1. Medio físico y humano Flora y vegetación del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido La presa del ibón de Marboré en Pineta (ilustrado en la foto), dentro del actual territorio protegido, forma parte de todo este complejo sistema. El ibón se encuentra a 2612 m de altitud, siendo represado en 1925 con el fin de acumular las aguas en tiempo de deshielo. Tiene una capacidad teórica de 1,4 hm3 y una superficie de inundación de 16 Ha (MOPU, 1988). Sin embargo, las continuas filtraciones inutilizan el embalse, por lo que la empresa propietaria, Endesa, quiere taponarlas y reparar los desagües de fondo para lo que ha iniciado un expediente de reutilización. Según fuentes del Parque, la concesión habría caducado y su intención es que, tras la retirada de los escombros que su construcción dejó por los alrededores del ibón, realizada en verano de 2004, se produzca el desmantelamiento definitivo de la presa. Como ya hemos dicho, la ley de ampliación del Parque de 1982 establece la imposibilidad de abrir expedientes de concesión y aprovechamiento de aguas dentro del territorio protegido. 10.5. El embalse de Pineta El embalse de Pineta forma parte del sistema de producción hidroeléctrica creado a principios del s. XX antes explicado. Está situado en la zona baja del valle homónimo a 1130 m de altitud, junto a la aldea de Javierre, fuera de los límites del Parque, inundando 14 Ha. Se concluye su construcción en 1920 (MOPU, 1988), recogiendo las aguas procedentes del Cinca, previamente retenidas en el ibón represado de Marboré, a las que se añaden las derivadas del barranco del río Real (valle de Chisagüés), a través de la acequia del Cinca, que es turbinada en el salto de Bielsa (del año 1949), situado en la margen izquierda del embalse. Desde aquí, parte un canal de 14 Km rodeando la montaña de Bachaco que acaba vertiendo sus aguas en Lafortunada donde alimenta su central desde 1922, y con una tubería se transportan hasta la central hidroeléctrica de Laspuña. 10.6. El salto hidroeléctrico en el Yaga Para finalizar este apartado, queremos señalar que en el río Yaga hubo un pequeño salto hidroeléctrico que abasteció de luz a los núcleos de Revilla y Escuaín durante la primera mitad del siglo XX (LASAOSA & ORTEGA, 2003: 251). Estaba situado junto al camino que une ambos pueblos a través del río, en el límite del preparque. 70 J.L. Benito Alonso, 2005