¿ES ETICA LA LEY DEL MAS FUERTE? CARMEN PIA VAZQUEZ- Prof. en Psicopedagogía – Titular de la cátedra “Metodología y Práctica de la Enseñanza” en el Profesorado de Psicopedagogía del CONSUDEC. Docente en el Nivel Medio, en el dictado de “Psicología” e “Introducción a la Filosofía”. Responsable de proyectos de Apoyos Escolares en comunidades de bajos recursos. La reflexión sobre la Familia y el Desarrollo Moral que es el objeto central de esta jornada, es abordada por la autora desde algunos ejes vertebrales para su tratamiento: 1) Autoridad –cualidades, objetivos y fundamentación basada en la Educación Personalizada --. 2) La autoría de bien o responsabilidad compartida en el seno de la familia actual. 3) El valor Bien: ciencia, sentido y arte en la Ética para los educadores. Por último, presenta la pedagogía del Evangelio que fortalece, salva y libera centralizando su acción en la Verdad. Hace poco tiempo tuve oportunidad de asistir a un diálogo –que más que diálogo cobraba las características de reproche -. Se suscitó en la calle, entre una nena de aproximadamente diez años y una persona mayor que bien podría ser su madre: --“...Y ya te lo dije; no insistas.”—, concluyó la señora. --“Pero... ¿por qué? Sólo decime porqué yo siempre tengo que hacer lo que me decís y si no, me retás! Ustedes los grandes siempre hacen lo que quieren. ¿Quién los reta a los mayores?” Ellas se perdieron entre la gente y en mí resonaron sus palabras como eco durante varias horas... Creí haberlo olvidado pero súbitamente se me hizo presente al conocer el tema que hoy nos convoca (“Familia... Moral”) y fui invitada a colaborar desde mi lugar de acción profesional, que es la escuela. Este relato podría archivarse bajo títulos de diversa índole, como ”La justicia para los chicos de hoy”, “La rebeldía infantil”, ”Las sanciones y los premios”, como tantos otros... A mí me permitió no sólo poner en juego mi creatividad al rotularlo, sino que resultó ser fuente de inspiración, generando un sin fin de ideas derivadas, sugiriéndome temas afines. Ellos resultarían cautivantes a la hora del debate; pero debo ser prudente en su exposición y acotándolos, compartiré algunos de ellos con ustedes: -1- 1 AUTORIDAD: RESPONSABILIDAD Y CUIDADO Encontramos definiciones que asocian el término ”autoridad” al “crédito o fe que se le da a una persona en determinada materia”; se refieren también a la “persona investida de poder o potestad, con derecho a conducir a otros eficientemente hacia la consecución de un fin social”. Pero si nos detenemos en la etimología de la palabra, autoridad deriva de auctoritatis (del latín) cuyo significado es ”el que es causa de alguna cosa” y ”el que cuida del gobierno y la distribución de caudales”..1. De allí que el término actor presente como significado los vocablos tales como progenitor, engendrador, hacedor, productor... No podemos dejar de asociar estos conceptos a la idea positiva de defensa, cuidado, protección, que es encarnada en la sociedad por personas que se comprometen al cumplimiento eficaz de sus tareas. Al tiempo que son actores de bien para su prójimo, preocupados por los suyos, entregados a su cuidado. Todo ello hace que asuman la figura de “líder” para algunos grupos, “guía” o “ pastor” para otros y “ maestro” en nuestros ámbitos educativos... *La autoridad se reviste entonces de cualidades valiosas como las de ser procuradores del bien; autores de bien y bienestar, predicadores de verdad, generando en los otros, actitudes de escucha, de atención, de estima, de respeto y sentimientos de seguridad y protección. * La autoridad perseguirá objetivos claros y transparentes, centrados en la búsqueda del bien del otro, tomándolo a su cuidado, respondiendo por él, dando su vida si fuere necesario ( como el pastor del Evangelio que conoce a sus ovejas y dejando a las noventa y nueve salió a buscar a la perdida 2). En nuestro específico campo de acción, los docentes de todos los niveles debemos responder por aquellos que son víctimas y deben ser alertados acerca de las complejas redes de valores que con frecuencia se disfrazan tan sutilmente en la vida moderna a través de la publicidad, la música, la propaganda, etc. de modo tal que los preparemos para que ellos mismos puedan examinarlas, juzgarlas y comprometerse libremente con ellas desde una auténtica comprensión. * La autoridad proclamará siempre la verdad; es ella la que ‘habla verdad” y “dice el bien”, promoviendo en el otro la escucha, con un oído dispuesto, atento y reflexivo. “En el pensamiento de Santo Tomás, la educación que se realiza a través de la enseñanza, tiene dos objetos: la verdad conocida por el maestro y la palabra que éste utiliza par despertar o iluminar el conocimiento del discípulo”. “La esencia de la actividad magistral carga su acento precisamente en la palabra como signo que expresa el concepto 1 2 ENCICLOPEDIA UNIVERSAL ILUSTRADA, Espasa-Calpe, T.VI, pág.1184. Cfr.Lc.15,4-7 2 interior.” Aunque “ las palabras se expresan para ser oídas, no puede pronunciarse una palabra verdadera si no existe un concepto interior y tener conocimiento interno es propio de la vida contemplativa”1. Nos atrevemos de este modo, a reconocer que la tarea educativa no sólo implica tiempos sistemáticos de estudio sino también fuertes momentos de acción inteligente, íntima y profunda. Al decir de Víctor García Hoz ...”cuando el pensamiento de estar en la verdad y cooperar con ella empapa la vida de un educador, la consecuencia es que ni puede negarla a nadie porque todos están llamados a participar en ella, ni puede negarla a ella misma aceptando doctrinas o adoptando actitudes incompatibles con la verdad”2. “En esta labor, el pedagogo es sólo un heraldo, un instrumento de la verdad”3. LA AUTORIDAD... ¿TIENE EDAD? En el siglo XIX la familia coincidía con el modelo de las grandes familias de corte patriarcal. Esta se asienta sobre el principio de la reproducción y el de la autoridad indiscutida del padre (a veces de la madre), más que sobre el principio del amor marital4. En nuestra sociedad latina de clase media, es el padre de familia quien asume el rol de autoridad y le cabe por naturaleza ya que es él quien, junto con la madre, concibe y da vida, la cuida, protege y alimenta con su trabajo y su cariño. Esta afirmación ya es incierta en los tiempos que corren, pues se han invertido los roles en algunas familias: la madre trabaja o retoma estudios incompletos; por la situación reinante de déficit laboral y desempleo pasa el padre a ser quien atienda la casa y a los hijos ( reemplazará a su esposa si esta llegara a alcanzar un puesto estable de trabajo). Antes, por su condición de trabajador activo, era el padre quién surtía a la familia de novedades, surgidas de sus círculos de trabajo, de amigos... casi era él la única fuente de conocimientos autorizada en esa comunidad doméstica. Hoy se es protagonista involuntario de una invasión extraordinaria de información a través de los medios masivos de comunicación, de la Internet y de otros recursos que casi se tornan indispensables y sumergen a la persona en un océano de pseudo necesidades e intereses. Ya no es el padre quien tiene la palabra autorizada para conocer la realidad y hablar de lo que ocurre en ella. También su esfuerzo, sus tiempos de trabajo se han modificado, siendo mejorados, superados o reemplazados por herramientas de compleja tecnología; ya no es el que” pone el hombro” frente a las tareas más pesadas de la casa. Ahora estas máquinas pueden ser manejadas en su mayor medida hasta por los niños (casi con más presteza y sin la nostalgia ni el esfuerzo que implica la constante necesidad de adaptación de los adultos a los cambios). Toda esta realidad nos conduce a un panorama familiar de desplazamiento de roles... 1 GARCIA HOZ,V., La tarea profunda de educar, Madrid,1976, pág.138. Op.Cit., pág. 145. 3 Op.Cit.,pág.146. 4 PEDROSA,NAVARRO y otros, Nuevo Diccionario de Catequética, Vol. I , Madrid 1999, pág 921. 2 3 “El problema de las relaciones entre padres e hijos es también altamente sintomático de una tendencia cada vez mayor hacia las relaciones abiertas de nuevos pactos entre las generaciones, al mismo tiempo que aparece una tendencia democratizadora en el mismo seno de la familia”1. “A pesar de todos los síntomas críticos no puede decirse sin embargo que la vida familiar esté en proceso de desaparición. Por el contrario la misma zozobra aparente marca una intensa estima creciente por el espacio íntimo y de mediación social trascendente de la familia”. “Todo ello abre las alternativas buscadas por las nuevas generaciones familiares, que en lugar de pretender la destrucción de la familia están buscando que ésta se recomponga sobre nuevas bases a partir de sus ancestrales elementos esenciales: la cosanguinidad y la afinidad amorosa y marital. Pero en todo caso, permitiendo que la vida humana se regenere en la doble dimensión de la familia: la expresión íntima y la acción y proyección social y comunitaria”2. Concluimos por lo tanto que la autoría de bien le cabe a cada uno de los miembros del grupo familiar que se constituirá en autoridad, en la medida de sus posibilidades, asumiendo pequeñas o mayores responsabilidades, con un sentido solidario de comunión y participación. UNA ÉTICA PARA EDUCADORES Ética es la “ciencia que estudia las leyes generales que deben regir la conducta del hombre y el arte de aplicarlas en cada situación particular”3. “Ciencia, porque es un conjunto de conocimientos generales, sistemáticos, ciertos y demostrados. Ciencia que dicta leyes que nos presentan un modelo abstracto al que debemos adaptar nuestra conducta. Establece los moldes ideales a los que debemos acomodar nuestras acciones. Estas leyes, son aplicadas en los casos concretos y situaciones particulares de la conducta del hombre con el único fin de hacer de esos actos humanos una obra perfecta; por éste último aspecto, afirmamos que “ética es arte”4. “La ética como arte tiene una connotación especial; mientras a las demás artes sólo les interesa el resultado, sin tomar en consideración los motivos que impulsaron a la ejecución de una obra de arte, a la ética le interesa y forma parte esencial el motivo que impulsa a la ejecución”5. Las artes no son obligatorias y la mayoría requiere una inclinación natural hacia ellas, en cambio la ética es obligatoria y todo ser humano debe 1 PEDROSA, NAVARRO y otros, Nuevo Diccionario de Catequética, Vol. I , Madrid 1999, pág.923. Op. Cit., pág. 924. 3 LOMBARDI, CARLOS,Curso de Filosofía, Bs. As, 1985, pág. 171. 4 Op. Cit. pág.172. 5 LOMBARDI, CARLOS, Curso de Filosofía, Bs. As. pág.172. 2 4 respetar sus preceptos. Para ello, “no basta con conocer el bien para alcanzarlo”, sino --al decir de Sócrates y Platón--, para actuar bien es imprescindible adecuarse a las normas. Ello exige gran dosis de valor, sacrificio y carácter. Si como docentes nos consideráramos seres perfectos, poseedores de verdades indiscutibles, piedras fundamentales de templos inconmovibles repletos de leyes y buenas costumbres quedaríamos fuera de este juego de intercambios, de consenso y plasticidad que nos proponen los tiempos actuales. La defensa de nuestra libertad y la aceptación de los límites que nos impone el diario vivir se convierten entonces en plataforma de selección reflexiva y responsable de esos elementos, aprendiendo a discernir las dependencias y obediencias legítimas, que atentan contra nuestra dignidad de seres humanos, hijos de Dios y misioneros para la construcción del Reino. Teilhard de Chardin nos alienta e invita a repensar nuestra identidad de educadores íntegros y conscientes, redentores y animadores de esta época cambiante que nos toca vivir: “Si quieres sentirte cada vez más en equilibrio, en medio de los mil choques de la vida libre, aplícate a aumentar tu impulso personal, tu propulsión hacia el bien a realizar a tu alrededor. Cuando tu “fuerza viva” moral se halle así acrecida, las corrientes discordantes que podrían hacerte oscilar y vacilar en reposo, apenas si lograrán desviarte porque tú estarás en movimiento”1. Ese es el sentido de nuestra misión y nuestro arte como educadores: ponernos en camino, eligiendo metas que valgan la pena y que no están aquí ni ahora sino siempre más allá, en una dimensión real de trascendencia. Sin embargo vivamos, gocemos y suframos el presente, porque nuestra acción consiste en construirlo alrededor de ese gran valor que llamamos BIEN. “La Verdad nos hará libres”2. “Tú tienes palabras de vida eterna...”3 “Protégeme Dios mío, que me refugio en Ti; yo digo al Señor: “Tú eres mi bien”...4 BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 1 TEILHARD DE CHARDIN,Ser más, Colección El Futuro de la Verdad, Taurus. Jn. 8,32. 3 Jn. 6,68. 4 Sal.15. 2 5 Biblia de Jerusalén. Descleé de Brower. Edición Pastoral, Bilbao, 1984. CEPAG, Pedagogía Ignaciana, Asunción del Paraguay, 1993. Enciclopedia Universal Ilustrada. Ed. Espasa-Calpe, Barcelona. García Hoz, Víctor, La tarea profunda de educar, Ed. Rialp, Madrid, 1976. Guardini, Romano, Una ética para nuestro tiempo, Ed. Cristiandad, Madrid 1982. Iantorno, Mario, El ser del educador, Magisterio del Río de la Plata, Bs. As. , 1999. Lombardi, Carlos, Curso de Filosofía, Ed. Plus Ultra, Bs. As. , 1985. Pedrosa, Navarro, Lázaro, Sastre, Nuevo Diccionario de Catequética Vol. I, Ed. San Pablo, Madrid, 1999. Teilhard de Chardin, Ser más, colección El futuro de la verdad. Ed. Taurus. 6