Amazonía: fuente de vida en el corazón de la Iglesia

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Amazonía: fuente de vida en el corazón de la Iglesia
Bogotá, Colombia, 18 de noviembre de 2015
Queridos misioneros, misioneras y laicos de la Consolata,
Les deseamos muchas bendiciones en sus trabajos misioneros, pidiendo a Dios e a la Santísima Virgen
Consolata que sigan bendiciendo sus vidas y la misión que nos fue confiada.
Desde Bogotá, dónde participamos del encuentro de la Red Eclesial Pan amazónica (REPAM), que busca
articular las fuerzas misioneras para un trabajo de conjunto en la llamada Pan Amazonía, que engloba a Bolivia,
Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela.
La REPAM es como el río Amazonas, que se va formando desde las experiencias y vivencias de muchas
personas, comunidades, parroquias, vicariatos, prelacías, diócesis, congregaciones, organizaciones, etc.,
recordando que “la presencia de la Iglesia en la cuenca del Amazonas no es la de alguien con las maletas listas
para irse tras haber explotado todo lo que había a su alcance. La Iglesia ha estado presente en la cuenca del
Amazonas desde el principio… y todavía está presente y es crucial para el futuro de la zona” (Papa Francisco, Rio,
27/07/2013).
La REPAM surgió del diálogo, el consenso y el compromiso conjunto del CELAM, Cáritas, CLAR y Comisión
para la Amazonía de la CNBB y fue fundada oficialmente en el encuentro de Brasilia, en septiembre de 2014. En
este momento tiene un comité de articulación, cuyo presidente es el Cardenal Claudio Hummes y el secretario
ejecutivo es Mauricio López, laico jesuita. Recordamos que ellos reconocen a la Consolata como uno de los
miembros fundadores de la REPAM.
Para conocer mejor esta Red Eclesial, compartimos algunos aspectos importantes:
VISIÓN DE LA REPAM: A la luz del Evangelio de Jesucristo muerto y resucitado, queremos vivir una
experiencia de fraternidad y solidaridad encarnada e inculturada, como instrumento de diálogo y unidad
eclesial, señal y horizonte del Reino de Dios (junto con otros-as de buena voluntad), al servicio de la Pan
Amazonía, en defensa de la vida, Don de Dios, seriamente amenazada, lo que implica “crear conciencia en las
Américas de la importancia de la Amazonia para toda la humanidad” (DA 475).
MISIÓN DE LA REPAM: Desde una plataforma de intercambio y enriquecimiento mutuo y una confluencia de
esfuerzos de las Iglesias locales, congregaciones religiosas, instituciones eclesiales y del laicado, y organizaciones
afines, con voz profética y al servicio de la vida, de la creación, de los pobres, y del bien común, nos proponemos
como RED ECLESIAL PAN-AMAZÓNICA – REPAM, potenciar de manera articulada, la acción que realiza la Iglesia
en territorio pan amazónico, actualizando y concretando opciones apostólicas conjuntas, integrales y multiescalares, en el marco de la doctrina y las orientaciones de la Iglesia.
Sus prioridades están organizadas en algunos ejes (que se están conformando en el caminar):
1) Pueblos Indígenas y grupos vulnerables
2) Derechos Humanos e Incidencia
3) Formación y Pastoral Itinerante Amazónica
4) Alternativas al Desarrollo, Bien Vivir y cambio climático.
5) Comunicación para la transformación
6) Redes Internacionales (Cáritas, CIDSE, Agencias Católicas, ONU, REBAC – Red Eclesial de la Cuenca del
Congo, FSPA, Redes afines especializadas).
7) Investigación y mapeo
8) Iglesias en frontera
En este momento, la REPAM se está construyendo y se va conformando de la siguiente manera:
Como podemos ver en el gráfico anterior, nosotros de la Consolata (misioneros, misioneras y laicos) hacemos
parte de la Red Eclesial por nuestro trabajo de décadas en esta realidad amazónica de Brasil, Colombia,
Venezuela, Ecuador y Perú. Recordemos que en nuestros proyectos regionales y continentales, tenemos
presente la opción indígena y el trabajo en la Amazonía como prioridades.
Como nos dice el mensaje del Cardenal Claudio Hummes, presidente de la REPAM, a la familia Consolata,
“que estemos siempre muy unidos en este trabajo de la REPAM. Ustedes también están adentro y trabajemos
juntos, y juntos pidamos que Dios no nos falte en este trabajo de evangelización y, también, de restauración y
preservación de la naturaleza”.
Muchas congregaciones también están respondiendo a este desafío (Jesuitas, Maristas, Franciscanos,
Capuchinos, Canonesas de Santo Agustín, Combonianos, etc.). Como nos han dicho varios obispos, religiosas,
laicos e indígenas: “La Amazonía necesita de su carisma de consolación”.
¡El desafío está lanzado! ¿Cómo vamos a responder a esta invitación que nos hace Jesús por medio del papa
Francisco, del cardenal Hummes y de la REPAM?
En este momento, mantengamos firme nuestra esperanza y sintamos que Dios sigue enviando su Espíritu
para iluminar nuestro camino misionero. Y la REPAM debe ser vista como esta luz de Dios que ilumina nuestro
camino misionero en el continente americano, especialmente en nuestras opciones indígena, afro, urbana y
amazónica.
Saludamos también con esperanza el surgimiento de la Red Eclesial de la Cuenca del Congo – REBAC, donde
nuestra familia misionera también tiene una presencia profética y de frontera. La creación de la REPAM y de la
REBAC son signos de un nuevo tiempo para la misión, que nos invitan a trabajar juntos con otros en la defensa
de la vida, de los derechos de los pueblos y en el cuidado de nuestra hermana, la Madre Tierra. Un nuevo
tiempo marcado por el llamado a escuchar el clamor de los pueblos y el clamor de la tierra.
Como nos dice la Hna. Joelma de Meneses, CDP, que ha trabajado muchos años en la Amazonía ecuatoriana:
“Sueños que se sueñan solos, en sueños se quedan. Sueños que se sueñan juntos, cambios generan”. Soñemos
juntos para construir un mundo mejor en la Amazonía desde nuestro carisma de Con-sol-acción.
Fraternalmente unidos en familia.
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Hna. Ines Arciniegas, mc
P. Júlio Caldeira, imc
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