Renegocie sus contratos sin temor

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Renegocie sus contratos sin temor
Se declaran abusivas las cláusulas que establecen la renovación automática de los contratos, impidiendo
que los consumidores se desvinculen sin responsabilidad
Dra. Esc. Katerina Georgeoglou
[email protected]
A menudo y sin ser demasiado conscientes de ello, firmamos con nuestros proveedores o hacemos
firmar a nuestros clientes, contratos que incluyen cláusulas que tienen la potencialidad de ser
consideradas abusivas.
La celeridad que exigen los negocios, lleva a que muchas empresas preestablezcan modelos de
contratos o formularios estándar para agilizar la contratación con sus clientes. Este tipo de contratos
formulados unilateralmente por el proveedor, sin que el cliente pueda discutirlos o modificarlos, se
conocen como contratos de adhesión, incluso cuando el cliente logra incluir algunas cláusulas
adicionales a las ya prefijadas (art. 28 de la Ley de Relaciones de Consumo - LRC).
Empresas de los más variados ramos de actividad ofrecen productos y servicios mediante contratos de
adhesión. Y no es que sea una práctica ilícita, salvo que a través de ellos se presente el abuso. Detectar
estas situaciones a tiempo no solo permite a la empresa reposicionarse frente a sus clientes y mejorar su
imagen, sino además evitar sanciones administrativas y sentencias judiciales adversas.
¿Sus contratos incluyen cláusulas abusivas?
La LRC (art. 30) define a las cláusulas abusivas como las que determinan claros e injustificados
desequilibrios entre los derechos y obligaciones de los contratantes, o cuando violan la obligación de
actuar de buena fe. El art. 31 LRC enumera una serie de ejemplos de cláusulas que se consideran
abusivas, aunque no se excluyen otras.
A la luz de estas normas, nuestra jurisprudencia ha declarado abusivas cláusulas que permiten al
proveedor modificar unilateralmente intereses, que exoneran de total responsabilidad al prestador de
servicios, o que trasladan la carga de probar un hecho al consumidor.
¿Será el fin de la renovación automática?
Son cláusulas de renovación automática (RA) aquellas por las que, a la terminación del plazo, si ninguna
de las partes comunica a la otra lo contrario, se prorroga el contrato. Estas cláusulas pueden ser a veces
beneficiosas, ya que marcan un campo de juego definido si estamos a gusto con la relación. Pero
muchas otras veces, mantienen a los clientes rehenes por plazos extensos y con condiciones poco
ventajosas, en relaciones de las que desean salir, pero no pueden por no haber comunicado en tiempo y
forma su voluntad de desvincularse.
Para atender esta situación, el art. 145 de la Ley 19. 149 (de Rendición de Cuentas) publicada el
11/11/13, incluye dentro del elenco de cláusulas abusivas del art. 31 LRC a aquellas que “establezcan la
renovación automática del contrato sin que habilite al consumidor desvincularse del mismo sin
responsabilidad”. Se prevé que el consumidor tiene derecho a rescindir o resolver el contrato, dentro de
un plazo de 60 días contados desde la fecha de renovación, dando un aviso al proveedor con 15 días de
anticipación.
¿Y si hay causa justificada?
Es de hacer notar que el art. 31 LRC introduce presunciones de abuso, por lo que no toda cláusula de
este tipo debe considerarse abusiva. De existir una causa justificada para su inclusión, la cláusula será
válida. Habrá que estar, por tanto, al análisis particular de cada caso para evaluar esta justificación. De
no poder probarse un motivo razonable, la cláusula podrá ser declarada nula, manteniéndose el resto
del contrato vigente.
Sabemos que muchas veces la inclusión de cláusulas potencialmente abusivas sin una razonable
justificación, no es voluntaria ni consciente. La redacción unilateral de contratos y la falta de una
instancia de negociación, tan común en las economías de escala, provoca que pasen a veces
inadvertidas o sin mucho análisis previo, cláusulas que a la luz de nuestro derecho y de la jurisprudencia
en la materia, pueden considerarse abusivas.
Someter sus contratos a revisión periódica, le permitirá identificar estas situaciones de riesgo a tiempo.
La buena noticia es que ahora su empresa puede también dar por terminados -o renegociar si le
interesa- los vínculos comerciales con sus propios proveedores.
Encastre:
Aunque parezcan abusivas,
algunas cláusulas pueden
tener causa justificada
Claves:
 Adhesión: Son contratos redactados unilateralmente por el proveedor, sin que el cliente pueda
discutirlos o modificarlos.
 Nulidad: si incluyen cláusulas abusivas, éstas pueden ser declaradas nulas, manteniéndose vigente el
resto del contrato.
 Renovación: Cuando la renovación es automática se presume abusiva -salvo que tenga justificación-,
pudiendo el cliente dar por terminado el contrato dentro de los 60 días.
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