos lineamlentos
legales. Atento saludo. Precenagrlcola. Riobamba."
El
4 de
El Espectador
octubre,
Gobierno y a la
al gobierno
publica
ciudadania del Ecuador", en el
y se denuncia la intromisi6n
gistas". Los
un "Manifiesto
firmantes, entre otros,
al
cual se respalda
"de marxistas y falan­
fueron: el prefecto
de la
Provincia, el director provincial de educaci6n, el presidente del
Centro Agricola
trias, e1
cantonal, el presidente
de la Camara
vicepresidente del Consejo Provincial,
El Espectador,
el rector del
Colegio Cisneros, el
de Indus­
el director de
delegado del
lESS ...
Las dec1araciones
peri6dicos
tanto de
manifiestan
la
la
duena del
justificaci6n
de
Lote como
de
los
las aceiones
del
ejercito y 1a po1icla basandose en la ley establecida y legitima­
da por e1 poder.
la
obligaci6n de
El orden se impone por 1a fuerza
la Fuerza
Publica con
ya que esa es
su actuaci6n
"serena,
valiente y decidida".
De
otra parte,
comunicaci6n
como cabia esperar,
social
dan
cabida
a
apenas si
los medios de
eseuetas declaraciones
(en
sentido contrario) de los indlgenas. La tecno10g1a de los discur­
50S
oficiales y
oficialistas sera
analizada posteriormente
en
30
relaci6n a los testimonios indlgenas, refugiados en la clandesti­
na "oralidad" (Cfr. capitulo IV).
Descargar