“INSTITUCIÓN MANICOMIAL: ¿MEDIDA DE SEGURIDAD CURATIVA O DEPÓSITO DE INSANOS?” Valeria Mercedes Paredes * Resumen En el presente trabajo desarrollaré la evolución de los manicomios y el tratamiento de la enfermedad mental a la luz de la aplicación legislativa. Teniendo presente la incorporación de la Ley 26.657 y un breve análisis de la misma. Palabras Claves Manicomio- Medidas de curativas- Salud mental- Ley 26.657. Sumario: I- Manicomio. Concepción. Evolución. a) Los primeros manicomios en Buenos Aires. b) Década de 1930. Nuevos proyectos en la asistencia de la asistencia de los alienados. II- Medidas de seguridad. III- Medidas de seguridad. Normativa. IV- Tutela jurídica del paciente. V- Conclusiones. I- Manicomio. Concepción. Evolución Varios son los conceptos y sinónimos, que se fueron utilizando a lo largo de la historia para definir “manicomio”. El nacimiento del manicomio en pleno Siglo de las Luces fue percibido como el símbolo de una civilización ilustrada y progresista que había dejado de ignorar a sus ciudadanos enfermos y que, movida por un espíritu humanitario y abiertamente reformista, les brindaba finalmente un trato digno y dirigido desde la ciencia. El médico francés Esquirol (artífice de la ley de 1838) obligó al Estado a dar tratamiento a los insensatos, ya fuera a través de una red pública de asilos o bien apoyándose en los de carácter privado. La insensatez también instaba a la defensa contra quien pudiera ser un peligro para sí mismo o para los demás. A su vez, el siglo XIX fue testigo del gran esfuerzo teórico realizado por los médicos de la mente para comprender la naturaleza de una enfermedad como la locura. Sin embargo, una institución que nació motivada por deseos aparentemente tan nobles, liberar al loco de las cadenas y lograr su curación para reintegrarle a la sociedad, se desvirtuó. Según la etimología de la palabra, del latín "manía" y del griego "cuidar", la manía es una "especie de locura, caracterizada por delirio general, agitación y tendencia al furor", donde expresiones como delirio, agitación y furor la inscriben en el campo médico y apuntan a lo que por siglos se conoció simplemente como furiosos, es decir, peligrosos. Pero en otro de sus sentidos significa "extravagancia, preocupación caprichosa por un tema o cosa determinada", "inclinación excesiva" y "afición apasionada", donde voces como capricho, exceso y pasión la trasladan al mundo de lo social aludiendo a los que experimentan sus emociones de manera diferente En su significado literal, el manicomio sería ese territorio destinado a cuidar, tanto en el sentido de atender como en el de vigilar, a peligrosos y diferentes. A propósito, el psiquiatra inglés Roy Porter nos recuerda que todas las sociedades identifican a los seres diferentes, casi siempre los creen peligrosos, de ahí se sigue * Estudiante de la carrera de Derecho y Cs Sociales. Ayudante alumno de la materia de Derecho Procesal Constitucional y Procesal Administrativo 1 apartarlos para después buscar las causas que expliquen esa desviación de la normalidad. Es por ello que este lugar de la locura ha sido percibido como un espacio para silenciar a todos aquellos cuya manera de pensar, sentir o comportarse resulta intolerable o amenazante para la sociedad. Entre los pensadores de esta postura, encontramos a Foucault. Él consideraba al manicomio como un instrumento del Estado establecido para silenciar a quienes, con su manera de pensar, sentir o comportarse, cuestionaban o amenazaban los valores de las clases dominantes. Pero al poner la etiqueta de patológica, la medicina no sólo traza una línea entre unos y otros, sino que establece los comportamientos que pueden ser "tratados", aunque los elegidos podrán objetar que tal marca de apariencia científica no es sino una construcción social. a) Los primeros manicomios en Buenos Aires En Argentina hacia mediados del siglo XVI, tenía un hospital llamado San Martín. En un rancho anexo al Hospital, llamado vulgarmente El Loquero, donde se alojaba a los enfermos mentales. El “San Martín” era sólo una modestísima enfermería, a cargo de los padres jesuitas, hasta que en 1748 arribaron de España seis curas Betlehemitas. Desde 1769, los Betlehemitas se hicieron cargo de las propiedades de los jesuitas, trasladaron a los insanos del Hospital de Santa Catalina a la Residencia de Belén que pasó a llamarse Hospital de La Convalecencia y que de hecho se había constituido en el Hospital General de Hombres, sucesor del Loquero. Destinaron el hospital a la internación de incurables, locos y contagiosos. En 1770, el Hospital de Santa Catalina, ex San Martín perteneciente a los religiosos de Nuestra Señora de Belén comienza a recibir dementes que eran enviados desde el cabildo (cárcel de Buenos Aires en ese entonces). Desde 1799, destinaron la residencia a internación de incurables, locos y contagiosos cuidados o gobernados por un capataz que llevaba un látigo en la mano para golpearlos y sólo por el terror se hacía respetar y obedecer. El Loquero fue la cuna del actual neuropsiquiátrico Borda. En el año 1859, el Dr. Ventura Bosch encarga la construcción de un asilo para enfermos al que se le dio el nombre de Hospicio de San Buenaventura en homenaje al iniciador de esta obra. El edificio fue levantado en los terrenos que actualmente le pertenecen al Hospital Rawson1 y dio comienzo a sus funciones, el 11 de octubre de 1863. El primer director el Hospicio fue el Dr. José María Uriarte. Su empeño estuvo en instituir el trabajo, fundó talleres, y no sesgó en la búsqueda de la ampliación del asilo. El hospicio se inaugura con una población de 123 insanos. En 1876, a la muerte de Uriarte, se hace cargo de la dirección del Hospicio Lucio Meléndez. Una nueva era fue abierta con el nombramiento de Meléndez. Este hombre de ciencia, vinculado desde hacía varios años al cuerpo docente de la Facultad de Medicina, efectuó cambios radicales, ensanchando el edificio y poniéndolo en condiciones cada vez más favorables. Hacia 1879, el servicio era bueno, aunque la queja por la falta de espacio continuaba. El edificio primitivo se construyó para 120 insanos y ya en 1881 contaba con 408 pacientes. Los asilados aumentaban y a raíz de esta situación cincuenta de ellos fueron trasladados al Hospital San Roque y se dispuso la construcción de obras ampliatorias. 1 En 1881, bajo la intendencia de Torcuato de Alvear, la Municipalidad de Buenos Aires se hizo cargo del Hospicio. En 1884 se le otorgó la jerarquía de Hospital y en 1887 se destinó a la atención de pacientes con afecciones comunes como Hospital Mixto de Inválidos. En 1892 recibió el nombre de Hospital Dr. Guillermo Rawson, en homenaje quien fuera Ministro del Interior durante la Presidencia de Mitre. 2 El Dr. Meléndez pide la construcción de pabellones aislados. En su plan exigía que se separase a los alienados agudos de los crónicos, a los convalecientes de los agitados, a los dementes de lo paralíticos, epilépticos, semiagitados, crónicos. En 1852 se habilita un “patio para mujeres dementes” en el Hospital General de Mujeres. En 1880, pasó a depender del Gobierno Nacional. Había entonces 384 enfermas. Hasta 1945, el Hospital fue administrado por las Damas de Beneficencia. En esa fecha debido a disidencias planteadas con la Sra. Eva Perón fueron expulsadas y el Hospital pasó a depender administrativamente de Previsión Social. El sistema de residencia médica funcionó desde 1965. En 1967 se propone el nombre de Hospital Nacional Dr. Braulio A. Moyano como homenaje perdurable a la memoria del eminente anatomopatólogo. b) Década de 1930. Nuevos proyectos en la asistencia de la asistencia de los alienados. En 1927, comienza a conocerse en algunos círculos muy reducidos el preproyecto, presentado por Fernando Gorriti, de constitución de la Liga de Higiene Mental. La Liga de Higiene es el resultado de las aspiraciones centradas en la “modernización del tratamiento de los alienados” procurando equiparar los progresos obtenidos en el ámbito de la medicina general. Luego de su función primordial centrada en la profilaxis de las enfermedades mentales, uno de los objetivos más importantes fue desarrollar, con recursos ya implantados en Alemania y Francia , la asistencia psiquiátrica abierta, en oposición al modelo asilar, cerrado o de internación. A partir de 1946, se produce un cambio importante en materia de salud pues comienza a prevalecer la idea de estado prestador a la vez que planificador hegemónico de la totalidad de los servicios de salud. Con fecha 23 de mayo de 1946 se da un paso más en el mismo sentido creando la Secretaría de Salud Pública con categoría de Secretaría de Estado, asignándole al funcionario superior la jerarquía de Ministro. El Dr. Ramón Carrillo asume como primer Secretario, con rango de Ministro. Carrillo profundiza importantes cambios a nivel de la salud pública. El 11 de octubre de 1957, siguiendo la línea de estos cambios, se crea el Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) dependiente del Ministerio de Asistencia Social y Salud Pública. Sus finalidades fueron: a) prevenir las enfermedades neuropsiquiátricas, b) promover la investigación científica de esta materia, c) prestar asistencia integral a los enfermos mentales, d) contribuir a la recuperación y rehabilitación social de los enfermos. II- Medidas de seguridad La comisión de un delito puede importar, como consecuencia jurídico-penal, la imposición de una pena, de una medida de seguridad, o de ambas a la vez. La diferencia entre ambas reacciones jurídico-penales es que responden a distintos fundamentos sin embargo, ambas son necesarias para el cumplimiento de los fines del derecho penal. La pena, se funda en la culpabilidad y se impone como castigo, mientras que la medida de seguridad, encuentra fundamento en la peligrosidad del sujeto que se encuentra incapacitado para recibir la pena, ya que le falta el requisito de la culpabilidad, con lo cual el delito deja de ser la razón para la imposición para convertirse en su circunstancia ocasional. De acuerdo a la finalidad de la medida, podrá ser educativa, curativa, o de mejoramiento. 3 a) Educativas y Tutelares: Previstas para los menores que delinquen y no han cumplido 18 años de edad (ley 22.278); y para las personas tienen posesión de estupefacientes para uso personal y no dependen de ellos (art. 21, ley 23.737); b) Curativas: Previstas para las personas que, en estado de inimputabilidad, cometen un delito y son peligrosas (art. 34 inc 1º, párrafos segundo y tercero del CP)2; también para las personas, condenadas por cualquier delito, que dependan -física o psíquicamente- de estupefacientes, para desintoxicarlas y rehabilitarlas; y para los casos de tenencia para consumo personal, con el mismo grado de dependencia, (arts. 16 y 17 ley 23.737); c) De Mejoramiento3: Que se aplica, luego de cumplida la pena, en los casos de multireincidencia, en los supuestos previstos en el art. art. 52 CP; y también puede aplicarse, a quienes resulten condenados por el delito de homicidio agravado (art. 80 CP). III- Medidas de seguridad. Normativa En nuestro país, ya desde la reforma constitucional de 19944, se hace especial referencia a las personas con padecimientos mentales, asimismo existen numerosos tratados de Derechos Humanos, varios de ellos reconocidos por nuestra Constitución en el art. 75 inc. 22 con igual jerarquía a nuestra Carta Fundamental en los términos allí descriptos, que reconocen el derecho a la dignidad de todas las personas. También, existen otros tratados que si bien no gozan de jerarquía constitucional, poseen un rango superior a las leyes en nuestro orden jurídico. En 2009, la ley de Derechos del Paciente 26.529, significó un gran avance en torno a la protección y trato digno de la persona que por algún motivo entable una relación médico-asistencial. En diciembre del año dos mil diez, la Ley de Salud Mental 26.657 en su artículo segundo dispuso: "Se consideran parte integrante de la presente ley los Principios de Naciones Unidas para la Protección de los Enfermos Mentales y para el Mejoramiento de la Atención de Salud Mental, adoptado por la Asamblea General en su resolución 46/119 del 17 de diciembre de 1991. Asimismo, la Declaración de Caracas de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud, para la Reestructuración de la Atención Psiquiátrica dentro de los Sistemas Locales de Salud, del 14 de noviembre de 1990, y los Principios de Brasilia Rectores; para el Desarrollo 2 El art, 34 inc. 1º CP, establece que no es punible “El que no haya podido en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de sus facultades, por alteraciones morbosas de las mismas o por su estado de inconsciencia, error o ignorancia de hecho no imputable, comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones. En caso de enajenación, el tribunal podrá ordenar la reclusión del agente en un manicomio, del que no saldrá sino por resolución judicial, con audiencia del ministerio público y previo dictamen de peritos que declaren desaparecido el peligro de que el enfermo se dañe a sí mismo o a los demás. En los demás casos en que se absolviere a un procesado por las causales del presente inciso, el tribunal ordenará la reclusión del mismo en un establecimiento adecuado hasta que comprobare la desaparición de las condiciones que le hicieren peligroso" 3 También llamadas “eliminadoras”, ya que buscan la segregación social del sujeto difícilmente corregible o incorregible, por Tozzini, Carlos A., en Código Penal y normas complementarias. Análisis doctrinario y jurisprudencial. Directores: David Baigún, Eugenio Zaffaroni y Marco Terragni, Vol.1, Arts. 1/34, Parte General, Ed. Hammurabi, 1997, pág. 509 y Terragni, Marco Antonio, en “Muerte, Prisión y otras sanciones penales”; Zeus Editora, Rosario, 1990, pág. 176. 4 En el artículo 75 inciso 23: corresponde al Congreso "Legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto de los niños, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad" 4 de la Atención en Salud Mental en las Américas, del 9 de noviembre de 1990, se consideran instrumentos de orientación para la planificación de políticas públicas", brindando de este modo mayor protección a los enfermos mentales "sin perjuicio de las regulaciones más beneficiosas que para la protección de estos derechos puedan establecer las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".5 Esta nueva ley incorpora un concepto más amplio de salud mental, que la ausencia de trastornos mentales. La ley 26.657 viene a llenar también las carencias normativas que sirven de base para la adopción de políticas públicas concretas en pos de la realización de la persona en comunidad. En cuanto a la jurisprudencia se puede señalar importantes fallos de la CSJN que han decidido "obiter dicta" en distintos casos enfatizar la necesidad de protección de este colectivo.6 Con respecto a nuestra provincia se puede mencionar la sanción de la ley 9848 de Salud Mental. IV- Tutela jurídica del paciente Un trabajo de la OMS publicado en 20057, sostuvo que la legislación sobre salud mental es necesaria para proteger los derechos de las personas con trastornos mentales, ya que son un sector especialmente vulnerable de la sociedad. Una ley específica sobre salud mental proporciona un marco legal para abordar asuntos clave como la reinserción y la integración en la comunidad de personas con trastornos mentales, la prestación de una atención de calidad, a su accesibilidad, la protección de los derechos civiles y la protección y promoción de derechos en otras áreas. El Estado Nacional ha asumido compromisos internacionales explícitos en materia de derechos humanos, y que el incumplimiento genera responsabilidad doméstica e internacional. Al reconocimiento de la normativa internacional, se le sumó la sanción de la nueva Ley 26.6578, donde se amplía el ámbito de protección, se incorporan principios, se aclaran 5 Art. 1 Ley 26.657 reza: Artículo 1º. La presente ley tiene por objeto asegurar el derecho a la protección de la salud mental de todas las personas, y el pleno goce de los derechos humanos de aquellas con padecimiento mental que se encuentran en el territorio nacional, reconocidos en los instrumentos internacionales de derechos humanos, con jerarquía constitucional, sin perjuicio de las regulaciones más beneficiosas que para la protección de estos derechos puedan establecer las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 6 CS, 12/06/2007, H., L. A, LA LEY 11/07/2007, 11, "Comp. N° 1524.XLI. Cano, Miguel Angel s/insania",27/12/2005, "Tufano" (Fallos: 328:4832), "R., M. J. s/insania" (Fallos: 331:211) y CS, 26/03/2008, L. C. M., LA LEY 20/05/2008, 7, CS, 02/03/2010, B., M. J.,La Ley Online, CS, 30/10/2012, B. C., I. J. s/insania, LA LEY 13/11/2012, 7 "Comp. N° 1524.XLI. Cano, Miguel Angel s/insania" del 27 de diciembre de 2005, "Tufano" (Fallos: 328:4832), "R., M. J. s/insania" (Fallos: 331:211) y Comp. N° 1066.XLIII "L., C. M. s/internación", del 26 de marzo de 2008 7 La reunión se celebró en Helsinki del 12 al 15 de Enero de 2005, por los Ministros de Sanidad de los Estados Miembros en la Región Europea de la OMS, en presencia del Comisionado Europeo para la Salud y Protección del Consumidor, junto con el Director Regional de la OMS para Europa donde se elabora un trabajo donde se reconoce que la salud mental y el bienestar mental son fundamentales para la calidad de la vida y productividad de las personas, las familias, la comunidad, y las naciones permitiéndolas desarrollar una vida plena y ser ciudadanos activos y creativos. Objetivo fundamental el mejoramiento del bienestar de las personas. 8 La ley 26.657 fue aprobada por el Senado el 25 de noviembre de 2010 y promulgada el 2 de diciembre de 2010, e impulsada por el Ministerio de Salud, el Inadi, la Secretaría de Derechos Humanos, la Defensoría General de la Nación, asociaciones de familiares de pacientes y usuarios de servicios de salud mental. 5 cuestiones como competencia y se incluyen nuevas técnicas de tratamiento. La ley se compone de 46 artículos divididos en doce capítulos donde se reconocen los derechos y garantías de las personas con padecimiento mental, regulándose las internaciones en el marco de una intervención interdisciplinaria, derogándose la ley 22.914 y modificándose el art. 482 del Código Civil. Además, se incorpora en el Código Civil el artículo 152 ter. Se trata de una ley de derechos humanos que específicamente legisla sobre la protección de la salud mental, incluso, se ha incorporado a nuestro derecho positivo el llamado "soft law", mediante la integración a esta ley de los Principios de Naciones Unidas para la Protección de los Enfermos Mentales y para el Mejoramiento de la Atención de la Salud Mental. Asimismo, establece que los fines de planificar políticas públicas, deben considerarse como instrumentos de orientación de la Declaración de Caracas y los Principios de Brasilia (art. 2). Se incorporó a la ley 26.657 el art. 4 º que establece como deben tratarse las adicciones. En caso de llegarse a una internación, ésta deberá estar justificada en un estudio multidisciplinario. Como garantías la ley establece a los pacientes conocer y preservar su identidad, a ser informado de los procedimientos médicos a los que es sometido y a que su estado no es inmodificable. En cuanto a lo que se refiere a internación todavía está pendiente la posterior reglamentación. V- Conclusión Las concepciones de enfermedad mental a lo largo de la historia fueron variando, podemos encontrar aquellas que la circunscribían como castigo divino (concepción mágico religiosa), como posesión diabólica (época de la inquisición), hasta alteración de las estructuras cerebrales. Es por ello que con el avance de la ciencia, se hizo necesaria la adaptación en cuanto a la legislación. Siendo necesaria la sanción de normativa de salud mental para proteger los derechos de las personas con trastornos mentales que, son una parte vulnerable de la sociedad. Estas personas se enfrentan al estigma, la discriminación y la marginación en todas las sociedades, incrementando las posibilidades de que: se violen sus derechos y /o no realicen socialmente. Frente a la ley 26.657, el operador jurídico tiene tanta responsabilidad en esta tarea como la poseen todos los profesionales de la salud, y los gobiernos nacionales y provinciales, debiendo asumir un rol social y activo. La ley hace suyos los principios al incorporarlos formalmente al sistema legal argentino: los "Principios para la Protección de los Enfermos Mentales y para el Mejoramiento de la Atención de la Salud mental" que proveen una guía detallada para la aplicación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos a las personas con enfermedades mentales. Si bien esta ley fue apoyada por organismo de derechos humanos, en cambio, abogados, psiquiatras y trabajadores de los centros de salud mental la consideraron “inaplicable”, ya que son escasas las explicaciones sobre los modos de aplicación en las provincias y la inconsistencia en cuanto al planteamiento del trabajo interdisciplinario. Desde el conocimiento práctico, la experiencia señala que los principios no se cumplen porque los médicos, otros profesionales de la salud mental, proveedores de servicios y funcionarios públicos les niegan a las personas con enfermedades mentales la oportunidad de hacerse oír y de tomar decisiones por sí mismas. A ello, se suma un grado de complacencia formal por parte de los operadores jurídicos, partícipes necesarios en los triunfos y derrotas del sistema de salud mental. 6 7