10 TALLER XXI d’URBANISME – ETSA - UPV UR2 CURS 2010-2011 TEMA 1 EL CENTRO HISTÓRICO 1.1. LAS TEORIAS PARA LA INTERVENCIÓN EN LA CIUDAD PREINDUSTRIAL. La cuestión del centro. Políticas urbanísticas y doctrina contemporánea. En este primer tema sobre los centros históricos se propone una visión global de las intervenciones contemporáneas en centros históricos que se mueven entre los extremos de la conservación y la renovación. Cita de Giorgio PICCINATO “Los centros históricos” G.G. “Sanear el centro histórico, expulsar a sus habitantes y sustituir a propietarios, es una operación necesaria para insertar dicho patrimonio histórico acumulado en el nuevo gran mercado urbano” Así pues, en el siglo XIX comienzan las intervenciones urbanísticas planificadas sobre la ciudad histórica, con el objetivo de adecuarla “formal” y “funcionalmente” a las nuevas demandas sociales. Pronto dos líneas claramente diferenciadas van a instaurarse, consolidando dos escuelas que se han perpetuado hasta la actualidad. Son las que podíamos denominar tendencias: Conservacionistas e Intervensionistas. Ambas tendencias, al margen de las diferencias formales o estructurales, tienen en común el ser operaciones de puesta en valor de la ciudad histórica, de adecuación a las demandas espaciales y funcionales del nuevo modo de producción industrial. Pero difieren en el método utilizado: Las intervensionistas, destruyen físicamente la ciudad preexistente que es sustituida por otra de muy diferente modelo formal y expulsan a la población residente. Las conservacionistas, respetan básicamente la morfología urbana existente, pero se altera -y adapta- su uso y contenido social. Expulsan también a la población. Dos son los principales métodos seguidos en operaciones de este tipo, y no por casualidad, los ejemplos más originales y más completos de intervención en Centros Históricos, se dan en dos capitales: París y Viena. Casi de forma casi contemporánea se inicia en ambas ciudades una vasta operación de transformación concebida como factor de promoción de una nueva “Estructura Urbana.” (Piccinato). La Reforma Interior Haussmanniana. La reforma de París realizada en el segundo Imperio entre 1850 y 1870 por Napoleón III y su prefecto Haussmann es el ejemplo más completo de una “Reforma Interior” de una ciudad antigua por el sistema de “Sventramento”. Esta Reforma Interior de París, se estudiará con una visión global en este tema. 1 / 57 10 La conservación de la ciudad histórica en el planeamiento germánico: Viena. La primera ocasión en que de forma planificada se acomete una operación de “Conservación Integral” de la ciudad histórica, es con motivo de los planes de Viena de mediado el siglo XIX. El conjunto de “Planes de Reforma” de 1858-70 tenía como objeto central el “glacis” de las murallas, pero en esta intervención se propusieron unas medidas para la “conservación” de la ciudad interior, que sin alterar la forma de ésta, acabaron por establecer un “modelo” de readaptación de las ciudades históricas a las nuevas exigencias funcionales de la sociedad actual. La intervención en la ciudad antigua de Viena sirvió para demostrar que era posible llevar a cabo políticas de conservación morfológica de los tejidos históricos sin condenarlos a su destrucción. La erradicación de la ciudad histórica en el Movimiento Moderno. El Movimiento Moderno aborda la intervención en los centros históricos desde una valoración absolutamente negativa de los tejidos urbanos históricos. Desde el movimiento moderno se insiste en problemas de higiene y salubridad, pero los centros históricos son valorados negativamente por su incapacidad de adaptación a las demandas que consideraban modernas, por su inadaptación a los nuevos modelos formales arquitectónicos de torre y bloque lineal. Por ello implantaron como dogma su tesis: Imposibilidad de recuperación de los Centros Históricos. Para Le Corbusier: “Barrios enteros de las ciudades históricas no son más que lugares de pobreza y degradación, hogares de la enfermedad, de la tristeza, de la desmoralización”. En el Plan Voisin de 1925 L.C. propone construir torres de 70 pisos en el centro de París, que previamente debía ser arrasado. Y esto allí donde Haussmann había construido 6 plantas. Desde esta perspectiva para los centros históricos, no cabe más que su erradicación y su completa desaparición. Dice Sert “El único remedio para estos centros es la demolición de las casas infectadas y la reconstrucción con edificios modernos”. Solo escapan aquellos edificios de singular valor monumental, pero que separados de su entorno perdían toda su significación. Plan de Sant Dié 1945. Plan de La Rochelle 1946. El cambio radical no es la densidad, sino la escasa ocupación del suelo. En los planes de Le Corbusier la ocupación del suelo por edificios es solo del 5 al 10 %, el resto es espacio libre. En la ciudad histórica la ocupación es del 80 %, mientras que las calles ocupan solo el 20 %. La Reconstrucción Mimética. Varsovia. En Polonia, tras un intenso debate teórico posterior a la primera guerra mundial, entre conservacionistas e intervencionistas, se optó claramente por la Reconstrucción de la ciudad a partir de una exhaustiva base documental y cartográfica. Lo aplicaron a la reconstrucción de Varsovia después de la destrucción por los alemanes, a partir de 1945. 2 / 57 10 Se reprodujeron miméticamente las fachadas de los edificios y el viario, pero en cambio se intervino recomponiendo la organización parcelaria y en las tipologías arquitectónicas, peatonalizando por completo la ciudad histórica y reduciendo las densidades. Sus principios eran: 1234- Reconstrucción de la ciudad sin ninguna licencia de interpretación. Mantenimiento de la actividad residencial. Aclareo de los patios traseros para mejorar las condiciones higiénicas. El tráfico motorizado fue expresamente prohibido. La Renovación Urbana, “Urban Renewal” del siglo XX. Son actuaciones localizadas en ámbitos muy concretos y reducidos “espacios del centro urbano de alto valor urbanístico por su posición central en el conjunto de la estructura urbana”. Estas intervenciones se han utilizado para la creación de nuevos “Centros direccionales”. Solo se consideran los valores económicos de la operación, prescindiendo de toda consideración social. En Europa se iniciaron tras las destrucciones de la 2ª Guerra Mundial. Rótterdam, Hamburgo, Barbican en Londres. Este modelo se utilizará también en EEUU en la renovación del centro de Boston. Las formas utilizadas son las del Movimiento Moderno, pero solo para utilizar sus códigos más arquetípicos de manera superficial: Torres de viviendas, composición libre, nuevos viarios, separación de tráficos, etc., y todo ello previa demolición total de los tejidos urbanos preexistentes. La Recuperación de los Centros Históricos en la urbanística contemporánea. Desde finales de los años 60. La creciente oposición popular de las izquierdas europeas frente a las operaciones de renovación urbana, va a coincidir con el aumento de interés de los medios profesionales por la cuestión de la “Defensa y Conservación” de los centros históricos. Hechos clave fueron el congreso de Ámsterdam de 1976 y la “Carta de Venecia”. La teorización del “Repristino” y la renovación conservacionista parten de la consideración de la ciudad histórica como un “Bien de valor cultural inalienable”. El Objetivo inmediato es proteger todo el patrimonio edificado, que debe ser sustraído de las operaciones especulativas del mercado. El objetivo social es el mantenimiento de la población residente. Esta forma de proceder se ha denominado 3 / 57 “Conservación Estructural”. 10 1.2. EJEMPLOS CANÓNICOS EN EUROPA 1.2.1. LAS INTERVENCIONES HISTÓRICAS EN ROMA El recorrido como estructuración de la ciudad. La ciudad procesional. La Roma de Sixto V. A medados del Quattrocento, mientras Venecia, Florencia y Nápoles eran ya grandes ciudades plenamente formadas, Roma es todavía un pequeño centro abandonado y empobrecido a causa de las sucesivas destrucciones llevadas a cabo por tribus de los “bárbaros” y de la larga ausencia papal por el exilio de Avignon. La Roma medieval era una pequeña ciudad de 17.000 habitantes concentrados en su mayor parte en el bajo Campo de Marte dentro de un recodo del Tíber, frente al mausoleo de Adriano o Castillo de Sant Ángelo. El periodo del destierro y del Cisma (1309-1417) fue para Roma, una época de desórdenes incontrolados en que la ciudad fue presa de la anarquía y en la que las condiciones de vida en su interior eran espantosas. Los Papas vuelven a una Roma empobrecida tras el fin del Cisma (1309-1417), en 1417 con la elección de Marín V y la renuncia del Papa Luna recluido en Peñíscola, pero no recuperan el pleno control de la ciudad hasta finales de siglo con Nicolás V y Sixto V. Nicolás V, dio acomodo en Roma a los artistas emigrados de Constantinopla, tras su caída en poder de los turcos en 1453. Las primeras reformas de los Papas renacentistas, consistieron en una radiación de 5 calles que atravesaba la ciudad medieval a partir de la plaza di Ponte frente al castillo de Sant Ángelo. Cinco calles que se juntaban fuera de los irregulares callejones medievales, la más importante, será ensanchada, es el Corso Vittorio Emanuele. Alejandro VI, el valenciano Rodrigo Borja, reformó el castillo de Sant Ángelo y lo utilizó como residencia papal, y le dio comunicación directa con el Vaticano a través de una calle que se llamó el Borgo nuovo. Pablo III y León X ordenan la apertura de las vías Ripetta y Babuino, simétricas a cada lado del “Corso”, con inicio en la Plaza del Popolo, formando entre las tres calles el famoso “Tridente”. Terminadas las Cruzadas con la caída de San Juan de Arce, los Papas cambian el destino del “Jubileo” y lo sustituyen por PEREGRINACIONES a la ciudad de Roma. Bonifacio VII atinó con la idea del “año jubilar” y la “venta de indulgencias”. Tuvo enorme éxito, en el año 1300 hasta 30,000 peregrinos diarios llegan a Roma y en total 2 millones de fieles visitaron la ciudad ese año. La recaudación de ofrendas y monedas también fue inmensa. Visitantes y recaudaciones similares se produjeron en los siguientes en años de jubileo. Roma era una ciudad insegura y para garantizar la seguridad de los peregrinos en las visitas a las siete principales basílicas romanas, los Papas organizaron un ingente plan de reformas urbanas disponiendo amplias avenidas que enlazaban estas siete Basílicas por donde circulaban los peregrinos y sus escoltas. Utilizaron los ingresos proporcionados por peregrinos de los numerosos “Años Jubilares” para financiar las grandes obras y reformas de la ciudad. El ambicioso programa de Sixto V (1585-90) con su arquitecto Domenico Fontana se plateaba los objetivos: 4 / 57 10 1º Hacer de Roma una Capital digna de la Cristiandad, que era el lema de Bonifacio VII, 300 años antes. 2º Integrar en un único “Sistema Viario” las calles abiertas por los anteriores Papas, con las nuevas proyectadas por Fontana. Tenía como base principal la Vía “Felice” y enlazaba directamente las siete Basílicas de Roma: San Pedro, San Juan de Letran, Santa Maria la Mayor, San Pablo, San Lorenzo, Santa Cruz en Jerusalén y San Sebastián. 3º Repoblar las colinas de Roma, proporcionando suministro de agua con el acueducto “Felice”. Sixto V no estaba interesado solamente en facilitar el ceremonial religioso, era también consciente del papel estratégico que podían jugar las nuevas calles proyectadas en la repoblación de los barrios deshabitados pero climáticamente mas saludables. 4º Sixto V, enfermo y consciente de no poder ver el final de su obra, ordenó situar OBELISCOS en los puntos clave de la proyectada ciudad y en los cruces y plazas importantes. Eran los sitios que en los siglos venideros habrían de urbanizarse. Cuatro Obeliscos se situaron en la futura plaza del “Popolo”, en la estrada “Felice” frente a Santa Maria, frente a San Juan de Letran y frente a la basílica de San Pedro. Roma pasó de 35.000 habitantes en 1458, a 80 000 habitantes en 1580 y a 125.000 habitantes en 1650. Se puede establecer una comparación entre Sixto V – Domenico Fontana con Napoleón III – Haussmann: “Ambos gobernantes fueron responsables de hecho, de dotar a sus respectivas ciudades ya antiguas de una incomparable estructura de Vías Primarias” Sixto V se encargó de resolver el suministro de agua potable, creó un servicio de recogida de basuras con carros, reparó el sistema de alcantarillado etc. Plano de Roma de NOLLI de 1748. Ver plazas de Roma. 5 / 57 10 1.2.2. PARÍS CIUDAD HISTÓRICA Y REFORMA INTERIOR La ciudad desde la arquitectura. La imposición de un orden formal Lutecia, el núcleo originario del París medieval está situado en una isla del Sena. La ciudad medieval tenía tres partes: la citté, en la isla fluvial, la Université y la Ville, situadas en ambas orillas del río. En el siglo XVI, París se convirtió en capital de una nación unida y escenario de la brillante corte que rodeaba al rey Francisco I (1515-1547) que reconstruyó el viejo castillo medieval del Louvre. En esta época los límites de la ciudad eran las murallas medievales del siglo XIV, que encerraban una ciudad de 10.000 habitantes. La trama urbana de la ciudad medieval, reúne las características de una forma urbana orgánica, no planeada, en la que no existen apenas espacios públicos. Sólo pequeños “patios” delanteros frente a Notre Dame y frente al Hotel de Ville. Sólo los huertos de los conventos aportaban el mínimo espacio libre. Estos espacios abiertos y jardines desaparecieron paulatinamente durante los siglos XVII y XVIII como resultado de un proceso especulativo de crecimiento sobre sí misma. Los tres puentes del Sena estaban ocupados por edificios alineados a ambos lados, igual que las riberas del río. El urbanismo continuado renacentista-barroco, ocupa un dilatado periodo entre el XVI y el XVIII, en el que poco se hizo para reestructurar el núcleo medieval a excepción de: - Iniciar la creación del eje de los Champs Elysées hacia el Oeste. - El trazado de los primeros “grands bulevards” - Plazas formalizadas con arquitectura uniforme. Las intervenciones estuvieron limitadas a acciones puntuales, a configurar fragmentos aislados de la ciudad, bien en vacíos interiores o en terrenos contiguos. Las más trascendentes actuaciones barrocas sobre la ciudad fueron los sucesivos anillos de murallas renacentistas, el nuevo palacio del Louvre y la Plazas Reales, en las que crearon un ámbito majestuoso convenientemente dispuesto para contener la estatua ecuestre del Rey. El espacio público de la ciudad barroca. Calles plazas y monumentos. Las plazas de París. Place Dauphine y Pont Neuf 1604. La punta final de la isla de la citté, fue donada por Enrique IV al presidente del Parlamento, el cual dispondría una plaza residencial construida en honor del “delfín” Luís XIII sobre unos vacíos y unos islotes del río. Fue la primera de las cinco plazas renacentistasbarrocas o recintos residenciales proyectados de acuerdo con unas directrices arquitectónicas uniformes. 6 / 57 10 La diferencia en este caso, aparte de la forma triangular de la planta, está en el hecho de que la estatua del rey se ubica al otro lado del puente nuevo, fuera del recinto de la plaza. La estatua ecuestre del rey, era la condición básica para el consentimiento real para urbanizar la plaza y su entorno. El puente nuevo se construyó sin edificios a los lados para facilitar el tráfico por el puente. Plaza de los Vosgos o Plaza Real 1612. Hotel des Tournelles, propiedad de la corona. Espacio donde se celebraban “torneos” medievales. Enrique II murió en uno de ellos y su viuda, Catalina de Médicis lo demolió, y toda el área permaneció abandonada durante años. Enrique IV, decidió edificar una plaza cívica, formada por la agregación de tres franjas de casas en hilera del mismo estilo, ocupando tres lados de la plaza, y el cuarto abierto al Sur donde existía un edifico fabril de hilaturas. En 1612 se derribó el lado Sur y se edificó el cuarto lado idéntico al resto. Tal como se terminó, la Place Royal, es de gran trascendencia en el urbanismo europeo como prototipo de plaza residencial. Además de darle la forma cuadrada, excluida del tráfico, se decretó que todos los edificios que miran a la plaza debían ajustarse a un mismo diseño de fachada. El conjunto edificado estaba formado por 38 casas de fachadas uniformemente diseñadas. La planta baja porticada daba un acceso cubierto a las viviendas, y permitía una conexión continua entre las casas. Dos plantas de viviendas en los pisos superiores, rematados con tejados de fuerte pendiente acabados en pizarra que contenían una hilera de buhardillas. En el centro de los lados N y S unos edificios de mayor altura contenían las únicas entradas de doble arco a la plaza. Lugar de residencia de la nobleza bajo la mirada y control del Rey. En 1639 Richelieu ofrendó la estatua ecuestre a Luís XIII para situarla en el centro de la plaza. El uso tradicional del espacio central como campo de torneos, continuo durante algunos años. Las ventanas servían como adecuados palcos. Plaza des Victoires 1678. Plaza circular con origen en la urbanización de una gran parcela en la esquina de los jardines del Palacio Real. Mansart fue el responsable de su trazado y autor del proyecto de la fachada uniforme circular en torno a la plaza. Seis calles afluyen a la plaza, solo dos siguiendo ejes radiales. El foco de atracción es la estatua ecuestre de Luís XIV rodeada de cuatro grupos de farolas que iluminaban la noche. Alterada en 1883 por una gran arteria de tráfico, solo ha sobrevivido parte de ella. A pesar de sus fachadas espléndidas, la plaza no llega a dar la impresión de plaza cerrada, a causa de que sus aberturas a las calles son excesivamente numerosas. 7 / 57 10 Place Vendôme. Construida en terrenos que formaban parte de la villa urbana y jardines del empobrecido duque de Vendôme, que a su muerte se vendieron. Mansart, arquitecto y hombre de negocios acometió la tarea de urbanizar los terrenos destinados a residencias, con fines especulativos y con ayudas financieras. En 1699 se construyó una estatua ecuestre en el centro de la plaza dedicada al rey Luís XIV En 1702, a la vista de que nadie compraba los solares, se construyeron solo las fachadas que rodean la plaza. Las parcelas traseras se arrendaban por unidades correspondientes a las crujías de los alzados. Una altura de tres plantas y buhardilla, con la altura limitada a 18 metros, que era la altura de la estatua del Rey Luís XIV. Esta fue destruida por la Revolución y sustituida en 1810 por la columna de “Austerlitz” de 44 metros, que ahora aparece fuera de escala. El eje de los Campos Elíseos. 1563-1854 Catalina de Médicis, cansada del viejo castillo del Louvre, añoraba los jardines italianos de Florencia, y mandó construir un nuevo palacio fuera de las murallas con un amplio jardín a la italiana. Fueron el Palacio y jardín de las Tullerías que se terminaron bajo el reinado de Enrique IV, quien conectó el nuevo palacio con el viejo, mediante la “galería del Borde del Agua” En el inicio del siglo XIX bajo Napoleón I se inicia la galería del Norte a lo largo del lado meridional de la rue Rivoli, cercando un enorme patio, para lo cual fue preciso demoler un barrio popular entero. El lado Norte del Louvre fue terminado por Napoleón III en 1857. En 1871 los revolucionarios de la Comuna de París, incendiaron el palacio de Catalina de Médicis, que quedó en ruinas afectando también al final de las alas N y S. El palacio de Catalina fue demolido y los extremos de las dos alas fueron reconstruidos de nuevo, quedando una configuración de palacio de gran patio abierto al jardín de las Tullerías, tal como lo vemos hoy. El eje central de Champs Elysées fue iniciado en 1667 por Le Notre. Comienza con una teatral perspectiva hacia lo alto de la suave pendiente en dirección al la plaza de la Estrella y continúa igualmente magnífica su prolongación descendiendo hacia el puente Neuilly, y hoy sigue más allá del Sena hasta el Arco de la Defense. Entre las Tullerías y el inicio de los Campos Elíseos, aún no existía la plaza de la Concorde. Quedaba un espacio informe con múltiples cruces de caminos. La place de l´Etoile, aparece en 1740 como un “rond-point” de ocho avenidas en el centro de un descampado. El Arco de Triunfo fue puesto por Napoleón en 1806. La plaza de la Estrella fue terminada por Hausmann en 1854, con 12 calles radiales y una calle anular concéntrica. Hacía 1709, la operación de plantado extensivo de árboles y variedades vegetales estaba tan avanzada como para que el sector fuera conocido ya como los “Campos Elíseos”. Desde su inicio en 1563 por Catalina de Médicis, la creación de este “Eje Urbano” tardó más de 250 años en culminarse. Varias generaciones de reyes, técnicos y constructores respetaron la herencia del pasado y mejoraron la “Vía procesional” más emblemática del mundo. 8 / 57 10 Place Concorde 1775. El proyecto de esta plaza fue el resultado de un concurso ganado por Gabriel. Resolvió un difícil problema arquitectónico: Definir una plaza sin arquitecturas, no separarla de los jardines y organizar conexiones coherentes con los 4 ejes preexistentes. La solución de Gabriel, consiste en hacer un foso de 5 metros, rodeado por una balaustrada. Con ello se definía el espacio central principal. Las esquinas se achaflanaban para resolver la entrada de la “Cours” de la Reina en la plaza y la avenida simétrica. Primero tuvo en su centro la estatua ecuestre de Luís XV. Años más tarde fue sustituida por el “Obelisco” de Luxor. En 1854 se rellenan los fosos y queda con su aspecto actual. Grandes Bulevares. En 1660 los éxitos militares de Luís XIV, dan a Francia un continuado periodo de paz en el interior del país. Ello permitió la demolición de las ruinosas murallas de París. Entre la Bastilla y las Tullerías quedó explanado un arco de 5,5 Km., en el que se dispuso una calzada central con anchura para cuatro carriles de carruajes, flanqueando por sendas bandas peatonales con doble hilera de árboles a cada lado. El término bulevar, literalmente línea de baluartes o fortificaciones, se fue aplicando a este tipo de espacio lineal en derivación del término nórdico Bulvirke (Baluarte) La línea de bulevares, marcaba los limites del París construido, más allá eran campos. En el XVIII se convirtieron en elegantes áreas de recreo al aire libre, escenario de “promenade” a la moda. Dos nuevos recintos amurallados, fueron construidos en 1791 y 1845. Ambos anillos sucesivamente fueron sustituidos por bulevares. La reforma interior de París. La creación de la ciudad burguesa. Un nuevo orden urbano para la calle. Los últimos tiempos del barroco dieron prueba de una maravillosa capacidad para dominar el espacio exterior, como atestiguan las obras de Versalles y Roma. En aquel periodo se poseía un conocimiento profundo de las relaciones que existen entre edificio y calle, entre edificios y naturaleza. Pero el sentimiento del que derivaba la organización urbana barroca, era consecuencia de su orden social aristocrático, que prima al poderoso y olvida al ciudadano. Por ello limitaba su atención a las relaciones entre los palacios residenciales y la articulación del espacio de las magnificas y bellas plazas de las ciudades. “Squares” arbolados en Londres, Plazas Reales en Francia, Plazas Mayores en España. Todas las construcciones de la época eran para la Iglesia, para el rey o los nobles. Las viviendas de la población, del pueblo llano, no entraban en aquellos proyectos. Así sucedía que la ciudad, excepto los palacios, era sencillamente una aglomeración de 9 / 57 10 casas totalmente descuidadas. Todo lo relacionado con el pueblo llano estaba abandonado al desorden. Tuvo que llegar el siglo XIX y la Revolución francesa para que se tuviera en cuenta la residencia burguesa y se estableciera un nuevo orden urbano para la calle. La calle Rivoli, de 1801 representa la transición del barroco a la urbanística del siglo XIX. Fue un encargo de Napoleón a Percier y Fontaine, creadores del “estilo Imperio”. La calle estaba destinada a la rica burguesía y ofrecía una visión de los jardines de las Tullerias, proyectados por Le Notre. Es la más bella calle de París. Percier y Fontaine, adoptan la forma de ordenanza dibujada, con un diseño sin pretensiones pero lleno de atractivos. Las arcadas sobre columnas de la planta baja están rigurosamente alineadas. Los balcones de los pisos primero tercero y ático son continuos. Las paredes de piedra natural son enteramente lisas. Tiene la función residencial y comercial conjuntamente. Las tiendas en la planta baja protegidas por los pórticos, ofrecen sus continuas fachadas escondidas, para que no estropeen la imagen de la calle con la publicidad. Esta calle contiene ya un nuevo orden urbano y una estratificación social del edificio residencial. Inspiró a John Nash en el trazado de Regents Park y los edificios que le dan frente. El París de Napoleón III y su prefecto Haussmann El ejemplo más importante de Reforma Interior son las transformaciones de París llevadas a cabo durante el Segundo Imperio entre 1850 y 1870. París en muchos aspectos había sido el centro de Europa. Este espíritu animador de cada época se halla materializado en sus monumentos. Pero esta espléndida herencia, se hallaba confundida entre el piélago de callejones de una ciudad absolutamente desorganizada, en donde los monumentos quedaban aislados del los demás por un verdadero laberinto de callejuelas. Esto queda fielmente reflejado en “Los Miserables” de Víctor Hugo, y fue aprovechado para las “barricadas” de La Comuna que cerraron las calles y que el ejército se vio impotente para desalojar. Esta situación fue drásticamente transformada por Napoleón III y su prefecto Haussmann, en una colosal reforma de la ciudad conocida como los “grandes trabajos”. Napoleón III cuando nombró a su prefecto le puso delante un plano de París lleno de calles nuevas coloreadas con distintos colores por orden de prioridad, pero la ejecución fue una tarea conjunta de ambos junto a un excelente equipo de colaboradores. Los objetivos de esta reforma están influidos por la preocupación ante los posibles levantamientos populares, el último se produjo en 1852. Napoleón III y Haussmann, conciben su reforma mediante la intervención a cuatro niveles: 1º- Reforma de la Estructura urbanística, con grandes aperturas viarias y construcción de nuevos barrios residenciales, y de grandes equipamientos de nivel ciudadano. Se crearon 95 KM de nuevas calles y se destruyeron muchas de las antiguas, pero el resultado fue una nueva y extraordinaria “Red Viaria Estructural” que integra también a los bulevares 10 / 57 10 barrocos y los inserta en un conjunto coherente, que une los principales lugares de la ciudad. 2º- Parques y Jardines. Realizaron el Bois de Boulogne y el Bois de Vincenns. Construyeron Escuelas, mercados, hospitales, cuarteles, prisiones etc. 3º- Renovación de redes de infraestructuras y servicios urbanos. Todo el ciclo hidráulico: agua potable y alcantarillado; la nueva instalación de alumbrado por gas. Organizan una red de transporte público con coches de caballos. 4º- Reorganización administrativa y finanzas públicas. Participación del Estado. Ley de expropiación de bandas paralelas a las nuevas calles. Especulación como técnica de financiación de las obras. Anexión de los municipios, organizando 20 distritos con una superficie de 8.750 ha. La “salubridad” de los barrios populares se abordaba mediante demoliciones masivas de los viejos tejidos urbanos insalubres para abrir nuevas calles y la consiguiente construcción de nuevos barrios periféricos. Esta teoría de “aperturas regeneradoras” aisladamente. o “sventramentos” no puede entenderse Cita de Aymonino: “El sistema del “sventramento” no es una invención del 2º Imperio, la invención es haber convertido el “sventramento” en el instrumento principal de transformación de la forma urbana y haberlo adoptado para la realización de un nuevo Sistema de Estructura urbana global”. En 20 años, entre 1850-70, el grado de transformación de París es realmente impresionante. 95 Km. de calles nuevas, de nuevos bulevares, son construidos a la vez que se destruyen otros 50 Km. del viario antiguo. Ejemplo de operativa: Avenida de la Opera. Desde la perspectiva de los referentes formales, la teoría de la Reforma interior haussmanianna, es “Tradicional”, igual que el barroco: Culto al eje, a la perspectiva, a la simetría radio-céntrica, etc. La calle como Unidad Básica: Mezcla de funciones varias, asocia locales destinados a la producción, con residencia y tráfico. Es una mezcla de usos, con ello las viviendas se ven expuestas al ruido de la calle, a molestias y excluidas del contacto con la naturaleza. Fachadas uniformes: Se difundió por todo París la fachada uniforme, caracterizada por altas ventanas a la francesa con acentos de barandillas de hierro y con adopción de formas típicas del Renacimiento. Parece como si volvieran a aparecer en el siglo XIX las ultimas huellas de aquella unidad que caracterizó al urbanismo barroco. Las proporciones de la calle: “Culto al eje” de los franceses, “grandes perspectivas” “el edificio puesto al final de un bulevar se pierde en la lejanía”. La enorme longitud de las calles es un fenómeno nuevo en el urbanismo, ello impide que puedan ser percibidos como ambiente perspectivo. El bulevar evolucionó a partir de la calle barroca pero en el París del siglo XIX se modificó el concepto, colocando casas a los lados de los árboles, dando forma a calles interminables. El tráfico se convierte en el problema principal: Tanto que relega al último plano a la residencia. Que las casas ocupaban un lugar secundario podemos verlo en los grabados contemporáneos. Todos los problemas y aspectos de la vida ciudadana son sacrificados a los problemas del tráfico. 11 / 57 10 Nuevo ambiente urbano: En los bulevares de Haussmann, los diversos espacios pierden su individualidad y se entremezclan unos con otros. Las fachadas de las casas pasan a un segundo término genérico y los elementos de “mobiliario” urbano pasan a primer plano; el paso de los peatones y vehículos, que cambia constantemente, transforma la ciudad en un “espectáculo” permanentemente “mudable”. Es el ambiente que describieron los escritores realistas y los pintores impresionistas. 12 / 57 10 1.2.3. LA REFORMA INTERIOR DE VIENA El conjunto de “Planes de Reforma” de 1858-70 tenía como objeto central el “glacis” de las murallas, pero es esta intervención se propondrán las medidas para la ciudad histórica, que sin alterar la forma de ésta, acabaran por establecer un “modelo” de readaptación de las ciudades históricas a las nuevas exigencias funcionales de la sociedad actual. La intervención en Viena será básicamente “formal” en el glacis y “funcional” en la ciudad histórica. En las bases del concurso de “Ring” de 1858 se dice que “la adaptación de la ciudad histórica deberá realizarse en el marco del respeto a sus características formales. El resultado del concurso fue la urbanización del glacis con el famoso anillo sobre el que se apoyaron los grandes equipamientos monumentales y nuevos conjuntos de viviendas en manzanas. Los nuevos tejidos urbanos del anillo, se integran con los de la ciudad histórica pero su trama se verá alterada solo por sustituciones puntuales de edificios que alcanzaran al 75 % del total, y cambiando sus funciones que ahora serán: “comerciales y terciarias” y no solamente residenciales como antes, con lo que se convertirá en un centro representativo y comercial. Primera fase: Construcción de nuevos “Equipamientos Institucionales” que abandonan la ciudad histórica y se instalan en el “Ring”, con lo que aquella pierde el carácter de centro civil y religioso que había ostentado desde el medioevo. Segunda fase: Con la mejora de la accesibilidad, por eliminación de las murallas, la construcción del “Ring” y su posición central con la nueva red viaria, el centro histórico altera de nuevo su papel en el conjunto de la ciudad “Reestructurada” y acabará convirtiéndose en su nuevo “centro comercial direccional”. La intervención en la ciudad antigua de Viena sirvió para demostrar que era posible llevar a cabo políticas de conservación morfológica de los tejidos históricos sin condenarlos a su destrucción. 13 / 57 10 1.2.4. LONDRES CENTRO HISTÓRICO Y REFORMA INTERIOR Espacio público espacio privado. Los states ingleses A principios del siglo XI, los monarcas ingleses trasladan su residencia a Westmisnter, lugar en que se fundó un recinto real, con iglesia, monasterio y palacio. Westmisnter está situado a varios kilómetros del la City de Londres, aguas arriba del Támesis. Junto al palacio real se desarrollaron los jardines que hoy constituyen el parque público de Sant James. Estos dos centros urbanos, city y palacio real, estaban conectados por las vías Whitehall y Strand. Las tierras situadas entre ellas y el río se destinaron a palacios urbanos de las familias nobles. Covent-Garden Fue en este lugar al norte de la calle Strand, donde la urbanización del Covent-Garden introdujo el urbanismo renacentista en Inglaterra, de la mano del cuarto conde de Belford. En 1630 a cambio del pago de 200 libras, se concedió licencia de obras según orden personal del rey. Se exigía a cambio que la ejecución de su edificio “especulativo” se hiciera “a tal escala y de tal modo que supusiera un embellecimiento para Londres y no un mero ensanche de la capital”. Se le impuso a Iñigo Jones como arquitecto. La plaza adoptó la forma de un rectángulo, situado al Norte del jardín de los Belford. Sus lados Norte y Este contenían casas en hilera de diseño uniforme, otras casas flanqueaban la Iglesia de San Pablo en el lado occidental. El lado Sur quedó libre. Dos calles penetraban en la plaza por los puntos medios de los lados, siguiendo los modelos franceses de plaza Real que Iñigo Jones conocía de la época de Enrique IV. La Great Queen Street 1640, una ampliación de la plaza Lincoln´s Inn Fields, ha sido considerada como la primera calle uniforme de Londres, construida con fachadas “al gusto italiano” y sirvió de modelo al método de diseño arquitectónico de conjunto, que presidiría la construcción de los barrios londinenses en los dos siglos siguientes. El desarrollo de Londres en el XVIII. Londres sustituye a Ámsterdam como centro del comercio mundial. A mediados del siglo XVIII, Londres es más grande que París y al final de siglo alcanza el millón de habitantes. El espectacular desarrollo de Londres, no lo lleva a cabo una planificación municipal como en Ámsterdam, ni una coordinación por parte de la Corte del Rey como en París, sino que Londres es un “mosaico de pequeñas iniciativas”, (parcelamientos promovidos por propietarios de los terrenos, nobles o burgueses) alternadas por frecuentes Espacios Verdes, públicos o particulares. Algunas de estas iniciativas son composiciones arquitectónicas equilibradas, calles o plazas rodeadas por casas todas iguales, con jardines comunitarios en el centro, como plaza Grovenor , Bloomsbury Square y muchas otras plazas. Pero la repetición de estos episodios forma un conjunto nuevo y desconcertante, una periferia gigantesca e inabarcable, que continúa creciendo en todas direcciones y que se mezcla gradualmente con el campo sin llegar a un límite definido. 14 / 57 10 La rica nobleza inglesa, construye en el campo palacios y villas grandiosas, en cambio en la ciudad edifica casas normales que se unen a las demás en un tejido continuo. Bloomsbury Square. En 1650, lord Southampton consiguió permiso para construir en sus propiedades una casa para sí mismo y una plaza residencial adjunta que le daba frente, en la parte Sur de la misma. La plaza consistía originalmente en dos hileras de casas situadas al Este y al Oeste. La casa fue derribada en 1800 y se añadieron casas en hilera en el lado Norte que completaban la plaza. Luego se dispusieron los jardines en el centro. Fue la plaza más amplia que había tenido Londres hasta entonces. Sant James´s Square. Promotor lord Albans, que obtuvo el permiso del rey. La idea inicial de construir residencias para nobles, fue abandonada y en su lugar se pensó en un esquema análogo a Bloomsbury. Se parcelaron los terrenos en 22 solares que se arrendaban a ricos personajes para sus propias casas y a especuladores profesionales. Lord Albans, construyó un mercado y reservó un solar situado en el eje central de la plaza para la iglesia de Sant James´s, construida por Wren entre 1676 y 16484. Pórtland Place. La arquitectura urbana de mayor calidad durante este periodo es la de Pórtland Place, proyectada por los hermanos Adam en 1774 como la calle más ancha de Londres. Incorporada años más tarde a la vía triunfal de John Nash, entre Regent´s Park y Carltón House. El precedente de Nash. Regent Street, A John Nash, le correspondió como arquitecto de parques Forestales, ordenar y proyectar la urbanización de los terrenos de la Corona Inglesa, cuyo resultado fue el “Regent´s Park” y las viviendas “Terracce” que lo rodean. Luego, se planteó el problema de dotar a estas residencias del parque, de una conexión apropiadamente majestuosa con los barrios céntricos de Sant James y Westminster. Regent Street nombre de la calle, se dirige hacia el Sur desde el parque y llega hasta la residencia del Príncipe en Carlton House, sita en el extremo norte de Sant James Park. Al inicio de parque, Pórtland Place, “La más grandiosa calle de Londres” en opinión de Nash, debía formar lógicamente, el tramo norte de la nueva vía. El extremo meridional quedaba determinado por el emplazamiento de la Carlton House, al lado sur de Pall Mall. El problema consistía en trazar un eje entre ambos puntos. Según Nash, la nueva calle debía constituir “una frontera que establezca la completa separación entre las calles y 15 / 57 10 plazas ocupadas por la nobleza y la alta burguesía y las humildes moradas de los trabajadores manuales y los comerciantes” El eje se trazó a lo largo de una línea Norte-Sur junto al límite de May Fair. Solamente quedaba conectar ese tramo central con el inicio y el final de la calle ya decididos. En la apertura de Picadilly Circus, Nash abandonó la idea inicial de plaza cuadrada y proyectó un “circus” secundario en el cruce y desarrolló su famoso cuadrante que gira al Oeste y luego al Norte formando un tramo curvo y continuo de la calle. Desde Oxford Street hasta Pórtland Place, la alineación vino definida por la necesidad de mantenerse a una distancia respetable de Cavendish Square. Las complicaciones que presentaba la Foley House, situada en el eje de Pórtland Place, “brindaron a Nash la oportunidad de llevar a cabo un segundo cambio de dirección, frente al atrio circular coronado con una aguja de la Iglesia de All Souls, de tal modo que conduce el movimiento en ese difícil giro hacia Regent´s Street con vigor y armonía”. (Edmund Bacon). 16 / 57 10 1.3. LAS INTERVENCIONES RECIENTES 1.3.1. EL PLAN DE PROTECCIÓN DEL CENTRO HISTÓRICO DE BOLONIA La situación italiana. La experiencia de Bolonia Cervellati, Scanavini La experiencia llevada a cabo por el Ayuntamiento de Bolonia en los años 70 se ha convertido en el “paradigma” y polo de referencia y debate de lo que debe entenderse hoy por “Recuperación de la ciudad histórica” conservando tanto los edificios como la población residente. “Il Recupero” como se expresa en italiano y así ha quedado en la terminología urbanística. El objetivo fundamental se basa en el respeto por el pasado histórico como “Patrimonio Universal”. Respeto a un patrimonio y a un pasado que al estar en peligro de desaparición, adquiere el significado de “Salvamento de la ciudad histórica”. El objetivo urbanístico es la conservación del centro histórico mediante su incorporación a la estructura global de la ciudad como una parte diferenciada y cualificada a través de su propia especialización. Esta forma de proceder se ha denominado “Conservación Estructural”. En el Plan de Bolonia, la visión puramente romántica y funcional de la ciudad antigua ha sido sustituida por una atenta lectura histórica y morfológica de la estructura urbana existente y propone como meta la “conservación de la forma de la ciudad” entendiéndola como una dialéctica entre permanencia y cambio. - Permanencia: Tejidos y organismos urbanos que deban conservarse. - Cambio: Admitir los sucesivos cambios morfológicos coherentes con la evolución de la tipología edificatoria. El método para identificar las leyes de formación de los tejidos urbanos, consiste en establecer identidades y analogías formales en base a dos variables fundamentales: “Parcelación” y “Tipología”, entendida esta como repetición homogénea de caracteres estructurales. Sus dos propuestas más interesantes son: RESTAURO: de los edificios existentes con el objetivo de la recuperación de las tipologías de cada manzana o “isolato”. REPRISTINO TIPOLÓGICO: se aplica allí donde sea necesaria la reconstrucción sobre espacios vacíos y vacantes. Ejemplo: la identificación de la formación del tipo en el “comparti San Lorenzo” en la manzana C. Los objetivos técnicos detallados: -Preservar el centro histórico de la destrucción. Protección Patrimonio. Catálogos. -Integrar el Patrimonio dentro del contexto económico y social de la ciudad confiándole una “función activa” como equipamientos. 17 / 57 10 -Dotar a la ciudad histórica de todos los estándares técnicos y servicios necesarios -Racionalizar la caótica red viaria y predisponerla a destinar tramos incompatibles al tráfico al uso exclusivamente peatonal. El Método: Análisis minucioso con “Fichas individuales” de todas las tipologías. Categoría A: Grandes conjuntos monumentales. Categoría B: Edificios complejos con patios. Categoría C: Edificios privados de viviendas obreras y artesanas del XVI al XVIII Categoría D: Edificios privados tradicionales con variaciones de escala y tipo. Programa de conservación: Clasificación de las posibilidades operativas de intervención, no solo en monumentos sino también en los edificios que conforman el ambiente urbano, hacia los cuales se vuelca el vivo interés de nuestra actual cultura urbanística. Formas de intervenir sobre los edificios: 1Restauración con conservación integral. 2“Repristino” Rehabilitación. 3Reconstrucción previa demolición parcial o total. Conclusiones: La experiencia de Bolonia demuestra que es posible un uso renovado de la vivienda en las ciudades históricas dentro del respeto a los caracteres urbanísticos originarios. El tráfico motorizado, es incompatible con el tejido urbano de la ciudad histórica, al menos en los niveles actuales. Admitir el tráfico actual, implica aceptar graves alteraciones en la trama urbana. La reutilización de los grandes “contenedores históricos” Conventos, Iglesias Palacios, huertos etc., con usos nuevos de “equipamiento social” básicamente docentes. Necesidad de gestión pública directa. Solo de la gestión pública asegura que los objetivos sociales de mantenimiento de la población residente, se cumplan y no sean desvirtuados por la iniciativa privada. En ocasiones se ha criticado de la experiencia boloñesa, que la metodología proyectual es excesivamente cerrada y formalista. Y que es de difícil traslación a otras ciudades menos valiosas. Los mejores resultados se dan en ciudades históricas monumentales. En España las ciudades de Salamanca y Santiago de Compostela. 18 / 57 10 1.4. LOS CENTROS HISTÓRICOS DE LAS CIUDADES ESPAÑOLAS El proceso de degradación material y social Un simple recorrido por nuestras ciudades históricas, puede ser suficiente para comprobar el estado de degradación física y social en que se encuentran los barrios históricos y del proceso de destrucción del patrimonio histórico edificado, como lo evidencia el gran numero de ruinas y solares existentes. El proceso que conduce a la destrucción de una ciudad histórica expresado de forma sintética puede ser denominado espiral degradación –renovación. El proceso comienza por la perdida de población, precisamente la más joven, atraída por las mejores condiciones de habitabilidad de las zonas modernas. Si el planeamiento crea expectativas de rápido beneficio, se inicia la rápida obsolescencia de las edificaciones, que se manifiesta con el abandono de las viviendas, de los talleres y de los comercios, en la falta de mantenimiento de calles, infraestructuras y espacios públicos. Las declaraciones de ruina y los derribos se suceden de forma vertiginosa. El comercio falto de clientes, entra en decadencia y los cierres de traspasos no tardan en generalizarse. A estas alturas del proceso, la degradación ya es general y a ella suele contribuir la entrada de grupos y actividades marginales, incluso delictivas: tribus urbanas, ocupas, inmigrantes ilegales, tráfico de drogas etc., etc. El deterioro social fuerza la salida de los residentes que todavía pueden hacerlo, con lo que el barrio se empobrece todavía más y se deteriora hasta extremos, que convierten el barrio en un territorio desolado. El proceso termina cuando la opinión pública “sensibilizada” convenientemente por los medios de información, reclama la adopción de medidas urgentes para acabar con tal “vergüenza” y sanear la zona. Ejemplo Barrio: de pescadores de Valencia a principios del XX. Sanear quiere decir renovar, derribar las últimas casas ruinosas y construir un moderno barrio a la “medida de las necesidades de la sociedad actual”. Consecuencia: Desaparece cualquier vestigio histórico; a lo sumo se salvará algún monumento convenientemente aislado que le dé al barrio un “tono” de calidad. Por supuesto que, de la población primitiva, que constituía parte de la personalidad y naturaleza de la ciudad histórica, no quedará ni rastro. En su lugar un limpio y moderno “Centro urbano” se habrá levantado, sin que la ciudadanía haya podido darse cuenta de lo que pasaba, antes de que fuera demasiado tarde. 19 / 57 10 1.4.1. EL PLANEAMIENTO PARA LA CONSERVACIÓN El Plan Especial de Protección de la Villa de Madrid Durante el ciclo “degradación – renovación de los años 60-70, el centro histórico de Madrid perdió elementos arquitectónicos valiosos y se vio afectado por operaciones de recalificación física y social, en el más puro estilo “Urban renewall”. La oposición ciudadana y de colectivos profesionales a las operaciones de derribos, fuerzan a la Administración a intervenir para poner coto a la paulatina destrucción de la ciudad. En 1977 se aprobó un “Catalogo” de protección del Patrimonio Arquitectónico que incluía a 3.000 edificios. Representa una intervención de la cultura de la protección, forjada en torno a los análisis tipológicos y morfológicos de la ciudad histórica. Este entendimiento de la ciudad como una Arquitectura, es deudor de la influencia italiana, en la que destacan las obras de los arquitectos Rosi, Aymonino, Cervellati, Scanavini, entre otros, y sirve para articular una vía de protección física a la ciudad, dado que el Catálogo prohíbe la demolición de los edificios incluidos en él. El Plan Especial de Protección de la Villa de Madrid de 1980, con los mismos criterios del Catalogo, prima la defensa individualizada de los edificios en tres niveles de protección: Nivel 1 Nivel 2 PE Nivel 3 PA PI Protección Integral. Protección estructural. Protección Ambiental. En la normativa, indica según niveles de protección los tipos de obra que pueden realizarse en cada edificio: Conservación, Restauración, Consolidación, Rehabilitación, Reestructuración, o nueva obra. Las elecciones de 1982, con la llegada de los Ayuntamientos democráticos, van a significar un cambio de rumbo en la política urbana del Ayuntamiento de Madrid, que plantea tres líneas prioritarias de actuación: 123- Restricción y ordenación del uso terciario. Recuperación residencial y apoyo a funciones productivas. Rehabilitación y mejora del patrimonio arquitectónico. Es el primer instrumento normativo de una línea política de “RECUPERACIÓN URBANA”. Este Plan Especial, es uno de los pilares de la nueva concepción estratégica del urbanismo madrileño, en la línea de “La salvaguardia de la ciudad existente”. En el Plan Especial de la Villa de Madrid, se sintetiza y cristaliza toda una década de reflexiones culturales y doctrinales sobre el fenómeno de lo urbano. El Plan Especial, se alinea por la conservación, protección y defensa del patrimonio urbano. Toma postura contra el despilfarro especulativo. Asume la defensa del residente y de las actividades tradicionales frente a la expulsión a la periferia de las clases populares. Es el defensor del mantenimiento de las señas de identidad, que la ciudad, a través de su estructura urbana, representa para la población. 20 / 57 10 1.4.2. Los Planes Especiales de la Ciutat Vella de Barcelona Barcelona ha ordenado la planificación y la gestión de Ciutat Vella mediante la división en cuatro sectores: Barri gòtic: Ciudad romana, ciudad medieval, Catedral y Plaça San Jaume. Sector Oriental: Ciudad medieval formada en los siglos X a XIV. Raval: Formado en XVIII y XIX sobre los caminos, conventos e Iglesias medievales. Barceloneta: Nueva ciudad de la Ilustración construida extramuros en el XVIII. La superficie de Ciutat Vella es de 386 Ha que representa el 4 % del municipio. Los habitantes en los 70 eran 118.940 que representaban el 7 % de la ciudad. La densidad media es de 300 hab/Ha y en algunos puntos llega a 700 hab/Ha, mientras que la media de toda la ciudad es de 180 hab/Ha. La perdida de población desde 1974 es del 40 por 100 de reducción por el despoblamiento y por el proceso de marginación social. Las fuertes densidades de población y de actividades, están apoyadas por una estructura viaria muy débil, ya que fuera de elementos importantes como Rambla, Vía layetana y Paseo Colón, que definen el perímetro de los barrios, el tejido urbano se organiza sobre una red de calles de 3 a 6 metros de ancho. El déficit de equipamientos públicos, a pesar de su centralidad es de los más altos de Barcelona, sobre todo escolar y sanitario. La degradación de la vivienda, es tema central de la problemática antigüedad de la edificación, a la que se añade la afección centenaria de la apertura de vías proyectadas, que han congelado cualquier iniciativa particular para mejorar y renovar las viviendas. Resultado es que la Tasa de mortalidad infantil es doble que la de otros distritos de la ciudad. La esperanza de vida es inferior varios años a la media. Propuestas urbanísticas de los Planes Especiales de Barcelona. Los Planes Especiales de Ciutat Vella, son instrumentos de planeamiento para la mejora y rehabilitación de estos barrios. Sus programas de intervenciones conjugan la puesta en valor de las áreas y elementos de interés arquitectónico e histórico o ambiental, con la necesaria mejora de las condiciones de residencia a través de operaciones de: ESPONJAMIENTO, REEQUIPAMIENTO, REHABILITACIÓN y de SUSTITUCIÓN de las viviendas no recuperables. PERI del Raval: hay que destacar la recuperación de diversos edificios de notable interés arquitectónico, actualmente en desuso, como equipamientos al servicio del barrio y de la ciudad: Casa de la Misericordia, Casa de la Caritat, Convent dels Angels, etc. Así como de importantes operaciones de esponjamiento en las zonas más degradadas: parc de Sant Pau, plaça de la Caritat etc., constituyendo un nuevo eje de actividades conocido como el proyecto “Del Liceu al Seminari”, de los arquitectos Clotet y Tusquets. PERI Sector Oriental: se plantea la remodelación de su parte más degradada, creando un gran jardín derribando edificios; cases de Fontseré, quarter de San Agustí, etc., que permitan redistribuir y reducir la densidad de población, a la vez que mejoran las dotaciones a escala de barrio. 21 / 57 10 TEMA 1.5. LA CIUDAD HEREDADA. LAS TRANFORMACIONES DEL CENTRO HISTÓRICO DE VALENCIA 1.5.1. VALENCIA FUNDACIÓN ROMANA El solar preurbano valenciano En época romana las desembocaduras de los ríos Turia y Júcar estaban unidos por la Albufera. El suelo eran aluviones sedimentarios del río, tierra pantanos, insalubre solo apta para cazadores de aves acuáticas. El punto exacto se sitúa en el lado meridional del Turia, en donde era cruzado por la Vía Augusta, sobre una isla fluvial producida por una bifurcación del río. Los poblados ibéricos más próximos, Edeta, Torís, Cullera, Saitiabi estaban muy alejados. Sagunto era la ciudad romanizada más próxima. El paso del río de la Vía Augusta se haría por la cota 12 metros sobre el mar, huyendo de las marismas litorales, confinadas por un rosario de dunas que las separaban del mar. En el centro de la isla fluvial hay pequeñas elevaciones por encima de los 17 metros, en el punto de la actual plaza de la Virgen. Es lógico pensar que los romanos se preocupasen de defender el paso del río con una cabeza de puente. La fundación de la ciudad. Valentia ciudad romana tiene acta de nacimiento, en un texto de Tito Livio, reproducido en una losa del centro de la plaza de la Virgen. La fundación romana no admite discusión, ya que coinciden los textos, la epigrafía y la arqueología en la fecha: año 138 antes de C, año siguiente del asesinato de Viriato. La isla fluvial del río acogió, según Tito Livio, a los soldados romanos licenciados de la guerra contra Viriato. Roma les dio la categoría de colonos, con tierras para cultivar, repartidas con el sistema de las centuriaciones. La vida inicial de la nueva ciudad no fue tranquila, en el año 75 antes de C, en época republicana, sufrió la primera destrucción durante las guerras de Sertorio. En la época imperial se consolidó el recinto urbano que se extendía entre la Plaza de la Reina hasta la plaza de San Llorens y de la calle de Serranos a la plaza del Arzobispo. En las excavaciones de la Almoina, se ha sacada a la luz el “Foro”, en la actual plaza de la Virgen, donde confluyen el “cardo” (carrer Salvador a carrer del Micalet) y el “decumanus” (carrer Palau del Almirant a carrer del Caballers). 22 / 57 10 1.5.2. LA CIUDAD ARABE. ELEMENTOS PARA UN ANÁLISIS DE LA ESTRUCTURA DE LA CIUDAD ANTIGUA Valencia árabe: Murallas arrabales y atzucats La llegada de los árabes a la ciudad se produjo hacIa el año 718. La nueva cultura del Islam se asentó en la ciudad durante 5 siglos, de tal manera que le confirió un carácter específico, del cual todavía perduran ciertas “trazas”. Tenemos escasas noticias del periodo califal, siglos VIII y IX, salvo la destrucción casi total de la ciudad por Abd-al-Rahman I entre 778-779. La Valencia árabe, adquirió su máximo desarrollo económico de base agrícola hacia el siglo XI. Este periodo coincide con el reino Taifa de Abd-al-Aziz (1021-1061), a quien se debe la construcción de la “muralla árabe” y de la Almunia palacio real y parque de esparcimiento junto al raval de la Vilanova. Parque que más tarde fue aprovechado para el palacio de los reyes cristianos y después de los virreyes hasta que fue derribado en 1811 por supuestas razones militares. En su ubicación se encuentran los actuales Jardines del Real o Viveros. Esta muralla de 2,6 Km., estaba reforzada por torres “semicilíndricas”, tenía foso y barbacana y siete puertas. Su trazado se puede seguir en el plano de T.V. Tosca de 1805. Los restos actuales están en la torre del Àngel, la torre del portal de Valldigna, torre Mare Vella, Torre de Caballeros, etc. Este recinto amurallado engloba la ciudad romana y ocupa la totalidad de la isla fluvial formada por la antigua “difluencia” del Turia, aunque cuando se construyen estas murallas, el curso fluvial ya había cesado. El recinto árabe triplica el romano, ocupa 47 Ha y acogía 15.000 habitantes, llegando a ser la ciudad más populosa de la zona oriental de “Al-Andalus” con 3.800 viviendas. Loa restos de la muralla árabe eran aún muy numerosos en el siglo XVIII, en que Pascual Escalpés en 1738 pudo dibujar su perímetro sobre un plano de Vicente Tosca de 1704. Estructura urbana. La Madina al-Turab es decir “Ciudad de Tierra” edificada encima de un suelo de aluvión con calles tortuosas y callejones sin salida “atzucats” , que siguen las vías radiales que unían las puertas de la muralla con la mezquita mayor y otras 12 mezquitas. La ciudad islámica reservó casi todo el sector oriental para el alcázar y residencias o viviendas privadas y el sector occidental para todo tipo de actividades artesanales, incluyendo las casas y las posadas para el trasiego comercial. Algunas calles estaban especializadas en determinadas artesanías como prueba el nombre de las mismas, peleteros, pellejeros, tejedores, algodoneros, etc. Los barrios estaban yuxtapuestos y autónomos, distinguidos por matices tribales ó étnicos. La judería entre ellos, tenía su propia cerca, entre la actual Universidad y la calle del Mar. El Almodí o palacio real, junto a l´Almoina. Zocos había diversos y el principal “L´Alcaisarya” ocupa una situación próxima al Mercado Central. Las viviendas pequeñas, alrededor de un patio central con pozo y jardincillo. Faltan espacios libres. Los baños abundantes, nos queda uno solo, Los Baños del Almirante. 23 / 57 10 Los arrabales exteriores al recito fortificado, como en toda ciudad árabe estaban bien desarrollados. Alcudia en camino del norte, en la calle de Sagunto. Vilanova al otro lado del río con el palacio real. Raval de la Roqueta en el histórico camino del sur, donde se había congregado la mozarabía junto al templo de San Vicente. Ruzafa, residencia real de verano. Roteros, barrio de curtidores al Oeste, junto al río. La Boatella junto al zoco o Alcaisería. La Xerea en el camino del mar. Acequias, huertos y jardines. El arrabal de Ruzafa. Durante el periodo califal, la agricultura valenciana alcanzó un alto grado de desarrollo y el paisaje de L´horta de Valencia, comenzó a adquirir su fisonomía característica. Se produjo la introducción de diversas especies orientales, como el arroz, la naranja y el pomelo y también se inició el cultivo del “canyamel”, base de la industria azucarera. Valencia, pudo progresar realmente cuando la comarca que es su soporte estuvo bien drenada y bien regada y llegó a ser una huerta fértil con alto nivel agrícola. Esto se logró gracias a la red de las acequias del Turia. La de Moncada, Tormos, Mestalla y Rascanya en la margen izquierda, y las de Quart, Mislata, Favara, Rovella, cuyos derechos cedió Jaime I a sus usuarios según era costumbre en tiempos musulmanes. Rovella es la acequia de la ciudad. Nace en el azud próximo a la “pechina” y se dirige a la ciudad por el Oeste, siguiendo el trazado del acueducto romano y regaba la primitiva huerta del Carmen en el cual se ha localizado un molino de agua de la época califal. Los arqueólogos han documentado la existencia de un ramal de la acequia de Rovella de origen islámico, junto a los trazos o rolls que se abrían en el curso madre dentro del barrio del Carmen. Este “roll” entraba por la calle de la Corona y se bifurcaba en la confluencia de las calles de Salvador Giner y Na Jordana, dirigiéndose un tramo hacía el convento del Carmen y otro al Portal Nou, donde regaba diversos huertos allí existentes. El brazo principal de la acequia de Rovella recorre la calle de la Corona y se dirige hacia el sur, atraviesa el Tossal y por las calles Moro Zeit y Pie de la Cruz se dirige al raval de la Boatella. Sigue por la actual calle de las Barcas, rozando la muralla y alejándose de la ciudad para ir a verter las aguas sobrantes en el tramo final del río Abd Al.là al-Balansí reconstruyó y repobló Valencia después de la destrucción de 778. Se había criado en l´almúnia que su padre Abd-al-Rahman I había construido en Córdoba, a la cual había dado el nombre de al-Ruzafa, porque añoraba los fastuosos jardines de la residencia llamada Ruzafa que su abuelo Hixam había construido entre Palmira y el Eufrates. Por eso al-Balancí cuando señoreo Valencia, se hizo construir al sur de la ciudad, una “almúnia” y residencia de recreo próxima a la Albufera, que llamó también Ruzafa, en el lugar donde siglos después se desarrollaría un activo y populoso raval. El palacio de Ruzafa desapareció pronto, pero los jardines subsistieron durante más de cuatro siglos y fueron muy elogiados por los escritores árabes del siglo XIII. A pesar de su nombre, la pobladísima barriada actual de Ruzafa, no dispone de ningún jardín público. 24 / 57 10 1.5.3 LA CONSTRUCCIÓN DE LA CIUDAD CRISTIANA El crecimiento radiocéntrico de la ciudad cristiana Tras la conquista y la entrada triunfal en la ciudad del 9 de octubre de 1238, el rey Jaume I, procedió mediante el “Repartiment” a distribuir entre sus compañeros de armas, la propiedad de las casas de la ciudad que pertenecían a los vencidos. Este reparto de las 1.615 casas del “botín de guerra” produjo una compartimentación de los barrios según la procedencia de sus habitantes. A los procedentes de Barcelona les correspondieron 503 casas, a los de Montpelier 150, a los de Tarragona 127, a los de Tortosa 147, a los de Lérida 141, a los de Teruel 267, a los de Zaragoza 99, de Calatayud 104, de Daroca 127, etc. y a otros en cantidades menores. Los musulmanes que no se dirigieron al exilio, quedaban expulsados fuera de la ciudad y confinados en la “Morería” con su propia mezquita, que más tarde será la parroquia de San Miguel. La Judería, que ya existía era un recinto cerrado muy poblado, que reunía al 6,5 % de toda la población. Era denominado el “call” de la calle del Mar. A extramuros, delante de la Alcaicería se organizaba el mercado al aire libre, en el mismo sitio que ha venido celebrándose diariamente hasta primeros años del XX en que se construyó el Mercado Central junto a este mismo espacio. La nueva estructura parroquial se organizó sobre las mezquitas existentes que fueron convertidas en parroquias y luego construidos los nuevos templos cristianos. Esta construcción de nuevas iglesias supuso la introducción del gótico en la ciudad, un gótico austero, cisterciense. Se conocen como las parroquias fundacionales: Sant Tomás, Sant Andréu, Sant Martí, Santa Caterina, Sant Nicolau, Sant Bertomeu, Sant Llorens, El Salvador, Sant Esteve, Sant Joan de l´Hospital, Santa Creu y la Seo. El trazado de calles de la ciudad, en los primeros años conservó las características de las calles musulmanas, y también se conservó la muralla árabe, pese a las disposiciones sobre modificación de alineaciones y mejoras sanitarias dictadas por los reyes. Los primeros conventos se situaron alrededor del primitivo recinto árabe y cuando pudo ser, al lado de los caminos de acceso a la ciudad. Fueron estos los de Sant Francesc, Sant Agustí, les Magdalenes, el Carme, la Trinitat y Sant Doménech. Tienen una influencia fundamental en el posterior crecimiento radiocéntrico de la ciudad, ya que son focos de atracción alrededor de los cuales se forman núcleos habitados. Los primeros edificios públicos que construyen los nuevos habitantes son el “Almudín” en 1307 y la Casa de la ciutat en 1311. Se encuentran ya consolidados nuevos barrios sobre las arrabales islámicos extramuros: Roteros, Boatella, Xerea, Alcudia, Vilanova. Dos nuevos puentes de piedra, el de la Trinidad y el del Real se construyen sobre el río en el siglo XIII. La burguesía medieval convirtió a Valencia en una “ciudad hanseática” que en siglo XIV alcanzaba los 25.000 habitantes. 25 / 57 10 Este crecimiento extramuros se consolida rápidamente y hace necesaria una nueva “Muralla”. Fue ordenada levantar en 1356 por Pedro el Ceremonioso, ante la amenaza de los ataques de pedro el Cruel, rey de Castilla, y ha estado en pie hasta 1865. Fue encargada de su construcción la junta municipal. La cual en el año 1406 se reorganizó y tomo el nombre de “Fabrica de Murs i Valls”, y se encargó también de los puentes y de los pretiles del río. Esta institución es legítimo orgullo de la Valencia foral. La nueva muralla cristiana, amplió el recinto ciudadano por el Oeste, el Sur y el Este, regularizó el trazado incluyendo los arrabales y numerosos huertos, la morería y todos los edificios conventuales. Al pie de la muralla había un “vall” o foso de 9 metros que recogía los residuos y las aguas sobrantes de la ciudad. Los muros, aunque altos y gruesos, eran solo de tapial y levantados con la tierra extraída al excavar los fosos. Tenía doce puertas y algunas torres altas y desiguales. Destaca la puerta monumental de Serranos construida en 1392-98 en sustitución de la antigua puerta de Roteros. Son una de las mejores muestras del gótico militar de toda Europa. Su constructor, el maestro Pere Balaguer se inspiró en la puerta Real del monasterio de Poblet. Son tan majestuosas, que más que unas torres defensivas parecen un arco triunfal El nuevo recinto de la muralla medieval incluía un área urbana que triplicaba la de la ciudad musulmana, con una superficie de 142 Ha. De hecho resultaba demasiado grande ya que comprendía bastantes sectores sin urbanizar. Además de los amplios huertos de los numerosos conventos, que venían a hacer el papel de zonas verdes de la ciudad, había gran cantidad de solares sin edificar, entre los cuales había pequeñas barriadas más o menos autónomas. El Centro Urbano, estaba en el mismo lugar de la ciudad romana e islámica, ahora construido de nuevo en la plaza de la Seo, donde se situaban el Ayuntamiento y la Seo, reuniendo el poder civil y el religioso en el nuevo centro representativo medieval. En el interior de la ciudad, pese a las continuas rectificaciones de alineaciones efectuadas en el trazado de las calles, perduraba la trama árabe. La trama urbana era en opinión “dels Jurats” estrecha y mezquina, con muchas calles estrechas y con otras deformidades. Siglo XV. El siglo de oro de la ciudad. La Universidad de Valencia creada por el Papa Alejandro VI en 1492, se instaló en un pequeño edificio situado en un extremo de la Judería, las obras fueron iniciadas por Pere Comte, autor de la Lonja y de la Generalitat. En 1483, la población es de 75.000 habitantes, Valencia ya era una gran ciudad a nivel europeo. Este aumento demográfico corresponde a una etapa de esplendor y es entonces cuando se construyen los mejores edificios góticos de la ciudad, como La Lonja, el Palau de la Generalitat y les Torres de Quart. Calles radiales: Serranos, Caballeros, San Vicente y calle del Mar. 26 / 57 10 En el siglo XV en España, Valencia solo era superada en población por Granada. Barcelona tenia 30.000 ha, Palma de Mallorca 15.000 hab. La inmigración de población a Valencia, supero el trauma de las pestes. Vistas de Antonio van den Vijngaerde. El recogió en pleno siglo XVI, por encargo de Felipe II las Vistas de Valencia en 1563, que ofrecen la imagen de una ciudad medieval consolidada, en su mayor esplendor con 75.000 habitantes. La ciudad del XVI. Nuevos monasterios. La ciudad conventual. La Contrarreforma. Sobre los restos de la Judería, asaltada y quemada por el pueblo de Valencia, se levantaría el colegio del Corpus Christi o “El Patriarca” por encargo del Beato Juan de Ribera. El edificio más representativo de renacimiento italianizante valenciano y reducto implacable de la espiritualidad tridentina. Se levantaron además del Patriarca, muchas otras edificaciones monásticas, como San Sebastián 1536, La Corona 1563, San Joaquín y Santa Ana 1564, la Sang 1596, Peu de la Creu 1597, San Gregorio 1600 y Santa Mónica 1603. Como consecuencia de todas estas nuevas fundaciones, la ciudad altera su fisonomía y es fácil entender que se utilice el adjetivo de “Conventual” para referirse a la ciudad en este periodo. Ejes del siglo XVI: La calle Mayor es ahora la Calle del Mar. Entre la complicada red viaria, comienza a cobrar importancia la calle del Mar, que se convierte en el principal eje de la ciudad y favorece la apertura del núcleo urbano hacia el mar. El Centro comercial de la ciudad, continua situado en la plaza del Mercat, que además es el lugar de frecuentes celebraciones ciudadanas, lúdicas y religiosas. Gremios. Es destacable la situación agrupada de los diferentes oficios en la ciudad, que al asentarse cada uno en una misma zona, compartimenta funcionalmente la ciudad por oficios y profesiones calles Corretgeria, Tapineria, Cadirers, Les Barques, son topónimos menestrales. En las Obras Públicas, cobra relieve el interés dedicado al río. Al puente de Serranos 1518, se añade el puente del Mar 1596 y el del Real 1599. Es el conjunto monumental más completo que nos ha legado la Fabrica de Mura i Vais, junto con la muralla adyacente, ya desaparecida, además de los pretiles y taludes que geometrizaban ambas orillas a lo largo de su recorrido urbano. También el alcantarillado y la defensa contra las inundaciones. En cuanto a Espacios Abiertos, solo en el Noroeste de la ciudad quedaban huertos extensos que ocupaban gremios como los pelaires, tintoreros o sogueros para ejercer su actividad. Siglo XVIII. El Barroco. Plano de Mancelli 1608. Marcado por la depresión económica provocada por la expulsión de los moriscos en 1609, en la que un 30 % de la población fue expulsada del Reino de Valencia. A pesar de ello, la penuria económica, no fue obstáculo para que continuase la edificación de conventos, que se añadían a las fundaciones medievales y renacentistas ya numerosas. 27 / 57 10 Durante el barroco, siglo XVIII, el poder eclesiástico en Valencia fue impresionante. La mayoría de los establecimientos conventuales de nueva fundación cupieron, gracia a su amplitud, en el recinto amurallado de 1356. La expansión clerical después de las Germanías, en el XVI, supuso la creación de doce nuevos conventos en 60 años. Las posesiones eclesiásticas a principios del XVIII ocupaban un sexto del espacio intramuros. Los nuevos conventos formaban una corona de emplazamientos fuera de la muralla árabe y junto a la muralla del siglo XIV. La Valencia de esta época, en resumen llegó a contar con 14 parroquias y 42 conventos, 7 de ellos extramuros, aparte de cuatro casas de Ordenes Militares, de la Inquisición y diversos Hospitales. Las cúpulas, los campanarios y las fachadas de las Iglesias conferían carácter a la ciudad, ya bastante compacta sobre todo vista desde el Sur en un plano en perspectiva de F.A, Casaus de 1693. El plano de Antonio Mancelli de 1608, es la primera representación que combina la visión perspectiva y cenital de la ciudad, en la fase inmediatamente anterior a la expulsión de los moriscos. La morfología urbana de Valencia sigue siendo medieval, con barrios viejos intramuros y nuevos extramuros, con alineación radial del crecimiento posterior a la conquista y replanteo de nuevos edificios. Aparecen reflejadas en el plano, dos grandes plazas. La plaza del Mercat, con una horca en el centro, y la plaza de San Francesc, frente al convento de San Francesc. La Rambla de Predicadors, se prolonga junto a la muralla Noreste. En las calles radiales destaca la prolongación de la calle San Vicente hasta el centro donde enlaza con la calle del Mar. La salida Oeste desde la plaza de la Mare de Deu, calle Caballers, calle de Quart. El Bordell, o “Pobla de fembres pecadrius” entre la calle de la Corona el Portal Nou y la muralla, bien ordenadas aparecen las casitas. Cinco Puentes de piedra. Arrabales, aparecen: Ruzafa, San Vicent, San Sebastián, el raval de Morvedre. Plano del Padre Tosca. 1704 y 1738. Un siglo después de la expulsión de los moriscos, la situación da un vuelco espectacular. El plano del padre Tosca de 1704 recoge una situación de una ciudad de 40.000 habitantes como repercusión de la crisis posterior a la expulsión de los moriscos. En 1735 ya eran de nuevo 75.000 los pobladores, cifra que se doblará a finales del XVIII. La imagen que revela el plano del Padre Tosca de 1738, corresponde a una ciudad de fachadas, donde Sant Joan del Mercat, una iglesia gótica totalmente renovada, con su nueva fachada posterior, barroca, colocada frente al espacio abierto más céntrico de la ciudad, da la medida de la barroquización de la ciudad. Lo mismo ocurre con la torre barroca de la iglesia gótica de Santa Caterina. Entre plano, manuscrito y grabado, aparece la Casa de Armas convertida en “Ciudadela” dominante, con una torre que se cierne sobre la ciudad vencida por los Borbones. 28 / 57 10 Además aparece por primera vez, al otro lado del río, la Alameda datada en 1626. Paseo arbolado en la margen izquierda del río. Los arrabales alrededor de la ciudad aparecen estabilizados. Es la época de Carlos III y de la Ilustración, con el nuevo estilo neoclásico en fase de abundantes realizaciones. Nuevos edificios: La Aduana, actual palacio de Justicia, les Escoles Pies, el edificio del Temple, hoy Gobierno Civil, nuevos campanarios, Basílica de la Mare de Deu. El Camino nuevo del Grao, de 1788 –1802, que sustituye a los anteriores Camí Fondo y Camí Vell. Importante nueva vía de unión entre la ciudad y su puerto. 29 / 57 10 1.5.4. LA CIUDAD QUE CRECE SOBRE SI MISMA LOS PROCESOS DE REEDIFICACIÓN DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX El proceso de ajuste y remodelación interna de la etapa 1808 – 1865 puede dividirse en tres periodos diferenciados durante los cuales, la acción transformadora de la ciudad, va pasando poco a poco de tener un carácter puntual para concretarse finalmente en propuestas globales de actuación sobre la ciudad. Primer periodo. 1808. Llegada de las tropas napoleónicas. Proceso del sitio y conquista de Valencia. El dominio de los franceses sobre la ciudad será corto pero significativo para las reformas urbanas. Durante el sitio a la ciudad se produjo la demolición del Palacio Real situado extramuros, para que no pudiera ser utilizado por las tropas asaltantes. El periodo de dominio francés, se caracteriza por la apertura de nuevas plazas y el ajardinamiento de numerosos espacios urbanos. El primero es el jardín de la plaza de la Aduana, actuales jardines de la Glorieta. Después de la constitución de Cádiz de 1812, se continúan estas acciones con los jardines del Parterre y las alamedas de Serranos. En el recinto intramuros continúan las tímidas y puntuales rectificaciones de alineaciones. Y se inicia una fase de apertura de nuevas calles a partir de los nuevos espacios disponibles que resultan de la desaparición de los cementerios urbanos de su localización intramuros, junto a las Iglesias. Localizaciones que han sido prohibidas por las nuevas leyes con criterios higiénicos. Para este nuevo cometido, las ciudades, por imposición legal, levantan los planos Geométricos. Segundo periodo. Desamortización de Mendizábal 1836. Esta ley, hizo cambiar de propiedad 16 conventos intramuros y el 6% de los edificios urbanos. La ciudad contaba con 46 conventos. En estos 26 conventos se emprendieron derribos que posibilitaron mejoras viarias y la edificación de algunos equipamientos urbanos. Sobre el convento de las Magdalenas, se edificó el Mercat Nou. En el lugar de un antiguo “escorchador” derribado junto a la “alcaicería” se inició la construcción de la plaza Redonda, diseñada con una “ordenanza dibujada” Tras el derribo del convento de las Monjas de la Puridad se construyeron nuevas viviendas con la apertura de las nuevas calles de Moro Zeit, Conquista y Rey D. Jaime. También se realizo la edificación en el huerto gremial de En Sendra en el Portal Nou. Los suelos de los conventos desamortizados en 1836, supusieron la posibilidad de la primera experimentación urbanística, que permitió el trazado de nuevas calles, autentico “paradigma” del ideario urbanístico del neoclasicismo, con la incorporación de nuevas técnicas como fue la “Ordenanza dibujada”. Tercer periodo. Llegada de José Campo a la Alcaldía en 1843. Periodo de gran actividad renovadora que exigió la promulgación de un Reglamento de Policía urbana y rural en 1844, y la ejecución de un plano fiable de la ciudad en 1853, el “plano Geométrico” que sirvieron de base para definir un esquema normativo y funcional y el trazado viario del nuevo modelo de ciudad. El nuevo concepto urbano y la posibilidad de aplicar medidas expropiatorias, dio pie a un proceso de cambio de localización de funciones urbanas: 30 / 57 10 Instalación de la primera Estación de ferrocarril en 1852 en el huerto del convento de San Francesc. La construcción de la plaza de toros en 1857-1860. Traslado del ayuntamiento de la plaza de la Seo a la de San Francesc. Primera línea de ferrocarril de Valencia al Grao 1852. Todo esto inicia el desplazamiento de la centralidad urbana hacia el Sur, mientras que el sector opuesto a la burguesía canalizaba las consecuencias de la crisis textil de la seda, hacía la creación de centros asistenciales como la Beneficencia y el Asilo de Párvulos. Pero las reformas operadas al interior de la ciudad que en 1850 acogía una población de 100.000 habitantes (hoy día solo son 35.000 hab.) son insuficientes para mejorar las precarias condiciones en que se encuentran las casas por la concentración de habitantes en exceso en el interior de estas casas. Entonces se inicia el camino para ensanchar de nuevo el perímetro amurallado y crear una nueva superficie, adicionando al viejo núcleo, un nuevo trazado de calle y plazas alrededor de la ciudad lineadas sobre una avenida central de 25 metros de anchura. Sus autores, los arquitectos Calvo, Monleón y Sancho, pretenden con esta propuesta de 1858 presentar una alternativa global, al desarrollo urbano, en vez de intervenciones menudas y puntuales que hasta entonces se habían realizado, y proponen nuevas calles amplias y rectas. 31 / 57 10 1.5.5. CAMBIOS FUNCIONALES Y ESPACIOS VACIOS El nuevo centro burocrático. La Plaza de Tetuán La Plaza de la Aduana, en la fase del dominio francés, el primer proyecto desarrollado en el marco de la idea de “Ciudad-Museo”. “PUNTO NODAL” de la ciudad, que parte de una situación previa: -constituido por el inicio del Puente del Mar y el convento de San Juan de Ribera. Es el punto donde arrancan los caminos Viejo y Nuevo del Grao, que unen la ciudad con el puerto, con el Grao y con el Pueblo Nuevo del Mar. Este ENCLAVE: “Rotula” de la accesibilidad desde las instalaciones portuarias a Valencia, cobrará progresiva importancia a uno y otro lado del “cauce” del río. Es aquí, en este enclave donde el edificio de la Aduana, monumental, tenía un escenario que no le acompañaba. La Ciudadela y el llano del Remedio, sufrirán una serie de transformaciones ligadas a la renovación urbana de principios de siglo XIX, que la perfilará como un nuevo “Centro Burocrático”, situado en el límite exterior, alejado de los centros medievales de la Plaza de la Virgen y la Plaza del Mercado. La renovación de esta zona del llano del Remedio, es fiel exponente de la urbanística neoclásica. El proceso se inició con las obras acometidas bajo la ocupación francesa, con la ciudad al cargo del mariscal Suchet. -Derribo de las manzanas de casas existentes entre el palacio de Cervelló y la Aduana, sobre los solares resultantes se realizó un Jardín –Paseo, La Glorieta, terminado en 1817 con el cercado de barandilla de hierro, que años más tarde se trasladó a los jardines de Viveros. Ya en periodo constitucional, se siguieron las obras con el reacondicionamiento de los jardines del Parterre. A extramuros, entre la Puerta del Mar y el puente del Mar se trazó un nuevo “camino” proyectado por el arquitecto Gascó, que dio por resultado una calle recta, con andenes laterales, tipo “Bulevar” y con cuatro filas de álamos. Fue calificado entonces como uno de los mejores paseos de España. Estas tres obras articuladas, secuencia del recorrido desde el Grao a la ciudad, entrando por el nuevo Paseo de la calle Navarro Reverter, Glorieta y Parterre, ya daban el entorno adecuado a la Puerta del Mar y al edificio de la Aduana, y ejemplificaban la idea “albertiana” de un eje de acceso a la Capital. Con esta intervención se concluía uno de los episodios urbanísticos más importantes de la primera mitad del siglo XIX. Es la parte de la ciudad más renovada y con claros atributos de “NUEVA CENTRALIDAD”. La idea de la Ciudad Museo, hacía acto de presencia bajo un mariscal francés. Más tarde, en 1869, ya derribadas las murallas, la apertura de la calle de la Paz articularía esta intervención con el centro de la Ciudad. 32 / 57 10 1.5.6. LA REFORMA INTERIOR EN VALENCIA El centro frente al territorio. La accesibilidad En el caso de Valencia concurren circunstancias muy particulares. Estas radican en su particular posición territorial en una llanura costera, alejada del mar, aislada en una huerta especialmente fértil, con un sistema de asentamientos disperso en ese territorio y en situación de equilibrio hasta bien entrado el siglo XIX. La discusión sobre la forma del crecimiento de la ciudad a mediados del siglo XIX y la posterior realización, alteraría ese estado inicial de equilibrio con las primeras propuestas de Ensanche. En un corto periodo de tiempo, la ciudad perderá la identidad propia de la etapa anterior, para comenzar una dinámica de crecimiento que ante todo, se plantea como la sustitución de ese modelo de asentamiento polinucleado espontáneo por un crecimiento que incrementa artificialmente el desarrollo de la ciudad central. La uniformidad del crecimiento del Ensanche en forma de corona, dejaba a la ciudad antigua como centro geométrico. En paralelo al Ensanche y como complemento del crecimiento exterior, se plantean políticas de intervención en la ciudad antigua, que es lo que conocemos como “Reforma Interior”. En ella se plantean ambiciosas reformas urbanas, comprometidas sobre todo con las operaciones del nuevo “Centro Cívico”, en el cuadrante limitado por las calles de Paz y de San Vicente. Las transformaciones de los dos primeros tercios del siglo XIX sobre el casco antiguo de la ciudad pueden entenderse como un “crecimiento sobre si misma”, como un “crecimiento por transformación”, ligado no solo a la renovación del caserío existente, sino también a operaciones de nueva distribución de “Centros Cívicos y Comerciales”. Secuencia de intervenciones: La transformación del Centro Histórico de Valencia se inició con la creación del nuevo centro burocrático y representativo de la Plaza de Tetuán y Glorieta entre 1808-1814, es la Valencia neoclásica. Otro episodio aislado fue la construcción de la plaza Redonda entre 1839-1854. El derribo de las murallas medievales tuvo lugar en el año 1865. La apertura de la calle de la Paz, proyectada con 16 metros de ancho en 1868 y concluida 27 años después en 1903, con perspectiva al fondo de la torre campanario de Santa Catalina, que protagonizará la reconversión burguesa: Un “Eje” fuertemente caracterizado por excelentes Arquitecturas del eclecticismo fin de siglo que sustituirá a una calle radial interna, la histórica calle del Mar, que junto a la calle Caballeros habían sido el lugar tradicional de residencia de la nobleza y el clero. La calle de San Vicente, salida histórica hacía el Sur, sería sometida a una reforma de “Alineaciones” para darle una anchura de 14 metros, en 1906, en el tramo comprendido entre la calle Cerrajeros y la calle San Fernando, lugar más estrecho de aquella calle. Estas dos calles, el “carrer de la Pau y el de Sant Vicent” son las mejores de la ciudad, en opinión de Sanchis Guarner. 33 / 57 10 Al Norte de la ciudad, al otro lado del río, entre los puentes de Serranos y de la Trinidad se coloca la Estación de Madera de la red de cercanías de FEVE. Para darle conexión directa con la plaza de la Virgen se realiza la apertura de la calle Navellos, que sustituye a Serranos como inició del flujo peatonal Norte –Sur. Al Sur, se produce la traslación de la Estación de RENFE, desde su primitiva ubicación en el huerto del convento de Sant Francesc, hasta una situación próxima pero a extramuros, para permitir la circulación por el anillo de ronda de las murallas. Será la nueva Estación del Norte proyectada por Demetrio Ribes y construida entre 1906 y 1917. Otra importante reforma será la construcción del nuevo Mercado Central construido entre 1910 y 1926, para cobijar en un espléndido edificio modernista, a todos los puestos del mercado al aire libre que se celebraba diariamente en la plaza desde la conquista cristiana en 1238. Pero la clave de toda la “Reforma Interior” está en la reutilización del Convent de San Francesc, a partir de su demolición a principios del siglo XX; en la intervención sobre el barrio de “Pescadores” y en el traslado del Ayuntamiento desde su situación original en el inicio del “Carrer de Caballers” hasta la Casa Enseñanza. El derribo del barrio de Pescadores, se justificó en la degradación de la zona, que era el burdel de la ciudad y quedaba dando frente al nuevo Ayuntamiento. Los solares así creados se revalorizaron rápidamente a causa de la nueva centralidad del barrio, que con la instalación del edifico de Correos y del Banco de España reforzó su papel institucional. Los Planes de Reforma Interior para el Centro Histórico de Valencia. La institucionalización de la Reforma Interior en el último tercio del XIX producirá propuestas bien diferentes, que intentarán una intervención “Radical” mediante la apertura de “Grandes Vías” a través del tejido de la ciudad antigua, en las direcciones Noreste-Noroeste complementando la accesibilidad de las anteriores. El Plan de Luís Ferreres de 1891. Propone tres vías esenciales: 1- Una calle de 30 metros entre la Puerta de Ruzafa y el Puente de San José. Calle recta, con aceras de 7 metros y calzada para carruajes de 16 metros. 2- La continuación de la calle de la Paz hasta el Mercado. Incluye la reforma por ampliación de la Plaza de la Reina, para conseguir una Gran Plaza de la que carece la ciudad. 3- Ampliación de la calle de la Corona. A partir de las reformas de Haussmann, la teoría de la calle recta y ancha que cruza las zonas más degradadas de la ciudad, produciendo a su paso la regeneración y saneamiento de esta, cobra gran actualidad y pocas ciudades europeas escapan a estos proyectos de “Sventramento”. La propuesta de Aymamí de 1910. Arquitecto de la comisión de Reforma Interior del Ayuntamiento. En 1910 aymamí presenta un nuevo proyecto que es una reducción de la idea primitiva, comprendiendo la reforma únicamente: 34 / 57 10 - El trazado de las Avenidas del Oeste y del Real. La ampliación de la Plaza de la Reina. La Gran Vía del Oeste, está destinada al tráfico rodado, con un ancho de 25 metros y 1.360 metros de longitud. Recta desde la Iglesia de San Agustín hasta el Puente de San José. La situación del Mercado en su tramo central, es un apoyo a los argumentos de tráfico, para mejorar su accesibilidad, y en el momento en que el Ayuntamiento tenía prevista la construcción de un Mercado nuevo de hierro y cristal, para abastecimiento de los ciudadanos. Desde el punto de vista “morfológico” la Gran Vía del Oeste hubiera supuesto un cambio radical de la tipología edificatoria de la zona. El incremento de la altura de las edificaciones en las nuevas manzanas hubiese contribuido a alterar la fisonomía del barrio y hubiese incrementado notablemente la densidad. Con estas expectativas, quedan desvirtuadas sus intenciones de mejora circulatoria, pues un importante asentamiento humano, a lo largo de toda la avenida hubiera creado un núcleo comercial longitudinal que hubiese llegado a colapsar totalmente la nueva avenida. Como de hecho ocurrió con el tramo inconcluso de Goerlich. Valor Regeneracionista del Plan;. A juicio de la comisión de la Reforma Interior, los barrios del Hospital, de Velluters, de la Misericordia y del Carmen lindantes con la Avenida del Oeste, son “populosos e infectos” en los que domina el hacinamiento, por lo que a la nueva calle se le daba un valor Higienista. La Avenida del Real, supone enlazar el Centro Comercial de la plaza de la Reina a través del puente del Real con el Norte de la ciudad. Hubiese podido significar el comienzo de la urbanización de la margen izquierda del río y la consolidación del Paseo Valencia al Mar. Tiene un ancho de 40 metros, crea once manzanas nuevas y elimina callejuelas, y propone la ampliación a 40 metros del puente del Real. El objetivo era enlazar directamente por una ancha vía el punto culminante del comercio en la Plaza de la Reina con el puente del Real, por donde regresaba la “buena sociedad” de sus paseos por la Alameda, formado un copioso y brillante desfile de carruajes al anochecer. Lo que realmente se pretendía era una calle “Escaparate” espléndida de luz y suntuosidad, cuajada de valiosos edificios, reflejo de una burguesía en decadencia. La Plaza de la Reina. Definida por Aymamí como “punto culminante del centro de lujo”. A lo largo de la historia se han proyectado un sinnúmero de reformas. Aymamí pretende la vieja aspiración ciudadana de poseer una plaza amplia y rectangular según el modelo neoclásico. En el plano, el diseño de Aymamí, con un afán regularizador, queda desvirtuado por el acceso diagonal a la plaza de la Avenida del Real. También se preocupa por conservar la relación de la puerta Barroca de la Catedral, adecuándola a un entorno que permita una mejor valoración del Miguelete manteniendo su equilibrio volumétrico. Crítica al Plan de Aymamí. Utiliza la vialidad como medio de transformación de la ciudad. Es una técnica de “Sventramento” copiada directamente del parís de Haussmann. 35 / 57 10 Tiene una insensibilidad total hacía la desaparición de monumentos. Grave inarticulación de la propuesta de trazado, que se superpone rígidamente a la trama existente, con resultado de un nuevo viario poco vertebrado con el antiguo. En conclusión, estas propuestas están destinadas al fracaso por su elevado costo, ante la pobreza de los medios de gestión del Ayuntamiento de la época, y por ser esencialmente contradictorias con las posibilidades de crecimiento del Ensanche, que aún estaba sin consolidar, y que no las justificaban. La propuesta de Goerlich de 1928. Plan Aprobado en plena dictadura de Primo de Ribera. Las propuestas no son nada originales. La avenida del Oeste con 25 metros, la ampliación de la Plaza de la Reina, la prolongación de la calle de la Paz hasta las torres de Quart. Son las viejas propuestas de Aymamí con alguna ligera variación intrascendente. Presenta también propuestas complementarias: Una plaza semicircular en torno a las torres de Serranos, y un ensanchamiento de las calles que acceden a la Plaza del Ayuntamiento. Se trata de las calles de Blasco Ibáñez y la Avenida de Maria Cristina que enlaza directamente con el Mercado Central entonces acabado de inaugurar. Si durante la Dictadura, el alcalde de Valencia, el marqués de Sotelo no fue original en sus propuestas, si se le debe una eficaz gestión de las mismas. Aún así solo se realizaron en una mínima parte y solo lo relacionado con la Plaza del Ayuntamiento, entonces Plaza de Emilio Castelar, tratando de conseguir para el centro de la ciudad la Gran Plaza de la que carecía. Realizó la apertura de una nueva Avenida que prolonga la alineación de la nueva fachada del Ayuntamiento hasta la Ronda, con fondo de perspectiva la Estación de Ferrocarril del Norte. Otra realización llevada a término en estos años fue el proyecto de urbanización del ensanchamiento y rectificación de alineaciones de la popular calle “Bajada de Sant Francesc”. Esta reforma acentúa el carácter triangular de la Plaza del Ayuntamiento, cuyo trazado irregular podría haberse modificado en esta ocasión. Con todas estas obras, se consolida ya en los años 30, el NUEVO CENTRO CÍVICO ciudadano de la ciudad. Goerlich, autor del plan de reforma de la Plaza del Ayuntamiento y arquitecto de los principales edificios será también el autor del proyecto de la “plataforma central elevada” y del “mercado de las flores” situado debajo, que dieron la imagen distintiva del centro de la Plaza. Estas propuestas de Aymamí y Goerlich, se completan con la puesta en valor de algún monumento encuadrado en nuevas Plazas. Es una toma de posición clara en patrimonio: “Conservación selectiva de monumentos”. Este MODELO de Reforma Interior, solo se logra implantar con una RADICAL CIRUGÍA sobre el tejido compacto de la ciudad histórica. 36 / 57 10 1.5.7 EL CENTRO HISTÓRICO EN LA CIUDAD METROPOLITANA. EL PLANEAMIENTO PARCIAL DE LOS AÑOS CUARENTA. El planeamiento metropolitano se inició con la redacción del Plan General de Valencia y su Cintura aprobado en 1946, que incluía a 30 municipios de la comarca de L´Horta además de Valencia. La ordenación y el diseño del área central del Centro Histórico de Valencia corresponde al Plan Parcial Hojas 1-3-4, aprobado en 1956. Sus autores dicen que sólo pretende definir con mayor detalle las alineaciones del Plan General. Este Plan General y sus desarrollos en Planes Parciales, lo realiza el equipo de Valentín Gamazo, del Ministerio de Madrid, y como corresponde a la época, apadrinaron un criterio histórico monumentalista. Con respecto al Centro Histórico, frente a la manifestada intervención minimalista, la propuesta normativa supone una intervención de fuerte impacto en dicho Centro. Su propuesta es similar a la Reforma Interior, con ligeras variaciones y nuevos vaciados en el centro. En sus Ordenanzas permitía una enorme sobre-elevación del número de plantas, cuya aplicación solar a solar producirían un “Sky Line” caótico que arruinarían definitivamente la imagen de Valencia. De hecho el Plan Parcial recoge los proyectos de transformación del centro existentes en la época, desde la Avenida del oeste, a la ampliación de la calle de Serranos y hasta la ampliación de la plaza de la Reina. Las novedades que aparecen en este Plan parcial son: Una “Rotula” en el cruce de la Avenida del Oeste con la calle Murillo. Ampliación de la calle de Serranos y apertura de una plaza semicircular en las torres de Serranos. En la plaza de la Reina, propone el vaciado junto a la Catedral, que destruye la concepción espacial que produjo la fachada Barroca. De todas esas reformas programadas, solo se llevó a cabo la ampliación de la Plaza de la Reina. El concurso de proyectos es resuelto en 1952, y se termina la construcción en 1970, con aparcamiento subterráneo incluido. Se construyó un edificio residencial de tipo “herreriano-casticista”, que debía servir de modelo para toda la Plaza. Fue el único que se realizó. El resto del plan no llegó nunca a ejecutarse. El principal potencial de transformación del Plan está en las Ordenanzas que permiten dos o tres plantas más y la anarquía de los edificios singulares. Crítica. El Plan parte del nominal respeto al entorno existente pero sus propuestas contienen un enorme potencial de transformación. La cultura urbanística de la época era poco proclive a la conservación. En Europa en esos años, había una fuerte tendencia al “Urban Renewall” En nuestro ámbito no se dio la transformación de grandes ámbitos extensos, solo hay realizada la operación de la plaza Cronista Carreres como “ejemplo” negativo de lo que se pretendía. Pero es notable la transformación difusa, parcela a parcela, con resultado igualmente destructor de la trama física y todavía peor de la trama social de residentes que son anónimamente expulsados. 37 / 57 10 1.5.8. LOS PLANES ESPECIALES DE PROTECCIÓN DE LA CIUTAT VELLA DE VALENCIA Valencia ha organizado el planeamiento de Ciutat Vella dividiéndola en cinco Barrios: La Seu, Barri del Carmen, Barri de Velluters, Barri del Mercat y Barri de Universitat Sant Francesc. La conservación de los Planes del 84. El nuevo Ayuntamiento democrático de Valencia surgido de las elecciones de 1982, frente a la masiva destrucción de la ciudad histórica producida en el periodo anterior, con la aprobación de los Planes Especiales de Protección de Ciutat Vella de 1984, produjo un movimiento pendular en sentido contrario. Estos Planes fueron resultado de un urbanismo fuertemente ideologizado “fascinado por Bolonia” a la que querían imitar. Los Planes de protección del 84 deciden CONGELAR la ciudad histórica en el punto que la habían dejado los planes anteriores. Cualquiera que sea el estado en que nos ha sido legada la ciudad “ESE ESTADO ES EL MODELO”. Consecuentemente los Planes del 84 limitan su acción a actuaciones puntuales de modificación de alineaciones, de dotación de equipamientos, el decoro de la urbanización, la conservación de los edificios, etc. Critica: La conservación masiva de edificios, consolida un precipitado histórico con episodios de sinrazón urbana, de hacinamiento especulativo; perpetúa una trama urbana que ha perdido su sentido en la colmatación abusiva de todos los terrenos intramuros. Los Planes del 84, obviaron quizá, demasiadas cosas, como: -La interacción de Ciutat Vella con el resto de la ciudad. -La obsolescencia de la edificación, no apta para la función residencial. -La parcelación y la edificación no estándar. -La obsolescencia del víario. El desarrollo de los Planes de Protección ha sido escaso. Constituyeron un conjunto de medidas urgentes para detener la progresiva destrucción de Ciutat Vella. Esto fue su mejor virtud. Pretendieron y consiguieron hacer de dique que contuvo la sustitución indiscriminada del patrimonio arquitectónico, pero no lograron la regeneración del tejido físico y social. Los Planes Especiales de Protección y Reforma Interior de los 90. Los Planes Especiales de los 90, suavizan la rigidez conservacionista de los planes del 84, con una redefinición del Catálogo de Protecciones del 84, conscientes de que Valencia no tiene el patrimonio monumental de Bolonia. Siguiendo las directrices del Plan General de Ordenación Urbana de 1988 proponen intervenciones de esponjamiento, de rehabilitación y de sustitución de las viviendas en estado ruinoso. Aceptan la modificación del estado físico actual del centro histórico de Valencia, proponiendo aperturas puntuales en el tejido urbano, pero solo para formar Plazas. 38 / 57 10 El modelo de manipulación del espacio para lograr el modelo se contiene dentro de los límites del “esponjamiento”, esto es, el vaciado de alguna manzana en áreas acotadas de extrema degradación. Crítica de Juan Pecurt: Las plazas surgen de modo aleatorio. En un ejercicio limite de posibilismo el “Pattern” de solares libres o de máxima degradación, se transmuta a “pattern” de espacios libres. Los Planes Especiales de los 90, cuidaron las propuestas de gestión. Proponen áreas de intervención prioritaria que se desarrollan a través de Unidades de Actuación, pudiéndose gestionar por entes públicos o privados. En el barrio del Carmen, el eje de actuación de la muralla árabe. La eficacia de estos planes ha sido muy superior, ya que tras su aprobación se crearon los instrumentos de gestión adecuados para su correcta aplicación. Un “Convenio” entre Ayuntamiento y Generalitat para ejecutar estos Planes, dio lugar a dos oficinas de Gestión, una de la Generalitat llamada “RIVA” y otra del Ayuntamiento llamada “Valencia Antiga” que dispusieron ya de presupuesto especifico, aunque bastante limitado En el convenio, estas entidades se distribuyen las Unidades de Actuación de toda Ciutat Vella y en los años siguientes se dedicaron a su ejecución. Su labor prioritaria fue la de realizar las obras de urbanización del espacio público y apoyar con ayudas económicas directas a la rehabilitación de los edificios residenciales privados. En una segunda fase, extendieron la gestión a la dotación de equipamientos. En muchos casos recuperando grandes “Contenedores históricos, como el Convento del Carmen, el Palacio de Raga y otros. Pero en otros casos y son los más discutibles, han procedido a la demolición de edificios existentes y los han sustituido por edificios de nueva planta, como el IVAM en el barrio del Carmen, o el Conservatorio de Música en el barrio de Velluters. 39 / 57 10 1.5.9. TIPOS DE CIUDADES MEDIEVALES EN LA COMUNIDAD VALENCIANA Las ciudades de nueva fundación: Villa-Real. La fundación obedece a la voluntad colonizadora de Jaime I. En un solar plano al lado de la “Acequia mayor” la carta puebla de 1274 trataba de atraer nuevos pobladores con la innovación de un planeamiento ortogonal construido por un recinto amurallado, con torres cilíndricas en las esquinas y una retícula formada por tres calles longitudinales y tres transversales principales, y otras paralelas más estrechas. Al centro de cada lienzo de muralla se abre una puerta: el de Valencia, el de Castelló, el de Onda y el de Borriana, que “enfilaban” las calles axiales, en el cruce de los cuales estaba la Plaza cuadrada y con soportales, donde se situaban el Ayuntamiento, tres hostales, l´Almodí y un pozo público. La ciudad guarnición: Morella. El castillo árabe de Morella fue conquistado por Blasco de Alagón en 1232. En el momento de la conquista, solo existe el castillo y un reducido núcleo de población de poca importancia. En la “Crónica” solo se cita el castillo y no se nombra la existencia de un asentamiento urbano. La ciudad y la muralla medievales que hoy conocemos, son una construcción cristiana posterior. El factor determinante de la configuración de la morfología urbana de Morella es la topografía, de la que el elemento más destacado es el Peñón de la Mola donde se sitúa el castillo. La ciudad se desarrolla a los pies del mismo, orientada al mediodía siguiendo el declive topográfico natural, en forma de arcos concéntricos en el interior del recinto amurallado. La forma de la ciudad del tipo de “media luna” se caracteriza por su estructura viaria compuesta por una serie de calles longitudinales que siguen las curvas de nivel de la ladera, y otras transversales, las cuestas, estrechas y escalonadas siguiendo la máxima pendiente. Las plazas, escasas, son más bien dilataciones de la trama urbana o vacíos históricos junto a las puertas de acceso, destacando por sus dimensiones, la plaza de los Estudios. Todo este núcleo esta cercado por 1400 metros de muralla, flanqueada por 14 torres. Su construcción data de 1330. Entre las calles destaca la calle principal son soportales llamada calle de Blasco de Alagón. LA Iglesia gótica de Santa María 1265, y la fundación monástica franciscana de 1272. La ciudad reconstruida: Xàtiva. Ciudad asentada en la “umbría” del Tossal del Castell, en la Sierra de Vernisa. De la Sàitabi romana se pasa a la ciudad musulmana alta, con recinto amurallado, ahora deshabitado. La ciudad medieval siguió rodeada de muros y adosada al castillo. Este recinto fue abandonado poco a poco, bajando por la ladera hasta la actual Alameda, con un segundo recinto donde abundan las iglesias o conventos góticos, las fuentes y numerosas casas-palacio renacentistas. En el siglo XVI las calles Principales eran las de Corretgeria y de Montcada; la muralla tenía nueve puertas. Junto a la puerta de San Juan estaba la Judería y extramuros quedaba el Raval de “les Barreres” que enlazaba con la Morería. 40 / 57 10 El incendio de la guerra de Sucesión no afectó (a pesar de la fama) a la estructura urbana general. En la villa amurallada, las calles principales pugnan por conservar la horizontal, mientras son atravesado por otras calles de fuerte pendiente. Destacan el Convento barroco de Santo Domingo, l´Almudí y la Seu o Colegiata iniciada en el XVI. Las casas señoriales de la calle de Moncada contienen los jardines que se extienden hasta la Alameda y que fueron pintados por Rusiñol y Benlliure. La ciudad conventual: Oriola. La fundación de la ciudad aprovecho el rellano a 85 metros de altura de l´Oriolet. Pendiente abajo y protegido por la montaña del castell y a la izquierda del río Segura, subsiste la traza árabe que los cristianos fueron modificando. La ciudad medieval iba desde la calle de la Tortea hasta la Creu del Riu. La muralla seguía por el margen del río hasta llegar a la plaza de la Soledad, entonces bordeaba la acequia de Almoradí, hasta el extremo oriental de la montaña, donde se abría la puerta de Crevillent. Y a extramuros se extendían varios ravales: la Morería, Ravalete, el barri d'Élx, etc. De la función religiosa, quedan los campanarios de las 22 iglesias y el edificio de la Universidad del siglo XVI, que fue derribado en el XIX. 41 / 57 10 1.6. LA IMPORTANCIA DEL MODELO De ciudad antigua a centro histórico, La ciudad saneada A medados del siglo XIX, las ciudades europeas llegan con unas condiciones higiénicosanitarias muy precarias, ocasionadas por los siguientes factores: - Recinto amurallado, que oprime la ciudad e impide su expansión. - Crecimiento de la población, que llena por completo todos los huertos y espacios libres de la ciudad. - Densificación: Derribo de viejas edificaciones sustituidas por otras nuevas más altas. Consecuencia: hacinamiento, malas condiciones higiénicas, epidemias, escasez de servicios, congestión. Los intentos de solucionar estos problemas se encaminaron en dos sentidos: 1º- Transformaciones urbanas en la ciudad antigua: la REFORMA INTERIOR. 2ª- propuestas de expansión de la ciudad fuera de las murallas: los ENSANCHES. Demolición de las murallas, que se produjo a mediados del XIX en la mayoría de las ciudades españolas. En Valencia la demolición se produjo en el año 1865. Estas dos operaciones, que se consideraban como complementarias de una propuesta de intervención global sobre la ciudad, intentaban solucionar el problema de la vivienda, tanto del proletariado industrial como de las nuevas clases burguesas. La Institucionalización de estos dos modos de actuar, condujo a su separación real en cuanto a técnicas y procedimientos, llegándose en Valencia a crear dos Comisiones diferentes con dos arquitectos, uno al frente de cada oficina técnica. El rápido crecimiento de las ciudades producido por la revolución industrial, produce la transformación radical del nuevo organismo ciudadano. Se construye alrededor de la “ciudad antigua” una nueva ciudad, un Ensanche primero y una periferia después, con lo que la ciudad antigua pasa a ser solo una parte del nuevo organismo, el “Centro histórico” o “Ciutat Vella”. La ciudad antigua, que había sido hasta entonces la ciudad única, toda la ciudad, la que reunía todas las funciones urbanas, pasa ahora a ser una pequeña parte de la nueva ciudad, que a medida que va perdiendo funciones por traslado de las mismas al Ensanche, quedará en una situación marginal, tanto funcionalmente, como degradada física y socialmente. La Reforma Interior del casco antiguo de Barcelona. La propuesta de Cerdá y la de Baixeras La propuesta de Cerdá de 1859, trata de enlazar la ciudad antigua a su proyecto de Ensanche. La Reforma interior que propone es una simple prolongación de tres vías del Ensanche, una horizontal paralela al mar y dos perpendiculares, que atraviesan en línea recta y sin ninguna contemplación toda la ciudad histórica. La propuesta de Baixeras de 1888, contiene tres grandes avenidas similares a las de Cerdá que cruzan la ciudad antigua y otras múltiples actuaciones en el tejido urbano. En unas manzanas propone la sustitución total de las edificaciones existentes. En otras, se conserva la edificación y se abren alguna calle secundaria. 42 / 57 10 Las bandas laterales expropiadas para abrir las grandes vías, son utilizadas también para cambiar totalmente la edificación de áreas extensas. En estas áreas se sustituye el tejido medieval por una cuadricula equivalente a la del ensanche. Loe edificios públicos y los monumentos conocidos y valorados en aquella época, son conservados aislándolos del tejido circundante, de acuerdo con las pautas de composición que el autor ha aprendido del París de Haussmann. 43 / 57 10 ANEXO AL TEMA 1 EL CENTRO HISTÓRICO 1.1. LA CIUDAD PREIDUSTRIAL 1.1.1. La ciudad medieval El origen de la ciudad medieval como explicación de su forma Estudiamos la Ciudad Medieval, a partir de dos tesis: Primera: La Ciudad Histórica ha sido, hasta el siglo XIX, la ciudad única, toda la ciudad. El derribo de las murallas de Valencia es de 1865. Desde 138 a. C. Hasta 1865 ha sido durante XXI siglos la “Ciudad”. Segunda: En Europa Occidental se produjo una “fractura” en la continuidad de la ciudad, entre la ciudad romana y la ciudad medieval, debido al fuerte proceso de desurbanización. La ciudad medieval fue una creación “ex-novo” cuyo proceso continuado ha producido la ciudad actual. El efecto más evidente de la crisis económica y social que se produjo durante los cinco siglos que siguieron al la caída del Imperio romano, fue la desurbanización, la ruina de las ciudades y la dispersión de la población al “campo”, en donde pueden obtener el sustento diario. El Feudalismo: economía de subsistencia. El oscuro periodo de cinco siglos que siguió a la caída del Imperio Romano, caracterizado por la inseguridad y la inestabilidad social, así como por la ruptura del orden económico y cultural, supuso también un claro retroceso de varios siglos en lo que respecta a la situación de las ciudades. Mientras que la civilización romana era urbana, la civilización medieval fue eminentemente rural. (Fernando Terán). Una economía de subsistencia volvía a dispersar a la población hacia formas de vida rural. Las ciudades, destruidas por las guerras y el pillaje, se abandonaron y se perdieron por completo en estos oscuros siglos de la baja Edad Media y la población vivió directamente sobre la tierra que cultivaba y le daba el sustento. Surgió una nueva forma de organización económica y social, el feudalismo, que suponía una relación de vasallaje en la que los campesinos, a cambio de cultivar los terrenos del señor feudal, recibían su protección militar. En Europa, el feudalismo fue la base del gobierno local, de la justicia, del ejército y de todo el poder ejecutivo. A la sombra del feudalismo surgieron los nuevos centros del poder: el Castillo, el Convento, el Rey. El castillo del señor feudal era el centro del gobierno del territorio y por ello actuó de aglutinante de los primeros crecimientos urbanos a su alrededor, buscando la protección a su sombra. En muchos casos se consolidaron en forma de anillos concéntricos más o menos deformados según la topografía del terreno donde estaba asentado el castillo. También la Iglesia actuó como señor feudal, aprovechando la protección de las sedes episcopales, de los monasterios y abadías. 44 / 57 10 El inicio de las ciudades comerciales: El resurgir del comercio y con él de la vida urbana, comenzó a proliferar cobrando fuerza de modo gradual a medida que el clima político pasó a ser relativamente estable, durante las primeras décadas del siglo X. Se volvieron a abrir en toda Europa occidental, rutas comerciales de larga distancia, sobre todo aquellas que se dirigían a Venecia y a las comunidades comerciales del norte de Italia como Génova que comerciaban con Constantinopla. Flandes, por el Noroeste, se había convertido en un foco comercial comparable al de las ciudades italianas. El comercio también tuvo su origen temprano en Alemania, Conrado I en 918 dictó decretos otorgando concesiones mercantiles a las ciudades. La Iglesia con sus monasterios y abadías, que había preservado para Europa una apariencia de vida civilizada durante la Edad Media de las tinieblas, formó el núcleo de muchas de las primeras ciudades medievales. Además de la protección que brindaban las ciudades episcopales amuralladas y los monasterios poderosamente defendidos, numerosos “burgos” establecidos a lo largo de toda Europa como centros militares fuertemente fortificados y con abundante “guarnición” defensiva, sirvieron también para promover el resurgimiento del comercio y la vida urbana en el siglo X. Cita de C.T. Smith: “De 120 ciudades identificadas en Alemania en el siglo XI: - 40 estaban situadas en terrenos de sedes episcopales. - 20 se emplazaban en las inmediaciones de monasterios. - 60 crecieron alrededor de fundaciones reales “burgos”, de las que 12 estaban junto a palacios reales. En toda Europa, estas ciudades estimuladas por el comercio a larga distancia, fomentaron el comercio local mediante un sistema de ciudades de mercado, que se desarrollaron de manera natural a partir de aldeas o bien se crearon de nueva planta en los sitios más favorables. Cita de Pirenne: No fue sino hasta el siglo XII, cuando al progresar de un modo paulatino, el comercio consiguió transformar definitivamente la Europa occidental. El desarrollo económico la liberó de la inmovilidad tradicional a la que la condenaba el feudalismo, una organización social dependiente solo de los vínculos del hombre con la tierra, “siervos de la gleba”. Así fue apareciendo un nuevo tipo de ciudad “la ciudad-comercial”, cada vez más libre e independiente, basada en el comercio y la artesanía, sustentando su autonomía en un sistema de contribuciones voluntarias destinadas a obras de utilidad pública, especialmente en las murallas, y regulando su funcionamiento a través de los gremios. La ciudad ya no crecía solamente a la sombra del castillo feudal. Nueva ciudad amurallada, sede del comercio la artesanía y los gremios. Una ciudad comunitaria, obra colectiva que crece y se desarrolla de forma coyuntural, sin trazados ni concepciones formales previas de carácter global. El “burgo” originario pronto se queda pequeño, a sus puertas crecen los arrabales, son necesarias nuevas murallas que los defiendan, nuevo recinto que sigue creciendo y que exige nuevas murallas. 45 / 57 10 Una ciudad que crece según un proceso lento que parece natural, como los seres vivos y da lugar a un tipo de organización espacial que se ha denominado “ciudad de crecimiento orgánico” La forma urbana medieval Cualesquiera que fueran sus orígenes, las ciudades medievales, tienen contextos sociales, económicos y políticos similares en toda Europa, por lo que son también parecidas en su forma urbana. Los elementos que componen la ciudad medieval son: -La muralla con sus torres y puertas. -Las calles y espacios destinados a los desplazamientos. -El mercado en las calles, alojado a veces en soportales. -La Iglesia, que se alza en su propio espacio urbano. -Gran masa de edificios residenciales de la ciudad. -Espacios privados destinados a huertos ó jardines. La muralla: Todas las ciudades tenían un encintado de murallas. Lienzos de muro de piedra vertical con torres cilíndricas o cúbicas. El crecimiento en horizontal no fue continuo, sino por etapas, cada una seguida por la construcción de la nueva muralla. Tienen sucesivos recintos amurallados. París, Florencia, Valencia. Las calles: Las calles medievales, eran además el lugar del mercado. La noción de circulación estaba tan ausente como el propio tráfico constante. El desplazamiento por las calles se realizaba siempre a pie, y las mercancías en animales de carga. La fachada que se abría a la calle tenía un gran valor comercial y su desarrollo en forma continua, una fachada al lado de la otra fue el proceso normal, definiendo el espacio de la calle. Es manifiesta la tendencia de las casas medievales a invadir la calle, incluso los puentes y espacios públicos abiertos. Los escasos pisos superiores aumentan progresivamente el vuelo sobre la calle, hasta tocar con el de enfrente. Así la ciudad medieval adquirió su tradicional ambiente, con su intimidad, su pintoresquismo y sus repetidas sorpresas visuales. Todo parecía “accidental”. El mercado: El mercado puede ocupar una plaza destinada a ese único fin, en un lugar céntrico, o bien puede situarse en un ensanchamiento de la calle principal, o en ampliaciones laterales de esta calle. También es frecuente su localización en las plazas de las puertas de entrada a la ciudad. Era usual que los edificios que rodean la plaza o la calle del mercado tuvieran la misma altura y estuvieran unidos por soportales, bajo los cuales las calles se prolongaban en la plaza. La plaza y la calle del mercado desafían cualquier descripción precisa, no había dos iguales, cada una poseía su carácter especial. 46 / 57 10 Muchos ejemplos continúan siendo excepcionales en la herencia cultural europea: El “Campo” de Siena, la “gran Place” de Bruselas. La plaza del mercado era irregular, triangular en ocasiones, poligonal ú ovalada otras, y aparentemente arbitraria en su forma. La plaza de la Iglesia ó la del Ayuntamiento. Espacio donde se reunían los habitantes, bien para las celebraciones religiosas o públicas. Donde se escuchaban los sermones y también donde se ajusticiaba. Estas plazas tienen también formas irregulares y los edificios singulares que las presiden, la Iglesia ó el Ayuntamiento, elevan sus agujas y campanarios por encima del apretado caserío medieval. Su ubicación más o menos centrada, no obedece a criterios de composición geométrica sino que está en función de una mezcla de oportunidad coyuntural y de búsqueda de efecto visual a corta distancia. Este marco formal cuya indudable belleza descansa sobre la estética de la variedad, el cambio y la sorpresa, se correspondía sin embargo con unas condiciones de vida muy inferiores a las alcanzadas en las ciudades romanas, en cuanto a salubridad e higiene. La falta de alcantarillado, hacia que los residuos circulasen por las calles, lo que se veía agravado por la convivencia domestica con los animales. Clasificación de ciudades medievales según Pierre Lavedan. ABCDEF- Ciudades romanas reconstruidas. Aldeas con crecimiento propio. Ciudades en cruce de caminos. Ciudades comerciales. Ciudades de nueva planta. Bastidas. Ciudades islámicas en España. Clasificación de ciudades por su origen según Antony Morris. ACiudades de crecimiento orgánico: - ciudades de origen romano. Ratisbona. - ciudades de origen monástico. Mont Sant Michele - ciudades de origen feudal. San Giminiano. - burgos. Origen como centros militares. Carcasona. - ciudades comerciales, desarrolladas a partir de aldeas. - ciudades islámicas en España. Toledo. B- Ciudades nuevas. - ciudades bastidas. - ciudades de nueva planta. Fundadas en Francia e Inglaterra. Fundadas en toda Europa. Esta clasificación se ajusta a grandes rasgos a un orden cronológico. Después la caída del imperio romano, la vida urbana en Europa se vio enormemente reducida y en muchos casos desapareció por completo, como en Gran Bretaña. Hasta que a comienzos del siglo X y XI, la estabilidad política y el resurgimiento del comercio dieron nueva vida a muchas antiguas fundaciones romanas, convirtieron los “burgos” militares en poblaciones orientadas al comercio, e instigaron el proceso por el cual cierto número de aldeas se transformaron en ciudades. En toda Europa en la Edad Media se crearon nuevas ciudades, el índice máximo se produjo en el siglo XIII. 47 / 57 10 MORFOLOGÍAS DE LA CIUDAD ANTIGUA Los tipos de ciudades medievales. La sistematización morfológica de Piccinato La cultura medieval no establece modelos formales como la antigua, lo que hace imposible una descripción general de la forma de la ciudad. Tienen todas las formas posibles y se adaptan a todas las circunstancias históricas y geográficas. Piccinato en su esfuerzo de sistematización de estas ciudades, ha realizado una clasificación que atiende a las cuestiones puramente formales de la morfología la ciudad, y referida solamente a tipos de ciudades italianas, pero que es generalizable a todas las europeas. A- Forma Lineal Ciudades Ciudad formada por una sola calle: Ponte dell´Olio. Stia. Calle principal con eje central: Calle principal asimétrica: 3 Calles 5 Calles Montagnana. Borgomanero. 5 Calles Pietra Santa. Civitavecchia. Carmagnola. Ciudad con variante en forma de uso: Monte Varchi. B- Generatriz formada por dos ejes. Dos calles perpendiculares que se cruzan: Castel Bolognese. Castelfranco Veneto. Freudenstadt. Citadella de Padova. Frosasco. C- Ciudades con planta en forma de parrilla. Manfredonia. Alcamo. Cittaducale. D- Ciudades con un elemento principal. Iglesia, Abadía, Castillo. E- Bastida. Planta en espina de pez. Monterotondo. Buonalbergo. Francavilla a Mare. F- Acrópolis o Promontorio. Chianciano. G- Ciudades de planta anular concéntrica. San Eraclio. Lucignano. San Severo. G’- De planta anular concéntrica parcial. Campobasso. 48 / 57 10 (Media luna) Herrenberg. (Germánica) 49 / 57 10 EL ESPACIO URBANO DE LA CIUDAD MEDIEVAL Espacio continuo Las ciudades medievales tiene una red de calles irregular, pero están organizadas de tal manera que forman un espacio “unitario” continuo, en el que siempre es posible orientarse o llegar a tener una idea global. Las calles, todas muy estrechas, no son iguales, sino que existe una gradación continua entre principales y secundarias. Las plazas no son recintos aislados, sino ensanchamientos de las calles. Todas se prestan a los usos comerciales, a las reuniones públicas. Solo las secundarias son simples pasajes. Las casas, estrechas y profundas, de dos y a veces tres plantas, se abren hacia el espacio público y tiene una fachada que contribuye a formar el ambiente de la calle. Existe un espacio público complejo y unitario, que se reparte por toda la ciudad y en el que se exhiben todos los edificios públicos y privados, con sus eventuales espacios interiores, patios o jardines. Estructura compleja. El espacio público de la ciudad tiene una estructura compleja, puesto que debe dejar sitio a los distintos poderes: obispado, municipio, órdenes religiosas, gremios. Una ciudad medieval no tiene nunca un centro único sino varios -Centro religioso: Catedral y palacio del obispo. -Centro civil: Palacio municipal sede del ayuntamiento. -Centro comercial: mercado, lonjas, sedes de los gremios. Toda ciudad está dividida en barrios, con si fisonomía propia y con sus símbolos. En el siglo XIII se forman centros secundarios, en los barrios nacidos alrededor de las fundaciones conventuales, con sus Iglesias y plazas. Espacio jerarquizado. El centro de la ciudad es el lugar más buscado, las clases altas viven en los centros, los pobres en los arrabales. En el centro se construyen las estructuras más altas: Torre municipal, campanario y agujas de la catedral, que señalan el punto culminante del perfil de la ciudad y unifican el escenario. La muralla, obra pública costosa, de trazado irregular y redondeado, encierra el primitivo recinto. Es sobrepasada por la nueva muralla que engloba los arrabales. El primer recinto se densifica, mientras que en el nuevo recinto, a partir del siglo XVI en que la población deja de crecer, han quedado huertos y espacios no utilizados que han llegado intactos al siglo XIX. Capacidad de transformación: Las ciudades medievales consolidaron su forma definitiva a lo largo de los siglos XIV y XV, cuando su tamaño y aspecto quedaron ya estabilizados. Durante lo siglos anteriores, en fases de crecimiento, su aspecto debió ser mucho más desordenado Calles y edificios en obras llenos de andamios. 50 / 57 10 La unidad estaba garantizada, no pos el pasado, sino por la coherencia del estilo y la confianza en el futuro. El románico y el gótico son estilos europeos que unifican desde el siglo X los métodos de construcción y el acabado de los edificios en toda Europa. La capacidad de renovación no sobrevive a las crisis del s. XIV (epidemias, cólera). El momento creativo más importante ha pasado. De ahora en adelante se mirará hacia el pasado. En el medioevo, no existe ninguna ciudad europea de gran tamaño, sino muchas ciudades medianas. Las más grandes alcanzan tamaños entre 300 y 400 Ha y una población entre 100.000 y 150.000 habitantes. Las ciudades medias no pasaban de 50.000 personas. Solo la Córdoba islámica alcanzó una población mayor. 51 / 57 10 1.1.2. LAS UTOPÍAS RENACENTISTAS, LA CIUDAD IDEAL La cultura del humanismo El ambiente cultural y espiritual que había caracterizado el medioevo con su preeminencia religiosa y su orden teocrático, empiezan a variar a partir del siglo XV en el que los humanistas sitúan al hombre en el centro del nuevo pensamiento renacentista. Renacimiento significa volver a nacer. En Florencia vuelve a nacer el interés por las formas del arte clásico de las antiguas Grecia y Roma. Y las formas clásicas vuelven a ser motivo de inspiración en todas las artes. Y también en el urbanismo europeo. La Vía Nuova de Génova de 1470 constituye la más temprana manifestación del urbanismo renacentista, entendido como ordenación consciente de edificios siguiendo una forma preestablecida Todo empieza a teñirse de una actitud de interés por el hombre y por la naturaleza. Lavedan llama “Urbanismo Clásico” a los nuevos principios de creación y ordenación de ciudades que surgen en el siglo XV y que serán validos hasta mediados el siglo XIX. Engloba con ello en una misma orientación la urbanística renacentista con la barroca. La repercusión de las nuevas ideas en la concepción de la ciudad no se hace esperar. El Renacimiento se caracteriza en la urbanística por una intensa actividad teórica en pos de la definición de modelos de Ciudad Ideal, como alternativa global a la ciudad medieval heredada; así como por una actuación directa sobre ella para mejorarla. La ciudad albertiana Alberti, primer teórico de planeamiento urbano del Renacimiento, inicia con sus tratado el urbanismo consciente. En su obra “De Re edificatoria” de 1425, el libro V trata de la ciudad. Parte de la insatisfactoria realidad de la ciudad medieval que actúa como acicate en la búsqueda de alternativas desde consideraciones utilitaristas, sanitarias, estéticas y sociales. Habla de edificios bien iluminados, bien ventilados y con sol. Para Alberti, dos reglas son esenciales: “comoditas” y “Voluptas”. Para él la ciudad debe ser cómoda y bella. Alberti trato extensamente en su obra, muchos aspectos del planeamiento urbano y recomendó formas de organización y tratamiento de la ciudad con cierto eclecticismo y sin realizar propuestas gráficas. La propuesta concreta que realizó: la plaza centralizada con calles radiales. Supuso la cristalización del pensamiento teórico de la época. Esta propuesta no sería lleva a cabo hasta siglo y medio más tarde. Pero a pesar de que sus ideas son ya del renacimiento, también supo ver las ventajas de las sinuosas calles medievales, sobre todo su mejor adaptación zonas climáticas extremas y su mejor disposición para defensa interior. Los recintos fortificados. Filarete y Francisco di Giogio Martíni Filarete en 1465 planteó el primer modelo completo de Ciudad Ideal, con planos y explicaciones escritas. La llamó Sforzinda en honor a su mecenas Sforza de Milán. 52 / 57 10 Era un modelo teórico de ciudad sometido rigurosamente a un orden geométrico, un círculo en el que se inscribía una estrella de ocho puntas y disponía de un sistema de calles radiales en los que situaba un conjunto simétrico de plazas, alternando las religiosas y las comerciales. Las ciudades ideales y sobre todo Sforzinda, son una racionalización geométrica de lo que ya se venia dando en la ciudad medieval: muralla, plaza central, barios con plazas secundarias, calles anulares, calles transversales. Francisco di Giogio Martín: En su tratado de arquitectura de 1495, en su libro V, se ocupa de fortificaciones. Es el comienzo de un nuevo método de abordar la cuestión de la ingeniería militar que requieren los rápidos progresos de la artillería ofensiva. Frente al muro vertical de la muralla medieval, plantea taludes de arcilla muy inclinados, muy compactados y de gran espesor. Estas formas de las nuevas murallas renacentistas se convirtieron en la principal seña de identidad de la nueva ciudad del siglo XVI y siguientes. También fue un prolífico diseñador de ciudades ideales. En sus dibujos la ciudad aparece formalmente centralizada. En otros casos está adaptada a emplazamientos concretos y adquiere una forma más libre. Perspectivas urbanas del Renacimiento El arte del Renacimiento es el arte de la calma, de la belleza. Sus creaciones son perfectas, no revelan que nada haya sido forzado o inhibido, ni inquietud ni agitación. El impacto que produce una obra del renacimiento es lento y suave pero también más duradero. Es un mundo que no se quiere abandonar nunca. La organización espacial del urbanismo renacentista aspira hacia un sosegado equilibrio, completo en si mismo. El resultado es un espacio esencialmente limitado y en reposo. La Piazza Annunziata de Florencia constituye el más claro ejemplo de esta nueva filosofía. Realizada en el tiempo por Brunelleschi Hospital de los Inocentes 1419, Michelozzo Iglesia de la Annunziata en 1454 y Sangallo el viejo soportales del Colegio Siervos Santa Maria en 1516. Consideraciones dominantes del diseño renacentista. 1º- Preocupación por la Simetría para conseguir una composición equilibrada con respecto a uno o más ejes, hasta llegar a veces en excesos como en la plaza del Popolo. 2º- Final de “Perspectiva”. Se le concedía gran importancia, mediante el cuidadoso emplazamiento de edificios monumentales y “estatuas” en los extremos de las largas y rectas calles. 3º- Los edificios individuales fueron integrados en un único y coherente “Conjunto arquitectónico” por medio de la repetición de un diseño básico de fachadas. 53 / 57 10 4º- la teoría de la “Perspectiva” fue uno de los hechos constituyentes en la historia del arte; el “canon” incontestado al cual tenía que ajustarse toda representación artística. Del espacio agregado de la ciudad gótica al espacio sistema de la ciudad renacentista 1º- La diferencia sustancial entre la imagen de la ciudad medieval y la renacentista es que aparecen como dos niveles alternativos, en que la segunda aparece como vista en un espejo de la primera. Pero visto a través de la óptica de un mecanismo racionalizador potente que esquematiza el contenido diverso de la ciudad medieval, devolviendo una imagen en cierto modo idealizada y diagramática de las diversas funciones y metamorfizada en un sentido coherente y simbólico. 2º- Es evidente la voluntad de sustituir la casualidad del crecimiento espontáneo y no planificado de la ciudad medieval por una teoría del Proyecto Urbano que pudiera frenar el modo desordenado en que se producía el desarrollo urbano medieval 3º- La ciudad medieval crecida desordenadamente sobre si misma, con sus edificios amontonados a lo largo de las calles estrechas y tortuosas, se quiere sustituir por: la nueva ciudad planificada según un diseño racional. 4º- Los modelos teóricos de Ciudades Ideales, tuvieron muy poca repercusión real sobre la ciudad. Lo que si tuvo una gran influencia práctica fue la actuación directa sobre las ciudades existentes. Estas actuaciones renacentistas sobre la ciudad real se centraron en: Nuevas fortificaciones construidas de acuerdo con las nuevas técnicas. Tratamiento interior de las ciudades, en las que se realizaron operaciones de embellecimiento y renovación urbana, abriendo calles y plazas rodeadas de nueva arquitectura uniforme. Plaza San Marcos de Venecia. Roma de Pío V. Componentes del urbanismo renacentista 1- La calle principal rectilínea. La calle principal rectilínea de arquitectura uniforme es una invención del Renacimiento. Su función principal fue la de facilitar la movilidad entre las partes de la ciudad, que de modo creciente se realizaba por medio de carruajes. Ejemplo: La Vía Nuova de Génova. Además de la función de “tráfico”, el renacimiento introdujo el concepto de calle “concebida como un todo arquitectónico”. Los alzados de la calle aparecen como una agregación de alzados de sus edificios individuales. A medida que avanzaba el renacimiento se convirtió en elemento de rigor en todas las ciudades. 2- La retícula. El Renacimiento uso la retícula de diverso modo: 1- Como base de nuevos barrios residenciales agregados a la ciudad medieval 2- Como trazado completo de ciudades nuevas. (muy limitado) 3- Como base de nuevas áreas urbanas en combinación con una res de calles primarias. 54 / 57 10 A su probada eficacia de permitir una igualdad en la subdivisión del suelo, ahora hay que añadir a las cualidades de la retícula su conformidad con el ideal renacentista de uniformidad estética. Los resultados de los ejemplos de “retículas renacentistas” tienen en general una gran calidad urbana y notable amplitud. Son ejemplos cumbre de la urbanística como el barrio renacentista de Ferrara. 3- Recintos especiales. Plazas. - Plazas destinadas al tráfico. Intersección de calles principales. - Roma: Plaza del Popolo. - París: Plaza de la Concordia - Plazas residenciales de arquitectura uniforme. Sin otro objetivo de monumentalidad que la uniformidad en si misma. Es tal vez, la contribución más sugestiva del periodo renacentista. - París: Plaza de los Vosgos. Plaza Real con estatua ecuestre del rey. - Londres: Cowent Garden - Plazas peatonales. Recintos importantes cerrados al tráfico. Sirven de patio delantero frente a edificios civiles ó religiosos. - Roma: Plaza del Campidoglio - Venecia: Plaza de San Marcos. 4- Fortificaciones El papel de las fortificaciones es determinante en la forma urbana. Ejemplo de las murallas renacentistas de Viena, que resistieron el asalto de los turcos. A partir del derribo de las murallas medievales de Constantinopla por la artillería en el siglo XV, la creación de defensas adecuadas requería un progresivo aumento de la distancia horizontal necesaria para la efectividad de los complejos sistemas defensivos de fortines y baluartes hechos con grandes taludes de arcilla. De ahí la dificultad de ampliar los recintos amurallados y el consiguiente aumento de las densidades crecientes del interior habitado. 55 / 57 10 1.1.3. LA GEOMETRÍA COMO ORDEN NATURAL. EL ESPACIO PERSPÉCTICO DE LA CIUDAD BARROCA Regularidad, orden perspéctico y ambientación urbana En contraste con el Renacimiento que tiende a la permanencia y a la inmovilidad, el Barroco manifiesta un sentimiento de “movimiento”, de dirección. El urbanismo barroco se afana por conseguir una ilusión de espacio “INFINITO”, cuando está contenido dentro de los limites de la pequeña escala, como es el caso de la Piazza Navona. Pero la experiencia de vastas perspectivas urbanas “infinitas” puede también engendrar “un sentimiento de desolación”. La ciudad barroca, es la ciudad “Símbolo” del poder del monarca “Absoluto” y del poder absoluto de los Papas. Pretende impresionar por motivos de “imagen de grandeza”, con tres criterios de diseño urbano: 1º- por su TRAZADO: Sus centros habían de estar enlazados por grandes avenidas rectilíneas convergentes: “Tridentes”. 2º- Por la FACHADAS magnificas de sus Iglesias, de sus Palacios y de sus Fuentes. 3º- Por las PERSPECTIVAS MONUMENTALES. Idea tomada de los pintores. Obeliscos. Las ciudades barrocas del XVII y XVIII de Europa, se convirtieron en parte de los atractivos de la Monarquía absolutista, por esta causa dotaron a la ciudad de intencionalidad dramática y teatral. La ciudad barroca se convirtió así, en un enorme montaje escenográfico para la exhibición de la Corte y de la Nobleza. Se trataba de ilustrar “en vivo” del cambio social que transformó la Ciudad Estado renacentista con sus ciudadanos libres, en la capital de la Monarquía Absoluta, con su corte y sus habitantes sometidos. El orden escénico de la ciudad barroca. Las manifestaciones barrocas han contribuido poderosamente a configurar la fisonomía actual de las ciudades europeas y constituyen hoy todavía, la “Imagen más evocadora” de cada ciudad, como es el caso de Roma. Los rasgos del barroco, ya habían sido anticipados en el renacimiento, la calle rectilínea, la exaltación de la perspectiva, el tratamiento unificado de la arquitectura, composiciones de conjuntos urbanos etc. Todo ello será ampliamente desarrollado por los artistas barrocos en los siglos XVII y XVIII. El origen del urbanismo barroco se sitúa en 1585, en un fresco del Vaticano que representa un plano del conjunto de calles proyectadas en Roma por Domenico Fontana por encargo del Papa Sixto V. El barroco se presenta como altamente innovador por lo que se refiere a una nueva forma de entender el espacio urbano en sus aspectos formales y visuales. 56 / 57 10 Se manifiesta a través de composiciones generales de trazados urbanos como tratamiento del juego de volúmenes arquitectónicos y como forma de modelar el espacio urbano a partir de ellos. La ciudad barroca se convierte en una OBRA DE ARTE, UN PANORAMA, UNA ESCENOGRAFÍA creada para buscar efectos especiales. Ejemplo: las escenas trágicas y cómicas de Serlio. En sus avenidas, la vista se lanza hacía el infinito, en línea recta entre fachadas de arquitecturas unificadas. La Unidad entre “Arquitectura” y “Urbanismo” alcanza en el barroco el punto más alto de la historia. La ciudad símbolo del poder del “Monarca Absoluto” debe expresarse en grandes edificios monumentales que reflejen la grandeza y la magnificencia del Rey. 57 / 57