Capítulo VII. México y Puebla, sus templos, palacios, calles y paseos

Anuncio
- 69 -
Vil.
México y Puebla, sus templos, palacios, calles y paseos—Antiguas sucie.
dad y atraso; moderna trasformaci6n.--Bogotá su importancia y
elementos. Desaseo iucom'odidad, abandono y sus causas—-Población
de las capitales de América. —Templos, edificios públicos y est.ablecimientes de Mhico.-Sus coches y tranvas.--Sus mejoras y comodidades.--Qposición con Bogotá y desventajas de sta.--Diarios, su redac.
ción y noticias por el cable.--Plazas, calles y sitios de recreo en
Méxi.
México y Puebla son las dos ciudades mejor edificadas
que hay en ambas Américas. De calles regulares, anchas y
limpias; de casas con dos y tres pisos y azoteas; de hormosoe paseos; de numerosos y grandes edificios públicos; do
esmerada policía; de vastos palacios ) muchos hermosos templos y embellecidas plazas. M6aico encierra una población de
250,000 habitantes y Puebla de 79,000; México tiene 64 templos católicos y tres protestantes, Puebla, 55 católicos y 2
protestantes. (*) Ambas están construidas de cal y canto y no
de adove y tejas; ambas encerraban los más bellos y extensos
conventos de América y loe más cuantiosamente dotados; ambas se han trasformado completamente siguiendo el ejemplo
de Santiago, Habana, Lima, Buenos Aires, Montevideo, Callao, Valparaiso, &C.; ambas poseen todo cuanto puedo contribuirá la comodidad, decencia y goces de sus habitantes; ambas están recorridas por tranvías y coches numerosos que prestan grandes servicios y que les den e] aire de ciudades anima() Toda la República cuenta con 3,927 templos católicos y 26
protestantes. En 1810 los eclesiásticos y religiosos sublan á 9,449h
la propiedad de la Iglesia * 300 millones, las dos principales rentas
las de loe obispos de México y Puebla, á $ 130,000 y ú $ 110,000
respectivamente.
- 70 das y cultas; ambas tienen completes sistemas de entubaciones
de hierro para el agui potable, do cloacas para la limpieza y
de gas para el alumbrado de todas sus calles y plazas; ambas
están provistas de innumerables alambres telegráficos y telefónicos, y ambas, por último, so han despojado de sus antiguallas de mal gusto sin que hubiese raizal alguno, y 10 propio ha
sucedido en las demás grandes ciudades de la América española, que pusiera el grito en las estrellas. Templos, palacios,
calles, plazas, paseos, habitaciones, todo, todo ha sufrido grandes modificaciones, según las exigencias del siglo. Indudablemente nuestra querida Bogotá es la única gran Capital que se
ha quedado atrás en este continente; la única que todavía
conserva el aspecto, suciedad, atraso, estancamiento y preocupaciones raizalea de la Colonia; la única que aun carece do
las comodidades, inventos y adelantos de las ciudades modernas. Sin duda alguna, hoy so cuenta entre las ciudades más
sucias, muertas, abandonadas y llenas de privaciones de los
paises civilizados del mundo entero.
Sin embargo, Bogotá ea una de las más grandes, populosas 6 importantes capitales de la América española. En población es la séptima, después de Buenos Aires que cuenta
295,000 almas, La Habana, 240,000, México, 230,000, Santiago de Chile, 190,000, Lima, 121,884 y Bogotá, 95,813; (*)
En Bogotá raya muy alto la cultuia intelectual, por dicho de
los mismos extranjeros, tanto como en las más ilastra4as capi() Las demás tienen las siguientes poblaciones: Montevideo
91,000, Quito 80,000, Santo Domingo 70,000, La Paz de Bolivia
76,372, Caracas 70,509, Guatemala 58,456, Puerto Príncipe 85,000,
San José de Cost.arica 25,000, Salvador 20,000, Comayagua
20,000, y Managua. 10,000. Rio Janeiro, Capital del Brasil, encio.
ns 228,747 almas y Washington, de los Estados Unidos, 159,871,
según el censo de 18804
- 71 tales de Hispano—América; Bogotá se halla á 22 leguas de
puerto á donde suben los 24 6 26 vapores del Magdalena, esos
vehículos del progreso y do la civilización y á 20 de Cartagena y Sabanilla, primeros puertos de la República; (*) Bogotá
es una de las más antiguas ciudades de nuestro Continente y
la tercera capitnl, en importancia, de los cuatro virreinatos que
poseían los españoles en América; Bogotá fnó la Metrópoli de
la célebre Colombia de Bolívar que libertó ¿ cinco repúblicas
y se cubrió de imperecedera gloria; Bogotá, por último, cuenta para sí y e) Estado de que ea capital con una anualidad do
846,638, renta que, bien administrada, pord la sacarla del
vergonzoso atraso en que se encuentra, y, como nuestras contribuciones son las más ligeras do cuantas se imponen en los
países Hispano—americanos, pudiera acrecerse para el bien de
los mismos contribuyentes. Los habitantes de México por
ejemplo, pagan el siete por ciento anual y los de Chile o] nueve
sobre la propiedad raíz, y pagan gustosos, porque conocen que
las autoridades saben emplear esos fondos en embellecer las
ciudades, en procurados las comodidades de los países civilizados y en organizar policías activas y respetadas que guardan
el orden, evitan los crímenes, defienden la propiedad y conservan aseadas las poblaciones. (4*)
Con razón México ha sido llamada la Roma de América,
() México dista 85 leguas del litoral, Quito 88, La Paz 163,
Comayagua, Capital do Honduras, 22, y no tienen ríos navegables
por vapor que acorten esas distancias.
(')Por desgracia en Colombia no se emplean bien las contribuciones y esta es una de las cansas que hacen se paguen con repugnancia; pero, so debo advertir, que no pagamos patentes, ni
derecho de industria, ni estampillas en los más indispensables é insignificantes objetos, ni estancos, cte., contribuciones que pagan
mexicanos, chilenos, argentinos y demás hispano-americanos.
- 72 pues tiene muchar semejanza con la Ciudad eterna, no s6lo por
sus numerosos templos do artesonado, cúpula y esbeltas torres,
especialmente la Catedral que costó dos millones de fuertes
($ :.00,000 menos que la de Puebla), sino también por sus
muchos y grandes palacios, los primeros de nuestro Continente hasta hace medio siglo. El Colegio (le Minería, el de San
Ildefonso, el de las Vizcaínas, el de Medicina, el de Jurisprudencia, el Seminario, la Escuela Normal, la Aduana, los J)abtcios, Nacional, del Arzobispo, etc., muy bien pudieran ocupar
distinguido sitio en Roma y demás grandes capitales del man-do. Pero, México, á la par de todas las ciudades coloniales,
carecía de pública comodidad y vegetaba en la mugre y el marasmo . Hoy todo ha mejorado, y olla se ha colocado á la altura
de las poblaciones más cultas y adelantadas. No hay en nuestros países otra capital, si no es Buenos-Aires donde se ouentan 33 leguas do ferrocarriles urbanos, que tenga un sistema
tau completo de tranvías recorriendo casi todas sus calles y
lhs más notables poblaciones del valle, idéntico ¿ nuestra Sabana en di,uonsioneM, aunque müclio más 2mbellecido con espasas arboledas y magníficas quintas; no hay, ninguna que
tenga tantas tranvías de correspondencia, facilitando grandemente la circulación, ni tan lujosas tranvías montuarias que
rueden hasta sus tres o cuatro elegantes cementerios públicos.
El alumbrado de gas se extiende ó. los más remotos arrabales
y alamedas; los fanales eléctricos bailan de claridad la plaza
central, las calles principales y la alameda; las entubaciones de
hierro, formando extensa y complicada red, llevan á las casas
particulares agua pura y abundante que doble arquería condu ce desde grandes distancias; los caños abiertos han sido elim inados y las calles despejadas de basureros 6 inmundicias; las
aceras enlosadas con anchas y simétricas cintas de piedra ylsa
cloacas perfeccionadas, en cuanto lo permite el terreno cenago-
IMIEZ
so 6 inferior en nivel alos: Iagøs .cirounv.ecinoa. Por ,Mas
partes as han establecido correos urbanos, coches 4e. si)io y
aparatos telegráfioos. Estas mejoras han sido .imitadaa4 porfía
por las patrióticas Municipalidades de las demás ciudades mexicanas, y realizadas en las capitales y principales poblMionee
de la Argentina, Uruguay, Chile, A»tillas, Coata-Ric.j Perú,
Guatemala, Venezuela, Bolívar y Ecuador. (*)
Solo nosotros, que debíamos por mil tjtulos .00upar el primer puesto) nos liemos quedado relagados á lapx trema retaguardia do las otras repúblicas por. el. -egoísmo 4e ksunos,
las pillerías de los otros, el. raizalismo .da estos, la .po1iUwn-ia
de aquellos y por la pereza y abandono de casi toda. Solo un
asunto nos absorvo y saca de la . habitual apatía, asun$, que
bien analizado, no da otros componentes . princpaie Ñw holgazanería, egoísmo y bastarda ambición; ~,es la,polítiqa que
devora el presupuesto, desmoraliza. corrpippe€y disuelve la Nación, nos mantiene en atraso . y desgreño .laaentables..y nos
baos la burla.de.los demás países. Fis.preciao.caufeaarlp.Bogotá,no es sino una grande aldea, pues carece de los adelaatosde
la civilización del siglo; ni tranvías, ni coches páblkoa rodando
por toda la ciudad, ni buen sistema decaerías, ni. cloacas, ni
teléfonos, ni ferrocarriles, ni bien er y idos. telégrafos,. ni limpieza pública convatiientemontet organizada, ni ..pçlicít ctiva
(') En 1875 las 56 Municipalidades de Chile percibieron
$ 2.819,824 y gastaron e 2.266,649, de tos castos $388,889 en
obras públicas y $ 567,511 en policía de ornato' y Subtidad. De
1871 á 1875 se gastaron. en ese país en obna p4bliess,adoqils de
las cantidades dat presupuesto, $ 164)4,268. En.1882:L*22 dr
partameno. de Ouatexnla t&urieron pata SUS MuiipølMadea
$ 115,038 de ingreso y $ 113,844 do egreso. Eso mismo año las
rentas manicipales del: Di atrito .Fedetat 4o Vesezu4l dieron
$ 1.561,106 y los gastos.$ 1.487,486.
10
- 74 y numerosa., ni, en una palabra, nada digno de nuestra ilustro.cié; de nuestra sociedad, ni del siglo en quevivimos. Elecciones, trastornos, vagos, mendigos, tiples y camorras son los
objetos presentados á la vista del pobre ciudadano que paga
sus contribuciones para que ciertas gentes vivan y no dejen
vivir, para asfixiarse entre la mugre 6 estar escondido y encerrado en su casa; si es que allí lo dejan tranquilo los calumniadores, los mendigos, los petardistas y los importunos. Hago
estos cargos dolorosos para excitar el pundonor de un pueblo
inteligente, generoso y entusiasta, que tiene bastantes cual¡dados para poder conocer sus defectos y que es, frncamente
hablando, muy superior á los de las otras repúblicas. Tanto
más, cuanto que todo ese atraso se debo sólo á la desbordada
y ociosa democracia que nos domina, y al consiguiente egoísmo
que han despertado los abusos de ella en las gentes de valer.
En México, Buenos Aires, Santiago, Montevideo, Lima y
demás grandes capitales de América la prensa está representada por antiguos y respetables diarios de gran tamaño
llenos de noticias de actualidad ; con avisos comerciales, de interés local y general; con cablegramas que ponen al corriente
del movimiento de todos los países del mundo con solo el retardo de 24 6 36 horas. (*) La prensa bogotana, no obstante o1
talento, cultura y habilidad que todos le reconocen, se halla
muy atrás bajo esos puntos do vista, y está dominada, y avasallada por la política, con muy cortas excepciones. Esto hace
que en el exterior miren generalmente con desden nuestros
periodicos. ¿ No sería mejor tener, como las capitales arriba
citadas, diez ú once diarios bien redactados, nutridos y apoyados por el público que ese enjambrede papeluchos que gritan,
()Aun las capitales pequeñas, como Guatemala, San Jø8, Ca t..
cae &, reciben mas pronto que nosotros las noticias de Ultramar
- 75 atacan, mienten y desmienten, para menguado ese 6rgano de•
publicidad, de esa palanca de progreso que entre nosotros ha
venido á caer en el más grande desprestigio? Aqul pongo
punto, pues no quiero hablar de algunas costumbres bogotanas chocantes á los viajeros ilustrados, y que ellos critican en
sus obras, tales como el perenne traje de luto en las mujeres, el
ridículo sombrero de pelo en los chiquillos de 10, 14 y lO años,
que nos hace aparecer cual pigmeos 6 liliputiénse8, la ruana
tápalo-todo 6 tapa-mugre, que tanto contribuyo para dar á
nuestras gentes del pueblo hábitos de porquería que no tienen
rival sino entre los indios del Cuzco, &.
No me extenderé describiendo á México, porque lo hizo y
muy detenidamente en las 42 revistas que remití £"EI Fasatinrnpo" en los años de 1882 y 1883; más, no puedo menos de
añadir cuatro palabras acerca do sus establecimientos y oficinas
públicas, radicadas en soberbios edificios: la Biblioteca con más
de 150,000 volúmenes, el Mueco, Escuelas do ciegos, de sordomudos, de Bellas Artes, de oficios para mujeres, de Artes y
Oficios, de injenieros,de jurisprudencia, de niñas, de medicina,
de comercio y preparatcria; casas de locos, do expósitos, de
maternidad, de leprosos, de indigentes y varic,s hospitales
cuatro grandes teatros, cinco plazas de mercado, tres casinos;
primorosamente adornados con toda la pompa de la vegetación tropical y las invenciones del buen gusto y del arte; doce
jardines públicos donde los habitantes encuentran soláz, distracción y aire puro; cinco monumentos y estatuas; trece vastos hoteles montados á la norte americana; tres oficinas ¿e
telegrafía con 25,000 kilómetros de alambres y 35 plazas y plazuelas, muchas de ellas ya embellecidas según el gusto mo-,
dtno. México se halla á 29 0 26', latitud norte, y á 2,266 metros
s bre el nivel del mar; ocupa el centro de un risueño y pintor' 'seo valle, antes cubierto por lagos que hoy han reducido su
- 26 perimotn"Et área de la ciudad mide 1,968 hectaras con 4,900
mtdeSgoy4800 deancho
SUS iaas : están embellecidos por extensos paseos,
arbolssyquinbts.• Entre los antiguos se distinguen: la Alaxned'Iss Calzadas de Tacuba, tan célebre en la historia de
la cokKjØiStS, de Táoubaya que conduce al Versalles mexicano,
de la.Tigaj de. Bucareli y de la Villa, constantemente recorrída por trantías que llevan centenares de romeros á la pr&
ximOolegista de Guadalupb. Entre los modernos: la Reforma, imo dé ¿ot mía bellos paseos do América y de los más
concurridos por carruajes elegantes, coches simones y tranvías,
que varé tePminar mi el celebérrimo Chapdltepéc, etrna de la
naciów azteca, sitio encantador y engalanado 6 porfía por la
natur&ayel arte. Además, los carros urbanosilevan numerosos- pazesntee Lite alquerías, cármenes, pueblos y sitio8 de
njmjggeJ por ese poético Valle circuido de alta larrerwetintes poifídicos, sobre los que descuellan coronados'
de ptpettasnieves el Popocat4petl 6 Istsaoihnatl. Entre los
parajes más risueños y amenos sobresalen, tanto por sus palacios y jardines como por sus frondosas arboledas y delicioso
climaí'Tacubsya, Sula de Viña del Mar y de Chorrillos;
Tacubs; donde nendmira olcorpulettoahuehuetle 6 ciprés mexicafle 6 cuyo pié Cortés aguardé llorando , á su despedazada
hueste et la noche triste; San Angél; Mixcoac; Tlálpan y Azcaputitka Antes, todo ese valle en un continuado lodazal jotransitables cacza de la incuria do loe politiqueros y guerreadoS mexicanos; hoy la paz y ci progreso, hijo del trabajo, han
bajado sobre aquella poética comarca, merced al influjo norteamericano y el patriotismo cuerdo y enérgico del General Porfino Díaz, y con ellos, la felicidad, la satisfacción y la dicha de
sus habitantes.
Descargar