el exordio

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Lección inaugural do curso académico 2009-2010
Cristina Arias Fernández, catedrática de Parasitoloxía
I.- EL EXORDIO
Sr. Rector Magnífico de la Universidad de Vigo, dignísimas
autoridades, distinguidos miembros de la Comunidad Universitaria,
Señoras y Señores.
CAPTATIO BENEVOLENTIAE
Quiero comenzar recurriendo a alguna forma de captatio
benevolentiae con la que se pide de antemano excusas a la audiencia
por las imperfecciones y los errores que inevitablemente se van a
deslizar en la exposición a pesar de la buena voluntad con la que ha
sido preparada. A mí me parece que esta antigua figura del discurso
oral sigue siendo hoy en día tan válida como lo fue en los orígenes de la
retórica.
Al venir hoy a disertar ante ustedes, quiero primero asegurarme
de que no sólo he traído conmigo el texto que les voy a leer sino
también que no me he dejado olvidado, en ningún lugar, el mundo que
me acompaña. Cuando digo mundo me refiero al contexto simbólico y
cultural que conforma la conciencia del yo
Es bien sabido que un mismo discurso puede ser interpretado de
diferentes modos dependiendo de la diversidad de mundos del autor,
de los lectores y en este caso escuchantes.
Eso me obliga a mí a aclarar ante ustedes, de forma preliminar,
algunos aspectos de mi mundo y concretar un poco el contexto cultural
en el que el texto que les presento quiere situarse.
Y por eso me veo yo ahora en la necesidad de pedirles un plus de
benevolencia, porque si ya es favor de su parte que me presten
atención durante un cierto tiempo para escuchar mi texto, soy
consciente de que obligarles a escuchar también mi contexto, aunque
sean unas pinceladas, es toda una desmesura.
O CONTEXTO
Unha vida de rapariga e moza o carón duns pais de letras, nun
pequeno universo cheo de libros, e coa veciñanza de Álvaro, fíxome
coñecer dende moi cedo a maxia da Literatura e o maxisterio da
Historia. Co paso do tempo, sendo aínda nova, xurdiu en min unha
fonda paixón pola Bioloxía.
Naquel tempo fixen moi bos amigos e dende entón teño unha
grande amizade coa Marquesa Rosalinda e o Marqués de Bradomín.
Hai pouco tempo, o Marqués amosábase abraiado e unha
pinguiña alporizado polo feito de que a Marquesa fóra Parasitóloga.
Por iso a Marquesa viuse na obriga de escribirlle unha misiva de
resposta, misiva á que eu, co permiso da Marquesa, vou dar letura.
O título da misiva é:
“LA PARASITOLOGÍA, SAPERE AUDE: CARTA
ROSALINDA AL MARQUÉS DE BRADOMÍN”
DE
LA
MARQUESA
II.- LA NARRATIO
Mi querido Marqués, mi entrañable hermano, mi mejor amigo, ya
se que a usted le ocurre lo mismo que a nuestro amigo Alcestes, que se
arrebata por una fruslería. En la carta que me ha enviado, me hace
preguntas sobre los Parásitos y la Parasitología, me imagino que para
poder comprender ¿Por Qué? soy Parasitóloga y no Parasicóloga como
se empeñan en corregir todas las computadoras.
Con la ayuda de Calíope voy a intentar contestarle a todas ellas
considerando, que usted es un hombre docto pero indocto en
Parasitología y también mi doble condición de Investigadora y Docente.
Así, en mi condición de investigadora siempre tengo en cuenta las
palabras del Padre Feijoo: “El único lujo que debe permitirse un
científico a la hora de explicar sus conocimientos, es la sencillez”, y en
mi condición de docente, las palabras de una figura destacada de la
Ilustración francesa: Denís Diderot cuando habla de las características
que debe tener un buen docente: “Il doit être un travailleur infatigable,
avoir l’esprit inquiet, avec capacité d’analyse et la plus notable
confiance dans l’avenir des êtres vivants”.
Además, usted debe poner algo de su parte. Mantenga su
cerebro ilusionado, activo, hágalo funcionar y nunca se degenerará.
Recuerde la frase de San Pablo, convertida después en lema de la
Ilustración: “SAPERE AUDE”.
He de advertirle que algunas imágenes del reportaje gráfico que
acompaña a esta carta, pueden herir la sensibilidad de las personas no
relacionadas con el mundo de las ciencias de la salud.
Al comienzo de su carta, me pregunta usted:
¿Qué son los parásitos? y ¿ Qué es el parasitismo?
Los parásitos son seres vivos que utilizan otros organismos, los
hospedadores, como cobijo y fuente de alimento. Esta relación
ecológica en la que el parásito vive a expensas de su hospedador
causándole algún tipo de perjuicio se conoce con el nombre de
parasitismo y su éxito evolutivo es ciertamente sorprendente. Más de la
mitad de las plantas y animales que se conocen en la actualidad son
parásitos durante algún momento de su vida, de tal manera que gran
parte de los seres vivos que no son parásitos sirven de hospedadores a
estos organismos. De hecho, es difícil encontrar una sola especie de
vida libre en la que no se haya encontrado como mínimo una especie
parásita.
Los parásitos son tan antiguos como la historia de sus
hospedadores. Gracias a la Paleopatología, que se encarga del
estudio de las enfermedades que el hombre antiguo ha sufrido a lo
largo de la historia, sabemos que los parásitos, eran bastante frecuentes
en los cuerpos de la población egipcia desde la más tierna edad.
La Esquistosomosis, una de las enfermedades parasitarias más
antiguas, era tan frecuente que se creía que los varones tenían también
un periodo menstrual como las mujeres. Hoy en día continúa siendo la
causante de tremendos estragos entre los egipcios. La Estrongiloidosis
era otra de las parasitosis más frecuentes. Gracias al estudio de diversas
momias, se puede demostrar la antigüedad de enfermedades
parasitarias como la Dracunculosis, las Filariosis y la Triquinelosis, entre
otras.
En todas las actividades humanas han influido, influyen e influirán,
los parásitos y, por lo mismo, los parasitismos. Le pongo unos cuantos
ejemplos:
La existencia de los parásitos y del parasitismo influyó de forma
importante en las grandes obras de la Arquitectura y de la Ingeniería.
Las pirámides de Egipto, El Canal de Suez y el Canal de Panamá,
tardaron muchos más años en construirse por las enormes pérdidas
humanas asociadas a la Esquistosomosis, a la Malaria y a otros
parasitismos.
Los conquistadores: Alejandro Magno, Genghis Kan y Cristóbal
Colón, entre otros, vieron como se diezmaron sus hombres por culpa
de las infecciones e infestaciones parasitarias. Ellos mismos sufrieron la
Malaria y tanto Alejandro Magno como Genghis Kan, se supone que
murieron de ella.
Los parásitos fueron, y son hoy en día, un problema importante
durante las guerras. Los piojos jugaron un papel esencial en la retirada
de las tropas de Napoleón durante su incursión en Rusia en 1812.
Investigadores de L’Université de la Mediterraneé en Marsella, mediante
el estudio de la pulpa extraída de los dientes de los soldados que
perdieron la vida durante la campaña, encontraron que algunos tipos
de tifus y fiebre de trincheras, transmitidas por piojos, eran comunes
dentro del ejército francés. Durante la Segunda Guerra Mundial,
cuando el Alto Mando del ejército de Estados Unidos programó la
invasión de Italia por el sur, se olvidó que Italia era por entonces, al igual
que España, zona endémica de Malaria. En los primeros contingentes
de tropas, las muertes por Malaria fueron superiores a las muertes en
combate. Rápidamente se tomaron las medidas adecuadas y se
realizaron diversas campañas informativas. Un caso similar ocurrió al
comienzo de la guerra de Irak con la Lehismaniosis, ya que Irak es una
zona endémica de ésta enfermedad.
En las obras literarias, son muchos los escritores que hacen referencia a
distintas enfermedades parasitarias. Las más citadas son la malaria y los
piojos. Puedo decirle sin temor a equivocarme, que toda la novela
picaresca está llena de personajes parasitados.
También, a lo largo de la historia de la pintura, distintos autores,
reflejan el mundo de los parásitos y del parasitismo.. Es curioso el caso
de Alberto Durero. Contrajo el paludismo durante un viaje de estudios
por los Países Bajos hacia 1520. Dibujó un autorretrato y se lo envió a su
médico a fin de facilitarle el diagnóstico. Con el dedo señala la región
del bazo y escribe las siguientes palabras: “Ahí donde está la mancha
amarilla, señalada con el dedo, ahí me duele”
De forma no muy ortodoxa se han utilizado los parásitos, en concreto
una especie de Cestodo humano, para controlar el peso corporal. Así
se comercializó la fase larvaria de Tenia, que es un quiste. Este quiste
tiene en su interior un escolex, que es la cabeza de la Tenia. Al llegar al
intestino sale el escolex, se adhiere a la pared intestinal y como tiene
una gran capacidad de regeneración, en un mes crece para formar
todo el cuerpo del parásito (hasta 25 metros). El Cestodo que es muy
voraz, se alimenta e impide que el hospedador engorde. Es “vox
populi”, que algunas estrellas de Hollywood y modelos utilizaron este
método, para mantener un cuerpo esbelto. No espere que le dé
nombres por escrito.
Otra de las preguntas que me plantea es:
¿Qué estudia la Parasitología?
La Parasitología se ocupa del estudio del parasitismo, y por tanto,
del conocimiento de los parásitos, de las complejas relaciones que se
dan entre estos organismos y sus hospedadores y de los factores
ambientales que influyen sobre cada una de estas relaciones.
Aunque todos los virus y muchas bacterias y hongos se pueden
considerar verdaderos parásitos, a lo largo de la historia, la Parasitología
se ha centrado principalmente en el estudio de los animales unicelulares
(protozoos) y pluricelulares (metazoos) que se han adaptado a esta
forma de vida.
Nuestro amigo Argan, siempre tan preocupado por su salud, me
preguntó hace unos días comment est-il possible que les cycles
biologiques tellement complexes réussissent à survivre dans la nature
d’une façon apparemment si facile. Le respondí que esto era debido a
diversos factores. Un factor fundamental es que los parásitos alteran el
comportamiento del hospedador en su propio beneficio para así
aumentar la posibilidad de transmisión. En todos los casos este cambio
de comportamiento les hace más vulnerables al ataque de sus
depredadores que serían los siguientes hospedadores en el ciclo
biológico del parásito. Así, los ratones parasitados con Toxoplasma
gondii, muestran siempre una mayor actividad, pierden el sentido del
peligro y son más fácilmente depredados por los gatos, que son los
hospedadores definitivos del parásito.
También es un factor importante todos los tipos de adaptaciones
que presentan para adherirse al hospedador. Los Parásitos presentan
distintos tipos de discos adhesivos, ventosas, ganchos, botrhios, dientes,
discos o placas cortantes. Es espectacular la probóscide de los
Acantocéfalos, con fuertes ganchos que se introduce en el tejido del
hospedador, así como el hipostoma de las garrapatas, que los hacen
muy difíciles de arrancar.
Algunos endoparásitos son intracelulares, por lo que deben
desarrollar estructuras para penetrar en la célula hospedadora. En este
caso los parásitos se ven obligados, no solo a evitar la respuesta inmune
del hospedador, sino también los sistemas de defensa intracelulares.
La Apoptosis o muerte celular programada sirve tanto para
eliminar células dañadas como células infectadas. Debido a esto, los
parásitos intracelulares han evolucionado para poder manipular este
mecanismo de defensa: lo inhiben para poder sobrevivir y disponer de
más tiempo para reproducirse y lo activan cuando están preparados
para liberarse o para eliminar atacantes, entre otros beneficios. Cuanto
más se estudian los parásitos intracelulares más sorpresas nos podemos
llevar, hasta que finalmente uno acaba fascinado y lleno de admiración
por una maquinaria biológica, el parásito, capaz de llevar a cabo las
más complejas y extrañas funciones para alterar la Apoptosis de la
célula hospedadora. En palabras de mis siempre jóvenes alumnos: “Los
parásitos intracelulares controlan a tope la vida currante de la célula
hospedadora”.
Ya se que a usted, que está encerrado en su Pazo de Rúa Nova y
no tiene contacto con el mundo actual de los jóvenes, le asusta esta
frase. ¿Cree realmente que el “lenguaje de los jóvenes” empobrece el
idioma?.
Aunque no es momento para que ahora me aparte del tema
que ha motivado la redacción de ésta carta, voy a hacerle una breve
reflexión.
El lenguaje de los jóvenes, es su lenguaje; y así debe ser. Durante
toda la historia de la humanidad, las nuevas generaciones han
adoptado y adaptado el idioma que les tocó al nacer, a sus gustos y
necesidades. Demos gracias a que sea así. Nada me parecería tan
impropio como que a la fecha mantuviéramos intacto el idioma en que
se expresaban Francisco de Quevedo o Baltasar Gracián, por mucho
que yo admire la estética del conceptismo.
Sin embargo, sí es grave que permanezcamos impasibles ante los
desaguisados que continuamente están siendo perpetrados, no por
jóvenes en su entorno privado, sino por supuestos profesionales con
masivo alcance y proyección de sus palabras y que cobran por ello,
inconscientes (espero) de hasta qué punto malean su más preciada
herramienta profesional, como un cirujano que usara los bisturíes para
abrir latas de conserva. Piense en ello, mi querido hermano.
En este momento quiero hacerle una mención especial de las
Zoonosis. Las zoonosis son infecciones o enfermedades infecciosas
transmisibles, en condiciones naturales, entre los animales vertebrados y
el hombre.
El estudio de estas enfermedades se remonta a los orígenes
de nuestra civilización. El mismo Hipócrates (s. V a.C.) tuvo sus
principales fuentes de estudio en los animales y en el campo de las
zoonosis. A él se debe la primera sospecha que relaciona los quistes
hidatídicos observados en el hígado de los animales y los procesos de
idéntica similitud observados en el hombre.
Los animales domésticos desempeñan una función fundamental
en el mantenimiento y en la multiplicación del agente infeccioso en la
naturaleza, así como en la transmisión de la infección al ser humano y,
en ocasiones, a otros animales.
Las zoonosis son cada vez más importantes, pues la mayoría de las
enfermedades emergentes son de origen animal.
Este solapamiento entre la salud humana y animal demuestra la
necesidad de un planteamiento que unifique la ciencia veterinaria y la
medicina humana. La última Reunión de Veterinarios fue la Semana
Veterinaria de la Unión Europea, 2008 que se celebró con el lema:
Animales + Seres humanos = Salud Compartida.
¿Cómo podremos nosotros cumplir este lema cuando las
autoridades europeas acaban de confirmar que España es el primer
país de la Unión Europea en abandono de mascotas, en concreto
perros y Galicia la que encabeza la lista de todas las Comunidades
Autónomas?. Le aseguro que aún no sé que responder.
La mayoría de las parasitosis son más frecuentes en climas cálidos,
en países del Tercer Mundo, lugares en donde el hombre no ha
desarrollado medidas higiénico-sanitarias adecuadas. Según los datos
de la Organización Mundial de la Salud, OMS, más de 2 mil millones de
personas en todo el mundo, principalmente niños y mujeres
embarazadas, están infectados por parásitos intestinales. La OMS
también estableció que, dado que los parasitismos son patologías con
alto componente social, podrían ser controladas, pero difícilmente
eliminadas.
Las migraciones de las poblaciones humanas han contribuido y
siguen contribuyendo a la dispersión de los parásitos por todo el mundo.
Unos 68.000 inmigrantes residentes en nuestro país padecen la
enfermedad de Chagas y se estima que unos 1.750 bebés también
están infectados por este mal producido por un parásito llamado
Trypanosoma cruzi, presente en Sudamérica, que requiere de la chinche
para transmitirse.
El insecto transmisor no se encuentra en España, por lo que el riesgo de
contagio se reduce a las transfusiones de sangre y trasplantes de
órganos, así como de madres a hijos, durante la gestación. Por esta
razón, es muy importante la detección precoz en las maternidades
españolas, que permite la administración del tratamiento adecuado
con una mayor eficacia.
Se trata, además, de una enfermedad silenciosa ya que la
primera fase del contagio suele ser asintomática y puede durar de 10 a
25 años. Se calcula que entre un 30 y un 40% de la población infectada
alcanza la fase crónica del mal y para entonces los pacientes habrán
desarrollado lesiones irreversibles en el corazón, el esófago y el colon. De
hecho, el fallo cardíaco es la causa de muerte más frecuente entre los
adultos jóvenes, según datos de Médicos sin Fronteras.
Hago mía su frase: “Viajar es útil, hace trabajar a la imaginación”,
pero los viajes también contribuyen a la dispersión de los parásitos. Se
calcula que varias decenas de millones de personas, procedentes de
países industrializados, se desplazan cada año a zonas del Tercer
Mundo y se exponen a los riesgos sanitarios aún presentes en esas áreas.
Como consecuencia, son también muy numerosas las personas que,
durante el viaje o después de él, se ven afectadas por enfermedades
inexistentes en sus países de origen. Este grupo de procesos pasa de la
Patología Exótica a la Patología Importada, cuya frecuencia real es
importante conocer, (“Las enfermedades también viajan”). A esto hay
que unir la importación clandestina de animales exóticos, especies
protegidas, seguramente parasitadas, que contribuyen a la
propagación de parásitos no frecuentes en nuestro medio.
La última investigación europea, divulgada por la Sociedad
Española de Enfermedades Infecciosas demuestra que los españoles y
los griegos son los más “inconscientes” y “los peor aconsejados” de la
Unión Europea a la hora de cumplir con medidas sanitarias de
prevención, antes de viajar a países tropicales. Según esta
investigación, “sólo en torno al 20% de los españoles que viajan a zonas
de alto riesgo sanitario va lo suficientemente preparado”. El año
pasado, teniendo en cuenta que las Garrapatas son abundantes en las
zonas boscosas de Centro Europa, el Ministerio de Sanidad aconsejó a
los viajeros que iban a desplazarse a Suiza y Austria aprovechando la
celebración de la Eurocopa de Fútbol, que se vacunasen contra la
encefalitis transmitida por la garrapata Ixodes ricinus. Se preguntará
usted ¿Cuantos lo hicieron?. Como siempre, no hay datos.
Parasitosis como el Paludismo, la Esquistosomosis y la
Ancilostomosis están pasando a ser consideradas en muchos países
desarrollados, algo más que enfermedades exóticas, como lo
demuestra el hecho de que en España, el Ministerio de Sanidad haya
creado el Centro Nacional de Medicina Tropical. Además, en diversos
hospitales y universidades, se han creado unidades de Medicina
Tropical e Institutos Universitarios de Medicina Tropical, respectivamente.
Por último, en su carta me pregunta:
¿Cuál es la importancia de la Parasitología?
Al margen de su trascendencia para la salud pública, el
conocimiento de los parásitos y enfermedades parasitarias que afectan
a los animales salvajes también tiene gran interés.
En primer lugar, como causa de patología y como fuente
potencial de impacto negativo sobre las poblaciones naturales de sus
hospedadores, los parásitos deberían ser considerados como un factor
clave en cualquier plan de conservación de especies amenazadas y en
peligro de extinción y en estrategias de repoblación de espacios
naturales con nuevas especies.
En segundo lugar, el creciente interés del ser humano por la
biodiversidad y su conservación no debería dejar de lado a las especies
parásitas, que son mayoritarias en nuestro planeta. Nos preguntábamos
hasta hace poco tiempo: ¿son los parásitos componentes ocultos de la
biodiversidad?. Hoy en día no cabe la menor duda. En algunas
ocasiones suponen una presión selectiva tan importante que los
hospedadores de zonas endémicas fijan en su genotipo determinados
alelos que confieren resistencia total o parcial a la infección.
En tercer lugar, el estudio de los parásitos puede ser muy valioso
para la industria pesquera no sólo porque algunas de las especies que
parasitan a los peces pueden infectar al ser humano cuando se
consume el pescado crudo o insuficientemente cocinado, sino porque
la presencia o ausencia de un determinado parásito o forma parasitaria
en un hospedador puede aportar una información muy valiosa sobre su
estructura poblacional, sus movimientos migratorios o su dieta. Este
aspecto es especialmente útil en las investigaciones marinas puesto que
el estudio de los ecosistemas oceánicos es siempre difícil de abordar.
En la actualidad, la zoonosis más importante que puede adquirir el
hombre por la ingestión de pescado crudo o insuficientemente
cocinado, es la Anisakidosis. El término Anisakidosis se emplea para
referirse a la infección en humanos causada por los parásitos de la
familia Anisakidae, siendo los más importantes,
Anisakis simplex,
Pseudoterranova decipiens y Contracaecum osculatum (aunque la
infección en humanos por esta última especie es extremadamente
rara). La especie infectante en el 90% de los casos es Anisakis simplex.
Anisakiosis es el término con el que se denomina a la zoonosis parasitaria
causada por las especies del género Anisakis. Frecuentemente, se
emplea de modo erróneo como término genérico en lugar de
Anisakidosis. El hombre es un hospedador accidental de estos parásitos.
Los hospedadores definitivos, son los grandes mamíferos marinos.
La Anisakiosis se adquiere por ingestión de larvas en fase L3 de A.
simplex, fase infectante para el ser humano, que se encuentran
encapsuladas en vísceras y musculatura de peces y cefalópodos
consumidos en estado crudo o poco cocinado (ahumado, en
escabeche, seco, en vinagre…). Además de las lesiones tisulares que
puedan causar, se ha demostrado que ciertos productos metabólicos
liberados por las larvas de Anisakis actúan como potentes alergenos,
provocando una reacción alérgica en el hospedador al actuar como
antígenos que desencadenan una fuerte respuesta inmune.
En el Real Decreto 1420/2006, del 1 de diciembre, se establece la
obligatoriedad, para los establecimientos de restauración, de someter a
todos los pescados que se vayan a servir en crudo o semicrudos (en
escabeche o salados) a ser congelados previamente 24 h a una
temperatura igual o inferior a -20°C. Esto incluye también aquellos
productos de la pesca que hayan sido sometidos a un proceso de
ahumado en frío en el que la temperatura central del producto no ha
sobrepasado los 60 °C.
El diagnóstico clínico es difícil porque la sintomatología es
inespecífica. Por ello, la endoscopia es el mejor método para la
identificación. Ésta se realiza poco tiempo después de que aparezcan
los síntomas. Las larvas extraídas son identificadas posteriormente sin
problemas.
Lógicamente, la razón principal que justifica el estudio de la
Parasitología es su importancia sanitaria cuando consideramos al
hombre como hospedador fundamental. La malaria, por ejemplo, que
mata un niño cada 30 s en el continente africano, es uno de los
principales factores que limita el desarrollo de los países subsaharianos.
Otras enfermedades como las filariosis linfáticas o la oncocercosis, si no
tan graves como la malaria, causan serios problemas de discapacidad
en el ser humano.
Son muchos y muy diferentes los parásitos que tienen un gran
interés sanitario. Resulta imposible que yo pueda hablarle de todos ellos
en esta carta, aunque sea brevemente. Por ello, he seleccionado los
que he considerado más importantes, por diversas razones.
En primer lugar, le hablaré de un tipo de ectoparásitos: los Piojos
porque son los ectoparásitos más frecuentes. Las garrapatas como ya le
dije, son endémicas en centro Europa además de ser transmisoras de
diversas enfermedades. Los Ácaros productores de la sarna están en
franca regresión, aunque los pocos casos de sarna noruega siguen
siendo espectaculares.
Los Piojos son parásitos de pequeña talla. La hembra posee unas
glándulas especiales por las que secreta un líquido aglutinante, que le
permite fijar los huevos al sustrato que elija.
Son muy importantes los piojos de interés médico:
Piojo del cuerpo. Pediculus humanus corporis (Linneo, 1758):
Está ampliamente distribuido por todo el mundo, pero en los
países desarrollados está en franca regresión. Este hecho implica una
disminución en la prevalencia de enfermedades transmitidas por estos
piojos. Las mordeduras del piojo del cuerpo causan intensa irritación en
el lugar de la picadura o mordedura desarrollando una pápula roja con
una pústula central. Las personas que tienen una gran frecuencia de
picaduras, pueden no sentir los efectos de esta, o por el contrario,
hipersensibilizarse y aparecer una alergia.
Piojo de la cabeza Pediculus humanus capitis (de Geer, 1778):
Infesta el cuero cabelludo y la región de la cabeza en vez de
otras áreas del cuerpo. Las hembras adhieren los huevos a la base de
los pelos y la transmisión es directa. Los más propensos a la infestación
son los niños a causa de que comparten peines, diademas, gorros…etc.
Como en el caso del piojo del cuerpo, la irritación lleva a que la
persona se rasque y esto puede favorecer la aparición de infecciones
secundarias. Las infestaciones severas del piojo de la cabeza pueden
generar costras bajo las cuales se refugian los piojos. Cuando murió Bob
Marley, se pudo comprobar que tenía la cabeza hiperinfestada de
piojos. Ante este hecho uno se pregunta ¿ Le producía irritación tanto
piojo? y todavía algo más importante, ¿A cuantas personas habrá
infestado?.
Piojo del pubis Phthirus pubis (Linneo, 1758):
Es un parásito que tiene pinzas tibio-tarsales robustas para
agarrarse a los pelos, especialmente los del pubis. También puede
infestar otras áreas del cuerpo que tengan pelos gruesos, con bastante
frecuencia las pestañas, produciendo la ptiriasis palpebral. Es un
parásito de transmisión sexual. Es posible la infestación mediante la ropa
de cama y en asientos de inodoros. Sin embargo, es muy improbable ya
que estos piojos duran sólo pocas horas fuera de su hospedador.
En este tema, ¿Sabe cual es una de las pequeñas grandes
diferencias con nuestros queridos, entrañables y encantadores vecinos
del otro lado de los Pirineos? Pues que nosotros a estos parásitos les
llamamos piojos del pubis o Ladillas y ellos les llaman “papillons
d’amour”. ……..
Llegado este punto he de confesarle que me ha resultado harto
difícil seleccionar los ejemplos de dos endoparásitos de importancia
sanitaria. Me he decidido por dos Protozoos, el género Leishmania y el
género Plasmodium. Ambos son parásitos que producen enfermedades
de declaración obligatoria en España y además, la Leishmaniosis es
endémica en todos los países del mediterráneo, incluido España.
La leishmaniosis es una enfermedad parasitaria causada por
diversas especies del género Leishmania con varios patrones
epidemiológicos. Es de una enfermedad muy grave, que por desgracia,
está aumentando su incidencia en los perros de la Península Ibérica.
En Trujillo (Perú) se encontró una vasija preincaica de barro. Esta
vasija representa a una mujer con las piernas cruzadas y las órbitas
vacías, a la que le falta la punta de la nariz y los labios, probablemente
a causa de la Lehismaniosis, lo que demuestra la antigüedad de la
enfermedad.
Los Artrópodos transmisores son las hembras del género
Phlebotomus, en el viejo mundo y del género Lutzomia, en el nuevo
mundo.
Las tres enfermedades que produce son: la Lehismaniosis visceral,
la Lehismaniosis cutánea y la Lehismaniosis mucocutánea. Ésta última
tiene una distribución geográfica más restringida. Es sabido que durante
su secuestro, Ingrid Betancourt padeció Lehismaniosis visceral.
España es zona endémica de Leishmaniosis visceral. Produce
fiebre irregular, dolores abdominales y anemia. La mortalidad es del 7 al
10 %. Los niños pequeños son los más afectados. Sin tratamiento es
mortal en el 90% de los casos. El perro es el principal reservorio de la
enfermedad en humanos. Cada vez son más frecuentes los casos de
transmisión hombre-hombre, por el uso compartido de jeringuillas entre
los drogadictos.
Actualmente, la OMS propone la búsqueda y el desarrollo de
diagnósticos fiables, rápidos y baratos y de vacunas que protejan a los
perros frente a la infección. En este sentido, algunas investigaciones
describen los resultados obtenidos tras el análisis de la proteína
recombinante multicomponente Quimera (PQ) de Leishmania infatum
como candidato vacunal contra la leishmaniosis visceral canina en
ensayos de infección experimental en perros.
El Paludismo también denominado Malaria, es una enfermedad
causada por parásitos del género Plasmodium, del que existen cuatro
especies que son patógenas para el se humano: Plasmodium(P) vivax;
Plasmodium (P) ovale; Plasmodium (P) malariae y Plasmodium
(L)falciparum. La infección se produce por la picadura de la hembra
del mosquito perteneciente al Género Anopheles. Suele cursar con
fiebre, escalofríos, dolores musculares, de cabeza y con marcada
anemia.
La hembra de Anopheles, antes de alimentarse inocula la saliva
con los parásitos. A través de la circulación sanguínea, el Plasmodium
llega al hígado, penetrando en las células hepáticas y multiplicándose.
Durante este tiempo, el paciente no tiene síntomas de la enfermedad.
Tras un período que puede durar de ocho días hasta varios meses, el
parásito deja el hígado y entra en los eritrocitos donde crece, se
multiplica, rompiendo así el eritrocito y liberando nuevos parásitos que
pueden invadir nuevos eritrocitos. Para que se haga una idea de la
gravedad de la enfermedad, cada parásito que entra en un eritrocito
puede dar lugar a 300.000 nuevos parásitos. El mosquito se infecta
cuando se alimenta de esta sangre con células parasitadas.
La enfermedad es de amplia distribución. En España el
paludismo dejó de ser una enfermedad endémica en 1964, fecha en la
que recibió el certificado oficial de erradicación por parte de la OMS.
En este sentido los especialistas destacan que el Paludismo es
una de las patologías “más preocupantes”, pues se ha convertido en la
primera causa de mortalidad por enfermedad infecciosa en viajeros. En
España se diagnostican unos 400 casos de paludismo por año, de los
que fallece un 1%. Según la encuesta Europea, sólo el 10% de los
españoles que viajó a zonas endémicas se protegió con fármacos
antipalúdicos.
La mejor medida en la lucha contra el paludismo es el control
del mosquito. Sin embargo, en los últimos años, los avances en la
investigación de nuevos insecticidas eficaces e inocuos han sido
escasos, por lo que, por el momento, la mejor manera de prevención es
evitar la picadura del mosquito junto con profilaxis adecuada. Es
importante saber que a pesar de tomar cualquier medicación
preventiva, la posibilidad de contraer el paludismo no desaparece
totalmente. Sin embargo, el no tomar la quimioprofilaxis aumenta el
riesgo de padecer la enfermedad durante el viaje y de que ésta
aparezca más pronto y sea más grave.
Los tratamientos utilizados hasta hace poco tiempo, han
generado resistencias del 90%. Actualmente la respuesta más eficaz se
encuentra en las Artemisininas que son derivados de una planta
milenaria china, la Artemisia annua. La OMS recomienda que se recurra
a la terapia combinada para evitar la aparición rápida de resistencias,
por ello las artemisininas se utilizan combinadas con otros fármacos.
También se está trabajando en el desarrollo clínico de una
vacuna. Todas las investigaciones se centran en tres tipos de
vacunas :
- Vacunas contra la fase hemática asexuada
- Vacunas bloqueadoras de la transmisión
- Vacunas preeritrocíticas
Las vacunas contra las fases hemáticas asexuadas están diseñadas para
reducir la frecuencia y la gravedad de las manifestaciones clínicas de la
enfermedad por el parásito cuando infectan a los glóbulos rojos.
Pertenece a este grupo el primer prototipo de vacuna desarrollada en
Hispanoamérica por el Dr. Manuel Elkin Patarroyo Murillo. Esta vacuna fue
ensayada en la población Hispanoamericana obteniéndose unos
resultados de eficacia entre el 40 y 60%. La eficacia disminuyó en gran
medida, en los ensayos realizados en las poblaciones de África y Asia.
Las vacunas bloqueadoras de la transmisión están diseñadas para
bloquear la transmisión de la enfermedad, ya que estimulan la
producción de anticuerpos contra la fase sexuada del parásito. Estas
vacunas no confieren directamente protección a la persona inmunizada
y para recibir los beneficios esperados, se debe vacunar masivamente a
toda la comunidad durante un período prolongado de tiempo.
Un tercer tipo de vacunas son las vacunas preeritrocíticas. Están dirigidas
contra los parásitos que se encuentran en el hígado y tienen como
objetivo evitar la liberación de los parásitos hacia el torrente circulatorio.
Estas vacunas interrumpirían el proceso infeccioso y evitarían las
manifestaciones clínicas de la enfermedad. El grupo del científico
catalán Pedro Alonso dio a conocer los resultados de sus ensayos clínicos
en fase I/IIb. El trabajo sigue en la actualidad y se encuentra en fase III.
La investigación sigue avanzando por lo que todavía quedan
interrogantes por esclarecer.
En lo que respecta a la malaria, sólo hay un hecho garantizado:
cada atardecer, en la época lluviosa, los mosquitos Anopheles alzan el
vuelo en muchas partes del mundo, atentos a los olores y la tibieza
corporal de otros seres vivos. Una hembra de Anopheles necesita
alimentarse de sangre cada tres días. En una sola ingesta, que dura
hasta diez minutos, puede succionar alrededor de dos veces y media su
peso en ayunas; en términos humanos, el equivalente a beberse un
refresco del tamaño de una bañera.
En medio de esta realidad tan preocupante, no todo van a
ser malas noticias. Los parasitólogos y toda la comunidad internacional
esperamos que este año 2009 se acabe con la dracunculosis. Podría
llegar a ser el primer parásito erradicado de la historia, y la segunda
enfermedad, tras la viruela. Esta enfermedad, la produce el gusano de
Guinea (Dracunculus medinensis), causante de uno de los
padecimientos más extraños y dolorosos conocidos por el ser humano.
La infección se adquiere al beber agua contaminada con copépodos
parasitados.
La enfermedad puede controlarse simplemente asegurando el
acceso de la población al agua limpia. La utilización de sencillos filtros
de tela o también de filtros pipa, puede evitar la ingestión de los
peligrosos copépodos. Finalmente, la educación puede lograr que las
personas afectadas se abstengan de introducir sus extremidades en las
pozas de las que se obtiene agua para beber.
III.- LA CONFIRMATIO
En resumen, el estudio del parasitismo en todas sus facetas y el
desarrollo de medidas de control adecuadas para disminuir el impacto
global de las enfermedades parasitarias es fundamental.
Se puede imaginar usted, mi querido Marqués, que en estos
menesteres no estoy sola. Formo parte del grupo:“Análisis y Diagnóstico
en Parasitología”, PB-1 de I+D de la Universidad de Vigo.
Nuestra labor investigadora se centra fundamentalmente en el
estudio de: a) las especies más patógenas, que pueden afectar a las
poblaciones naturales de hospedadores y producir importantes
pérdidas económicas en nuestras granjas, b) las especies zoonóticas,
que pueden transmitirse de los animales al ser humano y que, por tanto,
tienen importancia para la salud pública, y c) las especies marinas
bioindicadoras, que pueden ser utilizadas para profundizar en el
conocimiento de la biología de sus hospedadores y para analizar el
grado de contaminación de nuestras aguas.
Sin duda ha de pareceros mi carta demasiado larga; pero no he
podido detenerme y me ha parecido difícil hablar sobre un tema tan
grande con pocas palabras. Espero haber calmado su espíritu abraiado
e unha pinguiña alporizado y aclarado sus dudas sobre la Parasitología
en general y los parásitos en particular. No se preocupe por mi trabajo,
me siento bien siendo Parasitóloga, que no parasicóloga. Aunque le
parezca una locura, he de decirle que para mí la Parasitología es lo
mismo que para Santayana El Quijote, “una divina curiosidad” incluso
diría algo más, “una divina y entretenida curiosidad”.
IV.- LA PERORATIO
E agora meu querido irmán, aínda que o noso pai Ramón o de
Vilanova non nos fixo falar en galego, que mágoa pra lingua e a
literatura galega, eu escríbolle en galego e ¡despois que chova!.
Din que o falar non ten cancelas, penso que o escribir tampouco
as ten. Pero xa é tempo de rematar. Genug!. Por iso voulle dar uns
consellos:
- Ten que deixar de ser tan lambereteiro, non é bo pra saúde.
Vostede lembrame moito a Camilo Soto, tamén chamado Comelo
Todo, coñecido persoerio dos Contos de Vilago de Ribadela e fillo de
Lope de Bonaval, o autor da teoría do Sincretismo Xacobeo. O lema da
vida de Camilo Soto podíase resumir na frase: “Traballar con tino e
comer sen el”.
- Debe darse de conta do risco que supoñen os parásitos en xeral
e as múltiples situacións nas que se pode atopar con eles.
- Vostede pode viaxar como e cando lle pete, pero antes de
facelo ten que tomar a peito polos parásitos do lugar onde vai.
- Se pensa marchar de troula polo mundo adiante e leva-lo seu
can, ese can de palleiro que ten ó que lle chama Vilardevós, pense
tamén nos parásitos que pode coller o animal: “Viaxan os hospedeiros,
viaxan os parásitos” “Levamos os alimentos, levamos os parásitos”
- Se non fai ningunha destas cousas, entón , ¡Fixémola boa!
- Por último, lembre sempre o que xa lle dixen ó comenzo desta
misiva:
“Mantenga su cerebro ilusionado, activo, hágalo funcionar y nunca se
degenerará”. Ademáis: ¡Sapere aude! irmán, ¡Sapere aude!.
Es ist gut!
Envíolle moitos bicos e apertas dende eiquí, onde o mundo se chama
Vigo, a 18 de Setembro de 2009
Asinado
A Marquesa Rosalinda
Y a todos ustedes, muchas gracias por su Suma Benevolencia
Edificio Reitoría – 1º Andar. Campus Universitario de Vigo. Tlfo.: 986 81 36 04. e-mail: [email protected]
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