MERCOSUR ¿QUÉ ES EL MERCOSUR?

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MERCOSUR
¿QUÉ ES EL MERCOSUR?
El MERCOSUR, o Mercado Común del Sur, es la asociación económica integrada por Argentina, Brasil,
Paraguay y Uruguay. Se trata no sólo de una zona de libre comercio entre esos países, sino también de una
unión aduanera con el deseo de convertirse en un mercado común, el que constituye una de las formas más
acabadas de integración, sólo superada por la figura de la unión económica.
La normativa contenida en el Tratado de Asunción define criterios generales, por lo cual, el perfil definitivo
del Mercosur, dependerá de las negociaciones que se realicen durante la etapa de transición.
Primeros pasos del Mercosur
La idea de crear acuerdos sólidos entre Argentina y Brasil era una idea con historia, pero por diversas
circunstancias no concretada. En l985 los dos gobiernos, los primeros libremente electos después de períodos
con ausencia de democracia, enfrentaban la necesidad de reorientar sus economías.
El enorme peso de la deuda externa contraída en los años anteriores, la falta de nuevos créditos, la necesidad
de hacer grandes inversiones para modernizarse y para competir en el mundo, llevó a comprender que este
proceso de reconversión y expansión tendría más ventajas si era encarado en forma conjunta.
Sobre esta base a fines de l985 los Presidentes Alfonsín de Argentina y Sarney de Brasil, ratifican la voluntad
de encarar el futuro en conjunto y con ello crean el marco político para que se exploren caminos de acuerdo.
Argentina desarrolla su idea de una "asociación preferente" con Brasil e invita en febrero de l986 a
representantes de ese país a una reunión privada, sin compromisos, para discutirla. Una quinta privada en Don
Torcuato sirve para dos días de discusiones en un clima de exploración y cambio libre de ideas.
Unas pocas semanas después, es Brasil quien invita a una reunión de similares características, también en una
residencia no oficial, en Itaipava, dando su respuesta favorable a la idea Argentina y comenzando a diseñarse
las características del acuerdo.
Una idea central era que este acuerdo debía servir no para cerrarse sobre sí mismos sino para dar mayores
oportunidades para que las economías de los dos países y, en definitiva el conjunto, saliera a integrarse al
mundo. La idea de un acuerdo económico y político de esta naturaleza creaba escepticismo y dudas.
Escepticismo, porque nuestros países venían, como otros de América Latina, de una experiencia de acuerdos
no exitosos o de resultados muy limitados como fueron la ALALC (Asociación Latinoamericana de Libre
Comercio) integrada por 11 países en los años 70 y su sucesora −aún existente− la ALADI (Asociaciones
Latinoamericanas de Integración) lanzada en los años 80.
Dudas, porque en l986, salvo la excepcional experiencia de la Comunidad Económica Europea, no había
otras experiencias de integración relacionadas con economías relativamente desarrolladas o de desarrollo
intermedio. En l986 no existía el acuerdo entre Estados Unidos y Canadá, menos aun por supuesto el Nafta
que une estos dos países con México, e incluso la CEE (Comunidad Económica Europea) pasaba por
momentos difíciles.
En ese sentido los acuerdos de Argentina−Brasil, que juntos representan el 95 % de la influencia dentro de lo
que desde l990 es el Mercosur, fueron pioneros de lo que se denomina regionalismo abierto, es decir
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integrarse para, a su vez, relacionarse mejor con la economía internacional.
Se concreta el acuerdo
La declaración de Foz de Iguazú de diciembre de l985 comprometía a que hacia mediados de l986 se
presentase un informe con las prioridades para la cooperación. En lugar de un informe lo que los negociadores
presentan es un esquema completo y avanzado de integración y el 29 de julio de ese año se firma el Acta para
la Integración argentino−brasileña. El acuerdo formal se firma así después de unos pocos meses de muy
intenso trabajo, negociaciones y convencimiento interior de cada uno de los dos gobiernos y de los dos países.
El diseño del acuerdo comprendió algunos principios generales como fueron:
• La economía moderna y competitiva exigía ciertas especializaciones para aprovechar mejor las escalas
(tamaño) de la producción, las ventajas naturales o los recursos humanos que cada uno de los países tenía,
pero debía ser una integración moderna donde estas especializaciones no significaran que un país creciera
en materia industrial quedando al otro el papel de proveedor de bienes agrícolas−ganaderos. Es decir se
rechazaba la idea de una especialización inter−sectorial.
Por el contrario se proponía expresamente que la integración y especialización fuera dentro de cada uno de los
sectores, es decir debía ser intra−sectorial, asegurando que cada uno de los países desarrollara plenamente las
diferentes ramas de la industria y del sector agropecuario, especializándose en algunos productos dentro de
cada una de ellas.
• El acuerdo debía ofrecer beneficios simétricos para los dos para lo cual debía haber mecanismos flexibles,
graduales y progresivos.
A partir de allí y en sucesivas reuniones se fueron firmando diversos Protocolos Sectoriales que abarcaron
tres grandes campos:
• El del aumento del comercio, reduciendo impuestos y comprometiendo abastecimiento
• El de la reconversión industrial conjunta de industrias existentes como el de los sectores de
producción de máquinas, el de automotores o el de siderurgia. Así como el carbón y el acero fueron
en los años `50 los sectores claves de la integración europea, las industrias de producción de máquinas
y equipamiento fueron elegidos como el núcleo de esta nueva integración.
• El de desarrollo de sectores nuevos o incipientes como el de la informática, biotecnología,
comunicaciones o de colaboración en materia de uso pacífico de la energía nuclear.
Nace el Mercosur
Los compromisos de l986 se profundizan con un tratado aun más amplio en l988 y finalmente el éxito
obtenido por los acuerdos de integración entre Argentina y Brasil, así como el tratamiento especial que ambos
países le dieron durante este lapso a Uruguay, lleva a que en l991 se firme el Tratado de Asunción que agrega
al proyecto integrador como miembro pleno a Uruguay e introduce por primera vez a Paraguay. Estos cuatro
países adoptan además formalmente para el acuerdo de integración la denominación de Mercosur (Mercado
Común del Sur).
Junto con la ampliación del tratado se acortan los plazos de integración interna, reduciendo el grueso de los
impuestos al comercio entre los países al cero por ciento en cuatro años y se le da a esta rebaja gradual un
cronograma automático. La reducción de aranceles (impuestos al comercio) pasan así a tener más peso que la
combinación de políticas de tipo sectorial y rebaja de aranceles.
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Cuando el proyecto comenzó, el comercio entre los socios (los países) era menor a los 2.000 millones de
dólares. A fines de l994 (ocho años y medio después de iniciado) el comercio era ya de casi 12.000 millones
habiéndose multiplicado por seis. En pocos años más, hacia inicios del siglo próximo el comercio interno será
del orden de 30.000 millones de dólares y al mismo tiempo se habrán creado mejores condiciones de
competencia comercial en y con el resto del mundo.
Por sobre los datos económicos hay además un profundo cambio cultural. La comprensión de la importancia
de destinos comunes y en lo económico de las ventajas de trabajar juntos.
Ambas economías prácticamente se habían ignorado hasta ese momento. Por sorprendente que parezca
después de más de 120 años de vecindad, recién en l987 se realiza la primera exposición de productos
industriales argentinos en Brasil. Por supuesto la cercanía geográfica no cambió de manera sustancial, pero la
percepción de vecindad −que es un hecho cultural− fue total y positivamente
UNA ZONA DE LIBRE COMERCIO
Una zona de libre comercio es un ámbito territorial en el que no existen aduanas internas. Esto quiere decir
que los productos de cualquiera de los países miembros pueden ingresar a los demás sin pagar aranceles
aduaneros; del mismo modo que si se vendieran en cualquier sitio del país de origen.
¿UNA UNIÓN ADUANERA?
Se trata de un paso más en el proceso de integración económica entre países.
En este caso se establece un arancel externo común, que es lo que deberán pagar los productos procedentes
del resto del mundo. Ese arancel es el mismo sea que ingresen a Argentina, Brasil, Paraguay o Uruguay, en
nuestro ejemplo.
Ello significa que los cuatro países asociados forman ya una sola persona en el ámbito del comercio
internacional.
MERCADO COMÚN
Es la unión aduanera a la que se le agregan la libre movilidad de factores productivos entre los países
miembros y la adopción de una política comercial común.
Contempla la coordinación de políticas macroeconómicas sectoriales de los miembros. Puede además requerir
la armonización de legislaciones nacionales.
¿Cuál es la ventaja de participar en una unión de este tipo?
Todo el mundo tiende hoy a formar un solo mercado. El capital va de un lado a otro, al igual que las
tecnologías. Incluso se producen importantes migraciones de trabajadores de uno u otro país. ESTA ES LA
NUEVA ECONOMIA GLOBAL. En este marco, los países más desarrollados han optado por asociarse para
competir más eficazmente. Así se reúnen en zonas de libre comercio (EE.UU., Canadá) o en mercados
comunes (Europa). Porque la tecnología de punta no viene a un país cuyo mercado es de 34 millones de
personas, pero sí le atrae un mercado de más de 200 millones. Más aún si dentro de él se desarrollan empresas
integradas que permitan vender al resto de Sudamérica y al mundo. No considerar la economía global sería
condenar a la región al atraso tecnológico y al empeoramiento de las condiciones de vida.
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EL MERCOSUR: MUCHO MÁS QUE NEGOCIOS
La creación de un espacio económico, como el Mercosur, también obedeció a un objetivo ambicioso de los
Estados miembros: la conformación de un área social y cultural que integrara las expresiones artísticas de
sociedades con matices que las diferencien entre sí, pero que comparten raíces culturales e históricas
comunes. El arte, a través de sus múltiples manifestaciones, no sólo difundió por el mundo la realidad que
vive esta parte del planeta, sino que también aportó su riqueza artística al patrimonio cultural del mundo
entero.
MERCOSUR−EL CAMINO DE LA INTEGRACION
El Mercado Común del Sur (Mercosur), conforma un espacio de 200 millones de habitantes y concentra más
del 50 por ciento del Producto Bruto Interno de América Latina. Su concreción ha sido el paso más firme en la
dirección del sueño bolivariano: una Latinoamérica unida y sin fronteras. Los cuatro países que lo integran
−Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay− no sólo han respondido así a los nuevos rumbos que toma el
planeta, sino también a su larga historia en común. Hace más de cinco siglos, portugueses y españoles junto a
los primeros habitantes de estas tierras, construyeron los cimientos de una comunidad cultural, política y
económica que, a la par de su crecimiento, buscó vías para manifestar al mundo su riquísimo potencial. Entre
ellas, lograr la integración fue la meta acariciada durante largas décadas.
Uno de los proyectos de integración económica más serios se remonta a 1909, cuando un grupo de políticos y
empresarios propuso la creación de la Unión Aduanera del Sud, en la que participarían Argentina, Bolivia,
Chile, Paraguay y Uruguay. Este proyecto se reflotó en 1929 a instancias de una iniciativa alemana que
promovía la creación de una "Unión Aduanera de Europa".
Ya en 1960 se instituyó la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), convertida luego, en
1980, en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Este acuerdo regional suscrito en
Montevideo por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y
Venezuela, tiene como propósito alcanzar un mercado común latinoamericano, a través de un proceso
progresivo de "articulación y convergencia" de las iniciativas de integración subregionales.
Sin embargo, los antecedentes más firmes del actual proceso de integración se ubican pocos años después,
cuando se inicia el irrefrenable proceso de democratización en toda la región, y que se convertirá después en
el sostén de los acuerdos alcanzados hasta hoy.
En 1985 la Argentina y el Brasil suscribieron la Declaración de Foz de Iguazú, donde se sientan las bases para
la futura integración, y en 1990 registraron en ALADI un Acuerdo de Complementación Económica. Ese
mismo año, representantes de ambos países se reunieron con autoridades de Uruguay y Paraguay, quienes
expresaron su disposición para incorporarse al proceso de integración que se estaba llevando adelante. Se
convino entonces en suscribir un acuerdo para crear un mercado común entre estas cuatro naciones.
EL TRATADO DE ASUNCION
El 21 de marzo de 1991 los Primeros mandatarios y Cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay
suscribieron el Tratado de Asunción, para la "constitución de un Mercado Común" entre sus países. Se previó
para ello la elaboración de un programa de liberación comercial, la coordinación de políticas
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macroeconómicas y la puesta en vigencia de un Arancel Externo Común, así como otras normas y disciplinas
comerciales, que entrarían en vigor a partir del 1° de enero de 1995.
El espíritu integracionista de este "tratado marco" excede el terreno de lo económico y avanza sobre otras
áreas de la vida de las naciones, como el medio ambiente, la educación y la salud. Además, en su gestación
está profundamente arraigado el ideal democrático, ya que entre las finalidades que persigue la creación del
Mercosur, se destaca el "desarrollo económico con justicia social" y "mejorar las condiciones de vida de sus
habitantes". En definitiva, ambos principios que dieron origen al tratado cuatripartito se basan en "lograr el
bien común" de sus pueblos.
Por otra parte, el acuerdo fue hecho con vocación regional, dejando abierta su adhesión al resto de países
miembros de la ALADI.
EL PROTOCOLO DE OURO PRETO
Hasta el 31 de diciembre de 1994, el Mercosur contó con una estructura institucional provisoria que abarcó el
período de transición establecido por el Tratado de Asunción. Así, el 17 de diciembre de 1994 los Presidentes
en ejercicio y Ministros de Relaciones Exteriores de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay suscribieron el
Protocolo de Ouro Preto, que establece la estructura institucional de los organismos administrativos y
políticos del Mercosur.
En el nivel más alto de esta estructura jerárquica se encuentra el Consejo del Mercado Común (CMC),
constituido por los Ministros de Relaciones Exteriores y de Economía de cada país miembro. Un peldaño más
abajo, haciendo las veces de cuerpo ejecutivo, se halla el Grupo Mercado Común (GMC) compuesto por 16
miembros en representación de los Ministerios de Relaciones Exteriores y de Economía y de los Bancos
Centrales de cada país. Luego se encuentra la Comisión de Comercio del Mercosur (CCM), encargada de
asistir al GMC y velar por la aplicación de los instrumentos de política comercial común; la Comisión
Parlamentaria Conjunta (CPC), órgano representativo de los parlamentos de los países del Mercosur; el Foro
Consultivo Económico y Social (FCES), en representación de los sectores económicos y sociales, y la
Secretaría Administrativa del Mercosur (SAM), con sede permanente en la ciudad de Montevideo, que brinda
apoyo operativo y es responsable de la prestación de servicios de los demás órganos del Mercosur.
Otra decisión trascendental surgida del Protocolo de Ouro Preto fue la de otorgar "personalidad jurídica" al
Mercosur, lo que lo convirtió en sujeto de derecho internacional público y le permite la relación como bloque
con terceros países, grupos económicos y organismos internacionales.
Por otra parte, en la Cumbre de Ouro Preto los cuatro países acordaron la versión definitiva del Arancel
Externo Común, con los esquemas de convergencia para las excepciones del mismo, y otros instrumentos
necesarios para el establecimiento de la Zona de Libre Comercio y la Unión Aduanera a partir del 1° de enero
de 1995.
LA UNION ADUANERA
Al firmarse el Tratado de Asunción, los países signatarios asumieron el compromiso de establecer el Mercado
Común a partir del 31 de diciembre de 1994. El Protocolo de Ouro Preto reencauzó el estrecho cronograma
establecido en aquella oportunidad y flexibilizó el proceso de integración mediante la constitución de una
Unión Aduanera entre las cuatro naciones, que comenzó a funcionar el 1° de enero de 1995, y como paso
previo a la plena conformación del Mercado Común.
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En síntesis, el Mercosur actualmente es una Unión Aduanera, en la que se aplica la libre circulación de
mercadería y un Arancel Externo Común (AEC). Los países integrantes pueden importar productos de los
demás Estados miembros sin el pago de un arancel de importación y, en cuanto a su comercio exterior, los
Estados parte deben cobrar un mismo arancel para un determinado producto que provenga de terceros países.
Es decir, que desaparecen las tarifas incidentes sobre el comercio entre los cuatro países, e entra en vigor una
Tarifa Externa Común para el comercio de los cuatro miembros con el resto del mundo.
La distinción entre lo que sucede con el comercio intrazona, esto es, entre los cuatro países miembros, y lo
que sucede en el comercio extrazona, ósea, en el intercambio de bienes entre los países del Mercosur y el resto
del mundo. En el caso del Mercosur, las tarifas en el comercio intrazona desaparecen, en cuanto a las tarifas
para el comercio extrazona se fija en una tarifa común a los cuatro países. Por ejemplo una camiseta exportada
de Francia paga el 20% al entrar tanto en el Uruguay, como en Brasil o en cualquiera de los países miembros
del Mercosur.
A diferencia de una zona de libre comercio, en donde los países solamente están obligados en principio a
cobrar una tarifa cero en el comercio intrazona, pero en donde cada uno puede fijar sus propias tarifas para el
comercio extrazona; en el Mercosur ya siendo una Unión Aduanera existe necesariamente una Tarifa Externa
Común, y todos tiene que cobrar la misma tarifa para un mismo producto, cuando ese producto es importado
de afuera de la zona. La Tarifa Externa Común es externa y por eso solo vale para el comercio extrazona y es
igual en todos los países del Mercosur. Pero el objetivo del Mercosur es construir un Mercado Común.
La imposibilidad de aplicar inmediatamente en todos sus alcances los principios que rigen la flamante Unión
Aduanera y permitir, al mismo tiempo, la adaptación de las economías nacionales a las nuevas reglas, llevó a
los Estados parte a acordar un régimen de adecuación por el cual algunos productos en el comercio entre los
cuatro países continuarán pagando aranceles por un tiempo limitado. Previendo también algunas excepciones,
que con el tiempo desaparecerán.
Se admiten tres grupos de productos con excepciones a la Tarifa Común Externa (TEC):
• Los bienes de Capital: maquinas y equipos de todo tipo) que ocupan un lugar vital en la economía, y cuya
alteración brusca de sus tarifas tendría un impacto muy amplio. Y Así se aplicara una tarifa de un 14%,
pero los países tendrán hasta el 2001 para alcanzar esa cifra. Cambio que se realizara progresivamente.
• Informática y Telecomunicaciones: los productos de este sector se encuentran en la misma situación que los
bienes de capital, y de ese modo se definió una tarifa de un 16% para los principales productos incluidos en
esos sectores como ser computadoras, impresoras, centrales telefónicas, etc.; pero que se podrá
paulatinamente hasta el 2006.
• Listas de excepciones nacionales: a cada país se le proporciono el derecho de presentar una lista con hasta
300 productos (399 en caso de Paraguay), que no se incorporan a la TEC inmediatamente, pero en el 2001,
sí luego de un periodo de convergencia.
Las excepciones fueron pensadas para suavizar la llegada de cada país a la Tarifa Común Externa, sin
comprometer los objetivos y principios centrales del proceso de integración.
Régimen de Origen
El régimen de origen del Mercosur tiene la siguiente regla básica: es considerado originario de la región, y por
lo tanto tiene derecho a la tarifa cero, cualquier producto que tenga por lo menos 60% de valor agregado
regional. Algunos otros criterios para la determinación del origen pueden ser aplicados en otros casos, pero
todos siguen el mismo principio: el producto fabricado a partir de insumos importados de extrazona, para
circular en el Mercosur con tarifa cero, debe haber sufrido dentro de la región, algún tipo de procesamiento o
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transformación substancial, mediante la cual se agregue valor a los insumos importados de terceros países.
El control de origen solo será necesario cuando el producto en cuestión figure en alguna de las listas de
excepciones a la TEC. Tratando de evitar la triangulación de productos o servicios. Cualquier producto
importado de afuera del Mercosur pagara la tarifa TEC al ingresar en alguno de los cuatro países, y podrá ser
libremente
EL MERCOSUR Y LA UNION EUROPEA
El 22 de diciembre de 1994 se dio a conocer una Declaración Conjunta entre el Consejo de la Unión Europea
y los Estados parte del Mercosur, donde se señalaba el interés de establecer una asociación política y
económica interregional.
Dos rondas de negociaciones, llevadas a cabo en septiembre, en Bruselas, y en octubre, en Montevideo,
culminaron con la firma en Madrid, el 15 de diciembre de 1995, del Acuerdo Marco Interregional de
Cooperación entre la Comunidad Europea y el Mercosur. Este acuerdo se constituyó así en el primer
instrumento que celebran dos sistemas regionales de integración, abriendo las puertas a la creación de un
espacio económico que congrega hoy a 580 millones de consumidores, y en respuesta a la importancia del
intercambio comercial que se produce actualmente entre los dos bloques, y a la magnitud de las inversiones
europeas en el Mercosur.
− El 47 por ciento de las inversiones directas en el Mercosur proviene de la Unión Europea.
− El intercambio actual alcanza a los 40 mil millones de dólares.
El Acuerdo Marco establece mecanismos conjuntos de cooperación en materia aduanera para el comercio
interregional con la intención de liberarlo plenamente en el año 2008.
CHILE Y BOLIVIA. MEXICO
El Mercosur y Chile comparten desde el 1° de octubre de 1996 una zona de libre comercio, por la que circulan
bienes y productos originados en los Estados miembros y en el país trasandino, y cuya desgravación avanzará
progresivamente en los próximos años. Esta asociación responde a la fórmula del "4+1", que establece el
Mercosur para los acuerdos con terceros países.
El Acuerdo suscrito entre el Mercosur y Chile, para la conformación de una zona de libre comercio (ZLC),
constituye un hito histórico en el proceso de integración latinoamericana.
Económicamente muestra un verdadero "espacio Económico ampliado". Cabe destacar el rol dinámico
ejercido por los sectores privados de la Argentina y Chile originado, a través de sus inversiones reciprocas,
una integración "de hecho" entre las partes.
Implica alcanzar una mayor inserción competitiva en el mercado internacional y se vincula con la estrategia
sostenida por el Mercosur de propiciar un regionalismo abierto. Prueba de ello lo constituye también el virtual
Acuerdo con Bolivia y las negociaciones en curso con los demás socios de la ALADI.
El Acuerdo Mercosur−Chile permitirá el surgimiento de una gradual disciplina económica entre sus miembros
mediante la aplicación de las normativas de la OMC y de los instrumentos de política comercial de Mercosur.
Por otra parte, está prevista la incorporación de productos al mencionado Acuerdo, clasificados conforme sus
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sensibilidades, a fin de garantizar un transito gradual y no traumático de los sectores sensibles a la zona de
libre comercio (ZLC). Merece destacarse el tratamiento del tema de la integración física, por el cual se llevara
a cabo un Programa de Inversiones entre Argentina y Chile.
Este Acuerdo esta dirigido a una integración economico−comercial que permita a los socios competir y
fortalecer su posición en el momento de incorporar sus productos a los circuitos económicos internacionales.
Importancia del Acuerdo:
• Puede convertirse en un socio pleno del Mercosur.
• Refuerza la capacidad negociadora de la unión aduanera ante terceros agentes.
• Permite una reasignación casi ricardiana de la división del trabajo en la región.
El nuevo socio privilegiado andino puede ser encarado como puerta privilegiada de acceso al Pacifico para
productos y servicios.
El Programa de liberación comercial. Los plazos de desgravación arancelaria se han pensado de manera tal
que sean de forma lineal y automática, pero de manera paulatina para que no se provoque un trauma
económico.
El intercambio comercial de Chile con el Mercosur alcanzó los 5 mil millones de dólares en 1995, lo que
representa casi un tercio del intercambio que mantienen entre sí los socios del bloque.
A su vez, el Mercosur celebró negociaciones con Bolivia en igual sentido para la suscripción de un Acuerdo
de Libre Comercio, cuyos lineamientos básicos fueron rubricados el 25 de junio de 1996 en la provincia
argentina de San Luis por los Presidentes de los Estados parte del Mercosur y el Primer mandatario de
Bolivia. Ya concluidas las tareas técnicas pendientes relativas a la confección de los Anexos del Acuerdo, se
acordó que éste instrumento entre en vigencia el 1° de enero de 1997.
El relacionamiento de Bolivia con el Mercosur se presenta de la siguiente forma: el abultado déficit de la
balanza comercial de Bolivia con el Mercosur, debido a que es un importador neto de los bienes de capital e
insumos procedentes de Brasil y Argentina, tiende a generar opiniones divergentes en torno a la asociación
con el Mercosur. Sin embargo, es de esperar que con los aportes de las nuevas exportaciones de gas a Brasil y
la zona de libre comercio a conformarse en los próximos años, se logre una considerable expansión de las
exportaciones de Bolivia que equilibre dicho comercio.
México, que integra junto a los Estados Unidos y Canadá el mayor bloque económico del continente
(NAFTA), expresó también su interés en relacionarse orgánicamente con el Mercosur. La fórmula a aplicarse
sería la del "4+1", creándose así un área de libre comercio con un mercado potencial que abarcaría
prácticamente todo el continente americano.
PROCESO DE INTEGRACION
El proceso de integración se fomentara mediante una creciente vinculación y relacionamiento de las empresas;
a partir de:
• Operaciones de complementación industrial.
• Acuerdos comerciales de distribución cruzada.
• Fusiones y adquisiciones.
• Participación en los procesos de privatizaciones.
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La estrategia del "regionalismo abierto" es una respuesta al desafío de la globalización. Mientras el Mercosur
perfecciona el funcionamiento de su mercado interno, reafirma su posicionamiento internacional a través
negociaciones con el resto del mundo.
Dentro de este contexto, su afianzamiento dentro de la ALADI es uno de los aspectos prioritarios de la
agenda. Concluido el acuerdo con Chile y avanzada la negociación con Bolivia, se esta encarando ahora la
definición del futuro relacionamiento con los demás países andinos. La idea central esta definida: "la
conformación de una zona de libre comercio en América del Sur". Restan establecer los mecanismos a través
de los cuales se cumplirá este objetivo.
La estrategia del regionalismo abierto, es decir la "integración con fronteras abiertas", es una respuesta al
desafío de la globalización.
Se trata de lograr el crecimiento de las economías integradas mediante un incremento del grado de
especialización de las actividades y, por ende, del logro de niveles más altos de la eficiencia y productividad.
La dimensión del mercado, al ampliarse, genera un ámbito de mayor competencia, lo que permite aumentar la
variedad y la calidad de los bienes y servicios existentes. También promueve el ingreso de la inversión externa
directa e incentiva la realización de emprendimientos conjuntos entre empresas argentinas y del exterior.
Desde una perspectiva política, el grado de evolución del Mercosur en su proceso de integración lo ubica
dentro del contexto latinoamericano con grandes posibilidades de transformarse en el eje impulsor de la
convergencia de los diferentes procesos de integración subregionales que se han desarrollado en América
Latina (Mercosur, Grupo de los Tres, Grupo Andino, y diversos acuerdos de zonas de libre comercio
bilaterales).
MERCOSUR: UN EJEMPLO PARA EL MUNDO
Durante una visita oficial a los países del Mercosur, funcionarios de la Unión Europea (UE) expresaron su
admiración por los resultados que lleva alcanzados el proceso de integración entre Argentina, Brasil, Paraguay
y Uruguay, iniciado en 1991 con la firma del Tratado de Asunción. El "éxito del Mercosur", según la
calificación de los funcionarios de la UE, fue logrado en muy poco tiempo y se revela como un ejemplo a
seguir por otras naciones del mundo que necesitan dar una respuesta efectiva al proceso de globalización de la
economía internacional.
Carlos Saúl Menem, Presidente de Argentina, señaló a este respecto que "hemos realizado en muy poco
tiempo una proeza. Hemos cumplido exigentes cronogramas de integración regional y hemos puesto en
marcha un Mercosur exitoso". Esta opinión la comparten unánimemente los actuales primeros mandatarios de
Brasil, Fernando Henrique Cardoso; de Paraguay, Juan Carlos Wasmosy; y de Uruguay, Julio María
Sanguinetti.
Sin ninguna duda, el irrefrenable proceso democratizador que comenzó a gestarse en América Latina a
principios de los '80, y en particular en los cuatro países integrantes del Mercosur, es el verdadero sostén de
los acuerdos alcanzados hasta hoy. Los plazos fijados para dar cumplimiento a las directivas surgidas del
Protocolo de Ouro Preto se han basado en el consenso de todas las fuerzas políticas y empresariales de la
región.
Hoy el Mercosur es una realidad tangible. El proceso de integración está firmemente consolidado y abona
otros, como el de la paz, el bienestar y el progreso de los pueblos que habitan este continente.
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LOS NUMEROS DE LA INTEGRACION
El Mercosur representa un megamercado de más de 200 millones de personas, que concentra más del 50 por
ciento del Producto Bruto Interno latinoamericano y el 51 por ciento de la producción industrial y del
comercio regional. Abarca el 60 por ciento del territorio de América Latina y el 33 por ciento de su comercio
exterior.
Superficie:
− 12 millones de kilómetros cuadrados.
− 60 por ciento de la superficie total de América Latina.
− 4 veces más grande que el espacio de la Unión Europea.
Población:
− Más de 204 millones de habitantes.
− La mitad de la población total de América Latina.
Producto Bruto Interno (PBI):
− 983 mil millones de dólares a precios de paridad.
PBI por habitante:
− 4.800 dólares per cápita.
Exportaciones totales:
− 55.900 millones de dólares.
Importaciones totales:
− 65.400 millones de dólares.
EL CUARTO BLOQUE MAS GRANDE DEL PLANETA
El Mercosur se convirtió desde su mismo nacimiento en el cuarto grupo económico mundial (detrás del
NAFTA, la Unión Europea y la Cuenca del Pacífico) y en la segunda unión aduanera. Los Miembros del
NAFTA y el Mercosur representan, en conjunto, los actores económicos principales del Hemisferio
Occidental, ya que representan el 96 por ciento del PBI de este hemisferio.
COMERCIO INTERREGIONAL
El comercio intraregional del Mercosur creció en un 266 por ciento en el período 1985−1992. En 1997, y a
sólo tres años de funcionar como Unión Aduanera, este intercambio se incrementó en más del 35 por ciento
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con relación a 1994.
1994: 12 mil millones de dólares.
1996: 14.200 millones de dólares (+ 17.5% con relación a 1994).
1997: 16.210 millones de dólares (+35% respecto de 1994).
El Futuro del Mercosur
La consolidación de lo avanzado en la primera etapa del Mercosur, es sin duda una prioridad. Lo avanzado es
mucho, pero también es cierto que mucho de lo adquirido es precario. Lo pone de manifiesto las excepciones
al Arancel Externo Común y las listas de adecuación final.
La subsistencia de restricciones no arancelarias, aunque pocas, también demuestran una resistencia a extraer
las consecuencias del audaz planteamiento de apertura que se incorpora en el Tratado de Asunción
Es difícil aún garantizarle a un inversor que efectivamente tendrá el acceso irrestricto a un mercado de
doscientos millones de consumidores. A su vez, la arquitectura jurídica e institucional, tiene la virtud de su
simpleza y flexibilidad. Sin embargo, tras la crisis automotriz de junio de 1995, parece insuficiente para
convencer a inversores escépticos que con ella se podrán lograr los objetivos perseguidos, y administrar los
1ógicos conflictos de intereses.
El Mercosur requiere un salto adelante. De lo contrario podría perder fuerza como proyecto estratégico para la
transformación productiva y la inserción competitiva de sus socios en la economía global. Su agenda podría
quedar dominada por cuestiones comerciales de corto plazo, como son las que considera la Comisión de
Comercio. Sin una visión política más amplia, su gestión sería difícil y desgastante incluso para las políticas
exteriores bilaterales. El Mercosur perdería gradualmente relevancia política e imagen tanto ante las
respectivas opiniones públicas y en terceros países.
Un Mercosur sin tono muscular, plagado de incertidumbres, que no trascienda de lo comercial, no es lo más
conveniente para sus socios. Por el contrario, firmemente orientado a la transformación productiva, a la
inversión, a la generación de empleo, tiene un valor estratégico central para la Argentina y para sus socios. De
ahí la necesidad de evitar un falso dilema entre consolidación y profundización de sus compromisos. La
profundización es la mejor forma de consolidarlo.
Ese es el sentido del Mandato de Asunción, aprobado en la Cumbre de julio de 1995, por el que se
encomienda al Grupo Mercado Común la elaboración de un plan de objetivos a alcanzar por el Mercosur
hacia el año 2.000.
En su nueva etapa, el Mercosur debería tener una meta clara y un horizonte temporal definido. La meta sería
transformar la unión aduanera en un verdadero mercado interno, no sólo de bienes pero también de servicios.
El equivalente al mercado único europeo. El horizonte temporal del año 2000 es razonable, pues habrían
madurado en ese lapso los actuales procesos nacionales de transformación productiva; permitiría consumar la
incorporación plena de Chile, tras un período de transición, y prepararía al Mercosur y a sus empresarios, para
negociar el área de libre comercio de las Américas y la asociación transatlántica con la Unión Europea.
Tres deberían ser los ejes temáticos prioritarios para construir el Mercosur 2000. Se sumarían a las acciones
necesarias para perfeccionar y consolidar la unión aduanera, desarrollando sus reglas de juego e instituciones,
en un marco de menor disparidad macro económica. En todos ellos la participación empresaria y social es
crucial.
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El primer eje es el de la transformación productiva. La acción debería canalizarse a nivel sectorial. La
decisión n°3/91 que reglamenta los acuerdos sectoriales del Mercosur sigue teniendo vigencia y validez
práctica. La incorporación del progreso técnico, la calidad y la productividad, y la combatividad global
deberían ser las áreas de trabajo conjunto. Las pequeñas y medianas empresas incluyendo las proveedoras de
las grandes empresas industriales y de servicios , y las economías regionales, deberían ser las protagonistas.
Financiamiento de pre inversión y de inversión, con apoyo del BID y de la Unión Europea, debería ser el
principal instrumento operativo.
El segundo eje es el de la educación técnica. La acción podría desarrollarse en el marco de los acuerdos
sectoriales, industriales y de servicios. El esfuerzo conjunto empresa sistema educativo, debería estar
orientado a la productividad y a la competitividad global. El objetivo principal deberían ser los jóvenes,
especialmente de los sectores de más bajo ingreso. La experiencia brasileña de SENAC y SENAI puede ser de
gran validez. El Fondo Multilateral de Inversiones del BID y la Unión Europea, podrían brindar el apoyo
técnico y financiero necesario. Es un eje central para combatir el desempleo y para la igualdad de
oportunidades, prioridades de los cuatro países.
El tercer eje es el de la integración física y los servicios. La acción debería canalizarse al menos en tres planos
prioritarios: el impulso de los grandes proyectos de integración física ya identificados (Hidrovía Paraguay
Paraná; ejes viales y ferroviarios; interconexiones gasíferas y eléctricas; modernización portuaria); el
desarrollo de los marcos regulatorios comunes necesarios para que el sector privado invierta en proyectos de
energía, transporte, telecomunicaciones; un acuerdo marco en materia de servicios y un código de compras
gubernamentales, compatibles con las reglas de la OMC. Es esencial el papel del BID y del Banco Europeo de
Inversiones.
En síntesis:
El programa de acción para el Mercosur hasta el año 2000 realizado por el Grupo del Mercado Común entre
sus objetivos, busca la profundización del proceso de integración, el perfeccionamiento de los mecanismos
que rigen la Unión Aduanera vigente y la inserción del bloque en el concierto internacional.
− Profundización del proceso de integración.
− Creación de zonas de libre comercio.
− Afianzamiento del sistema de solución de controversias entre Estados parte.
− Coordinación de las negociaciones con la Organización Mundial de Comercio (OMC).
− Renegociación de acuerdos bilaterales con ALADI para preservar el Arancel Externo Común (AEC).
− Desarrollo de un marco jurídico para favorecer las inversiones.
− Consolidación de los procesos de integración educativa y "desarrollo con justicia social".
También existe un acuerdo de cooperación entre la Unión Europea y sus Estados miembros y el Mercosur y
sus Estados partes en el ámbito económico −comercial, industrial, en materia aduanera, de propiedad de
materia intelectual, de ciencia y tecnología, empresarial, en el fomento de inversiones, de energía, de
transporte, telecomunicaciones, cultura, formación y educación, protección del medio ambiente y aspirando al
fortalecimiento de la integración y cooperación institucional.
La idea de Mercosur 2000 es enviar tres fuertes señales. A los inversores y al mundo, que nuestros países
están comprometidos a hacer del Mercosur una realidad política y económica en plazos razonables. A los
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empresarios y trabajadores, que el actual esfuerzo de ajuste está orientado al crecimiento de la economía real y
al empleo. A los ciudadanos y especialmente a la juventud, que efectivamente existe un horizonte de futuro. A
nadie le conviene su fracaso o su irrelevancia.
ACUERDO DE LA UNION EUROPEA Y LATINOAMERICA
La consolidación de la democracia en las sociedades latinoamericanas ha sido uno de los objetivos políticos
de la UE. Uno de los puntales de esta relación ha sido el apoyo a los procesos de integración de la región.
Hasta la fecha, ese impulso ha modelado el formato de las relaciones debido a la preferencia de la UE por el
diálogo con grupos de países. Este acuerdo entre la UE y Latinoamérica fue para:
• Estrechar los vínculos políticos.
• Reforzar las relaciones económicas y comerciales.
• Respaldar la evolución democrática y el progreso económico y social de los países latinoamericanos.
• Favorecer la integración regional
Estos objetivos se traducen en acuerdos de "cuarta generación", más ambiciosos que los anteriores y con más
alcance que los simples pactos comerciales y de ayuda al desarrollo, pues contemplan la posibilidad de crear
zonas de libre cambio y de cooperación política
Relaciones Económicas
Desde el punto de vista de las relaciones económicas y comerciales la UE sigue siendo el segundo socio
comercial de América Latina, región que en los últimos años ha sido uno de los mercados más dinámicos para
las exportaciones europeas.
La UE exporta a la región principalmente productos industriales, mientras que América Latina exporta al
mercado comunitario fundamentalmente materias primas y combustibles, representando los productos
manufacturados solo el 23% del total.
En el transcurso de la década de los 90, la importancia para América Latina del comercio con Europa ha
decaído con respecto a los intercambios con otros socios. Entre 1990 y 1997, las exportaciones
latinoamericanas a Europa cayeron drásticamente como porcentaje de sus ventas totales, del 24% al 13.5%,
en claro contraste con el aumento de las ventas de la región al resto del mundo (128%). Si bien es cierto que el
comercio interregional ha crecido substancialmente en valores absolutos, esta progresión global obedece en
esencia al aumento de las importaciones latinoamericanas desde Europa (un 164% acumulado durante los
años 90). Por su parte, las exportaciones europeas a la región acusan una creciente concentración, si a
principios de la década el Mercosur absorbía alrededor de un tercio de las ventas totales de la UE a América
Latina, esta proporción superaba el 50% en 1997.
Entre tanto en el mercado latinoamericano la UE ha cedido terreno ante Asia y EEUU. En efecto la
proporción de las importaciones latinoamericanas originadas en Europa descendió del 21% al 16% durante la
última década, mientras que la de Asia creció del 9% al 15% y la de EEUU pasó del 38% al 43%. Un factor
importante de esta pérdida de partes de mercado fue el desarrollo del mercado entre EEUU y México. Entre
1990 y 1997, la parte de EEUU en las importaciones mexicanas ascendió del 66% a casi un 75%, mientras
que la UE cayó casi a la mitad del 17% al 9%. En consecuencia, la firma del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN) parece haber ejercido un efecto de desviación del comercio europeo con
México. En este contexto, la eventualidad de que todos los países de América concluyan un ALCA de aquí al
2005 plantea serios interrogantes a cerca del futuro de los lazos económicos europeos con América Latina.
INFORMACIÓN DE CADA PAÍS
• Argentina
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En 1990 se firmó un acuerdo marco de cooperación económica y comercial por un período de cinco años. Se
trata del primero de los acuerdos llamados de "tercera generación" e incluye la cláusula "democrática" y el
tratamiento de nación más favorecida. Más tarde se firmaron un acuerdo sobre el comercio de los productos
textiles (renovado en 1992, el primer acuerdo de este tipo se había firmado en 1986), y acuerdos sobre las
oleaginosas (1994) y la energía nuclear (1998).
♦ Brasil
En 1992, se sustituyó el acuerdo de cooperación de 1982, por uno de "tercera generación". También existen
acuerdos sobre las importaciones de mandioca (1982−86), el comercio de productos textiles (1986) y las
oleaginosas (1994).
♦ Colombia
En 1995 ser firmó el Acuerdo entre la CE y Colombia referente a los precursores y substancias químicas
utilizados en la elaboración ilícita de drogas y substancias psicotrópicas. Aún no se ha concluido formalmente
el acuerdo sobre el comercio de productos textiles rubricado en 1986, por lo que se aplica a título provisional.
Lo mismo sucede en acuerdos idénticos alcanzados con Guatemala y Perú.
♦ Chile
El acuerdo marco de cooperación de "tercera generación" firmado en 1990, (que ya era muy completo), fue
sustituido en 1996 por un "Acuerdo de asociación económica, diálogo político y cooperación", que refuerza la
cooperación en todos los ámbitos y prevé el establecimiento de una asociación económica que incluya la total
liberalización de los intercambios. Pero la oposición que manifiestan algunos países europeos ha constituido
hasta ahora un obstáculo a este objetivo.
♦ México
En 1991 se sustituyó el acuerdo de cooperación de 1978, por otro que no incluía la cláusula sobre el respeto
de los derechos humanos, por lo que no se puede considerar de "tercera generación" . Sin embargo en 1997 se
firmó un acuerdo de "cuarta generación" por el que se organiza una asociación completa que prevé un diálogo
político, la progresiva liberalización de los intercambios ( mercancías, servicios y capitales, incluidos los
contratos públicos) y la cooperación en todos los ámbitos. A diferencia de Chile, las negociaciones con
México arrancaron en noviembre de 1998 y han avanzado con celeridad. El 24 de noviembre de 1999, México
y la UE concluyeron las primeras negociaciones de un acuerdo de libre comercio (ALC) entre una nación
latinoamericana y el bloque europeo. El ALC instituido el 23−24 marzo del 2000, forma parte del Acuerdo de
Asociación Económica, Concertación política, y Cooperación entre México y la UE.
• Paraguay
En 1992 se firmó el acuerdo de cooperación de "tercera generación".
♦ Uruguay
El acuerdo comercial de 1973 fue substituido en 1991 por un acuerdo de cooperación de "tercera generación".
También existen acuerdos sobre el comercio de productos textiles (1980), sobre la carne de ovino (1990) y
caprino (1994).
♦ Caribe
Los países del Caribe (junto con otros de África y Pacífico) disfrutan desde 1975 de un sistema de relaciones
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privilegiado, mediante el cual la casi totalidad (99,5%) de los productos originarios de estos países pueden
entrar libremente en la Unión Europea. El pasado 23 de junio del 2000 la Comunidad Europea y sus Estados
miembros firmaron un nuevo Acuerdo de Asociación ( V Convenio de Lomé ) en Benin, Cotonou.
• Cuba
Es el único país de América Latina que no tiene acuerdo de cooperación con la UE. Aunque la isla se beficia
de la ayuda humanitaria comunitaria, por medio de proyectos gestionados por organizaciones
no−gubernamentales, y mediante iniciativas que pretenden ayudar a Cuba a conseguir una transición pacífica
hacia un sistema más abierto y democrático.
LOS PAÍSES ANDINOS Y AMÉRICA CENTRAL
Para facilitar el acceso al mercado europeo de las exportaciones latinoamericanas, sobre todo la de los países
menos avanzados, la UE ha concedido a América Latina condiciones preferenciales de acceso para los
productos industriales y agrícolas regidos por el Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG). Estas
condiciones han estado acompañadas de dispositivos particulares para los países andinos desde 1990.
Los países de la UE constituyen la principal fuente de inversiones en la región.
Las mismas condiciones han sido aplicadas a los países de América Central desde 1992 (solo para los
productos agrícolas), a fin de combatir la lucha contra el tráfico de drogas. En 1998 este SPG "droga" fue
extendido a los productos industriales.
INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA
Según IRELA, la Unión Europea ha sido durante 1998 la principal fuente de inversión extranjera directa
(IED) a nivel global. Durante este año, los flujos de IED que emitieron las empresas de la UE alcanzaron los
386.000 millones de dólares: casi el triple de lo invertido por firmas estadounidenses (133.000 millones de
dólares). Por su parte, América Latina y el Caribe incrementaron notablemente su importancia como
receptores de IED. En 1998, la UE se convirtió en la principal fuente de inversiones en América Latina y todo
parece indicar que en 1999 esta relación se mantuvo.
PERSPECTIVA DE FUTURO. FORTALECIMIENTO DE LA COOPERACIÓN ECONÓMICA Y
COMERCIAL
En la "Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo y al Comité Económico y Social
sobre una Nueva Asociación Unión Europea/ América Latina en los albores del siglo XXI" la Comisión
considera que la UE debe, conjuntamente con los países de América Latina, perseguir una inserción
armoniosa de las economías respectivas en el sistema económico mundial, por medio del desarrollo de
sistemas productivos respetuosos del medio ambiente y de normas de protección social de aplicación
universal.
La mejora del crecimiento implica la adopción y la aplicación por parte de los países de políticas
macroeconómicas sanas, la aplicación de reformas que permitan beneficiarse plenamente de las ventajas
comparativas naturales o adquiridas, de un marco legislativo capaz de asegurar la inversión productiva y de un
marco político estable.
Mediante una política de crecimiento estable y de apertura de sus mercados, un aumento de las transferencias
financieras y de tecnología, etc.., la UE puede contribuir también por su parte a los esfuerzos de los países de
América Latina en favor de un desarrollo sostenible
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Según la Comisión, perseguir conjuntamente estos objetivos implica que la UE y América Latina deberían
intensificar de forma fundamental su cooperación, en particular en:
• El desarrollo de los mercados y la integración regional
♦ las experiencias favorables de determinados países de América Latina demuestran que es
posible favorecer la creación de una demanda interna solvente en tanto que factor
fundamental de crecimiento y de estabilidad frente a las crisis de origen exterior.
♦ Así, se debe prever la implantación de políticas comunes, en particular en el sector de la
industria, para obtener la máxima ventaja de las políticas de liberación de los intercambios
adoptadas por los diferentes países.
♦ También es este el caso del apoyo a la implantación de políticas de competencia encaminadas
a hacer más competitivos los mercados regionales, luchando al mismo tiempo contra los
cárteles y las posiciones dominantes y garantizando una armonización de las condiciones
legales y fiscales.
♦ Así será posible aumentar el comercio intra regional, dar un impulso a la integración de las
redes de distribución y, por consiguiente, a la cohesión interna de los grupos que se están
configurando.
• la estabilización de los flujos financieros y los incentivos a la inversión duradera
♦ la Comisión propone la colaboración entre las dos regiones para lograr un marco monetario y
financiero global, más estable y más previsible
LICEO COMERCIAL DE LOS ANDES
El Mercosur
y la Unión
Europea
INDICE
Mercosur: * Que es el Mercosur ......................................... 3
* Primeros pasos del Mercosur ......................................... 3 * Se concreta el acuerdo .........................................
5
* Nace el Mercosur ......................................... 7
1 ........................................ 9
2 Una zona de libre comercio ........................................ 9
3 ¿Una Unión Aduanera? ........................................ 10
4 Mercado Común ........................................ 11
5 El Mercosur mucho más que negocios ...................................... 12
6 El Mercosur el camino de la integración ................................. 13
7 El tratado de Asunción ........................................ 14
16
8 Protocolo de Ouro Preto ........................................ 15
9 La Unión Aduanera ........................................ 17
* Régimen de origen ........................................ 20
10 El Mercosur y la Unión Europea ........................................ 21
17
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