educación en Grecia

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1 HISTORIA DE LA EDUCACIÓN MUNDIAL Y EN COLOMBIA. GRECIA
2 EDUCACIÓN EN GRECIA GRECIA La educación en Grecia En Grecia se puede encontrar en primer lugar la separación de los procesos educativos según las clases sociales, pero menos rígida y con una evidente tendencia hacia formas de democracia educativa. Para los grupos gobernantes, una escuela, o sea un proceso de instrucción separado, para educarse en las tareas del poder, que son el "pensar" o el "decir" (o sea la política), y el "hacer" inherente a ella (o sea las armas); se convirtió sólo en un tirocinio para el trabajo, cuyos modos han quedado inmutables durante milenios. Observar e imitar la actividad de los adultos en el trabajo, viviendo junto con ellos era fundamental para su aprendizaje. Al estudiar Grecia, obligatoriamente se debe hablar de Homero "Educador de toda Grecia". Para él, el "decir", y el "hacer", no se contraponen, no indican las funciones opuestas de gobernar y producir, sino los dos momentos de la acción de quien gobierna. Detrás del educador humano se esconde el educador divino: Detrás de los levitas el dios Yahvé, detrás de Fénix, Patroclo y Quirón, los dioses Zeus y Poseidón, y quizás Mercurio. Y más aún, en Homero la única indicación de un tirocinio guerrero es como en la Biblia, en el caso de David, puesto bajo el patrocinio de los dioses. Por otra parte, la Leyenda de Quirón educador pertenece a otra tradición cultural, encabezada por el gran poeta Hesíodo, cantor de la civilización campesina. A Hesíodo se remontan aquellas enseñanzas que constituyen un patrimonio de sabiduría y de moralidad campesina, y que corresponden a "las enseñanzas" egipcias, mesopotámicas o hebreas; donde se encuentra la exhortación a honrar al padre y a escuchar a la otra parte. Platón recordará que de todos modos Homero ha sido el educador de toda Grecia. En esta educación griega arcaica se encuentra la aculturación (moral, religiosa, patriótica) y la adquisición de las técnicas, sobre todo la de gobierno, pero también la de la producción. Las "palabras" y las "acciones" de Homero y de Fénix, reaparecerán después en la Grecia histórica como educación a través de la "música" y la "gimnasia"; por música se entiende la aculturación hacia el patrimonio ideal, transmitido a través de himnos religiosos y militares, cantados coralmente por los jóvenes (entonces no había transmisión escrita y los versos cantados eran necesarios para grabarse en la memoria; la coralidad era sociabilidad), y por gimnasia, la preparación del guerrero. La Educación en la Época Histórica: Gimnasia y Música. En la Magna Grecia nace la escuela de Pitágoras (siglo VI a C.). Se basaba en los principios de que ante los bienes no transmisibles como fuerza, salud, belleza y valentía, o los transmisibles con el riesgo de perderse, como la propiedad y los cargos, existía un bien que se transmitía sin riesgo de perderlo, y es precisamente la educación. Pitágoras seleccionaba sus discípulos con base en la fisiognómica. En su escuela se distinguían cuatro grados: a) b) c) d) Los acústicos, que tenían acceso a la primera educación de las musas, con mitos, cultos y cantos religiosos, me­ morización de poesías, instrumentos musicales, danza y gimnasia. Los matemáticos, que estudiaban aritmética, geometría, astrología y música. Los físicos, que eran iniciados en los estudios filosóficos. Los sebásticos, iniciados en la ciencia sagrada o esotérica. Por otra parte, se puede observar en este período en Atenas, a principios del siglo VI a.C., la aparición de una legislación sobre la escuela; en estas leyes se establecían los deberes de los padres, entre otras cosas, enseñar a leer y a nadar, también lo que deberían aprender las personas según su clase social, por ejemplo, los pobres sólo podrían aprender un oficio; en el caso de los ricos, música y equitación, además de "practicar la gimnasia, la caza y la filosofía". Asimismo, en esta legislación se hace énfasis en las disposiciones que debían tenerse en cuenta en la escuela, es decir, se especificaban los criterios para la iniciación y fin de las lecciones, el número de alumnos por clase, la edad de los alumnos por ciclos y el perfil de los profesores que debían dedicarse a la instrucción.
3 EDUCACIÓN EN GRECIA Teniendo en cuenta los aspectos históricos en las familias, se podía encontrar al "pedagogo": quien era el acompañante de los niños a las escuelas, y en parte también maestro. Este acompañante era un esclavo, y a menudo extranjero; rara y temporalmente se trataba de un griego forastero. La escuela del alfabeto. Aun siguiendo firme el contenido y el fin de la educación (música, gimnasia), se produce el nacimiento de una escuela de escritura. En Grecia, con la escritura alfabética, surgió un medio democrático de comunicación y de educación, y la escuela de la escritura tiende a abrirse a todos los ciudadanos. Junto a los maestros de gimnasia y de música, surge un nuevo docente, el de las letras del alfabeto, que no tiene la autoridad del escriba egipcio, pero desempeña una importante labor social. La difusión de la escritura a través de la escuela debió ser rápida entre los libros. Ella formaba parte de las "cosas que un joven libre debe conocer." En el año 496 a.C. existían escuelas frecuentadas por muchos niños, donde se enseñaban, además de la cítara, la flauta y la gimnasia, también las letras del alfabeto. La Carrera Educativa y la Didáctica. El aprendizaje de las leyes, o sea de los derechos y de los deberes del ciudadano, era la carrera educativa en la escuela de Atenas. Con respecto a la metodología de enseñanza que se tenía en cuenta, se aprendían primero las letras en voz alta, y después se aprendían las letras escritas. En el siglo I a.C., Dionisio de Halicarnaso confirmo que la didáctica de aprendizaje consistía en lo siguiente: Cuando se aprendía a leer, se debía aprender primero los nombres de las letras, luego sus formas y sus valores, después las silabas y sus propiedades, y finalmente las palabras y sus flexiones. Este proceso permitía aprender las formas de las palabras, lo cual quedaba reflejado en la agilidad de la lectura de los textos. En lo referente a la escritura, la metodología que se utilizó fue la siguiente: los maestros del alfabeto se dedicaban a los jóvenes que no escribían, en el proceso de enseñar utilizaban una tablilla en donde le señalaban al estudiante las formas de las letras, induciendo así los movimientos y estilo para poder escribir. En este sentido, los estudiantes debían seguir los trazos enseñados por su maestro. El Contenido y el Fin de la Instrucción. Según Platón, para educar "no existe educación mejor que la antigua", la cual es fundada en la música y en la gimnasia: música significa las tradiciones patrias, o sea, literatura musicada; gimnasia significa modo de vida del guerrero, que haga superfluos médicos y abogados. En el caso de Aristóteles, después de haber hablado de las tareas del Estado, de la educación, de las artes y del adiestra­ miento del esclavo, distinguió lo que se hace por utilidad y lo que se hace por el conocimiento: distingue entre razón práctica y teórica, actividad y ocio. Analizó la educación de su época, en donde determinó las cuatro disciplinas de la escuela: gramática, gimnasia, música y dibujo. En donde el arte de la palabra, es decir, la instrucción oratoria, se convertiría en el contenido y el fin de la instrucción griega. Los docentes: Grammatiste, Grammatikós, Rhétor El mecanismo mnemotécnico y la lentitud exasperante en la enseñanza del alfabeto reprodujeron el método de "cuidar y observar antes de empezar". El mecanismo de la enseñanza añadió el rigor de la disciplina, que a menudo permitió golpes y garrotazos a los estudiantes; este sistema era el medio fundamental de la instrucción.
4 EDUCACIÓN EN GRECIA Los pedagogos domésticos casi siempre eran esclavos extranjeros, botín de guerra, mientras que los maestros de escuela eran griegos, o sea, hombres libres, que ejercían un oficio como otro. La posición social del maestro no fue ciertamente de gran prestigio, el oficio de enseñar era el oficio de los que habían caído en desgracia. Vemos pues al enseñante como persona caída en desgracia, como perdedor. Algunos enseñantes de alto nivel recibirán hasta 10.000 dracmas por alumno y por curso, y así pudieron enriquecerse, el profesor tenía que con­ tentarse con un ingreso de miseria. A menudo, esta paga que se recibía al final del mes lunar, era cuestionada, pudiendo siempre los padres poner en duda el aprovechamiento del hijo. La instrucción musical y gimnástica había sido prerrogativa de los grupos dominantes, y sus enseñanzas habían sido con­ sideradas sólo dignas del hombre libre; pero su institucionalización en la escuela se extiende a todos lo miembros del démos. La Difusión de la Escuela y el Gimnasio La escuela se desarrolló gracias a aportaciones financieras. A partir del siglo V, se discute si el Estado, la Polis, debía asumir directamente el cuidado de la instrucción. Platón distinguió entre instrucción privada y pública, o sea, entre las que se hacían en familia y la que estaba bajo el cuidado de la Polis. Aristóteles, por su parte, informó que desde finales del siglo IV a.C., en la mayoría de ciudades la instrucción era todavía privada, pero poco a poco se fue observando el favoreci­ miento de la escuela pública. Las escuelas se iban haciendo públicas, y más aún cuando el benefactor era un soberano. Este proceso significó induda­ blemente una mejoría de las condiciones y de prestigio social para los enseñantes. En el siglo I d.C. la forma típica de la "escuela" griega era el gimnasio, centro de cultura física e intelectual, verdadero centro de vida ciudadana. Los gimnasios habían nacido como centro de cultura física para los adultos, pero se convirtieron posteriormente en centros de cultura física e intelectual para adultos y adolescentes. El Aprendizaje El tercer aspecto de la formación del hombre es el aprendizaje para el trabajo. Aparte de la medicina (y en parte la arqui­ tectura, otro arte noble), las otras actividades artesanales, que poseían una ciencia, aseguraban una transmisión de ésta y de la habilidad práctica. El único "arte" que une teoría y práctica o, en otros términos, la única ciencia aplicable, era la medicina. Aparece en Grecia la costumbre de adiestrar a los esclavos en determinadas profesiones, al servicio del patrón, a través de verdaderas escuelas; la instrucción profesional nace como instrucción servil; deberá recorrer un largo camino para adquirir una verdadera dignidad. La concepción pedagógica • La areté La ciudad­Estado ha ido cambiando poco a poco la concepción de sí misma, de su forma de vida y de su gobierno. De la primitiva dilatada región, no demasiado populosa ni delimitada con claridad, gobernada por unos pocos según las normas y pautas de la tradición aristocrática, ha pasado a una zona en la que se distingue lo urbano de lo rural, con una población que es alternativamente numerosa o diezmada —según la suerte de las guerras—, con una activa participación de los habitantes —los ciudadanos— en las deliberaciones y las decisiones que hacen a la vida individual y pública, a los destinos de la polis. El ciudadano debía conocer las leyes de la ciudad, que codificaban por una parte los derechos de la polis como aquello común que todos poseían y a la que todos pertenecían —la patria—, y por otra parte los derechos de sus habitantes, cuya libertad y bienestar debían garantizar. Debía no sólo conocerlas, sino también obedecerlas: solamente así era "justo".
5 EDUCACIÓN EN GRECIA Ante una nueva "areté", una nueva excelencia diferente de lo que había sido la areté en el mundo homérico: la excelencia que el hombre ahora debe realizar es la justicia, encarnada por un nuevo tipo de hombre: el ciudadano perfecto. Pero esta justicia, cuyo cumplimiento hace del hombre un ciudadano perfecto, está en función de las leyes de la polis, por lo que es tarea de cada Estado velar por la formación de un tipo de hombre determinado, específico, propio de dicha ciudad, marcado con su sello. La ley se presenta como la norma educativa, siendo el Estado el educador. En general, la educación, concebida como formación integral, sigue siendo de hecho privilegio de los aristócratas, o de los ciudadanos más pudientes, que disponen del tiempo y del ocio necesarios para dedicárselos (en el caso de los jóvenes y de los adultos), y que valoran su eficacia en la formación del niño (en el caso de los padres con respecto a sus hijos). Pre­ valece en este ámbito el viejo ideal de la kalokagathía, de lo bello y lo bueno, digno de ser admirado e imitado: el modelo, el paradigma. Las instituciones En este siglo aparecen en Atenas las escuelas, locales públicos provistos por el Estado, donde enseñaban maestros parti­ culares a grupos de alumnos, variables en cuanto al número. Esta enseñanza colectiva coexiste inicialmente con la educa­ ción llevada a cabo por un preceptor o ayo, pero poco a poco va sustituyéndola. Las etapas en la educación en Grecia Primera etapa Desde su nacimiento hasta los siete años, el niño quedaba en su casa, bajo los cuidados de su madre y, en los hogares más adinerados, también de una nodriza y de otras criadas que debían prestarle diversos servicios: lo entretenían, le inculcaban buenas costumbres en lo personal y en lo social, velaban por el aprendizaje del lenguaje, con cantos y narraciones lo introducían en la tradición cultural de Atenas, preparándolo para la enseñanza de la música y de las letras. Además, el niño estaba junto a su madre en todas las fiestas familiares —y ya sabemos que su valor educativo era grande— y también la acompañaba a las ceremonias religiosas. Segunda etapa A partir de los siete años, el niño pasa a estar bajo la tutela del pedagogo, quien velará por sus costumbres y lo acompa­ ñará a las diversas escuelas, llevándole los útiles, defendiéndolo de cualquier peligro en las calles, e incluso asistiendo a las clases. La enseñanza más universalmente difundida es la de la lectura, escritura y cálculo, a cargo del gramatista o maestro (posteriormente tomó el título más genérico de "didáskalos", docente). Es una instrucción de tipo elemental, necesaria para desempeñarse en la vida cotidiana hasta en los niveles más humildes, no sólo en razón de los oficios, sino también en función de la participación en las instituciones políticas. El aprendizaje era arduo. Para la lectura, primero había que aprender de memoria el alfabeto, luego todas las posibles combinaciones en sílabas y finalmente en palabras, sin ahorrar dificultad. En la lectura expresiva se atendía a la cantidad de las sílabas y a la modulación de la voz. En cuanto a la escritura, su enseñanza guarda gran similitud con los métodos implementados en las escuelas de escribas. Los textos sobre los que se ejercitaban, para una y otra habilidad, eran siempre aquellos recomendables por su contenido moral, por los modelos humanos ofrecidos y por las tradiciones y el patrimonio cultural que comunicaban: los poemas homéricos, Hesíodo, los poetas líricos (Píndaro, Teognis) y los trágicos (Esquilo, Sófocles, Eurípides). En cuanto a la enseñanza de los números, el sistema era semejante: los números estaban representados por las letras del alfabeto y sus combinaciones.
6 EDUCACIÓN EN GRECIA El maestro es el "paidotriba" (maestro de gimnasia para los niños), y las clases se dan en la palestra, que es un campo de deportes. Durante el siglo V, aparece el gimnasio, un edificio muy grande con múltiples dependencias (la palestra entre ellas, pero también el estadio o pista para las carreras, una sala para masajes, el vestíbulo donde se guardaban todos los implementos para la práctica de los diferentes deportes y donde los atletas se desnudaban, una piscina de agua fría donde se refrescaban después de los ejercicios), dirigido por el gimnasiarca, a quien se subordinaban el paidotriba y el gimnasta, generalmente un deportista retirado, que tenía a su cargo la ejercitación de los jóvenes y adultos. Tercera etapa En el gimnasio tiene lugar el entrenamiento militar del joven efebo —muchacho que ha cumplido los dieciocho años—, que dura dos años. Durante el primero, y luego de una ceremonia en la que se les cortaba el cabello y prestaban un triple jura­ mento (de obediencia a las autoridades, de fidelidad a la religión de sus padres —que es la de la ciudad— y de lealtad para con sus camaradas en el campo de batalla), se instruían en la formación militar propiamente tal; durante el segundo año, hacían servicio militar en las fronteras. Pasados esos dos años, el joven asumía la plenitud de sus derechos cívicos, la participación conciente y activa en la vida de la polis. Los sofistas como educadores En el siglo V a.C., y sobre todo en su segunda mitad, ha quedado asentada una realidad: el habitante de Grecia (y especí­ ficamente de Atenas) es un ciudadano, un hombre de la polis o ciudad­Estado, que participa de su gobierno —a través de sus diversas instituciones—, y se interesa por las cosas públicas, la republica, la vida política o de la polis. Ello supone una educación cívica que, en la mayoría de los casos, se limitará a proporcionar el conocimiento de las disposiciones del Esta­ do y formará en la obediencia a éstas, aunque queda como posible su cuestionamiento —e incluso su modificación, anula­ ción y la hechura de otras nuevas— a través de los organismos correspondientes. Por otra parte, ya no se está ante la preocupación por el desarrollo del cuerpo, o ante el cultivo de una conducta adecua­ da, sino ante el interés por la vida del espíritu como razón especulativa y el discurso como su expresión propia. En ese contexto se dará la formación del político, del hombre público, del futuro gobernante, educación que estará a cargo de los sofistas, quienes despliegan su actividad en la segunda parte del siglo V. Los sofistas eran maestros de enseñanza superior, la cual surge precisamente con ellos. Sus clases versaban sobre los temas más diversos, podríamos decir que no había especialización, sino más bien una cultura general, pero orientada hacia un objetivo específico: la formación del orador, pues el hombre político es el que tiene un juicio prudente, bien funda­ mentado y comunicado con oportunidad y de manera convincente. Una de las figuras más importantes entre los sofistas fue Protágoras, quien tuvo un altísimo concepto de su profesión, a la que denominó "tekné para distinguirla de la ciencia, pero dando las precisiones para que no fuese confundida con la técnica, tal cual la entendemos hoy. Se trata de la verdadera educación del hombre para la vida pública, es la transmisión de la cultura (hecha de conocimientos, de reflexión, de interrogantes y también de experiencia) como fundamento del humanismo, la formación del hombre en un momento histórico signado por la relativización, minimización e incluso prescindencia de las normas tradicionales, religiosas o culturales. Su enseñanza: los contenidos Suelen citarse, casi obligadamente, los estudios de gramática, dialéctica y retórica. La dialéctica: Podría llegar a definirse como "el arte de la discusión", y se refería fundamentalmente a la consideración de una cuestión desde dos puntos de vista antitéticos: se enseñaba a sostener con argumentación igualmente conducente el pro y el contra, y el objetivo era triunfar en cualquier discusión posible. Se conoce una obra de un posible discípulo de Protágoras, "Los dobles discursos", que es un repertorio de opiniones contrapuestas de dos en dos, para atacarlas y para sostenerlas, según el requerimiento del maestro.
7 EDUCACIÓN EN GRECIA Se hicieron leyes de la discusión, y del pensamiento, y se llegó a una erística o arte práctico de la discusión, en la que todo (lo que es válido y lo que no lo es, lo verdadero y lo mentiroso) parece tener el mismo valor, porque lo que importa es triunfar: perspectiva pragmática explicable, aunque no justificable, teniendo en cuenta que se trataba de la formación del político, del hombre que tenía que llegar al gobierno y al poder, y desde allí convencer para mandar. En cuanto al hallazgo de los temas, a la invención de éstos, también los sofistas habían elaborado un método para extraer de un tema o de una causa, todas sus posibilidades, todos los temas susceptibles de un desarrollo convincente. Es más, habían hecho un repertorio de estos desarrollos que podían ser utilizados en diferentes ocasiones, porque eran desarrollos generales que versaban sobre temas de interés universal: lo justo y lo injusto, la justicia natural y las leyes convencionales, la obediencia y la desobediencia y sus circunstancias, etc. A éstos los denominaron lugares comunes, y los alumnos estaban suficientemente ejercitados en ellos como para tenerlos a su disposición toda vez que les fuera requerido.
INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES EN EDUCACIÓN UNIDAD DE NUEVAS TECNOLOGÍAS APLICADAS A LA EDUCACIÓN
PROFESOR: Lic. LEONOR JARAMILLO 
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