Los Cinco: Cruzan fronteras

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ESPECIAL
MARTES
08 DE SEPTIEMBRE DE 2009
juventud rebelde
Los Cinco:
Cruzan fronteras
A pocos días de cumplirse los 11 años de injusto
encarcelamiento, en EE.UU. prevalece el silencio.
Al otro lado del mundo, la verdad de nuestros héroes
es parte de la cotidianidad
por NYLIAM VÁZQUEZ GARCÍA
[email protected]
fotos CORTESÍA DE LA EMBAJADA DE CUBA
EN TIMOR LESTE
¿CÓMO entender? En los Estados Unidos, la
meca de las trasnacionales de la información, casi nada se sabe de la injusticia en la
que viven Gerardo, René, Antonio, Fernando
y Ramón desde hace más de una década.
Sin embargo, a más de 25 000 kilómetros
de nuestra tierra y a un poco más de las cinco celdas aisladas que los aprisionan; se les
conoce y se exige su libertad.
La República Democrática de Timor Leste, es una de las tantas lejanas naciones
donde los cinco antiterroristas cubanos despiertan la solidaridad de sus habitantes.
Incluso, no pocos timorenses han hecho de
esa su causa, no solo por la crueldad de
que han sido víctimas estos hombres y sus
familias, sino porque les asiste la razón
desde todos los ángulos posibles.
Desde la Embajada de Cuba en Dili, capital de esa nación asiática, se coordinan acciones para apoyar el reclamo que recorre
todo el planeta, recientemente ignorado por
la Corte Suprema estadounidense. Conferencias, exposiciones fotográficas, entrevistas, publicaciones en periódicos locales y
ellos y su verdad están a cada paso. Los
jóvenes timorenses intentan que sus voces
acorten las distancias, que penetren allí
donde se ceba el silencio. Salen a las calles con plegables que explican cada detalle del amañado proceso, toman improvisadas tarimas con altavoces para contar la
verdad, cantan, colocan carteles en plazas,
parques y barrios.
Aunque el gobierno norteamericano no
lo quiera admitir, la injusticia que sufren
Gerardo, René, Tony, Fernando y Ramón se
abre paso y suma, cada vez más, a personas de buena voluntad en todas las latitudes. Y todavía Washington insiste en el horror de mantener presos a quienes tuvieron
como único delito el defender a su pueblo
de acciones terroristas organizadas desde
Miami.
A pesar de que los grandes medios se
empeñan en amordazar lo ocurrido en los
últimos 12 años, aunque dentro de EE.UU.
quede mucho por hacer para que ese pueblo conozca la flamante «justicia» que los
resguarda; la solidaridad sigue en aumento. Existen más de 346 Comités por los
Cinco en 111 países del mundo, según el
Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).
El sistema legal norteamericano quedó
bastante maltrecho, luego de la negativa
del tribunal Supremo de revisar el caso. Por
eso, la presión que puede ejercer la opinión
pública internacional es una de las principales apuestas para conseguir que sean
puestos en libertad. En múltiples ocasiones los familiares han expresado que sus
esperanzas para el abrazo con los Cinco
están puestas en la solidaridad. Es cierto.
ANTONIO, RAMÓN Y FERNANDO
A poco más de un mes para la vista que
deberá imponer nuevas sentencias a tres
de los Cinco, ellos se preparan para enfrentarse a Joan Lenard, la misma jueza que los
sentenció en 2001. Claro, como apuntaron
los miembros del equipo legal que los
defiende, las reglas han cambiado, y ahora
ella deberá tomar en cuenta las posibles
mitigaciones que presentan cada uno: los
largos años en prisión, el sufrimiento tanto
de ellos como de sus familias, el compor-
Pronunciamiento público en Dili.
tamiento intachable durante más de diez
años de injusto encierro… Recientemente,
en La Habana, los abogados apuntaron que
esperan que Tony, Fernando y Ramón reciban sentencias mucho menores, luego de
que la Corte de Apelaciones de Atlanta anulara las del juicio inicial.
«Bajo esas nuevas reglas pensamos que
las cadenas perpetuas (de Ramón y Antonio) sean eliminadas y existan nuevas sentencias, que sean menores», señaló en aquella ocasión el abogado Leonard Weinglass.
El próximo 13 de octubre un tribunal de
Miami tendrá ante sí nuevamente a tres de
los Cinco, y esa será una nueva oportunidad para demostrar de qué lado está la jus-
ticia. Desde el pasado 31 de agosto ellos
se encuentran en el Centro de detenciones
de Miami, luego de ser trasladados desde
las respectivas prisiones. En condiciones
de aislamiento esperan, y lejos de estar
demasiado preocupados por lo que ocurrirá
el día del juicio, todos sus pensamientos se
concentran en Gerardo. Sus abogados se
afanan en la preparación de documentos,
están pendientes de los más mínimos detalles.
«Es muy importante que no impongan
una sentencia irrazonable y vamos a seguir
peleando para ver cuánto más podemos
lograr», indicó Richard Klugh, especialista
en apelaciones dentro del equipo legal.
Gerardo y René
GERARDO Hernández enfrenta la situación más
compleja en el amañado proceso judicial seguido
contra los antiterroristas cubanos. Ni él ni René fueron enviados a resentencia y en su caso particular
está condenado a dos cadenas perpetuas, más
15 años en prisión. Toda una vida y parte de la
otra, si existiera…
Desde el punto de vista judicial, agotada la vía
directa, ahora el equipo legal prepara una moción
para corregir sentencia ante la corte de distrito de
Miami, que podría ser presentada en junio próximo. Con esta nueva iniciativa esperan, a partir de
la apelación indirecta, reabrir el caso de Gerardo.
Los abogados buscarán eliminar el cargo que lo
acusa, sin pruebas, de «conspiración para cometer
asesinato». Según reconocieron, si se logra eliminar este cargo, Gerardo tendría que ser resentenciado, lo mismo que Tony, Fernando y Ramón.
Tom Goldstein aseguró que basarán la apelación en las nueve evidencias que nunca fueron
analizadas por el tribunal. Durante el tiempo que
resta hasta junio los letrados se prepararán a fondo para conseguir reabrir el caso que, como expresara el presidente de la Asamblea Nacional del
Poder Popular, Ricardo Alarcón de Quesada: «hay
que abrirlo con cuanto recurso se pueda aplicar,
tenemos que abrirlo con las manos, con los dientes, con las uñas, si hace falta».
René tampoco fue enviado a resentencia. Él
espera regresar a los suyos cuando terminé su
sentencia dentro de 27 meses. Él, como los otros
cuatro antiterroristas, se preocupa por Gerardo.
Los dos han sufrido además de estos 11 años en
prisión, el dolor de no poder recibir a sus esposas,
a quienes el gobierno norteamericano les ha negado la visa en reiteradas ocasiones.
Como ha dicho Alarcón en cada espacio donde
aborda el tema de los Cinco, la injusticia contra
ellos terminaría solo con una firma del presidente
de EE.UU. «Obama puede y debe retirar los cargos
contra los Cinco», ha sentenciado el titular del Parlamento cubano.
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