Yolanda Barcina Angulo, presidenta de la

Anuncio
34
20 al 26 de febrero de 2012
SUPLEMENTO ESPECIAL 31 ANIVERSARIO Tribunas CC AA
Con fórmulas propias
Yolanda Barcina Angulo,
presidenta de la Comunidad Foral de Navarra
o osaré competir con los
N
prestigiosos expertos que
analizan el estado de la economía
española en este número extraordinario de EL NUEVO LUNES. Creo,
por lo demás, que casi todos coincidiríamos a la hora de diagnosticar lo ocurrido y de reconocer que
no existen varitas mágicas ni bálsamos de Fierabrás para salir del
pozo en el que nos encontramos.
Permítanme por lo tanto que
aporte información sobre como
abordamos la dichosa crisis desde la perspectiva de Navarra, una
Comunidad que resiste el temporal con parámetros más cercanos
a los de la media de los países de
la Unión Europea que a los del resto de España. Nuestra tasa de paro
en 2011 alcanzó el 13,8 por ciento, nueve puntos menos que la
nacional, diferencia que les aseguro no nos consuela en absoluto y
menos si tenemos en cuenta que
en enero rebasamos la cifra de
50.000 desempleados, psicológicamente muy importante para una
región escasamente poblada como
la nuestra.
En cualquier caso, conviene que
no nos dejemos cegar por el pesimismo y no olvidar que Navarra
ocupa el puesto 32 en el ranking
de las 271 regiones europeas cuya
renta per cápita media supera en
un 31%. La nuestra es, además,
una economía abierta que se proyecta hacia el exterior, una de cada
tres unidades producidas en Navarra se exporta, y cuyo tejido
empresarial cuenta con más de 120
empresas multinacionales.
Navarra fue una de las comunidades autónomas españolas que
antes supo reconocer la magnitud
de la crisis y adoptó a tiempo medidas de estímulo económico que
posteriormente imitaron quienes
perdieron un tiempo precioso
debatiendo sobre galgos o podencos. Sin embargo, el recrudecimiento de las dificultades mundiales en el verano pasado y el fuerte
impacto que tuvo en los ingresos
de nuestra Hacienda Foral nos obligó a adoptar fuertes medidas de
ajuste presupuestario.
Como consecuencia de ese
decidido esfuerzo Navarra finalizó
2011 con un 1,2 de déficit sobre el
PIB, cifra que podría elevarse al 1,7
si el gobierno central, con otro criterio contable, nos obliga a sumar
como gasto el coste de las obras
de la Autovía del Pirineo recién finalizada en el tramo navarro, y que
estamos financiando mediante el
sistema de peaje en la sombra. En
cualquier caso, sea un 1,2 o un
1,7% habrá que convenir que
nuestra Comunidad es una de las
pocas que se ajustarán al objetivo
de déficit planteado en su día por
el Estado.
Me gustaría destacar que el nuevo gobierno de coalición UPNPSOE surgido de las elecciones
autonómicas de mayo pasado ha
cerrado filas a la hora de aplicar sin
fisuras un recorte de 313 millones
de euros sobre un presupuesto inicial de 3.823 y, sobre todo, ha
hecho un meritorio esfuerzo al contener un gasto de personal que
subió un 1%, un frenazo importante si tenemos en cuenta que en la
legislatura anterior nuestro capítu-
65 millones de euros cuando si
hubiéramos aplicado mecánicamente la reforma impulsada por el
gobierno central dicha cifra hubiera tenido un impacto fiscal de 90
millones.
Conviene recalcar que la presión
fiscal “equivalente” a que nos obliga el Convenio Económico se alcanza por la vía de la recaudación efectiva y no tanto por los tipos de los
impuestos. También, que ese incremento de los ingresos se dedicará
a reducir deuda en función de la
evolución del ejercicio.
Lógicamente, una sociedad
acostumbrada a recibir generosas
subvenciones públicas durante
décadas se resiente de los recortes presupuestarios, aunque convendría no perder la perspectiva y
tener en cuenta que a pesar de la
durísima crisis que sufrimos nuestra economía pública sigue funcionando con cerca del 90% del
mayor gasto público realizado en
la Historia de Navarra.
Como sabemos que regodearnos en la crisis solo conduce a la
melancolía, en Navarra miramos al
futuro con ideas claras y hechos
que se concretan en lo que hemos
venido en llamar “Plan Moderna”,
liderado por el Gobierno de Navarra y que ha contado con la participación de nuestra sociedad civil.
El pasado dos de febrero firmamos con el Banco Europeo de
Inversiones, el primer desembolso
“Navarra fue una de las
comunidades que antes
supo reconocer la
magnitud de la crisis y
adoptó a tiempo medidas
de estímulo económico”
“El reto no es sólo crear
más empleo, sino más
cualificado, de mayor
valor añadido y que
lo haga sostenible
en el tiempo”
lo uno llegó a crecer al ritmo del
14,4 %.
Por lo demás, las nóminas de
febrero de los ciudadanos navarros comenzarán a aplicar la nueva tabla de retenciones aprobada
como consecuencia de la reforma
del IRPF decidida por el gobierno
central. El Convenio Económico
que regula nuestra relación con el
Estado nos obliga a mantener una
presión fiscal “equivalente” con la
del resto de España lo que nos
permite mantener un margen propio y adaptado a las características propias de nuestra economía
sin dejar de cumplir nuestros compromisos.
En este sentido considero que
al ajustar nuestro IRPF para 2012
y 2013 hemos hecho un ejercicio
de solidaridad, equilibrio, progresividad y hasta de justicia. Nuestra subida de IRPF es menor que
la estatal, entre 0 y 5 puntos según
tramos, y calculamos que aumentará la recaudación de la Hacienda Foral en una cifra cercana a los
31 aniversario
de un crédito de 100 millones de
euros que ya este año estarán a
disposición de las pequeñas y
medianas empresas y entidades
públicas para financiar proyectos
de inversión encuadrados en los
sectores identificados como claves para el futuro de Navarra.
Estos sectores son la economía
verde, la economía de la salud y la
economía del talento, e incluyen actividades económicas como el vehículo sostenible, las energías renovables, la construcción sostenible,
el medioambiente y la gestión de
los residuos, las industrias agroalimentarias, el turismo, los servicios
sanitarios, la biomedicina, los aparatos médicos, los servicios empresariales, la educación, la generación
del conocimiento y la mecatrónica.
Y es que en Navarra queremos
concentrar los esfuerzos en aquello que sabemos hacer muy bien
y crear un tejido económico fuerte, que nos permita competir
internacionalmente.
Ese préstamo, que prevé un total
250 millones de euros, supone en
estos tiempos difíciles una ventana de esperanza para Navarra y
para los navarros y confirma, ante
todo, la confianza que nuestra
Comunidad genera en la Unión
Europea.
Pensamos que este nuevo
modelo de desarrollo económico
sienta las bases de la Navarra del
futuro, marcando los sectores y
apuestas estratégicas, los cambios
necesarios para mejorar el contexto productivo y el camino que es
preciso recorrer.
Ahí esta el futuro de Navarra, y
apostando por estas áreas de gran
potencial y productividad, situaremos a Navarra entre las veinte regiones más prósperas de Europa.
¿Cómo lo haremos?. Con acciones a corto plazo y también con
una visión estratégica que nos permita diseñar políticas económicas
sostenibles y que nos posibiliten
transformar nuestra economía de
modo que podamos afrontar los
retos que ya se están planteando.
En estos momentos, el problema
económico más acuciante es el desempleo y, por tanto, la creación de
empleo es la prioridad número uno
del Gobierno de Navarra.
Pero el reto es no sólo crear más
empleo, sino un empleo más cualificado, de mayor valor añadido,
que lo haga sostenible en el tiempo. Para ello, el Plan Moderna diseña actuaciones que mejoran la
competitividad de las empresas:
en materia de innovación, internacionalización, emprendimiento,
infraestructuras, administración
pública y, la más importante de
todas, la educación.
Y todo ello con una visión muy
clara de la cooperación públicoprivada. Caminamos juntos, y
tenemos claro el papel de lo público y lo privado dentro del sistema
económico.
Entendemos que el papel del
sector privado es invertir, arriesgarse, buscar los recursos para
aprovechar las oportunidades
económicas y crear empleo, y el
papel del sector público es facilitar este proceso, velando para que
todas esas iniciativas particulares
nos conduzcan hacia el interés
general.
Desde el Gobierno de Navarra
estamos potenciando que las
empresas contraten más: facilitando los trámites administrativos,
reduciendo el tiempo necesario
para la creación de una empresa,
acompañando a la empresa desde su creación hasta su fase de
desarrollo e internacionalización.
El Plan Moderna no sería nada
si no contara con los emprendedores y sus iniciativas. Ellos tienen
la misión de poner en marcha sus
proyectos, creando pequeñas y
medianas empresas que constituyen la mayoría del tejido productivo de Navarra y que generan
empleo.
En este empeño estamos en
Navarra. Como ven no estamos
dispuestos a permanecer quietos
y vamos a intentar salir lo antes
posible de la crisis con fórmulas
propias. Confío que en futuras colaboraciones con E L N UEVO L UNES
pueda rendir cuentas positivas de
lo conseguido.
Descargar