Dimensiones políticas de la psicología - unesdoc

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REVISTA INTERNACIONAL
DE
CIENCIAS SOCIALES
ISSN 0379-0762
DIMENSIONES POLITICAS
DE LA PSICOLOGIA
96
Psicología política
Morton Deutsch
¿Qué es la “psicología política?”
239
Hilde T.Himmelweit
La socialización política
257
Daniel Latouche
La cultura organizacionaldel gobierno:mitos,símbolos 279
y rituales en el caso de Quebec
Ali Mazrui
La ingeniería política en Africa
José Miguel Salazar
Sobrelaviabilidad psicológica del “latinoamericanismo” 321
303
Política de la psicología
Carl F.Graumann
Sobre las identidadesmúltiples
337
Ashis Nandy
Hacia una política alternativa de la psicología
351
Gündüz Y.H.Vassaf
La psicología de comunidades en busca de un nuevo 369
enfoque
Tribuna libre
Paul-HenryChombart
de Lauwe
Opresión,subversión y expresión en la vida cotidiana
383
EI ámbito de las ciencias sociales
Yogesh Ata1
Utilización de las ciencias sociales en la formulación de
medidas políticas
397
Frederick Gareau
La versión multinacional de las ciencias sociales
409
Pedro Henríquez
Más allá de la teoría de la dependencia
421
Servicios profesionales y documentales
Calendario de reuniones internacionales
431
Libros recibidos
433
Publicaciones reci
¿Qué es la
"psicología política
?
"
Morton Deutsch
Aunque su parentesco con la filosofía social p. 181. Merriam [1925;19341 propugnó expli-.
data de tiempos antiguos,la psicología polí- citamente una ciencia política científica que
tica moderna nació como disciplina académica recurriese a la psicología. Harold D. Lassen el periodo entre la primera y la segunda well, discípulo de Merrian, respondió a ese
guerra mundial.Es hija de la ciencia política y llamado y, a través de sus escritos y enseñande la psicología, y fue concebida en esa zas,se convirtió en el padre fundador norteaambivalente tesitura de optimismo y desespe- mericano de la psicología política como nueva
ración que ha caracterizado a la era científica. disciplina académica.
La rápida expansión del conocimiento, la
Aunque los prolíficos escritos de Lasscreciente confianzaen los métodos científicos well tratan sobre casi todos los temas de
y los adelantos tecnológiinterés para los psicólocos que se sucedían a un
gos políticos, su particuMorton Deutsch es catedrático de
ritmo acelerado llevaron
lar énfasis sobre el modo
psicología y pedagogía en el Teachers
a la convicción de que los
en el que los procesos
College, de la Columbia University,
métodos científicos popsciológicos afectan a los
Nueva York, N.Y.10027.H a publicado The resolution of conflict: consdían aplicarse a la comprocesos políticos ha intructive and destructive processes
prensión del comportafluido especialmente en
(1973) y es uno de los compiladores
miento político.La agital
a forma en que la mayode las obras Social class, race and psyción política creciente,la
ría de los científicossociachological development (1968) y The
social psychology of distributive jusirracionalidad y el carácles norteamericanos han
tice (1982).
ter destructivo de la prienfocado la psicología
meraguerramundial,adepolítica. Sus primeros limás del advenimiento de
bros, Psychopathology
los modernos regímenes
and politics (1930),
totalitarios con sus atrociWorld politics and persodades y el uso sistemático
nal insecurity (1935),
de los medios de comunicación de masas con Politics: who gets what, when, and how (1936)
fines propagandísticos parecían indicar la ur- y Power and personality (1948) contribuyeron
gente necesidad de contar con un saber más a establecer una perspectiva psicológica partisistemático sobre la relación entre los proce- cular para comprender el comportamiento posos políticos y los psicológicos.
lítico,la política y los políticos. Esta perspecLa primera conexión notable entre psico- tiva conduce a una psicología política que se
logía y ciencia política en los Estados Unidos centra principalmente en los procesos psicolóde América fue la establecida en la Universi- gicos individuales y sociales -tales como
dad de Chicago, bajo el estímulo del cientí- motivación, conflicto,percepción, cognición,
fico político Charles Merriam [Davies, 1973, aprendizaje, socialización,génesis de las acti-
240
tudes y dinámica de grupos- y en la personalidad y psicopatología del individuo como factores causales que influyen en el comportamiento político.
El firme acento puesto en los procesos
psicológicos como determinantes de los procesos políticos en la psicología política norteamericana ha llevado a un relativo abandono del
estudio de la influencia de los procesos políticos sobre los procesos psicológicos. La psicología política europea, aunque muy influida
por la norteamericana,ha sido menos unilateral. La repercusión mayor que el enfoque
marxista tuvo en Europa ha suscitado una más
clara conciencia del papel desempeñado por
los procesos políticos en la configuración de
los procesos psicológicos y de la personalidad.
Así,Max Horkheimer,en su discurso inaugural al asumir el cargo de director del Instituto
de Investigación Social de la Universidad de
Francfort en 1931,exhortaba a los miembros
del citado instituto a explorar la interconexión
entre la vida económica de la sociedad, el
desarrollo psíquico del individuoy las transformaciones acaecidas en la esfera de la cultura
[Held, 1980, p. 331. Varios miembros de la
escuela de Francfort y otros estudiosos que
participaron en la elaboración de la “teoría
crítica” (Horkheimer, Adorno, Marcuse,
Fromm y Habermas) han hecho importantes
contribuciones a la integración de las concepciones político-económicasde la teoría marxista con las perspectivas psicológicas de la
teoría freudiana.
E n mi opinión,la psicología política tiene
por objeto el estudio de la interacción de los
procesos políticos y psicológicos, o sea que
comporta una interación bidireccional. Así
como las aptitudes cognoscitivas limitan y
afectan la naturaleza del proceso de toma de
decisiones políticas, así también la estructura
y el proceso de la toma de decisiones políticas
afectan las aptitudes cognoscitivas. D e esta
manera,los niños de cinco años y los adultos,
por efectoen parte de sus diferenciascognoscitivas,se formarán ideas bien distintas de las
estructuras y de los procesos políticos; de
igual modo,determinados tipos de estructuras
y procesos políticos favorecerán el desarrollo
Morton Deutsch
de ciertas características en los adultos (inteligencia,autonomía,reflexión,acción), en tanto que otros fomentarán el desarrollo de aptitudes cognoscitivas semejantes a las de un
niño sumiso (inmadurez,pasividad,dependencia,ausencia de espíritu crítico).
El ámbito de la psicología política se
define no sólo por su materia de estudio, la
interrelación entre los procesos políticos y
psicológicos, sino también por el particular
enfoque con el que se aproxima a dicha
materia, el cual se encuadra en la tradición
Científica. Como Nagel [1961, p. 41 ha señalado oportunamente, “es el deseo de contar
con explicaciones que sean al mismo tiempo
sistemáticas y verificables por la evidencia de
los hechos lo que genera la ciencia”. El
psicólogo político de inspiración científica
trata de desarrollar hipótesis explicativas respecto a los fenómenos de interés,que tengan
consecuenciaslógicas lo suficientementeprecisascam0 para poder ser auténticamentesometidas a prueba. bicho de otra manera, estas
hipótesis explicativasdeben poder ser rechazadas por pruebas empíricamente verificables y
científicamente válidas que hayan sido obtenidas por procedimientos empleados con el
propósito de eliminar fuentes de error conocidas.
Como ha indicado Nagel [1961,p. 131:
“La práctica del método científico es la crítica
incesante de argumentos, a la luz de criterios
bien probados,tendiente a juzgar la fiabilidad
de los procedimientos con los que se han
obtenido los datos y a apreciar la fuerza
probatoria de los hechos en los que se basan
las conclusiones.”Una psicología política de
inspiración científica debe necesariamente
interesarsepor la “metodología”y debe interesarse, además,por fomentar la aplicación de
“criterios bien probados” para juzgar la fiabilidad de los procedimientos de recolección de
datos y para apreciar la validez de los hechos
probatoriosde las hipótesis explicativas.Debe
interesarse, asimismo, por elaborar procedimientos de acopio de datos que produzcan
información válida y fiable.
E n un campo como la psicología política
es difícil poner en práctica de un modo
I
¿Qué es la “psicología política”?
241
Interacción entre los procesos políticos y los psicológicos:La melancolía delpolítico, óleo de G.de Chirico
(1913). Musée de Arte de Basüea/Giraudon.
constante el método científico. E n razón del
carácter mismo de su objeto de estudio, la
psicología política no se presta para transferir
acríticamente a su ámbito las reglas metodológicas de las ciencias biológicas y físicas,tan
sólidamente asentadas.Existe,no obstante,la
tentación natural de tomar a las ciencias
naturales como modelo,así como la tentación
contraria de rechazar la posibilidad de un
enfoquecientíficopor que sGrechazala idoneidad del modelo. El enfoque científico de las
ciencias naturales refleja sobre todo un interés
cognoscitivo técnico [Habermas,19711 orientado al fomento de un saber apto para la
accióninstrumentaldirigida hacia metas definidas bajo condiciones dadas. E n la medida en
242
que las ciencias sociales,incluida la psicología
política,han imitado acríticamentelasmetodologías que convienen a un interés cognoscitivo
técnico,han tendido a olvidar el hecho de que
la acción humana ha de entenderse con referencia a los “significados”que tiene esa acción
para los actores y para su público. La acción
humana está enraizada en contextos intersubjetivos de comunicación, en prácticas y en
formas de vida intersubjetivas que tienen
orígenes históricos definidos [Bernstein,1976,
p. 2301. La imitación acritica de la orientación técnica de las ciencias naturales ha llevado también a muchos científicos sociales a
ignorar el modo en el que su trabajo teórico y
empírico -es decir, sus actividades científicas- está influido por supuestos implícitos,
juicios de valor, orientaciones ideológicas y
puntos de vista político-económicos de las
comunidades a las que pertenecen.
Por más natural que sea la imitación de
un ídolo secular y prestigioso,esta actitud no
ha dejado de tener ciertos efectos nocivos en
el desarrollo de una psicología política científica.Algunos se han visto llevados a confundir
“cientificismo” y ciencia, es decir, a considerar científicas ciertas técnicas etiquetadas
como “objetivas”, “conductistas”, “exentas
de juicios de valor” y “cuantitativas”, aun
cuando la reflexión crítica habría revelado
cuán inapropiadas eran esas técnicas (así
como las etiquetas); y, de paso, cuán saturadas de valores estaban. Otros han reaccionado contra el pseudo-objetivismo del “cientificismo”, replegándose a un subjetivismo
desenfrenado,a un subjetivismo que,en realidad, niega la posibilidad o el valor de una
metodología intersubjetiva para el estudio
científico de la psicología política.
Afortunadamente,ni el cientificismoni el
subjetivismo constituyen la tendencia dominante en la psicología política. La mayoría de
los psicólogos políticos practican el bien experimentado arte científico del “oportunismo
metodológico”.Emplean modelos y procedimientos de investigación bien establecidos
(por ejemplo, los análisis de contenido, la
entrevista sistemática,los métodos de cuestionario, el análisis de comportamiento no ver-
Morton Deutsch
bal, los experimentos con grupos reducidos,
las técnicas proyectivas, las observaciones
controladas,los sondeos sobre intención electoral, los análisis de datos archivados, etc.)
tomados todos ellos de una u otra de las
diversas disciplinas de la ciencia de la conducta y de las ciencias sociales y adaptados al
problema bajo estudio. Si el modelo o los
procedimientos de investigación son mal aplicados por el investigador,o si son inadecuados para el problema que se investiga,normalmente cabe esperar que la “crítica incesante
de argumentos, a la luz de criterios bien
probados” revele las deficienciasde la investigación (si ésta se considera lo bastante significativa como para merecer atención). A veces,
por supuesto, el error se desliza inadvertido,
porque en un determinado campo de estudio
todos pueden estar condicionados por la misma suposición incorrecta.
Gran parte del trabajo que se está realizando en psicología política es exploratorio
y formulativo, encaminado a estimular la
intuición y a desarrollar hipótesis más que a
comprobarlas. Hay un margen de libertad
considerable en la práctica de esta forma
de investigación, pero como no hay reglas
fijasen el ámbito de la creación,buena parte
de la investigación exploratoria resulta finalmente improductiva. Los márgenes para la
realización de buenos estudios descriptivos
y de los que apuntan a comprobar hipótesis
son mucho más reducidos. Las reglas y procedimientos para llevar a cabo tales estudios están bastante bien articulados. D e
todos modos, muchos de estos estudios, aun
cuando técnicamente sean irreprochables,
suelen ser de poco valor por que a la formulación del problema investigado no le
ha precedido una reflexión crítica suficiente.
Aunque la psicología política se halla
dentro de la tradición científica, se interesa
sobremanera también por ser socialmente útil
y por aplicar lo que sabe y lo que comprende
al perfeccionamiento de los procesos políticos
y de la condición humana. Muchas de estas
“aplicaciones” son especulativas,ya que existen abundantes e importantes lagunas en
243
¿Qué es la “psicologíapolítica”?
L a fachada barroca de un local en desuso en París sirve de curioso emplazamiento de un mensaje político.
Serge de SazoiRapho.
nuestro saber teórico y empírico;es necesario
dar un “salto” especulativo para formular
recomendaciones específicas desde los vacilantes cimientos del saber hoy disponible. Sin
embargo, el principal valor social de la labor
intelectual desarrollada en psicología política
reside no en sus recomendaciones específicas,
sino más bien en su posibilidad de ofrecer
marcos organizativos, ideas clarificadoras y
conceptos sistematizados que ayudan a quienes están comprometidos en actividades políticas prácticas a pensar acerca de lo que hacen
de modo más global, más analítico, y con
mayor interés por la solidez empírica de sus
hipótesis de trabajo.
EI contenido
de la psicología política
Los psicólogos políticos han investigado una
extensa variedad de materias. Para tener una
impresión personal respecto a esta variedad
de temas incluidos bajo la rúbrica de “psicología política”,he examinado el contenido de
los programas de las reuniones científicas
anuales de la International Society of Political
Psychology (ISPP) y el contenido de su revista
Politicalpsychology desde el primer año de su
publicación. La ISPP se fundó en enero de
1978 como una sociedad de estudios internacional e interdisciplinaria.Entre sus miem-
244
Morton Deutsch
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I
245
¿Qué es la ‘psicologíapolítica”?
bros,procedentes del mundo entero,se cuentan psicólogos, científicos políticos, psiquiatras,sociólogos,historiadores,antropólogos y
personas con cargos gubernamentaleso actividades públicas que tienen un interés intelectual por la psicología política. Esta sociedad
puede considerarse como el punto focal de la
actividad erudita en el campo de nuestra
disciplina. H e examinado también el contenido de una serie de obras dedicadas a la
psicología política, a saber, Kirkpatrick y
Petit [1972], Knutson [1973], di Renzo [1974],
Renshon [19741, Stone [1974], Manheim
[1975], Elcock [1976], Elms [1976] y Dawson,
Prewitt y Dawson [1977].
Una enumeración de los títulos de los
artículos, capítulos, ponencias y simposios
arroja una desconcertantediversidad de temas
que dan una sensación de caos en la psicología
política. Por fortuna, tras reflexionar sobre
esta diversidad,emerge del aparente caos una
estructura razonablemente clara.A continuación indicaré una serie de temas clave alrededor de.loscuales se articula esta estructura.
Movimientos políticos
Estrechamente relacionado con el tema precedente hay otro que constituye el nexo de las
investigaciones sobre formaciones sociales,
grupos,organizaciones y comunidades,y en el
que el actor político no es el individuo,sino
más bien una unidad social compuesta por
individuos y grupos en interacción. Así,Helmut Moser [1982], en una resefia general
sobre la psicología política en la República
Federal de Alemania, identifica los estudios
sobre el movimiento juvenil y los estudios
sobre los grupos de acción ciudadana como
dos de los temas importantes que han sido
estudiados profusamente por los psicólogos
políticos alemanes. D e igual manera, se han
realizado estudios del movimiento feminista,
del movimiento pacifista,de los grupos terroristas, de las sectas religiosas,del despliegue
de movimientos nacionales, etc. Aunque la
figura 1 no resulta completamente adecuada
para este tema, si se cambiaran los términos
“orientados hacia el individuo” por “orientados hacia el grupo”, el gráfico ofrecería una
visión razonable de lo que se ha estudiado o
podría estudiarse bajo este epígrafe. Así,los
El individuo como actor político
términos “sí mismo”,“persona” o “personaliRespecto de este tema se articula una serie de
dad” pueden substituirse por “grupo”; donde
estudios que se interesan por los determidice “actitudes”,léase “políticas”;donde dice
nantes y las consecuencias del comporta“rasgos” individuales, léase “características”
miento político del individuo.Brewster Smith
del grupo, etc.
[1968] ha elaborado un gráfico (véase la
figura 1) para el análisis de la personalidad y
El político o el líder
de la política, que registra las interrelaciones
características de este tema. Entre otros Este tema se halla también estrechamente
muchos, en el diagrama de Smith se pueden relacionado con el primero,salvo que aquí la
identificar estudios sobre socialización polí- investigación se ocupa de una categoría espetica, formación de las actitudes políticas, cial de actores políticos,o sea quienes desemparticipaciónpolítica,alienaciónpolítica,com- peñan o han desempeñado un papel especialportamiento electoral, antecedentes sociales mente importante en el proceso político. Se
de los terroristas políticos, relación entre incluyen bajo este epígrafe los estudios efecpersonalidad y actitudes políticas,pertenencia tuados sobre líderes y liderazgo político,
a grupos y actitudes o comportamiento polí- sobre la personalidad de hombres políticos,
tico,factores situacionales que influyen en el las psicobiografía y la psicohistoria. Muchos
comportamiento político, influencia de los estudios sobre líderes políticos se han llevado
a cabo debido al interés intrínseco que existe
medios de comunicación,etc.
por las personalidades que han descollado en
la historia. La figura 1 ofrece una buena guía
para orientar la investigación en este ámbito,
Morton Deutsch
246
pero, naturalmente,las clases de actitudes y
comportamientos políticos que ofrecerían
interés en el estudio de un dirigente político
como el presidente M a o Zedong serían distintas de las estudiadas en el caso de un ciudadano chino típico.
afectados.Aquí, por decirlo así, la psicología
política aporta un énfasis distintivo a la comprensión de los objetos de estudio de la
ciencia política y de las relaciones internacionales, pero no ofrece un sustitutivo de esas
disciplinas.
Coaliciones y estructuras políticas
Los procesos políticos
Este es un tema análogo al segundo,salvo que
aquí los estudios de investigación se ocupan
de las formaciones,agrupamientosy organizaciones sociales que se constituyen entre los
políticos.El interés se centra pues en cómo se
forman las coaliciones,qué determina el fraccionamiento y desmembramiento de los grupos, qué da origen a determinadas relaciones
entre líderes y militantes,qué contribuye a la
iniciaciónde relaciones cooperativas en vez de
competitivas,etc. E n términos más generales,
el interés se sitúa en las estructuras e interacciones “sociométricas” que tienen lugar entre
los políticos en una unidad política dada, así
como en saber qué les da origen y cuáles son
sus consecuencias.
Acaso el más central de los temas de psicología política sea el que tiene que ver con los
diversos procesos individuales y colectivos
implícitos en el comportamiento de las entidades políticas, que lo afectan y que son por
él afectados.Algunos de estos procesos han
sido estudiados bastante extensamente y justifican una subdivisión en temas secundarios
principales. Así, podemos encontrar, entre
otros, los siguientes subtemas: percepción y
cognición [Jervis, 19761, toma de decisiones
[Janis y Mann, 19771,persuasión [Doob,1948;
Katz y otros, 1954; Nimmo,19701, aprendizaje [Dawson y otros,19771,conflicto [Snyder
y Diesing, 1977; Deutsch, 19731 y movilización [Etzioni,19681.
Relaciones entre grupos políticos
Estudios monográ5cos
Este tema es análogo al precedente, pero se
centra en las investigaciones en torno a las
estructuras e interacciones que existen entre
unidades políticas y no a las que se dan entre
políticos individuales. Las unidades políticas
pueden ser administracioneslocales,naciones,
alianzas, organizaciones internacionales, etc.
Se incluye pues bajo esta rúbrica el estudio
tanto de las interrelaciones hostiles que
entrañan situaciones de amenaza, guerra,
disuasión,etc.,como el de las interrelaciones
de cooperación implícitasen las actividades de
ayuda mutua, intercambios científicos y culturales,comercio,etc.
Bajo este epígrafe y el anterior,así como
bajo el siguiente,la orientación especial de la
psicología política consiste en el estudio del
papel de los procesos psicológicos individuales
y de grupo en cuanto afectan al desarrollo
natural de las estructuras, interacciones y
procesos políticos y son, a su vez, por él
Entrecruzándose con la estructura de la psicología política organizada en torno a temas
relativamente abstractos hay otra estructura
que se organiza en torno a “casos” particulares y concretos, entre los cuales podemos
mencionar, a título de ejemplo el análisis del
comportamiento electoral de los individuos en
localidades determinadas;el estudio de líderes políticos destacados como Churchill,Roosevelt, D e Gaulle o Hitler; la investigación
sobre el conflicto en Medio Oriente; el estudio de las imágenes que los dirigentes de las
“superpotencias” se forman los unos de los
otros;la investigación sobre la toma de decisiones en situaciones específicas, como la
crisis cubana de los misiles. Estos estudios
monográficos intentan principalmente describir en forma significativauna persona o episodio históricamente importante. Ahora bien,
un estudio monográfico bien concebido no
sólo ha de referirse al individuo o episodio
247
i Qué es la “psicologíapolítica”?
particular que analiza, sino también a las
ideas teóricas generales, pues no sólo debe
proporcionar comprensión del caso estudiado
sino ayudarnos a comprender otros. E n el
trabajo de investigación en psicología política
y en otras disciplinas de las ciencias sociales
existen infinidad de estudios de casos;algunos
de ellos tienen un considerable valor general,
pero muchos otros sólo ofrecen interesantes
descripciones del objeto estudiado.
mas de justicia distributiva [Deutsch y otros,
19821.
Ejemplos de estudios
de psicología política
E n esta sección m e propongo resumir brevemente varios estudios de psicología política
que ofrecen una idea más precisa de la labor
que se está realizando en este campo.
El desarrollo humano ay la economía política
El primero de los temas considerados se
C ó m o deciden los votantes
centra en el individuo como ente cuyas
acciones tienen consecuencias políticas; este
tema se centra en las consecuencias para el
individuo (para el desarrollo personal, la
autoestima, el desarrollo cognoscitivo, etc.,
de la mujer o del hombre) del hecho de vivir
en una sociedad dotada de una economía
política con características dadas. La atención
se proyecta aquí sobre el modo en el que las
estructuras y procesos político-económicos
afectan a los procesos y estructuras sociopsicológicos, más bien que a la inversa. Algunos
teóricos marxistas [Venable, 1945; Bowles y
Gintis, 1976; Giddens y Held, 19821 han
escrito profusamente sobre estos temas.También lo han hecho teóricos como Weber
[1930], Merton [1957] y Lane [1981; 19821.
E n buena parte del trabajo de investigación
en el ámbito de la antropología psicológica se
estudian aspectos de este tema,por ejemplo,
en Kardiner y otros [1945]; Le Vine [1974];
Lloyd y Gay [1981]; Casson [1981]; Wagner y
Stevenson [1982]; en el trabajo sobre los
efectos de clase, casta, raza y sexo en el
desarrollo de la persona humana [Scarr,1981;
Deutsch, Katz y Jensen, 1968; Deaux, 1976;
Unger, 19791; en la investigación sobre los
efectos psicológicos del desempleo, la inflación y la economía en expansión [Hayes y
Nutman, 1981;Brenner, 1973, 1976; Pfeffer,
19791; en los estudios sobre los efectos del
antagonismo entre grupos dhocráticosy grupos autoritarios [Lewin, Lippitt y White,
19391 y en las investigaciones sobre las consecuencias sociopsicológicas de diferentes siste-
Himmelweit,Humphreys,Jaeger y Katz [1981]
han llevado a cabo un estudio longitudinal
sobre el comportamiento electoral en el Reino
Unido, que cubre un periodo de seis elecciones (de 1959 a 1974) y del que se informa
en el artículo de Hilde Himmelweit en este
número de RICS. Su modelo de comportamiento electoral consumista es una aplicación
de la teoría de la utilidad de atributos múltiples [von Winterfeld y Fischer, 1975; H u m phreys, 19771. Según esta teoría una persona
elige la solución que,entre todas las opciones
posibles, posee la mayor utilidad total subjetiva o esperada. Basándose en esta teoría,
Himmelweit y sus colegas predijeron correctamente el voto del 80 % de su muestra para las
elecciones de 1974, mientras que las predicciones basadas en el comportamiento electoral anterior del votante sólo fueron correctas
respecto al 67 % de la muestra.Estos resultados son claramente consecuentes con la tesis
de que los votantes británicos toman principalmente sus decisiones electorales en razón de
las mayores probabilidades que ellos ven de
que se hagan realidad las medidas políticas
que les convienen, es decir, su comportamiento electoral es racional. Más aún, estos
investigadores informan que los votantes
objeto de su estudio mantenían actitudes o
“ideologías”claramente estructuradas,interrelacionadas,que persistían en el tiempo y que
guardaban estrecha relación con su opción de
voto. Este resultado es contrario a la tesis de
Bell [1962] sobre la muerte de la ideología en
las sociedades occidentales avanzadas y a la
248
Morton Deutsch
fases (que tienen que ver con su incidencia
sobre el votante), que van desde el rechazo
inicial a la aceptación vacilante y a considerarlo como un hecho dado en la sociedad.La
importancia de un tema para el voto o para la
ideología de un individuo depende de la fase
en la que se encuentre en cada momento.
Reflexión de grupo
Irving L.Janis [1972;19821 ha llevado a cabo
seis estudios monográficos sobre fiascos históricos para descubrir las causas de las decisiones incorrectas tomadas por grupos de
gobierno responsables en el ámbito de la
política exterior. Estos estudios versan sobre
los casos siguientes: a) el círculo íntimo de
Neville Chamberlain,cuyos miembros apoyaron la política de apaciguamiento frente a
Hitler durante los años 1937 y 1938,pese a los
reiterados signos y acontecimientos indicativos de que tendría consecuencias adversas;
b) el grupo de altos oficiales de la armada
allegados al almirante Kimmel, cuyos miembros no respondieron a los avisos de que Pearl
Harbour se hallaba en peligro de ser atacada
por la aviación japonesa en el otoño de 1941;
c) el grupo asesor del presidente Truman,
cuyos miembros respaldaron la decisión de
extender la guerra en la República Popular
Democrática de Corea pese a las firmes advertencias hechas por el gobierno chino de que la
entrada de los Estados Unidos de América en
ese país tropezana con la resistencia armada
de los chinos; ú) el grupo asesor del presidente John F. Kennedy, cuyos miembros
apoyaron la decisión de llevar adelante la
El primer ministro Neville Chamberlain: Luna invasión de Cuba por la Bahía de Cochinos,
víctima de la "reflexión de grupo"? Keystone.
pese a que los informes disponibles indicaban
que era una empresa condenada al fracaso y
que perjudicaría las relaciones de los Estados
conclusión inicial de Converse [1964], según la Unidos de América con otros países; e) el
cual, aparte de una pequeña élite, el público "tuesday luncheon group" del presidente Lynen general carece de un conjunto coherente don B. Johnson,cuyos miembros apoyaron la
de creencias políticas que puedan constituirse decisión de intensificar la guerra en Viet N a m ,
en ideología política.
pese a los informes de los servicios secretos y
Los temas políticos van evolucionando otras informaciones que indicaban que esta
con el tiempo. Como Berelson y otros [1954] acción no conseguiría derrotar al Viet Cong ni
han señalado,un tema pasa por determinadas a los norvietnamitas y que acarrearía conse-
¿Qué es la “jwicologíapolítica”?
cuencias políticas desfavorables dentro de los
Estados Unidos;f)el círculo íntimo del presidente Nixon y la forma en la que manejaron
el asunto Watergate.
Como ha señalado Janis, una razón
importante por la que se puede llegar a tomar
decisiones incorrectas que se evidencia en
estos fiascos es una tendencia a la búsqueda
de consenso (denominada groupthink:
reflexión de grupo). Se han observado ocho
síntomas principales de este tipo de reflexión,
cada uno de los cuales puede identificarse
merced a una diversidad de indicadoresderivados de distintas fuentes,tales como los archivos históricos, los relatos de observadores y
las memorias de participantes.Estos síntomas
son los singuientes [Janis,1983,p. 411:
249
fuero interno la importancia de sus dudas y
argumentos en contra.
7. Ilusión general de unanimidad en vista de
que los juicios se acomodan siempre a la
opinión de la mayona (consecuencia en parte
de la autocensura, a lo que se añade el falso
supuesto de que quien calla otorga).
8. La aparición de miembros que se constituyen espontáneamente en guardianes del
pensamiento de los demás,a fin de proteger al
grupo de informaciones adversas que pudieran perturbar su complacencia general respecto a la moralidad y a la eficacia de sus
decisiones.
U n análisis esquemático de las causas y consecuencias de este modo de reflexión puede
apreciarse en la figura 2,tomada asimismo de
la obra de Janis. A partir de su análisis de las
condiciones que propician la reflexión de
grupo, Janis [1983, p. 44-45] propone diez
2. Esfuerzos colectivosde racionalización con- hipótesis prescriptivas:
ducentes a descartar advertenciasque puedan
inducir a los miembros a reconsiderar sus 1. La información sobre las causas y consesuposiciones antes que remitirse a sus deci- cuencias de la reflexión de grupo tendrá un
efecto disuasivo beneficioso. Una buena insiones políticas pasadas.
formación proveniente de estudios de casos
3. Una confianza absoluta en la moralidad puede reforzar la determinación de los miemintrínseca del grupo, que inclina a los miembros a limitar las intrusiones del grupo en su
bros a no tomar en consideración las consepropio pensamiento crítico y puede incremencuencias éticas o morales de sus decisiones.
tar su disposición a ensayar otras propuestas,
4. Conceptos estereotipados sobre los rivales a condición de que tengan una noción clara de
y enemigos, a quienes se juzga como dema- los costos en tiempo y en esfuerzos y comprensiado mal intencionados para que merezca la dan que hay otras desventajas de las que
pena cualquier intento sincero de negocia- deben precaverse antes de decidirse a adoptar
ción, o como demasiado débiles y estúpidos un procedimiento operativo normalizado.
para contrarrestar cualquier intento, por
2. Cuando el líder asigne a un grupo una
arriesgado que sea,para frustrar sus designios.
misión de planificación de estrategias,deberá
5. Presión directa sobre todo miembro que ser imparcial en lugar de manifestar preferenexprese sólidos argumentos contra cualquiera cias y expectativas desde el comienzo mismo.
de los estereotipos, ilusiones o compromisos Esta práctica dará a losparticipantesla oportudel grupo,destacando que este tipo de discre- nidad de crear un clima de libre estudio, sin
pancia es contrario a lo que cabe esperar de condicionamientos, y de explorar imparciallos miembros leales.
mente un amplio abanico de opciones políticas.
1. Una ilusión de invulnerabilidad, compartida por la mayoría de los miembros o por
todos ellos,que crea un optimismo excesivo e
induce a asumir riesgos extremos.
6. Autocensura de las desviaciones del apa- 3. El jefe de un grupo de elaboración de
rente consenso del grupo,que refleja la incli- estrategias políticas deberá otorgar desde el
nación de cada miembro a minimizar en su principio a cada miembro el papel de evalua-
250
Morton Deutsch
dor critico,induciendo al grupo a dar máxima
prioridad al debate de objeciones y dudas.
Esta práctica tendrá que ser reforzada por la
disposición del jefe a aceptar críticassobre sus
propios juicios,a fin de alejar a los miembros
de la tendencia a suavizar sus desacuerdos.
4. E n toda reunión dedicada a evaluar alternativas políticas deberá asignarse a uno o más
miembros el papel de abogado del diablo.A
fin de evitar la domesticación y neutralización
de los abogados del diablo, el jefe del grupo
deberá asignar a cada uno de ellos la clara
atribución de exponer sus argumentos lo más
inteligente y convincentemente posible, como
lo haría un buen abogado, impugnando las
pruebas y razones de los defensores de la
posición mayoritaria.
5. Mientras dure el estudio y debate sobre la
viabilidad y eficacia de las alternativas politicas,el grupo de planificación deberá dividirse
de cuando en cuando en dos o más subgrupos
y reunirse por separado, con distintos presidentes, y luego congregarse todos nuevamente para dirimir sus diferencias.
6.Siempre que el tema en debate implique
relaciones con una organización o grupo
externo rival, deberá dedicarse un tiempo
apreciable (quizá una sesión entera) a examinar todas las advertencias que puedan proceder de los rivales y a elaborar argumentos
alternativos sobre las intenciones de los mismos.
7.Una vez alcanzado un consenso preliminar
sobre la que parezca a todos como la mejor
solución alternativa, el grupo celebrará Símbolos de identidad y autoestima
una última reunión en la que cada miembro Inge MorathiMagnum.
deberá expresar con la mayor claridad posible
todas las dudas que le queden y replantearse
todo el problema antes de decidirse por una
opción definitiva.
9. Cada miembro del grupo de planificación
8. Es conveniente que en cada reunión estén deberá discutir periódicamente las deliberapresentes de forma alternada uno O más ciones del grupo con compañeros de confianza
expertos ajenos al grupo,o colegas calificados de su misma dependencia e informar luego al
de la organización misma que no sean miem- grupo sobre sus reacciones.
bros fijos del grupo, para impugnar las opi10. La organización deberá adoptar la prácniones de dichos miembros fijos.
tica administrativa de establecer varios grupos
I
I
¿Qué es la ')psicología política"?
+
251
FIG.2. Análisis teórico de la reflexión de grupo basado en comparaciones de decisiones de alta y baja
calidad tomadas por grupos con responsabilidades públicas. (Tomado de I. L.Janis, 1982.)
252
Morton Deutsch
de planificación y de evaluación independienTodos los gobiernos distribuyen y redistrites que trabajen sobre el mismo tema de buyen las condiciones que facilitan la autoespolítica práctica,llevando a cabo cada una de tima. Los actos del poder público confieren
sus deliberaciones con un presidente distinto. importancia, poder, prestigio, oportunidades
y riqueza a algunos pero no a otros. Estos
Janis ofrece estas hipótesis más como medios
actos también indican que ciertas dimensiones
dignos de ser probados en investigaciones
de autovaloración (dinero, educación,etnia,
posteriores que como procedimientos ya estaexperiencia,sexo) son mejores que otras. No
blecidos para contrarrestar los inconvenientes
hay razón,pues,para decir que la autoestima
de la reflexión de grupo.
del individuo no es asunto de gobierno, ya
que el poder público está inevitablemente
comprometido en ello.Basándose en consideGobierno y autoestima
raciones tanto filosóficas como psicológicas,
Robert E.Lane 119821,en un trabajo teórico Lane expone el siguiente conjunto de normas
muy evocador y basándose en sus vastos para la promoción pública de la autoestima
conocimientos de ciencia política, filosofía [Lane,1982,p. 111:
moral y psicología, ofrece un análisis de los Desalentar la autoestima basada en el poder;
alentar en cambio la autoestima no enviefectos del poder público sobre la autoestima
diosa basada en la aptitud y en la virtud;
de los individuos. Rechaza la idea expuesta
dar a cada cual el amuleto de significapor Rawls 119711, según la cual la equidad
ción indispensable para hacer que la
política es capital para la autoestima,y afirma
autoestima basada en la significación pierque “sencillamente, la vida política no es lo
da importancia.
bastante importante para soportar esta carga”
[Lane, 1982,p. 71. Las encuestas de opinión No fomentar la envidia; reducir la importancia de la comparación social y aumentar
pública indican que raras veces se menciona
la de la comparación del individuo consial gobierno o a las organizaciones políticas
go mismo;siempre que las circunstancias
como fuentes de satisfacción en la vida, y el
lo permitan,hacer que todos los contacpúblico dedica relativamente pocos minutos
tos con el poder público sean ocasión de
por semana a las actividades políticas. Parece
una mejor apreciación mutua, es decir,
también existir una escasa correlación entre la
que el policía, el agente impositivo, el
satisfacción personal y la relacionada con la
empleado de la seguridad social o el
vida nacional. Con mucha más probabilidad,
encargado de una institución pública trael trabajo,la vida familiar,las actividades de
ten a todos y a cada uno con suma
tiempo libre y el nivel de vida son,a juicio de
dignidad.
Lane, las “dimensiones” en función de las
cuales los seres humanos miden lo que son y Permitir que los individuos establezcan los
criterios de valoración de su propio ser
lo que valen.
ideal en un medio que estimule y fomenLane señala asimismo que: “Las personas
te el desarrollo personal.
que se valoran positivamente a sí mismas es
más probable que valoren igualmente a otras; Favorecer una progresión hacia la apreciación
sociocéntrica de las necesidades ajenas
una escasa autoestima hace sentir profundacomo criterios para valorar las acciones
mente desdichado al individuo,mientras que
merecedoras de autoestima; relacionar
una elevada autoestima es condición básica de
con estos criterios la significación de la
la felicidad o satisfacción en la vida; una
virtud y de la aptitud.
elevada autoestima sirve de base psicológica
para el aprendizaje y, por lo tanto, para el Transmitir,y alentar a otros a que transmitan,
a cada persona el sentimiento de la
crecimiento. Este poder generador de la
dignidad,el sentimiento de ser un inconautoestima la hace de crucial importancia para
el gobierno” [Lane,1982,p. 261.
dicional “fin en sí mismo” y encomiar las
¿Qué es la “psicologíapolítica”?
obras y realizaciones que lo merezcan.
Salvo para los atributosbásicos de la personalidad, y teniendo siempre en cuenta la
proscripción de la envidia, estimular la
autoestima basada en el logro más que en
la adscripción.
Diversificar las dimensiones que sirven de
pauta para clasificar a las personas y con
arreglo a las cuales las personas se clasifican a sí mismas; permitir que cada
cual elija una base de autoaprecio individual concordante con el alto autoaprecio
de los demás (maximizar la “individualidad” de Mill).
En su comentario sobre estas normas, Lane
señala que como el logro o realización es
tan esencial para la autoestima, “el primer
derecho es el derecho al trabajo”. Destaca
también la importancia de la participación en
la dirección del trabajo, expresando: “El
segundo derecho básico será,por lo tanto, el
derecho a participar en las decisiones que
afecten las condiciones en las que uno trabaja.” E n contraste con muchos otros teóricos, Lane pone bastante menos acento en la
importancia de los derechos de participación
en la esfera política que en los derechos de
participación en la esfera laboral en cuanto a
la influencia de unos y otros en la autoestima
de los individuos.
Cómo evitar
la tercera guerra mundial:
una perspectiva psicológica
E n un trabajo teórico reciente tuve la ocasión
de presentar un modelo de relaciones sociales
perniciosas, describiendo los procesos sociopsicológicos que contribuyen al desarrollo y
perpetuación de tales relaciones patológicas
[Deutsch, 19831. Las características de estas
relaciones perniciosas consisten en que atrapan a los participantes en una red de interacciones y maniobras defensivo-ofensivasque,
en lugar de mejorar sus situaciones, hacen
que se sientan menos seguros, más vulnerables y más agobiados.Personas perfectamente
sensatas e inteligentes,una vez enredadas en
un proceso social patológico,pueden compro-
253
meterse en acciones a las que consideran
totalmente racionales y necesarias,pero a las
que un observador imparcial y objetivo identificaría como lo que realmente son, o sea,
factores que contribuyen a la perpetuación e
intensificación de un ciclo vicioso de interacciones.Esto sucede,por ejemplo,en matrimonios y entre padres y adolescentes en casos en
los que los individuos implicados parecen ser
decentes, inteligentes y racionales. Se dejan
atrapar, sin embargo, en un proceso social
vicioso que conduce a resultados -hostilidad,
extrañamiento,violencia- que nadie en realidad desea.
E n ese mismo trabajo sostengo que los
Estados Unidos de América y la URSS están
envueltos en un proceso social pernicioso,
patológico, que los está llevando inexorablemente a comprometerse en acciones y reacciones que hacen aumentar constantemente
las probabilidades de un holocausto nuclear,
resultado que nadie desea. Tanto un país
como el otro persiste en seguir políticas que
los envuelven cada vez más en una red de
interacciones y maniobras defensivo-ofensivas
que les hacen sentirse menos seguros militarmente, más vulnerables a una catástrofe nuclear,más agobiados económicamente y más
amenazantes el uno para el otro, así como
para el mundo en general.
Existen ciertos factores sociopsicológicos
clave que contribuyen a fomentar los procesos
sociales perniciosos. E n el trabajo al que m e
refiero examino cómo la relación patológica
entre los Estados Unidos y la U R S S se ve
alimentada y sostenidapor los factoressiguientes: su anacrónica competición por el liderazgo mundial; los dilemas de seguridad que
sus orientaciones competitivas y la ausencia
de una comunidad mundial fuerte crean para
ambas superpotencias; la rigidez intelectual
que dimana de sus ideologías arcaicas,excesivamente simplistas,maniqueas y mutuamente
antagónicas; los errores de percepción, los
compromisos involuntarios, las predicciones
que provocan los propios acontecimientos que
predicen, y las viciosas espirales que típicamente acompañan el curso de todo conflicto
competitivo;la actitud infidente y artera que
Morton Deutsch
254
imponen sus dilemas de seguridad,alejando el
conflicto de lo que en la vid3 real se podría en
efecto ganar o perder, para convertirlo en un
conflicto abstracto en torno a imágenes de
poder y en el que los misiies nucleares son los
peones que ponen en marcha la partida del
poder; en fin, por los problemas y conflictos
internos de cada una de las superpotencias,
que pueden ser resueltos más fácilmente en
razón de su propio antagonismo.
El trabajo concluye con un detenido
examen de lo que podría hacerse para reducir
los peligros inmediatos y lo que cabría hacer
para invertir los procesos sociales perniciosos
a los que nos referíamos.Con respecto a este
último punto, trato de esbozar ciertas “reglas
de competición honradas y justas”,así como
los pasos que habría que dar para crear un
mecanismo de cooperación adecuado que permitiese su eficaz funcionamiento.
Traducido del inglés
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La socialización política
Hilde T.Himmelweit
El segundo enfoque,que debe más a las
teorías freudianas que a las del desarrollo
intelectual,busca en la manera como el niño
ha sido educado una explicación parcial de
algunos tipos de actitudes políticas, como el
Los científicos políticos que estudian la trans- prejuicio sobre las personas de otro color y el
misión de los valores políticos y la afiliación a antisemitismo,o ciertas formas de comportapartidos se han interesado siempre por la miento como el extremismo político o la
socialización política; los psicólogos se intere- alienación.’
El tercer enfoque, el que nos interesa
san por este tema desde hace relativamente
principalmenteen este arpoco tiempo.’ En genetículo,examina la influenral se han utilizado tres
Hilde Himmelweit es profesora de
cia que tienen las difeenfoques principales papsicología social y presidente del
rentes
experiencias sociara abordar su estudio.El
recientemente creado Department of
lizantes,el hecho de perprimero, basado princiSocial Psychology de la London
School of Economics and Political
tenecer a grupos diferenpalmente en el trabajo
Science
(Houghton Street, Londres,
tes, el clima general de
con niños,desde los muy
WC2A 2AE).H a sido vicepresidenta
una sociedad (económipequeños [Greenstein,
de la International Society of Political
co, político y social) y
1965; Hess y Torney,
Psychology y es actualmente miemlos cambios en los esquebro
de
varios
comités
de
redacción
de
19671 hasta los adolescenperiódicos especializados.
mas cognoscitivos que se
tes [Adelson y O’Neill,
forman los individuos so19661,ha establecido una
bre su rol en su sociedad,
relación entre el aumenasí como sobre su comto progresivo de la comportamiento político, o
prensión política y los
sea,en este caso preciso,
niveles alcanzados en el
desarrollo intelectual y moral, demostrando su decisión de votar o de abstenerse en las
que,con la progresión de la edad,los peque- elecciones nacionales y cómo votar en el caso
ños aprenden a diferenciar entre la función y de hacerlo.
La socialización es un proceso continuo
aquél que la ejerce, adquieren un conocimiento cada vez mayor sobre las instituciones que empieza al nacer y afecta incluso nuestra
políticas, incluido el sistema de partidos de su manera de morir. Sin embargo el término
país, y poco a poco substituyen lo que Adel- “socialización” tiende a emplearse pnncipalson y O’Neill describen como “un baratillo mente con referencia a los jóvenes, dejando
abigarrado de sentimientos”por un sistema de entender que las experiencias de los adultos,
en comparación con las de los niños, tienen
conviccionespolíticas más coherentes.
Enfoques teóricos
sobre la transmisión
de los valores políticos
258
un impacto menor. Sin embargo, existen
pocas pruebas de que esto sea así. Al fin y al
cabo toda experiencia nueva,ya sea voluntaria o impuesta (como por ejemplo el reclutamiento para el servicio militar o un encarcelamiento), es una fuente potencial de influencia.
El término “socialización política” se empleará aquí,por lo tanto,para hacer referencia tanto a las influencias que se ejercen en la
infancia a través de la familia, la escuela, el
vecindario y los compañeros de juegos,como
a las que se dan en la vida adulta a través de la
educación y de la capacitación posteriores,el
matrimonio,el trabajo,el estatus y la movilidad social,la afiliación política o la pertenencia a algún grupo profesional.
Para examinar la influencia relativa de los
distintos agentes de socialización, vamos a
recurrir a dos estudios realizados durante
lapsos prolongados,uno británico y otro llevado a cabo en los Estados Unidos.Los libros
que presentan dichos estudios han sido publicados hace menos de un año. El estudio
británico, How voters decide [Himmelweit y
otros,19811,abarca un periodo de veinticinco
años, que comenzó en 1951 con un grupo de
adolescentes varones, de edades comprendidas entre los 13 y los 14 años de edad, y
concluyó en 1974,3fecha en la que los entonces adolescentes eran ya adultos de alrededor
de 40 años. Generations and politics [Kent
Jennings y Niemi, 19811 es un estudio escalonado realizado en los Estados Unidos tomando como base a un grupo de alumnos de
bachillerato de entre 17 y 18 años de edad y a
sus padres; a todos ellos se les presentó un
cuestionario en 1965 y se los entrevistó nuevamente ocho años más tarde,en 1973.
Los estudios difieren en varios aspectos
importantes. E n realidad su propósito era
diferente,ya que el estudio norteamericano se
interesaba fundamentalmente en la estabilidad y el cambio, y el estudio británico en
establecer cómo llegan los individuos a la
decisión de votar o no, y por quién votar en
caso de una opción afirmativa, rastreando
para ello particularmente el papel desempeñado en esta decisión por los factores
demográficos y el ejemplo de los padres, por
Hilde T.Himmelweit
una parte,y por las actitudes,expectativas y
objetivos de los individuos,por otra.
E n la primera parte del estudio norteamericano se analiza el grado de conocimiento
que poseían los jóvenes sobre la opción electoral y su afinidad con ciertos partidos e ideas
políticas de sus padres, y la medida en que
todo ello hallaba eco en sus propias concepciones políticas.La segunda serie de entrevistas, ocho años después, sirvió para arrojar
más luz sobre la influencia de los padres y de
la educación postescolar, y deparó asimism o una excelente oportunidad para examinar
hasta qué punto los cambios en el clima de la
sociedad - c o m o los acaecidos entre los turbulentos años de la segunda mitad del decenio
de 1960 y los primeros del decenio de 1970se reflejaban en los puntos de vista de las dos
generaciones.
Presentamos estos dos estudios juntos
porque ilustran diferentes facetas del proceso
de socialización política. Ambos cubren un
periodo más extenso que otros estudios escalonados llevados a cabo en este ámbito y no se
limitan a examinar un solo modelo de influencia. Este examen de modelos alternativos es
esencial si quieren deducirse principios generales de este tipo de estudios cuyo valor, dado
que por naturaleza se ocupan de acontecimientos ya pasados,depende de la medida en que
pueda detectarse un orden subyacente bajo
los caprichos de los acontecimientos colectivos y los personales.
El estudio británico sobre el comporta-,
miento electoral se superpuso a un estudio
más amplio iniciado en 1951 y en el que los
participantes eran adolescentes varones de
entre 13 y 14 años de edad, de familias de
clase media y baja, asistentes a escuelas
secundarias estatales en los suburbios de Londres [Himmelweit y otros, 1969; 1971].4
Como 1951 fue año de elecciones,se preguntó
a los adolescentescómo hubieran votado en el
caso de haber tenido edad para ello.Nueve de
cada diez fueron capaces de mencionar el
partido que preferían.Relacionando las preferencias de los adolescentes con el voto de los
padres pudo evaluarse el impactode la influencia de los padres, en un momento en el que
Transmisión de valores politicos a través de un “baratillo abigarrado de sentimientos”.Britania, John Bue1
y Un penny. Henri Cartier-BressoniMagnum.
260
ésta probablemente se hallaba en su apogeo,y
seguir luego su erosión a lo largo de un
periodo de veinte años.
Once años después, en 1962 y a la edad
de 25 años,se entrevistaba nuevamente a 450
de los 600 adolescentes de la muestra inicial,
y se les interrogaba acerca de sus aspiraciones
y logros educativos y profesionales, sobre la
imagen que poseían de sí mismos, sobre el
autoritarismo, las prioridades que daban a
determinadas metas y valores,sobre sus actitudes políticas, así como sobre su primer voto
en 1959, a los 21 años de edad. Posteriormente, tras las elecciones generales de 1964,
1966, 1970 y de octubre de 1974,se volvió a
tomar contacto con los entrevistados para
inquirir si habían votado,por quién y por qué
razones.
A la edad de 25,33 y 38 años (1962,1970
y 1974), los encuestados contestaron también
preguntas acerca de sus empleos y de su
historial educativo,sobre sus valores y objetivos en la vida, así como sobre sus actitudes
respecto a determinados grupos (estudiantes e
inmigrados), a institucionesimportantes(grandes empresas,sindicatos,policía), a principios
defendidos por los liberales (pena capital,
legalización de la homosexualidad entre adultos consintientes, inmigración, manifestaciones, armamento de la policía, etc.), y sus
opiniones sobre los problemas político-económicos que tradicionalmente separan a los
partidos laborista y conservador (nacionalización,control de sindicatosy de grandes empresas, servicios sociales). Los entrevistados
expusieron asimismo sus reacciones a ciertas
propuestas de orden político presentadas en
las plataformas de los partidos (por ejemplo,
la venta de viviendas municipales a los arrendatarios). E n total se abordaron más de veinte
puntos en 1962 y más de treinta en 1970 y en
1974.
Para evaluar correctamente el papel que
cumplen los conocimientos adquiridos de un
individuo en las decisiones electorales, era
preciso recoger una muestra de sus reacciones
sobre una cantidad importante de temas políticos. Además, aunque cada elección tiene sus
temas, algunas cuestiones del pasado conti-
Hilde T.Himmelweit
núan a menudo ejerciendo influencia.Por esta
razón, se trató de conocer en el estudio la
opinión de los entrevistados sobre ciertos
planteamientos y propuestas puestos de
relieve por los partidos en una elección determinada, así como aquellos que habían sido
importantes en elecciones anteriores.
El periodo cubierto por nuestro estudio
representa una fase de la vida (de los 20 a los
35 años de edad aproximadamente) de considerable importancia para muchos de los entrevistados,tanto en el aspecto profesional como
en el personal. Fue también un periodo de
profundo cambio en el país; en los quince
años que pasaron hubo seis elecciones, y tres
cambios de gobierno.6 Los encuestados votaron las dos primeras veces (1959, 1964) en un
periodo de relativo optimismo económico, y
la última vez (1974) en un momento de
decaimiento económico, de elevado desempleo y de inflación creciente.Hubo un aumento en el número y en la gravedad de las
huelgas y se registraron ciertas restricciones a
la entrada de inmigrantes.Los años referidos
presenciaron también cambios en el sistema
estatal de enseñanza secundaria (pasaje de un
sistema dividido a otro más global), y conocieron la abolición de la pena de muerte, la
liberalización de las leyes sobre la homosexualidad y el aborto, el crecimiento del movimiento feminista y del de protesta contra la
guerra de Viet Nam, la conclusión de esa
guerra, la crisis del petróleo, la entrada del
Reino Unido a la Comunidad Económica
Europea en 1971 y la escalada del conflicto de
Irlanda del Norte. La enumeración de los
cambios ocurridos sena interminable; algunos, como la inflación, el desempleo y las
huelgas, afectaban directamente las vidas de
nuestros entrevistados, mientras otros, como
la entrada en la Comunidad Europea, parecían al principio más remotos.
Debido a que la investigación se superponía a un estudio de mayor envergadura,se
pudo disponer de más información de lo que
es habitual en estudios sobre las elecciones,y
gracias a ello fue posible situar las actitudes
políticas en su contexto,y de paso confirmar
la opinión de Almond y Verba [1963] y de
L a socialización política
Strumpel [1976], según la cual las actitudes
que se adoptan frente a las opciones políticas
tienen sus raíces en la visión general de los
votantes sobre sí mismos y sobre la sociedad.
Ciertas mediciones sobre el autoritarismo y
sobre las prioridades concedidas por los encuestadosa las aspiracionespersonalesy colectivas abonan en efecto esa opinión.
El hecho de que los encuestados fueran
todos de la misma edad,pero que difirieran en
cuanto a su procedencia, educación y estatus
social resultó ser una ventaja decisiva. E n
efecto, no sólo su socialización política se
había producido en el mismo periodo de la
historia del país, sino que además podíamos
estudiar su opción electoral desde el principio
y seguir más metódicamente el papel cumplido por su vinculación partidista, por el
historial de sus votaciones y por sus actitudes
que en una muestra representativa que comprendiese desde votantes primerizos a votantes que pudieran haber votado diez veces o
más. Pero generalizar a partir de una muestra
tan pequeña y poco representativa tiene también, por supuesto, desventajas evidentes.
Para poder establecer la aplicabilidad general
de nuestras conclusiones analizamos nuevamente los dos estudios representativos sobre
las elecciones en el Reino Unido de 1970 y
1974 [Butler y Stokes, 1974; Crewe y otros,
19771 y la encuesta escalonada en siete años
llevada a cabo por Butler y Stokes, que se
inciara como un estudio representativo cubriendo tres de las seis elecciones incluidas en
nuestro propio estudio. Los resultados de
estos análisis confirmaron la validez del modelo de opción electoral que nosotros sometíamos a prueba.
El mejor modo de explicar este modelo
es confrontarlo con el modelo de Michigan
[Campbell y otros,19601,que goza de aceptación general y que fuera confeccionado en los
Estados Unidos después de practicadas las
primeras encuestas sobre elecciones nacionales de la década de 1950.’ E n vista de la
ignoranciapolítica generalizada,de la falta de
interés del electorado y de su disposición a
votar por un partido con cuyos o.bjetivosno
estaba de acuerdo, Campbell y sus colegas
261
dedujeron que la opción electoral estaba menos influida por las opiniones del individuo
que por la identificacióncon un partido adquirida inicialmente en el hogar a través del
ejemplo de los padres, dando lugar a lo que
Key [1966] denominara “una decisión permanente”.La lealtad hacia un partido,como los
modales, se adquieren en el hogar. Se consideró también que otros grupos de referencia
posteriores, principalmente referidos al estatus y a la movilidad social, pudieran ejercer
alguna influencia,pero lo mismo que con los
padres del votante, su influencia se consideró
más bien directa sobre el modo efectivo de
votar, más que una influencia indirecta que
afectase las actitudes y las opinones políticas
que a su vez pudieran influir en la opción
electoral. “Una persona piensa políticamente
según su posición en la sociedad” [Pomper,
1975,p. 161. La identificación con un partido
cumple una doble función:facilitar la opción
electoral y actuar como un barómetro político
para evaluar la mayor o menor plausibilidad
de las propuestas políticas, separando el trigo
de la paja.
Si bien es cierto que una fuerte convicción sobre un tema podría cambiar a veces la
filiación partidista de un individuo,Campbell
y sus colegas concluyeron en los años cincuenta que: “La influencia que sobre las
actitudes tiene la identificacióncon un partido
es mucho más importante que la influencia de
esas actitudes sobre la identificaciónmisma.”
Un modelo electoral
El modelo que proponemos aquí es distinto.
Otorga un lugar de preferencia no a la identificación con un partido, sino a los conocimientos del individuo.E n realidad no hemos
encontrado razones suficientes para probar
que esta decisión concreta deba tratarse diferentemente de otras, postulando una fuente
única y permanente de influencia y relegando
los conocimientos a un puesto secundario.
Muy por el contrario,hemos comprobado que
la decisión es influida por una diversidad de
factorescuya importanciavaría con las circunstancias individuales, con los problemas del
Hilde T.Himmelweit
262
Preferencias de los padres
Antecedentes personales a,
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I
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\
\
+
\
X
+
-+
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Actitudes y conocimiento
sobre problemas políticos ;
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por algún partido
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en el pasado
Opción electoral
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/
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Hábito
1
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Objetivos y valores,
visión global de la sociedad------
4
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I
-------+
e
v
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Presiones normativas ejercidas
\
por grupos de referencia
Otras influencias del ambiente b que determinan
el ‘‘perfil cognoscitivo”
del individuo
importantes para votar o no
por un partido determinado
Grado de la influencia: elevadob -
-----+
--- -+
moderedo-débil
a. Entre los antecedentes personales se cuentan la extracción social, la educación de los padres, la edad, el sexo, la educación y
la movilidad inter e intrageneracionai del interesado.
b. Influencia del vecindario, los amigos, el cónyuge, el lugar de trabajo,los medios de comunicación y el ambiente general de
sociedad.
FIG.1: U n modelo electoral cognoscitivo o de consumo
país y con la índole de las plataformas de los
partidos. Este modelo presupone un votante
sensible, con criterio propio, más que un
votante dependiente.
Hemos denominado este modelo el “modelo electoral de consumo”no para sugerir que
los partidos se distinguen sólo por su envoltorio, sino para destacar la similitud en el
proceso de decisión entre la compra de artículos para el consumo y la “compra” de un
partido en periodo electoral. Los votantes
buscan la mejor correlación (o la menos mala)
entre sus actitudes y convicciones y las plataformas de los partidos, y esto independientemente de si la información que posee el
votante sobre la posición de los partidos es
meticulosa o superficial,o si sus ideas son
transitorias o estables.
El modelo incorpora la identificacióncon
los partidos,el hábito de votar por un partido
y la influencia de grupos de referencia importantes, pero les asigna un papel diferente en
comparación con el asignado por Campbell.
La identificación con un partido pasa a ser
simplementeuna preferencia entre muchas;la
opción final se basa en una amalgama de
preferencias o de consideraciones prácticas,
escogiéndose el partido que ofrece un mayor
grado de utilidad.Dos factores parecen ejercer una influencia directa pero más variable
que las actitudes:por una parte,el hábito de
votar por un partido,o sea el comportamiento
electoral del pasado, que,continuando con la
analogía del consumidor, es similar a esa
fidelidad que contraemos a menudo hacia una
marca o una tienda determinada;y, por otra
parte, la influencia de las ideas y opciones de
grupos de referencia importantes, que sena
análoga a la forma en que el modo de vida de
amigos o colegas afectan el propio.
Aun cuando descubrimos que muchas de
las actitudes se mantuvieron notablemente
estables durante un periodo de ocho años,el
modelo mismo no exige tal estabilidad. Cada
convocatoria electoral es como salir nuevamente de compras; el consumidor encuentra
La socialización política
263
Mesa electoral en Nueva York con sistema de votación electrónico.J.-P.Laffontisygma
artículos ya conocidos junto a otros nuevos,
algunos de ellos perennes,otros envejecidos y
aun otros impecables en sus bonitos envoltonos.
Para establecer la mayor validez del modelo comercial con respecto al de Michigan,
debieron satisfacerse ciertas condiciones.Estas condiciones se reunían plenamente en
nuestra muestra, y fueron confirmadas en las
encuestas representativas sobre las elecciones
británicas de 1970 y 1974 y en la encuesta
escalonada de Butler y Stokes (1963-1970).
Estas condiciones eran cinco. Primero, tenía
que haber una cantidad suficientementeimportante de votos “flotantes” para que hubiese
algo que explicar. E n efecto, la votación
“flotante”resultó ser predominante,más bien
la norma que la excepción. Sólo el 31% votó
del mismo modo en las seis ocasiones.Hubo
ochenta emisiones distintas de voto entre los
178 encuestados, en las seis elecciones, y
hasta 188 entre los 750 hombres y mujeres de
la encuesta escalonada de Butler y Stokes,
cuyo estudio abarcaba tan sólo cuatro convocatorias electorales.
Segundo,la identificación con un partido
u otro por parte de los votantes consecuentes
en comparación con los votantes flotantes
debía ser menor, y ése fue el caso.
Tercero,las actitudesdebían poder predecir sistemáticamente la opción del votante
mejor que la identificacióncon algún partido,
los escrutinios pasados o el comportamiento
electoral anterior del votante. Obsérvese que
exigimos aquí la confirmación del papel desempeñado por los conocimientos personales en
elecciones celebradas en diferentes circunstancias económicas y políticas.El grado de precisión fue elevado. Mediante el análisis de las
actitudes se predijeron alrededor del 90% de
los votos emitidos para los dos principales
partidos,y ello de una manera más constante
que mediante el análisis del comportamiento
electoral anterior del votante.
Cuarto,nos era preciso demostrar que el
nexo causal iba de las actitudes a la opción
264
electoral, esto es: a) que una actitud poco
conforme con la de la mayoría de los votantes
de un partido inducina a la defección en las
elecciones siguientes y b) que en el caso que
un individuo cambiara de opinión sería más
probable que cambiara también luego su voto,
pasándose,entre dos elecciones,a un partido
más en consonancia con su nueva visión.'
Por último, actitud y comportamiento
electoral anterior del votante debían contribuir independientementea la predicción de la
opción electoral.
El estudio es descrito más completa y
detalladamente en otro trabajo [Himmelweit
y otros, 19811. A los efectos del presente
artículo vamos a concentrarnos en aquellos
aspectos de la investigación que estudian el
papel desempeñado por grupos de referencia
importantes a la hora de influir en la decisión
electoral.
Elementos de comparación
El estudio de Kent Jennings y Niemi [1981]
comenzó,como el nuestro,con un solo grupo
de edad,aunque algunos años mayores,constituyendo en 1965 una muestra nacional de más
de 1.500 alumnos de cursos superiores de
bachillerato de entre 17 y 18 años de edad.El
84% de los padres (el padre o la madre) de
cada estudiante también respondió a los mismos cuestionarios. Ocho años más tarde, el
81% de los referidos estudiantes y el 76% de
sus padres participaron en la encuesta nuevamente. (La mayoría fueron entrevistados;
sólo los que vivían demasiado lejos respondieron a cuestionarios.)
El estudio, que es único en su alcance,
cubre diversos aspectos: identificación con
partidos; votación; empleo de los medios de
comunicación;interés por los asuntos públicos
(desde los internacionales hasta los locales);
amplitud y forma de participación y de compromiso políticos (incluso si al describir a un
buen ciudadano se hace referencia a la actividad política); conocimientos políticos (por
ejemplo,a qué partido pertenecía Roosevelt);
eficacia o impotencia política en el plano
Hilde T.Himmelweit
personal (si los individuoscreen que comprenden las cuestiones y planteamientos políticos);
eficacia política en el plano externo (si el
individuo piensa que el gobierno se preocupa
de lo que piensa el votante y que el público
puede afectar las decisiones políticas); actitudes ante una serie de preguntas políticas
escogidas (por ejemplo, la integración escolar,el derecho a hablar sin ambages contra la
iglesia y la religión,los rezos en la escuela,el
derecho de un comunista debidamente elegido
a asumir un cargo público) y, por último,
actitudes del grupo de entrevistados respecto
a diversos grupos sociopolíticos (por ejemplo,
católicos, protestantes, negros, judíos, blancos,sindicatos y grandes empresas).
Tal como nosotros comparamos en nuestro estudio el cambio en las actitudes políticas
de los individuos con el cambio en su visión
general de la sociedad,Kent Jennings y Niemi
también establecieron una comparación entre
el grado de cambio político y el cambio
sobrevenido en otros ámbitos a lo largo del
mismo periodo,en este caso con el cambio en
la asistencia a la iglesia,las creencias religiosas, la confianza en los demás, la eficacia
personal y la confianza en sí mismo.
E n el estudio norteamericano,la mayoría
de los padres habían nacido antes de la época
de la gran depresión y habían vivido la
segunda guerra mundial. Sus hijos estaban en
los cursos superiores del bachillerato en la
época de mayor apogeo del movimiento de
protesta estudiantil.Muchos partieron luego a
la guerra de Viet Nam. El estudio abarca,
pues, igual que el nuestro, el periodo de los
años sesenta, que, como los autores lo indican, produjo una ruptura generacional más
pronunciada de lo que venía siendo habitual
en tiempos menos turbulentos.
La influencia de los padres se estimó
mediante el grado de concordancia (similitud
de pares) entre la orientación y las actitudes
políticas de los padres y de sus hijos. A los
18 años de edad se daba una concordancia
apreciable en tres áreas: en la preferencia por
un partido (opción electoral de los padres e
intención electoral de sus hijos si hubiesen
votado en las elecciones de 1964 de haber
L a socialización política
Mesa electoral británica. Seiwyn TaitiSygma
tenido edad suficiente para ello), en la preferencia por algún partido y en algunos aspectos
del conocimiento político. Respecto a las
demás opiniones y actitudes políticas,el grado
de concordancia no llegaba generalmentea un
nivel estadísticamente significativo.
Los datos de la segunda parte de la
encuesta (1973) permitieron a Kent Jennings
y Niemi comprobar los efectos diferidos de
la socialización y apreciar asimismo si existía mayor concordancia una vez llegados los
hijos a la edad adulta,es decir si se daba un
mayor acuerdo, en comparación con 1965,
entre las ideas y los puntos de vista de los
padres en esa fecha y los de sus hijos en
1973, y entre los de ambas generaciones en
1973. No ocurrió ni lo uno ni lo otro; bien
por el contrario,si algo se puso en evidencia
fue que las respuestas se habían tornado aún
más disímiles,y, además, que fueron menos
los jóvenes que, una vez en edad de votar,
siguieron los pasos de sus padres en cuanto a
la opción electoral o a la identificacióncon un
partido.
No se comprobó tampoco un mayor
acuerdo en aquellos hijos que mantenían más
contacto con sus padres, que todavía vivían en
el hogar paterno y no se habían casado,ni se
apreció gran variación según la edad de los
padres, ni según la cordialidad de las relaciones entre padres e hijos.
El estudio británico lleva el análisis un
poco más lejos.Se observa también en él que
la imitación del voto de los padres era mayor
en la adolescencia que en la primera edad
adulta. A los 13 años, la opción electoral
hipotética de los adolescentes tomaba como
modelo la de sus padres.
266
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zFIG.2. Distribución porcentual de los votos de la muestra agrupados según la condición social del padre y
el estatus profesional de los hijos a los 27 y 37 años de edad. El orden se inicia cronológicamente con el
voto de los padres, seguido por la preferencia partidista del adolescente y sus opciones electorales en 1964
y en 1974
La socialización política
Los datos hicieron posible examinar el
efecto de las presiones contrapuestas en la
adolescencia y en la edad adulta.La imitación
era mucho más reducida allí donde el padre y
la madre optaban por distintos partidos; en
esto casos, la opción electoral de la madre
resultó ser más influyente.El estudio norteamericano, tanto como los realizados en muchos otros países incluido Japón [Kubota y
Ward, 1970;Sears, 19741, confirma la mayor
influencia de las preferencias maternas en
relación con las paternas.
El medio del adolescente,la vecindad y la
escuela ejercen también una influencia. Allí
donde el voto del padre se hallaba en discrepancia con su estatus social (es decir,cuando
votaba a los laboristas perteneciendo a la
clase media o a los conservadores siendo de
clase obrera), la imitación se reducía a la
mitad, mientras que donde existía divergencia
entre los modelos ofrecidos por el padre y la
madre, las influencias de la escuela hacían
inclinarse a un lado u otro la balanza,proporcionando entonces lo que Hyman [1959] describe como “el tenor de un subsistema”.
Orum [1972] y Sears [1974] han indagado
la razón.por la .que en la década de 1960
fueran tan pocos los jóvenes que se apartaron
de la postura política de sus padres cuando,en
otras esferas de la vida,parecían hacerlo con
mucha más frecuencia;es decir, ¿por qué se
recurría tan raras veces a la política como
un medio de rebelarse contra la autoridad
paterna? ¿Esporque en la mayor parte de los
hogares la política importa poco?,ya que para
que la rebelión valga la pena es menester que
le importe a alguien. Nosotros examinamos
esta hipótesis.Mientras que en el estudio de
Kent Jennings y Niemi la intimidad de las
relaciones padres-hijos parecía no afectar el
grado de emulación, en nuestro estudio sí lo
afectaba,pero sólo a condición que se dieran
dos factores adicionales: el interés del padre
por la política y las buenas relaciones entre
padres e hijos; entonces la imitación alcanzaba su cota más alta. Era menor cuando los
padres se interesaban por la política pero las
relaciones entre padres e hijos eran deficientes.
267
Aunque la influencia de los padres se
reducía mucho una vez alcanzada la edad
adulta,no desaparecía.Abramson [1973], con
el auxilio de la encuesta sobre las elecciones
británicas de 1964, demostró que, entre los
individuos socialmente móviles, el voto del
padre era el que parecía determinar si los
hijos votaban más en consonancia con su clase
de origen que con su clase de llegada.Entre la
clase obrera con movilidad ascendente, el
86% de los entrevistados cuyo padre había
votado a los conservadores se consideraban
conservadores ellos mismos, en comparación
con sólo el 34% de aquellos cuyo padre había
votado a los laboristas.
El estudio de Abramson recurre a un
amplio grupo de edad cuya movilidad puede
haber tenido lugar en diferentes periodos de
la vida,lo cual hace difícil distinguir entre los
efectos de la movilidad y los cambios sobrevenidos en el ciclo normal de la vida. Nuestro
estudio arroja más luz sobre este punto. No
sólo los encuestados eran todos de la misma
edad,sino que además disponíamos de datos
sobre su estatus social adulto en dos momentos distintos,a diez años de intervalo,es decir
a la edad de 27-28 y 37-38 años respectivamente, lo que permitió examinar por separado la influencia de la movilidad inter e
intrageneracional. Dividimos la muestra en
cuatro grupos: dos grupos de clase media y
clase obrera estables y otros dos de clase
obrera con movilidad ascendente,uno cuya
movilidad se produjo al principio de su vida
profesional y otro cuya movilidad sobrevino
posteriormente (figura 2).
E n la figura 2 se presentan los resultados, que resultan interesantes en diversos
aspectos. Por una parte, nada parece probar
que haya habido una socialización anticipante.
El voto de los padres no variaba con el
posterior historial profesional de sus hijos.
El efecto de la movilidad intergeneraciona1 difería según que la movilidad ocurriera al
principio de la vida profesional del hijo o
después de pasado algún tiempo. Pero esto a
su vez variaba: cuanto más tarde se produjera la movilidad, menor era el efecto.’ La
opción electoral y la movilidad social de los
268
padres también ejercían una influencia sobre
la disposición de los individuos a identificarse
con algún partido determinado. Allí donde la
movilidad se producía más tarde y los padres
habían votado por los laboristas, es decir,
donde había varias presiones contrapuestas
en acción, hasta un 30% eran incapaces de
expresar una identificacióncon algún partido,
en contraste con el 10% del resto de la
muestra.
Por otra parte, la fuerza de imitación variaba también según el partido elegido.La clase
media se identificaba más con los conservadores que la clase obrera con los laboristas,lo
mismo que, a los 13 años de edad se había
dado mayor imitación de la opción electoral
de los padres cuando éstos habían votado por
los conservadores que cuando habían votado
por los laboristas.Nosotros habíamos comprobado que los votantes conservadores eran
menos conscientes de los problemas y de los
asuntos políticos controvertidosque los votantes laboristas,posiblemente porque votar por
un partido que,relativamente hablando,propugnaba el cambio (el partido laborista) tal
vez requiriera un mayor ajuste entre las
actitudes de los votantes y la plataforma del
partido que cuando el individuo vota por un
partido que más bien defiende el statu quo.
El ejemplo electoral de los padres ejerce,
entonces, una influencia moderadora, como
una especie de arraigo cuando los cambios de
estatus social o la pertenencia a un grupo
estimulan a los hijos a adoptar preferencias
políticas distintas.
E n nuestro estudio también examinamos
la relación existente entre clase social y voto,
y,en la misma línea que los estudios sobre las
elecciones británicas [Butler y Stokes, 19741,
comprobamos que era poco significativa.Descubrimos que las actitudes guardaban menos
relación con el estatus social,con la educación
o con la movilidad social que con la idea
general que los individuos se hacían de la
sociedad, su autoritarismo y las prioridades
concedidas al éxito personal y a los objetivos
sociales (comprender y transformar la sociedad).
Pero, y éste es el punto interesante, las
Hilde T.Himmelweit
prioridades que los individuos concedían a
diferentes objetivos aparecían influidas por su
historia laboral. Los procedentes de familias
de clase obrera que habían conseguido alguna
movilidad social concedían más importancia al
éxito personal de los 30 años de edad en
adelante que entre los 20 y los 30. Por otra
parte,los que habían permanecido en la clase
obrera y tenían pocas expectativas de movilidad social ya pasados los 30 años, se conformaban con la situación concediendo al éxito
personal menos importancia que antes.
El estudio norteamericano de Kent Jennings y Niemi demostraba que la fuerza de la
imitación de la opción electoral y de la identificación con algún partido cornz la misma
suerte que la de la aceptación de las creencias
religiosas de los padres y de sus opiniones
sobre la divinidad de la Biblia. El estudio
ofrece otras observaciones esclarecedoras del
proceso de socialización. Uno de los fines
primordiales de los autores era conocer los
ritmos relativos del cambio acontecido en el
tiempo en las dos generaciones,tanto a nivel
individual como general,ya que los dos niveles no son iguales. A nivel general puede
haber estabilidad porque los puntos de vista
de la gente no cambian o porque aunque la
gente haya cambiado, io hace en diferentes
sentidos, anulando entre sí los cambios.
Kent Jennings y Niemi tomaron en consideración tres modelos de cambio que no son
mutuamente excluyentes,a saber:
El modelo del “ciclo de vida”,según el cual
las dos generaciones podían estar más
próximas en 1973 que en 1965 simplemente porque el joven, ya adulto, al
enfrentarse con responsabilidades análogas a las de los padres comienza a
adoptar puntos de vista semejantes.
El modelo de las “generaciones”, según el
cual los periodos diferentes de socialización conducen a la formación de distintas
maneras de ver la sociedad,que se mantienen a lo largo del periodo estudiado.
El modelo de los “efectos históricos o de la
época”,que dice que los acontecimientos
que se producen en la sociedad (por
ejemplo, la guerra de Viet Nam, el
269
L a socialización política
FIG.3. Modelos de efectos generacionales
1965
1973
Panel de los padres
------- Panel de los jóvenes
---- Curso
final de secundaria
a. Efectos del ciclo de vida: el panel de jóvenes es
convergente con el panel de los padres; los grupos
de jóvenes permanecen invariables.
1965
1973
6. Efectos del ciclo de vida y efectos de generación: el
panel de los jóvenes es convergente con el panel de
los padres; los grupos de jóvenes son divergentes.
1965
1973
d. El grupo de 1973 representa a una nueva generación; no bay cambios en lo referente a los panels de
jóvenes y de padres; cambio para los grupos de
jóvenes.
1965
1973
c. Efectos de la época: las generaciones comienzan y
continúan de manera idéntica a lo largo de todo el
periodo
1965
1973
e. Los grupos de 1965 y 1973 corresponden a las
nuevas generaciones: se mantiene la distancia entre el
panel de jóvenes y el panel de los padres; cambio en lo
referente a los grupos de jóvenes.
Hilde T.Himmelweit
270
FIG.4a. Identificación con un partido y forma de voto
1965
1973
,-
Identificacióncon un partido : independiente.
FIG.4b. Confianza política
1965
1973
%
1965
1973
58
EI gobierno se ejerce en beneficio de todos.
Panel de los padres
------- Panel de los jóvenes
----Curso finalde secundaria
Casi todos los que ejercen funciones gubernamentales
saben lo que hacen.
271
L a socialización política
FIG.4b. (cont.)
1965
5%
95
1973
8C
80
65
65
so
50
\
‘38
35
No muchos o casi ninguno de los que ejercen funciones
gubernamentales son deshonestos.
35
El gobierno presta mucha o algo de atención a lo que
piensa el pueblo.
FIG.4c.Confianza en los demás
%
1965
1973
Se puede confiar en la mayoría de la gente.
Panel de los padres
------_Panel de los jóvenes
----Curso final de secundaria
%
1965
La gente procura colaborar.
1973
Hilde T.Himmelweit
272
FIG.4d. Eficacia personal: confianza en sí mismo
%
1965
1973
35
70
55
$0
Panel de los padres
------- Panel de los jóvenes
----Curso final de secundaria
25
Estoy bastante seguro que la vida tomará el giro que
deseo.
escándalo de Watergate,la recesión) ejercen una influencia que afecta a todos los
miembros de esa sociedad, aunque el
efecto sea más acusado en el caso de los
jóvenes que en el de la generación más
madura.
Para diferenciar concretamente los efectos
de la generación y los de la época, Kent
Jennings y Niemi recurrieron a una tercera
fuente de datos que habían recogido.Además
de la encuesta de los jóvenes y de los padres
que hasta ahora hemos mencionado,también
sometieron el cuestionario de 1965 a todos los
alumnos del último curso de 97 escuelas,lo
cual arrojó una cifra no ponderada de más de
20000 personas, y el cuestionario de 1973
a todos los alumnos del último curso del
bachillerato de 1973 en 88% de las mismas
escuelas de las que se habían valido en 1965,
lo cual dio una muestra de más de 16 O00 personas. Estas dos muestras constituyen los
grupos de jóvenes de 1965 y 1973.Al disponer
a la vez tanto de datos sincrónicos como
diacrónicos,’
recogidos en dos momentos diferentes, los autores pudieron distinguir entre
los cuatro tipos de efectos que se presentan
gráficamente en la figura 3,o sea,los efectos
del ciclo de vida (figura 3 a); los efectos del
ciclo de vida combinados con los efectos
generacionales: la encuesta de los jóvenes
converge con la de los padres, los grupos de
jóvenes divergen (figura 3 b); el efecto de la
época (la de 1973 constituye-unanueva generación que se distingue netamente del grupo de
jóvenes de 1965,así como de las dos encuestas, figura 3 c); y, último, tanto la de 1965
como la de 1973 son generaciones nuevas;la
distancia generacional persiste entre las encuestas de los jóvenes y la de los padres,
además de una diferencia entre los dos grupos
de jóvenes, el de 1965 y el de 1973 (figura
3 d).
La figura 4 (a, b y c) ilustra la fuerza del
efecto de la época, mostrando una disminución en la identificación con partidos y un
aumento del número de “independientes”
(figura 4 a), así como un marcado descenso de
la confianza política e incluso de la confianza
en los demás (figura 4 b y c). El periodo
comprendido entre 1965 y 1973 fue testigo de
una nueva reducción en el ya escaso interés de
los jóvenes por la política y por las actividades
273
L a socialización política
políticas.Estos cambiosson mucho mas significativos cuando se los contrasta con la ausencia
de cambio que se aprecia en la evaluación de
la eficaciapersonal (figura 4 d).
La generación madura distaba mucho de
permanecer inmune a los efectos de la época;
en algunos casos cambiaron más que el conjunto de jóvenes observados en la encuesta,
en otros algo menos, pero cambiaron. Los
efectos del ciclo de vida fueron escasos,nada
sorprendente quizás puesto que el estudio
concluía apenas los jóvenes entraban a la
edad adulta. La eficacia política, la confianza
en las instituciones políticas y en los demás
descendieron marcadamente durante el periodo en cuestión. Si este proceso continúa, y
tenemos pocas razones para suponer que el
mundo sea hoy percibido como más benigno
que en 1973,ello debería ser motivo de seria
preocupación, dado el nexo que existe entre
la participación y la eficacia política.
Kent Jennings y Niemi también estudiaron el efecto de la educación. Ellos sostenían
la hipótesis de que aquellos que habían recibido educación de nivel superior o universitario cambiarían más entre 1965 y 1973 que los
que no se habían beneficiado de una educación de ese tipo. N o resultó ser así, sin
embargo, no porque no hubiese diferencias
entre estos grupos en la manera de ver la
política o de participar en ella, sino porque
estas diferencias ya podían apreciarse cuando
ambos grupos cursaban el bachillerato. Estos
resultados indican que, sin contar con otras
pruebas independientes,no puede presumirse
que una experiencia educativa determinada,
por ejemplo la universitaria, sea la causa de
las diferencias obtenidas.Backman y sus colegas, en la obra Youth in transition [1975],
demostraron que las significativas diferencias
entre quienes abandonaban los estudios y los
demás, diferencias apreciadas cuando se les
entrevistó de nuevo a los pocos años de
abandonar las aulas, estaban ya presentes
cuando los jóvenes aún asistían a la escuela,y
pueden en realidad haber constituido una de
las causas del abandono de los estudios, más
bien que un efecto del mismo.
Evaluación del proceso
d e socialización política
El término “socialización política”puede aplicarse también ventajosamente a los adultos.
Los dos estudios aportan claros testimonios
sobre la influencia de los grupos de referencia
y del clima general de la sociedad,tanto en los
adultos como en los jóvenes.
Los estudios llaman la atención sobre una
influencia socializanteconcreta que no ha sido
objeto de suficiente atención en otros trabajos
sobre la socialización, a saber: la influencia
del clima político, económico y social de la
sociedad y sus cambios. El estudio de Kent
Jennings y Niemi no sólo destaca la importancia de estas influencias, sino que pone también de manifiesto que ellas afectan a los
mayores de cincuenta años tanto como a los
jóvenes.
Los grandes temas que se debaten en el
país tienen una historia que es preciso tomar
en cuenta cuando se quiere entender el significado de las actitudes de los individuos. Una
vez que una actitud expresada por algunos
pocos llega a ser ampliamente adoptada, esa
actitud reviste el carácter de una representación social,como sostiene Moscovici. Cuando
esto sucede, la relación de esa actitud con
otras actitudes y con el comportamiento cambia. Por ejemplo, en 1962,la mayoría de los
encuestados de nuestra muestra se declaraban
contrarios a la liberalización de la legislación
sobre la homosexualidad. La legislación se
modificó,con lo cual dicha forma de comportamiento dejó de constituir un delito.Entrevistados de nuevo sobre sus opiniones ocho y doce
años después, la mayoría de los que inicialmente se oponían se había avenido a aceptar
el cambio. Como consecuencia, y esto es lo
que nos interesa, la relación entre las opiniones de los individuos sobre este y otros
temas “liberales” (por ejemplo, la inmigración,el trato a los trangresoresde la ley), que
en 1962 había sido estrecha,disminuyó marcadamente.
Cuando los científicos políticos o los
psicólogos emplean escalas para medir la
manera como un individuo ve la sociedad (por
214
ejemplo, su autoritarismo), es especialmente
importante tomar en cuenta la evolución de
los grandes temas que se debaten. Por ejemplo, debido a la influencia del movimiento
feminista de la década de 1960, afirmaciones
tales como “son los maridos y no las esposas
los llamados a decir la última palabra en las
cuestiones de familia”, o “el padre es la
persona más importante de la casa” son mucho menos aceptadas que antes.E n consecuencia, el hecho de que los encuestados de
nuestra muestra pasaran con los años del
acuerdo con dichos principios al desacuerdo
nos dice poco acerca de su autoritarismo,pero
mucho sobre su sensibilidad a los cambios
sobrevenidos en el clima social.Sin embargo,
los científicos políticos y los psicólogos sociales tienden a asignar a tales escalas cierta
importancia permanente,sin someterlas a una
“limpieza general” periódica para determinar
hasta qué punto las respuestas dadas continúan expresando una orientación general o
una predisposición de la personalidad del
individuo,o reflejan cambios en la representación social de la sociedad.
La influencia de un factor de socialización,por ejemplo el de la pertenencia a una
clase social,no sólo vana de un ámbito a otro,
sino que puede crecer o menguar con el
tiempo. E n la década de 1960, las grandes
variaciones que se produjeron en las actitudes
y en los modos de vida dentro de las distintas
clases desdibujaron y oscurecieron las diferencias entre las clases. E n comparación con
periodos anteriores, se hizo mayor hincapié
en la toma de decisiones e iniciativas individuales que en la conformidad con el ejemplo
del grupo.La estrecha relación entre la pertenencia a una clase social determinada y la
opción electoral que obtuvimos en nuestra
encuesta puede ser muy bien específica del
periodo en estudio,y la influencia de la clase
social sobre la opción electoral p,uedereafirmarse al sobrevenir problemas económicos y
políticos que afecten a una clase más intensamente que a otra. E n tales circunstancias,la
relación de la clase con el voto no sería una
relación automática de mera conciencia de
clase, como lo sugerían Campbell y sus cole-
Hilde T.Himmelweit
gas [1960], sino la consecuencia de una manera compartida de ver la sociedad, generada
por problemas comunes. Tal relación podría
ser,por lo tanto,específica de cada convocatoria electoral y del clima generado por los
problemas dominantes en cada momento.
Se infiere, por lo tanto, que las diferencias de edad,sexo y clase social pueden tener
también que ver con la época y el lugar y
pueden mantenerse o no según cómo se
presente el “panorama de la sociedad”.Aunque en la primera adolescenciahay más imitación del comportamiento de los padres que
criterio y visión propios,el individuo mantendrá dicho comportamiento en la edad adulta
sólo si es capaz de respaldarlo con actitudes y
conocimientos personales bien fundados.
Los estudios confirman la importancia de
las presiones contrapuestas cuando se desea
evaluar el papel de las distintas influencias
socializantes.La divergencia en las ideas políticas del padre o de la madre,o de ambos,con
las predominantes en la escuela o en la
vecindad durante la infancia tiende a reducir
el grado de imitación. El comportamiento
electoral de los padres ofrece un elemento de
arraigo o una restricción que contrarresta la
influencia de los grupos de referencia del
adulto.
Los estudios confirman asimismo el
punto de vista de Kelman [1974] según el cual
existe una interacción continua entre actitudes
y comportamiento. El estudio británico pone
de relieve que aquellos que en las dos primeras elecciones habían votado de igual manera
tenían mayor probabilidad de seguir haciéndolo así, diez años después, mientras que
el estudio norteamericano demostró que los
alumnos que se habían mostrado políticamente activos en la escuela secundaria eran
más consecuentes en sus actitudes ocho años
más tarde que los que habían mantenido
actitudes iniciales análogas pero que no se
habían comprometidoen actividades políticas.
U n factor de socialización particular,
como puede ser la educación universitaria,
puede considerarse fuente de influencias específicas tan sólo cuando existan otras pruebas
sobre la falta de diferencias entre los grupos
L a socialización política
275
Folklore político en Washington: venta frente al Capitolio de recuerdos de la ceremonia de toma de
posesión presidencial de Reagan y de comida. ZimberoffiSygma.
276
Hilde T.Himmelweit
pertinentes antes de ser sometidosa la influencia de ese factor. E n los estudios sobre
socialización política no se toma sin embargo
debidamente en cuenta esta precaución.
Los psicólogos sociales, por su parte,
parecen ocuparse mucho más de la estabilidad
que del cambio.Ahora bien,dada la creciente
aceleración del cambio en muchas sociedades,
sena más adecuado sin duda postular una
apertura de los individuosa nuevas influencias
y examinar luego las condicionesen que dicha
apertura alcanza su amplitud máxima o se
queda en su punto mínimo. Lo que propongo
no es simplemente que se analice el mismo
fenómeno “al revés”, por decirlo así, sino
desde una perspectiva diferente. Si esto se
hiciera,el interés debería centrarse en: a) las
condiciones que hacen el cambio fácil o difícil,
b) las diferencias entre los ritmos del cambio
de un ámbito a otro, y c) las diferencias de
ritmo según el costo del cambio para el
individuo.
Es necesario dar la debida importancia a
la obtención de datos del exterior que reflejen
los efectos de la época, comparando, por
ejemplo, encuestas escalonadas o estudios
diacrónicos con estudios representativos a
gran escala.Aunque esto raras veces se hace,
representa un recurso sumamente eficaz.
Los efectos de la época pueden variar
I
según los países. Por ejemplo, mientras que
en la década de 1960 los jóvenes norteamericanos mostraron una tendencia menor hacia el
compromiso partidista, los de la República
Federal de Alemania, Italia y Francia intensificaron su adhesión a los partidos. Cameron
ha demostrado que en Francia, entre 1958 y
1968,la proporción de mujeres adultas que
expresaron preferencia por algún partido
aumentó del 43% al 78%. Dada la influencia
de las madres sobre las preferencias políticas
de sus hijos, la mayor conciencia política de
las madres puede muy bien tener repercusiones políticas.
Finalmente,los principios expuestos aquí
a grandes rasgos en relación con el ámbito
político pueden tener aplicación en otros
campos, entre ellos los que tradicionalmente
han venido siendo feudo de los psicólogos de
la personalidad. Las expectativas que nacen
en el medio ambiente afectan todos los ámbitos de la vida. Por eso los psicólogos del
desarrollo,de la personalidad y socialesnecesitan trabajar más estrechamente unidos,y por
eso también nosotros propugnamos un enfoque psicológico de la sociedad que tome
debidamente en consideración los efectos de
la época y que sea interdisciplinario en su
método y en sus planteamientos.
Traducido del inglés
Notas
1. EI término “socialización
política” fue acuñado por
H y m a n [19591.
2. Ejemplos de este enfoque
son la obra The authoritarian
personality (1950), el estudio de
Almond y Verba sobre cinco
países [1%3] y el estudio
comparativo de Block, Haan y
Smith [1969]sobre los
estudiantes norteamericanos
disidentes y activistas durante la
guerra de Viet N a m .
3. Ei anterior y más extenso es
el estudio-encuestarealizado en
siete años por Butler y Stokes
[1974]sobre votantes británicos
adultos, consultados
escalonadamente entre 1963 y
1970.
4. El estudio previo sobre
adolescentes examinaba la
interacción del origen social, la
calidad de la vida de familia, el
sistema británico de enseñanza
secundaria dividida, la
educación posterior y el trabajo
sobre el concepto de la vida, las
aspiraciones y la imagen que el
sujeto se forma de sí mismo.
5. Como necesitábamos datos
completos, en cada convocatoria
electoral posterior tomábamos
contacto solamente con aquellos
que habían contestado en todas
las ocasiones anteriores.
Aunque los índices de respuesta
entre dos elecciones sucesivas
eran m u y elevados (del 88 al
277
La socialización política
72%), al cabo de seis
elecciones y quince años sólo
quedaba el 40% de la muestra
original de 450 participantes de
25 años (N = 178). M á s
trabajadores manuales que
empleados abandonaron, pero,
diferencias de clase social
aparte, apenas se apreciaban
diferencias entre los que
quedaron y los que
abandonaron, y ninguna con
respecto a la opción electoral o a
las ideas políticas [Himmelweit y
otros, 19811.
6. E n el periodo 1959-1964
estuvieron en el poder los
conservadores;en 1964-1970 los
laboristas, y en 1970-1974
nuevamente los conservadores.
7. Este modelo fue también
utilizado por Butler y Stokes
[1974]para explicar el
comportamiento del electorado
británico.
8. Los apartados a) y 6) fueron
ambos confirmados, a)
utilizando las probabilidades
posteriores derivadas del análisis
diferenciador, y 6) llevando a
cabo análisis destinados a medir
la evolución de las actitudes de
la muestra entre 1970 y 1974.
9. E n 1964,el 18% de la clase
obrera estable votó por los
conservadores y el mismo
porcentaje lo hizo en 1974.D e
los que habían experimentado
una temprana movilidad en su
vida profesional,el 52% votó
por los conservadores en 1964,y
el 55% en 1974;de los que
experimentaron una movilidad
más tardía, el 33% votó por los
conservadores en 1964 y el 45%
en 1974.
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t
./. .
1
La cultura organizacional
del gobierno: mitos, símbolos
y rituales en el caso de Quebec*
Daniel Latouche
Los especialistas en ciencias políticas sienten por los deseos de los organismos de financiaperiódicamente la necesidad de integrar la miento y las limitaciones del mercado de
“política”dentro de la ciencia politica,preocu- trabajo académico han contribuido a insistir
pación que debería revelarnos por sí misma en que se estudie el mundo “real” de la
muchos elementos sobre la política,la ciencia política.Como era de esperarse,esta obsesión
política y los especialistas.El conductismo,en por la producción amenaza ahora con volverse
su afán de analizar lo que las personas hacen y incontrolable. Basta echar una ojeada a las
piensan realmente, vino a ser una reacción publicaciones para comprobar la distancia
contra la creciente dominación ejercida sobre recorrida desde cuando los gobiernos se conla disciplina por quienes estaban especial- tentaban con “salir del paso”. Según Jones
mente interesados en las ,
los gobiernos ac1 [1977],
instituciones formales y
tualmente observan,defiDaniel Latouche es profesor adjunto
en los marcos constitucionen, reagrupan, organien el Centre d’Etudes Canadiens
nales. Cuando, a su vez,
zan y representan los
Françaises de la Universidad McGill
el conductismo se obseproblemas, para luego
(3475rue Peel,Montreal,P.Q.Canadá H 3A 1W7). H a sido consejero
sionó por coeficientes y
formular,legitimar y sepolítico en el gabinete dei primer
cuestionarios, apareció
ñalar soluciones a los
ministro de Quebec entre 1978 y 1980
en escena,como el nuevo
mismos.
Por Ultimo,orgay ha publicado L a méthode des scenasalvador,la “política púnizan
nuevamente,
interrios (1974), Quebec 2001 (1976) y
Une société d’ambiguïté (1980).
blica”,que trataba de respretan, aplican, especifiponder a los antiguos incan,miden y analizan diterrogantes sobre kqué
chas soluciones. E n ese
trata la política?, ¿qué
momento, los problemas
hacen realmente los gose dan por “terminados”
biernos?Larespuestanory
la maquinaria gubernaL
I
mal a la segunda
pregunmental queda lista para
ta sería,hoy,“hacen política”,a no ser que se un nuevo ciclo infernal.Concepciones lineales
simpatice con una u otra escuela neomarxista, como ésta, con los gráficos y diagramas adeen cuyo caso la respuesta inevitablemente cuados,se pueden encontrar en la mayoría de
sería “producen el Estado y su ideología
* EI presente artículo forma parte de un proyecto de
dominante”.
estudio en curso denominado “Los contextos organizatiDesde luego, esta nueva preocupación vos e históricos del proceso de toma de decisiones en las
por la política no está completamente determi- dependencias públicas superiores”, patrocinado por el
Consejo Canadiense de Investigaciones sobre Ciencias
nada por la evolución interna de la disciplina. Sociales y Humanidades.
U n sentimiento de frustración por la lentitud
de los progresos teóricos, un nuevo respeto @Daniel Latouche
280
los textos de introducción a la política pública.
Se podría casi descubrir una conspiraciónpara
apartar la política de todo nuevo paradigma.
Muchos se quejan de que la política ha
invadido actualmente todos los sectores de la
vida pública y privada. Paradójicamente,para
los especialistas en ciencia política es difícil
encontrarla y mantenerla dentro de los límites
de su disciplina.
Las dependencias políticas:
un desierto analítico
Si los gobiernos siguen o no ese esquema tan
complicado es un interrogante abierto.Lo que
es cierto es el tremendo aumento del número
de personas que participan directamente en
la concepción y en el funcionamiento del
esquema. Se ha escrito mucho sobre el
aumento de la burocracia pública y semipública y,en efecto,este subsectorde la administración pública atrae actualmente una merecida atención.Lo que no se ha analizado con
el mismo empeño es la rápida expansión de
las burocracias políticas, es decir, las que se
ocupan de dirigir las actividades políticas. E n
esta última tarea intervienen dos grupos distintos.Los consultoresy los ayudantes políticos,
que se ocupan principalmente de las elecciones y de las campañas electorales.Por otra
parte está el personal político,constituido por
las personas que trabajan directamente para
los funcionarios políticos, cuyas principales
responsabilidadesson políticas más que orientadas hacia un programa determinado.Desde
luego, hay un continuo intercambio entre los
dos grupos, ya que los consultores que han
tenido éxito se convierten en asistentes políticos,y los asistentes ya retirados son nombrados consultores con excelentes salarios [Sábato, 1981; Blumenthal, 1980; Nimo, 19701.
Ellos son los que viven por la política y para
ella, y si queremos saber qué es la política,
deberíamos ver en ellos a los profesionales de
la política y no a los intrigantes que trabajan
entre bastidores para aquellos a quienes todos
nosotros concedemos con demasiada facilidad
Daniel Latouche
el monopolio de la política, es decir, los
funcionarios elegidos.
E n las democracias occidentales, este
tipo de personal político ha aumentado desmedidamente durante los últimos veinte años,
mucho más que otros funcionariospúblicos en
general. Según ciertos cálculos efectuados,
sólo en el gobierno de los Estados Unidos su
número varía de 10000 a 50000,según las
categorías que se incluyan.U n intento conservador para conciliar los datos de diferentes
fuentes [Fox y Hammond, 1977; Malkin,
19791, acerca del personal político esencialmente no administrativo,arroja el resultado
siguiente: Cámara de Diputados 8000;Senado 4000; Organismos de apoyo (Biblioteca
del Congreso) 1500; Despacho de la Casa
Blanca 300;Despacho Ejecutivo 1 000;Departamentos y organismos 1000, o sea un total
de 15 800 personas.
E n el Senado,cada senador tenía en 1976
un promedio de 31 personas a su disposición,
con variaciones entre 14 y 70. El Comité
Judicial del Senado vio aumentar su personal
de 19 a 200 entre 1947 y 1948,mientras que el
Comité de Trabajo y Recusos Humanos pasó
de 9 a 123 personas durante el mismo periodo.
E n ninguna dependencia ha sido tan
evidente el crecimiento como en el Despacho
Ejecutivo del Presidente, que en la Casa
Blanca cuenta actualmente con no menos de
600personas,de un total de 2O00 asignados a
otros destinos. La Oficina de Administración
y Presupuesto cuenta con 700 analistas de
presupuesto. La duplicación y la superposición de responsabilidades, tan sólo en las
estructuras formales, son sorprendentes. E n
1980,el Despacho Ejecutivo comprendía una
Oficina de Política Interior, un Consejo de
Asesores Económicos,un Consejo de Salarios
y Precios (abolido posteriormente), y el Despacho de la Casa Blanca, un equipo encargado de los asuntos y políticas interiores, un
consejero sobre asuntos relacionados con los
ancianos, un asesor de asuntos étnicos, etc.
La variedad de títulos utilizados sería ya
suficiente para equipar un ejército mediano:
adjunto, adjunto jefe, asesor, asesor principal, consultor, consejero, jefe, secretario,
L a cultura organizacionaldel gobierno
281
CUADRO
1. Estructura administrativa de,la Casa Blanca en 1980
Asistente del presidente
Asistente del presidente a cargo de los asuntos de
seguridad nacional
Consejero del presidente
Director de despacho de la primera dama
Asesor principal del presidente
Asistente del presidente a cargo de los asuntos de
política interior
Consejero del presidente en materia de inflación
Asistente del presidente y director de despacho
Asistente del presidente a cargo de las relaciones
con el Congreso
Secretario de prensa de la presidencia
Secretario del gabinete y asistente del presidente a
cargo de los asuntos intergubernamentales
Asistente del presidente
Asistente del presidente
Asistente especial del presidente a cargo de los
asuntos étnicos
Asistente especial del presidente a cargo de los
asuntos administrativos
Asistente especial del presidente a cargo de la
gestión de la información
Asistente especial del presidente
Asistente especial del presidente
Consejero especial del presidente
Asistente especial del presidente a cargo de los
problemas del consumo
Asistente especial del presidente a cargo de los
asuntos hispánicos
Secretario del presidente a cargo de las audiencias
Consejero del presidente a cargo de los asuntos
relativos a los ancianos
Asistente adjunto a cargo de los asuntos de seguridad nacional
Subsecretariode prensa
Asistente adjunto del presidente
Asistente adjunto a cargo de las relaciones con el
Congreso (Cámara de Diputados)
Consejero adjunto
Asistente adjunto a cargo de los asuntos de política
interior
Asistente del asistente del presidente
Subsecretario a cargo de las audiencias
Asistente adjunto del presidente a cargo de los
asuntos intergubernamentalesy subsecretario
del gabinete
Secretario de prensa adjunto
Asistente adjunto del asistente a cargo de los
asuntos de política interior
Director de la oficina de mensajes de la presidencia
Asistente especial a cargo de los asuntos hispánicos
Asistente del asistente del presidente
Director de proyectos de la oficina de la primera
dama
Asistente adjunto a cargo de las relaciones con el
Congreso (coordinación legislativa)
Subsecretariode prensa
Consejero adjunto
Asistente adjunto a cargo de los asuntos de política
interior
Asistente adjunto a cargo de las relaciones con el
Congreso (Senado)
Asistente adjunto del presidente
Asistente especial a cargo de las relaciones con el
Congreso (Cámara de Diputados)
Asistente personaVSecretario del presidente
Asistente especial a cargo de las relaciones con el
Congreso (Cámara de Diputados)
Asistente adjuntoa cargode la coordinaciónpolítica
Jefe de redacción de discursos
Secretario de prensa de la primera dama
Consejero principal adjunto
Secretario de despacho
Adjunto a cargo de los asuntos intergubemamentales
Asistente especial a cargo de las relaciones con el
Congreso (Cámara de Diputados)
Director de la oficina de personal de la presidencia
Asistente adjunto de investigación
Director de despacho adjunto
Asistente especial a cargo de las relaciones con el
Congreso
Asistente adjunto
Asistente adjunto del presidente
Asistente especial a cargo de las relaciones con el
Congreso (Cámara de Diputados)
Asistente adjunto del presidente
Asistente adjunto a cargo de las relaciones con el
Congreso
Secretario adjunto a cargo de las audiencias
Asistente especial adjunto a cargo de los asuntos
administrativos (oficina militar)
Asistente especial adjunto a cargo de los asuntos
administrativos (Actividades de la Casa
Blanca)
Asistente personal de la primera dama
Secretario de asuntos sociales
Director adjunto de la oficina de personal de la
presidencia
Asistente especial a cargo de las relaciones con el
Congreso (Coordinación legislativa)
Asistente adjunto
Subjefe de redacción de discursos
Consejero del “Intelligence Oversight Board”
Secretario de prensa adjunto
Subdirector adjunto de la oficina de personal de la
presidencia
Director de programa (de la primera dama)
Director de la oficina de visitantes
Secretario de prensa adjunto (primera dama)
Redactor de noticias
Conservador
Médico del presidente
Conserje jefe
Fuente: Office of the Federal Register. U.S.Government manual (198&1981), Washington,D.C.,
U.S.Government
Printing Office, 1980.
282
Daniel Latouche
t
El simbolismo de la cultura organizacional en la arquitectura: el Parlamento húngaro de estilo neogótico,
construido entre 1884 y 1904 e inspirado en el Parlamento británico (1837-1857), ocupa, igual que este
último, un sitio privilegiado en Budapest, sobre el rio. Gerard Schachmes-Parimage.
director,presidente,por no nombrar sus diferentes ayudantes y consultores delegados
(véase el cuadro 1). Los títulos mismos de los
hombres y mujeres que trabajan para el
presidente revelanun profundo apego a símbolos, signos y rituales. E n muchas burocracias
la gran mayoría de esas personas no tendrían
título alguno.
A nivel federal,los legisladorescanadienses
pueden contar con la ayuda de dos mil asesores y personal de apoyo. La burocracia de
los organismos políticos centrales (Gabinete,
Despacho del Primer Ministro, etc.) cuenta
en la actualidad con cerca de mil funcionarios
[Campbell y Szablowski,19791. E n Bonn, el
Despacho del Canciller cuenta con más de
quinientos empleados [Mayntz, 19811. E n
Francia han existido desde el siglo XIX los
“gabinetes” ministeriales,y ya en 1900 algunos de ellos contaban con treinta consejeros
políticos. El palacio del Eliseo cuenta con
pocos empleados políticos propios,pero tiene
“prestados”más de quinientos de otros departamentos.El primer ministro tiene cien perso-
nas a su disposición [Thuillier, 1982; Rials,
1981~;
1982bl.Aun en Italia,donde no existe
formalmente un despacho del primer ministro,y,por lo tanto,ni presupuesto ni personal
propios,hay más de ochocientos funcionarios
de varios ministerios que trabajan para dicho
despacho [Cassese, 19811. Sólo el Reino
Unido parece haber escapado a esa proliferación.E n el número 10 de Downing Street y en
sus dependencias trabajan sólo unas cincuenta
personas [Rose,1981;Jones,19761.
El aumento exagerado de personal de los
organimos centrales, que son los que toman
las decisiones políticas, se ha atribuido a
diferentes causas, como por ejemplo, la
mayor complejidad de los problemas,la necesidad de coordinacióny evaluación,los conflictos entre las diferentes ramas del gobierno,
etc. Las consecuencias de esta expansión han
sido también bien probadas (conflictos jurisdiccionales, ineficacia,falta de control), y se
suelen hacer propuestas para reducir el número de funcionariosno elegidos. Sin embargo,
se manifiesta un escaso interés por saber qué
L a cultura oraanizacional del aobierno
283
La rotonda de Nueva Delhi (India), cuyo peristilo tiene un diámetro de ochocientosmetros,fue construida
en estilo romano clásico con detalles arquitectónicos indios. Alberga el Rajya subha (Consejo de los
Estados) y la Lok subha (Cámara del Pueblo). Inaugurada oficialmente en 1931,se integra en el imponente
conjunto concebido por Sir Edwin L.Lutyens dentro del estilo de ciudad jardín, muy en boga en esa
época.Paolo KochiRapho.
hacen todos ellos. Decir que participan en el
ejercicio del poder y de la autoridad es una
petición de principio. Hasta ahora, el poder
político ha escapado a todo intento de definición y.medida.
Se dice con frecuencia que los funcionarios no elegidos asesoran, formulan, coordinan y controlan. Pero, iqué hacen cuando
coordinan? ¿Cómo pueden saber cuándo un
problema se ha convertido en algo que
requiere medidas para resolverlo? ¿Cuándo
termina la coordinación y empieza el control?
Aunque no estamos seguros de cómo se
concretizan estas construccionesteóricas en el
trabajo diario, no caben mayores dudas en
cuanto a la evaluación de su grado de eficacia
administrativa. La labor de muchas oficinas
políticas ha sido un fracaso en los últimos
años.El bajo rendimiento se encubre mediante el proceso electoral, que hace nombrar
continuamente nuevo personal con ideas y
procedimientos originales para “poner todo
en marcha nuevamente”.Se crean comisiones
altamente especializadas,se hacen recomenda-
ciones,pero poco después el diagnóstico será
el mismo.Si no podemos olvidar las dependencias oficiales,ni enjuiciarlasbajo otra perspectiva que la meramente formalista, es porque
el gobierno constituye un elemento permanente profundamente implantado en la sociedad.Sólo en los Estados Unidos de América,
las últimas cuatro “oficinas de la Casa Blanca”
han fracasado en una u otra de sus principales
tareas.Tres de ellas (Johnson,Ford y Carter)
no lograron hacer reelegir al presidente. El
equipo de Nixon fue aún más lejos,pues hizo
dimitir a su presidente y encarcelar a algunos
de sus miembros. E n la época de Carter la
administración era tan incompetente que el
presidente tuvo que despedir a la mayoría de
SUS miembros para poder llevar a cabo una
l rendimínima parte de sus programas. E
miento administrativo de dichas burocracias
ha sido igualmente bajo. Las evaluaciones
hechas por algunos de los funcionarios y por
observadores externos equivalen a acusaciones por atentados múltiples contra el buen
sentido administrativo [NAPA,19801.
284
Cabe preguntarse cuáles son las razones
de dicha situación. Las explicaciones no solamente son muy pocas, sino que revelan el
escaso interés que esas dependencias han
despertado. Aparte de Kayden [1978] y de
Steinberg [1976], son pocos los que han tratado de aplicar algunos de los principios de las
teorías organizativas al estudio de los organismos políticos de administración,ya sean de
tipo electoral (organización de campañas), o
de tipo gabinete (Casa Blanca,Despacho del
Primer Ministro,etc.). D e hecho,la mayoría
de los estudios sobre la Casa Blanca y otras
dependencias políticas similares insisten sobre
la falta de normas, que hace prácticamente
imposible examinarlas desde un punto de vista
organizativo.Según R.Di Clerico,“la organización del personal de la Casa Blanca resiste a
todo intento de generalización precisa, porque sus formas y estructuras son, inevitablemente, reflejo del estilo y de la personalidad
del presidente a cuyo servicio se encuentra
dicha organización” [Di Clerico, 1979,
p. 2131. Tras el reconocimiento de esa realidad, se suele hacer una descripción detallada
del estilo que cada uno de los presidentes
imprime a su administración,prestando especial atención al grado de informalidad, apertura,delegación de funciones y control.Siempre se trata de establecer una relación entre la
personalidad del presidente y la de su administración [Kessler, 19821 por lo cual se hace
evidente que las dependencias de la Casa
Blanca se ven a través de la imagen predominante del presidente, imagen que es proyectada por los medios de comunicación y alimentada por diversas leyendas.Los estudios realizados sobre Francia,Canadá y otras democracias se inspiran en el mismo esquema [Cohen,
1981; Punnett, 19771. A veces se sostiene la
opinión diametralmente opuesta, o sea que
“los efectos de la personalidad del presidente
en la magnitud, estructura y forma de las
dependencias se han visto considerablemente
atenuados por el aumento del personal y de
SUS responsabilidades [...]a medida que han
ido evolucionandolas dependencias,ha disminuido la influencia del presidente” [Wayne,
1978,p. 611.
Daniel Latouche
Casi toda la información sobre dichas
dependencias políticas proviene de ex presidentes-~
ex ayudantes,lo cual contribuye a
mantener esos prejuicios. E
l único tema que
se ha abordado bajo la perspectiva de la teoría
administrativa y organizativa es el relativo a
cómo un presidente puede lograr sus objetivos
[Redford y Blissett, 1981; Rose, 19761. Pero
este problema tiene que ver más con las
estructuras y procesos de todo el complejo
gubernamental-burocrático que con lo que
sucede en las dependencias políticas.
El interrogante que nosotros formulamos
es, pues, el siguiente: ¿Qué se hace en esas
dependenciaspolíticas todo el día, y por qué
tienen tan poco éxito? Una posible respuesta,
que adoptaremos como hipótesis de trabajo,
sena sencillamente la de que “hacen lo que
suelenhacer quienes trabajan en una organización”.Para un especialista en ciencia política
esta respuestano ofrece casi ninguna información. Pero hay toda una variedad de teóricos
de la organización que no aceptan preocuparse exclusivamente por las estructuras y se
inclinan a percibir la organizaciun como un
orden negociado políticamente [Bacharah y
Lawler, 1981; Crozier y Friedberg, 1977;
Jarniou, 19811. Los especialistas en ciencia
política podrían tal vez recorrer la mitad del
camino en la dirección opuesta [Allison,19711.
Otra manera de abordar el problema,
tomada nuevamente de un ámbito exterior a
las ciencias políticas, el de la dramaturgia
[Goffman,1967,19741 y el de la etnometodologia [Garfinkel, 19671, consiste en aplicar
ciertas versiones del interaccionismo simbólico. La idea es observar a los miembros del
personal político no en la función que cumplen en el proceso político,sino en su comportamiento real en el trabajo. E n este caso,la
respuesta a nuestra pregunta es relativamente
sencilla,tal vez demasiado sencilla:
miran
hablan
escuchan
gesticulan
leen
piensan
escriben
sienten
Todas estas actividades son propias de las
personas que trabajan en una organización.
Muchas de ellas se realizan simultáneamente.
La culturo organizacional del gobierno
E n realidad,las cuatro últimas están comprendidas,por lo general,en la primera, o relacionadas con ella. La palabra, en cualquiera de
sus formas,es la materia prima de las dependencias políticas. Producirla y consumirla son
las dos actividades básicas de todos los funcionarios. Según las responsabilidades de cada
uno y, principalmente, según el lugar que
ocupan en la estructura jerárquica,la composición de estas actividades,así como la forma
en la que se realizan, variarán (teléfono,
reuniones,entrevistas).
Los gestos, las miradas, las emociones y
las ideas son otros tantos elementos de la vida
diana de los funcionarios políticos. No todos
tienen un sentido político, pero todos se
realizan en un contexto político que puede por
sí mismo darle dicjo sentido. Caminar por un
determinado pasillo, por ejemplo, puede
tener consecuencias importantes.
Finalmente, todas estas actividades se
realizan en un medio físico cuya importancia
es necesario tener en cuenta.Como lo señalan
algunos arquitectos [Lipman y Tanter, 1979;
Harris y Lipman, 19801,las personas asignan
una connotación simbólica a los objetos materiales, y éstos actúan con frecuencia como
manifestaciones materiales de atribución simbólica (prestigio,autoridad). El mobiliario, el
mayor o menor espacio, las separaciones de
las oficinas y el mayor o menor grado de
intimidad con el que se puede trabajar en ellas
no sólo ofrecen apoyo material, sino que
actúan como símbolos y signos dentro de una
organización.
La cultura organizacional
Si consideramos las dependencias políticas
como organizaciones y examinamos el contenido real del trabajo de su personal,desembocamos en el concepto de cultura organizacional.’ Este proceder no debe sorprendernos
demasiado, sin embargo, ya que desde hace
tiempo se reconoce que las palabras, los
gestos,los sentimientosy los artefactos constituyen los elementos con los que se forman las
285
culturas, las cuales podrían definirse como la
“disposición de materiales simbólicos”.
Al estudiar las organizaciones se emplean
analogías biomórficas, antropomórficas y
sociomórficas [Allaire y Firsirotu, 19811. Se
las describe como teniendo sus metas y sus
objetivos de supervivencia,como atravesando
ciclos vitales o como padeciendo numerosos
problemas de crecimiento.Las organizaciones
tienen su propia personalidad, sus necesidades, su carácter propio, o bien se las
considera como microsociedades con sus procesos de socialización propios, sus normas
y su historia [Rice, 1963; Silverman, 1970;
Aldrich, 19791.E n otras palabras,las organizaciones tienen una cultura. “Mientras la
especificidad de los individuos se expresa en
su personalidad,la individualidad de las organizaciones puede expresarse en términos de
sus culturas diferentes” [Eldridge y Crombie,
1974, p. 881.Se ha de tener cuidado en no
confundir la cultura organizacional con el
ambiente cultural en el que funciona toda
organización. Existe una polémica permanente entre “universalistas” y “culturalistas”
en cuanto a la permeabilidad de las organizaciones respecto al medio cultural.La empresa
japonesa, la mentalidad burocrática francesa,
el modelo jerárquico británico, todos son
conceptos que constituyen el tema de debate.
Por lo general, tales estudios se interesan en
las razones (que supuestamente deben buscarse en el contexto cultural más amplio) por
las que existen distintas estructuras y procesos
organizativos diferentes. E n Canadá, esta
polémica ha tomado a menudo un cariz político,ya que algunos escritores han tratado de
establecer una relación entre la baja condición
socioeconómicay los menores ingresos de los
habitantes de Quebec con su particular actitud
cultural respecto a la vida económica. Se ha
sostenido que las organizaciones comerciales
del Canadá francés son “diferentes”, y que
incluso se encuentranfuera del modelo competitivo capitalista.Si tal fuera el caso,se podría
esperar encontrar diferentes modelos de
dependenciaspolíticas pero, para los fines del
presente artícuIo y como hipótesis general,
nosotros rechazamos este modelo culturalista.
286
'
Daniel Latouche
El interior de los recintos oficiales.El presidente de la Cámara de los Comunes de Canadá en su Oficina
del Parlamento, en Otawa (edificio comenzado en 1860; reconstruido tras un incendio en 1916). E n la
pared, el retrato del generai Wolf.Elliot EnvittiMagnum.
L a cultura organizacional del gobierno
287
Salón de estilo contemporáneo en el Palacio del Eliseo (París). Este salón, instalado a iniciativa del
presidente Pompidou, fue la primera innovación en cincuenta anos en la decoración interior del edificio,
que data de 1718.Keystone.
Nuestra definición de cultura organizativa, tomada de Eldridge y Crombie [1974]Y
de Allaire y Firsirotu [1981],sería la siguien-.
te: la cultura organizativa es una configuración de símbolos compartidos y significativos
que caracterizan la manera en la que los
grupos y los individuosde una organización se
combinan para hacer las cosas y obtener la
mejor gratificación posible para sí mismos.
Las organizaciones no se consideran en este
caso como sistemas integrados normativamente, semejantes al esquema de la burocracia
ideal propuesto por Weber. Esta tradición
estructural, bien ilustrada en algunas de las
obras de P. Blau [1964;19711,se preocupa
principalmente por la organización como entidad global, modelada según ciertas líneas
formales de coordinación y control. Nosotros
suponemos, por el contrario, que la mejor
manera de comprender las organizaciones es
considerarlascomo “órdenesnegociadospoliti-
camente”, en los que los actores negocian,
amenazan, forman coaliciones, en una palabra, utilizan todos los medios a su alcance
[Bacharach y Lawler, 19811. La política es,
pues,el juego organizativo,y la manipulación
de los símbolos de la cultura de la organización es una de las posibilidades de los jugadores. La definición de cultura organizativa
destaca claramente la dimensión,ideational de
la cultura, más que su dimensión sociocultural. E n el sentido anterior, la cultura está
integrada dentro del sistema social;no es un
ámbito en sí, sino un componente presupuesto
que sólo se manifiesta en la conducta y en los
productos de los actores sociales. Según el
enfoque estructural-funcionalista de Parson
[1960,p. 201, no puede haber una cultura
organizativa puesto que “el sistema de valores
de la organización debe implicar la aceptación
básica de los valores más generalizados del
sistema del cual depende [y] su rasgo más
288
importante es la legitimación evaluativa de su
propio puesto y función en ese sistema superior”. Según Meyer y Rowan [1977,p. 3461,
las organizaciones pueden convertirse, en el
mejor de los casos, en “una representación
dramática de los mitos racionalizados que
impregnan las sociedades modernas”. Las
organizaciones y su cultura están profundamente impregnadas de los valores de la sociedad que las rodea,y esa estrecha asociación es
necesaria para la legitimación de los objetivos
y actividades de la organización.Debe existir
armonía entre la organización y el deseo de
sus miembros de satisfacer sus necesidades
individuales.Nosotros,en cambio,preferimos
considerar la cultura no sólo como un conjunto de pautas concretas de conducta -costumbres, normas, hábitos-, sino también
como una serie de productos simbólicos,
teorías sobre el mundo y “mecanismos de
control” -planes, recetas, reglamentos,instrucciones (lo que los ingenieros de computadoras llaman programas)- que rigen la conducta. Cuando esta concepción ideacional se
aplica a las organizaciones,incluidas las organizaciones políticas, se puede obtener una
visión más dinámica. U n breve examen de las
publicaciones sobre la materia nos permitirá
discernir seis contribuciones distintas de la
cultura organizacionala la organización en su
conjunto y a sus miembros, a título individual. Primero,permite al individuo interpretar correctamente las exigencias y dar sentido
a las interacciones entre los diferentes individuos y la organización. Les indica lo que se
espera de ellos. Les presenta las reglas de
juego, sin las cuales no se puede obtener ni
poder,ni prestigio,ni recompensasmateriales
[Schneider,19751.
Segundo,y en el sentido inverso,permite
a la organización aprender. Unicamente a
través de su cultura puede la organización ser
más que la suma de sus miembros individuales. La cultura organizacional actúa como
memoria colectiva en la que se almacena el
capital de información. Esta memoria da
sentido a la experiencia del participante y
orienta los esfuerzos y estrategiasde la organización [Argyris y Schön,19781.
Daniel Latouche
Tercero, el compromiso del individuo
con la organización se produce y se racionaliza mediante la cultura organizacional. Las
organizaciones se van continuamente creando
a partir de la manera de percibir el mundo que
tienen sus miembros y de lo que sucede en la
organización [Brown,19781.
Cuarto,la cultura organizacional permite
que los micromotivos de los actores se funden
en macroconductas organizativas.Las organizaciones ofrecen un medio adecuado a través
del cual los participantes tratan de lograr sus
fines individuales. Pero estas funciones de
utilidad individual deben totalizarse,sus resultados comunicarse a todos los participantes y
ser aceptados por todos. La cultura organizacional permite realizar este cálculo de consentimiento,sin el cual no habría participación y
menos aún una inversión personal en la organización [March y Simon,19581.
E n quinto lugar,las culturas organizacionales tienen una influencia directa en el proceso de toma de decisiones y,por lo tanto,en
el rendimiento de la organización. E n última
instancia, ofrecen directrices, o al menos
interpretaciones de directrices,sobre lo que
es y debería ser el rendimiento real de la
organización.
Finalmente, aunque las organizaciones
pueden contener “sistemas culturales”que no
sean isomóríicos respecto a la cultura de la
sociedad ambiente, no pueden funcionar en
permamente oposición y aislamiento. Algunas
estructuras de la organización tienen como
función franquear esos límites y regular
el proceso de intercambio con el medio
ambiente.La cultura organizacionalno es del
todo ajena a dicho proceso,ya que ofrece una
idea del mundo exterior e indica la mejor
manera de reaccionar a sus exigencias y de
acomodarse a ellas. A veces, se asimila la
perspectiva de otra cultura organizativa,como
sucede con la de la empresa comercial japonesa en muchas organizaciones norteamericanas.
Al definir los componentes de la cultura
organizacional,hemos empleado deliberadamente el concepto global de “símbolos” para
subrayar el proceso de intercambio que tiene
La cultura organizacional del gobierno
lugar entre los participantes, la historia de la
organización,su dirección y el contexto sociocultural en el que actúa. Los símbolos no se
dan a priori, sino que se construyen, se
prueban, se modifican y, ocasionalmente se
rechazan.La búsqueda de símbolos nos puede
llevar en cuatro direcciones diferentes: al
campo ideacional (ideas, valores, ideologías,
mitos, códigos, mapas, orientaciones,creencias); al del comportamiento (procedimientos
gestos,ritos,rituales,costumbres,hábitos); al
narrativo (lemas, relatos, anécdotas, leyendas,parábolas,cantos,glosarios); y al aspecto
material de la organización (ambiente, arquitectura,diseño,banderas,insignias). Aunque
no vamos a examinar todos estos elementos
de la cultura organizacional, al insistir en
algunos de los más importantes esperamos
responder a las dos preguntas originalesrelativas a las dependencias políticas, o sea, ¿qué
hacen las personas que trabajan en ellas? y
¿por qué es tan alto el porcentaje de fracasos
en tales dependencias?
Como es de esperar, nuestra respuesta
será que contribuyen al permanente proceso
de creación de una cultura organizacional,y
que su cultura organizacional “estimula” ese
bajo rendimiento.
Estas respuestas son evidentemente
incompletas. ¿Cómo podría ser de otra
manera si estamos centrando la atención exclusivamente en el sistema culturalde la organización,sin hablar del sistema de realización,es
decir, de las estructuras,estrategias,políticas
y procesos que la organización utiliza para
alcanzar sus objetivos? La definición de estos
objetivos, la contratación y formación del
personal, las recompensas que se ofrecen,
los mecanismos de control, la autoridad, su
estructura y estilo y hasta las cualidades de la
administración,todo contribuye directamente
al desempeño de una organización,incluidas
las de índole política. También contribuyen a
ese desempeño los factores “ambientales”,
tales como los adelantos tecnológicos (las
encuestas inmediatas, la revolución de la
“información”), los cambios sociales (tendencia al statu quo, feminismo) y los trastornos
políticos. Finalmente,no hay que subestimar
289
la hipótesis de que las dependencias políticas
fracasan porque su personal actúa equivocada
e inoportunamente,y el medio ya no puede
tolerar que subsista tanta incompetencia sin
un mínimo de elegancia. Las sociedades de
carácter político llamadas “Sociedades Chryder” son bien conocidas.Siquiera sea porque
la turbulencia de ese ambiente constituye el
nuevo tema dominante entre los especialistas
en ciencia política,centraremosla atención en
el marco microcultural de una dependencia
política con su propia producción de mitos,
símbolos y rituales.
Los gobiernos son grandes organizaciones, las más grandes que se hayan jamás
concebido,tanto que es discutible si podemos
aún hablar de una sola organización para
describir el gobierno de los Estados Unidos.
Sena tarea de toda una vida analizar la
producción de símbolos de esa cultura organizacional.Para justificar el hecho de examinar
sólo una parte de ese monstruo gigantesco,
se podría señalar que no todas las áreas de
la organización son igualmente productivas
-algunas son un desierto simbólicw,y que
algunos sectores (como el militar) forman por
sí mismos una cultura e incluso una contracultura.
La dependencia más grande que ObSeNaramos fue el despacho del Primer Ministro del
gobierno de Quebec que, de todas las dependencias similares de las provincias de Canadá,
es la que cuenta con el mayor número de
funcionarios (más de setenta). Las oficinas
políticas de uno veinticinco miembros del
gabinete, cada uno de los cuales cuenta on
ocho o nueve asesores políticos, aportaron
también numerosas observaciones. El despacho del Primer Ministro de Quebec fue, durante los dos años que el autor pasó en él
(197&1980), un lugar particularmente rebosante de vida. Era la época en la que el
gobierno recién elegido del Partido de Quebec
estaba preparando su referéndum sobre la
independencia de esa provincia (referéndum
que más tarde perdió). Durante todo este
periodo, la política ocupaba un lugar importante en la vida cotidiana. Aunque, en general, existe gran ambigüedad cuando se trata
290
U
I
1
v)
-0L
r
FIG.1. El despacho del Primer Ministro en la estructura del gobierno de Quebec
Daniel Latouche
I
291
L a cultura organizacionaldel gobierno
de determinar lo que el gobierno hace y cuáles
son sus objetivos, en este caso no había
ambigüedad alguna;el objetivo principal era,
ante todo y sobre todo,ganar el referéndum y
lograr la independencia política de Quebec.
Entre los partidos políticos de América del
Norte, el Partido de Quebec es un caso único
por el número de sus miembros (200000
oficialmente afiliados), por su núcleo de militantes (30000), por su presupuesto y sus
métodos de financiamiento (4 millones de
dólares obtenidos por contribuciones individuales), por su juventud (se fundó en 1968),
por su éxito (pasó de obtener el 24% de los
votos en 1970 al 50% en 1981), por su ideología (socialdemócrata)y por su líder carismátic0 (René Lévesque). Sin duda,es la maquinaria política más avasalladora que haya existido en Canadá. El hecho de que perdiera el
referéndum de 1980 (60% contra 40%), con
lo cual el electorado suprimió claramente la
razón de ser del partido,y fuera reelegido en
abril de 1981,no sólo da fe de los errores de
sus adversarios, sino también de su propia
vitalidad [Latouche y otros,1976;McRoberts
y Posgate,1980;Murray,1976;Saywell,19771.
Estructuralmente, el despacho del Primer Ministro forma parte del Departamento
del Consejo Ejecutivo, que depende del primer ministro. El departamento cuenta, en
conjunto,con un presupuesto administrativo
de 70 millones de dólares, y 500 funcionarios, de los cuales cerca de 200 son “políticos”.Además del despacho del Primer Ministro, el departamento comprende los diferentes comités permanentes y especiales del gabinete, la Secretaria General, la Secretaría
de Asuntos Indígenas, la Oficina de Planeamiento y Desarrollo,la Oficina de Estadística,
etc. Como en todos los países que adoptaron
el sistema parlamentario británico, el Despacho del Primer Ministro mantiene relaciones
de trabajo con numerosas estructuras políticas
(figura i).
Para 1982-1983 el gobierno de Quebec
dispone de un presupuesto de 23 mil millones
de dólares y un total de 67549 funcionarios en
25 departamentos. La figura 2 presenta la
estructura del despacho del Primer Ministro.
La trama de una
cultura organizacional política
Los mitos constituyenpoderosos vínculos afectivos entre los valores (con frecuenciaglorificados) y la realidad actual de una organización,
confiriendo legitimidad y normatividad a los
modos de operación y conducta utilizados.
Los mitos sirven para justificar los valores que
sustentan los intereses políticos, conciliando
las contradiccionesque existen entre los valores declaradosy el comportamiento real [Pettigrew,19791;sirven asimismo para legitimar el
liderazgo y la distribuciónjerárquica del poder
dentro de la organización. Siempre hay un
mito que explica por qué las cosas no son
como debieran ser. Como lo señala Nelson
[1982,p. 71,“un mito es un vehículo importante para pasar de la teoría a la práctica”.E n
este sentido, un mito no es ni totalmente
verdadero o falso, ni totalmente engañoso o
revelador.El “poder mágico” de los mitos se
funda en que son imaginativos y no una
experiencia o un conocimiento imaginarios.
Pueden centrarse en aspiraciones primarias
y suscitar profundas reacciones. Contrariamente a la opinión común de que son falsos,
los mitos intentan darnos una visión del conjunto, captando lo esencial. E n general, los
mitos sacrifican detalles,pero procuran alcanzar la totalidad. Al proyectar la riqueza total
de la realidad, tratan de representar, pero
también imponen un cierto orden en la maraña de la realidad. Desde luego,no incluyen
todos los aspectos de la realidad,pero es claro
que tampoco necesitamos toda la realidad
para orientarnos. Si los mitos organizativos
fueran poesía, serían de una clase muy especial:la poesía y la música por la que viven los
hombres y las mujeres de la organización
[Lévi-Strauss,19781. E n este sentido, los
mitos son a la vez más y menos de lo que
necesitan ser.
Entre los mitos organizativos presentes
en el Despacho del Primer Ministro de Quebec, el principal es el que pretende que las
estructuras formales,la delimitación detallada
de la autoridad y la división oficial de responsabilidades son innecesarias. Este es un mito
292
Daniel Latouche
Director de
comunicaciones
Secretario de
prensa
Secretario
ejecutivo
Secretario para
asuntos parlamentarios
’
Primer Ministro
I
k
Asesor económico
Asistente
de operaciones
gubernamentales
I
Jele de despacho adjunto
Jefede despacho
Asistente,
a cargo de
Secretario
político
(por circunscripciones)
internacionales
Grupos étnicos
Grupos profesionales
U
i
i
i
i
Asuntos
culturales
especial
Coordinación
Montreal
Coordinación
Quebec
Coordinación
costa sur
Coordinación
costa norte
I
I
I
I
región oriental
i
Coordinación
central
región norte
FIG.2.El despacho del Primer Ministro en 1980
Asistente.a cargo
de los asuntos
la coordinación
I
La cultura organiracional del gobierno
muy común en las dependencias políticas
centrales. El equipo que rodeaba al presidente Franklin Roosevelt en la Casa Blanca se
cita con frecuencia como el mejor ejemplo de
una organización no estructurada.Roosevelt
no tenía un jefe de despacho,y solía distribuir
él mismo el trabajo a los funcionarios y
pedirles que le informaran directamente.
Todos podían dirigirse directamente a él y,
como la mayor parte de ellos no eran especialistas,se les asignaba tareas muy variadas. No
había reuniones del personal con el presidente
y, según S. Hess [1976, p. 321, los mejores
momentos para ver al presidente eran la hora
del desayuno, la del aperitivo, o entrando
directamente a su oficina por su secretaría
privada, sin ser anunciado. Las organizaciones que quieren dar a sus miembros y al
exterior una imagen de dinamismo,apertura,
humanidad y de un enfoque racional para
resolver los problemas ponen generalmente
de relieve su rechazo por las estructuras
formales.Pero como los títulos y las descripciones oficiales de los cargos también son
necesarios,aunque más no sea para los sueldos,los directorios telefónicos y las relaciones
con la prensa y otros organismos, terminan
por imponerse sobre lo que,según se afirma,
es una manera informal de hacer las cosas.E n
la mayoría de los casos los resultados administrativos son catastróficos. La confusión, los
conflictos y las indicaciones contradictorias
.son las consecuencias más frecuentes y aparentes,aunque no las únicas.
Contrariamente a la mayoría de las organizaciones que desempeñan funciones similares en otros sectores (comercio, ejército,
iglesia), la mayoría de los funcionariospolíticos pasan gran parte de su tiempo y de su
esfuerzo tratando de saber cuál es su sitio en
la estructura política. Como las definiciones
formales no sirven de gran cosa, recurren a
los signos del comportamiento de quienes
aparentemente ocupan cargos jerárquicamente superiores. Su posición no puede en
Última instancia determinarse con absoluta
certeza. El presidente o el primer ministro es
la principal fuente de indicaciones (no cabe’la
menor duda al respecto), de modo que las
293
manipulaciones para que “se les reconozcan
los méritos” se convierten en una obsesión
general. Como ese reconocimiento no se traduce generalmente en una definición formal
de la función y posición del funcionario,ese
afán por ser reconocido debe renovarse constantemente,y se aprovecha la menor ocasión
para darse a conocer mediante fotografías,
artículos en la prensa, lugar que se ocupa en
las reuniones, anotaciones en los memorandos, etc. E n ese juego de “reconocimiento”,
la imaginación de los funcionarios sólo es
igualada por la que despliega el jefe de
despacho al distribuir sus indicaciones.Si éste
se niega a prestarse al juego, no tarda en
comprobar que la maquinaria se detiene y que
será necesario establecer una estructura más
formai (lo cual fue lo que hizo finalmente el
presidente Carter).
La falta de estructuras, de procedimientos bien establecidos de contratacióny socialización y de un sistema de recompensas y
estímulos no hace sino poner de relieve la
importancia de una cultura organizativa que
contribuya a dar sentido a la vida de los
funcionarios. Pero, como ya se ha dicho, el
marco cultural es sólo una parte del sistema
organizativo;sirve para legitimar las estructuras,las estrategias,los procesos y las políticas
de la organización,aunque no puede reemplazarlos. Por lo demás, la cultura organizativa
sólo puede alimentarse de sí misma.La supervivencia se convierte en su único objetivo.
Esa búsqueda continua de indicaciones no
sólo aumenta la inseguridad, sino que pone
además a los funcionariosen una situación de
malestar respecto a su condición,ya que están
tironeados entre la importancia oficialmente
reconocida de su cargo (al menos en cuanto a
su posición jerárquica) y la conducta infantil
que se les impone.Es una situación en la que
nadie sale ganador y en la que la moral y el
l servilismo
rendimiento son los perdedores. E
puede tener sus compensaciones,pero no es
intelectualmentesatisfactorio.
Por otra parte, se presupone que el que
ocupa la cima del poder debe ser capaz de
cambiar las cosas,y ello constituye el segundo
mito al que nos queremos referir. Aunque la
’
294
mayoría de los funcionarios se dan cuenta de
que están muy alejados de los niveles en los
que se toman las decisiones, siguen creyendo
obstinadamente que,como una de las responsabilidades del primer ministro es procurar
que se hagan las cosas,esto sucederá necesariamente si se combinan adecuadamente las
decisiones correctas, los canales adecuados y
las personas idóneas. Desde luego, nada de
esto sucede.
Las variaciones sobre el tema del culto al
superior jerárquico sirven a los funcionarios
para justificar cualquier caso de no adecuación a las órdenes. El método más frecuente
es convencerse de que las “órdenes” se han
ejecutado y de que todo se desarrolla de
acuerdo con lo previsto. Hay varios modos de
lograr ese resultado reconfortante:pedir confirmación a quienes tienen un interés directo
en darla,planificar una actividad complementaria o una segunda fase,preparar una evaluación,en una palabra,hablar y escribir sobre el
asunto.Si de esa manera no se puede negar la
información, siempre se la puede poner en
tela de juicio,transferirla,descartarla completamente o integrarla,modificando el objetivo
inicial del plan. C o m o los contactos entre los
miembros de una oficina política y de la
estructura burocrática son, por lo general,
verbales, esto es relativamente sencillo de
lograr.
Es frecuente que se eche la culpa a los
burócratas, a los departamentos,a la oposición,a la prensa, a la inclemencia del tiempo
y hasta a la mala suerte. Tanto es así que
cuando una orden realmente se ejecuta,automáticamente se buscan y se encuentran víctimas propiciatorias.Pareciera que el mito “las
cosas se hacen” fuera siempre acompañado
del otro “nada se realiza”.Los especialistas en
mitos han observado esta característica inherente a los mitos de dualidad y contradicción,
que con frecuencia se presentan de dos en
dos. Lévi-Strauss[1963,p. 2291 ha subrayado
que la finalidad de los mitos es “incorporar
contradicciones desagradables”,lo cual suele
ser imposible cuando,como suele suceder,la
contradicción es real. A este respecto,
M.Edelman [1977,p. 81 dice: “Nos hallamos
Daniel Latouche
entonces en presencia de dos mitos políticos
opuestos para cada uno de los modelos cognoscitivos conflictivos que definen nuestras actitudes (. . .) La ambivalencia se refleja en
mitos concomitantes, cada uno de los cuales
es internamente coherente, aunque no son
compatibles el uno con el otro. Al mismo
tiempo, el hecho de que existan en la misma
cultura creencias opuestas permite que el
individuo concilie las contradicciones y viva
con su ambivalencia.”
Esta dualidad de los mitos refleja tanto
una incapacidad como una renuencia a comprender las verdaderas razones del problema,
y es lo que permite que la rutina continúe.D e
esa manera,el rendimiento de la organización
escapa a todo examen.
Las posibilidades de fracaso que puede
admitir una organización política son escasas.
El proverbio “ganar no es todo,sino lo único
que cuenta”, es perfectamente aplicable al
mundo de los profesionales de la política.
Apoderarse del veinte por ciento del mercado,que bastaría para garantizar el éxito de
cualquier empresa,sirve de poco a un partido
político que opera bajo la consigna “el ganador se lo lleva todo”. El éxito es la única
categoría mental aceptable,y todo funcionario que no se pliega a ella es mirado inmediatamente con recelo. Aunque la posibilidad de
un fracaso existe siempre,nunca se la considera abiertamente ni, menos aún,se la incorpora a los planes. E n definitiva,siempre se
cree que las cosas resultarán bien.
U n tercer mito de orden administrativo
que se encuentra en el despacho del Primer
Ministro de Quebec y que, en mi opinión,
existe en muchas otras dependencias similares,es el gran valor que se da a la coordinación y a “poner las cosas en orden”.
Aunque la mayoría de los funcionarios
políticos son incorregibles individualistas,
están convencidos de que el trabajo en equipo
es la clave del éxito de la organización. E n
una dependencia política existen conflictos de
personalidad, rivalidades políticas y batallas
jerárquicas, tal como en una organización
comercial, pero su existencia nunca se reconoce abiertamente, ni se sanciona o neutra-
La cultura organizacionai dei gobierno
liza. Una vez que se ha tomado y comunicado
una decisión,se espera que todos los funcionarios se comporten como eunucos políticos.
Las decisiones se revisten así de un aura casi
mágica. La finalidad de la organización consiste justamente en preparar esas decisiones.
El proceso se considera tan penoso que, tan
pronto se ha dictado el veredicto,se supone
automáticamente reestabìecidauna nueva unidad de propósito. La coordinación de actividades en torno a esa unidad de propósito es la
razón de ser de los funcionariospolíticos;para
ello se crean comités, se organizan reuniones
especiales y se escriben memorandos. El simple pensamiento de que la mano derecha no
sepa lo que hace la izquierda da escalofríos a
cualquier organización política. La falta de
coordinación se considera como el mayor
problema de un gobierno,el cual,al igual que
la sociedad toda, es como un rompecabezas
gigantesco cuyas piezas han de ordenarse.
Otras construccionesmíticas se refieren a
la visión del mundo exterior que tienen en
común los miembros de una dependencia
política. Toda cultura organizativa genera esa
imagen del entorno y, al mismo tiempo,
transfiere algunos de los componentessimbólicos que existen en la organización.Durante el
gobierno de Nixon, la Casa Blanca se sentía
cómoda con la imagen de una “mayoría silenciosa mantenida como rehén por radicales
antiestadounidenses”. Esta visión conspirativa del mundo se reflejaba,casi como en un
espejo, en la cultura y en las prácticas de la
organización.Casi lo mismo se puede decir de
Carter y de su visión “rousseauniana” de los
estadounidenses como “personas buenas, respetables y temerosas de Dios”.
Para un partido de masas, nacionalista y
socialdemócrata como es el Partido de Quebec,la imagen de la sociedad está necesanamente bien desarrollada, y se perfecciona
constantemente, pero al mismo tiempo es
muy compleja.E n Quebec, como en todos los
grupos minoritarios, los intelectuales, y las
demás personas que se autoasignan la capacidad de transmitir una imagen, son muy elocuentes y convincentes al describir la compleja intimidad del alma nacional.
295
E n lo que se refiere a Quebec y a sus
habitantes, su descripción comporta por lo
general una combinación de los elementos
siguientes:
Una visión de Quebec como una “aldea”,es
decir, como una sociedad muy unida,en
donde todos se conocen y en la que el
sentimiento de pertenecer a un grupo es
la más acentuada de todas sus características.
Una definición negativa del habitante de Quebec como egocéntrico, indisciplinado,
emocional y envidioso del éxito de los
demás.
Al mismo tiempo y con las características
esquizofrénicas típicas de los grupos minoritarios,una visión mesiánica de la nación y de las maravillas que podría lograr
si. . .
La conocida repugnancia del habitante de
Quebec a todo cambio radical y su preferencia por una transformación paulatina,
de modo que las cosas evolucionen y que
nadie se vea obligado a jugarlo todo con
una sola carta.
U n culto generalizado a la cronología y a la
duración de los acontecimientos; haber
sido la primera sociedad europea de
América del Norte, haber “sobrevivido”
durante tantos años,haber venido desde
tan lejos,son todos elementos muy conocidos de esta visión. No sin razón, el
lema oficial de la provincia es “yo recuerdo”.
U n pueblo que se mantiene cerca de la
naturaleza,de las limitaciones impuestas
por el ciclo vital de la naturaleza, cuya
vida colectiva está en continua armonía
con los cambios que tienen lugar en su
entorno. ¡Tras el largo y crudo invierno
siempre llega la primavera!
Cuando estos elementos se trasladan del
campo ideológico al de la cultura organizativa, ellos entran a desempeñar un papel
importante en la manera de hacer las cosas.
Casi se podna hablar de rituales, no en el
sentido estricto de una “actividad social estilizada y repetitiva” [Lane, 1981,p. 161, sino
como acciones simbólicas,algo formalizadasy
~
296
Daniel Latouche
repetidas,que sirven para confirmaruna deter- taing,el ritmo de producción de memorandos
minada visión del mundo, aunque no cuenten aumentó considerablemente hacia el final
con ninguna forma de sanción. Comparados cuando, pasada una etapa de calma hacia la
con los rituales oficiales tradicionales (confe- mitad dei periodo, se volvió a acentuar la
rencias de prensa, sesiones de preguntas y inseguridad.
respuestas,visitas oficiales,reuniones de gabiE n el desempeño de actividades polítinete) y aun con los rituales de las conven- cas generalmente se da por descontado el
ciones de los partidos (discursos de apertura y ambiente físico y el centro de interés es la
clausura,voto secreto, elecciones, resoIucio- acción. E n otras actividades, por ejemplo el
nes,expulsiones), los rituales de las dependen- teatro y la religión,el ambiente es parte de la
cias políticas no son tan formales. Sin acción. Aunque en política no se da igual
embargo, sirven también para crear un aura importancia a los entornos,estos contribuyen,
de autenticidad, condensando la realidad de sin embargo, directamente al drama político.
manera convincente [Aronoff,19761.
Muchos son planeados abiertamente por los
Desde luego,cumplir los rituales es como actores, otros están cargados de un sentido
desempeñar un papel. Los rituales ofrecen un simbólico que va más allá de los actores y dei
marco regulador en una situación que se público; ofrecen un apoyo material y simbópercibe como transitoria;reafirman la perte- lico a la acción política y, en ese sentido,
nencia al grupo y permiten a la organización formanparte,casi en el sentido antropológico
salir de situaciones “delicadas” sin necesidad del término,de la cultura de la organización.
El entorno político comprende una gran
de formular reglas [Bocock,1974;Bird,19801.
La cultura de una organización, sin variedad de elementos,desde los físicos (edifiembargo,no vive sólo de mitos y rituales,sino cios,espacio,objetos), hasta losmás psicológique también incluye objetos cuya importancia cos (música,luz,atmósfera); todos tienen,sin
simbólica no debe subestimarse. Los memo- embargo,una característica común: su carácrandos,las notas y otros documentos no sólo ter artificial.Como tales,pueden manipularse
sirven para mejorar la condición de su autor para elevar el estatus o para orientar la
en la escala de poder; tomados en su conjunto conducta [Goodsell, 1977; Edelman, 19641.
indican que,si bien existen problemas suficien- E n una palabra,dichos elementos constituyen
temente graves y numerosos para justificar el el escenario.
Y por último está la información. Una
cargo del autor,se los está atendiendo. Como
dice Chester Bernard, “la mayor parte de las construcción ideológica fundamental de la
leyes,órdenes ejecutivas,decisiones,etc. son, civilización occidental es el concepto de
en realidad,un anuncio formal de que todo opción inteligente.Trasladado al mundo de la
está en orden, de que existe un acuerdo” organización, dicho concepto se transforma
[1938,p. 2261.Los memorandos y las notifica- en fe en la racionalidad, especialmente
ciones internas rara vez presentan un con- cuando se toman decisiones. El acopio de
junto de opciones políticas; son demasiado información constituye una garantía ritualista
breves para ello,ya que sólo pueden tener un de que en efecto se toman decisiones (¿para
par de páginas. Pero su estilo rápido y eficaz, qué acopiar información, si no?) y de que
por efímero que sea,basta para convencer a dichas decisiones se están tomando de manera
todo el mundo de que la maquinaria está correcta y racional, o sea, con conocimiento
funcionando.Este proceso de autorreproduc- de las alternativas,y con una valoración de las
ción se ve permanentemente asegurado por- consecuencias (costos y beneficios). Como lo
que la inseguridad y la contingencia son, dicen Feldman y March [1979, p. 1771: “La
dentro de una organización, fuentes impor- información no es sólo una de las bases para la
tantes de poder [Crozier, 1964; Hambrick, acción.Es un símbolo de la competencia y de
19811. Como señala Cohen [1981] en relación la reafirmación de poder social. Dominar la
con el periodo presidencial de Giscard D’Es- información y sus fuentes aumenta la aptitud
La creatividad en la formación de los mitos políticos.El emperador Carlomagno (742-814), representado
por Alberto Durero en 1540 con su indumentaria de coronación:la corona imperial(que data de alrededor
de 962;la cruz y la protección de la corona se agregaron posteriormente), la espada,el orbe y la ropa,todo
fielmente reproducidopor el pintor tras un estudio detallado de las piezas que se encontraban expuestas en
Nuremberg desde 1424.El rostro correspondería a un historiador de la corte,Johannes Stabius.La pintura
fue encargada par la ciudad libre de Nuremberg antes de la visita del emperador Maximiliano II en 1512.
Giraudon.
298
observable e inspira confianza. El convencimiento de que con mayor información se
pueden tomar mejores decisiones lleva a creer
que la información es, en sí misma, algo
deseable, y que una persona u organización
que cuenta con más información es mejor que
una persona u organización que cuenta con
menos.”
E n un ambiente que evita las estructuras
y las reglamentaciones formales y en el que el
objeto, el “algo identificable”,para emplear
las palabras de ParsÓn,es tan intangible como
el poder, los aspectos ritualistas de la obtención,análisis e intercambio de la información
son fundamentales.Averiguar lo que piensa el
público, los partidarios, los adversarios o el
primer ministro se convierte en una obsesión,
quizá la única compartida por todos los miembros de una dependencia política. Al reafirmar continuamente esta convicción,los miembros reafirman la visión que comparten de la
racionalidad y de la realidad; establecen un
terreno común en el cual pueden comunicarse
[Berger y Luckman, 19661.
Una función importante de la información es ayudar a los funcionariosa determinar
en qué posición exacta se encuentra cada uno
respecto al otro. Cuanto mayor acceso tenga
una persona a la información, cuanto más
confiable sea y cuanto mayor control de la
información tenga esa persona hasta el final
del proceso de toma de decisiones,tanto más
poderosa será. Aunque se supone que la
mayor parte de esa información es confidencial, los funcionarios -especialmente aquéllos cuyos límites de poder no son clarosse entregan a repetidas ceremonias de “seducción con la información”,cuya finalidad es
hacer ver a los demás cuánto saben, sin
revelarlo todo,sin embargo,para no mermar
el valor de la información que se posee. Así,
el manejo de la información se incorpora a
diferentes conductas ritualistas insignificantes que confundirían al mismo Lévi-Strauss:
pasearse con una hoja impresa de computadora en mano, dejar inesperadamente un
memorándum sobre un escritorio,fingir consultas con colegas, citar un porcentaje muy
preciso en una conversación, etc. La bús-
Daniel Latouche
queda constante de información sirve además
para convencer a todos los participantes de
que su decisión no solamente será racional,
sino también la mejor,dada la información de
que se dispone. Este es un precioso mecanismo de defensa que se podrá utilizar cuando
se proceda a la evaluación. Todos los que
toman parte en una decisión se asegurarán de
dejar pruebas suficientes de la información de
que disponían.
Esta tendencia a utilizar la información
como símbolo y signo contribuye a reducir la
eficacia de las oficinas políticas como organismos de decisión.La utilización simbólicade la
información lleva naturalmente al acopio exagerado de la misma, lo cual,a su vez,produce
una continua disminución de la calidad y una
creciente sobrecarga de trabajo. La carrera
competitiva por lograr un buen “estatus de
información” no favorece la buena calidad de
la misma. Las habladurías, las mentiras, las
distorsiones y los cuentos imaginarios son
otras tantas secuelas de esa tendencia exagerada. Sólo sirven para crear la necesidad y la
oportunidad de que haya más información
deformada.Los responsablespolíticos no desconocen tal situación. Constantemente están
inventando nuevos mecanismos para terminar
con esa “competencia entre mentirosos rivales” [Feldman y March, 1981,p. 1771. Tales
mecanismos no siempre llevan a la racionalidad que pretenden buscar y la lista de contrarrituales revela una imaginación no menos
fértil.Así se procede a pedir la misma información a diferentes fuentes,a pasar por alto toda
información,a invocar la ayuda de los espíritus (como lo hacía con frecuencia M.King,
antiguo primer ministro de Canadá), a consultar al peluquero, a preguntar a la esposa, a
rezar, a leer libros y editoriales, a escuchar
conversacioneso a ir a la tienda de la esquina.
E n el afán por obtener información, las
encuestas de opinión pública ocupan un lugar
importante,ya que simbolizan todo lo que es
bueno y malo, conocido y desconocido sobre
la opinión pública. E n primer lugar, las
encuestas literalmente crean la opinión
pública, pues en los cuestionarios se incluyen
fórmulas determinadas (“sin respuesta”,“sin
La cultura orRanizaciona1 del aobierno
299
~
opinión”, “no sabe”), a fin de acomodar a
quienes están poco inclinados a responder. La
opinión pública debe existir,ya que instrumentos tales como las encuestas y los sondeos
registran efectivamente algo. E n segundo
lugar, las encuestas ofrecen una interpretación “científica” de esa opinión,lo cual da al
que hace la encuesta un aura equivalente,
aunque,en ese sentido,no le interese ser del
todo transparente pues en tal caso desaparecería el aspecto mágico. E n tercer lugar, el
grado de precisión de las encuestas que se
hacen sobre cuestiones sin importancia,como
el sexo,la edad o la religión de los encuestados, transmite a los asuntos más importantes
un cierto grado de falsa confianza.Al final de
cuentas,nada crea mayor inseguridad que un
instrumento altamente confiable que se ve
rebatido por otro igualmente confiable.Nadie
se va a preocupar demasiado si hay dos
opiniones contradictorias,pero los efectos de
encuestas divergentes pueden ser devastadores para la racionalidad del proceso de toma
de decisiones. Finalmente,las encuestas y la
información que éstas procuran tienen un
papel de “vigilancia”.Aunque no sea completamente válida y confiable,una encuesta que
se hace en las mismas condiciones todos los
días de una campaña electoral, como en el
caso de las últimas elecciones presidenciales
de los Estados Unidos,da la impresión de que
la campaña va bien, puesto que su recorrido
se puede seguir con gran exactitud. E n la
mayoría de los casos tal información no sólo
es inútil,sino tan peligrosa que,por lo general, se mantiene en secreto.El hecho de que
en cada campaña se invierta más dinero y
energía en registrar cada paso de la derrota o
de la victoria que se aproximan es un testimonio más del valor altamente simbólico y de
la función de servicio público que cumplen
dichas encuestas en las oficinas políticas.
Y a que toda información forma potencialmente parte de un juego de encubrimiento de
un posible error o de promoción de una
carrera, quienes toman decisiones tienden a
desconfiar de toda información, especialmente si perturba los elementos dominantes
de la cultura organizativa y su imagen del
mundo exterior. Tales opiniones “radicales”
son por lo general el resultado de rivalidades
internas, y quienes las sustentan, sinceramente o por razones tácticas,pronto se dan
cuenta de que para alcanzar el éxito han de
tener una mezcla adecuada de radicalismo,
arrogancia,clichés y aprobación.La situación
no tarda en convertirse en un círculo vicioso,
a medida que quienes toman las decisiones
aprenden a desconfiar de las personas demasiado inteligentes que sostienen opiniones
muy interesantes, y las personas inteligentes
aprenden a no serlo en demasía [March,19791.
Puesto que las oficinas políticas producen
demasiada información y utilizan poca, siempre existe una gran cantidad de información
“que flota en el aire” dentro de la organización, cantidad que aumenta constantemente
por la sencilla razón de que nos se utiliza.Los
funcionarios suponen entonces que no se
reunió la información “correcta”. Esa situación sin salida, al estilo del film Cutch 22,
sería en sí misma completamente inofensiva,
pero la información no utilizada puede convertirse en un desecho muy tóxico y, además,
imposible de eliminar. E n caso de fracaso
siempre hay alguna información no utilizada o
mal utilizada que puede explicarlo todo. La
confirmación retrospectiva de esta información no hace más que acentuar las rivalidades
internas. Pero como también puede encontrarse la contrainformación de la contrainformación retrospectiva,la batalla suele terminar
en empate. Esto explica en parte por qué muy
raras veces se despide a los funcionariosde las
oficinaspolíticas por incapacidad,ya que ésta
es casi imposible de probar.
Esta exploración superficial del mundo cultural de una dependencia política buscaba responder a dos preguntas: ¿qué sucede en las
oficinas políticas? y ¿por qué es su rendimiento tan pobre? Los elementos de la cultura organizativa de estas oficinas,esbozados
brevemente en este artículo, apuntan todos
claramente hacia una pesadilla administrativa.
Es posible que en último término tales oficinas no tengan razón de ser. Si es así,pueden
permitirse fracasar. Desde el análisis de
Daniel Latouche
300
Weber ha prevalecido la idea de que las
organizaciones son resultado de una realidad
cada vez más complejaque necesita “coordinación” y “organización”.Pero, ¿se aplica esa
consideración a todas las organizaciones? ¿No
podría suceder,como apuntaron por primera
vez Meyer y Rowan [1977],que los elementos
I
con los que se construyen las organizaciones
se encuentren diseminados en el paisaje
social? E n tal caso,sólo haria falta un mínimo
de energía y de decisión para convertirlos en
estructuras que no tardarán en generar sus
propias culturas.
Traducido del inglés
Nota
1. Yvan Aiiaire, del Departamento de Administración de la Universidad de Quebec (Montreal), fue quien
propuso por primera vez el concepto de cultura organizacional que desarrollamos aquí, y a quien
expresamos nuestro reconocimiento por su contribución.
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julio.
La ingeniería
política en Africa
Ali Mazrui
Estados y partidos
sociales y de las relaciones entre civiles y
militares.
El primer factor que es necesario tomar
A los efectos del presente trabajo aceptamos en cuenta es que los partidos políticos en
la definición de "estado" como una estructura Africa son un fenómeno más reciente que el
de poder y de autoridad que afirma su jurisdic- estado. Aun en aquellas regiones de Africa
ción soberana sobre un territorio dado y que donde el estado no existía antes de la colonizaaspira a monopolizar el uso legítimo de la ción europea,puede afirmarse que su formafuerza física dentro de los límites de dicho ción se inició tan pronto como el orden
territorio.
colonial estableció sus estructuras de control.
El Africa precoloTodo el periodo colonial
nial comprendíaestadosy
fue, por lo tanto, una
Ali Mazrui es profesor e investigador
sociedades sin estructuexperiencia de constituen la Universidad de Jos (Nigeria) y
ra estatal. Entre los estación
estatal,una fase en
catedrático de ciencias políticas y estudos se contaban imperios
el desarrollo del estado
dios africanos en la Universidad de
Michigan, en A n n Arbor. Entre sus
con alto grado de orgaafricano moderno.
numerosas publicaciones se cuentan
nización como la antigua
Antes de la indepenOn heroes and Uhuru-worship (1967),
Ghana, Mali y Songhai,
dencia
el estado colonial
Violence and thought (1969), Cultural
así como ciudades-estaformaba parte de un sisengineering and nation-building in
dos como las sociedades
East Africa (1972) y Political values
tema de poder más amand the educated class in Africa (1978).
preimperiales de Zanzíplio, de un imperio más
bar. Las sociedades sin
extenso. La independenestructura estatal iban
cia constituyó un rite de
desde los Nur en el Supassage, una iniciación a
dán a los Tiv en Afrila existencia del estado
ca occidental.
como entidad autónoma.
Sin embargo, lo que en este trabajo nos
Muy pronto se hizo evidente, sin eminteresa es el estado postcolonial, que repre- bargo,que el estado africano postcolonial era
senta el más importante legado político de frágilpor naturaleza,tanto en su constitución
Europa a los nuevos gobernantes de Africa. interna como en su relación con el mundo
Nos interesa saber cómo se ha comportado exterior. E n este último aspecto, un puñado
esta institución al ser confrontada a las ten- de mercenarios europeos ha podido a veces
siones de la independencia y cómo se rela- ocasionar estragos en el orden político de un
ciona con otros aspectos del panorama postco- estado africano. Y en el plano interior, en
lonial,especialmente con el sistema de parti- ocasiones le ha faltado al estado africano un
dos en el contexto de la formación de clases consenso nacional que lo respaldara.La legiti-
304
midad del estado no está todavía asegurada.
Si el estado es frágil en Africa,el partido
político lo es aún más. El hecho de que los
partidos sean un fenómeno aún más reciente
que el estado agrava esta crisis de fluidez
institucional general. Sin embargo, algunos
líderes africanos han considerado a veces a sus
partidos políticos como instrumentos para la
construcción del estado y han buscado la
fuerza del partido para compensar la debilidad estatal.
Es parcialmente en este contexto que
debemos situar la atracción que el principio
del partido único ha ejercido sobre algunos
arquitectos tan destacados de la formación
estatal africana, como Nkwame Nkrumah y
Julius K.Nyerere.
N o obstante, es necesario distinguir el
caso de Ghana, con Nkwame Nkrumah, del
de la República Unida de Tanzania,con Julius
Nyerere. E n la Ghana de Nkrumah, la justificación del estado monopartidista provenía
del argumento de que el país habría quedado
peligrosamente dividido sin él. El sentimiento
étnico y las tendencias separatistas arrojaban
una sombra sobre la legitimidad del estado
como un todo. Los partidos de oposición,se
argumentaba,se convertirían en instrumentos
erosivos de la legitimidad del estado y en un
peligro para la cohesión nacional. Los diversos atentados fallidos contra la vida del presidente Nkrumah, fueran auténticos o meras
manipulaciones de estado,aportaban justificaciones adicionales al principio del partido
Único y de la detención preventiva. E n una
palabra,el estado monopartidista en la Ghana
de Nkwame Nkrumah se justificaba por la
necesidad, insoslayable para el estado, de
crear un consenso nacional frente a la profunda división.
Por el contrario,el estado monopartidista
de la antigua Tanganica de Julius Nyerere
encontraba parcialmente su justificación en un
consenso nacional preexistente.E n las últimas
elecciones antes de la independencia,la población votó por abrumadora mayoría en favor
de la Unión Nacional Africana de Tanganica
(TANU). La oposición pareció estar compuesta por una única y solitaria figura en el
Ali Mazrui
Parlamento. Ante un consenso nacional tan
multitudinario, es comprensible que Nyerere
alegase que era una burla insistir en una
fórmula multipartidista.El partido dominante
no tenía una oposición real. ¿Debía, pues,
adecuarse el sistema electoral y hallar los
medios de ofrecer al electorado una alternativa dentro del partido único, antes que
negarle una opción real al insistir en el
principio multipartidista cuando el consenso
electoral que respaldaba al partido único era
arrollador?
A diferencia del Partido de Convención
Popular (CCP)de Nkrumah, en Ghana,Nyerere no se encaminó directamente hacia el
monopolio del poder sin un cuidadoso estudio
previo. Se encargó a una comisión que investigara la mejor forma de garantizar el principio
democrático de elección dentro del marco
de un sistema unipartidista. La comisión
reafirmó el principio de partido único, pero
supeditándolo a que cada cinco años se convocase una competición electoral entre miembros de ese mismo partido, de suerte que el
pueblo pudiera elegir entre distintos candidatos en las elecciones. Para aplicar esta
innovación se modificó la constitución de
Tanganica.
Tanganica se unió con Zanzibar para
formar la República Unida de Tanzania en
1964. El Partido Afro-shirazi continuó dirigiendo Zanzibar como si fuera virtualmente
una entidad separada,mientras que la TANU
imperaba en Tanganica. Recién en 1977 los
dos partidos se fusionaron para crear el
Chama Cha Mapinduzi (partido de la revolución,en swahili). Entre 1964 y 1977 Tanzania
no fue, técnicamente, un estado monopartidista sino un país con dos sistemas de partido
Único paralelos. Zanzibar se hallaba bajo el
Partido Afro-shirazi; Tanzania continental,
bajo la Unión Nacional Africana de Tanganica. Ambos eran sistemas unipartidarios,
pero eran dos sistemas de un solo partido
dentro del mismo estado.
Mientras que el sistema de partido único
en Tanganica se justificaba en 1965 por el
consenso nacional ya existente en el país que
el propio sistema de partido reflejaba, la
L a ingeniería política en Africa
305
las que habían inspirado a Julius Nyerere en
los primeros anos de la década de 1960 (el país
contaba con un consenso nacional tan fuerte
que un partido de oposición no podría prosperar). E n realidad,Uganda se hallaba aún más
profundamente dividida que la Ghana de los
tiempos de Nkrumah. Las fisuras étnicas eran
más profundas en Uganda que en Ghana,y la
tendencia a la violencia interétnica era más
acentuada.Milton Obote estimó, con razón,
que el país precisaba una delicada ingeniería
política y electoral para poder crear un orden
político viable.La idea del estado monopartidista era uno de los elementos posibles de
esta estrategia. Mucho más interesante, sin
embargo, fue la idea de Obote de hacer que
cada miembro del Parlamento se presentara
en cuatro distritos electorales distintos:-enel
norte del país, en el sur, en el este y en el
l plan preveía así que cada miembro
oeste. E
del parlamento se comprometiera con cuatro
áreas étnicas del país distintas.Esta responsabilidad multiétnica en la vida parlamentaria
obligaría a los candidatos a tomar posiciones y
a elaborar plataformas tendientesa conciliar a
los distintos grupos en vez de dividirlos.Entre
las elecciones, que se convocarían cada cinco
años, cada miembro del Parlamento tendría
también que atender a cuatro distritos electorales muy diferentes y, en consecuencia, hallar soluciones a escala nacional en lugar de
defender intereses parciales y sectoriales.
Mientras Julius Nyerere con su sistema
Silla del jefe principal.Región de Lunda (Angola). de partido único proponía la existencia de dos
Museo de Dundo. Doc.Musée de l’homme.
O tres candidatos por cada distrito electoral,
Milton Obote preveía varios distritos electorales para cada parlamentario electo,y,en las
fusión del Partido Afro-shirazicon la TANU elecciones mismas,una competencia entre los
en 1977 respondía parcialmente al argumento candidatos de cada uno de esos distritos
de que las dos partes de la República Unida electorales múltiples.
de Tanzania necesitaban un consenso nacioLas propuestas relativas a los distritos
nal,y que una estructura de partido unificado electorales múltiples en Uganda se conocieron
podría ser uno de los caminos para lograrlo.
concretamente como “Documento n.O Y’,o
E n la Uganda de Milton Obote se consi- sea, el quinto manifiesto de reforma ideolóderó el principio del estado monopartidista en gica introducido por Milton Obote durante su
el transcurso del año crítico de 1970. Tam- “avance a la izquierda”a partir de 1969. Pero
bién en este caso las razones se acercaban más antes de que estas ideas innovadoraspudieran
a las que inspiraran a Nkrumah (el país llevarse a la práctica intervino Idi Amin
necesitaba crear un consenso nacional) que a Dada, y el primer gobierno de Milton Obote
306
fue derrocado el 25 de enero de 1971. El
intento de superar las diferencias étnicas
mediante la reforma política quedó interrumpido. Los años de Amin Dada darían como
fruto una profundización de las animosidades
étnicas en el país,pese al repudio general que
su régimen inspiraba.
Dirigentes políticos como Nkrumah y
Obote habían visto en las diferencias étnicas
una de las principales justificaciones del sistema monopartidista. Pero si la presencia de
diferencias étnicas es razón para fundar estados con partido único, iqué decir de la
ausencia de diferencias de clases en Africa?
¿Existe la lucha de clases en Africa? ¿Qué
relación existe entre este problema y las
ventajas o viabilidad del estado monopartidista? Este tipo de interrogantes reclama
nuestra atención.
La lucha de clases
y el partido único
E n los países socialistas, el partido marxista
dirigente es en realidad considerado como el
arma decisiva en la lucha de clases.El partido
tiene por misión ayudar a materializar y
consolidar la dictadura del proletariado,llamada a su vez a preparar el camino para una
sociedad sin clases. Los partidos comunistas
de los países socialistas, lejos de dar por
supuesto que en sus sociedades no existen
clases, son generalmente muy conscientes de
los privilegios de clase que pueden suscitarse,
y se consideran ideológicamente como partidos de la clase obrera.
Julius Nyerere, en cambio, argumentaba
en la década de 1960 que Africa necesitaba
un sistema monopartidista porque no existían
auténticas divisiones de clases.Nyerere había
observado los fundamentos clasistas de los
partidos políticos occidentales y había llegado
a la conclusión de que estos cimientosde clase
no tenían equivalente real en Africa.Nyerere
sostenía: “Los partidos políticos europeos y
americanos surgieron como consecuencia de
las divisiones sociales y económicas existentes; el segundo partido se constituía para
Ali Mazrui
desafiar el monopolio del poder político detentado por algún grupo aristocrático o capitalista.”’ Lo que aquí se afirma es que el
partido conservador y el laborista en el Reino
Unido, el republicano y el demócrata en los
Estados Unidos, y la multiplicidad de facciones políticas que existen en países como la
República Federal de Alemania y Francia,
eran reflejo todos ellos de los antagonismosde
clase presentes en el mundo occidental.
Pero Julius Nyerere iba aún más lejos.
Así como el liberalismo multipartidista en el
mundo occidental nació de las distinciones de
clase, lo mismo sucedió con el propio socialismo europeo.Nyerere se refería a la revolución agraria y,posteriormente,a la revolución
industrial por las que hubo de pasar Europa.
Luego proseguía afirmando: “La primera
[revolución] creó en la sociedad dos clases
Únicas,los ‘hacendados’y los ‘desposeídos’;
la
segunda produjo el capitalista moderno y el
proletariado industrial. Estas dos revoluciones echaron la simiente del conflicto en la
sociedad,y de ese conflicto no sólo nació el
socialismo europeo, sino que sus apóstoles
santificaron el conflicto mismo y lo convirtieron en filosofía.”’
E n Africa,sin embargo, al no existir una
polarización de clases similar, las organizaciones políticas debían revestir formas diferentes.
¿Qué pruebas presentaba Nyerere para
afirmar que el Africa tradicional estaba
exenta de conflictos de clases? Nyerere se
valía en parte de testimonios lingüísticos. La
palabra “clase”, según él, no existe en
ninguna lengua indígena. Nyerere tenía esta
prueba lingüística por importante, ya que
“la lengua describe las ideas de los que la
hablan, y la idea de ‘clase’o de ‘casta’no
aparecía por ninguna parte en la sociedad
africana”.3
Nyerere también creía que el colectivismo tradicional africano era una forma de
socialismo, y que consecuentemente contribuía a moderar,si no realmente a impedir,el
estallido de conflictos de clases. Como él
decía: “Nosotros,en Africa,no tenemos más
necesidad de que nos ‘conviertan’al socia-
L a ingeniería política en Africa
307
Trabajadores desbrozando el terreno donde será emplazada una nueva aldea ujarnaa, en la región de
Tabora (República Unida de Tanzania). Camara Press.
lismo de la que tenemos de que nos ‘incul- una publicación de Africa oriental,Mboya le
quen’ la democracia. Ambas formas están acusaba de “confundir la palabra socialismo
enraizadas en nuestro pasado, en la vida con su realidad, con su práctica”. Mboya
tradicional que nos ha hecho como S O ~ O S . ” ~ afirmaba: “NOquiero decir que tengamos que
Pero si la ausencia de la palabra “clase” ahondar e inquirir en el pasado en busca del
en las lenguas locales africanas podía ser socialismo. Es una tradición permanente en
prueba de que las clases no habían existido nuestro pueblo. ¿Cree el autor de la carta que
tradicionalmente, la ausencia de la palabra había que dar nombre al socialismo antes de
“socialismo”en la mayor parte de las lenguas que pudiera existir? Se trata de una actitud
referidas podría asimismo implicar que el hacia el prójimo que se practica en nuestras
fenómeno en sí no había existido tampoco. sociedades y no tenía por qué ser codificada
Nyerere acaso no desarrollara plenamente en una teoría científica para poder existir.”’
entonces las consecuencias contradictorias de
Al estimar la validez de la prueba lingüísla prueba lingüística en relación con sus propo- tica, Mboya fue más convincente que Nyesiciones gemelas, la de que el socialismo es rere.La falta de apelativo de un fenómeno no
innato en Africa y la de que la lucha de clases demuestra necesariamente la ausencia del
no lo es.Pero otros líderes africanos,como el fenómeno mismo.
difunto Tom Mboya, de Kenya, insistieron
La contribución de Julius Nyerere, sin
muy pronto en el hecho de que el “socia- embargo,fue la de redefinir la palabra swahili
lismo” había existido en el Africa tradicional, ujarnaa, asignándole el significado por lo mepese a que no hubiere un nombre para desig- nos de una escuela de socialismo.E n Africa
narlo. En respuesta a la carta de un crítico en oriental actualmente se suele usar esta pala-
308
bra, en efecto,como el equivalente swahili de
“socialismo”.Una de las ironías de la historia
ideológica de Africa oriental es que el significado original de ujamaa fuese el de solidaridad étnica o de familia, más que el de
camaradena socialista.Pero para la inventiva
lingüística e ideológica de Julius Nyerere, la
palabra ujamaa igual podna haber sido un
sinónimo de “tribalismo” en Africa, en vez
del nombre de nada menos que una escuela
especial de pensamiento socialista.
Aparte del hecho de que el Africa tradicional haya sido socialista o una sociedad sin
clases, ¿qué podemos decir sobre el Africa
postcolonial contemporánea desde el punto
de vista de las clases y de la ideología?
EI soc[alismo:un clima
favorable, un terreno árido
D e una manera general podríamos decir que
el clima intelectual para el socialismo en
Africa es bastante favorable, pero que el
terreno, tanto material como sociológico, no
es suficientemente fértil para que el socialismo arraigue.Examinemos más a fondo esta
proposición binaria y pongámosla luego en
relación con los sistemas de partidos.
El clima intelectualpara el socialismo en
Africa es favorable debido, en parte, a las
continuidades y discontinuidades históricas
básicas. E n primer lugar, muchos africanos
han llegado a asociar conceptualmente el
capitalismo con’el imperialismo. E n realidad,
no es imposible que se den conjuntamente el
socialismo y el imperialismo, y los chinos
pueden suministrar el vocabulario necesario
para describir este estado de cosas. También
es posible encontrar un país capitalista, sin
que por ello sea imperialista. Suiza y Suecia
podrían considerarse buenos ejemplos de capitalismo no imperialista.
Pero es cierto que en la experiencia
histórica de Africa, el capitalismo moderno
llegó de la mano del imperialismo.El enemigo
del imperialismo es el nacionalismo; el enemigo del capitalismo es el socialismo. Si
existe, en efecto, una alianza entre capita-
Ali Mazrui
lismo e imperialismo, ¿por qué no podría
existir una alianza entre el nacionalismo africano y el socialismo? Este modelo de convergencia intelectuale ideológica ha sido hallado
atractivo en muchas partes de Africa.
Una segunda consideración que ha contribuido al clima intelectual favorable del que
goza el socialismo en Africa tiene que ver con
la acumulación de frustraciones que han producido los esfuerzos por desarrollar al Africa
según los patrones de crecimiento económico
occidentales.Muchos africanos, desesperados
ante los fallos de las primeras décadas de
independencia,buscan hoy estrategias alternativas de progreso económico y social. Los
experimentos socialistas en el Africa postcolonial no han deparado en realidad hasta ahora
mejorías mucho mayores para las masas que
otros experimentos.Por el contrario,algunas
veces los costos sociales del socialismo en
Africa han sido más bien elevados. Podría
alegarse,en efecto,que si bien existen ciertas
experiencias capitalistas de proporciones limitadas relativamente prósperas en países como
Kenya, Malawi y Costa de Marfil, Africa no
ha conocido todavía una experiencia socialista relativamente satisfactoria, en el sentido
de lograr una mejora significativa de las
condiciones materiales en que viven las masas.
A pesar de estas contradicciones, sin
embargo, muchos africanos están tan desencantados con los primeros veinte años de
independencia que no se opondrían a ensayar
una experiencia de transformación social de
carácter socialista.
El tercer factor que predispone a muchos
africanos en favor del socialismo es la desenfrenada corrupción que existe entre los gobernantes postcoloniales del continente. La corrupción, debemos puntualizar una vez más,
no es de ninguna manera una peculiaridad
exclusiva del capitalismo,como buen número
de quienes han viajado por países socialistas
puede atestiguar.Pero no hay duda de que la
disciplina social suele ser más difícil de mantener bajo las condiciones de una economía de
laissez-faireque bajo las de una planificacióny
supervisión relativamente centralizadas. E n
L a ingenieríapolítica en Africa
última instancia podríamos decir que la ética
socialista es, casi por definición,más opuesta
a la percepción de comisiones y sobornos, e
incluso al lucro mismo, que la ética del
individualismo adquisitivo.
El cuarto factor que ha contribuido al
favorable clima intelectual del que disfruta el
socialismo en Africa es la extendida creencia
de que la cultura africana tradicional era
básicamente. colectivista y, “por lo tanto”,
socialista.Y a hemos aludido anteriormente a
las reivindicaciones hechas por líderes como
Nyerere y Mboya, para quienes la moralidad
de la participación común en el Africa tradicional, la ética de la responsabilidad respecto a
los menores,los ancianos y los impedidos y el
imperativo del bienestar colectivo constituían
esencialmente una ética distributiva afín al
socialismo,
Dado este clima intelectualgeneralmente
favorable,apenas obtenida la independencia,
la mayoría de los gobiernos africanos rindieron al socialismo alguna forma de tributo
verbal. Incluso regímenes como el de Jomo
Kenyatta y el de Léopold Senghor llegaron a
adoptar una retórica parcialmente socialista
en los primeros años de la independencia.
Los regímenes que resolvieron seguir el
camino del unipartidismo se sintieron particularmente seducidos por el simbolismo socialista. Después de todo, las supuestas tendencias centralizadorasdel socialismo podían contribuir a justificar un monopolio del poder por
parte de un solo partido. Así,en la primera
década de independencia africana, el socialismo parecía contar con las mejores perspectivas.
¿Qué salió mal entonces? Esto es lo que
nos lleva ahora a considerar el otro aspecto,el
de la aridez del terreno sociológico, a pesar
del favorable clima intelectual.U n obstinado
factor sociológico presente era simplemente la
primacía de la etnia en Africa con relación a
la conciencia de clase. La mayoría de los
africanos son primero miembros de su grupo
étnico y,luego,miembros de una clase social
determinada. Cuando las cosas no andan
bien,los campesinos ibo tenderán más bien a
identificarse con la burguesía ibo que con los
309
compañeros campesinos del territorio yoruba.
Jaramogi Oginga Odinga intentó formar en
Kenya un partido socialista radical. Pronto
descubrió que sus adeptos eran casi exclusivamente luos. El jefe Obafemi Awolowo recurrió a la retórica socialista,en Nigeria,después
de la restauración del poder civil en 1979 en
dicho país. No tardó en descubrir que era el
héroe, no de la clase trabajadora en general,
sino de todas las clases del territorio yoruba.
E n definitiva,puede legítimamente sostenerse
que siempre que se han dado una confrontación y una competición clara entre las fuerzas
de la etnia por un lado y las fuerzas de la
conciencia de clase por el otro, la etnia ha
triunfado casi invariablemente en Africa.Este
es uno de los principales factores que contribuyen a la esterilidad del terreno sociológico
para albergar una ideología como el socialismo.
Otro factor concomitante es la fuerza de
las élites en Africa,en comparación con la de
las clases sociales como tales. Especialmente
las élites nuevas han surgido del seno de la
aculturación imperial occidental. No ha
sido siempre necesariamente la posesión de
riqueza lo que ha abierto las puertas a la
influencia y al poder,sino,en primer lugar,el
haber recibido educación occidental y la facilidad de palabra.Como ya he indicado en otros
trabajos, la clase política inicial de Africa
postcolonial ha estado constituida por un
núcleo desproporcionado de occidentalizados
y semioccidentalizados. E n esta galaxia de
estrellas occidentalizadas brillan nombres
como Nkrumah, Nyerere, Senghor, Kaunda,
Obote, Houphouet-Boigny,Banda, Mugabe,
Nkomo, Machel,Neto y otros.
Esta situación hizo surgir en el panorama
africano una ambivalencia sociológica básica.
Por una parte,parecía que los que hablaban el
lenguaje más antiimperialistay los más inclinados a vincular el imperialismo con el capitalismo eran, precisamente, las élites provenientes del imperialismo cultural occidental
en Africa.Aun cuando estos elementos llegaban a hacerse auténticamente revolucionarios, existía una contradicción básica. Después de todo,Karl Marx esperaba que la clase
310
Ali Mazrui
Bailarinas en trajes tradicionalesactuando frente a la inmensa “Mansión Ejecutiva”,ex oficina y residencia
del presidente William Tolbert (Monrovia,Liberia). Glyn GeniníCamera Press.
más revolucionaria fuese la menos favorecida
en las sociedades más prósperas y adelantadas, y en la sociedad industrial occidental se
estimaba que esta clase era el proletariado.
Pero cuando nos fijamos en los líderes
revolucionarios de Angola, de la República
Unida de Tanzania o de Guinea,y examinamos sus credenciales occidentales,nos inclinamos a concluir que la más revolucionaria de
todas las clases en esas sociedades era precisamente la más favorecida. E n otras palabras,
los radicales del tercer mundo occidentalizado
eran los más predispuestos a perseguir el
sueño de la transformación socialista. No es
pues la clase social menos favorecida en la
sociedad más adelantada (el proletariado en
Occidente), sino los grupos sociales más favorecidos en las sociedades menos adelantadas
(la burguesía occidentalizada en los países del
tercer mundo) los que han de considerarse
verdaderos agentes de la revolución en el
último cuarto del siglo xx.6
E n efecto,es una imposibilidad sociolingüística que un africano sea un marxista
consciente y culto sin estar al mismo tiempo
sustancialmente occidentalizado.Esto se debe
en parte al hecho de que para llegar a ser un
marxista culto y serio se requiere haber estudiado la obra de Marx y sus comentaristas.El
acceso a estas obras,hoy por hoy,a través de
lenguas africanas indígenas es sólo parcialmente posible en kiswahili,yoruba o amharic.
U n africano que desee analizar a fondo muchas de las obras de Marx, Engels y Lenin
tiene que haber sido iniciado en la cultura
literaria de Occidente.
Incluso los africanos que van a China o a
la Unión Soviética tienen que haber sido
previamente europeizados. Las becas para
viajar a esos países no se ofrecen normalmente a los rústicos campesinos que ni
siquiera asistieron a las escuelas misionales o
a sus equivalentes.La índole de la formación
de las élites puede contarse,pues, decidida-
311
L a ingeniería política en Africa
Leyendo el periódico,después de la revolución de 1980.GartungiCamera Press.
-
mente, como un aspecto adverso del terreno
sociológico con el que choca el socialismo en
Africa.
U n tercer factor que influye sobre esa
aridez del terreno tiene que ver con las
aptitudes organizativas de Africa en la fase
histórica actual.Muchos suponen,apresuradamente,que una historia de colectivismo en un
marco tradicional es una preparación idónea y
suficiente para coordinar esfuerzos en un
contexto moderno. Lamentablemente, gran
parte de los testimonios de que disponemos
indican lo contrario. El esfuerzo colectivo
basado en la costumbre, en la tradición y en
los lazos de parentesco deja a Africa sin
preparación alguna para el tipo de colectivismo organizado que debe basarse en la
autoridad más que en la costumbre, en la
eficiencia más que en la empatía,en la racionalidad más que en el rito.Si el socialismo exige
una estructura de mando racional y eficiente,
que no esté basada en la costumbre, la
afinidad étnica o los ritos,la presente fase de
cambio social en Africa es todavía desfavorable a la transformación socialista.
El cuarto factor que influye en esa esterilidad del terreno sociológico de Africa nos
retrotrae a cuestionesde continuidadhistórica.
La mayoría de las economías africanas están
ya integradas a una economía mundial dominada por Occidente. Los países africanos que
se hacen socialistas de fronteras para adentro
se percatan de que continúan integrados al
sistema capitalista mundial. Las normas que
rigen este sistema provienen,en una proporción abrumadora,de principios desarrollados
en la historia del capitalismo.E n el comercio
internacional, los países tratan de elevar sus
beneficios al máximo y de obtener ganancia.
Las reglas de la negociación comercial y de los
intercambios a nivei internacional,el sistema
bancario sobre el que se apoyan esos intercambios,las divisas que se emplean en los mercados monetarios y que sirven para equilibrar la
312
Ali Mazrui
masas, ya sea para controlar y manejar con
acierto la competición entre minorías privilegiadas.
Los estados monopartidistas en Africa se
hallan en su punto más precario en aquellas
sociedades que han intentado sofocar la competición de élites sin sustituirlapor la movilización de masas. Curiosamente, dos de estos
países son considerados como los casos más
prósperos de desarrollo capitalista en Africa:
Kenya y Costa de Marfil. Tanto uno como
otro,por io menos en los últimos años de la
década de 1970, alcanzaron niveles de crecimiento económico realmente impresionantes.
Lo que no se menciona sin embargo es que
ambos también experimentaronun grado considerable de menoscabo político; sobre todo
las infraestructuras de los partidos sufrieron
un grave proceso de deterioro.
Los gobiernos de estos países son muy
sensibles a las insinuaciones de que sus partidos políticos se han momificado. E n realidad, la Unión Nacional Africana de Kenya
(KANU)conoció su momento de mayor vigor
cuando hubo de hacer frente a la competencia
de otro partido. Dicha competencia duró bien
poco tiempo y se produjo en los albores
mismos de la independencia,cuando la Unión
Democrática Africana de Kenya aportaba la
fuerza compensadorade las comunidades étnicas minoritarias que trataban de protegerse
frente a la que se presumía una alianza entre
las “tribus” gigantes de los territorios Kikuyu
y Luo.
Luego, cuando Jaramogi Oginga Odinga
fundó su Unión de los Pueblos de Kenya, la
KANU respondió durante algún tiempo con
La movilización de masas
vigoroso entusiasmo y agresividad. Pero
frente a la competición de élites cuando,después de 1969,la KANU consiguió
eliminar a todos los competidores,ella misma
La premisa fundamental de este análisis es comenzó a experimentar un paulatino proceso
que un,partido político sólo puede prosperar de atrofia. La desarticulación de la competibajo una de las dos condiciones sociales ción entre élites por medio de la intimidación
siguientes:una situación en la que la moviliza- y de la eliminación de otros partidos trajo
ción de masas es factible o un contexto en el como consecuencia el debilitamiento del vigor
que se produce una competición entre élites. del partido dominante y ello, sobre todo
El interrogante que surge es si las condiciones porque la Unión Nacional Africana de Kenya
en la mayoría de los países africanos son no intentó siquiera utilizar la movilización de
propicias, ya sea para la movilización de masas como fuerza motriz que reemplazara la
balanza de pagos, todo es producto de la
experiencia capitalista.Países como Viet Nam,
Angola y hasta Cuba no tardan en descubrir
que su mejor vía económica consiste en obtener una legitimidad internacional conforme a
los cánones occidentales. Algunos podrán fallar y no conseguir esa legitimidad, pero
buena parte de su ambición está en empezar a
obtener el favor occidental y lograr un fácil
acceso de sus productos a los mercados occidentales,consiguiendo también el acceso a los
mercados monetarios del mundo occidental.
Todo esto, repetimos, significa que los
países del tercer mundo pueden ajustar sus
dispositivos nacionales internos a patrones
socialistas, pero al mismo tiempo continúan
profundamente integrados al sistema capitalista internacional.Incluso se ha argumentado
que un país como la República Unida de
Tanzania es hoy más dependiente del sistema
capitalista mundial de lo que lo era antes de
inaugurar su experiencia neosocialista con la
Declaración de Arusha de 1967.’
Esta es pues la configuración de factores
que revela por un lado que Africa está lista
intelectualmentepara el socialismo,pero que,
por el otro, las condiciones materiales para
una auténtica experiencia socialista no están
todavía dadas.El clima intelectuales prometedor;el terreno sociológico es poco favorable.
¿Cómo se relaciona esta configuración de
factores con el tema de los partidos políticos
en Africa y sobre todo con las posibilidades
de un estado monopartidista?
313
L a ingenieríapolítica en Africa
Después del golpe de estado militar del 31 de diciembre de 1981 en Ghana.J. ChatiniGarnma.
competición multipartidista entre minorías
selectas.
E n la vecina República Unida de Tanzania,por otra parte, el debilitamiento de la
competición entre élites,debido al sistema de
partido único y al riguroso código de conducción política establecido por la Declaración de
Arusha, se vio parcialmente compensado por
una ética de organización general social,económica y política de las masas. La Unión
Nacional Africana de Tanganica (TANU)
siguió siendo un partido relativamente activo y
de peso político,pese al hecho de que muchos
de sus objetivos y ambiciones jamás lograron
materializarse.El país se empobreció materialmente casi en proporción inversa a la riqueza
de su idealismo. Algunos lo veían como un
socialismo agriado,como ujamaa sin uji (socialismo sin gachas). La diferencia más importante,repetimos,fue que la República Unida
de Tanzania intentó no obstante compensar la
reducción de la competición entre élites con
una auténtica movilización de masas. Kenya
intentó debilitar la competición entre élites al
nivel político,sin sustituirla por ningún conato
apreciable de movilización popular.
Sin embargo,Kenya fomentó la competición de élites a nivel económico,aun cuando
pusiera empeño en desalentarla en la vida
política.Esta competición de minorías a nivel
económico produjo en ese país un crecimiento
económico relativo,mientras que el monopolio del poder público por parte de una sola de
estas minorías determinó un relativo deterioro
político.El esfuerzo de la República Unida de
Tanzania por sofocar la competición de élites
en la economía, en cambio, tal vez haya
contribuido a un relativo deterioro económico,pero la movilización popular en el plano
político generó por lo menos un cierto vigor
político institucionalizado.
Hemos de tener en cuenta sin embargo
que, sociológicamente,la competición entre
élites no necesita ser generada. Donde no es
314
deliberadamente impedida, surge de modo
espontáneo. La competición entre minorías
privilegiadas,en Africa y en todas partes, es
una predisposición social natural que sólo
puede frenarse si alguien toma medidas deliberadas para estrangularla.
La movilización de masas, en cambio,no
es un fenómeno natural. No surge como
efecto del curso natural de los acontecimientos, sino que tiene que haber alguien que la
suscite, enardeciendo a las masas mediante
símbolos de solidaridad adecuados, inspirándolas con una motivación correcta y encauzándolas por derroteros idóneos de esfuerzo y
sacrificio. La movilización de masas requiere
un mando político sólido;la competición de
élites florece mejor en condiciones de conducción política débil.
Africa encuentra más fácil sufrir las contradicciones de la competición de élites que
promover la movilización popular.
También es preciso decir unas palabras
acerca de los estados marxistas con partido
Único que existen en Africa. El estado marxista que se ha mantenido por más tiempo es
Guinea (Conakri), bajo la autoridad de Sékou
Touré. Su partido, el PDG,presuntamente
marxista-leninista,se basaba en el centralismo
democrático.El partido conoció momentos de
auténtica movilización de masas, y ello desde
los días en que consiguió inspirar al electorado de Guinea para que votase por la independencia respecto de Francia,en el referéndum organizado por D e Gaulle en 1958.Pero
el estado monopartidista de Sékou Touré no
siempre fue un imán de movilización;también
ha sido un agente de dispersión, en la medida
en que cientos de miles de guineanos huyeron
del país y crearon una nutrida diáspora guineana en Africa occidental y en Francia.Se ha
calculado que uno de cada cinco guineanos ha
debido abandonar el país en las dos últimas
décadas. Las cifras de movilización registradas en Guinea deben pues ser analizadas en
contraste con las de un éxodo masivo.
E n los cinco últimos años se han apreciado señales de mejoramiento en Guinea,ya
que parece revelarse un cierto grado de liberalización. Los nuevos recursos minerales
Ali Mazrui
deberían poder ayudar a este país a desarrollar su economía y a detener al mismo tiempo
el decaimiento político.
El Frelimo de Mozambique es, por
supuesto, otro ejemplo de partido mamistaleninista en el poder, pero, a diferencia
del PDG,el Frelimo nació del movimiento
armado de liberación contra la dominación
portuguesa. El carácter de la movilización
dentro del Frelimo ha sido durante cierto
tiempo tanto militar como político. Desde el
punto de vista de la organización, el movimiento ha alcanzado sin duda considerables
ventajas sobre otros partidos políticos en
Africa. El empeño nianifiestamente sostenido
de movilizar a los campesinos como parte de
la guerra contra los portugueses,y de institucionalizar luego el afán de transformación en
las áreas rurales liberadas, contribuyó a profundizar la experiencia de una organización y
participación colectiva genuina.Los logros del
Frelimo no deben subestimarse.
Sin embargo, en el momento de la retirada portuguesa, la organización no había
adquirido aún suficiente capacidad administrativa ni plena competencia económica. La
marcha de los colonos y administradoresportugueses dejó ciertamente un vacío sustancial
en la infraestructura general de la nación.
Todavía está por verse si el Frelimo va a tener
éxito en el esfuerzo por detener el decaimiento tanto político como económico que
padece la sociedad.El partido debiera aprovechar su experiencia en la movilización popular
contra los portugueses en esta nueva lucha
por la reconstruccióny el rejuvenecimiento.
Un estado marxista monopartidista
menos convincente es Angola. Esto se debe
en parte a que el MPLA (Movimiento Popular
para.laLiberación de Angola) lejos de demostrar capacidad para movilizar a las masas
en el conjunto de la sociedad, todavía estáluchando por asegurar el mero control sobre
grandes partes del país.Lejos de haber conseguido la participación popular masiva, el partido gobernante se esfuerza hoy por hacer
frente a una rebelión y a una defección
generalizadas. Lo que existe en Angola es un
grave problema de seguridad interior.
L a ingeniería política en Africa
Esta situación se agrava considerablemente a causa de la política agresiva que
desarrolla Sudáfrica con respecto a Angola.
Los sudafricanos llevan a cabo periódicamente importantes incursiones militares en
Angola,no sólo causando daños devastadores
a la Organización de Pueblos Africanos del
Suroeste (SWAPO), sino también entorpeciendo el intento de Luanda por pacificar el
resto del país e implantar su autoridad. La
Unión Nacional para la Independencia Total
de Angola (UNITA),acaudillada por Jonas
Savimbi, ha conseguido mantener una rebelión permanente contra el gobierno central del
país y ejercer un sólido control sobre extensas
áreas geográficas de Angola.
Pero ¿no es esto mismo una forma de
competición entre élites en Angola? Si los
partidos políticos en Africa se fortalecen en
condiciones de movilización popular o de
competición entre élites, y si la movilización
de masas no es viable en Angola por el
momento, ¿no es la competición entre la
UNITA y el MPLA una forma de rivalidad
elitista básica?
La respuesta es sin duda afirmativa. N o
obstante, se trata de una rivalidad de élites
militarizadas,más que de una mera rivalidad
entre partidos políticos. Cuando en un país
como Angola existe un conflicto armado entre
dos movimientos, la rivalidad desborda la
simple competición de élites y la guerra toma
el relevo de la política de partidos.
Esto nos lleva a la cuestión más general
de las relaciones entre civiles y militares,y de
su efecto sobre los partidos políticos en Africa.
¿Qué nos indican los hechos respecto a este
punto de convergencia entre los procesos
políticos y los militares en este continente?
Las elecciones, las balas
y el sistema de partidos
E n simples términos de correlación,más que
de una necesaria relación de causa a efecto,se
ha producido en Africa un extraordinario
fenómeno en las dos primeras décadas de la
315
independencia. Los gobiernos civiles más
duraderos en el Africa negra han sido,en su
gran mayoría,gobiernos de estados monopartidistas. Entre los más veteranos estadistas
africanos hacia el final de los años setenta se
contaban nombres como Julius Nyerere de la
República Unida de Tanzania, HouphouetBoigny de Costa de Marfil, Kenneth Kaunda
de Zambia, Hastings Banda de Malawi, y
(hasta 1978) Jomo Kenyatta de Kenya. Esta
pléyade de los más distinguidos estadistas
africanos de las dos primeras décadas de la
independencia está compuesta por presidentes de estados monopartidistas, por débiles
que fuesen los partidos políticos que regían en
sus respectivos países.
Por otra parte,muchas de las víctimas de
golpes de estado militares durante estas dos
primeras décadas fueron gobernantes de países que aún conservabanun sistema multipartidista o que,por lo menos,no habían todavía
consolidado una sólida alternativa monopartidista. Nigeria, el primer país africano angloparlante que sufriera un golpe de estado
militar, era realmente un estado multipartidista en 1966. Nkrumah fue también derrocado en Ghana ese mismo año, antes que
existiera un sistema de partido único suficientemente consolidado. La lealtad a los antiguos partidos de la oposición en el país era
todavía muy fuerte.
Milton Obote creyó haber escapado apenas a un golpe militar él mismo, en 1966,
cuando el país contaba aún con un floreciente
sistema multipartidista. Cuando en 1971 fue
derrocado por Idi Amin Dada, todavía no
había tenido tiempo de consolidaruna alternativa monopartidista en Uganda.
El golpe de estado militar de Aboud en el
Sudán en 1964 también aconteció sobre el
telón de fondo de un sistema multipartidista
vigoroso y coherente. Posteriormente se restauraría en Sudán un régimen civil y la política
pluralista floreceríanuevamente,sólo para ser
sucedida por otros golpes de estado militares.
E n el Congo (hoy Zaire), el golpe de
estado inicial también se dio sobre el telón de
fondo de tremendas rivalidades étnicas y de
élites. Se restableció luego un régimen civil,
316
incluso en un periodo bajo el notorio liderazgo de Moise Tshombe, pero nuevamente
los militares pusieron fin a un régimen africano plciralista y competitivo. Hay aún otros
ejemplos de sistemas multipartidistas en
Africa que han sucumbido ante la intervención militar.
Naturalmecte,no todos los estadosmonopartidistas de Africa han sobrevivido,ni tampoco todos los estados multipartidistas han
sucumbido ante golpes de estado militares.Lo
que intentamos destacar es que los regímenes
civiles más duraderos hasta ahora en Africa
han sido, con mucho, gobiernos de estados
monopartidistas,y que lasvíctimasde intervenciones militares en este continente han sido en
su gran mayona estados multipartidistas.
La cuestión que se plantea claramente es
si ésta es simplementeuna correlación accidental que ha venido dándose en los primeros
veinte años de la independencia africanao si en
estos procesos existe una conexión causal
básica.
Es demasiado pronto aún para poder
formular una conclusión definitiva. Por ejemplo,cabríala posibilidad de que la permanencia
de regímenes civiles en países como la República Unida de Tanzania, Zambia, Kenya,
Malawi y Costa de Marfil se haya debido a
factores como la existencia de personalidades
de gran envergadura,al apoyo occidental y a
ciertas configuraciones de factores sociológicos específicas de esos países, más que al
sistema monopartidista.El carisma de figuras
como Jomo Kenyatta y Julius Nyerere podría
ser mucho más pertinente como explicación
parcial de la durabilidad de un régimen civil
que la existencia de la Unión Nacional Africana de Kenya o del Chama Cha Mapinduzi
en la República Unida de Tanzania.
D e igual manera, el apoyo francés a
Houphouet-Boigny,en Costa de Marfil, y el
respaldo inglés a Jomo Kenyatta y a Daniel
arap Moi, en Kenya, pueden haber sido más
eficaces para su seguridad como líderes que la
estructura de sus partidos políticos.
N o deja de ser significativo,sin embargo,
que los regímenes de partido único hayan sido
tan sorprendentemente estables en las dos
Ali Mazrui
primeras décadas de la independencia en
Africa, mientras que los sistemas multipartidistas hayan sido tan asombrosamente vulnerables a la intervenciónmilitar.
Pero debemos destacar también la aparente inevitabilidad de las soluciones multipartidistas en los casos de restauración del régimen civil,allí donde había sido desplazado por
regímenes militares. Si, por una parte, la
historia de Africa en los dos primeros decenios
de independencia parece indicar que un sistema de partido único ha podido contribuir a
impedir el régimen militar,por otra parte debe
también observarse que un sistema multipartidista parece haber sido con bastante frecuencia
en Africa la cura necesaria del régimenmilitar.
Cuando los soldados se disponen a regresar a los cuarteles,jcómo van a transmitir el
poder a un solo partido? LAqué partido único
podrían concebiblementetransferir los instrumentos de la soberanía? Después de todo,
aun cuando previamente hubieran tomado el
poder de un solo partido dirigente, como
hicieron en Ghana bajo Nkrumah, mal
podrían luego restituir el poder al partido al
que antes habían derrocado.
Así,pues,la restitución del poder civil en
Africa ha asumido muy frecuentemente la
forma de convocatorias a elecciones libres y
pluralistas entre varios partidos competitivos,
para determinar a quién habría de conferirse
la autoridad política. E n 1979 se celebraron
elecciones de este tipo en Ghana y en Nigeria,
una vez que los militares volvieron a los
cuarteles. E n 1980 sucedió otro tanto en
Uganda. E n efecto,tanto Ghana como Sudán
han conocido más de una restauración civil,y
en todos los casos ha sido necesario organizar
elecciones con participación de varios partidos
antes de que los militares pudiesen devolver
las riendas de la nación a los civiles.
E n política,como en medicina, acaso sea
-cierto que vale más prevenir que curar. La
cura, no obstante, es siempre mejor que la
enfermedad. E n resumen,diríase que, según
la historia africana hasta hoy transcurrida,el
estado monopartidista es una garantía más
eficaz contra el régimen militar que el sistema
multipartidista. Pero también, según dicha
L a ingenieríapolítica en Africa
317
U n enorme retrato del presidente Syaard Barre,colocado en el futuro emplazamiento de una pescadería en
Mogadiscio (Somalia), invita ai pueblo a recurrir a los recursos alimenticios del mar. DelluciRush.
historia,parece ser que un sistema multiparti- retórica socialista. Existía la difundida suposidista es invariablemente la cura necesaria si ción de que el socialismo funcionaba mejor
ha de ponerse fin a un régimen militar.
bajo las tendencias centralizadoras del sistema
de partido único. Y como el socialismo
durante algún tiempo había entrado en
Conclusión
alianza con el nacionalismo africano,contra el
imperialismo y el capitalismo,daba la impreE n este artículo hemos intentado identificar la sión de que Africa se hallaba a un paso de
complicada trama de los sistemas de partidos experimentar una fórmula monopartidista
en Africa en relación con el conjunto de nueva y creativa.
fuerzas sociales y políticas. H a existido una
Pero, como hemos indicado, el sociatensión básica entre las fuerzas y los valores lismo en Africa descubrió que si bien el clima
que han favorecido al estado monopartidista y intelectual le era favorable,el terreno sociolólas que han tendido a actuar en favor de la gico le resultaba adverso. La experiencia
competición entre varios partidos y del consi- colonial y el sufrimiento de Africa bajo el
guiente pluralismo político.
capitalismo hicieron a muchos africanos idenE n los primeros años de la independen- tificarse positivamente con los símbolos sociacia, las fuerzas que favorecían el multiparti- listas. Por otra parte, la primacía de la etnia
dismo contaron con la ayuda exaltante de la en Africa y la persistencia de la dependencia
Ali Mazrui
318
se cuentan entre los factores que han militado
contra una auténtica socialización de los
medios de producción,de la distribución y del
intercambio. La estructura de clases ha sido
débil y la formación de élites ha estado
profundamente influida por la cultura política
de las potencias coloniales.El terreno sociológico siguió siendo inhóspito para el socialismo, pese a la aparente buena disposición del
clima intelectual. Todo esto tuvo repercusiones en el sistema de partidos de los diferentes países africanos. E n términos generales, pareciera que los partidos políticos en
Africa sólo pueden mantener el vigor adecuado si las condiciones son propicias para la
competiciónno violenta de minorías privilegiadas,o bien favorablespara las movilizaciones
no represivas de masas.
E n cuanto al nexo de orden general entre
los sistemas de partidos y las relacionescivilesmilitares, hemos señalado la desproporcionada duración de los regímenes civiles regidos
por sistemas monopartidistas. ¿Se trata de
una correlación accidental o de una conexión
causal?
Hemos examinadotambién la vulnerabilidad a la intervenciónmilitar que presentan los
sitemas multipartidistas en Africa, e inquirimos nuevamente: ¿ha sido ésta una correlación meramente accidental en los dos primeros decenios de la independencia africana, o
debemos examinar más atentamente la posible interrelación causal entre pluralismo político y la probabilidad de golpes de estado
militares en Africa?
Por último, hemos considerado la aparente inevitabilidad de la solución multipartidista ante la crisis inherente al regreso de los
militares a los cuarteles. E n general, no ha
parecido posible que los militares transfieran
el poder a una estructura de partido único
., cïeadû; iìi qLi2 rcsüciteiì e! pzrtido
Ibb1b1,
único que ellos habían previamente derrocado
para transferirle el poder.Una solución inevitable hasta ahora a la crisis del retorno al
poder civil en Africa ha sido la convocatoria a
elecciones pluralistas con la concurrencia de
.-Or.._"
diversos partidos. Si el sistema monopartidista
ha sido realmente una forma de medicina
preventiva contra los golpes militares, el sistema multipartidista ha sido a su vez una
terapia necesaria para curar las secuelas del
control político militar.*
Subyacente a este conjunto de factores
está la fragilidad general del estado postcolonial en Africa, que todavía no se ha consolidado. El estado se presenta a veces en este
continente como entidad todopoderosa,totalitaria, capaz incluso de abolir otras instituciones con toda tranquilidad. Pero aun
cuando el estado africano dé esa impresión de
omnipotente, en realidad no es así, no sólo
porque el estado mismo no es fuerte, sino
porque las otras instituciones (industrias,iglesias, sindicatos) son más débiles todavía. El
estado africano es aparentemente "poderoso"
pero intrínsecamente vulnerable. A veces es
excesivamente autoritario para disimular el
hecho de que carece de autoridad real suficiente. El estado se enfrenta todavía a una
crisis de legitimidad ante el tribunal del pluralismo africano.
El sistema de partido único ha sido una
de las técnicas políticas empleadas para la
formación del estado, una técnica de ingeniería política. Sus resultados en Africa han
sido modestos hasta el presente,pero quienquiera que acuñara el viejo dicho de que
"Roma no se hizo en un día", sin duda se
refería a algo más que a las maravillas de
mármol y de piedra de la antigua urbe. Debe
sin duda haber querido referirse también a su
elaborada estructura jurídica, a Roma como
sede de poder y de autoridad, como un
estado. Roma no se hizo en un día, y las
tradiciones jurídicas que legó al mundo, sin
embargo,parecen ser eternas.
¿Se están construyendo Romas africanas? o1 .-n...n"tn
n o t < tC.A".4"
frDa,..r\
se vuci!a
al colocar los ladrillos;el estado africano no
ha encontrado aún su forma,ya sea ésta una
ventaja o una desventaja.'
"
1
bbILIbIIC"
b D L U L"UU*LU
IIbLIb"
IT
J
Traducido del inglés
319
La ingeniería política en Africa
Notas
1. Julius K.Nyerere,
“Democracy and the party
system”,Freedom and unity,
p. 198,Dar es-Salamy
Londres,Oxford University
Press,1966.
2. Ibid, p. 169.
3. Nyerere,J. K.“Ujamaa: the
basis of African socialism”,
Freeedom and unity, op. cit.,
p. 170.
4. Ibid, p. 170.
5. Véase Transition (Kampala),
vol. 3,n.O 11,noviembre de
1963,p. 6.El crítico de Mboya
era también un africano
oriental,C.N.Omondi. La
carta del crítico se publicó por
primera vez en Kenya weekly
news, Nairobi, 2 de agosto
de 1963.
6. Véase también A.Mazrui,
Political values and the educated
class in Africa, Londres,
Heinemann Educational Books,
y Los AngeledBerkeley,
University of California Press,
1978.Véase igualmente,del
mismo autor, “Marxist theories,
socialist policies and African
realities”,Problems of
communism, septiembreoctubre de 1980,p. 44-53.
7. James Mittelman ha
intentado cuantificar esta
creciente dependencia
internacional,pese a los
esfuerzos nacionales por llevar
adelante la vía socialista del
desarrollo.Algunos quizás
lleguen incluso a sostener que la
dependencia internacional en
aumento pudiera deberse en
parte precisamente a esa
experiencia socialista nacional.
8. Consultese Arístides
Zolberg, The one-party
government in the Ivory Coast,
Princeton,N.J. Princeton
University Press,1964 y
Creating political order: the party
States of West Africa, Chicago,
Rand McNally, 1966.
9. Respecto al tema de la
formaciónde estados en la
historia reciente,véase el
número especial de la Revista
internacional de ciencias sociales
“Acerca del Estado”
(vol.XXXII,n.O 4,1980) y el
número especial “Capitalism,
socialism and the state”,de
Survey: a journal of East and
West studies, vol. 26,n.O 1,
Londres,invierno de 1982.
Sobre la viabilidad psicológica
deI ”Iati n oa m eri ca n i srno
”
José Miguel Salazar
El estudio de la conducta humana desde un lismo”,presentaremos algunas pruebas indicapunto de vista sociopsicológico debe incluir tivas de que puede considerársele como un
necesariamente una consideración acerca de posible motor de fenómenos importantes.
los movimientos sociales efectivos y posibles,
Antes de seguir adelante, es preciso
y de la forma en que los mismos inciden sobre hacer una digresión y decir algunas palabras
el individuo.Al mismo tiempo, si aceptamos sobre nacionalismo,regionalismo,internacioque la relación entre sociedad e individuo es nalismo y otros conceptos afines.Como Kluckde carácter dialéctico,es importante determi- horn y Murray [1949] lo han expresado,no
nar el estado de conciencia de los individuos y nos asemejamos a ningún otro hombre,pero
el modo en que éste puede estimular o inhibir somos al mismo tiempo semejantes a algunos
los movimientos sociales.
otros hombres y a todos
Los movimientos so- I
los demás.Dicho de otra
José Miguel Salazar es director del
ciales relacionados con la
manera, existen múltiInstituto de Psicología de la Facultad
identidad nacional,cultuples círculosde identidad.
de Humanidades y Educación de la
ral o étnica, que en senLa identificación a
Universidad Central de Venezuela,
en Caracas. Recientemente publicó
tido muy lato podemos
un grupo pertenece al seNacionalismo: sus bases psicológicas
llamar “nacionalistas”,
gundo círculo, y dentro
(1982).
han desempeñado un irnde él existen por lo geneportante papel en distinral oscilaciones evidentes
tas épocas como motores
en cuanto a la importande la historia, y existen
cia relativa de las idensobrados testimonios de
tificaciones a grupos disu renovada importancia
versos, según la ocasión
[Smith,19791.
y las circunstancias. E n
Nos
proponemos
momentos diferentes poaquí llevar a cabo un anádemos situarnos, por
lisis de un posible caso de “nacionalismo” ejemplo, en diferentes niveles de identificacontinental, o lo que podríamos acaso llamar ción a un grupo geográfico,desde el familiar,
“latinoamericanismo”. Nuestro propósito es pasando por el local,el regional y el nacional
analizar si el “latinoamericanismo” es una hasta el supranacional. El hecho de que
manifestación ideológica con suficiente fuerza cualquiera de ellos pueda ser más “activo” en
y realidad como para servir de palanca a un un momento determinado no quiere decir que
movimiento social de tipo nacionalista. Va- los otros no existan.E n este orden de ideas,el
mos a examinar la hipótesis de que efectiva- “latinoamericanismo” es una identificación a
mente lo sea, y aunque nos cuidaremos de un grupo a un nivel de complejidad relativaatribuirle realmente la etiqueta de “naciona- mente alto, que puede o no manifestarse
~
322
activamente en circunstancias determinadas.
El internacionalismo,por otra parte, ya
sea “internacionalismo proletario” o “cosmopolitismo burgués”, pertenece al tercer tipo
de fenómenos que Kluckhorn y Murray enumeran. “Internacionalismo” evoca la identificación con la humanidad en general,lo cual
implica ya sea una conciencia muy desarrollada o un puro desconocimiento de ciertas
realidades sociales.
Somos conscientes del hecho de que el
problema que abordamoses de carácter multidisciplinario y puede por consiguiente ser
examinado desde distintos ángulos y a diferentes niveles.Trataremos de mantenernos en
el terreno sociopsicológico, aunque hagamos
alguna que otra incursión fuera de él para
considerar brevemente puntos de vista sociohistóricos.
Empezaremos por hacer un brevísimo
análisis del problema del “nacionalismo”,tal
como aparece planteado en algunas obras
selectas de ciencias sociales;pasaremos luego
a considerar algunos de los enfoques hoy
vigentes de psicología social apropiados al
caso, para por fin acometer una sucinta historia de la idea de “latinoamericanismo”
durante la historia de las repúblicas del subcontinente y exponer algunos datos recientemente recogidos que, a nuestro juicio, son
indicativos de la existencia de una ideología
latinoamericana. Por último, tras describir
algunos movimientos recientes de integración
latinoamericana,expondremosnuestra conclusión en relación con nuestra hipótesis de
partida.
EI nacionalismo en algunas
obras selectas de ciencia social
Numerosos científicossocialeshan hecho aportaciones interesantes al estudio del nacionalismo,y detenernos en un examen exhaustivo
de su obra nos apartaría de nuestro propósito
actual. Nos limitaremos a mencionar, por lo
tanto,a aquellos que consideramos más pertinentes para el tema concreto que nos interesa.
José Miguel Salazar
Hayes [1926] asimila el nacionalismo a
una “religión”. Una de sus tesis es que el
hombre posee un sentimiento religioso que
debe ser expresado de alguna manera. E n
épocas de duda y de escepticismo religioso,
este sentimiento se expresa a través del nacionalismo y del culto al estado político. Hayes
establece una distinción entre “nacionalidad”,
que es un principio cultural y no político, y
nacionalismo, que es una fusión emocional
moderna y una exaltación de dos fenómenos
muy antiguos: la nacionalidad (“un grupo de
individuos que hablan la misma lengua o
dialectos muy semejantes,que mantienen tradiciones históricas comunes y que constituyen
o creen constituir una sociedad cultural distinta de las demás” [p. 51 y el “patriotismo”
(amor por la terra patria o tierra natal).
“Siempre han existido [.
..]
entidades humanas
a las que puede darse con propiedad el
nombre de nacionalidades. Desde tiempos
antiguos ha existido el amor al país o a la
tierra natal, o sea el patriotismo. Pero el
nacionalismo es un fenómeno moderno, casi
de ayer mismo.”
Stalin [1913],partiendo de un punto de
vista filosófico diferente, afirma que “una
nación no es más que una categoría histórica
de una era determinada, la del ascenso del
capitalismo”.Una nación se define como una
“comunidad humana estable, históricamente
constituida y que se desarrolla a partir de un
idioma, de un territorio, de una vida económica y de una psicología comunes,manifestándose esto último en la existencia de una
cultura común”.
Kohn reconstruye la historia o evolución
del nacionalismo tomando como punto de
referencia su aparición en los países occidentales. Considera que gira en torno a dos ideas
indisolublemente unidas: la libertad personal
y la unidad nacional.“La libertad pasó a ser el
cimiento de la patria; sólo tenemos patria allí
donde la libertad está asegurada, pero una
libertad basada en la propiedad,en la conciencia de la fuerza y peso que los miembros de la
clase media han adquirido merced al incremento de su riqueza” [Kohn,1949,p. 1901.
Kohn se esfuerza por precisar y descarta
323
Sobre la viabilidad psicológica del “latinoamericanismo”
U n homenaje popular a Simón Bolívar, tomado de una obra anónima del siglo
Venezuela. Snark.
XIX sobre
la historia de
~
muchos elementos que podrían tener sólo la
apariencia de nacionalismo, llegando finalmente a una definición, que formula en términos básicamente psicológicos, en torno a
la lealtad al estado nacional. Esta definición
consta de cinco elementos: u) es una “disposición o talante”, b) que reconoce en la
nación-estado una forma ideal de organiza-
ción, c) fuente de toda energía cultural creadora, d) fuente de bienestar económico y
e) que exige una suprema lealtad.
Silvert [1965]examina el problema en el
contexto latinoamericano y también se centra
en la lealtad al estado nacional. Considera el
nacionalismo como inherente al proceso de
desarrollo y estima que un número considera-
324
ble de problemas de América Latina pueden
explicarse por una falta de lealtad a nivel
intermedio (el tipo de lealtad requerida por el
nacionalismo) y la tendencia a pasar directamente de la lealtad a la familia y al pequeño
grupo a identificaciones que los trascienden.
Silvert cree que estas lealtadesde tipo intermedio constituyen el “precio metafísico que hay
que pagar por la modernización”.
U n énfasis muy diferente, pero que
subraya la importancia del nacionalismo para
el desarrollo del tercer mundo, es el de Al
Razzaz [1963], quien toma una posición en
favor del nacionalismo árabe, contrastándolo
con el nacionalismo racista y patriotero de
Europa occidental.Podemos así identificar un
“nuevo” nacionalismo, cuyas características
serían las siguientes:a) fe en la independencia
(frente al imperialismo); b) fe en la unidad
nacional; c) fe en la libertad (derivada de la
lucha antiimperialista); ú) fe en el socialismo
(porque se identifica al imperialismo con la
explotación y el capitalismo); e) rechazo a
la agresión, al racismo y a la esclavitud; y
f)adopción de una posición neutral e independiente en los asuntos internacionales y
profundo empeño en la cooperación internacional.
Whittaker [1962] constata que el nacionalismo continental o latinoamericano ha adquirido enorme fuerza en la década de 1960.
Considera que como movimiento tiene mayores probabilidades de éxito que otros análogos
surgidos en Africa o Europa,debido en parte
a la lengua común. El “latinoamericanismo”
posee ciertas características que lo asocian
con el nacionalismo convencional, como el
sentimiento de solidaridad latinoamericana,la
existencia de símbolos de solidaridad (como
Bolívar,por ejemplo) y de esfuerzos por dar
expresión a tales ideas.
E n fecha posterior, no obstante, y aun
reconociendo que el nacionalismo subcontinental es un factor significativo en el contexto psicológico del desarrollo latinoamericano, Whittaker y Jordan [1966, p. 1771
expresan que “es tan improbable que se
alcance la unificación efectiva de América
Latina en un futuro inmediato,y este hecho es
José Miguel Salazar
tan bien comprendidopor su pueblo,que una
de las principales consecuencias prácticas de
la propagación del continentalismo ha sido
fortalecer el nacionalismo en cada uno de los
países de la región”.
Más recientemente, Smith ha cuestionado la pertinencia de la nación-estado en un
mundo en el que muchos estados son multinacionales. Destacando la incidencia de los
elementos psicológicos,Smith centra su análisis en el “nacionalismo étnico”, el cual está
adquiriendo una importancia cada vez mayor
en nuestros días.
Elnacionalismo étnico debe su permanencia y dinamismo a lo que este autor llama
“mitos del linaje”,de los que enumera cuatro:
a) “un mito de los orígenes,que indica a las
generaciones sucesivas la época y el lugar de
donde proceden”;b) “un mito del linaje,que
enseña quién nos trajo al mundo y cómo nos
entroncamos con nuestro antepasado común”;
c) “un mito de la edad heroica,que nos revela
cómo fuimos liberados y llegamos a ser grandes y gloriosos”;y d) “un mito de la decadencia y del renacimiento que nos relata cómo los
héroes dieron paso a mortales ordinarios,
cómo la comunidad padeció la decadencia y
aun el exilio, cómo las generaciones actuales
viven en un estado de vasallaje,corrupción y
decaimiento, y cómo puede hacérselas renacer” [Smith, 19821.
La importancia de estos mitos radica en
que contribuyen a crear ese sentimiento comunitario que tanta falta hace para funcionar
socialmente en el ámbito internacional.Como
Smith con tanta convicción lo expresa: “Por
encima de los lazos de clase, estado, familia,
partido e iglesia está la solidaridad que se
siente hacia una comunidad étnica, hacia un
pueblo entero, fruto de los recuerdos históricos resumidos esencialmente en el mito del
linaje, que constituye el principal foco de
identidad y el principal motor de la acción
política” [Smith,1982,p. 111.
Este breve repaso, a todas luces incompleto, indica que aunque algunos estiman la
existencia de una nación-estado como una
condición básica para el nacionalismo, los
Últimos autores considerados admiten la pre-
Sobre la viabilidad psicológica del “latinoamericanismo”
sencia de un elemento psicológico subyacente,
así como un enfoque algo más amplio que
incluye actitudes y orientaciones no específicamente centradas en la nación-estado.
La importanciaconcedida a la infraestructura psicológica al considerar el problema del
nacionalismo sugiere que acudamos ahora a la
sociopsicología para descubrir lo que ésta
pueda aportanos acerca de nuestro análisis
sobre el htinqamericanismo.
Una visión
sociopsicológica del nacionalismo
Antes de continuar con nuestra discusión es
preciso establecer algunas distincionesconceptuales. Como se ha indicado, la mayor parte
de los historiadores y científicos políticos
llaman la atención sobre los elementos psicológicos subyacentes en el nacionalismo; al
hacerlo, están empleando directa o indirectamente el concepto de actitud.Pero no podemos hablar de una actitud sin indicar claramente en qué consiste su objeto.
E n el ámbito del nacionalismo podemos
identificar por lo menos tres objetos eventuales de estas actitudes: el pueblo, el territono o contexto geográfico y el estado que rige
sobre el pueblo en ese determinado contexto
geográfico.Es lógicamente posible diferenciar
entre los elementos y manifestar, por ejemplo, actitudes positivas hacia el pueblo y una
actitud negativa hacia el estado. Aun cuando
la relación con el tercer objeto (la naciónestado) sea lo que interesa a la mayoría de los
científicos sociales,no es menos cierto que los
otros dos tipos de actitudes son de gran
importancia psicológica,que tienen una historia mucho más larga y que pueden ser determinantes importantesdel comportamientosocial.
Para subrayar la distinción podemos utilizar
términos diferentes al referirnos a las diversas
actitudes.La actitud respecto al pueblo podemos llamarla etnocentrismo o “parcialidad
propia a un grupo” [Brewer,19791,la actitud
hacia el país como entidad sociogeográfica
podemos llamarla “patriotismo” y la actitud
325
hacia el estado podemos denominarla “estatismo”.
Teniendo esta distinción en cuenta,podemos examinar algunos trabajos sociopsicológicos recientes sobre la materia,que restringiremos a cinco grupos de investigadores muy
importantes. U n examen general de su obra
nos indica lo siguiente: Kelman [1969] y su
grupo se han interesado más por buscar las
fuentes de la adhesión a la nación-estado,o,
en otras palabras, las motivaciones del estatismo; Klineberg y Zavalloni [1969] estudian
la importancia relativa del tribalism0 y de la
identidad nacional en seis países africanos;
Jahoda [1962] se interesa por la evolución de
los fenómenos y rastrea el desarrollo del
etnocentrismo y la aparición de concepciones
geográficas con él emparentadas; Brewer y
Campbell [1976], al igual que Levine y Campbell [1972], se interesan por el problema del
etnocentrismo y hacen aportaciones en ese
sentido; Tajfel [1981] y sus colegas, por
último, van aún más lejos en esta dirección,
concentrándose en el problema de la “categorización”de los individuosy en el modo en que
esto incide en el comportamiento social.
El enfoque del primer grupo de investigadores se centra en el análisis de cómo y por
qué los individuosse relacionan con la naciónestado. Estas formas de relación pueden clasificarse en tres tipos, identificados como
simbólico, normativo y funcional, que son
sucesivamente más complejos y difíciles de
alcanzar [Katz, Kelman y Flach, 19631. El
“nacionalismo” es básicamente un proceso de
carácter ideológico que corresponde a una
fase en el desarrollo de la nación-estado;
puede considerarsecomo una integración simbólica, a la que suceden las fases posteriores
de integración normativa y funcional.
Kelman [1969] añade al debate la siguiente pregunta: ¿por qué se integra el
individuo a la nación-estadoo la acepta como
legítima? O,dicho de otra manera, ¿cuáles
son las fuentes de su lealtad al sistema? E n
este sentido Kelman identifica un vínculo
“sentimental” (cuando el sujeto ve el sistema
como representación de sí mismo, como un
importante reflejo o extensión de sí mismo) y
326
un vínculo “instrumental” (cuando el sujeto
considera el sistema como un vehículo eficaz
para alcanzar sus propios objetivos y los de
otros miembros del sistema). Ambos vínculos
guardan relación con determinadas necesidades existenciales: la de pertenecer y la de
trascender,respectivamente.D e esta línea de
investigación pueden recogerse sin duda algunos elementos interesantes,aunque conviene
recordar que se centra básicamente en la
actitud hacia el estado.
Klineberg y Zavalloni [1969] se propusieron investigar un problema diferente. E n seis
países africanos (Etiopía, Uganda, Congo,
Nigeria,Ghana y Senegal) evaluaron la amplitud y la importancia de la identidad tribal y
nacional.E n todos los casos estudiados existe
un estado recién constituido que comprende
una multiplicidad de grupos tribales. Diríamos que se trata de etnocentrismo frente a
estatismo.
Las conclusionesque se desprenden de su
investigación son, en ciertos aspectos,difícilmente aplicables de unos países a otros,aun
en Africa. Efectivamente,en algunos casos
los autoresencuentran un alto grado de hostilidad entre las tribus, lo cual podría presagiar
resultados negativos a nivel de la integración
nacional (como en el caso de Nigeria). E n
otros casos notaron, sin embargo, una manifiesta coincidencia de identidades, desde lo,
meramente tribal hasta el panafricanismo
(que también se incluía en el estudio).
Jahoda ha llevado a cabo varios estudios
sobre la evolución de ciertos fenómenos.E n
uno de ellos [1962] describe el proceso de
ampliación gradual de los horizontes sociales
y geográficos de los niños,en el que identifica
tres fases que parten de un concepto muy
rudimentario de suelo natal, para remontarse
hasta el dominio de conceptos históricos y
geográficos. E n otro estudio [1966a; 196663
muestra cómo la identidad de grupo precede a
la correcta comprensión de las relaciones
geográficas. D e sumo interés son también las
conclusiones referentes a la primacía de lo
afectivo sobre lo cognoscitivo,ilustradas por
el hecho de que los niños son capaces de
expresar agrados y desagrados acerca de paí-
José Miguel Salazar
ses sobre los que tienen escasos conocimientos.
Campbell [1958] analiza el problema fundamental de saber lo que hace que un grupo
sea un grupo. Partiendo del estudio de la
percepción, lanza la idea de que el determinante más importante del sentimiento de
pertenencia a una entidad es el destino común.
La “similitud” y la “proximidad física”,
aunque también importantes, tienen un rol
mucho menos determinante. Transponiendo
esto al nivel social,el autor da gran importancia a la historia común como determinante del
sentimiento de pertenencia a una entidad
social.
Aparentemente,a partir de dichas premisas Campbell desarrolla un visible interés por
el etnocentrisrno, entendido como los sentimientos propios de un grupo (y sin que tenga
nada que ver con conceptos de raza) y sigue
una línea de investigación junto con Levine
[Levine y Campbell,19721 y Brewer [Brewer
y Campbell, 19761. E n el primero de estos
libros se presenta una reformulación exhaustiva de la hipótesis del etnocentrismo de
Summer, reconsiderada a la luz de las teorías
sociales más modernas, incluyendo la teoría
de los grupos de referencia, que realmente
desafía la hipótesis original. El segundo libro
pone más bien el acento sobre el proceso de
acopio de datos (en Africa). Entre la profusión de datos interesantes obtenidos en el
empeño de contrastar polémicamente entre sí
los distintos enfoques teóricos,se abre paso la
conclusión siguiente: “Los resultados obtenidos,en general,corroboran las proposiciones
sobre las relaciones entre grupos derivadas de
los modelos de equilibrio y de la teoría de
grupos de referencia, y dejan sin corroborar
las derivadas de las teorías realistas del conflicto dentro del grupo o de la frustraciónagresión” [Brewer,1968,p. 2881.
Tres conclusiones pertinentes pueden
sacarse de su trabajo: la importancia de la
semejanza como determinante de distancia
social o de afecto positivo; la dificultad de
definir los límites de los grupos y la importancia que debe darse a la historia común. Es
también interesante la ratificación de la inde-
Sobre la viabilidad psicológica del “latinoamericanismo”
327
Billete argentino de cincuenta pesos con la efigie del general San Martin. Roger viollet
pendencia relativa de los aspectos afectivos y
cognoscitivos,o más exactamente,entre atracción y valoración [Brewer y Campbell,1976,
p. 981.Estas consideraciones nos conducen al
examen del problema de la categorización
social,también abordado por Brewer [19701,
pero más plenamente desarrollado por Tajfel
y sus colegas.
El enfoque de Tajfel [1981] deriva originalmente de la experimentación psicológica
sobre la importancia de la elaboración de
categorizaciones o etiquetas en la cristalización de los prejuicios propios de un grupo.D e
aquí se desarrolla la teoría llamada CIC
(categorización-identidad-comparación)
.
Para poder hablar de un grupo,es necesario poseer ciertos criterios de categorización
social,una etiqueta de identificaciónreconocible tanto fuera como dentro del grupo; hace
falta que haya “identificación”,o sea un cierto
grado de inversión emocional en el grupo;
finalmente,también hacen falta las comparaciones que muestren una tendencia a valorar
el grupo al que uno pertenece a una luz más
favorable en relación con otros grupos. Aunque la mayor parte de los estudios experimentales han establecido esta tendencia a valorar
positivamente su propio grupo hay pruebas de
que en estudios concretos no siempre éste es
el caso existiendo diversos ejemplos de imágenes de “odio” a sí mismo o de “autodesvalorización”. Esta autorrepresentación negativa
no excluye, empero, la posibilidad de una
inversión emocional positiva en el grupo, tal
como lo requiere la fase anterior de identificación o de “identidad social”,según la denominación de Tajfel.
A manera de resumen podemos decir que
los trabajos de sociopsicología señalan la
importancia de categorizar y etiquetar; también demuestran la coexistencia funcional de
identidades distintas y la relativa flexibilidad
que adoptan algunas de estas etiquetas según
los grados de semejanzas percibidas. Por otra
parte, los trabajos considerados indican también una distinción entre lo afectivo y lo
cognoscitivo en este ámbito, con primacía
evolutiva de lo primero sobre lo segundo.
Esta diferenciación proporciona varias fuentes de adhesión a una nación-estadoy permite
una vinculación afectiva positiva, independientemente de toda comparación cognoscitiva negativa.
328
EI latinoamericanismo:
persistencia de un ideal
El ideal de una patria “latinoamericana”y del
“latinoamericanismo”tiene una larga e ininterrumpida historia desde la época de la independencia.
Las ideas de Bolívar sobre el particular
son bien conocidas y el Congreso de Panamá,
que se convocó en 1826,tenía como objetivo
darles una manifestación tangible. Hemos de
señalar, sin embargo, que la idea giraba en
torno a una confederación y no a la constitución de una sola y única nación-estado.E n su
carta de Jamaica, escrita en 1815, Bolívar
decía :
Es una idea grandiosa pretender formar de todo el
M u n d o Nuevo una sola nación con un solo vínculo
que ligue sus partes entre sí y con el todo. Y a que
tiene un origen, unas costumbres y una religión,
debería, por consiguiente, tener un solo gobierno
que confederase los diferentes estados que hayan
de formarse; mas no es posible, porque climas
remotos, situaciones diversas, intereses opuestos,
caracteres desemejantes, dividen a la América.
¡Qué bello sería que el istmo de Panamá fuese para
nosotros lo que el de Corinto para los griegos!
[Bolívar,1815.1
E n algunos de sus escritos Bolívar indicaba
que Hispanoamérica necesitaba estados más
pequeños dirigidos por gobiernos centralizados;pero la idea de un pacto,de una confederación de repúblicas hispanoamericanas,permanece presente todo a lo largo de su vida.
Desafortunadamente, su sueño no se hizo
realidad al final de su vida, y desde entonces
las seis naciones hispanoamericanas independientes que fueran invitadas a participar en el
Congreso de Panamá se vieron escindidas en
dieciséis estados soberanos,en lugar de formar una sola confederación. Entre los que
trabajaron activamente por promover cambios políticos en sus países durante las guerras
de independencia del siglo XIX,San Martin,
Francisco Morán y José Gervasio Artigas
defendían ideas similares en favor de la integración de las ex colonias españolas.Pero, a
pesar de la ausencia de resultados políticos
tangiblesen el periodo que siguió a la indepen-
José Miguel Salazar
dencia,la idea de la confederación ha permanecido siempre viva en los medios intelectuales y políticos a lo largo de los aproximadamente ciento cincuenta años de historia de
aquellas repúblicas. Y a en 1844 Alberdi sostenía la necesidad de convocar un congreso de
los pueblos de América del Sur.Y,en efecto,
varios congresos de este tipo se celebraron en
1847, 1848 y 1864 en Lima, y en 1856 en
Santiago [Porras,19741.
A finales del siglo pasado,la clara voz de
Marti habla de “nuestra América” en un
artículo de la Revista ilustrada del 10 de enero
de 1891:“Del Bravo a Magallanes,sentado en
el lomo del cóndor,regó el Gran Semi por las
naciones románticas del continente y por las
islas dolorosasdel mar la semilla de la América
nueva” [Marti,1926,p. 941.Y dice también:
“El deber urgente de nuestra América es
enseñarse como es, una en alma e intento,
vencedora veloz de un pasado sofocante,
manchada sólo con la sangre de abono que
arranca a las manos la pelea con las ruinas,y la
de las venas que nos dejaron picadas nuestros
dueños.El desdén del vecino formidable,que
no la conoce,es el peligro mayor de nuestra
América” [Marti,1926,p. 931.
Antes de la primera guerra mundial,Rodó
escribía su Ariel, y ponía de relieve la diferencia y la superioridad espiritual del genio
“latino”;en el periodo de entreguerras,José
Ingenieros propugnaba la fundación de una
unión latinoamericana. E n un discurso pronunciado en 1925 en honor de José Vasconcelos,entonces ministro de educación de México, decía: “Las fuerzas morales deben actuar
en el sentido de una progresiva compenetración de los pueblos latinoamericanos, que
sirva de premisa a una futura confederación
política y económica,capaz de resistir completamente las coacciones de cualquier imperialismo extranjero” [Ingenieros,19721.
ldestino de un
Algún tiempo después,en E
continente, Ugarte escribía que los requisitos
psicológicosprevios para la integraciónlatinoamericana existen,y que la intromisiónextranjera (particularmentela de losEstados Unidos)
es lo único que impide su realización. “Los
indoamericanosque se encuentran en Europa
Sobre la viabilidad psicológica del “latinoamericanismo”
descubrirán siempre entre ellos -sea cual sea
SU república,su matiz étnico o su clase socialprofundos lazos de parecido que los sitúa
dentro de un conglomeradopropio.Porquepor
encima de la procedencia y la etiqueta,dando
a las palabras el sentido más elevado y más
amplio,desde ahora existe un verdadero sentimiento nacional” [Ugarte,1961,p. 871.
Solamente nos hemos limitado aquí a
citar a estos cuatro autores,pero ideas análogas pueden hallarse entre otros,en los escritos
de Rubén Dano (nicaragüense, 1867-1916),
de José M.Vargas Vila (colombiano, 18601933), de Manuel de Oliveira Lima (brasileño,1867-1928), de Rufino Blanco-Fombona
(venezolano, 1874-1944), de José Vasconcelos (mejicano, 1882-1959) o de Juan José
Arévalo (guatemalteco,1904).
No sólo se encuentran este tipo de ideas
en los círculos literarios.La unidad latinoamericana también aparece como divisa de movimientos políticos ideológicamente muy distintos,como los personificados por Perón [1972]
o Haya de la Torre [1946], como entre ciertos
demócratas cristianos [Valdés,19701 o como
en la vida de Ernesto Guevara,cubriendo así
el espectro político casi por completo.
Algunos autores, como Galasso [1975],
señalan que el fracaso en constituir una sola
nación latinoamericana en el momento de la
independencia se debió a la ausencia,por una
parte,de una burguesía suficientementepoderosa que tomara las riendas y, por otra, al
interés del imperio británico por mantener
economías de exportfción que satisficieran
sus necesidades. Si la integración ha de llevarse a cabo, sólo podrá hacerse, dice, “bajo
la dirección del proletariado y ligada a la
lucha por el socialismo”. La idea de los
“Estados Socialistas Unidos de América
Latina” aparece en su obra como en la de
Ramos [1969]y en la de Trotsky,y figura en la
Declaración de Principios del Partido Socialista Chileno de 1933, bajo la forma de una
Federación de Repúblicas Socialistas [Allende,
19671.
Existen, sin embargo, varias corrientes
que compiten con el latinoamericanismo,
como el panamericanismo y el eurolatinismo,
329
además de ciertasrealidades culturalesparticularistas.
El panamericanismo tuvo su auge durante la segunda guerra mundial y el gobierno
de Roosvelt; se ha dicho que servía a los
intereses de los Estados Unidos de América y
para muchos latinoamericanistas se convirtió
en una idea que debía combatirse.El panamericanismo encontró expresión institucional en
la Organización de Estados Americanos y en
toda una serie de pactos. E n teoría no tiene
por qué entrar en conflicto con el latinoamericanismo más que con otras agrupaciones
supranacionales,pero,históricamente,el conflicto ha existido. El “latinismo” o “hispanismo”,que conoció su mayor predicamento
en los albores de este siglo,se vio como algo
que servía a los intereses de los países latinos
europeos y que se fomentaba como una reacción frente a la influencia norteamericana.
Fue vigorosamente criticado por Mariátegui
[1956], quien señalaba las peculiaridades y
diversidades culturales que hacen tales ideas
absurdas y las limitan a determinadas élites
urbanas, máxime cuando con ello se omiten
las culturas indígenas,particularmente en un
país como su Perú natal. Esta objeción,
adoptada por Haya de la Torre, le llevó a
concebir su “indoamericanismo”, que pone un
mayor énfasis en la herencia india. D e todos
modos,la idea de un acervo común de sentimientos, identidad y patrimonio de casi todos
los países de lenguas romances de América ha
seguido siendo identificadacomo latinoamericana.
Los comentarios de un psicólogo social
chileno van sin embargo en contra de esta
tesis. Gissi [1981] considera que América
Latina es un “continente sin nombre”,ya que
el término “americano” que solía emplearse
para designar a su pueblo hasta la época de la
independencia ha adquirido un significado
distinto, necesitando la adición del adjetivo
“latino”.Lo que este autor propone es “cambiar nuestras actitudes,conocimiento,valoraciones e información acerca de nuestra A m é rica”. Tras analizar los graves problemas de
identidad manifiestosen la realidad latinoamericana, añade: “De todos modos, es porque
330
José Miguel Salazar
CUADRO1. Actitud hacia los compatriotas y hacia otros latinoamericanos
Compatriotas
Latinos
t
2,87
a = 9,42
2,27
0,55
a = 7,67
Brasil (N = 124)
Colombia (N = 192)
1,35
5,54
u = 9,04
7,47
p < ,o1
10,52
a = 11,02
2,84
p < ,o5
U
= 11,08
a
= 10,33
O
= 11,39
(J
= 8.79
u
2,32
O
= 10.68
5,80
o = 8,56
México (N = 101)
6,25
Perú (N = 198)
6,40
5,Ol
a = 10,89
p < ,o1
0,79
Rep. Dominicana (N = 168)
5,16
Venezuela (N = 199)
4,19
9,11
= 8,49
v < ,o1
3,63
P<
,o1
CUADRO2. Comparación de rasgos entre latinoamericanos y compatriotas
Socialafectivos
Instrumentales
Culturales
Otros
Más favorables a los
latinoamericanos
47 %
78 %
89 %
11 %
Menos favorables a
los latinoamericanos
16 %
6%
0%
8%
37 %
16 %
11 %
81 %
19
18
9
26
I Sin diferencia
I Número de comparaciones
I
I
América Latina ha cobrado conciencia de sí para describir a los demás. Este instrumento
misma en la segunda mitad del siglo xx que la permitió realizar una medición de actitudes,
expresión ‘latinoamericano’se ha tornado utilizando el método de Fishbein.
más significativa.”
Los resultados obtenidos indican una actitud más positiva hacia los latinoamericanosen
generai que respecto a grupos restringidos en
Un estudio empírico
cinco de los países, con la sola excepción del
En un estudio realizado con 982 alumnos Brasil, donde no hubo ninguna diferencia.
universitarios en seis países de la región Dichos resultados se exponen gráficamente en
(Brasil, Colombia, República Dominicana, el cuadro 1.
México, Perú y Venezuela) se pidió a los
Identificada esta tendencia a sobrevalorar
sujetos que hiciesen una valoración de sus la imagen de los latinoamericanosen relación
propios compatriotas,de los oriundos de cada con los compatriotas,quisimos identificar los
uno de los demás países y de los latinoamerica- rasgos que se atribuían más frecuentemente a
nos en general, a partir de una lista de doce los primeros que a los segundos,con el fin de
rasgos obtenidos en cada país de un análisis inferir las posibles “ganancias” o “pérdidas”
de contenido de los adjetivos más frecuente- que cabía esperar de una identificación más
mente empleados por una población análoga estrecha con el latinoamericanismo.
Sobre la viabilidad Dsicolónica del “latinoamericanismo”
331
Latin América (1974), mural pintado por un grupo de mujeres latinoamericanas en San Francisco. L a
escena interpreta la identidad cultural común de los latinoamericanos,y tiende a hacer tomar conciencia a
los ciudadanos de ese origen que viven en América del Norte de los lazos que los unen. Fototeca CCI.
A fin de hacer inteligibles los resultados,
se llevaron a cabo análisis de factores con los
datos relativos a cada grupo nacional,ya que
la lista de rasgos era específica de cada país
debido a la forma en la que se la había
elaborado.
Aunque hubo diferencias en los resultados obtenidos en cada uno de los seis grupos,
fue posible identificar tres factores presentes
en todos los casos: un factor social-afectivo
(que incluía rasgos como “jovial”, “amistoso”, “acogedor”) y factores instrumentales
(término tomado de Banchs) que comprendían rasgos como “perezoso”,“conformista”,
“trabajador incansable”, así como un factor
cultural que giraba básicamente en torno al
rasgo “instruido”.
D e las 72 evaluaciones de rasgos llevadas
a cabo (12 en cada uno de los seis grupos
nacionales), encontramos que 40 (o sea 56%)
muestran una diferencia significativa (tests de
t que alcanzan un nivel de 0,05);de éstos, 34
(o sea 85%) implican una imagen más favorable de los latinoamericanosen relación con los
compatriotas.
Cuando consideramos la clasificación de
rasgos basada en el análisis de factores obtenemos los resultados expuestos en el cuadro 2.
Puede apreciarse que la imagen más
favorable predomina sobre las dimensiones
instrumental y cultural. Se percibe al latinoamericano como más instruido (en los seis
países). Esto indicaría que los esfuerzos de
integración latinoamericana deben hacer destacar deliberadamenteeste elemento.EI debilitamiento en la atribución del rasgo de pereza
(y análogas diferencias en otros rasgos instrumentales) en la imagen del latinoamericano
parece denotar la aparición de una imagen
favorable para la integración instrumental.
José Miguel Salazar
332
Tentativas recientes
de integración latinoamericana
Hasta la fecha, los intentos de integración
económica entre países latinoamericanos han
fracasado en su mayor parte. El Mercado
Común de América Central, tras un éxito
inicial,está hoy punto menos que atascado en
un mar de borrascas sociopolíticas [Lizano y
Wilmore,19751.
La Asociación Latinoamericana de Libre
Comercio (ALALC),temporalmente recuperada bajo el nombre de ALADI,no consiguió
mantener sus objetivos. Desde el momento
mismo en que se puso en marcha,la ALALC
fue objeto de ataques por la forma en que se
la había concebido.Creada en la Conferencia
de Punta del Este, y como respuesta de la
Organización de Estados Americanos a los
movimientosrevolucionarios continentalesinspirados por la revolución cubana,en realidad
estaba concebida para beneficiar con creces a
las sociedades transnacionales de países desarrollados, que podrían así operar en un
mercado común más fácilmente manejable
[Allende,1967; Córdova y Araujo,19721. E n
este contexto,es cuestionable que su falta de
éxito pueda tomarse como indicador de fracaso del latinoamericanismo.
Una creación más reciente es el SELA,
que incluye a todas las naciones de la zona
(incluidaslas ex colonias inglesas y holandesas
no latinas), que tiene una estructura flexible y
que aspira a crear empresas “multinacionales”
(distintas de las “transnacionales”). Su éxito
está todavía por ser evaluado. D e todos
modos,ha alcanzado ya algunos éxitos políticos importantes, como la Declaración de
Panamá,que establece algunas normas comunes en sus relaciones con el primer mundo,
especialmente con los Estados Unidos. A raíz
de la crisis del Atlántico sur se está discutiendo la conveniencia de “crear un ‘SELA
político’ que comprendería a todos los países
de habla hispana (incluida Cuba), pero no a
los Estados Unidos ni a las naciones angloparlantes del Caribe. E n teoría,se reuniría para
debatir problemas políticos importantesy pre-
sentar una postura unificada dentro de un foro
más amplio” [Latin American weekly report,
19821.
E n el ámbito cultural se han apreciado
algunos esfuerzos de unificación evidentes, y
ejemplo muy notable de ello es la explosión
literaria de los años setenta.Al movimiento se
le ha llamado y sentido latinoamericano,y la
concesión del Premio Nobel de Literatura
de 1982 a Gabriel García Márquez puede
considerarse como una feliz culminación de
estos hechos. La proliferación de asociaciones
latinoamericanas también es digna de nota.
E n el último Yearbook of international organizations [Union of International Associations,
19811,se catalogan ochenta y siete entidades,
que comprenden gran variedad de asociaciones, sociedades, uniones, centros y confederaciones latinoamericanas.
Consideraciones finales
Volviendo a los trabajos examinadosy refiriéndolos a la situación latino-americanaconcreta,
observamos lo siguiente:
El latinoamericanismo no puede considerarse ni como una “religión secular” ni como
una forma de lealtad a la nación-estado;
comprende, sin embargo, “mitos de linaje”
muy presentes en la conciencia, y ciertas
homogeneidades culturales y lingüísticas. E n
cuanto al mito de los orígenes,es interesante
señalar que el 12 de octubre, día del desembarco de Colón,viene celebrándosecomo Día
de la Raza desde 1892,y que con este término
se quiere indicar el nacimiento de una nueva
“raza” mixta que ese día irrumpe en la
historia. El mito de la edad heroica aparece
con toda evidencia en las guerras de independencia que, al menos en algunos de estos
países,fueron auténticos esfuerzos de dimensión latinoamericana.
E n la formulación de Kelman, la piedra
angular de una vinculación nacionalpodría ser
sentimental o instrumental.Tanto en la argumentación de los defensores del latinoamericanismo, como en las respuestas de nuestros
entrevistadosparece haber pruebas de vincula-
Sobre la viabilidad psicológica del “latinoamericanismo”
ción sentimental y algunos indicios del nacimiento de una vinculación instrumental que
puede evolucionar y crecer en el futuro.
El estudio de Zavalloni y Klineberg
revela la existencia de identificacionesfraccionadas que representan una contracorriente a
la unidad nacional, incluso en “estados que
funcionan”(entre ellos los que han alcanzado
un alto nivel de desarrollo). Aunque menos
extendidas que las que hallamos en Africa,
existen en América Latina diferencias culturales importantes (como bien señala Mariátegui), pero éstas pueden tanto constituir un
problema a un nivel nacional limitado,como a
nivel de cualquier integración supranacional.
La cuestión es el ”uso qiie pueda hacerse de
estas diferencias “tribales” en circunstancias
determinadas.
Por otra parte,las identificaciones nacionales separadas que son fruto de más de
ciento cincuenta años de historia independiente (y en algunos casos incluso de divisiones administrativasmás antiguas dentro del
imperio español) plantean un problema si la
integración se concibe de un modo centralizado, sin respetar las peculiaridades locales.
Ahora bien,con el desarrollo de las comunicaciones y la desaparición de la estructura
económica basada en las “ciudades portuarias”, la relación con el exterior, la mayor
movilidad dentro de la zona facilitada por los
adelantos tecnológicos de nuestro tiempo, las
diferencias entre estas identificaciones nacionales acaso tiendan a disminuir. Algunos
indicios a este respecto se han obtenido en
Venezuela, donde el mayor contacto con
333
otros miembros de grupos latinoamericanos
tiende a hacer las actitudes más favorables,
aun en los casos en los que la actitud general
tendía a ser negativa.
Quizá sea en la obra de Tajfel, sin
embargo,con su insistencia en la identidad de
grupo, donde hallamos las indicaciones más
positivas en apoyo de la realidad psicológica y
de la importancia del latinoamericanismo.La
primera fase de formulación de su teoría de
categorización de la identidad y de la comparación es evidentemente idónea, dado que en
América Latina existe en efecto una “etiqueta
identificadora reconocible, tanto externa
como internamente”;existe también identificación e inversión emocional,como lo demuestra una parte de la investigación que hemos
reseñado arriba. Por último, aun cuando las
comparaciones indiquen una evaluación de
grupo negativa [Salazar, y otros, 19821, ésta
disminuye cuando la identificación se verifica
bajo la etiqueta supranacional. ¿Acaso no
indica todo esto la existencia de las precondiciones sociopsicológicas de un supranacionalismo latinoamericano?
Hablamos sólo de precondicionespsicológicas, por supuesto. Sería absurdo concluir
que eso es todo lo que se necesita. Los
acontecimientos sociales e históricos son evidentemente el resultado de fuerzas en acción
más objetivas; pero sería una simplificación
no menos anticientífica dejar de tomar en
cuenta la existencia de determinadas realidades sociopsicológicasque pueden contribuir
a condicionar los hechos sociohistóricos.
Traducido del inglés
José Miguel Salazar
334
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Sobre las
identidades múltiples
Carl F. Graumann
extraños no se mostrarán muy convencidos de
la coherencia o legitimidad de las pretensiones
y comportamiento en cuestión. La manera
Cuando los políticos alteran sus coaliciones y en que conciben la identidad de un político,
se alían con partidos que antes tenían por de un trabajador inmigrante, de un católico
adversarios, generalmente declaran que sus o de una hija discrepa del modo en que
cambios constituyenuna política consecuente, esas mismas personas conciben su propia
recta y honrada. Cuando los miembros de un identidad. Pero ¿puede haber dos o incluso
grupo “étnico” inmigrante minoritario desean más identidades? o, en resumidas cuentas,
ser tratados como nativos de la sociedad que ¿debe haber sólo una? ¿Pueden las identidades ser inconsecuenlos acoge, es decir que
tes? Nos enfrentamos
reclaman la nacionalidad
El profesor Carl F. Graumann es
aquí con una de las tendespués de años de tradirector del Instituto de Psicología de
dencias
básicas del probajo y residencia en un
la Universidad de Heidelberg, Haupceso de conocimiento soestado, se consideran
Strasse 47-51, D6900 Heidelberg,
República Federal de Alemania. H a
cial, que, según la psicoacreedores a los derechos
sido
profesor en los Estados Unidos y
y privilegios de sus anfilogía social moderna, es
en Francia y es miembro de varias
triones.Cuando católicos
la tendencia humana haasociaciones psicológicas nacionales.
fieles y practicantes insiscia la consecuencia y
Sus trabajos actuales de investigación
coherencia cognoscitiva.
ten en ser miembros lease centran en la psicología social del
lenguaje y en la ecologia de la identiTambién nos enfrentales de partidos socialisdad urbana.
mos aquí con el probletas, o viceversa, están
convencidos de que amm a de la identidad simple
bas lealtades o formas de
o múltiple.
conceptuarse a sí mismos I
E n este artículo entendemos por identidad
son compatibles, a veces
incluso complementarias.D e la misma mane- de un individuo la forma compleja en la que
ra, una niña que se cría sólo con hermanos una persona se identifica con su medio y es
varones participando en sus juegos, e intere- identificada por él. A fin de comprender
sándose por sus juguetes más que en las mejor esta complejidad y, especialmente, el
muñecas,no sentirá ninguna incomodidad por problema de las identidades múltiples, aborsus preferencias y entretenimientos.Los adul- daremos el tema examinando detenidamente
tos, sin embargo,pueden abrigar sentimientos los tres procesos básicos siguientes: identidistintos;ellos ven discrepancias,incompatibi- ficar su propio medio, ser identificados
lidad y conflicto, así como en general en los por el medio y,finalmente,identificarse con el
ejemplos antes referidos los observadores o medio.
Inconsecuencia e identidad
338
M o d o s de identificación
Identificar el medio
Y a en una fase muy temprana de nuestro
desarrollo intentamos comprender nuestro
mundo. Del sinfín de personas y objetos con
los que nos encontramos, algunos parecen
hallarse siempre a nuestro alrededor:el padre,
la madre, los hermanos, los juguetes, la
comida.Lo que encontramos con mayor regularidad constituye nuestro medio.Tener experiencia de ciertas personas y cosas con más
frecuencia que de otras pronto nos lleva
a reconocerlas, es decir, a percibirlas como
ya conocidas anteriormente. Se trata de la
experiencia de lo que es igual a sí mismo,que
al principio consiste en la grata sensación
de familiaridad, luego en la percepción de
rasgos idénticos,en el recuerdo de haberlos
visto antes o en la espera de ver a alguien o
algo.
Tener la experiencia de alguien o de algo
como el mismo o lo mismo es esencial para
esta forma incipiente de identificación,y subsiste como un rasgo básico de todo comportamiento identificativo. La primera experiencia
de lo mismo o de la identidad se refiere a la
naturaleza física de las cosas o al cuerpo de
las personas. Se responde a un rasgo físico
distintivo, a una constante y,muy a menudo,
cuando no se ha alcanzado aún la facultad de
la expresión verbal, sólo tenemos esa misma
respuesta diferenciadora a una constante, a
un estímulo, que se repite, como prueba
empírica para inferir que algo es identificado,
y que lo es en virtud de ese rasgo o constante.
Aunque una respuesta‘no es identificación
propiamente dicha, puede llegar a ser un
indicador válido si y sólo si es suscitada por
una sola y la misma constante-estímuloy no
por otras. Dicho de otra manera,el hecho de
que el comportamiento sea identificatorio o
no depende de que sea o no diferenciador.
Sólo ias respuestas que distinguen entre los
diversos rasgos del medio son también indicadoras de identificación.
Para ejemplificar esta importante distinción conceptual de la identificación en térmi-
Carl F. Graumann
nos menos técnicos,digamos que un niño que
posee (que ha adquirido) la capacidad para
reconocer a una persona u objeto ha aprendido a distinguir entre personas y objetos
diferentes.
Identificación,pues, es el reconocimiento
de alguien o algo en cuanto igual a sí mismo,o
sea, en tanto que diferente de otros. La
igualdad a sí mismo, empero, no es un término físico;tampoco es diferencia.Tanto una
cosa como otra han de entenderse en términos
psicológicos, es decir, como experiencias de
igualdades y diferencias. Algo puede presentarse igual a como era anteriormente,esto es,
como un continuo,aunque su estructura física
objetiva haya cambiado. D e esta manera,
subjetivamente vemos identidad (continuidad), donde objetivamente (por ejemplo, en
términos de la ciencia física) es la no identidad
(discontinuidad) lo que prevalece.
La importante diferencia que existe entre
la identidad física y la psicológica se hace aún
más patente cuando consideramos la fase
de formación de los conceptos. Hasta el
momento sólo hemos visto la identidad como
la experiencia de la recurrencia o continuidad
de lo mismo. La situación es distinta cuando
alguien o algo es identificado como un ejemplar (caso,muestra) de una clase (genérica).
Si un niño es capaz de definir correctamente a
un animal como un “perro”,habrá aprendido
a generalizar a partir de rasgos (“abstraídos”)
de otro perro. Aunque sea evidente que el
nuevo perro no es idéntico al perro “modelo”,
el niño debe experimentar una forma específica de similitud en este nuevo modo de
identificar algo como perteneciente a una
familia, grupo o clase de objetos. Aunque
sabemos que la semejanza física es sólo una
base entre otras para la generalización, las
similitudes fisonómicas y funcionales son fundamentos muy importantes para la generalización y formación de conceptos en los primeros
años de la vida.
Este proceso de formación de categorías,
así como toda clase de identificación, se ve
significativamente facilitado y enriquecido por
la adquisición del lenguaje. Lo que una cosa
“es” no quedará definitivamente incorporado
339
Sobre las idmtidader múltinles
Máscaras en venta (Isobe,Japón).
P.ZachmaraiRush
hasta que el niño haya aprendido cómo se
llama. La fase del desarrollo infantil de las
repetidas e infatigables preguntas ¿qué es
esto? se satisfacefácilmente dándole nombres
a las cosas. Pero bien pronto los papeles se
invierten: a la pregunta del adulto ¿qué es
esto?,el niño orgullosamente contesta por la
identificación más o menos correcta,“es un
perrito”. Se devuelve un nombre.’
Aunque al principio cuerpo y nombre
juntamente facilitan la identificación de una
persona u objeto,’ posteriormente el cuerpo
puede ser sustituido por el nombre aunque la
experiencia señale constantemente al niño
que los nombres cambian mucho más fácilmente que los cuerpos,y que un cuerpo puede
tener muchos nombres. Sin embargo, lo más
importante es recordar que el nombre de la
cosa es lo que indica al niño la pertenencia de
esa cosa, y, sobre todo, de la persona, si
pertenece al mundo del “nosotros” o al de
“ellos”.El otro niño podrá ser tan juguetón y
despabilado como Johnny,pero si resulta que
su nombre es Ahmed, lisa y llanamente no es
de los nuestros... y menos aún si su físico es
“distinto”.
No podemos crecer intelectualmente sin
aprender a categorizar nuestro medio (y a
nosotrosmismos), y no podemoscategorizarsin
identificarpropiedades comunes que,al mismo
tiempo,discriminanentrelo que “pertenece”y
lo que “no pertenece”. E n otras palabras, la
identificación implica clasificación, lo cual,
lógicamente,significa constitución de clases.
Ser identificado por el medio
E n cuanto al desarrollo de los hechos en el
tiempo, identificar el medio (o incluso a uno
mismo) no es anterior a ser identificado. Si
cuerpo y nombre son requisitos previos indispensables para la identificación de personas y
objetos, los humanos normalmente son identificados al nacer. Con frecuencia el nombre
precede al cuerpo (el apellido lo precede
siempre), pero es el cuerpo el que establece la
340
identidad de sexo, que luego es identificable
por el nombre dado.
El proceso psicológico de ser o llegar a
ser identificado, sin embargo, se pone en
marcha con la comunicación entre madre e
hijo.La forma en la que un adulto se dirige a
un niño, al principio con ademanes y gestos
más que verbalmente,el calor físico y el amor
que lo envuelve,los muchos nombres y diminutivos familiares cariñosos que suelen darse
a una criatura de pocos meses son todas
formas de comunicación que normalmente
transmiten al recién nacido un sentimiento
básico de pertenencia. Aunque el primer vínculo que de esta manera se establece entre los
padres y el hijo es emocional más que racional, la criatura posteriormente aprende, por
ejemplo, que ella es Peggy, si bien algunas
veces la llaman Margaret,de la familia Smith
(y que hay otras Margarets en la vecindad),
que es hija única, que luego ha pasado a ser
hermana de dos niños más pequeños, a quienes debe cuidar de vez en cuando. También
aprende que el color rojizo de su pelo y las
pecas que salpican su cara suscitan bromas y
que le pongan motes. Sólo más tarde descubrirá que tiene menos amigos que la mayoría
de sus compañeros de clase y que esos amigos
son diferentes,porque la familia Smith es una
de las pocas familias católicas en un vecindano protestante; descubrirá que se la había
destinado a aprender el oficio de su padre,
etc. Quizá consiga desentenderse de algunas
de estas expectativas y adscripciones, resistirse a otras, pero con muchas cumplirá, y,
por lo que a éstas se refiere,llegará a ser lo
que se espera, o más bien, quien se espera
que sea. E n otros aspectos logrará llegar a
ser ella misma, independiente de lo que los
otros desean y exigen de ella. Una parte no
pequeña ni poco importante de la biografía de
cada uno de nosotros es la historia de su
identificaciónpor los demás, acertada o equivocadamente, como algo que puede oscilar
entre el héroe y el cobarde,coronado de éxito
o fracasado,aceptable o no,y una y otra vez,
como uno de “nosotros” o uno de “ellos”.D e
todas estas adscripciones y atribuciones, la
psicología social moderna nos seiiala que las
Carl F. Graumann
más importantes y que cuentan con mayor
fuerza de identificación son las categorizaciones que le “hacen” a uno pertenecer a algo
y las atribuciones que le hacen a uno responsable. El ser “marginal”,que vive una vida de
indistinción entre los grupos y que es el
“cabeza de turco” al que un grupo dado hace
responsable de cualquier desgracia que le
sobrevenga,resume dos casos bien conocidos
de caracteres o roles identificadospor grupos.
El ser identuicado por otros no es algo
que quede restringido a la biografía de un
individuo o a la vida de un grupo. La historia
(y, por supuesto, la historiografía) consiste
esencialmente en la construccióny reconstrucción de identidades personales y sociales.
Todavía se está identificando a Alejandro, a
César, a Gengis Khan, a los mayas y a los
fenicios,lo cual quiere decir que la identidad
es menos un estado final que un proceso
dinámico de construcción,que puede prolongarse mientras haya memoria de la persona o
grupo en cuestión. La historicidad es un
aspecto intrincado de la sociabilidad.
Identificarse con el medio
En el análisis del desarrollo de la identidad
social compleja hemos examinado hasta ahora
la identificación del medio que se produce a
fuerza de categorizar personas y objetos y la
forma en la que una persona es identificada
por su medio social,por medio de nombres,
adscripciones y atribuciones. E n adelante, el
proceso se torna interactivo. D e aquellas
personas a quienes se aprende a identificar
como los parientes más cercanos, amigos,
conocidos, iguales, colegas, etc.,se espera a
SU vez un reconocimiento como allegado,
amigo, etc., y que dicha identificación
se mantenga. El .cuadro interaccional, sin
embargo, no está completo todavía. D e las
muchas personas y objetos que constituyen el
medio de cada uno, sólo hay algunas con las
que uno se identifica en el sentido literal de la
palabra. Solamente algunas pocas personas
son como uno mismo. Mucho más importante aún es que hay algunas que son como
uno quisiera ser,o sea “modelos” conforme a
Sobre las identidades múltiples
La identificación con el medio y la emulación de las “personas de referencia”. Martine FrenchMagnum
341
342
los cuales uno procura configurar sus apariencias, preferencias, forma de pensar, gusto,
relaciones sociales,hasta conseguir,experiencialmente al menos, un parecido o una igualdad. Para los psicólogos del desarrollo, este
esfuerzo de identificación con una persona
modelo culmina en la adolescencia [Erikson,
1963;19681,pero los intentos de ser o,cuando
menos, actuar como otro se dan en todas las
edades.Los modelos a los que las personas se
esfuerzan por emular o procuran asemejarse
pueden ser individuos o grupos, es decir,
“personas de referencia”o “grupos de referencia”,como se les llama en psicología sociaL3
Las figuras con las que nos identificamos no
tienen por qué ser reales y vivientes; pueden
ser históricas o ficticias, ya que psicológicamente todo modelo, eh la medida en que las
esperanzas, aspiraciones y deseos de una
persona se proyectan sobre él, es un producto
de la fantasía, un fantasma. El modelo no
“es”, sino que más bien simboliza lo que la
persona identificantese esfuerza por ser.
Esta función simbólica es lo que permite
también que ciertas cosas (además de las
personas y grupos) se conviertan en objetos
de identificación.Una casa puede representar
el hogar y la familia,una catedral las creencias
religiosas,un espléndido coche el grado de
éxito y el elevado rango de una persona, e
incluso objetos menores del vivir cotidiano,
como tazas y cucharas, juguetes viejos y
maltrechos y ropas raídas y deshilachadas
pueden simbolizar personas,relaciones,acontecimientos de nuestras biografías individuales y sociales. Y es en razón de esta función
simbólica como nos identificamos con ellos,
lo que, en términos de “comportamiento”,
quiere decir que les tenemos carifio, los cuidamos,los defendemos contra pérdida y deterioro. Son, como William James [1950,
p. 2921 ha dicho,partes esenciales de nuestro
‘‘yo material”. E n última instancia, no hay
identidad social que no se remita también a
lugares [Proshansky, 19781 y cosas [Graumann, 19741.
Aunque las fantasías y las cosas no
actúan realmente sobre quienes se identifican
con ellos, ni los modelos observan por lo
Carl F. Graumann
general ninguna reciprocidad,la identificación
con los mismos dista de ser unilateral. Psicológicamente al menos, hay bastante probabilidad de que la persona que se identifica con
otra, o con algún grupo u objeto, acabe por
estar bajo el dominio de los objetos de
identificación,sirviéndoles en modo y grado
considerable.El esfuerzo invertido en el culto
de un “héroe”, en el proselitismo y en la
imitación, como así también en los diversos
cultos de perfección,debe compararse con la
energía puesta en la persecución de cualquier
ideal. E n realidad son los valores lo que los
seres humanos estiman en tan alto grado,y lo
que sienten personificado u objetivado en sus
objetos de identificación. Identificarse con
personas, grupos u objetos es una de las
principales formas de aproximación a los
valores.
Identificación
individual, de grupo y colectiva
Para entender lo que es la identidad,propusimos un examen más atento de los distintos
procesos de identificación que pueden conducir a diferentes formas de identidad.Al describir los tres modos de identificación, dimos
principalmente como ejemplo el sujeto u
objeto de identificación individual. El individuo,al identificar o ser identificado,es el foco
tradicional de la teorización e investigación
psicológicas,incluida la mayor parte de la que
se llama psicología social. Pero tanto el sujeto
como el objeto de la identificaciónpueden ser
también colectivos.
Para empezar con el caso más claro,el de
ser identificado por el medio social propio,
resultará evidente que ser identificado como
Johnny, niño varón, hijo, Smith, católico,
londinense, etc., no es asunto de una sola
persona. Es una pluralidad de seres próximos,
de consocios, acaso la familia, o la comunidad,quienes,por regla general,construyen la
identidad. Además, los niños varones, los
hijos,los Smith,los católicosy los londinenses
son grupos o clases de personas más que
individuos singulares. Tan sólo aquél que es
Sobre las identidades múltiples
(identificado como) todo esto, y algo más,
podrá sentirse un individuo singular e irrepetible al que hay que distinguir del “resto del
mundo”. Sin embargo, en las diversas identificaciones que se le confieren es tipificado,
más que individualizado,como miembro de
un grupo, como caso o ejemplo particular de
una clase o categoría. Automáticamente se le
atribuyen los aspectos o “rasgos” típicos del
grupo en cuestión;se “sabe” lo que significa
ser niño varón, católico, londinense. Lo que
los psicólogos sociales han llamado teorías
“ingenuas” o “implícitas” [Wegner y Vallacher, 19771, o “estereotipos” [Tajfel, 19811,
no sólo está detrás de la mayor parte de la
identificación colectiva, sino que en realidad
constituye el proceso identificatorio mismo y
nunca tiene que ver con individuos en cuanto
tales,sino en calidad de miembros de grupos
sociales o colectividades. Más aún, en lo que
atañe a la primera modalidad de identificación
(identificación del medio), el sujeto no es
necesariamente un individuo. Identificar el
medio propio no es, como hemos visto, un
quehacer solitario.Las cosas son identificadas
por medio de nombres que una comunidad
lingüística brinda al niño que aprende, nombres que han sido transmitidos de generación
en generación. Los nombres tienen que ser
aprendidos y correctamente aplicados. Mas
bien que de formación,se trata de un proceso
de apropiación de concepto y objeto (Aneignung). Las personas y objetos clasificados
como “intocables”,“incomibles” o “venenosos”llevan estas designaciones que,junto con
los valores expenenciales correspondientes,
son válidas para todos los miembros de un
grupo particular,aunque no para otros.
Como parte importante de la individuación o desarrollo de la personalidad,la tercera
modalidad de identificación (identificarse con
el medio) podrá quizá parecer la pauta de
comportamiento más “individualista”de todas.
Si consideramos no obstante, el modo en el
que algunas generaciones de adolescentes, o
por los menos grandes porciones de ellas, se
identifican con un solo y mismo héroe, mientras que una generación posterior se identifica
con un “ideal” notablemente distinto, o el
343
modo en que las jóvenes prefieren modelos
diferentes a los de los varones,o la forma en
la que los adolescentes de una clase o grupo
social (o cultural,étnico,o religioso) difieren
de otros en su identificación, pese a los
medios de comunicación de masa actuales,
entonces deberemos cuidarnos muy bien de
sobrevalorar la individualidad de la persona
identificante.E n general, el carácter social o
colectivo,tanto del sujeto como del objeto de
la identificación, constituye la regla más que
la excepción.
Identidad :
intentar la unitas multiplex
Experiencia y comportamiento, temas tradicionales de la psicología,son fenomenológicamente los aspectos interno y externo de la
relación persona-medio, y, por eso, tanto su
sujeto como sus objetos pueden analizarse
siempre en dos sentidos: de adentro para
fuera4 y de fuera para adentro. E n la psicología tradicional, los mentalistas preferían el
primer enfoque y los conductistas el segundo.
En una perspectiva fenomenológicamás comprensiva, ambas direcciones se consideran
indispensables y complementarias [véase también McCall y Simmons,19781.
Aplicada a nuestro problema actual,
entendemos la identidad de una persona o de
un grupo como la forma en la que esta
persona o grupo se identifica con el medio y
como la forma en la que son identificados a su
vez por sus medios sociales respectivos. La
locución conjuntiva “y” no debe engañarnos,
ya que la interacción prevalece: ya estamos
siendo identificados por otros cuando nos
proponemos identificarlos o incluso identificarnos con ellos. La identificación de otros,
que puede preceder a la identificación con
ellos, es por lo general un antecedente de la
concepción de uno mismo,que no es otra cosa
que la construcción de la identidad propia
como socialización [Berger y Luckman,19661.
Las personas, al ser tanto sujetos como
objetos de los procesos de identificación,son
seres múltiples, si consideramos su conciencia
Carl F. Graurnann
344
de los otros que tratan de categorizarlos de
diferentes maneras mientras que ellos, a su
vez, se identifican con otros aún, o por los
menos io intentan. La tensión o incluso el
conflicto se hacen entonces más probables que
la armonía. Algunas de las adscripciones que
“definen” a la persona pueden ser plenamente
compatibles.Johnny puede ser varón,católico
e inglés sin problema alguno. Pero ¿puede
serlo Ahmed? i0 puede Johnny también ser
negro? Si es éste el caso, surgen tensiones.
Algunas identidades se tienen por incompatibles,no tanto por el propio niño,al principio,
como por los que le rodean,que gozan de la
facultad de identificarle y que le hacen sentirse inseguro y avergonzado de su identidad.
La identidad es sustanciadapor el cuerpo
y el nombre, que se supone constituyen una
unidad. E n la cultura occidental se da por
supuesto que el “individuo” es “indivisible”,
es decir, de una sola esencia. Pero Les esto
psicológicamente válido si, por ejemplo,ciertas identificaciones contrapuestas efectuadas
por un medio social antagónico tienden a
“dividir” la identidad de una persona en
partes incompatibles?
William Stern [1950,p. 6041,teórico de
la personalidad que propugna una “convergencia” entre disposiciones internas e influencias
externas, ha caracterizado la persona como
unitas multiplex o unidad múltiple. Este término es el que, en nuestra opinión, mejor
describe la identidad social de una persona,si
consideramos que un mismo y solo sujeto
puede ser identificado de formas diversas y
contradictorias y que no obstante continúa
siendo un solo actor social que, a su vez, se
identifica con diferentes personas y objetos.
Lo que es asombroso y precisa una explicación es la unidad, antes que la multiplicidad.
La unidad de una persona no es un don
natural, sino que ha de lograrse psicológicamente (mediante la identificación) y mantenerse (como identidad) en un continuo y
muchas veces conflictivo proceso de socialización.
Conflictos y crisis se consideran sucesos y
fases normales en el desarrollo del individuo
[ver Erikson 1963;19681.Se ven exacerbados,
no obstante,cuando el intento de alcanzar la
unidad se entorpece y frustra por la heterogeneidad o rigidez que presentan diferentes
grupos o culturas.
Identidad múltiple:
estructura horizontal
Si la multiplicidad de la identidad es consecuencia de las diversas formas en las que
hemos sido acertadamente identificados por
nuestro medio social, principalmente por
parte de los grupos y personas de referencia,
la identidad social es equivalente a “accesibilidad”.Personalmenteidentificadocomo varón,
alemán, científico social, psicólogo social,
social-liberal,etc.,yo habré de responder a
toda interpelación,llamada u otra comunicación dirigida a mí como varón (alemán,científico social, etc.), si (y el psicólogo vacila en
añadir: sólo si) realmente m e identifico con
las categorías o roles sociales invocados.Pero
¿cuándo se va a dirigir alguien a mí, por
ejemplo,como varón,como alemán? Esto no
es corriente en la vida cotidiana. Podría
empero reaccionar ante anuncios de algún
artículo de consumo especial para varones
[Goffman,19761,o podría verme enfrentado
con feministas que reprueban mi preferencia
por el género masculino al hablar en inglés.
Aunque en la propia Alemania rara vez se
dirigirá nadie a mí como alemán,en el extranjero puede ocurrirme esto fácilmente. Mi
identidad nacional es requerida por las autoridades extranjeras. A veces incluso es objeto
de rectificación, ya que al contestar a la
pregunta sobre la procedencia con el habitual
“Alemania”, alguna que otra vez m e veo
“reidentificado” con la corrección: “querrá
usted decir la República Federal de Alemania”. Naturalmente, casi todos revelamos
nuestra identidad nacional al hablar.
Estas solicitaciones y declaraciones de
identidad nacional, regional, profesional o
política5 son, en una medida considerable,
propias de situaciones específicas. Sólo
en situaciones particulares y concretas se
requiere mi identidad étnica, o urbana, o
Sobre las identidades múltiples
345
U n contexto de identidadesmúltiples:la presente escena con la mezquita al fondo,típicamenteislámica en
apariencia,transcurre en realidad en la localidad de Mantes-la-Jolie(Francia). Michel BadRush.
religiosa,y soy yo consciente de ella. Algunas
de estas situaciones especiales son muy propicias a que la identidad se muestre sin ambigüedades. Algunas instituciones como la iglesia,
el ejército o una escuela exigirán, con toda
probabilidad,una “conducta consecuente con
la identidad”. Otras situaciones, tales como
viajar por el extranjero en coche propio de
matrícula nacional,son reveladoras de identidad; también las hay, no obstante, poco
exigentes o ambiguas. Puede muy bien suceder que al entrar a un local, de repente,
encuentre uno rechazada su propia identidad,
en cuanto a edad, sexo o clase.Nos percatamos de que,por nuestra edad o nuestro sexo,
estamos fuera de lugar.E n otras palabras (y
para volver al carácter interaccional), no
habíamos prestado atención a la identidad del
sitio en cuestión o la habíamos juzgado erróneamente. La interacción y el conflicto se dan
aquí entre dos identidades incompatibles, la
de la persona y la del lugar (su propietario,
administrador, clientes). La identificación
final puede incluso ser impuesta claramente
por su “nombre” “Juden
oa
veces por medios “físicos”,una variante no
violenta de lo cual es la que consiste en mirar
fijo a un cliente y no servirle. Algunas veces
una situación, neutra al principio, se puede
cargar de significación estimativa y centrarse
en la identidad en virtud de determinadas
pautas de interacción.El turista,bien recibido
en principio por razones comerciales,inopinadamente se ve.identificado como representante o incluso “agente” del colonialismo o el
imperialismo tras haber empleado palabras
que el receptor tiene buenas razones para
considerar discriminatorias.O el turco,originalmente bien acogido como “trabajador invitado”,poco a poco es “reidentificado” como
un “extraño” que quita un puesto de trabajo
al obrero local. Al mismo tiempo se le atri-
Carl F. Graumann
346
buyen rasgos de carácter y hábitos que “legitiman” el hecho de apartarse de él y de exigir
su regreso a su país de origen. E n ambos
casos parecen hallarse en juego valores básicos.
El paso de una situación a otra no
siempre es un hecho voluntario. El refugiado
político que busca asilo o el obrero emigrante
que busca un puesto de trabajo en un país
extranjero con frecuencia se hallan en un
ambiente culturalmente extraño. No pueden
comprender bien la identidad del nuevo
mundo en el que se encuentran,ni la suya es
identificable para sus anfitriones.E n algunos
países se espera que renuncien parcialmente a
su identidad y se asimilen,lo cual equivale a
aproximarse a la identidad de sus anfitriones,
mientras que a su vez ellos intentan desesperadamente mantener su identidad cultural,que
es la base de la preservación de su identidad
personal. Se identifiquen con lo que se identifiquen,se esforzarán por cultivarlo y simbolizarlo de forma visible,lo cual,a su vez,puede
intensificar la alienación respecto de aquellos
que no son capaces de integrar valores e
identidades diferentes o no están dispuestos a
ello. La segregación se produce, en términos
psicológicos, aun cuando sea políticamente
indeseable.La interacción necesaria entre los
diversos procesos de identificación se inhibe.
Incluso en países que son tolerantes o
que promueven activamente la diversidad cultural y étnica, pero donde los inmigrantes se
agrupan en enclaves,la necesidad de salir del
territorio recién adquirido y relacionarse con
los de “fuera” crea problemas de mantenimiento de identidad análogos.Los problemas
aumentan en el caso prototípico del niño
perteneciente a una nìinoría “étnica” o “de
color” que se identifica con un “héroe” de la
mayoría “blanca” y, en consecuencia,es vituperado y rechazado tanto por los suyos como
por el grupo de referencia [Erikson,19631.El
niño entonces o no sabe dónde pertenece
realmente o no quiere pertenecer al grupo
al que le dicen que inevitablemente pertenece. Siguiendo los pasos de Kurt Lewin
[1948], que ejemplificaba la función básica del
grupo en la identidad personal valiéndose de
grupos minoritarios judíos, Herman [1977,
p. 341 concluye que: “La incertidumbre sobre
lapertenenciaimplicauna inestabilidaddelmedio social en donde se vive y lleva a la
inestabilidad de la persona.”La investigación
de Herman sobre la identidad judía es en
realidad un estudio monográfico sobre la
identidad múltiple, si consideramos el hecho
de que los judíos,durante la mayor parte de
su historia, han vivido diseminados en la
diáspora, enfrentados con identidades culturales o nacionales diversas a las cuales han
intentado asimilarse,mientras han tratado en
gran medida de mantener su identidad religiosa propia.’ Incluso en Israel,la diferencia
entre identidad israelíy judía se ha convertido
en un problema, al menos para la generación
actual [Herman, 1977, p. 671, aunque no
sería difícil de resolver si existe una concepción clara de la identidad dominante y un
acuerdo sobre ella. Esto nos lleva a lo que he
convenido en llamar dimensión vertical de la
identidad múltiple.
Identidad múltiple:
estructura vertical
Si alguien reconoce que es mucho mejor
jugador de tenis que viajante de comercio,y,
además, que es un bromista colosal, esta
triple concepción de sí mismo puede constituir
una triple presunción. Su identidad personalísima consistirá en ser gracioso,deportista y no
demasiado torpe en los negocios. Si,no obstante, su entorno social,principalmente “su”
grupo,confirma este concepto festejándole las
gracias,perdiendo frente a él en la cancha de
tenis y compartiendo su desprecio por los
colegas demasiado ambiciosos, entonces esta
triple identidad, reforzada por interacciones
personales, pasa a ser su identidad social,
pese a lo mucho de presunción y de lisonja
que siga habiendo en ella.
Nuestro interés se centra en las relaciones que existen entre estas identidades.
Por una parte,hay tres tipos de situaciones en
las que nuestro sujeto (normalmente) suele
encontrarse:su empresa comercial,la cancha
Sobre las identidades múltiples
341
El eco (1943), Óleo de Paul Delvaux. (ColecciónClaude Spaak,París )Roger RocheEd. du Seuil. 0Spadem 1983.
de tenis y el club o taberna donde se reúnen
sus compañeros. Cada uno de estos lugares
exige o da ocasión a una conducta, a un
lenguaje, a modales específicos, a atuendos
distintos. E n cierta manera, cada escenario
tiene su propia realidad para nuestro actor.
“Mientras se le atiende,cada mundo es real a
su manera; la realidad sólo decae con la
atención”, era la tesis de W.James [James,
1950, vol. 2,p. 2931. Schutz [1962,p. 2301
concebía tales “realidades múltiples” como
“provincias de significado finitas”,con estilos
cognoscitivos diferentes, ya que un determinado conjunto de experienciaspueden considerarse “no sólo consecuentes en si mismas sino
también compatibles entre sí” [Schutz,1962,
p. 2301.Para pasar de una de tales provincias
a la otra puede hacerse preciso “dar un salto”,
tan distintos son a veces sus significados para
un actor común. Si nos “abrimos camino” en
otra provincia,desplazamos también el “acento de realidad” [Schutz, 1962, p. 2311. Las
identidades múltiples se corresponden estrechamente con las realidades múltiples. E n la
cancha de tenis soy mi verdadero yo en cuanto
jugador de tenis;los negocios y otras esferas de
significado son menos reales aquí, mientras
que los quehaceres del lunes por la mañana en
la oficina hacen del tenis algo casi menos que
irreal, etc. La cuestión del predominio o
prioridad de unas identidadessobre otras no se
plantea necesariamente.
348
-
Ahora bien, si una persona se sorprende
yendo a la cancha de tenis más a menudo de lo
que puede permitirse, deseando ir a jugar
aunque realmente no puede, soñando con el
juego mientras trabaja,y si los demás advierten o sienten su preocupación,el predominio
de una identidad sobre las otras resultará
evidente.Con ello surge una estructura vertical o jerárquica.
Si aceptamos como premisa que las identificaciones con personas, grupos y objetos
están estrechamente relacionadas con el establecimiento del sistema de valores de una
persona,y que los valores no se experimentan
de modo fortuito,podemos concluir que, en
principio, las identidades (como resultados
finales de la identificación) están tan estructuradas como los valores. Uno de los posibles
enfoques teóricos y metodológicos para analizar la estructura de los valores de una persona
(o de un grupo) podría consistir en descubrir
cuán esenciales (importantes,pertinentes, críticos) son los valores individuales para aquellos que los sustentan.Cuando los psicólogos
de la personalidad estudian y miden los valores
de individuos y de grupos, generalmente lo
hacen en situaciones neutras,tipificadas.
Sacados del contexto de las “provincias
de significado”cotidianas,principalmente del
mundo del trabajo [Schutz,1972,p. 2262291,
la mayor parte de los sujetos revelan una
escala de valores estable, con prioridad de
algunos valores sobre otros. Resultó así posible que, por medio del estudio sobre los
valores realizado por Allport-Vernon[Allport,
Vernon y Lindzey, 19601, se pudieran identificar “tipos de hombres” con arreglo a la
hipótesis de Spranger [1928], es decir, atribuyéndoles una identidad filosófica, económica, estética, social, política o religiosa.
Puesto que en cada situación típica sometida a
examen se practicaron tests y comprobaciones,
la fiabilidad de los resultados era suficientemente aceptable. La identidad económica o
política no se puso a prueba transituacionalmente, sin embargo.No se examinó al “hombre económico” frente a un vasto marco
religioso,con sus denotaciones y fuerza sugestiva,o a la persona inclinada por la especula-
Carl F. Graumann
ción teórica no se la midió en el contexto de
una situación radicalmente política. ¿No es
posible acaso que un hombre con mentalidad
económica no sea propenso a identificarse con
los actores y los elementos de una auténtica
situación religiosa? ¿Y por qué una profesional de la ciencia,puesta en un marco artístico
y literario,no ha de poder revelar su identidad estética,que al fin y al cabo puede ser una
de sus potencialidades humanas?
Aunque aún no disponemos de la suficiente investigación empírica sobre la interacción de las identidades,tal como lo requiriría
un marco saturado de valores con identidades
transituacionales (relativamente) constantes,
y acaso dominantes,deberíamos poder explicar los fenómenos de la identidad múltiple
más adecuadamente con ayuda de un principio de convergencia modificado, como el
originalmente introducido por Stern [1950],
para dar cuenta de la interacción entre factores genéticos y ambientales.
Lo que aún necesitamos saber es qué
tipos de marcos o situaciones favorecen determinadas identidades y cuáles las sofocan;qué
fuerzassociales hacen apelación a qué fuerzas
personales para acentuar y defender determinados aspectos de una identidad múltiple;
hasta qué punto son modificables las identidades y si tal modificación puede parecer
conveniente o aun indispensable para un
grupo o una comunidad dada.
La identidad en perspectiva
Tanto en lo que atañe a los individuos como a
los grupos,sostenemos que la identidad es un
fenómeno interaccional. La identidad que se
ofrece a los otros debe ser más o menos
aceptada por ellos; la identificación hecha
desde fuera (el medio social) tiene que ser
más o menos corroborada por la persona o
personas cuya identidad está en juego.Por lo
que sabemos acerca de la percepción y del
juicio social,no debemos esperar que la regla
sea la simetría o la armonía. La reciprocidad,
en cambio,sí es regla. La multiplicidad de la
identidad individual y social no sólo aumenta
Sobre las identidades múltiples
349
por el hecho de que los demás confirmen
nuestra identidad y que las identificacionesde
los demás sean,al menos en parte,ratificadas.
Un hecho no menos importante y “multiplicador” es que toda identificación es también
discriminatoria en el sentido original de diferenciadora frente a otras personas o grupos.
No todo lo que sabemos respecto a la dinámica de las relaciones entre grupos internos y
grupos externos,sobre la relación básica nosotros-ellos,es que “nosotros” somos respondidos por “ellos” y viceversa. Desde el
comienzo mismo,nosotros no seríamos “nosotros” si no lo fuéramos con respecto a otros.
Por lo menos está la identificaciónmínima de
“ellos” como diferentes de “nosotros”,lo que
nuevamente es correspondido por “ellos”.
Para un cristiano es esencial que los no
cristianos (en otro tiempo llamados globalmente paganos) sean diferentes en esencia y
no sólo por el grado de su fe,así como para un
político de izquierda es esencial saber que un
“abismo” (y no una distancia desdefiable) le
separa de uno de derecha. Pero los que
polarizan y favorecen esta suerte de extremismo no son necesariamente conscientes de
las tendencias análogas que pueden darse en
las mentalidades del otro grupo.La reciprocidad de perspectiva, tal como ha sido estudiada y expuesta por Schutz, así como también por Laing y otros [1966],acaso pueda
I
considerarse una condición previa indispensable de la comunicación.Pero si individuos y
grupos evitan la comunicación, tienden a
pasar por alto la perspectiva individual o
colectiva de los otros. Esta forma de multiplicidad, carente de comunicación, tiende a
hacerse más rígida (e incluso políticamente
explosiva): los miembros de un grupo particular atribuyen su identidad exclusivamente a
sus obras,olvidando la contribución exterior a
dicha identidad.D e igual manera, identifican
a otros grupos desde su propia perspectiva,
ignorando la autoidentificación esencial de los
otros.Cuando no existe comunicación e intercambio de identificaciones,las identidades se
vuelven rígidas,antagónicas y defensivas. Los
grupos con tales identidades anquilosadas se
preocupan más de territorios y fronteras que
de movimiento y cambio. Y,de nuevo, este
aislamiento es fácilmente confirmado por
aquellos que han sido identificados como
adversarios y que han aceptado y suscrito el
desafío. Esta situación puede convertirse sin
dificultad en un círculo vicioso si nadie “da un
salto” o “abre camino” para restablecer un
mínimo de comunicación que despierte una
clara conciencia de la naturaleza perspectivista e interaccional de la identificación y de
las identidades.
Traducido del inglés
Notas
1. Para un análisis detallado
sobre la adquisición de la
capacidad semántica
preguntando y repitiendo
nombres de objetos, véase
Vygotsky [1962].
2. Cuerpo y nombre son los
componentes más elementales
de lo que Isaacs [1975]llama
“identidad de grupo básica”.
3. Sobre los grupos de
referencia,véase Sherif y Sherif
[19641.
personal) se ocupa de la
concepción reflexiva del sí
mismo [Gordon y Gergen, 19681.
4. U n caso especial de esta
primera dirección es el reflexivo
de intencionalidad que se
repliega sobre el propio yo o
concienca del individuo. Parte
considerable de los trabajos
sobre el yo (o identidad
5. El número de identidades
sociales es arbitrario. Zavalloni
[1975,p. 2031 enumera ocho
elementos de identidad
personal: sexo, nación, origen
religioso, ideología política,
clase social, situación familiar,
350
Carl F. Graumann
grupo de edad y profesión,toda
vez que de ellos participan,
según se dice,todos los
miembros de una sociedad.
6. El cartel “No se admiten
judíos” se colocaba en muchos
restaurantes y comercios
alenianes durante los primeros
años del régimen nazi.Variantes
ilegales modernas de esta
discriminación racista afectan a
“no blancos”, “orientales”,etc.
7. U n ejemplo impresionantede
los problemas que deben
enfrentar los emigrantes para
mantener su identidad cultural
es el citado por Herman [1977,
p. 651:“Las historias familiares
de muchos emigrantes
procedentes de Sudáfrica y que
actualmente residen en Israel
son un ejemplo elocuente de la
condición errante de los judíos.
Sus padres llegaron a Sudáfrica
desde Lituania,su lengua
materna era el yiddish;ellos
habían nacido en Sudáfnca,su
lengua materna era el inglés;sus
hijos nacidos en Israel hablan
hebreo.Tres generaciones,tres
países,tres lenguas.”
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Hacia una política
alternativa de la psicología”
Ashis Nandy
EI poder político
donde la teología medieval las había abandonado.
Desafiaron el concepto de ciencia como
de la psicología moderna
sistema de conocimiento perfectamente racional, separado de las imperfecciones de la
Los cambios científicos se operan por lo política, la cultura y la ética. Y por primera
general en torno a dos ejes principales.E n el vez en la historia humana, una parte de la
primero se sitúan los cambios en la estructura ciencia misma, en forma de ciencias sociales,
del saber científico,que se ven como acumula- comenzó a argumentar que la ciencia no es
tivos,universales y,en consecuencia,“auténti- un empeño totalmente autónomo, racional y
y válidos.E n el segundo eje se exento de emociones y afectos humanos,sino
cos”,legítimos
ubican los cambios relatique también tiene sus mivos a la cultura de la
tos, sus ritos, su magia,
Ashis Nandy, autor de Alternative
ciencia,especialmente los
no meramente en su prácsciences (1980) y de At the edge of
referidos al cambiante
tica (contexto), sino tampsychology (1980), es miembro del
concepto de ciencia como
bién en suesencia(texto).
Centre for the Study of Developing
Societies, 29 Rajpur Road, Delhi
actividad social. Estos
E n segundo lugar,
110054, India.
cambios son considerados
las dos “danzas macacomo no acumulativos,
bras” del mundo modercontrovertiblesy fueradel
no,celebradascon la ayuámbito de lo racional.
da de la tecnología de
Aunque se los juzga imavanzada del presente siportantes,persiste sin emglo -especialmente ese
bargo un vago sentimienglorioso logro que,según
to de que vienen a perturse dice, hizo “conocer el
pecado” a los científibar el orden establecido
del saber científico.
cos- han sido un exceSemejante dicotomía entre el “texto” y el lente maestro. El temor que suscitaron a una
“contexto” de la ciencia ha funcionado bien ciencia ilimitada ha conferido una especial
hasta muy recientemente, pero actualmente significación a la masa de datos acumulada
está dando señales de deterioro y decaimien- sobre la creatividad y el funcionamientocientíto.E n primer lugar,la mayona de edad de las ficos,la cual pone de manifiesto que no sólo
ciencias sociales las ha inducido a desestimar
Partede este artículose basa en una conferencia
la imagen pública decimonhiCa de las cien- pronunciada en las universidades de Allahabad y Delhi
cias naturales. Imitativas, inconciliables con- hace algunos anos. Las discusiones que siguieron a las
y los detalladoscomentariosde Giri Deskingsigomismas
y reduccionistas,
lasnuevas cien- conferencias
kar, D.L.Sheth y Girdhar Rathi han constituido imporcias han retomado las ideas,no obstante,allí tantes aportaciones para ei autor.
352
existe una “república de la ciencia”,sino que
esta república es parte de un orden político y
cultural más amplio.
Es esta pérdida de pureza e inocencia de
la ciencia como sistema de conocimiento lo
que proporciona una nueva base para examinar y debatir el aspecto político de la psicología contemporánea, y particularmente las
perspectivas con las que cuenta la ciencia de
poder romper con la cultura a la cual pertenece actualmente.También brinda la posibilidad de concebir un esquema alternativo de
ética científica basado en un nuevo concepto
político de las relaciones entre el psicólogo y
su trabajo y entre el psicólogo y sus sujetos.
Crisis es un término ya muy desgastado.
Cada generación cree hallarse en una crisis,
debatirse con los problemas negligentemente
legados por la generación anterior y trabajar
sin descanso por el mejoramiento de la venidera. Si,a pesar de todo,se m e permite hacer
uso de la palabra “crisis” para describir el
estado en que se halla la psicología moderna,
quisiera definirla en términos de un dilema
básico.
Hasta el presente siglo,el hombre psicológico no había sido realmentereconocido como
tal. Esta era ha visto, por una parte, lo que
Philip Rieff ha llamado “el triunfo de la
terapéutica”,y, por la otra,ha adquirido una
clara conciencia de lo que es la concienciay la
falsa conciencia.La falsedad de los conceptos
tradicionales sobre la falsa conciencia ha surgido también a la luz. Actualmente trabajamos con lo que,en un contexto distinto,se ha
llamado “la doble falsía de la conciencia”.Al
mismo tiempo, sin embargo, en este mismo
siglo hemos visto la culminación del proceso
de mecanización de la naturaleza inanimada y
animada, y en última instancia del hombre
mismo, proceso que se iniciara en Occidente
en el siglo XVII.Como parte de estos procesos
gemelos,la psicología moderna ha “depsicologizado” al hombre en la era del hombre
psicológico; ha popularizado un concepto de
la persona que es en su mayor parte mecanomórfico, bidimensional y antipsicológico. E n
otras palabras, lo que la psicología ha dado
con una mano lo ha quitado con la otra.
Ashis Nandy
Podríamos también exponer este problema de otra manera. Nuestra época ha
conferido a la ciencia psicológica un nuevo
poder político al situarla en el centro mismo
de la vida en sociedad.La ciencia ha llegado a
ser uno de los criterios para valorar o criticar
la calidad de nuestras vidas, pero nuestra
época nos ha demostrado asimismo el modo
en el que la psicología se ha coaligado a
menudo con la fuerzas de la crueldad, la
explotación y el autoritarismo, aprobando y
suscribiendo las encarnaciones cotidianas del
“más trivial” de nuestra época y creando
nuevas jerarquías, hegemonías y vasallajes,
en la psicología misma, para hacer que la
ciencia se ajuste al mundo moderno tal como
existe. Por mi parte sostengo que la búsqueda
de una nueva ética de la psicología no puede
iniciarse a menos que se perciba claramente el
nexo que existe entre estos dos procesos,uno
contextual y el otro intradisciplinario.El vasallaje que fomenta la psicología es parte inextricable de la política de la ciencia psicológica.
La república de la psicología es,a su vez,una
extensión del papel de la ciencia en un mundo
dei saber organizado injusto y oligopolista.
Intentaré analizar aquí punto por punto las
implicaciones de esta interpretación de la
política de la psicología. Dicha interpretación
no alterará, por sí misma, nuestra visión del
futuro de la disciplina, pero, como todo
psicoterapeuta sabe intuitivamente,una interpretación imperfecta también tiene sus ventajas.EI hecho de sensibilizar a una persona o a
un grupo a las posibilidades de la introspección puede tener en sí mismo un valor terapeútic0 y creativo. Quizás lo que es cierto de
una persona o grupo puede que no sea enteramente falso de una ciencia.
Mi labor se ve facilitada por el hecho de
que la psicología es una ciencia moderna que
cuenta con una subtradición de autoexploración,por apolíticamente que esta autoexploración se haya definido hasta ahora. Aunque la
ciencia ha desarrollado también la aptitud de
“manejar” la disensión, incorporando todas
las formas de disensión como nuevas subdisciplinas en el seno de la psicología,ésta se halla
mejor pertrechada que la mayoría de las
Hacia una política alternativa de la psicología
353
“Nuestra época ha conferido a la ciencia psicológica un nuevo poder político al situarla en el centro mismo
de la vida en sociedad.” inge Morathihlagnum
354
demás ciencias para enfrentarse a la nueva
conciencia que amenaza a la práctica dominante de la ciencia en el mundo. Al fin y al
cabo, la psicología moderna fue una de las
primeras ciencias humanas -la otra fue la
economía política marxista- que rechazara
involuntariamente la ruptura entre el observador y lo observado, y que adoptara esta
fórmula observador-observadocomo unidad
básica de análisis. No toda la psicología
moderna participó,es cierto,de este descubrimiento; sin embargo,mucho antes de que la
física atómica pusiera de moda el uso de este
concepto analítico y,por cierto,antes de que
los antropólogos estructuralistas empezasen a
hablar de la “mente salvaje” como un doble o
un espejo -es decir,antes de que se montase
una seria embestida contra la visión mecanomórfica y newtoniana del mundo- ya el
modelo de transacción terapeútica de la psicología profunda desafiaba implícitamente la
dicotomía sujeto-objeto.N o tomo en cuenta
aquí las tradiciones psicológicas de las civilizaciones no occidentales, que jamás se han
desviado de la noción de que el que conoce es
parte inextricable de lo conocido y viceversa,
sino que hablo del psicoanálisis y de algunas
otras escuelas de pensamiento,como la psicología existencial,según las interpreto situándome fuera del universo de la psicología
occidental.
Psicologías
tradicionales y modernas
Para precisar bien mi objeto voy a describir
brevemente dos postulados comunes a algunas de las psicologías tradicionales y a la
tradición terapéutica de la que Freud fuera
precursor. El primer postulado es que la
situación terapéutica es el epítome de toda
intervenciónhumana en el campo de la personalidad, de la sociedad y de la cultura; el
terapeuta es a la terapia lo que el investigador
a la investigación y lo que el activista es a la
acción social. Si involucra sujetos y objetos,
toda situación cognoscitiva es (añádase
la palabra “simbólicamente” o “analógica-
Ashis Nandy
mente”,si se quiere que suene más científico
que místico) la suma de todas las situaciones
de interacción humana. La responsabilidad
es, por lo tanto, siempre total para quien
intente saber. El místico indio Sri Aurobindo
solía refirse a su intervención durante la
segunda guerra mundial en Stalingrad0y en la
batalla de Gran Bretaña mediante su práctica
yoga.Esto podría tomarse como una megalomanía de historieta,o como una reafirmación
simbólica de la unidad orgánica del universo.
E n cierto sentido, la “demencia” de Aurobindo no era muy diferente del nexo que
muchos establecían entre lo que Jean Paul
Sartre decía en un café de Pans y lo que
sucedía en las ciénagas de Viet Nam. Esta
ecuación entre lo microscópico y lo macroscópico era lo que implícitamenteteñía una parte
considerable de la obra de Freud sobre la
civilización humana y sus descontentos,y que
también impregnaba su posición sobre la
continuidad entre la salud mental y la enfermedad mental. Algunos bienintencionados psicoanalistas del ego y algunos psicólogos humanistas insisten en que Freud dependió demasiado de lo patológico o de lo clínico para
elaborar su teoría general de la psiquis. Esta
crítica adolece de una cierta insensibilidad
hacia el impulso civilizador que aportara la
obra de Freud. La patología en el ámbito
clínico debía necesariamente reflejar la patología del mundo “normal”, y sólo a partir de
tal supesto el psiconanálisis,Contrariamente a
lo que recomendara el propio Freud, ha
podido constituir para muchos una c,osmovisión y una filosofía.
El segundo supuesto también podría
enunciarse en términos de la experiencia de la
psicología psicoanalítica. E n realidad es un
desarrollo del primero. Desde el punto de
vista del “salvaje”,la reductio de la ética del
psiconanálisis puede también formularse
como:terapeuta:contratransferencia-paciente: transferencia.
El paciente, por decirlo de otra manera,
es isomórfico para el terapeuta,en el sentido
que los procesos de transferencia y contratransferencia constituyen un unico proceso
escindido por un factor extraño: la aptitud
355
Hacia una política alternativa de la psicología
‘..e
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...
Dibujo de Maurice Henry (1957). Snark Internacional.
adquirida para “penetrar”, en el caso de la
contratransferenciadel terapeuta,y la posibilidad futura de adquirir esta aptitud en el caso
de la transferencia del paciente.La intervención,dice el modelo,es siempre autointervención; la aloplasticidad siempre encierra un
elemento de autoplasticidad. Así, no sólo
existe una continuidad entre salud y enfermedad, sino también entre el paciente y el que
cura. La situación terapeútica se ve siempre
corrompida -y enriquecida- por la interacción de las experiencias,ideologías y luchas
internas de los participantes. A medida que
ayuda al paciente a recobrar la salud, el
terapeuta se aproxima también hacia su propia salud. El terapeuta no sale de su periodo
de formación con plena salud y acabado.
Tampoco es su objetivo reunir una clientela,
ni siquiera si se orienta hacia una terapia
“centrada en el cliente”.Antes bien,se da por
supuesto que al formular cualquier interpretación,el intérprete se aviene consigo mismo a
través de su trabajo.E n la medida en que la
interpretación refleja al intérprete,es autobiográfica y autoexploratoria; representa una
experiencia compartida más que un contrato
impersonal artificialmentepersonalizado para
obtener ventajas funcionales; genera un
nuevo lenguaje de bilateralidad, más que
descifrar un lenguaje privado según las categonas oficiales de una profesión.
La visión que consideramos tiene otra
consecuencia que puede deducirse de las recientes obras “antipsiquiátricas”sobre la locura y la cultura. E n la medida en que el
terapeuta Co-construyeel medio del paciente
y se constituye en una parte integrante de ese
medio,contrae una cierta responsabilidadpor
el hecho de que el paciente se encuentre en
situación de tal.El sufrimiento del paciente es
producido,y definido,por su medio,el cual es
a su vez una construcción en la que paciente y
terapeuta participan juntos. E n este sentido,
la responsabilidad es siempre compartida
356
entre el paciente y el terapeuta, entre el
sujeto y el investigador, y entre las civilizaciones que han estado “enfermas” y las civilizaciones que se han especializado en ver a
otras civilizaciones como pacientes a los que
es preciso curar o aconsejar. Lo que el
paciente es, prosigue el argumento,no puede
separarse de lo que el terapeuta es. Si la
enfermedad del paciente está por definición
vinculada a la salud del terapeuta,pasa igualmente a ser la enfermedad del terapeuta.E n
esta interpretación de la psicología no hay
vencedores mientras haya víctimas.La supeditación es compartida, y la salud es también
indivisible.
Lo que intento demostrar aquí es que la
psicología ha descuidado las implicaciones
humanas de algunas de sus propias tradiciones
y las de las tradiciones vivas de algunas
psicologías no modernas. H a elaborado una
práctica disciplinaria que reconoce la “contaminación”, pero gasta todo su esfuerzo en
depurar la investigación de esa contaminación,exactamente como reconoce que el laboratorio difiere de la vida real,pero,en vez de
concebir el laboratorio como otra experiencia
enriquecedora, busca el modo de eliminar la
diferencia entre el laboratorio y la vida. Sin
embargo,esta contaminación podría haberse
utilizado creativamente para descubrir porqué
algunas personas y culturas han de ser definidas como lo conocido (o como lo conocible)
para que otros sean definidos como los conocedores, exactamente como algunas personas y
culturas han de ser definidas como mentalmente insanas a fin de que otras puedan ser
definidas como sanas.La tentativa sistemática
de eludir este punto problemático ha deteriorado la capacidad del psicólogo para estudiar
12 “experiencia de la experiencia” (capacidad
ésta que, según R. D. Laing, hace de la
psicología la ciencia de la ciencia) y ha dejado
al psicólogo prisionero de la idea -intelectual
y éticamente estéril- de que existe una
ruptura absoluta entre el investigador y su
sujeto y entre’el terapeuta y su paciente.
Además, como investigadores y terapeutas
pertenecen en su gran mayoría a determinadas culturas y a regímenes políticosociales
Ashis Nandy
concretos, esta incapacidad ha hecho de la
psicología un coto particular y limitado y ha
fomentado como rasgos típicos de la “eupsiquia” -expresión introducida por Abraham
Maslow para designar una utopía psicológica- dominante las características psicológicas de los privilegiados,de los triunfadores y
de los poderosos.
Continuidad entre
el observador y lo observado
Para reafirmar la idea de una continuidad
entre el observador y lo observado como la
unidad básica de análisis en la psicología, y
para restablecer la idea de una responsabilidad global y compartida (subcategoría de la
idea de unicidad de la experiencia y del
universo,tal como algunos vedistas y sufistas
la entienden), tendremos que formular otros
dos postulados o supuestos,ambos consecuencia de las hipótesis anteriores. Estos nuevos
postulados, o por lo menos uno de ellos, tal
vez parezcan banales a los lectores avezados
en el ámbito de la sociología del conocimiento
radical,mas para mí constituyen sin duda el
fundamento de toda psicología digna de ese
nombre.
El primer supuesto es que la psicología
política no es una subdisciplina o un ámbito
de conocimiento circunscrito del saber donde
política y psicología convergen y se entrecruZan.Toda psicología es política y cada teoría
psicológica es una declaración política. El
segundo es que existen muchas psicologías,y
la práctica de la psicología dominante,controlada como está por la psicología moderna, es
hostil a semejante concepción de la psicología.
El primer supuesto ofrece un parangón
con el concepto de Harold Lasswell,según el
cual la política no es meramente el nombre de
un subsistema social, sino que refleja igualmente una cualidad o forma de relación
social. Este supuesto niega rotundamente la
existencia de una psicología apolítica y afirma
que cada ciencia refleja no sólo un conjunto
de normas científicas,sino también una serie
de preferencias políticas.Esto es,desde luego,
Hacia una política alternativa de la psicología
otra manera de decir que todo empeño por
impedir la intervención de valores políticos
alternativos en la psicología,promoviendo la
consigna de la neutralidad frente a los valores,
es un intento de fomentar una clase de política
de la ciencia a expensas de otras.Una ciencia
que se defina a sí misma como libre de valores
sólo podrá ser democrática en la medida en
que no tenga que dar cabida a una ciencia
saturada de valores desde su origen; una
ciencia que encierre valores ínsitos y defina a
toda la ciencia como normativa tendrá la
posibilidad (realizada o no) de ver aun a las
ciencias ultrapositivistas como miembros de la
misma fraternidad científica.Al fin y al cabo,
las ciencias que en virtud de sus propios
principios son declaradamente normativas
deben ver en las ciencias desvinculadas de
valores la expresión indirecta de un sistema de
valores diferente. (Esto naturalmente plantea
el interrogante de si las psicologías no modernas pueden verdaderamente ser comparadas a
la psicología moderna con su antidemocrático
concepto de ciencia y su celo misionero; este
interrogante tiene relación con otras dos antiguas preguntas: ¿deben concederse derechos
democráticos a los antidemócratas?, ¿puede
darse una coexistencia de credos cuando algunos hacen proselitismo y otros no? La respuesta será otra vez la misma: el destino de
algunos credos es ser tolerantes con los intolerantes a fin de conservar su identidad.)
El primer supuesto, ya familiar para la
mayoría de los científicos sociales, resulta
incómodo para muchos psicólogos. Todos los
trabajos que hoy existen sobre la sociología
política de la ciencia han sido ignorados por la
psicología moderna y,pese a toda su tradición
autoexploratoria,el supuesto puede parecerles a muchos psicólogos algo así como una
avenencia con la cordura científica.Aunque la
mayor parte de los psicólogos reconocen el
hecho de que la ciencia se inserta en un
contexto social,en la práctica consideran que
gran parte de su texto disciplinario funciona
de manera autónoma. Demuestran así, por
cierto,tener escasa conciencia de que muchos
de los problemas éticos de su ciencia son de
naturaleza política y de que uno de los princi-
351
pales desafíos que han de enfrentar hoy día es
el de elaborar una nueva política de la psicología.
El segundo supuesto implica que la llamada psicología moderna es una etnopsicologia, no menos que las psicologías “primitivas”,tradicionales,locales o de origen popular;no es sino otra psicología tradicional que
ha conseguido arrinconar políticamente a las
demás tradiciones de la psicología, con la
ayuda de una nueva teoría del progreso.
Desde la utopía de B. F. Skinner, que va
más allá de la libertad y de la dignidad,hasta
las interpretacionesmás positivistas del psicoanálisis y la estridente psicología política de
algunas de las escuelas radicales que tratan de
“concientizar” a los desvalidos y reactivar las
culturas ahistóricas,la psicología moderna ha
funcionado como la etnopsicología de una
pequeña parte del mundo, y se ha pregonado
y vendido como una psicolpgía universal
apoyándose en la dominación política, económica y cultural de precisamente esa parte del
mundo. Alguien definió en cierta ocasión el
idioma como un dialecto con poder político,
económico y militar. A la psicología moderna
es posible considerarla un idioma en ese
sentido.
M e apresuro a aclarar que estas observaciones no constituyen un nuevo alegato en
defensa de una psicología culturalmente más
relativa; propugnan, si, una práctica más
plural de la psicología en el mundo y la
coexistencia de las numerosas psicologías universales generadas tanto dentro como fuera
del mundo dei saber conocido.Deseo sugerir
que la psicología no tiene por qué ser un juego
en el que los modelos universales elaborados
por la psicología moderna se apliquen a culturas distintas, con o sin modificaciones teóricas,para resolver problemas presentados por
conjuntos de datos “incorrectos”o “atípicos”.
Sugiero además que es posible contemplar
cada práctica o escuela de psicología como un
aspecto de una visión del mundo no menos
universal que la psicología moderna. Cada
situación interculturalse torna así un punto de
encuentro entre por lo menos dos etnopsicologías: una de ellas probablemente local,
75R
Ashis Nandy
Integración en la sociedad de los casos "anormales": El pequerio mendigo idiota, del pintor holandés Jam
Steen (162G1679).(Petit Palais, París.) Bulloz.
Hacia una política alternativa de la psicología
359
Aislamiento de los enfermos mentales: hospital psiquiátrico de la isla de San Clemente,en Venecia. Sophie
RistelhubedRapho
enraizada en el modo de vivir autóctono,
implícita y utilizable como critica de la importada;la otra probablemente importada,explícita y, en el mejor de los casos, utilizable
como crítica de la nativa. Se trata de una
confrontación entre dos psicologías universales rivales, ambas igualmente vinculadas a
una cultura,pero frecuentemente dotadas de
un poder desigual. E n semejante concepción
hay un lugar para la psicología moderna,
incluso fuera del mundo moderno. Ese lugar,
no obstante,es limitado.
Este último argumento puede formularse
de modo distinto si nuestra atención se centrara en la persona. Una de las ventajas de
considerar a la psicología como una confederación de psicologías étnicas es la de poder ver
cada fenómeno o proceso psicológico como
una experiencia interpretable en términos de
un encuentro de la etnopsicología del sujeto y
de la etnopsicología del intérprete,y ver este
encuentro como generador de su propio sistema de conceptos y como un “modelo”
ideográfico que puede o no ser utilizable en
otras ocasiones. La teoría psicológica pasa a
ser aquí un catalizador crítico (en los dos
sentidos del término “crítico”) en una serie de
modelos interpretativos.
E n ambas formulaciones, esta concepción trasciende la contradicción interna de
quienes sostienen que no es posible una
psicología desvinculada de valores y,al mismo
tiempo, acusan a los psicólogos occidentales
de etnocentrismo por expresar valores occidentales. Por mi parte sostengo que hay en
realidad dos modelos para tratar el fenómeno
étnico en psicología.U n o expurga a la ciencia
de toda especificidad étnica;el otro las tolera
y,de hecho,se favorece cuanto tenga que ver
con la etnia,fomentando la crítica mutua y el
diálogo. E n el primer caso existe siempre el
peligro de que el llamado dominio secular de
la ciencia se convierta en expresión enmascarada de una forma de etnia particular. E n el
segundo caso, ese peligro queda mitigado
porque el fin al que se aspira es el de
equilibrar políticamente cada etnia desarrollando una cultura de pesos y contrapesos.E n
mi opinión, las posibilidades creativas del
primer concepto de etnia en la ciencia se
360
Carteles murales alusivos a una psiquiatría alternativa (Pans,1976). Roger Vioiiet.
hallan,hoy por hoy,casi totalmente agotadas,
y ya es hora de que exploremos las posibilidades creativas de la segunda concepción.
Las limitaciones
del etnocentrismo
Para entender por qué es necesario este
retorno a un modelo de tolerancia de las
especificidades étnicas, digamos aquí unas
palabras sobre los diversos tipos de conciencia
política que suelen usarse como baluartes
contra los aspectos etnocidas e injustos de la
psicología moderna.
Una de las formas en la que se ha
abordado el problema de la “contaminación”
étnica de la psicología moderna es mediante la
crítica externa de la ciencia.Esta crítica se ha
formulado principalmente desde la ventajosa
posición que ofrece uno de los grandes componentes ideológicos de la modernidad (general-
Ashis Nandy
mente la modernidad crítica de algunas formas de radicalismo o la modernidad conformista de algunos aspectos del liberalismo); la
otra forma se ha orientado hacia una crítica
interna o de autocorrección profesional,como
en el caso de las psicologías interculturales y
humanistas. Ambas formas de crítica han
mostrado importantes limitaciones.
E n cuanto a la primera,la mayoría de las
escuelas de psicología radical están sólidamente comprometidas con una versión u otra
de la doctrina del progreso. Su evolucionismo
las obliga a ignorar el papel político básico de
las culturas y a contribuir generosamente con
las pautas de dominación cultural e intelectual
imperantes,a menudo mientras combaten la
manifiesta hegemonía económica y política
de clases, sociedades y naciones-estados.Al
propugnar un hombre nuevo y una nueva
cultura en el futuro, y ai situar a las sociedades ahistóricas,no modernas,lo más lejos
posible de esos ideales, la conciencia de
explotación socioeconómica de algunas partes
del mundo que el radicalismo aporta se borra
al arrogarse para sí el papel hegemónico en la
vida del espíritu, de la cual se proclama ser
una conciencia avanzada. Es más, relega las
psicologías del resto del mundo a un segundo
plano, aun en el ámbito dei saber futuro y
en las utopías de mañana que excluyen la
explotación. Lo hace así, primero, propugnando el carácter apolítico del contenido de
la ciencia,cuyo contexto es lo que puede estar
viciado, y, segundo,identificando toda crítica
de los dos mitos centrales de nuestro tiempo
-la ciencia y la historia- como una conspiración contrarrevolucionaria.La idea central de
esta tradición de crítica externa es la noción
de que el hombre en sociedad se ve atrapado
en un drama histórico en el que se debaten
malvados y víctimas. Según el libreto de los
radicales, en los repertorios provincianos de
las sociedades ahistóricas sólo se dispone de
lasversiones de segunda clase de dicho drama.
E n la carta constitucional de este radicalismo
está escrito el asesinato de los personajes,
hombres y sociedades,y su veredicto último,
basado en un conocimiento especializado de
la “ciencia” de la historia, no admite apela-
Hacia una política alternativa de la psicología
ción. El concepto de despotismo oriental es
un ejemplo definitivo de sus instrumentos
analíticos característicos.
Por otra parte,tenemos la idea de individualidad contractual y competitiva que hallamos en algunas formas de liberalismo,la cual,
cuando se combina con la visión tecnológica
del mundo de la ciencia del siglo XIX, resulta
una invención fatal. Según esta concepción,
todo saber psicológico se reduce a un artículo
de consumo, vendible, envasado, que puede
adquirirse en el mostrador del psicólogo como
un remedio patentado para curar la soledad,
la ineficacia,el tedio, la tristeza,la violencia,
la estupidez, en fin, todo aquello que no se
ajuste a la corriente central de la conciencia
moderna. La politización del conocimiento,
según esta concepción, puede eludirse si se
pone el acento en lo práctico y si se procura
resolver los pequeños problemas de la vida
real,en vez de correr tras el espejismo de una
psicología global. Esta antimetafísica no proviene de un pragmatism0 inocente, sino que
por el contrario desalienta sistemáticamente
cualquier interrogación sobre los aspectos
básicos de la psicología moderna y legitima las
fuerzas del statu quo mediante una psicología
aplicada y manipuladora,articulada en torno
a una visión instrumental de los individuos,de
los grupos y de las culturas.
Este liberalismo se ha manifestado sobre
todo bajo la forma de la teoría de la modernización, que hoy agoniza lentamente en la
psicología social.Dicha teoría ha relativizado
muchas de sus microteorías a través del trabajo empírico llevado a cabo en todo el
planeta,pero ha erigido los objetivos sociales
de la Ilustracióncomo valor absoluto,considerándolos como la más perfecta visión humana
de la sociedad. La historia de las utopías ha
tocado a su fin, así como las visiones alternativas de civilización para el futuro.El principio
del relativism0 cultural ha pasado de esta
manera a formar parte de un juego en el que
el contenido psicológico moderno se ahonda y
enriquece,no merced a las visiones alternativas del mundo, sino a los datos interculturales. Estos datos son luego organizados según
una jerarquía de sistemas de valores, y consi-
361
derados en una perspectiva evolucionista.Las
resistencias psicológicas al desarrollo económico, a la ciencia moderna y a la tecnología
“avanzada”,a la participación en instituciones
políticas occidentales y en el sistema de naciones-estados,e incluso las resistencias a la
emergencia de una conciencia revolucionaria
respetable,se convierten en temas idóneos de
investigación, y se da implícitamente por
supuesto que,mientras los psicólogos no occidentales deben producir datos y microterorías
para sus propias sociedades,los psicólogos del
primer mundo han de tener la responsabilidad
de elaborar teorías apropiadas, no sólo para
su propia parcela planetaria, sino para el
mundo entero.
Atrapado en la malla de esta ética, el
psicólogo moderno ha permanecido insensible
a la opresión que producen losmodelos diacrónicos y unilineales del cambio social y del
adelanto científico; ha ignorado la opresión
ejercida por la idea de historia y las consiguientes crisis ocurridas en aquellas culturas
que han sido las principales víctimas de la
historia “científica”, por la cual unas pocas
sociedades selectas se dedican a desbaratar
todas las visiones de organización social distintas de la suya propia. Los estudios psicológicos sobre el etnocentrismo no revelan la
menor conciencia de que la parcialidad puede
ocurrir no sólo con respecto a la cultura
nacional, sino también a la historia nacional
propia. Probablemente la propensión a utilizar culturas extrañas o historias ajenas como
distopías psicológicas es inherente a la naturaleza humana. Sea como fuere, el psicólogo
moderno no ha demostrado interés alguno por
la supervivencia cultural de los eternos “sujetos” de la psicología,de aquellos que pugnan
por librarse del estrangulamiento que la historia y la ciencia moderna mismas les producen.
Tampoco está enterado de que esta batalla
por la supervivencia es al mismo tiempo una
batalla por la supervivencia de una diversidad
de psicologías clásicas y populares, o, en
realidad, de la psicología en su plena riqueza
étnica.
Finalmente,hay algo que es común a los
conceptos convencionales, tanto liberales
362
como marxistas, de una ciencia del espíritu.
La psicología moderna no ha separado nunca
con claridad ciencia y tecnología,ni ha conferido a la ciencia ninguna legimitidad intrínseca
como crítica filosóficadel mundo material y de
la vida cotidiana. El cientificismo del psicólogo es principalmente un tecnologismo ingenuo y simple; como los científicos físiconaturales posteriores a Galileo, también él busca
legitimación en las teorías del hacer,más que
en las del ser. Esto ha contribuido a atarle
más aún a la cultura dominante de la ciencia,
a la competición,a la búsqueda del éxito,a la
productividad y al control sobre la naturaleza
y el hombre. La psicología se ha convertido
poco a poco en un bastión del pragmatism0 no
crítico.
Así, el psicólogo ha tratado de identificarse a menudo con los insuficientemente
educados, con los económicamente subdesarrollados o los políticamente desheredados.
Pero raras veces,sin embargo,ha cuestionado
las concepciones de educación,de inteligencia, de desarrollo, de madurez y de interés
nacional. H a adquirido sus conceptos al por
mayor de otros científicos sociales y ha intentado fundirlos en una estructura organizativa
de la conciencia humana. Si esto parece una
crítica desleal a una “ciencia normal”, no
olvidemos que cientos de departamentos de
psicología repartidos por todo el mundo se
esfuerzan por conformarse a estas interpretaciones de su disciplina, mientras que sus
sujetos están descubriendo en los correlatos
psicológicosde variablesexaminadas sin espíritu crítico, tales como desarrollo, educación,
control demográfico y administración,nuevas
formas institucionalizadas de violencia, de
etnocidio y de explota’ción. Tomemos, por
ejemplo,la confusión frecuente entre causas y
consecuencias en psicología social.Porque el
atraso económico es principalmente no occidental, la mayor parte de la investigación
realizada sobre los aspectos psicológicos del
crecimiento económico en los años cincuenta
y sesenta no hizo sino confirmar sumisamente
que el atraso era consecuencia del carácter no
occidental de individuos y culturas.Aparte de
constituir un sofisma,este razonamiento pasa
Ashis Nandy
por alto el detalle de que el atraso muy a
menudo ha sido la contrapartidadel estado de
“progreso”,y que la base estructural de dicho
progreso no podría sustentarse sin el atraso de
zonas muy extensas del planeta.Esos estudios
ignoraron también la circunstancia de que una
parte considerable de la humanidad pudo
quizás resistirse denodadamente al amoroso
abrazo de un sistema económico que reconocía como opresor y globalizante.
D e igual manera, una de las enseñanzas
del hoy agonizante debate sobre el cociente
intelectual (CI)es, a mi entender, que no
habría servido de gran cosa si Cyril Burt’
hubiera sido un investigador honrado. Los
tests de inteligencia habían ya logrado lo que
pretendían, o sea,desterrar los conceptos de
intelecto, hacer de la inteligencia un instrumento y un atributo de estatus socioeconómico convencional e imponer universalmente
el concepto de inteligencia,definiéndola como
“lo que lo tests de inteligencia miden”. Las
consecuencias serían en última instancia independientes de la ética personal de investigadores del CI como Sir Cyril. La idea que el
psicólogo se hacía de la inteligencia no podía
impedir el hecho de que,según los criteriosde
valoración establecidos por los poderosos y
los privilegiados,los desvalidos y deheredados
mostraran rendimientos deficientes. Si uno
establece y justifica sus propias medidas para
evaluar sus condiciones de existencia y procesos favoritos con referencia a los resultados
obtenidos dentro de estructuras que uno
mismo ha establecido o que domina,y luego
va a evaluar el resto del mundo según esas
medidas, los resultados no pueden ser otros.
Pero entonces no debe constituir una sorpresa
si para el resto del mundo la medición tiene
más visos de conspiración que de auténtica
ciencia.
La estratagema de la crítica interna tiene
una incidencia distinta. Y a la hemos evocado
indirectamente a propósito del relativismo
cultural no crítico, que constituye el meollo
ético de la psicología interculturalconvencional,o,por lo que hace al caso,de la psicología
humanista.Sólo queda una puntualización por
hacer.Dicho relativismo fue en su origen una
Pacientes de un hospital psiquiátrico de la ciudad de Davao (Filipinas), la mayor parte de los cuales son
víctimas de la situación sociai local. Martine FrancWMagnum.
364
respuesta al universalismo indiscriminado que
reflejaba las culturas específicas en las que las
ciencias sociales se habían desarrollado. Se
suponía a ese relativismo capaz de corregir la
parcialidad de la primera generación de científicos sociales,frecuentemente compuesta por
misioneros cristianos y burócratas coloniales.
Pero los procesos políticos están hechos de
una materia más flexible que las innovaciones
conceptuales en las ciencias sociales,y la idea
del relativismo cultural fue pronto adoptada y
promovida por ese particularismo que el relativismo estaba supuestamente llamado a combatir. Incluso en sus versiones más sofisticadas,
la mayoría de las psicologías interculturalesy
humanistas ven a la psicología moderna como
un depósito de saber transcultural y a las
demás psicologías como sus adláteres minusválidos a la espera de ser interpretadas por el
mundo de la psicología moderna e integradas
en él.Las otras psicologíaspasan a ser así,por
definición,receptáculos dudosos de nociones
y datos buenos y malos; lo bueno que hay en
ellas será incorporado por la psicología moderna,lo malo,rechazado.No corresponde ni
a la psicología interculturalni a la humanista,
pese a la mejor de las intenciones,otorgar a
las psicologías alternativas el derecho a integrarse en su seno aportando lo que ven como
más positivo de la psicología moderna y
rechazando lo negativo.
Lo que se desprende de ver las psicologías no modernas como receptáculos de
nociones o datos aislados es que estas nociones y estos datos pueden utilizarse luego para
adornar,reforzar o modificar las microteorías
de la psicología moderna. Los paradigmas
básicos y el cultivo de la psicología moderna
permanecen intactos y son de hecho cuidadosamente adaptadosa los nuevos hechos empíricos. Lo que cambia con el tiempo son las
microteonas, no el edificio de la psicología
moderna. Sin embargo,como ya he dicho, el
particularismo de esta última no responde
meramente a sus datos o subteorías diferentes,sino también a sus postulados sobre la
naturaleza de la ciencia y sobre la situación
humana de donde brota el saber científico.
Ashis Nandy
Las psicologías imperfectas
reflejan sociedades imperfectas
Todo esto podrá parecer acaso un ataque
frontal a la psicología moderna; en realidad,
es un intento de argumentar que las sociedades imperfectasproducen psicologías imperfectas,aun cuando tales psicologías se pretendan radicales o interculturales.Esa imperfección tiñe no sólo los datos y las teorías sino,
también la concepción misma de la psicología
como ciencia. Incluso esta crítica de la psicología, basada en otro concepto del saber, es
imperfecta, pues proviene de otra cultura
imperfecta.Todo cuanto me es dado argumentar en su favor es que esta crítica no considera
a ninguna psicología determinada como el
punto final de un proceso de evolución científico,sino que ve en toda psicología la acción
de un conjunto de culturas aplicadas a comprender y estudiar el espíritu humano en un
clima de tolerancia y crítica recíproca. Sólo
espero que tal modo de ver -y es un modo de
ver confesadamente político- sepa abordar,
al menos indirectamente,un problema que el
relativismo cultural no ha tomado nunca en
serio: ¿cómo mantener una tradición crítica
dentro de la cultura a la cual pertenece la
psicología, sin negar al mismo tiempo la
pluralidad cultural y normativa?
Llegados a este punto debiera ser ya
evidente que no contemplo el futuro de la
psicología como una disciplina módica en
paradigmas, lo cual, según Thomas Kuhn,
sería un indicio de su madurez como ciencia.
Por el contrario,yo aprecio la sobreabundancia de paradigmas como indicio claro de su
fuerza,y como un reflejo de su enraizamiento
simultáneo en una diversidad de sistemas
filosóficos. La psicología, a mi entender, es
vital para un futuro diálogo de las filosofías,
de las cosmovisiones y de las civilizaciones.
No espero que la ciencia incremente las
opciones humanas merced al desarrollo de
psicotécnicas perfeccionadas o a un mayor
control sobre el medio humano; espero que
amplíe las opciones de la humanidad enriqueciendo la conciencia y el conocimiento que
Hacia una política alternativa de la psicología
365
El destino humano según la cosmología jaina (témpera sobre papel,siglo XVII,Gujarat). Se representan
aquí las seis lesya, o tonalidades de las que se impregna el alma según sus acciones y pasiones.La figura
más clara,abajo,espera sabiamente que los “frutos” maduren y caigan (que son también los del karma, o
destino), mientras la figura más oscura de la derecha,la del malicioso,intenta tontamente cortar el árbol,
causando así SU propio infortunio.Ravi KumarLilakala A.G.Suisse.
366
cada cual tiene de sí mismo y explorando
distintas variedades de experiencia social.
Por esta razón la misión del psicólogo
hoy en día no consiste tan sólo en ensanchar el
horizonte espacial y temporal de la disciplina,
sino también en examinar los significados,
experiencias y valores asociados con sistemas
psicológicos diferentes. A menos que la
segunda misión se reconozca, la psicología
moderna no hará más que ampliar su estudio
a áreas culturales nuevas y a lapsos de
tiempo más amplios, mientras acentúa la
marginalización de otras tradiciones de la
psicologia.Así se da pie a la homogeneización.
La alternativa que propongo podría,además, otorgar una nueva dignidad a aquellas
ramas de la psicología que se interesan por la
sociedad. Tradicionalmente, la psicología
social ha aceptado servilmente el léxico de
otras ciencias modernas. Con frecuencia ha
establecido variables dependientes “no psicológicas”, toscamente medidas, y estudiado
luego los correlatos psicológicos de esas variables. Así,en la obra de Alex Inkeles y de sus
colaboradores, por ejemplo, la noción de
aceptación de un medio urbano-industrialy de
una situación de trabajo contractual impersonal se convierten en criterios de madurez y de
progreso, o la renta per cápita o el consumo
de electricidad o de acero pasan a ser las
medidas básicas del crecimiento económico
de una nación, como en la obra de David
C.McClelland sobre la motivación del éxito;
el rendimiento escolar dentro de un dudoso
sistema educativo justifica las medidas de la
inteligencia para una generación entera de
especialistas de tests de evaluación del CI,y
un sistema bipartidista o una democracia
parlamentaria al estilo Westminster se constituye en medida de desarrollo político o democratización para otra generación de psicólogos
políticos.E n esto,nos dicen luego,consiste el
operacionalismo.
Tal aceptación sin critica de las categorías
usadas por las demás ciencias sociales ha
ligado a la psicología a algunas de las ideas
más retrógradas de cuantas imperan en la
filosofíapolítica y social.Se ha convertido en
una ciencia del espíritu que no sólo desalienta
Ashis Nandy
cualquier debate sobre puntos problemáticos
tales como los significados del crecimiento,
del desarrollo,de la inteligencia,de la democracia y de la salud,sino que además ignora
los contextos psicológicos que confieren a
estas variables su valor, su significación y
sentido.
Una vez más he de repetir que la salud de
las personas y de las sociedades son dos
fenómenos indisolubles. A medida que las
escuelas de psicología dominantes han colaborado con el desmantelamiento de toda alternativa respecto al Occidente de la postilustración,y a medida que han contribuido también
a destruir la autonomía, la libertad y la
autoestimación de los bárbaros,estas escuelas
han ido hundiéndose cada vez más en el
pantano de una práctica disciplinaria superorganizada, hipercompetitiva, ritualista y hostil
a la reflexión introspectiva.E n el tributo del
pecado, dice Iris Murdoch parafraseando a
Platón, es en lo que uno se convierte. A
medida que los psicólogos fueron abrazando
la tecnocracia, las relaciones parte-objeto y
algunas formas de antipsicologismopara integrarlas en su código,se fueron encerrando en
un profesionalismo fragmentado, inerte, y
convirtieron su ciencia en una industria. Su
fidelidad exagerada a la ciencia “normal” ha
eliminado casi todas las posibilidades de ciencia “revolucionaria”.Esa es la lógica interna
de toda dominación y de todo empeño por
afianzar la autonomía propia menoscabando
la de los demás. Nada tiene de sorprendente
que los problemas ontológicosde la psicología
moderna giren en torno a aquellos planos en
los que ésta ha tratado de marginar a las
tradiciones de psicología alternativas tachándolas de no científicas, excesivamente filosóficas,no utilitarias,no predictivas y no productivas.
La busqueda de una psicología humana
jamás termina.Lo que a una generación se le
revela como una psicologia moralmente deseable, a la siguiente le parece un disfraz que
oculta formas sutiles de dominación, opresión y sufrimiento institucionalizado. Esto
podría leerse como un indicador de la inconstancia humana y como una debilidad de la
Hacia una política alternativa de la psicología
psicología; podría leerse también como un
indicador de la sensiblidad social y del sentido
de supervivenciade la psicología como ciencia
social y como filosofía.Por mi parte,prefiero
la segunda formulación.La fuerza de la ciencia estriba en que cada generación de psicólogos tiene que descubrir el alcance y los límites
de su ciencia en el contexto de las utopías
explícitas e implícitas de su época. AI fin de
cuentas, su objeto de estudio es la
conciencia humana. Además, los problemas
éticos que he planteado aquí deberán caducar
también en el plazo de algunos años. Eso no
1
367
quiere decir que los problemas políticos de
la psicología desaparezcan también. Quiero
decir que una nueva conciencia crítica buscará
un nuevo conjunto de normas para la psicología y arrancará la máscara de esta defensade la etnopsicología. Ello no constituirá a mi
juicio una gran pérdida. A diferencia de las
tradiciones críticas modernas de Vico, Herder, Nietzsche, Marx y Freud,las tradiciones
críticas antiguas del Madhysmika y de los
Upanishads están abiertas a una acción crítica
sin fin, a la crítica de la crítica.
Traducido del inglés
Nota
1. Sobre la controversia de Cyril Burt,véase Peter Willmott,“Integrity in social science:the upshot of a
scandal”,en RZCS, vol. XXIX,n.O2 (1977),p. 333-336.
La psicología de comunidades
en busca de un nuevo enfoque
Gündüz Y.H.Vassaf
D e la alienación
a la participación en el centro
ción popular y por centrar sus preocupaciones
en el mejoramiento de la calidad de vida.
Podemos citar como ejemplos los movimientos pacifistas y ecologistas, además de los
A medida que nos vamos acercando al final grupos de acción como el War on Want
del siglo xx,se va apreciando un predominio (guerra a la miseria), la organización Amniscada vez mayor de dos formas distintas de tía Internacional,la Organización Internacioabordar los asuntos humanos. Una es un nal de Asociaciones de Consumidores (IOCU)
avance hacia el globalismo y la otra una y la Red Internacionalde Asociaciones en Pro
tendencia hacia la descentralización. Tanto de la Lactancia Natural (IBFAN),que actúan
internacionalmentey a niel globalismocomo la desvel de las bases populacentralización son caracGündiiz Y. H. Vassaf, psicólogo
resorganizando campañas
terísticas que evoluciosocial turco, es profesor en la Univeren pro de los derechos
nan y emanan desde el
sidad del Bósforo (Bebek, P.K.2,
“centro”,más que desde
humanos,
sociales y ecoEstambul). Sus trabajos de investigación se refieren principalmente a la
nómicos.
las naciones “perifépsicología comunitaria y a los aspecricas”.
Una característica
tos psicológicos de los problemas educomún
a las organizacioLos ejemplos de glocativos en los países del tercer mundo.
balismo son abundantes
nes
internacionales
y a
H a publicado artículos sobre estos
los movimientos globalisy diversos, y van desde
temas en revistas periódicas de su
país y del extranjero.
las actividades de las emtas es que son básicamenpresas transnacionales
te internacionalistas y
que “ordenan” la econoque trascienden las lealmía del mundo y los metades y fronteras naciodios de comunicación sonales,esto es,la “bandecial que “definen”las nora y la patria”,en aras de
ticias y la cultura del mundo, a la “mafia intereses superiores, ya sea el lucro o la
internacional”que trafica con drogas, arma- calidad y conservación de la vida.
mentos y aun con gobiernos y movimientos de
U n somero examen de la historia de la
liberación. Junto a estos tipos de organiza- organización humana nos demuestra que ésta
ción, que se distinguen por su estructura se caracteriza por un movimiento incesante de
jerárquica y que son inseparables del espíritu expansión que pasa de las pequeñas organizade lucro,existe también una creciente prolife- ciones a otras mayores, de unidades basadas
ración de movimientos globales que se diferen- en el parentesco a organizaciones locales,
cian de las organizaciones globales. Tales regionales,nacionalesy globales.Como consemovimientos se caracterizan por la participa- cuencia, mientras que la nación-estado ha
370
sido la forma de organización predominante
en el centro durante los últimos siglos, las
organizaciones internacionales del tipo de las
empresas transnacionales y de los movimientos populares como el movimiento pacifista
van poco a poco emergiendo como nuevas
formas de estructuración internacional. Esto
mismo se ve también evidenciado por el
creciente papel que desempeñan las organizaciones no gubernamentalesdentro del sistema
de las Naciones Unidas, tradicionalmente
influidas sólo por las naciones-estados. La
búsqueda de una mayor eficiencia,resultante
del desarrollo tecnológico y del juego de las
fuerzas del mercado, por una parte, más la
“conciencia planetaria” que se manifiesta en
expresiones como “la tierra, nave espacial”,
por la otra,han influido considerablemente en
la creciente tendencia al globalismo.
Junto con la tendencia hacia el globalismo en el centro,diversos órganos directivos
de la nación-estado han ido perdiendo su
capacidad de satisfacer las necesidades de los
ciudadanos, abriendo así el camino hacia la
descentralización. Las exigencias de autonomía local y aun de secesión,que dimanan de
la discriminación étnica,vienen oyéndose con
frecuencia en muchos países occidentales,al
punto de constituir una amenaza para el
orden tradicional de la nación-estado. En
virtud de este proceso se han visto desafiadas
casi todas las formas de autoridad central,
desde los sistemas educativos, sanitarios y
judiciales hasta las instituciones religiosas,de
suerte que
algunos países occidentales
ciertas institucionescomo escuelas,sectasreligiosas y comunidades “alternativas” tienen
tendencia a establecerse con igual solidez y
prerrogat;vas que las convencionales [Illich,
19791.Ciertos grupos de acción ciudadana han
competido en otros casos con las fuerzas
políticas tradicionales por obtener el control
de consejos locales,municipios, etc. Así,por
ejemplo,muchos municipios de Europa occidental han votado contra el emplazamiento de
misiles nucleares en su territorio, desafiando
con ello la política exterior de sus gobiernos
nacionales y su compromiso con la OTAN de
instalar dichos misiles para 1983.La falta de
Giindiiz Y.H.Vassaf
participaciónpopular a todos los nivelespolíticos se ha convertido en una obsesión, y la
tendencia a la descentralización del aparato
del estado provoca también discusiones en
torno al desmantelamiento del orden jerárquico vertical de los partidos políticos tradicionales. D e esta manera, el proceso político
tradicional en los estados nacionales de occidente está viéndose desafiado tanto desde
arriba, al macronivel, en la esfera de las
necesidades y estructuras globales como desde
abajo,al micronivel,donde existe una tendencia a la descentralización y a una mayor
participación de las comunidades locales.
En ambos casos, empero, un cierto sentido de lo colectivo opera como una fuerza
intensaniente motivadora que propugna la
conservación y el mejoramiento de la calidad
de vida. Mientras que para algunos esto
asume la forma de una “aldea planetaria” en
gestación,otros se interesan más bien por la
“comunidad local”.Es evidente,sin embargo,
que éstas no son categorías mutuamente
excluyentes,sino que la comunidad planetaria
es una extensión natural de la comunidad
local.
Como consecuencia de este interés por la
comunidad, han ido surgiendo estos últimos
años diversas disciplinas,enfoques,posiciones
y términos nuevos en las ciencias sociales del
centro.Una de tales disciplinas,la psicología
de comunidades, se distingue de las demás
por el hecho de que no se interesa básicamente por el método científico tradicional de
observar,explicar y predecir los hechos,sino
que más bien destaca el papel del psicólogo de
comunidades como un agente activo y participante del cambio social,llamado a determinar
la dirección del cambio conjuntamente con la
comunidad interesada. Entre algunos de los
supuestos básicos de la psicología de comunidades figura la defensa del derecho de los
individuos,de los grupos étnicos, etc. a ser
diferentes,pero también la igualdad de acceso
para todos a los recursos materiales y psicológicos de una sociedad dada, lo cual evita
la adopción de un criterio o modelo de
comportamiento único y fijo.Por el contrario,
se induce a cada uno a cultivar sus potenciali-
Globalismo en el centro:una demostración de cerca de ochocientas mil personas en Nueva York en pro del
desarme nuclear y de la paz mundial, celebrada con ocasión de la segunda sesión especial sobre el desarme
de las Naciones Unidas, en junio de 1982.Philip Jones GriffithslMagnum.
372
dades individuales y, con la ayuda de los
recursos de la sociedad, lograr la meta de
autorrealización de sus posibilidades innatas.
Del mismo modo que no se erige ningún
modelo, ideal o norma típica de persona
humana, tampoco existe en la psicología de
comunidades ningún concepto sobre el ambiente que pudiera considerarse ejemplar. Lo
que sí se hace resaltar y valorar,en cambio,es
la adecuación persona-ambiente,ya que se
considera que dentro de una sociedad dada
existen innumerables ambientes posibles para
personas y comunidades diferentes,no siendo
ninguno de ellos necesariamente superior o
preferible a cualquier otro. [Rappaport,1977
p. 2-41,Lo importante es que exista una
adecuación entre una persona concreta y un
ambiente determinado,de forma que se sustenten recíprocamente de una manera positiva. Las diferencias y las variaciones dentro
de la sociedad,por lo tanto,se fomentan,en
contraposición a los esfuerzos del orden establecido por uniformizar los ambientes, los
servicios y,finalmente,los individuosmismos.
Así como en la perspectiva de la psicología de
comunidades no se reprueba ni censura a las
personas por no conformarse a la norma
social dominante,a causa de ciertos orígenes
que puedan considerarse intrínsecamente inferiores en un sentido o en otro, tampoco
quedan en desventaja por proceder de un
medio supuestamente “desposeído” en cuanto
a valores culturales.
Esta postura puede ilustrarse a la luz de
la función social del concepto de inteligencia.
E n la primera mitad del siglo xx la mayoría de
los psicólogos consideraban que la inteligencia
era un rasgo heredado,con la consecuencia de
que todas las minorías étnicas en las culturas
anglosajonas, donde los tests de inteligencia
gozaban de alta reputación, eran tenidas por
naturalmente inferiores. Así, un eminente
psicólogo norteamericano como Terman
podía llegar a decir [Kamin, 1977,p. 3741:
..]E
l hecho
“Su estupidez parece ser racial [.
de que uno encuentre este tipo con una
frecuencia tan extraordinaria entre los indios,
los mexicanos y los negros indica muy a las
claras que hay que plantearse de nuevo toda
Giindiiz Y.H.Vassaf
la cuestión de las diferencias raciales,de los
rasgos y de las facultades de la mente [...I A
los niños de estos grupos habría que apartar-’
los en clases especiales.”Otro destacado psicólogo estadounidense,Goddard [Kamin,19771,
que encabezó el programa norteamericano de
aplicación de tests de inteligencia en la
década de 1920, podía igualmente expresar:
“Elhecho es que un obrero puede tener una
inteligenciacorrespondiente a la edad de diez
años cuando usted tiene la que corresponde a
los veinte. Pretender que disfrute de una
vivienda como la suya es absurdo.” Semejantes ideas,basadas en el danvinismo social,
se acompañaban además de una marcada
actitud en favor de la eugenesia,de escoger y
apartar a los inhábiles y, de este modo,
“engendrar”una raza humana sana.
El final de la segunda guerra mundial y la
derrota del fascismo y del danvinismo social
indujo a eminentes psicólogos a culpar,no al
individuo, sino al medio, como auténtico
responsable de la deficiente actuación de las
minorías étnicas en los tests de inteligencia.
Se decía que si los niños negros “culturalmente desposeídos” pudieran criarse y educarse en medios como los disfrutados por los
norteamericanos anglosajones protestantes
de clase media, desde una temprana edad,
podrían ser tan inteligentes como los blancos.
Se sostenía así nuevamente la noción de la
superioridad de la cultura dominante. Hasta
fecha muy reciente ningún científico había
cuestionado abiertamente la validez de los
tests de inteligenciaconcebidos para la cultura
blanca y utilizados para evaluar a los negros.
Al poner mayor énfasis en el ajuste persona-ambiente, el enfoque de la psicología de
comunidades sostiene que la inteligencia debe
considerarse en el contexto de un ambiente
dado,que un determindado rasgo que podría
considerarse muy inteligente en un ambiente
particular no tendría ningún valor adaptativo
en otro, y viceversa. D e esta manera, las
aptitudes intelectuales y las estructuras que,
como el sistema educativo, son concebidas
para ayudar a desarrollar el potencial intelectual,según la psicología de comunidades no se
determinan y juzgan desde arriba,sino que se
I
La psicología de comunidades en busca de un nuevo enfoque
373
Los políticos del pueblo, grabado según un dibujo de E.Vaumor (Francia,1856). Roget Vioiiet
conciben y establecen a la luz de las necesidades y valores de la comunidad.Repetimos,
pues, que en esta rama de la psicología no
se defiende ningún modelo de persona o
ambiente ejemplar basado en los valores de la
sociedad dominante, y se pone el énfasis en
un adecuado ajuste entre la persona y el
medio.
Otro principio importante de la psico-
logía de comunidades es el de descubrir y
fomentar las energías y recursos de una comunidad, en vez de limitarse a “diagnosticar”
problemas con arreglo a criterios determinados por fuentes externas (expertos). Así,por
ejemplo, la psicología de comunidades busca
la forma de “fortalecer la salud”a partir de las
facultades intrínsecas de la comunidad, en
lugar de “prevenir la enfermedad” según los
374
principios defendidos por los programas de
salud mental de la colectividad.
El ámbito de aplicabilidad de esta psicología es tan extenso como los intereses,afanes
e inquietudes de la comunidad misma. Si bien
el nacimiento de esta escuela hacia mediados
de 19s años sesenta en los Estados Unidos de
América tuvo su origen en el movimiento de
salud mental de la colectividad -iniciándose
con un énfasis en los valores sociales frente a
los psíquicos-, muchos otros problemas se
incorporaron posteriormente,como el desempleo, el racismo, la carencia de condiciones
dignas de vivienda, así como el énfasis sobre
la necesidad de intervenciónpara provocar un
cambio social.Los movimientos en pro de los
derechos civiles y contra la guerra de Viet
N a m determinaron cambios radicales en la
conciencia social de los científicos. La psicología de comunidades comenzó a interesarse
por la manera de provocar el cambio y por su
repercusión en los diversos niveles de la
organización social que,en orden de complejidad organizativa, son el individual, el de
grupo, el organizativo, el institucional, el
comunitario y el social.El efecto de la intervención en uno de estos niveles debe examinarse también en todos los demás.
La forma concreta de intervención para
provocar el cambio puede‘también clasificarse
básicamente en cuatro enfoques distintos fundados en la situación específica [Rappaport,
1977,p. 1301. Los dos primeros son la consulta y el modelo de desarrollo de la organización,donde el psicólogo trabaja en el seno de
la comunidad con organizaciones y líderes
comunitarios ya establecidos,concentrándose
en el modo de cumplir los objetivos de esas
organizaciones, sin cuestionarlas. Los otros
dos enfoques, más de acuerdo con recientes
adelantos en la psicología de comunidades,
son el modelo de instituciones paralelas y el
modelo de organización y defensa social de la
comunidad.El objetivo del modelo de instituciones paralelas es crear instalacionese instituciones alternativas,en ámbitos como la salud,
la vivienda o la enseñanza,que se hallen bajo
el control de personas antes desposeídas de
todo poder,o sea de la comunidad inmediata-
Giindiiz Y.H.Vassaf
mente interesada. La meta del modelo de
organización y defensa social de la comunidad, por otra parte, es trabajar en colaboración con personas y comunidades hasta entonces desprovistas de autoridad e influencia a fin
de que obtengan el control de las instituciones
existentes que afectan sus vidas. Así,aunque
ambos enfoques se dirijan a aquellos que no
se hallan en puestos de control, el primero
aspira a crear instituciones al margen del
sistema establecido, mientras que el segundo
apunta a obtener el control sobre el sistema
mismo.Es muy importante observar que, en
todos los casos,si el modelo particular no se
adecua a la situación, el modelo o solución
propuesta pasa también a formar parte del
“problema” mismo. Es pues de extrema
importancia en el enfoque de la psicología de
comunidades que el modelo no sea determinado por ningún experto de afuera,sino que
se elabore en colaboración con la comunidad
y a la luz de las relaciones existentes entre
ésta y las fuerzas y estructuras regionales,
nacionales e internacionales del “mundo exterior”.
La aplicación de la psicología de comunidades en Occidente se ha producido por lo
general por solicitud y mediación de diversas
organizaciones colectivas autónomas y grupos
de acción vecinales, todos ellos formados
generalmentepor militantes y activistas voluntarios autofinanciadosy,por lo tanto,política
y económicamente independientes de las fuerzas y estructuras dominantes de la sociedad.
Los movimientos basados en los principios de
la psicología de comunidades han logrado
revitalizar estructuras que estaban al borde
del colapso,especialmente en áreas metropolitanas donde la distancia entre el ciudadano
individual y las autoridades centrales se
había hecho tan desmesurada que los servicios
reales estaban siendo prácticamente sustituidos por enormes burocracias. D e esta manera,
la organización y acción comunitaria no sólo
está logrando un mejoramiento de la calidad
de la vida con la creación de servicios como
los centros vecinales de salud,las escuelas de
barrio, etc.,sino que, al mismo tiempo, está
desafiando la función de la estructura política
La psicología de comunidades en busca de un nuevo enfoque
315
Yeni Yayinlar (Ankara).
tradicional,mostrándose sensible a las necesidades ciudadanas.El desarrollo de la democracia de base coincide simultáneamente con la
apatía respecto a la política tradicional que se
nota en la creciente falta de participación,
especialmente entre los jóvenes, en las elecciones tanto locales como nacionales. El movimiento comunitario no limita su interés a los
problemas locales.Así,por ejemplo,la columna vertebral de los movimientos pacifistas y
ecologistas mundiales no son los partidos
nacionales ni las organizaciones internacionales, sino más bien un sinfín de organizaciones colectivas de radio muy amplio que
cuentan con apoyo a nivel de las bases populares.En suma,nos enfrentamos con la apatía y
la alienación, especialmente de la generación
joven de Occidente,respecto a diversas organizaciones e instituciones centrales nacionales
que van desde los partidos políticos y el
gobierno a los sistemas sanitario y educativo.
Como respuesta, el nacimiento del movimiento comunitario y una tendencia por parte
de algunas instituciones, organizaciones y
estructuras hacia la descentralización no solamente está llevando a una nueva comprensión
del concepto de “democracia popular” a nivel
local,sino que, al mismo tiempo,la “federación no estructurada”de movimientos comunitarios y grupos de acción en todo el planeta
está comenzando a contribuir a que se gesten
decisiones de interés vital para el mundo
entero.
Tendencias dominantes
en el tercer m u n d o
E n contraste con los cambios observadosen el
centro, la historia del movimiento comunita-
376
rio en las naciones periféricas del tercer
mundo no ha ido generalmente en la dirección
de la descentralización y del globalismo. Por
el contrario,la tendencia básica en muchos
casos ha consistido en reforzar las tendencias
centralizadoras de la nación-estadoincipiente
y de la ideología dominante, desmantelando
al mismo tiempo las estructuras y prácticas
tradicionales de la comunidad.
Esta tendencia se ha visto fortalecida por
una combinación de dos factores capitales,
con el resultado de que la acción encaminada
a debilitar la estructura tradicional e intrínseca de la comunidad se ha visto acompañada
por la imposición de estructuras colectivas
“importadas”. D e esta suerte, los nuevos
modelos no son un fruto de la comunidad
tradicional, es decir, que no representan la
llamada “modernizacióna travésde la tradicionalización” [Dore y Mars, 1981,p. 1621. Uno
Gündüz Y.H.Vassaf
de estos factores consiste en las tentativas de
las jóvenes naciones-estadospor establecer un
control administrativo e ideológico sobre lo
que habitualmente eran pueblos étnica y religiosamente desavenidos.Así,algunos gobiernos del tercer mundo, enfrentados al reto de
imponer una administración estatal central a
pueblos con una historia colectiva colonialista
de “dividir y dominar”, han considerado
el enfoque comunitario contraproducente,
temiendo que pudiera reforzar los elementos
tribales y étnicos separatistas en la joven y
frágil nación. Otros estados “modernizantes”,
basados en modelos y orientaciones occidentaies positivistas,han considerado anacrónicas
las comunidades tradicionales y han visto en
ellas obstáculospara el desarrollo en la era de
la nación-estado,de los partidos politicos,de
los sindicatos y de las asociaciones profesionales. D e esta manera, o se han desentendido
L a psicolonía de comunidades en busca de un nuevo enfoque
371
Aldea tradicional y vivienda comunitaria moderna en Luanda (Angola). N.HuetiB.GérardAgencia Hoa Qui.
por completo de su existencia, o, por lo
contrario, han tratado de desacreditarlas,
especialmente a los ojos de los jóvenes.Este
proceso se ha visto facilitado además por la
noción de algunos teóricos de la modernización [Koopmans,19771 según la cual la adopción de superestructuras “centrales” puede
conducir al desarrollo y al bienestar material.
Otros han considerado la conservación de las
estructuras, tradiciones y usos de la comunidad -que generalmente implican ceremonias
dilapidadoras,festines y sacrificios a menudo
de muchos días de duración- como una
simple pérdida de tiempo,energía y recursos
materiales, todo ello demasiado gravoso para
un estado joven donde lo que hace falta es
trabajo duro y frugalidad.
La otra influencia capital que se opone a
la estructura comunitaria tradicional y conduce a la imposición de modelos “importa-
dos” proviene del papel desempeñado por
diversas organizaciones internacionales, muchas de ellas operando dentro del marco de
las Naciones Unidas, que se ocupan de la
ayuda al desarrollo o del desarrollo rural. Se
han utilizado etiquetas tales como “desarrollo
rural integrado” y “estrategia de las necesidades básicas” para describir lo que esencialmente es una continuación del esfuerzo que se
inició en la década de los años cincuenta y
que, con el tiempo, se ha traducido en la
institucionalización burocrática del desarrollo
rural en el tercer mundo. Tanto porque tales
programas han sido generalmente trazados
por expertos de fuera de la comunidad,como
porque los proyectos han tenido una duración
específica,engendrando esa forma de trabajo
efímero que expresa el dicho “hoy aquí,
mañana en otra parte”, por lo común nunca
se han llegado a consolidar los vínculos entre
378
la comunidad y el proyecto. Los equipos a
cargo de los proyectos introducían más bien
sus propias nociones sobre la modalidad de la
participación, y con ello “estructuraban” la
comunidad tal como ellos la veían en relación
con las particularidades del proyecto,en lugar
de tomar en cuenta las características o necesidades inherentes a la comunidad.La “participación comunitaria” en este sistema consiste
a menudo en designar o contratar miembros
de la comunidad a los que el personal del
proyecto considera útiles y con los que tiene
facilidad de comunicación. E n torno a esas
nuevas personas escogidas por los forasteros
se crea así en la comunidad una nueva estructura de poder,a veces en competencia y difícil
equilibrio con la fuente tradicional de poder y
de decisiones.
Bajo la influencia de estos factores,algunos de los principios básicos de la psicología
de comunidades, entre ellos la consideración
de la comunidad in toto, es decir en términos
de su propia vida cultural,social,ecónomica y
política y de su relación con el “mundo
exterior”, se descuidan. Lo que se sitúa en
primer plano es más bien el proyecto y sus
fines,considerándose a la comunidad en función del proyecto,en lugar de al contrario.
Prácticamente cualquier evaluación que
pueda hacerse de las actividades de desarrollo
rural en el tercer mundo pondrá de manifiesto
la falta de participación popular en los procesos, el intento de restructurar las comunidades desde arriba y la falta de atención a un
proceso de intercambio entre el micronivel de
la comunidad y el hacronivel de la sociedad.
Así,por ejemplo: “Los lugareños utilizaban la granja ujamaa (colectiva) como un
medio de obtener ayuda del estado para sus
propios fines individuales”; o “Los lugareños
aprovechaban la visita de un alto dignatario
..]
del gobierno o del partido para exponer [.
en términos muy convincentes el progreso del
pueblo y los magníficos planes para el futuro.
Luego pedían al dignatario más ayuda”;“Los
funcionarios asociaban los éxitos logrados en
..]
los pueblos con su promoción personal [.
Hallamos así que los informes enviados a las
autoridades superiores se referían a todos los
Giindiiz Y.H.Vmsaf
pueblos como ujamaa, aun cuando no hubiese
nada semejante a un modo de producción
socialista” [Dore, y Mars, 1981,p. 2331; o,
como en el caso de otro programa en otra
parte del mundo: “Elhecho de que el Nuevo
Movimiento de Promoción del Campo se haya
organizado desde un primer momento a escala
nacional y se haya impuesto a las áreas rurales
bajo la dirección personal y con el pleno
respaldo de los más altos funcionarios del
estado [...I”; “De mayor importancia aún es
la presión permanente que se ejerce desde el
más alto nivel administrativo [.
..]
una presión
que se ha mantenido y aun intensificado a lo
largo de un periodo de seis años” [Dore,y
Mars, 1981,p. 1321
iY qué ha significado esto a nivel popular? “Para muchos de los vecinos más pobres
del pueblo la cooperación tenía una connotación negativa,asociada a las presiones que a
veces se han ejercido sobre ellos para que
contribuyan con trabajo no remunerado”
[Dore,y Mars, 1981,p. 1281;“Muchas de las
críticas formuladas se han referido a la falta
de contenido espiritual del programa al nivel
local” [Dore, y Mars, 1981, p. 1271; “Las
medidas políticas han fomentado actitudes
más científicas, persuadiendo a los campesinos a que lleven a cabo las ceremonias de
bodas y entierros con menos despilfarro”;“El
movimiento rural se ha organizado como un
medio para aumentar la productividad y fortalecer el estado contra la amenaza del comunismo” [Dore,y Mars, 1981,p. 581.
Objetivos y prácticas como las descritas
no sólo pierden de vista la cuestión básica y
esencial del desarrollo rural general en el
tercer mundo, sino que pueden resultar contraproducentes,incluso en términos del objetivo de un proyecto limitado,a menos que les
acompañe una “voluntad de cambio” por
parte de la comunidad. La voluntad de cambio suele depender a su vez de dónde perciba
la comunidad que se encuentra el “centro del
control” sobre la determinación de sus propios asuntos y del medio ambiente. Es de
suma importancia que el centro de control sea
interno a la comunidad para que de esta
forma se sienta al mando de la situación,es
L a psicología de comunidades en busca de un nuevo enfoque
379
Movilización comunitaria frente a una catástrofe nacional: evacuación previa a la inundación. R.BediiCamera
Press.
380
decir, que se considere el “sujeto” de la
situación en el sentido de que es la comunidad
la que decide que ocurran las cosas,en vez de
ser el objeto de la situación y de que sean las
cosas las que le ocurren a la comunidad.
Ciertos trabajos de investigación efectuados
en distintos contextos,yendo desde centros de
enseñanza a campos de refugiados,han demostrado que la apatía, la alienación, el absentismo,la destructividad,la agresión,etc.,que
conducen siempre al totalitarismo, suelen
darse en función de la existencia de centros de
control externos a la comunidad [Caplan,
1969, p. 41. La solidaridad de las comunidades, por otra parte, depende de que el
centro de control sea interno a las mismas.
En el tercer mundo las comunidades
suelen tener un sentido de control sobre su
propia vida cotidiana,pese al “fatalismo”que
frecuentemente caracteriza a las sociedades
frágiles donde la cooperación comunitaria,en
ausencia de un estado benefactor, es necesaria para sobrevivir.Así,la comunidad local no
se encuentra indefensa frente a sucesos de la
vida natural como el parto, las enfermedades
típicas, las interrupciones en las redes de
comunicación,los cortes del suministro eléctrico, los terremotos, las inundaciones, etc.,
puesto que puede confiar en sí misma. La
comunidad es por lo general autosuficiente
hasta el punto de que puede atender a sus
enfermos, construir sus propias viviendas,
predecir el tiempo, etc., sin depender del
auxilio de especialistas de fuera,como ocurre
en los centros urbanos. La ignorancia y la
falta de conocimientos tecnológicos y científicos puede sin duda conducir no sólo a la
ineficiencia y al despilfarro de recursos,sino
también a propagar las enfermedades en vez
de curarlas.Lo notable,empero,es el sentido
de control sobre los acontecimientos,trastornado a veces por calamidades antaño desconocidas o,con mayor frecuencia hoy día,por la
dependencia del “exterior”. Esta relación
dependiente,que los psicólogos de comunidades suelen llamar “síndrome de dependencia”, se contrae habitualmente como consecuencia de que intervienen expertos de fuera
para desarrollar, educar, modernizar, etc. la
Giindiiz Y.H.Vassaf
comunidad local,echando de paso por tierra
las estructuras tradicionales sin ofrecer otras
adecuadas en cambio. No obstante,cuando la
comunidad se siente imbuida de una voluntad
de cambio y se da cuenta de que es el sujeto
de la historia, hay sorprendentemente pocas
cosas capaces de detenerla en su camino
[INODEP,1981, p. 61.Esta notable resolución y fe en su misión puede explicar en parte,
por ejemplo, el éxito de Paulo Freire [1971,
p. 911 en la erradicación del analfabetismo en
algunos meses, mediante el proceso de “concientización”.
Dentro de este mismo espíritu,un manifiesto de un partido de la República Unida de
Tanzania declara: “Todo acto que aumente el
poder del pueblo para decidir sobre sus propios asuntos es un acto de desarrollo, aun
cuando ese acto no procure más pan o mejor
salud” [Dore,y Mars, 1981,p. 220.1
En el mismo orden de ideas,un alcalde
del tercer mundo elegido sobre una plataforma de participación popular afirmaba en
cierta ocasión que las soluciónes se hacen más
fáciles cuantos más son los que las buscan.
No ha sido éste,sin embargo,el enfoque
habitual,en el tercer mundo, donde las cosas
se hacen para el pueblo pero sin el pueblo.
Así,algunos derechos que van desde la formación de sindicatos y la reducción de la semana
laboralhasta elvoto femeninohan sidogeneralmente “otorgados” por la élite dirigente. Lo
que es así otorgado y no conseguido con la
“sangre, sudor y lágrimas” de las masas para
pasar a constituir parte orgánica de su ser,con
la misma facilidad con que se da, puede
quitarse. Tal ha sido el caso en muchas
naciones del tercer mundo. El ir y venir en
nombre del pueblo de élites o vanguardias
benévolas y despóticas se ha traducido en que
la mano izquierda ha terminado por quitar lo
que la derecha había dado [Vassaf, 1981,
p. 2821.
Perspectivas de futuro
El desarrollo de comunidades del tercer
mundo sobre la base de la participación popular significa que las comunidades tienen que
La psicología de comunidades en busca de un nuevo enfoque
hacerse más independientes de los planes y
proyectos impuestos desde arriba por los
gobiernos nacionalesy por los expertos extranjeros transitorios enviados por organizaciones
internacionales. Conviene crear, en cambio,
vinculaciones más horizontales con otras
comunidades, capaces de conducir con el
tiempo a la constitución de una red de comunidades que compartan información, recursos,
experiencia y mano de obra especializada.A
una red como ésta le sería posible sin duda
disponer de una base tanto nacional como
internacional que, en última instancia, se
conectara con movimientos afines de los países centrales y obtuviese un estatus de organización no gubernamental ante los diversos
organismos de las Naciones Unidas.
Varios movimientos comunitarios del
mundo entero están contribuyendo asimismo
al enriquecimiento de la cultura humana y
universal, promoviendo y fomentando intereses concretos que se sitúan al margen de los
medios de comunicación y de la cultura de
masas. Al tiempo que cada vez es más real
que los medios de comunicación, bajo el
control de unas cuantas corporaciones establecidas en el centro, tienden de manera creciente a moldear la población para que en su
totalidad piense,vista,hable,viva y ame de la
misma manera,por otra parte el movimiento
comunitario,con su defensa de la heterogeneidad y del derecho de los seres humanos a ser
diferentes, está ofreciendo una alternativa
viable a la estandarización.Que tal heterogeneidad continúe existiendo en comunidades
del tercer mundo es un capital inapreciable
tanto para preservar como para promover la
civilización. El hecho de que fuerzas procedentes del centro estén destruyendo la estructura social de comunidades que albergan culturas muy diversas es un peligro, en cambio,
para la civilización.La evolución,tanto en el
plano biológico como en el de la historia del
progreso y de la cultura, se basa en la
disponibilidad de un amplio fondo o reserva
381
de variedad.Y la variedad,a su vez,precisa la
protección y la exaltación de las diferencias.
El principio de la adecuación persona-medio
de la psicología de comunidades,y la lucha de
los que son diferentes por obtener un acceso
igual a los recursos materiales y psicológicos
de la sociedad ofrecen un punto de partida
para contrarrestar lo que Fromm considera
uno de los mayores peligros del siglo que se
avecina: “Si una sociedad se transforma en
una megamáquina (esto es, si el conjunto de
una sociedad, incluida la totalidad de sus
individuos, es una enorme máquina centralmente dirigida), el fascismo,a la larga,es casi
inevitable” [Fromm,1981,p. 1801.
E n muchas ocasiones se ha dicho que “las
políticas de los gobiernos nacionales y la
supervivencia de la vida en el planeta siguen
un curso frontalmente opuesto” [Sanders,
1981,p. 141.U n factor esencial para detener y
alterar ese curso es el sistema de movimientos
comunitarios de base popular que asumen
intereses globales. Existe un nexo innegable
entre mortalidad infantil,analfabetismo,deficiencia de la asistencia médica,de la vivienda,
etc.,y el crecimiento del militarismo en el
mundo. Así como la psicología de comunidades estima que su misión es tomar parte
activa en la provocación del cambio social,así
también deben las demás ciencias sociales
asumir nuevas responsabilidades para hacer
frente a la crisis que sufrimos y para descubrir
y desarrollar procesos que conduzcan a una
fusión de las comunidades locales y globales
en una unidad coherente, minimizando los
conflictos provenientes de los intereses de la
nación-estado.
Cuando Alva Myrdal recibió el Premio
Nobel de la Paz, le preguntaron cómo veía
ella el futuro del mundo, y respondió: “Soy
muy pesimista: Mi única esperanza está en los
movimientos populares por la paz mundial”
(Newsweek,25 de octubre de 1982).
Traducido del inglés
Gündüz Y.H.Vassaf
382
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Amsterdam.
Opresión, subversión y
expresión en la vida cotidiana
Paul-HenryChombart de Lauwe
Introducción
zos del decenio de 1970,ha prestado particular atención a la elaboración y creación culturales y, sobre todo, a las posibilidades de
La línea de investigación reflejada en el pre- emergencia de culturas innovadoras al produsente artículo corresponde al itinerario del cirse el encuentro de las tecnologías transferiautor. Formado inicialmente como etnólogo, das con las culturas propias de los países
se orientó enseguida hacia el estudio de las receptores.' Cuando participó en el programa
poblaciones urbanas en los países industrializa- de la Unesco sobre las transferencias de
dos. Su experiencia vivida lo sensibilizó a la conocimientos pidió que se pusiera de manire dominación y participainjusticia de las desiguald: s sociales,y su fiesto el dilema
ción. D e ahí el título de
primera investigación en
la obra en la cual colaese ámbito versó sobre
Paul-HenryChombart de Lauwe funboró.'
las condiciones de vida,
dó en 1950 el Centre d'Ethnologie SoEn el presente artílas prácticas y las aspiraciale et de Psychosociologie (1, rue
culo
prosigue sus reflexiociones de la clase obrera.
du Onze-Novembre,92120 Montrouge, Francia), del cual es actualmente
nes sobre la relación enSin embargo, para comdirector. Ha sido profesor, desde
tre las transformaciones
prender las conexiones
1960,en la Ecole des Hautes Études
sociales y la dinámica culentre el medio ambiente,
en Sciences Sociales,de París. Entre
tural en la vida cotidiana,
las relaciones sociales y
sus numerosas publicaciones podeel individuo,hubo de exlo cual lo lleva a plantear
mos mencionar: Des hommes et des
villes (1966), Pour une sociologie des
nuevamente problemas
t,ender su trabajo a la
aspirations (1969) y Transformations
relativos a la oposición
geografía, la economía,
sociales et dynamique culturelle (1981).
entre el proceso de domila sociología y la psiconación y las posibilidades,
logía. Siempre ha procupor escasas que sean acrado que los equipos
tualmente, de emergende estudio o trabajo que
organizaba se situaran en una línea interdisci- cia 'de nuevas formas de vida social entre
plinaria.
quienes han estado hasta ahora privados de la
Hace ya unos veinte años constituyó,con palabra y de la expresión de sus aspiraciones a
investigadores de diversas procedencias, el la hora de formular decisiones.
Grupo Internacional de Investigación, que
lleva a cabo estudios comparativos en países ¿No es un eufemismo, para las tres cuartas
muy industrializados o poco industrializados. partes de la humanidad,hablar de calidad de
El problema de las relaciones entre el desa- la vida? En el umbral del tercer milenio, el
rrollo económico y la cultura constituye el
centro de sus preocupaciones. Desde comien- 0Paul-HenryChombart de ïauwe
384
temor al año 2000 en el plano internacional
invade la vida personal de cada uno en todos
los planos de nuestro quehacer cotidiano.Por
una parte,la aceleración de los descubrimientos y el consiguiente desarrollo de las nuevas
tecnologías (informática,telemática,robótica,
burocrática) transforman cada vez más rápidamente las condiciones de trabajo, las condiciones de vida y las relaciones entre la vida
profesional y el tiempo libre. Por otra parte,
los medios de comunicación,en particular,la
televisión,-consu pequeña pantalla, introducen en el seno de la vida familiar los debates
internacionales.
A estas dos formas de intrusión en la vida
cotidiana corresponden dos formas de opresión que se ejercen sobre los individuos y los
grupos sociales.El cambio de las condiciones
de vida y de trabajo, de la organización del
espacio y de los medios de comunicación suele
estar orientado por los grupos dominantes en
función de sus propios interesesy ambiciones,
imponiendo a los otros grupos un medio
ambiente propicio a las metas que ellos
desean implantar.Al mismo tiempo,la posesión de los medios de comunicación y el
desarrollo de las técnicas de propaganda permiten ejercer presiones ideológicas de creciente eficacia que se suman a las de la
enseñanza obligatoria.La tentación totalitaria
es mucho más grande cuanto que las nuevas
formas que adoptan el consumo, el tiempo
libre y la búsqueda del bienestar incitan a los
individuos a aceptar la dominación. Hoy día
nadie ignora que el amo logra imponerse en la
medida en que aquéllos a quienes domina
interiorizanlos modelos dominantes y se satisfacen con sus conductas conformistas.
LA través de qué conflictos, de qué
luchas en la vida cotidiana,ciertos movimientos pueden manifestarse y oponerse a la
dominación? ¿Cómo descubrir cada día las
fuerzas sociales que procuran actuar en la
línea de choque entre las instituciones, los
códigos,las normas impuestas por los grupos
dominantes,por una parte,y las aspiraciones,
reivindicacionesde grupos,categorías sociales,
clases ascendentes y movimientos sociales en
gestación,por otra?
Paul-Henry Chambart de Lauwe
La vida cotidiana,
ámbito de las opresiones
Si la vida internacional penetra cada vez más
en la vida personal cotidiana,toda investigación microsociológica a nivel local ha de
situarse en un contexto macrosociológico y
macroeconómico del más amplio alcance.En
efecto, la acumulación de capitales y de
medios técnicos en los centros urbanos de los
países más ricos se acelera mediante el desarrollo científicoy la acumulaciónde los conocimientos. Quien más posee,más se enriquece.
Tal afirmación es tan válida para los conocimientos como para el capital y para los
medios técnicos.El aumento de unos produce
el aumento de los otros. Puesto que cuanto
más conocimientos se acumulan mucho más
puede avanzar la investigación, mucho más
pueden multiplicarse las nuevas tecnologías,
mucho más se aprovecha de ello el sector
industrial y mayores son los beneficios. La
consecuencia, en el piano internacional, es
una lucha cada vez más despiadada por la
competitividad,por la conquista de los instrumentos de dominación y de prestigio. Los
resultados de esta lucha son bien conocidos:
menosprecio y degradación del medio ambiente, acumulación de dispositivos militares,
aumento de las desigualdades, advenimiento
de las dictaduras,guerras regionales y peligro
de guerra mundial.
En la vida cotidiana de las ciudades estas
rivalidades y estas luchas repercuten tanto en
las condiciones de vida y de trabajo, en el
consumo y en las relaciones con el espacio
como en las presiones ideológicas y en la
imposición de modelos dominantes que llegan
hasta la intimidad familiar.
La opresión en las
condiciones de vida y de trabajo
A la desigualdad entre países corresponde un
aumento de las desigualdades internas en la
mayoría de los países, pero bajo formas
diferentes. En los más industrializados, la
385
Opresión,subversión y expresión en la vida cotidiana
pobreza permanece y el aumento del desempleo acentúa el proceso de pauperización.La
afluencia de trabajadores extranjeros intensifica aún más este proceso. E n los países en
vías de desarrollo, la creación de industrias
pesadas -por necesarias que sean- provoca
desequilibrios entre las ciudades y el campo y
acelera la migración hacia las barriadas pobres
de los núcleos urbanos. La oposición entre
ricos y pobres se intensifica. E n cuanto a los
PMA -los países menos adelantados- una
parte cada vez mayor de la población se
muere de hambre en silencio, sin que la
burguesía de los países ricos y, frecuentemente, la de los propios países pobres sean
capaces de renunciar a sus privilegios y a la
carrera armamentista,a pesar de las protestas
verbales. Se llega así, en la vida cotidiana, a
una apatía y resignación a la miseria entre los
pobres y a una indiferencia por parte de los
ricos, sin que éstos adviertan que preparan
así, a plazo más o menos largo, su propia
ruina. E n efecto, como veremos a continuación,la resignación de los pobres puede tener
su contrapartida en reacciones y revueltas
cuyas consecuencias, a escala mundial, son
imprevislbles.
La opresión en la producción
Los progresos tecnológicos pueden limitar,en
cierta medida, el trabajo en serie y mejorar
las condiciones materiales en las empresas,
pero provocan nuevos géneros de fatiga,
aumentan la dependencia, la sumisión, la
aceptación de la monotonía frente a la promesa de la reducción del tiempo de trabajo y
del aumento de salarios. La preocupación por
el rendimiento y por la competitividad,particularmente en las empresas multinacionales,
provoca la concentración de establecimientos
y los despidos que la acompañan. Esos cambios se traducen en la vida cotidiana en un
mayor temor al desempleo y, con frecuencia,
en una limitación de la acción sindical.
Al aportar nuevas formas de trabajo,las
transferenciasde tecnología imponen paralelamente modelos culturales, tanto en la vida
cotidiana del barrio como en la empresa. La
población general y los trabajadores se sienten desorientadosen un periodo de transición.
Sobre todo el valor-trabajo,al que se identificaban los obreros tradicionales,pierde completamente su eficacia entre los jóvenes. Las
relaciones entre el trabajo y el tiempo libre se
ven profundamente modificadas.
La opresión en el consumo
-
Si bien el nivel promedio de vida ha aumentado (excepto en los PMA),las desigualdades
en la vida urbana de los propios países industriales perduran y se acrecientan. Los desempleados, los ancianos, los impedidos, y también los jornaleros, los obreros especializados, los empleados modestos dependen sikmpre en su vida cotidiana de la más mínima
variación de la coyuntura económica y,por lo
tanto, de la situación internacional. U n descenso muy ligero del poder adquisitivo vinculado, por ejemplo, al aumento de precio del
petróleo o a la fluctuación de los cambios
puede reducirlos de la noche a la mañana a la
condición de subproletarios, de la que corren
el riesgo de no salir jamás.En la actualidad,
la amenaza del desempleo provoca también
situaciones y temores del mismo género entre
diversas categorías de profesionales.
A fin de precisar el análisis en el ámbito
del consumo m e limitaré al estudio de varias
partidas del presupuesto familiar. Recordemos para empezar que, como es bien sabido,
el equilibrio general del presupuesto influye
en toda la vida de la familia. M e referiré sin
embargo a un proceso que desde mis primeras
investigaciones sobre la vida obrera m e parece
bastante revelador. Por debajo de una cierta
línea de nivel de vida la elección en la compra
de objetos se limita prácticamente a lo que
resulta menos caro.Esa actitud corresponde a
lo que he llamado comportamiento de preocupación. Sólo por encima de esa línea es
posible la elección de los objetos que nos
agradan. El comprador pasa del comportamiento de preocupación a un comportamiento
de libre interés. Ahora bien, estudios posteriores sobre familias obreras con movilidad
ascendente muestran que el desarrollo del
386
consumo y las incitaciones cada vez más
fuertes a la adquisición de nuevos productos
dan lugar a que se mantenga un comportamiento de preocupación, incluso cuando la
familia ha alcanzado un nivel de vida relativamente elevado. El personal técnico y directivo,deseoso de mantener su prestigio social,
se encuentra en la misma situación.Así pues,
todos ellos están preocupados en su vida
personal y profesional por la coyuntura económica de la que, más o menos directamente,
dependen sus ingresos.E n cambio,a partir de
una línea claramente más elevada, o a causa
del rechazo ideológico del consumismo, la
preocupación desaparece o se atenúa.
Sabemos que el porcentaje de las diferentes partidas en el total del presupuesto se
modifica de manera más o menos sensible en
función del aumento del nivel de ingresos.El
estudio de cada partida y de sus modificaciones esclarece la relación entre los gastos
reales,las preocupaciones y los valores relativos fijados a los objetos.E n la vida urbana de
los países industrializados el gasto en productos alimenticios ha aumentado, aunque el
porcentaje dedicado a la alimentación en el
presupuesto ha disminuido, conforme a una
de las leyes de Engels,válida todavía hoy.E n
los países capitalistas de Europa y de América
del Norte, la alimentación ha dejado de ser
una preocupación tan apremiante para las
familias obreras como lo era antes. E n cambio,el gasto en vivienda ha experimentado en
Europa un aumento real y porcentual y se ha
convertido en una preocupación muy importante.El automóvil,antes objeto de lujo para
las familias de bajos ingresos,tiende a transformarse en algo imprescindible y a considerarse como una necesidad. Es evidentemente
inútil insistir aquí sobre los gastos llamados de
recreación y tiempo libre,sobre los cuales se
ha escrito abundantemente.
Lo que nos interesa destacar es la relación entre las prácticas que podemos observar, las representaciones que tienen de ellas
10s actores,las necesidades que expresan y las
repercusiones de la competencia y de la publicidad en los cambios de sistemas de representaciones y de valores a través del consumo.
Paul-Henry Chombart de Lauwe
Observamos asimismo la influencia de las
opciones políticas y económicas de los dirigentes cuando el aumento de los gastos militares crea tal vacío en el presupuesto estatal
que el suministro de alimentos ya no puede
garantizarse y es necesario restablecer las
cartillas de racionamiento alimentario. La
calidad de la vida no es accesible a todos, ni
siquiera en los países industriales ricos o en
los países socialistas.
Opresión respecto al uso del espacio
El enorme desarrollo de los medios de transporte,la posibilidad de viajar a lugares cercanos o apartados y el conocimiento más factible de la tierra en su totalidad han modificado
también las relaciones con el espacio en la
vida cotidiana. La noción de espacio físico
cede a la del espacio-tiempo,ya que a veces se
tarda menos en atravesar en avión mil quinientos kilómetros entre París y una ciudad italiana que en ir penosamente en auto en las
horas de tráfico más denso del centro de Pans
a una ciudad de las cercanías. E n realidad, y
con ello volvemos a nuestra argumentación,el
cálculo no ha de establecerse en términos de
distancia-tiempo,sino de distancia-tiempo-dinero. Porque si Nueva York está a tres
horas de París en el Concorde, el tiempo se
reduce exclusivamente para aquél que tiene
dinero. El estudio de las relaciones con el
espacio exige otras líneas de desarrollo.Volveremos más adelante sobre el tema.
Las opresiones ideológicas
E n el medio ambiente uibano de la civilización industrial,los individuos y los grupos no
sólo están sometidos a las opresiones derivadas de la organización del espacio, de la
producción o del consumo, sino expuestos a
todo tipo de presiones ideológicas. Al hablar
de la relación entre las transferencias de
tecnología y la imposición de los modelos
culturales m e refería tanto a las técnicas de
educación, o a las de comunicación,como a
las técnicas que han modificado los modos de
producción. La instalación de una fábrica
Dos formas de consumo ligadas entre si: el turismo y la venta de recuerdos. René BurrüMagnum
388
“llave en mano” con los técnicos que se
ocuparán de ella y la necesidad de utilizar en
la empresa métodos de trabajo que correspondan a las nuevas necesidades de la producción
constituyen,ya,una manera de hacer adoptar
modelos de comportamiento, tipos de relaciones entre los individuos,una concepción de
la jerarquía y de la responsabilidad,etc. Los
acuerdos económicos que permiten inundar el
mercado con una producción intensiva de
coca-colapermiten también la instalación de
todo un sistema de anuncios y cartelespublicitarios, o la designación de personas que
reciben órdenes del extranjero y se ven forzadas a adoptai‘los modos de reaccionar y de
pensar de los dirigentes de quienes dependen.
No se trata entonces,en la vida cotidiana,de
un libre encuentro entre diferentes culturas,
sino de la imposición de una cultura dominante que amenaza con destruir progresivamente desde el interior la cultura básica del
país en el que se establecen relacionesdesiguales.
E n el caso de la escuela, las técnicas
educativas y los programas correspondientes
son copiados directamente de los modelos
de los países industriales;las escuelas están
hechas para formar a un cierto tipo de hombre
que pertenece a un modelo urbano de la
civilización industrial. Los campesinos que
vienen a la ciudad,atraídos por la creación de
empleos,se ven obligados a adoptar también
ese mismo modelo si no quieren ser eliminados por la competencia,ante la cual se sienten
en inferioridad de condiciones.
Al mismo tiempo,los grandes medios de
comunicación invaden la vida cotidiana y
penetran en el interior del hogar, no solamente a través del periódico, sino y sobre
todo a través de la radio y de la televisión.
Estudios recientes sobre la propaganda hecha
por medio de la publicidad muestran que ésta
no es sólo comercial, sino que tiene un
contenido ideológico muy acusado.A manera
de ejemplo,entre muchos otros,una sociólogica latinoamericana efectuó hace poco un
trabajo sobre las series que durante algunos
meses ocupan diariamente un espacio importante en la televisión. Esta socióloga ha
Paul-Henry Chombart de Lauwe
demostrado que dichas series estaban preparadas por grupos comerciales con una orientación definida,que introducían así una propaganda derivada de modelos foráneos y con
repercusiones políticas. Pero,Les necesario ir
más lejos en la descripción de estas formas de
manipulación que ya son en su conjunto
conocidas? Lo importance es ver cómo sus
consecuencias constituyen a la vez un obstáculo para el mejoramiento de la calidad de la
vida y un peligro político inscrito en el corazón mismo de la vida cotidiana.
Las consecuencias de la opresión
Las manipulaciones de que son objeto los
habitantes de las ciudades no son necesariamente voluntarias. El ingeniero que impone
prácticas de trabajo en una nueva fábrica,el
arquitecto que construye torres en las que las
personas se ven forzadas a modificar su comportamiento,o los periodistas de la televisión
que transmiten las noticias no se dan cuenta
de los modelos que imponen y pueden creer
muy sinceramente que realizan su trabajo con
absoluta honestidad. E n realidad,ninguno de
ellos tiene conciencia de los procesos de
manipulación en los que participan y de los
que son agentes inconscientes.Lo que resulta
en definitiva es que la imposición de una
ideología en esas condiciones es tanto más
eficaz cuanto que,ni de una ni de otra parte,
los actores la perciben. Consecuencia de ello
son las discrepancias latentes en la vida cotidiana entre los responsables políticos y el
conjunto de los habitantes de las ciudades,
víctimas de una impresión de malestar que no
llegan a definir.
Esta impresión de malestar, unida a los
sentimientos de culpabilidad particularmente
entre los jóvenes, en el momento en que los
países han de abordar problemas como el
hambre, las guerras y las destrucciones del
medio ambiente conduce a una especie de
fatalism0 y, a veces, a un sentimiento de
impotencia y de rebelión. E n estas condiciones,los conflictos que podrían ser generadores de cambios se hacen más difíciles,tanto
más cuanto que se utilizan actualmente técni-
Opresión, subversión y expresión en la vida cotidiana
cas más perfeccionadas no sólo para reprimir
el terrorismo sino para reprimir los movimientos sociales más positivos. El principal peligro
de este estado de anomalía, en el que los
habitantes de las ciudades no llegan ya a
construir sistemas de representaciones y de
valores coherentes, es la posibilidad que tienen ciertos grupos, reducidos pero bastante
eficaces, de provocar .el pánico mediante la
violencia y de suscitar una desorganización
social que les permitirá,creen ellos,tomar el
poder e instaurar un régimen autoritario.
E n oposición a este cuadro voluntariamente sombrío,conviene estudiar cómo otros
procesos se oponen a esta manipulación en la
vida cotidiana, cómo algunas contraculturas
pueden reaccionar contra las ideologías dominantes, cómo los movimientos sociales pueden tomar forma y expresarse y cómo los
individuos y los grupos pueden transformarse
en sujetos-actores.Este análisis es tanto más
necesario cuanto que muchos tecnócratas
siguen estando persuadidos de que todos los
problemas sociales se resolverán el día en que
las técnicas estén suficientemente avanzadas
para responder a todas las necesidades.
E n realidad estamos inmersos en procesos de crecimiento económico en los que la
competencia,el afán de lucro y la eliminación
de los más vulnerables actúan a nivel nacional
e internacional. Y a no podremos dominarlos
sin efectuar cambios políticos radicales.
Actualmente poseemos todos los medios para
actuar sobre el medio ambiente,la producción
agrícola e industrial, todos los medios para
luchar contra las desigualdades y contra el
hambre en el mundo, pero los utilizamos en
beneficio de los grupos dominantes.D e ahí la
necesidad de transformar los modos de decisión y los sistemaspolíticos.Nada será posible
si no se produce un cambio de sistema de
representacionesy de valores entre los responsables;pero este cambio no podrá realizarse
sin una presión de la base que parta,precisamente, de la vida cotidiana. Antes de examinar cómo puede producirse un proceso de
esta índole, es necesario comprender de un
modo muy exacto las relaciones entre los
individuos,los grupos y la sociedad en la vida
389
cotidiana. Son, pues, indispensables algunas
observaciones psicosociológicas más precisas.
Análisis de los
procesos de opresión
Para proceder al análisis psicosociológico de
las relaciones individuo-grupo-sociedadsujetas a transformación en el medio urbano es
necesario adoptar un criterio interdisciplinario. E n este análisis se tienen en cuenta al
mismo tiempo las transformaciones técnicas y
económicas,las transformaciones de las relaciones sociales y los procesos psicosociales.
Para avanzar por esta vía m e he visto obligado
a distinguir entre,por una parte, la sociedad
institucionalizada, codificada según aparece
en la organización del espacio,en la organización de la empresa, en el sistema económico,
en los canales de comunicación y de difusión
social,etc.,por otra parte,el cuestionamiento
de esos códigos y de esas instituciones en los
detalles de la vida cotidiana.Tal es lo que he
llamado la “cultura vivida”,de la que parten
los procesos de expresión que permiten reaccionar contra los procesos de opresión. Pero,
por supuesto,en el estudio de las transformaciones sociales esta distinción entre la sociedad institucionalizada y la cultura vivida sólo
se establece con el fin de comprender mejor
las relaciones dialécticas que entre ambas
existen en una totalidad.
Partiendo de la organización del espacio
diferenciaré el espacio social objetivo del
espacio social subjetivo. Para tratar de resumir muy sumariamente el análisis que m e ha
llevado a estas distinciones,partiré del espacio sociogeográfico como marco espacial en el
que evolucionan grupos de un conjunto
humano dado y cuyas estructuras están dirigidas por factores económicos,relaciones sociales y modelos culturales. E n este espacio
sociogeográfico se organiza un espacio social
concreto en función de modelos culturales que
imponen a todo el contexto ciertas formas
que derivan de ciertas normas y en el que se
disponen los objetos de acuerdo con un orden
establecido. E n dicho espacio,el desplaza-
390
miento de los individuos queda canalizado y
ciertospuntos privilegiados de atracción orientan ese desplazamiento;así es como los individuos y los grupos son sometidos a modelos
procedentes de los círculos de responsables
que han elaborado los planes. Hemos de
señalar que en este espacio existen diferencias
visibles entre una zona y otra, pero también
diferencias invisibles,como la diferencia entre
una zona considerablemente poblada y una
zona escasamente poblada o la diferencia
entre una zona en la que aparecen ciertas
profesiones y otras en las que aparecen profesiones distintas. Estas diferencias pueden dar
lugar a límites o márgenes que, sin manifestarse claramente a los individuos,tienen una
función importante en las relaciones sociales.
Las diferencias sociales entre los individuos
de diversas categorías,de diversas clases o de
diversas etnias están así inscritas en el suelo
que pisamos,como lo están todas las estructuras de la sociedad. Este espacio social es
percibido y representado de diversas maneras
por los individuos y los grupos y esa representación del espacio se proyecta a su vez en los
planes de arquitectura y de urbanismo en
función de los modelos dominantes.
Las relaciones con el espacio en la vida
cotidiana son más complejas. E n el espacio
organizado en función de los planes, los
individuos se desplazan según prácticas que
no se ajustan exactamente a los itinerarios
previstos. E n lo que se refiere al consumo,la
frecuentación de los comercios,por ejemplo,
incita a los comerciantesa tomar en consideración las prácticas de sus clientes. E n los
barrios urbanos existe, así, todo un diálogo
establecido. La modificación de este tejido
sociocomercial por la implantación de supermercados trastorna las prácticas cotidianas y
ya no ofrece a las bases las mismas posibilidades de expresión; encontramos aquí las
mismas formas de manipulación de las que
hemos hablado anteriormente, y podemos
asimismo tomar algunos ejemplos del interior
de la vivienda, de las relaciones entre los
individuos y de la utilización del espacio
previsto para ellos por los arquitectos. Las
relaciones entre las prácticas y las representa-
Paul-Henrv Chombart de Lauwe
ciones aparecen de idéntica manera cuando
estudiamos el consumo y el presupuesto en
una familia. E n este caso, nuestro interés es
ver cómo los mismos individuos se representan sus costumbres y qué distancia toman
respecto de ellas, es decir, cómo pueden ser
conscientes de su propia situación.Esta toma
de conciencia de la situación es también el
punto de partida para una toma de conciencia
de las transformaciones.Es,igualmente,una
toma de conciencia de las necesidades. Pero
en la noción de necesidad, sin embargo, es
necesario que nos detengamos un instante.
La noción de necesidad ha provocado en
los últimos años discusiones innumerables y
con mucha frecuencia estériles. Personalmente, m e han interesado mucho los análisis
que hace Agnès Heller a partir de la obra de
Marx,pero también de sus propias consideraciones. M e gustaría, sin embargo, abrir un
debate sobre los puntos siguientes.
Después de haber estudiado un gran
número de autores,creo que conviene reducir
la noción de “necesidad” (besoin) a la de
“apremiante necesidad” (nécessité). Por otra
parte, ciertos idiomas,como el español, sólo
cuentan con una misma palabra para las dos
nociones.Algunos autores conocidos han confundido la idea de necesidad con procesos
psicológicos tales como la pulsión,el deseo,la
demànda,etc.;ahora bien, trátese de necesidades individuales o de necesidades sociales,
el problema es definir lo que es necesario para
poder vivir materialmente o vivir en sociedad.
Distingo,por consiguiente,entre una necesidad que es una apremiante necesidad material
y corresponde a las raciones alimenticias, al
espacio para vivir, etc., y las necesidadesobligaciones sociales que corresponden a los
objetos indispensables a un individuo para
que viva en sociedad sin ser marginalizado.
Tal sería el caso de un empleado al que se
impone un traje determinado para hacer su
trabajo,cuando él se contentaría con un traje
más simple y más en consonancia con sus
gustos. (Por otra parte, creo que esta distinción entre necesidad material y obligación
social puede encontrarse,bajo otra forma,en
la perspectiva marxista.) H e debido distinguir
Opresión,subversión y expresión en la vida cotidiana
391
Para escapar a la alienación: algunos de los trescientos participantes del “Festival de reconciliación del
espíritu y el cuerpo”, celebrado en las costas de Queensland (Australia). Fred BroomhalliCamera Press.
también la necesidad-objeto de la necesidadestado;la necesidad de vivienda,por ejemplo,
en la que cabe distinguir la necesidad del
objeto-viviendapara una población y la necesidad de vivienda que corresponde al estado
psicólógico en que se encuentra un individuo
que -busca un alojamiento para vivir. Esta
distinción ha sido en efecto adoptada por
diferentes autores.
La noción de necesidad así concebida
pide ser diferenciada de la idea de interés con
la que se confunde frecuentemente.Por ejemplo,en un conflicto sindical,los interesesy las
necesidades se mezclan ciertamente entre los
obreros y entre los patronos,pero el conflicto
entre los primeros se sitúa más del lado de las
necesidades en el trabajo y en la vida familiar
y, entre los segundos, en la defensa de sus
intereses.E n la vida cotidiana de las ciudades,
la lucha por defender a la vez los intereses
locales y las necesidades de los habitantes
adquiere un lugar cada vez más importante en
el movimiento asociacionista.
La idea de necesidad, de apremiante
necesidad u de obligación se diferencia también de la idea de aspiración. Desde este
punto de vista, cuando se habla de necesidad
espiritual, se trata más bien de aspiración,lo
que es netamente distinto,ya que aspiración
es el encuentro entre un deseo y una representación. Debemos retener estas distinciones a
fin de comprender cómo se produce la manipulación y cómo se pone en movimiento un
proceso de dominación. Por ejemplo,ciertos
carteles publicitarios despiertan el deseo por
medio de imágenes que se relacionan con el
olfato,el gusto y, sobre todo, con la sexualidad. E n la aspiración existe una representa-
@
392
ción del deseo que permite orientar al sujeto
hacia el estado a que tiende, pero con una
visión relativamente clara de ese objeto. E n
las ciudades,como en otros sitios,la juventud
sigue siendo la edad de las aspiraciones. Las
solicitaciones de la televisión, por ejemplo,
pueden dar lugar a una desproporción enorme
entre las aspiraciones que nacen en ese contexto y la realidad de'todos los días, dando
lugar a la aparición de nuevos motivos de
desencanto.
Para completar estas observacionesrelativas al proceso psicosocial en la vida urbana de
todos los días,es necesario examinar cómo se
forman los modelos a partir de las representaciones, cómo se organizan los sistemas de
representaciones en relación con los sistemas
de valores, problemas sobre los cuales no
podemos extendernos ahora. Por Ultimo, en
todas partes encontramos las referencias simbólicas,sea en la organización del espacio,en
la alimentación,en la vivienda o en el automóvil.No obstante,este análisis demasiado sumario de la vida cotidiana nos invita a estudiar el
proceso del que he hablado al comienzo de
este artículo: la dinámica cultural en la vida
cotidiana.
Los procesos
de subversión y de expresión
La vida cotidiana de las ciudades industriales
no es pues solamente manipulación,condicionamiento, miseria y producto de la sociedad
institucionalizada,donde los hombres son más
objetos que sujetos-actores.La vida cotidiana
es también el lugar de las esperanzas y de las
protestas,de las fuerzas desconocidas que no
se utilizan, de las facultades creadoras,de las
culturas innovadoras. Esta expresión de los
hombres y de los grupos no se transmite
exclusivamente a través de los partidos políticos o de los sindicatos,que ya están institucionalizados y forman parte de la herencia legada
a la sociedad. El estudio de los procesos
psicosociales nos permite comprender cómo
despierta la conciencia,se forman proyectos y
emergen nuevas formas de vida social.
Paul-Henry Chombart de Lauwe
La cultura subversiva:
expresión contra la opresión
Como respuesta a las opresiones en la vida
cotidiana,las protestas son menos peligrosas
que las divergencias latentes. Por lo demás,
son el resultado lógico de éstas. E n relación
con el proceso revolucionario constructivo
que se apoya en un programa, la protesta
aislada sólo puede lograr una nueva forma de
reacción por parte del poder establecido.Pero
si analizamos lo que sucede en la vida cotidiana,vemos que puede abrirse otra vía. A la
cultura dominante legada por la sociedad
institucionalizada puede oponerse una cultura
que llamaría subversiva y que es la fuente de
todas las transformaciones.
Se trata, pues, de llegar a un acuerdo
sobre la definición de la cultura.La cultura no
cubre solamente la totalidad de la vida social
en el trabajo,en los intercambios cotidianos,
en las relaciones sociales o en la acción
política,en el sentido en que podría enfocarla
la antropología social. La cultura corresponde
al movimiento que permite a los individuos y
a los grupos adquirir conciencia de su potencial creador, expresarse, hacer proyectos, es
decir, convertirse en sujetos-actores.Por eso
la cultura-creación,la cultura-acción constituyen la antidominación, la oposición a las
ideologías del poder,y la garantía de que una
sociedad es capaz de renovarse en lugar de
reproducir indefinidamente las estructuras y
las instituciones que sirven a los intereses de
los privilegiados. La cultura entendida de este
modo es siempre subversiva, ya que sólo es
cultura viviente si conserva sus capacidades
creadoras,es decir, si se opone a la sociedad
vigente y a toda dominación. E n los barrios
más miserables, en los grupos que no tienen
habitualmente derecho a expresarse,existe un
potencial creador que las clases dominantes
no logran apreciar en su justo valor y que
tienden,voluntariamente o no, a asfixiar.
Esta definición de la cultura no menosprecia de modo alguno el aporte de los artistas,
de los investigadores científicos,de los filósofos, de la religión y de todas las formas de
pensamiento.No es el caso aquí de recaer en
Opresión, subversión y expresión en la vida cotidiana
393
afectivos entre los trabajadores y sus camaradas de fábrica o entre los habitantes de un
barrio que se encuentran en las tiendas, y
constituyen una primera forma de identidad
colectiva,de reconocimiento de pertenencia a
un mismo medio de vida. Los obreros con los
que constituimos un grupo de investigación
han analizado así lo que los unía y, al mismo
tiempo, lo que los diferenciaba del personal
directivo o de los patronos con los que estaban relacionados.Se señalaron en esa ocasión
imperceptiblesdetalles de lenguaje,de tonalidad,de actitud,pero también manifestaciones
más o menos visibles de desprecio en el
patrón, de dignidad en los obreros.
A partir de observaciones de este género,
he tenido oportunidad de definir un medio
social que no constituye realmente un grupo,
cuyos límites son imprecisos y que se caracteriza, sin embargo, por sus prácticas, sus
modos de comunicación,sus representaciones
y su vinculación a ciertos valores. E n tales
medios sociales es posible seguir el proceso de
socialización,de individualización, de transmisión social. Los individuos y los grupos,
mediante las relaciones que establecen entre
ellos,eluden en cierta medida las reglas de la
sociedad global,y establecen sus propias prácticas, relacionadas sin duda con las condiciones económicas y materiales que les son
impuestas, con las ideologías que los han
influido;pero también mantienen una originalidad que los diferencia y que les permite
D e la toma de conciencia
evadirse.
al proyecto social
E n estas condiciones, una toma de conciencia de la situación puede producirse proE n primer lugar, la dinámica cultural se gresivamente o a causa de acontecimientos o
genera en un plano semiconsciente de la vida de influencias exteriores. Esta toma de concotidiana.La percepción de los objetos fami- ciencia se efectúa según dos procesos compleliares,la apropiación del espacio o la relación mentarios. Por una parte, resulta difícil tener
con el medio ambiente inmediato tienen una verdadera conciencia de la situación y aun
repercusión en la sensación de placer que más de las transformaciones en las que estapuede dar calidad a la vida,cuando el sujeto, mos inscriptos,sin tener una conciencia global
individuo o grupo logra eludir las limitaciones de las estructuras del conjunto de la sociedad,
o las opresiones. Pero,sobre todo,los modos de las relaciones sociales entre categorías,
de comprensión mutua y de comunicación por grupos, clases sociales y etnias. Pero, al
medio de gestos, las formas originales de mismo tiempo,si no existe en la vida cotidana
lenguaje, las expresiones del rostro y las una toma de conciencia a nivel de los detalles
complicidades son la expresión de vínculos del medio social,todos los discursos ideológi-
una visión populista caduca.Los intelectuales
tienen su función como los obreros. El problema es saber si unos y otros podnan encontrarse en condiciones de igualdad en la vida
cotidiana. La cultura no se confunde con la
ideología,sino que se opone a la ideología
dominante en la medida en que es movimiento innovador y subversivo. La cultura
puede ser la fuente creadora de ideologías
revolucionarias cuando la toma de conciencia
de un grupo popular incita a los militantes a
formar nuevas ideologías con el propósito de
oponerse a las ideologías impuestas.
El encuentro entre la cultura-patrimonio
recibida en la herencia social de la sociedad
institucionalizada (sea el arte, la filosofía, el
derecho o las instituciones) y de la cultura
vivida en la vida cotidiana es la fuente de la
cultura-creación.Múltiples ejemplos pueden
tomarse, por ejemplo, cuando el lenguaje
elude la lengua establecida para enriquecer un
vocabulario oficial,cuando los artistas buscan
su inspiración en escenas de la vida popular,
cuando los movimientos de defensa de los
ciudadanos dan lugar a la creación de comités
de barrio que tienden a modificar los modos
de decisión en el medio urbano, cuando los
grupos espontáneos presionan a los sindicatos
de los partidos políticos establecidos, etc.
Pero ¿cómo pueden tener estos movimientos
que surgen de la base una acción sobre la
sociedad institucionalizada?
394
cos sobre las estructuras de la sociedad son
superficiales.Es necesario llegar a relacionar
una toma de conciencia a nivel microsocial a
una toma de conciencia a nivel macrosocial.
Así, un discurso político en la televisión o
incluso las declaraciones de un dirigente sindical,por justificados que sean, sólo tienen un
efecto muy limitado sobre los habitantes de
un barrio o sobre los obreros de una fábrica si
no existe en la base una representación nítida
de los problemas locales y si no se realiza un
esfuerzo para establecer, por etapas sucesivas, una relación entre esos detalles cotidianos y el programa de conjunto presentado a
nivel nacional.
La posibilidad de adquirir una conciencia
clara de la situación y de las transformaciones
sociales puede ser suscitada por un choque,
un conflicto o un acontecimiento que puede
poner en marcha todo un proceso. Tal es lo
que sucedió con el grupo de investigadores
obreros al que acabo de referirme,con motivo
de un despido colectivo provocado por una
concentración de empresas. E n este caso,
los obreros comprendieron simultáneamente
cómo habían sido explotados hasta entonces
en la empresa, el desprecio del que eran
objeto al eliminar su trabajo sin contar con su
acuerdo y la influencia de la competencia y de
la búsqueda del beneficio en la organización
del trabajo.
Otro elemento que interviene en la toma
de conciencia es el aporte de influencias
exteriores. La intervención de un personaje
extraño al medio o el descubrimiento de otros
medios o de otras culturas ponen de manifiesto las diferencias y pueden provocar retraimientos o aperturas.
Si la toma de conciencia se realiza en las
prácticas cotidianas, éstas están en relación
con el conjunto de los procesos a que nos
hemos referido previamente.A la percepción
difusa de una identidad puede suceder una
representación más clara o representaciones
que se organizan entre ellas.Estas representaciones no son únicamente representaciones
del espacio,sino también de las prácticas y de
los deseos. Por otra parte, tomar conciencia
de un deseo y representárselo es,como hemos
Paul-Henry Chombart de Lauwe
visto,hacer nacer una aspiración. Cuando las
aspiraciones se precisan y se formulan como
reivindicaciones en un conjunto coherente
pueden constituir un proyecto a nivel individual o social. La noción de proyecto desempeña un papel determinante en un movimiento o en toda acción social o política. La
posibilidad de formular un proyecto o de
realizarlo es un elemento esencial de la calidad de la vida.
Los procesos de emergencia
Toda transformación del hábitat urbano,toda
modificación de los modos de producción o de
distribución del consumo suponen la transferencia de tecnologías y de conocimientos
diversos y,al mismo tiempo,la imposición de
modelos exteriores. E n los trabajos que he
efectuado con un grupo internacional,patrocinado por la Unesco, intenté mostrar que las
transferencias podían realizarse desde el
punto de vista de la dominación, pero que
también podrían suscitar reacciones positivas
en la medida en que los grupos receptores
incorporaban por su cuenta las tecnologías
recibidas, no aplicándolas pasivamente, sino
transformándolas en función de su propia
cultura. No se trata de un simple sincretismo
entre elementos tradicionales y elementos
importados,sino que se trata de una dinámica
creadora que parte del interior de los grupos.
Surgieron ejemplos demostrativos al cornparar aldeas en las cuales se habían aplicado las
mismas técnicas con resultados muy diferentes
según si los grupos receptores habían recibido
sin discusión las instruccionesde los técnicos y
o si habían sido capaces de dialogar y de
hacer prevalecer sus puntos de vista. Comparaciones del mismo género pueden realizarse
en medios urbanos a propósito de la vivienda.
Se han hecho en este sentido múltiples estudios,y he propuesto hablar de cultura innovadora en la medida en que, más allá de las
prácticas tradicionalesy de las nuevas técnicas
importadas, aparecen nuevas formas de trabajo, nuevas condiciones del hábitat, nuevas
prácticas, nuevas relaciones sociales, nuevos
Opresión,subversión y expresión en la vida cotidiana
comportamientos y nuevos sistemas de representación y de valores.
E n ciertos medios urbanos de las grandes
ciudades, como en Pans, por ejemplo, por
todas partes surgen movimientos reivindicativos, grupos espontáneos,comunidades juveniles, asociaciones de consumidores, grupos
de autogestión del hábitat,etc.,allí donde las
condiciones de vida no descienden por debajo
de cierto nivel.Estos movimientos,que nacen
fuera de la sociedad institucional y frecuentemente en contra de ella, tienden a transformarse ellos mismos en instituciones.Este es el
caso cuando un grupo de defensa de los
habitantes de un barrio se transforma en
asociación registrada o en comité de barrio
reconocido oficialmente por una alcaldía.
Nosotros hemos tratado de tener en cuenta el
grado de institucionalizaciónde los movimientos, institucionalización que tiene resultados
positivos si permite transformar realmente los
modos de decisión y la vida política local,
pero que puede tener consecuencias negativas
si produce una esclerosis y una nueva rigidez
cuando, por ejemplo, las asociaciones son
utilizadas por los grupos dominantes y el
poder establecido en un sentido de reproducción más que de verdadera innovación.
Esta gestación se produce en los conflictos, en las luchas, en las rebeliones; sin
embargo, los aspectos innovadores no son
enteramente un sueño.Para finalizar,quisiera
citar el ejemplo de un barrio de ochenta mil
habitantes, en el centro de la ciudad de
México,el Tepito,donde la población vive en
un medio degradado en el que la cuarta Parte
de las casas está en ruinas y el ochenta por
ciento de las familias no tiene agua Co-
I
Notas
1. Véase La culture et le pouvoir, Pans, Stock, 1975.
2. ¿Dominar o compartir?, Pans, Unesco, 1983.
395
rriente. ¡Cómo hablar aquí de calidad de la
vida! Sin embargo, los habitantes de este
barrio se han reagrupado,han creado organizaciones para el trabajo, para los juegos y
para la cultura. Algunos pintores han plasmado espontáneamente sus obras sobre las
paredes. Cuando se atraviessa este barrio,
cuando se discute con los organizadores que
ahora tienen nuevas responsabilidades, por
todas partes se tiene la impresión de un
dinamismo, de una voluntad de vida que
alcanza formas nuevas de autogestión y de
organización urbana. La voluntad de los habitantes de seguir en su propio lugar, y sus
luchas para no dejarse invadir por los promotores,les ha dado fuerzapara tener verdaderamente un proyecto social. Otros ejemplos
tomados en los suburbios de Caracas,en Lima
o en otras partes permitirían reflexionar sobre
la instauración de un nuevo tipo de diálogo
entre las autoridades políticas, los constructores y los habitantes.
A pesar de todas las formas de opresión y
de manipulación,existe en la vida cotidiana
de las grandes ciudades fuerzas que tratan de
liberarse,un potencial de creación que sería
posible utilizar en contra de todas las formas
de dominación. Estas fuerzas están actualmente asfixiadas.Para que puedan convertirse
en fuerzas activas y para que los habitantes de
las ciudades se transformen en sujetos-actores
es necesario un cambio radical de los modos
de decisión y de los sistemas de representación y de valores. Sólo si se lleva a cabo un
proyecto político de esta naturaleza será posible hablar de calidad de la vida.
Traducido del francés
Utilización d e las
ciencias sociales en la formulación
d e medidas políticas
Yogesh Atal
Tres procesos importantes caracterizan a la asesores,de peritos, de administradores o de
industria del saber:la creación,la difusión y la planificadores. Pese a la variedad de activiutilización. En la India se ha ido “creando” dades que los científicos sociales desempeñan,
con los años más conocimientocientíficosocial persiste un sentimiento general de que la
mediante la investigación y este saber se ha tarea de investigación no está suficientemente
“difundido” mediante la enseñanza,pero su conectada con la política de gobierno y de que
relativa “no utilización” por parte de gober- a los especialistas en ciencias socialesno se les
nantes y planificadores ha despertado críticas. otorga el respeto que merecen. Parece existir
A este último respecto se plantean hoy interro- una gran brecha entre los productores de la
gantes sobre la “pertinencia” de esos conoci- investigación y sus consumidores.La cuestión
mientos, y se insiste sode la utilización del probre la necesidad de un
ducto de la investigación
Yogesh Atal, corresponsal de la RICS
“compromiso”.
en la formulación de las
en Bangkok, es asesor regional de la
Hay que admitir que
medidas
políticasy la conUnesco para las ciencias sociales en
en las últimas décadas en
sideración debida a los
Asia y el Pacífico. Es autor de Social
sciences: the Indian scene (1976) y
India,especialmente desespecialistasde cienciasodirector de publicación de la obra de
pués de obtener la indecial es uno de los puntos
S. C. Dube On crisis and commitpendencia,lascienciassopolémicos
con el que rement in social science (1983).
ciales han conocido una
petidamente se enfrentan
formidable expansión. El
los científicossociales,no
número de especialistas
sólo en la India sino en
ha aumentado, el volucasi todas partes.
men de las publicaciones
Mucho de lo que se
sobre estas materias se
dice y escribe acerca de
ha multiplicado considea utilización de las cien’ lcias
rablemente y la demanda
sociales es en realide personal especializado en ellas se encuen- dad un reproche sobre su .,noutilización.
tra en permanente aumento.No solamente se Numerosos científicos sociales del mundo acanecesita al científico social para que desem- démico se quejan de la falta de utilización de
peñe funciones convencionales en una institu- su trabajo y de su pericia. D e igual manera,
ción académica,sino que también se le requie- aquéllos sobre quienes recae la culpa de esa
re para que asesore a empresas industrialesy no utilización -los funcionarios del gobiercomerciales,a centros de asistencia sanitaria, no- replican esgrimiendo la no adecuación y
a departamentos gubernamentales y, sobre la no aplicabilidad de las ciencias sociales.
todo, a la Dirección Nacional de Planifica- Este diálogo adquiere así la forma de una
ción,ya sea en calidad de investigadores,de confrontación y de un conflicto, donde cada
398
una de las partes trata de arrogarse un papel
superior y desacreditar a la otra.
Decir que las ciencias sociales no se
utilizan puede tener una o varias de las
significacionessiguientes:a) que la investigación realizada sobre asuntos específicos no se
consulta; 6) que las sugerencias hechas por
un investigador dado no se tienen en consideración;c) que los científicos sociales no participan en la formulación de medidas políticas y
planes de gobierno; d) que a los científicos
sociales que efectivamente participan se les
trata sin demasiado respeto, y sus opiniones
no se tienen en cuenta; e) que solamente
participan en la toma de decisiones y en la
planificación algunos especialistas de una disciplina (particularmente de economía política),
mientras que a otras especialidades no se les
concede ninguna importancia;f)que la formulación de políticas y la planificación padecen
de una falta indudable de orientación en
materia de ciencia social;g) que no se llevan
a cabo trabajos de investigación en el ámbito
de las ciencias sociales sobre las distintas
esferas de la gestión pública y, finalmente;
h) que en la administración pública no se
contrata a especialistas de ciencias sociales,o
no se les da prioridad en la contratación.
D e igual manera, los que acusan a las
ciencias sociales de “esotéricas” y de “no
utilizables” lo hacen en uno o varios de los
sentidos siguientes: a) gran parte del trabajo
de investigación en el ámbito de las ciencias
sociales no tiene relación con los problemas
políticos; b) el trabajo de investigación realizado al micronivel y de carácter descriptivo no
sirve de mucho a la hora de tomar decisiones a
nivel nacional; e) la investigación social al
macronivel tiende a ser excesivamente teórica, a expresarse en un lenguaje técnico
inaccesible y a complicar sin necesidad problemas sencillos;d) el trabajo de investigación
acerca de ciertos temas polémicos de primera
importancia en nuestros días no ha producido
resultados, y las decisiones políticas no pueden esperar a que lo haga; e) no todo lo que
los científicos sociales aportan a las comisiones y asambleas está basado en investigaciones sólidas.Las opciones políticas e ideoló-
Yogesh Ata1
gicas personales disfrazadas de prescripciones
científicas son inaceptables; f) las ciencias
sociales pretenden vender más de lo que
tienen en catálogo.No disponen de respuestas
para todos los problemas,ni comprenden las
restricciones de la burocracia y del sistema
político en el que administradores y gobernantes se deben desempeñar.
Creación, difusión y utilización
Entre los tres procesos de creación,difusión y
utilización existe una interrelación dinámica.
El concepto de “utilización”,en su acepción
más estricta, hace referencia solamente a la
“aplicación” de saberes de ciencia social a
cualquier problema específico. La introducción de la idea de aplicación a la esfera de la
creación de nuevos conocimientos nos lleva a
una distinción entre investigación “pura” y
“aplicada”(llamada también a veces investigación de “acción”). Ahora bien, una acepción
más amplia de “utilización”se referiría al uso
de los saberes de las ciencias sociales,no sólo
en la creación de nuevos saberes (al fin y al
cabo, todo nuevo saber se crea siempre a
partir de los conocimientos teóricos y metodológicos que ya existen), sino también en la
diseminación de la cultura de la ciencia social,
y, por supuesto, en la aplicación de las
ciencias sociales a problemas prácticos de la
sociedad. Conviene establecer también una
distinción entre el uso de un saber aislado y el
uso de un “conjunto integrado de conocimientos”. E n este sentido,el rechazo deliberado
de un trabajo de investigación determinado
podría también calificarse como una utilización. Dicho de otra manera, el hecho de
rechazar conscientemente un trabajo de investigación supone un ejercicio evaluativo, y
conviene diferenciarlo de la no utilización por
falta de conocimiento sobre su existencia.Es
más, la no utilización puede también implicar
no aceptación de la interpretación de los datos
O de las recomendacioneshechaspor el investigador. Todo análisis de la utilización deberá
distinguir,pues,entre uso de la teoria,uso de
la metodología, uso de los resultados de los
399
Utilización de las ciencias sociales en la formulación de medidas políticas
Clases de conocimientos
Clases de
usuarios
1. Especialistas
1. Orientación
general
2. Teoría 3. Metodología 4. Resultados 5. Intetpreta- 6. Recomendación de los
resultados
ciones
específicas
11
12
13
14
15
16
21
22
23
24
25
26
31
32
33
34
35
36
41
42
43
44
45
46
51
52
53
54
55
56
2. Colegas de
otras
disciplinas
3. Estudiantes
4. Administradores,
planificadores y
funcionarios políticos
5. Público
trabajos y uso de las interpretaciones,todo lo
cual, a su vez, guarda relación con la distinción más amplia entre el uso de los conocimientos de las ciencias socialesy la utilización
de los científicos sociales en sí mismos.
D e lo anterior se infiere que el modelo de
utilización deberá comprender varias categorías de usuarios y no solamente una.Entre los
usuarios del saber científicosocial habrá que
contar a los especialistas y colegas de disciplinas hermanas,a los estudiantes,a los administradores,planificadores y funcionarios políticos, así como también al público en general.
Entre todas estas categorias de usuarios existen problemas de utilización,de no utilización
y de infrautilización del saber, los cuales
deber ser tenidos en cuenta al analizar la
Utilización de las ciencias sociales en un país
dado.Basándonos en la interrelaciónentre las
clases de conocimientos y las clases de usuarios, podemos elaborar el cuadro que se
reproduce más arriba. Se trata,por cierto,de
un cuadro simplificado;cada casilla podría ser
desglosada en varias subcasillasmás, cada una
de ellas con sus respectivos problemas de
utilización y de no utilización.
E n términos generales,los usuarios pueden clasificarse en dos categorías: los que
pertenecen al mundo académico, y los que
están fuera de él. El problema de la no
utilización se presenta incluso dentro de la
esfera académica,lo cual explica también la
relativa indiferencia con la que se acoge a las
ciencias sociales fuera de la misma.
Dentro del mundo académico podemos
identificar tres categorías de usuarios: los
especialistas,Jos colegas de otras disciplinas y
los estudiantes. Podríamos incluir también
una cuarta categoría,la de los responsablesde
la administración universitaria. Los factores
determinantes de la no utilización de las
ciencias sociales se podrí& resumir en los
términos que presentamos a continuación.
1. Ambivalencia con respecto
a la interdisciplinariedad
Aunque se habla mucho acerca del nuevo
énfasis que se otorga a la interdisciplinariedad, hay poquísimas pruebas de la existencia
de un movimiento real hacia ella.Las especializaciones,incluso dentro de una misma disciplina, se multiplican, lo cual estimula el separatismo. Por ejemplo, el creciente uso de las
matemáticas en las ciencias económicas ha
creado barreras entre los economistas formados convencionalmente y aquéllos que han
tenido una orientación matemática. Es ya un
lugar común quejarse de que muchos de los
economistas de generaciones anteriores, y
algunos profesoresy alumnos de ciertas escuelas de ciencias económicas,encuentran difícil
leer y comprender los artículos especializados
Yogesh Ata1
400
de su propia disciplina, debito al creciente
empleo de un lenguage matemático que ellos
nunca aprendieron.Se oyen frecuentesquejas
también sobre el hecho de que los economistas,que siguen gozando de la predilección de
los órganos de planificación del gobierno,
imponen el “economicismo”, en detrimento
de la utilización de las demás ciencias sociales.
E n muy pocas instituciones de enseñanza
superior se inicia a los alumnos de una disciplina dada en otras disciplinas,como parte de
su formación académica general. Cuando se
forman equipos de estudio con personal procedente de distintas disciplinas,éstos tienden a
ser multidisciplinariosmás que interdisciplinarios. En estos casos, la disciplina del equipo
director generalmente desempeíía el papel
dominante,y a las demás sólo se les consiente
una participación limitada.La integración real
de varias orientaciones es algo que raras veces
se intenta. Ahora que los fracasos de un
enfoque puramente económico se están
haciendo patentes, es asombroso constatar
que los esfuerzos se orientan más bien a
“tomar posesión del terreno” que a “cohabitar” en él. Las disciplinas,en lugar de cooperar,entran en competencia;intentan demostrar su superioridad o su peculiaridad distintiva,y guardan celosamente sus fronteras.El
mejor ejemplo de tan fútil combate podemos
verlo en la relación entre la sociología y la
antropología social, disciplinas gemelas que
tanto tienen en común. Para elaborar las
políticas gubernamentalesse necesitauna perspectiva globalizante e interdisciplinaria que
necesariamente excluye las rivalidades entre
las diversas ramas de las ciencias sociales.Se
explica así la infrautilización del inmenso
potencial de estas ciencias en la vida administrativa.
No es mi intención concluir que las especializaciones en las diversas disciplinas no
son necesarias. Lo que quisiera destacar,sin
embargo,es la necesidad de formar y capacitar personal científico que, en su orientación,
sea transdisciplinario.Este tipo de personal
está haciendo falta en la administración y en
los organismos políticos, pero la formación
universitaria basada en la especialización es-
tricta no ha conseguido hasta ahora producirlo.
2. Ambivalencia
respecto del saber nativo
Es bastante acertada la alegación de que
muchos no han sido capaces todavía de descolonizar sus mentes. La fascinación por lo
“extranjero”,que puede llegar al extremo de
la reverencia acritica,desdibuja la importancia de las contribuciones procedentes de la
periferia.
Lo que antecede acarrea diversas consecuencias.Una gran parte del trabajo extranjero puede no tener una aplicabilidad inmediata en una sociedad dada. Lo que generalmente se busca en los trabajos foráneos son
los elementosteóricos,pero,pese a suspretensiones de universalidad, una teoría puede
tener un alcance meramente local y por lo
tanto no ser aplicable en otras circunstancias.
Los trabajos de investigación llevados a cabo
en otras latitudes pueden ofrecer interpretaciones válidas y pautas metodológicas útiles,
pero los resultados pueden no ser utilizables;
incluso los trabajos realizados por extranjeros
en un país dado suelen reflejar los prejuicios
de sus autores.No se niega el valor orientador
y formativo de dicho material,pero su pertinencia para la vida política práctica debe
cuestionarse.
Mucho más grave es el problema del
menosprecio hacia los trabajos realizados por
los colegas del propio país, trabajos que se
refieren generalmente a temas relacionados
con el contexto local o nacional.U n análisis
de las publicaciones en este ámbito revela que
existe una tendencia más marcada a citar y
tomar como referencia a estudiosos y a autores extranjeros que a los locales.Raras veces
se encontrará en la obra de un autor de
renombre una alusión a la obra de otro más
joven. Una parte considerable del trabajo
local,realizado sobre problemas contemporáneos importantespasa de esta manera inadvertida,debido a la preferencia por la erudición
ajena y al desdén por la labor de los compatriotas. Si ni siquiera los colegas hacen uso de
Utilización de las ciencias sociales en la formulación de medidas políticas
401
la investigaciónlocal,se comprende fácilmente
Podemos pasar ahora a examinar los
la indiferenciade los políticos hacia la misma. factores que explican la relativa no utilización
o el uso insuficiente de las ciencias sociales
por
parte de quienes se desempeñan en la vida
3. EI acceso a la información
política.
Las observaciones anteriores se refieren a los
trabajos de investigación publicados. U n proEI desajuste oferta-demanda
blema todavía más serio es el que se plantea
ep cuanto a la publicación de los resultados de Los usuarios buscan constantemente material
los trabajos.Por lo común existe una demora que tenga aplicación a los asuntos de su
de tres a cinco años entre la conclusión de un particular interés y que sea fácilmente accesitrabajo de investigación y la publicación del ble. Puesto que no todos los trabajos de
informe correspondiente,por no hablar de los investigación se llevan a cabo en respuesta a
trabajos que nunca llegan a publicarse. Así, necesidades de política práctica, estos trabacuando por fin se publica un libro,gran parte jos no se utilizan de inmediato.Los trabajos
de los datos han perdido actualidad y en que existen actualmente no ofrecen todos los
consecuencia sólo son ya de interés acadé- datos que hacen falta. Los científicos sociales
mico. Con el alza constante de los costos de poseen,sin duda,el saber y la técnica precisos
impresión,los libros tienen generalmentepre- para tratar de resolver los problemas que el
cios prohibitivos, haciendo su compra casi funcionario público o el político puedan planimposible no sólo para un estudioso particu- tearles, pero necesitan tiempo para dar la
lar, sino también para muchas instituciones respuesta. E n forma inmediata pueden, a lo
con limitados presupuestos para sus bibliote- sumo, proponer un marco de referencia, una
cas.El elevado costo los hace también inacce- orientación general para entender el prosibles para los administradores y para el blema;pueden establecer parámetros y formuusuario corriente;sólo los estudiantesinteresa- lar posibles hipótesis basados en la teoría,en
dos los consultan en las bibliotecas. Junto al trabajos previos,y en su experiencia personal
elevado costo está el hecho de que,en la India como observadores participantes. Pero las
al menos, la mayor parte de los libros se soluciones concretas a problemas específicos
editan en inglés, lengua que cada vez se no pueden elaborarsede la noche a la mañana.
Por otra parte, los responsables políticos se
conoce menos.
Otro aspecto del problema del acceso a la ven a menudo acuciados por la necesidad de
información es la demora entre la publicación una acción inmediata; no pueden esperar
de un libro y su inclusión en el programa de hasta que un trabajo de investigación se
una asignatura universitaria.Debido sin duda concluya.Además, cuanto mayor sea la escala
a la predisposición contra la erudición local, del estudio,mayores serán los costos tanto en
muy pocos libros y trabajos de autores e tiempo como en dinero. Y esto es algo que el
investigadores locales llegan a figurar alguna responsable político,por supuesto, no puede
vez en los programas de estudio; incluso los permitirse. E n consecuencia, debe tomar
que reciben tal reconocimiento no necesaria- medidas provisorias inmediatas,basadas en la
mente son promovidos por el cuerpo de información de que disponga y con arreglo a
profesores. El procedimiento de elaboración su mejor criterio personal. Cuando se pide
de tales programas es tan tedioso y lento que consejo a los científicos sociales,casi siempre
ahoga toda iniciativa. Los cambios introduci- se les toma desprevenidos.Si se aventuran a
dos en las asignaturas suelen no ser operativos responder,acaban dando impresiones propias
hasta pasados dos años;así,un informe de un y personales.Y si titubean,lo más probable es
trabajo de investigación puede llegar a las que se les tome por incompetentes.Dada la
aulas siete u ocho años después de la realiza- creciente demanda de trabajos de ciencia
social, los veteranos de la profesión se ven
ción del trabajo.
402
cada vez más solicitados por los comités
asesores,con lo que les queda poco tiempo
para el trabajo de investigación e incluso
para mantenerse al corriente sobre lo que se
escribe dentro de su especialidad.Se produce
así una situación insólita, en la que aquellos
que no llevan a cabo trabajos de investigación
desempeñan un papel asesor,y a los que están
haciéndolo generalmente no se les consulta.
La imposibilidad de hacer frente a las demandas que surgen por todas partes y la falta de
comunicación entre los investigadores científico sociales y los asesores en ciencia social
van creando así un problema serio.Los usuarios de los resultados de la investigación
deducen sus opiniones sobre las ciencias sociales del papel que,según ellos,desempeñan los
asesores en ciencia social.
Defectos del trabajo de
investigaciónen las ciencias sociales
Llámesele defecto o no, es sin duda una
limitación del trabajo de investigación en las
ciencias sociales el tiempo que exige y consume. E n efecto, no es posible producir
resultados inmediatos. Además, gran parte
del trabajo realizado por investigadores individuales toma la forma de microestudios, ya
que se basa en muestras reducidas,en ámbitos
bien circunscriptos,en cpmunidades aisladas,
en variables escogidas.Tales estudios tienden
a hacerse en profundidad,’no en extensión.
Los responsables políticos y los planificadores,
que operan al macronivel encuentran difícil
la utilización de microestudios con algún provecho,ya que cuestionan fundadamente hasta
qué punto son generalizables. Algunos estudios al macronivel se han llevado a cabo en la
India,por cierto,pero generalmente utilizan
en sus análisis datos secundarios,o son demasiado teóricos. No obstante, se está comenzando a realizar esfuerzos por sintetizar varios
microestudios y obtener perfiles más globales.
Hay que reconocer también que la fuerza de
algunas disciplinas -especialmente la sociología y la antropología social- estriba en su
capacidad de operar al micronivel y de aclarar
muchos procesos que a ese nivei son decisi-
Yogesh Ata1
vos; para un político o un planificador, sin
embargo,esto resulta demasiado minúsculo e
insignificantepara poder darle aplicación práctica. Cuando es necesario planificar algo para
la India rural, por ejemplo, no le basta con
que un sociólogo le informe solamente acerca
de un pueblo o aldea particular que él haya
estudiado, sino acerca de la India rural y
campesina en su conjunto. Hasta que no
salgamosde lo singular y hablemos de pueblos
y aldeas en plural, no seremos capaces de
establecer relaciones con las instancias políticas de acción directa.
Cediendo a la tentación de emprender
trabajos de investigación aplicables, y tentados asimismo por la disponibilidad de fondos
públicos para ello,muchos científicos sociales
también se lanzan actualmente a lo que se
denomina “trabajo de investigación orientado
a la acción”.La validez de sus resultados es,
sin embargo,muy a menudo cuestionada.H a
de admitirse que en el afán por figurar,
algunos producimos toneladas de trivialidades,
mientras que el usuario sólo busca unos
gramos de trabajo más profundo.
Otro defecto del trabajo de investigación
de ciencia social es su marcada predisposición
a la unidisciplinariedad. Estudios llevados a
cabo por especialistas diferentes sobre un
mismo tema se centran en determinadosaspectos del fenómeno y lo estudian desde una
perspectiva casi unilateral. Las críticas sobre
la sólida implantación de los economistas en
los centros de planificación gubernamentales
son conocidas,pero la solución no sería destronarlos para entronizar a cualquier otra disciplina científico social en su lugar. Obtener
reconocimiento imponiéndose a brazo partido
o denigrando otras disciplinas es,desde luego,
una manera mezquina de demostrar idoneidad. Sería un disparate afirmar que no se
necesita de la economía,simplemente porque
también se precisa de la sociología. Lo que
hay que destacar a toda costa es que una
“disciplina aislada raras veces es capaz de
resolver por sí sola un problema práctico”,
porque “los problemas que plantea la práctica
política raramente presentan una correspondencia a priori con la estructura conceptual de
Utilización de las ciencias sociales en la formulación de medidas políticas
una disciplina determinada” [OCDE,1977,
p. 211.
El lenguaje empleado en las ciencias
sociales se considera a menudo una barrera
para la comunicación.Mientras que se manifiesta una gran tolerancia hacia el lenguaje
que utiliza un ingeniero o un físico,es creencia general que los fenómenos socialeshan de
ser comprensibles aun para los no especialistas. El uso de conceptos especiales en los
trabajos de ciencia social se tilda de lenguaje
enrevesado,y un texto técnico que presente
dificultad de comprensión será inexorablemente desatendido y rechazado. Lo que el usuario
necesita es un documento de proporciones
razonablesy legible,no un mamotreto presentado en una jerga ininteligible.
Falta de consenso en cuanto
a la orientación
403
Conflicto entre la cultura
burocrática y la universitaria
La interacción entre burócratas y académicos,
O entre gobernantes e intelectuales,es esencialmente la interacción entre dos subculturas, cada una de las cuales tiene sus propias
fuerzas conservadoras y progresistas;las fuerzas conservadoras pugnan por mantener esas
subculturas aisladas,mientras que las progresistas intentan establecer lazos y vías de
comunicación. El académico se siente desgarrado entre dos lealtades,a su profesión y a su
país,y otro tanto le ocurre al burócrata. A fin
de conservarsu prestigio profesional,el académico escribe para un público formado por
profesionales, y de esta manera se aisla. El
burócrata tampoco quiere renunciar a su prerrogativa profesional de politico con capacidad de iniciativa,y recurrir a consultas externas. Como bien dice Foster: “Los burócratas,
igual que todos los demás seres humanos,
guardan celosamente sus regalías y posiciones
tradicionales,y sólo están dispuestos a ceder
en sus derechos adquiridos a cambio de algo
bueno o mejor.E n consecuencia,todo intento
de cambio de las funciones y cometidos que
pueda favorecer a unos y amenazar a otros
tropieza siempre con resistencia.E n las burocracias, esto conduce a una inflexibilidad
organizativa.”[Foster,1973,p. 1781.La respuesta de la burocracia a la “intrusión” académica reviste así un triple carácter: primero,
también ellos son competentes, dicen, en
ciencias sociales, han obtenido sus diplomas
en esas disciplinas,han sido formados en ellas
cuando entraron en la administración pública,
y además están en un continuo contacto con la
práctica; segundo,los científicos sociales no
conocen la estructura y la dinámica de la
administración y ofrecen por ello soluciones
irreales e irrealizables;por último, escriben
para sí mismos y tratan de intimidar a los
burócratas con el monstruo de la metodología
o con el peso muerto de la teoria.
E n las ciencias sociales existen varias escuelas
de pensamiento,cada una de las cuales pugna
y rivaliza por ocupar un lugar, y a veces
denigra a las demás. Si al usuario se le
presentan opciones en conflicto,de modo que
él deba hacer su propia elección entre las
diversas alternativas,se le declarará culpable
de rechazar algunas en favor de otras,y ello
permitirá a los adeptos de las primeras quejarse de no utilización. Más aún, a diferencia
de lo que sucede en las ciencias naturales, en
las ciencias sociales las orientaciones suelen
estar impregnadas de valores y muchas veces
revisten carácter ideológico.Tampoco es infrecuente que los científicos sociales suscriban
algún punto de vista político o una actitud
ideológica determinada, cuanto se diga o
escriba desde una perspectiva dada conducirá,
muy lógicamente, a confrontación y debates,
y tenderá a hacer confusa la distinción entre
política y ciencia social.La falta de consenso
entre los científicos sociales puede contribuir
a generar un debate intelectual -y en ese
sentido cumplir una función útil para la sociedad-, mas no por ello se hace a las ciencias
La elaboración de medidas políticas
sociales más utilizables en el ámbito político.
y la política
La dirección de los asuntos públicos es un acto
404
político. Incluso cuando a un burócrata se le
asigna responsabilidad en el gobierno tiene
una obligación tácita de mantener contentos a
sus amos políticos. EI partido en el poder se
guía por la ideología o la filosofía que profesa,
y en atención a ella recibe el apoyo del
electorado. Debe sopesar las consecuencias
de una decisión de gobierno en términos de su
propia estabilidad. Una situación semejante
no permite optar por la mejor alternativa
posible. Cuando los responsables políticos
recaban la ayuda del científico social,lo que
quieren es o que se les proponga una estrategia viable, o justificar sus.actos en términos
académicos,o hacer participar a los intelectuales en el logro de sus objetivos. Los
especialistas que responden a tales solicitudes
son considerados como “comprometidos” por
algunos, y como “orientados hacia el sistema
de poder vigente”, por otros. En cierta
medida su saber científico es utilizado en el
espíritu con que se ofrece: su asesoramiento
es susceptible de aceptación o rechazo. Los
científicos sociales que ideológicamente pertenecen al campo contrario se quejan,comprensiblemente, de que no se cuenta con ellos.
Vistos con objetividad, ambos grupos están
ideológicamente comprometidos y sus pretensiones y quejas deben ser contempladas desde
este ángulo. En cierto sentido, las críticas
.formuladaspor los oponentes son tenidas de
un modo u otro en cuenta,ya sea impugnándolas, o mejorando el funcionamiento del sistema, o simplemente ignorándolas.Los intelectualesdesvinculados-categoría que Iógicamente existe- viven fuera del juego del
poder, y si sus formulaciones no toman en
consideración los aspectosprácticos del ejercicio del gobierno,se exponen a ser tenidos por
poco realistas. EI fracaso de la planificación
económica se atribuye en gran medida al
hecho de no tomar en cuenta las variables
socioculturales.La frase “en igualdad de circunstancias” podrá ser una laudable precaución científica,pero en la esfera de la acción
estas “circunstancias” son muy importantes y
no siempre se mantienen iguales.
Yogesh Atal
Las tipologías del saber y sus usos
Hasta ahora hemos tratado de analizar los
factores que impiden la interacción entre productores y usuarios del saber.Podemos ahora
volver sucintamente a la otra dimensión de la
matriz propuesta, es decir, la tipología del
saber y la idea de utilización. Podemos identificar aquí seis aspectos de la transmisión de
conocimientos (de su diseminación y difusión):
la orientación general,lasteoríasespecíficas,la
metodología de la investigación,los resultados
de la investigación, la interpretación de los
resultados y las recomendaciones específicas
para la acción. Es evidente que los distintos
tipos de usuarios acordarán a estos componentes diferentes grados de importancia.Por
ejemplo,los usuarios pertenecientes al mundo
académico juzgarán de interés preferente los
aspectos teóricos y metodológicos, mientras
que los usuarios pertenecientes a las esferas de
gobierno acasomanifiesten desdén por la teoría
y muestren mayor apreciopor aquellos resultados que sean aplicables a la acción.
Cabe destacar que el modelo aquí utilizado para estudiar el problema de la utilización sólo hace una distinción analítica entre
usuarios y productores de conocimientos. Es
evidente que un mismo individuo puede ser
productor y usuario a la vez. No se puede ser
buen productor si no hace uso del saber
disponible. Es más, aun el propio uso puede
producir conocimiento. EI tránsito entre el
saber y la acción no es de dirección única.
Además, para la acción no sólo se precisan
conocimientos de ciencia social;sino que igual
importancia revisten los conocimientos procedentes de otras fuentes y, de hecho, se
utilizan. Incluso, del propio ámbito de las
ciencias sociales pueden requerirse distintos
tipos de saber en diferentes fases de la acción.
Las necesidades también varían según la situación y según el problema. Datos empíricos
obtenidos desde distintas perspectivas pueden
ofrecer a un responsable político un verdadero panorama,a partir del cual pueda elaborar una solución adecuada, establecer un
balance de eventuales ventajas e inconvenientes y evaluar los costos inherentes a cada
Utilización de las ciencias sociales en la formulación de medidas políticas
una de las posibles alternativas. D e esta
manera,el saber recibido de diversas fuentes
pasa por un proceso que podríamos llamar de
“saneamiento”,y el modo en el que finalmente se refleje en las decisiones de gobierno
o en una estrategia de ejecución práctica
puede ser el fruto de ese saneamiento y
síntesis.
La información que llega a las instancias
decisoras del estado es un conglomerado de
conocimientos obtenido a través de varios
canales, y no el producto de un trabajo de
investigación Único,sin más. Esto implica que
el responsable político no es el usuario exclusivo del saber de la ciencia social,sino que,en
un proceso de toma de decisiones democrático,son varios los actores que hacen uso de
este saber y expresan sus reacciones. Estas
reacciones son también un componente del
saber que un responsable político no puede
permitirse ignorar, si no a riesgo de sus
responsabilidadespersonales.
Es necesario,por lo tanto,dar un sentido
más amplio al concepto de utilización. La
medida en la que las ciencias sociales se
utilizan depende de su fase de desarrollo, en
términos tanto de teoría como de metodología,y de su situación en un país dado.Puede
haber ciertos temas que las ciencias sociales
no estén en posición de abordar actualmente,
u otros que pueden ser abordados con el nivel
actual de conocimientos, pero que el país no
está en condiciones de hacerlo por falta de
personal o de los especialistas necesarios. Se
podría decir, por ejemplo, que las ciencias
sociales en la India han adquirido un refinamiento considerable en el ámbito del análisis y
de la descripción de la realidad social objetiva,pero están aún rezagadas en materia de
teoría.Todavía no poseen suficiente poder de
predicción y prescripción.
LOScientíficos sociales pueden efectivamente contribuir a clarificar ciertos temas,
proveer marcos conceptuales,evaluar supuestos diferentes, estimar costos probables de
estrategias alternativas y reducir la esfera de
incertidumbres. Es dudoso, en cambio, que
puedan imponer definitivamente ningún criteno respecto a lo que conviene hacer o a lo que
405
debe hacerse en el ámbito de la política de
gobierno (y si lo imponen, no será en su
calidad de científicos sociales,sino en cumplimiento de otros cometidos). Pueden sin duda
prestar su concurso en la elaboración de
estrategias para llevar a la práctica una opción
política ya seleccionada, o un objetivo ya
estipulado. Pueden llevar a cabo estudios de
evaluación para apreciar la eficacia de un
programa o las consecuencias (previstas e
imprevistas) que un programa dado pueda
tener.
No debe subestimarse, empero, el papel
de las ciencias sociales en su sentido general y
más amplio. Al igual que otras ciencias,
constituyen una parte importante de la cultura
académica. Y como quiera que, a través del
proceso de educación formal,la socialización
en esta cultura está haciéndose universal, la
subcultura de la ciencia social está siendo cada
vez más internalizada.E n la India,las ciencias
sociales son hoy una empresa de magnitud
muy apreciable.Todas las universidades y un
sinfín de colegios universitarios ofrecen cursos
de ciencia social.Los funcionariosque entran
en la administración pública, e incluso en la
política, suelen ser diplomados en letras y en
ciencias sociales. Llevan así con ellos a
SUS nuevos cometidos los elementos de esta
cultura. Su pensamiento y sus acciones están
influidos por esta experiencia enriquecedora.
Además, también se imparte formación en
ciencias sociales a los funcionarios públicos
-particularmente en sus aspectos prácticoscuando entran en funciones.
La cantidad de trabajos de investigación
en ciencias sociales realizados y publicados es
también una indicación de la importancia que
se le asigna y del aumento constante de la
clientela. El número de departamentos de
investigación con el que cuenta el estado e
incluso los fondos públicos destinados a la
investigación a través de organismos como el
Indian Council of Social Science Research y la
University Grants Commission es otro indicador más del creciente reconocimiento. La
introducción de la enseñanza de las ciencias
sociales a los alumnos que se gradúan en
disciplinas como agricultura, ingeniería y
406
medicina es también un ejemplo del reconocimiento de su utilidad en la formaciónprofesional. Podemos dar un paso más y decir que,
aunque se ha ridiculizado a las ciencias sociales por su jerga,su vocabulario está pasando a
formar parte dei habla corriente en centros
administrativos y en círculos selectos,lo cual
es un magnífico ejemplo de la difusión de la
cultura de la ciencia social y, con ello, de la
utilización del saber que las ciencias sociales
aportan.
También es importante reconocer que no
es el conocimiento científico social lo único
que se utiliza hoy, sino que los propios
especialistas de diferentes disciplinas de las
cienciassocialestienen cada vez mayor participación en las actividades de la sociedad.Los
científicos sociales adscriptos a universidades
y a instituciones de investigación reciben
ayuda del estado,que sigue siendo el principal
agente de financiación ; estas subvenciones se
conceden no sólo para realizar trabajos de
investigación en las áreas de prioridad definidas por los poderes públicos, sino también
para hacerlo en materias que puedan interesar
a los propios investigadores. Esto ha creado
en el país un clima de trabajo, promoviendo
de paso un debate en torno al uso y a la
pertinencia de las investigaciones, lo cual
constituye, a mi entender, una tendencia
saludable.
Con alguna frecuencia se plantea la cuestión de la eventual influenciaque en el trabajo
de investigación subvencionado pueda ejercer
la entidad subvencionadora.La palabra “influencia”tiene en este contexto varias connotaciones;puede significar que la integridad del
investigador sea cuestionable,que el trabajo
de investigación se incline hacia el statu quo,
que el tema no sea de interés académico,que
el trabajo se reduzca a una mera realización
de encuestas o que los “resultados” y las
“recomendaciones”sean dictados por el subvencionador.Aunque haya cierto fundamento
en todas estas acusaciones,y puedan aplicarse
a determinados tipos de trabajos de investigación, a algunos investigadores y a algunas
entidades subvencionadoras,no pueden generalizarse. E n primer lugar, es necesario com-
Yogesh Ata1
prender que en un país como la India,donde
el estado es la única fuente de financiación de
toda actividad académica, es preciso contar
con esta fuente si se necesita dinero para
llevar a cabo trabajos de investigación, o
incluso para que un académico pueda sobrevivir. E n segundo lugar, sería una hipocresía
afirmar que un investigador que se opone a la
ideología dominante tiene derecho a elegir su
tema de investigación y negar el mismo derecho al que suscribe la línea y las metas
políticas del gobierno en el poder. E n tercer
lugar,es cierto que la disponibilidad de fondos para el estudio de temas de un área
prioritaria puede influir a la hora de escoger
una materia de investigación (que también
puede ser académicamente importante e
interesante), pero tal selección no impide al
investigador estudiarla científicamente. En
cuarto lugar,podrá ponerse en tela de juicio
la interpretación de los datos, pero no los
testimonios empíricos, si éstos se han recogido correctamente.A este respecto,permítaseme citar los resultados del trabajo de investigación realizado por Jim Thomas [1982]sobre
la “repercusión en las ciencias sociales del
patrocinio del estado”.Este autor compara el
trabajo de investigación subvencionado con el
no subvencionado sobre el tema de la policía
(en el periodo 1960-1977), y en cuanto al
paradigma, a la manipulación de datos, al
enfoque teórico y al planteamiento de los
problemas. El estudio es “un intento de
examinar la acusación de algunos críticos del
sistema de patrocinio federal del trabajo de
investigación social,según los cuales los patrocinadores y los patrocinados pueden controlar,o al menos influir desproporcionadamente
en la producción de saber”. U n “análisis de
contenido de cinco publicaciones periódicas
importantes no corrobora las acusaciones;en
realidad,los datosparecerían probar lo contrario [.. .]ya que no se ha encontrado prueba
alguna que avale las hipótesis de que el
trabajo de investigación subvencionado:a) induce a los beneficiarios a adoptar un enfoque
positivista en un grado mayor que los que
realizan trabajos no subvencionados; b) influye en los beneficiarios incitándolos a elegir
Utilización de las ciencias sociales en la formulación de medidas políticas
áreas de investigación estrictamente definidas
según las necesidades de la política práctica de
los organismos patrocinadores; c) conduce a
un uso cada vez mayor de la manipulación de
datos estadísticos;d) amenaza la independencia del trabajo de investigación social a nivel
técnico debido a la aceptación de categorías,
de métodos o de puntos de vista “oficiales”;
e) está “orientado al control” o se interesa
esencialmente por encontrar los medios de
resolver directamente los conflictos sociales,
políticos o económicos; ni que f) es, por
fuerza, políticamente más conservador en
cuanto que apoya al statu quo social o político
más firmemente que el trabajo de investigación no subvencionado” [Thomas, 1982,
p. 3601.
Para que las cosas queden claras,permítaseme exponer una vez más la tesis central de
este artículo.
1. No todo trabajo de investigación subvencionado se relaciona con intereses de política
práctica; de igual manera, no es posible
emprender estudios sobre problemas políticos
prácticos sin alguna forma de financiación o
subvención.
2. La necesidad de subvención no influye
forzosamenteen los resultados;puede,eso sí,
fomentar la investigación sobre temas de
interés para la entidad subvencionadora,pero
estos temas pueden considerarse pertinentes
con independencia del hecho de que sean
subvencionadoso no.
3. Los temas de interés de un investigador
pueden coincidir con las necesidades del subvencionador, y, por lo tanto, el primero
puede acudir a este último en demanda de
ayuda.
4. El término “compromiso” no tiene una
definición precisa y con mucha frecuencia se
emplea en sentido peyorativo. Quienes abogan por el “compromiso” entienden que las
ciencias sociales no están exentas de valores.
Puesto que varias ideologías en conflicto pueden coexistir,no cabe esperar consenso respecto a ninguna de ellas,o sea que diferentes
personas pueden comprometerse con ideo-
407
logías diferentes. Ser conservador es una
especie de compromiso,y ser lo contrario es
otro tipo de compromiso distinto. Si se tiene
el compromiso por deseable, ambas formas
merecen igual reconocimiento. Debe existir
también un lugar para la actitud intelectual
que distingue entre compromiso político e
ideológico y compromiso con los principios de
la ciencia. La noción de que sólo los científicos sociales comprometidoscontribuyen a la
elaboración de las medidas políticas exige una
revisión atenta y minuciosa.
Conclusión
Las ciencias sociales han alcanzado ya la fase
en la que su validez y su aplicabilidad general
a los problemas de política práctica, especialmente en el terreno del desarrollo,está plenamente reconocida.Incluso es probable que la
demanda actual no pueda ser satisfecha,tanto
por falta de conocimientos como por falta de
personal competente. Hay muchos problemas
para los que no tenemos respuesta,ni siquiera
la información requerida; se precisaría una
especie de planificación prospectiva para anticipar las solicitudes que probablemente van a
hacerse a las ciencias sociales en el futuro,a
fin de preparar lo necesario para satisfacerlas
en vez de esperar a que un organismo oficial
encargue el trabajo. Si el saber ha de mantenerse a la vanguardia de la acción,el productor de conocimientos debe atender a esta
responsabilidad y no darse por satisfecho con
el material intelectual existente. Las ciencias
sociales se venden bien, es cierto,pero debemos continuar a promover su difusión. Con
un mayor rigor de producción dentro del
sistema académico podremos asegurar una
utilización mejor y más amplia. Atraeríamos
así a la clientela,en vez de correr tras ella.
Esto, naturalmente, no implica que no
sea necesario incrementar y consolidar la
comunicación y el diálogo entre los poderes
públicos y los científicos sociales, ni que no
sea conveniente despertar el interés de los
funcionarios y políticos por el saber científico
social;por el contrario,esto ayudaría a aumen-
Yogesh Ata1
408
tar la credibilidad y mejorar la apreciación,
enriquecería el acervo de conocimientos y
ampliaría el alcance de su utilización.
El informe de la OCDE sobre la utilización de las ciencias sociales en la formulación
de las medidas políticas con sobrada razón
afirma: “No puede considerarse a las ciencias
sociales como simples instrumentos de la
gestión administrativa, ni puede relegarse su
pertinencia política a una esfera residual de
intereses clasificada bajo la etiqueta de ‘política social’[.. .]La repercusión social de las
ciencias sociales no queda, por 10 tanto,
limitada a su utilización directa por parte de
las autoridades públicas. E n su esfuerzo por
describir y analizar más eficientemente la
realidad social,estas ciencias brindan al individuo conocimientos más profundos y certeros
acerca de su comunidad y, a la inversa,
contribuyen a configurarla idea que la comunidad se forma de sí misma” [OCDE,1977,
p. 13.1 Dicho en otras palabras, las ciencias
sociales no desempeñan una función estrictamente utilitaria (como la que está implícita en
el concepto de uso de las ciencias naturales),
sino una función más importante,o sea la de
ampliar nuestra capacidad de comprender,la
de ensanchar nuestros horizontes cognoscitivos, y la de presentarnos toda una serie de
alternativas entre las cuales elegir.
Traducido del inglés
~
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La versión multinacional
de las ciencias sociales
Frederick Gareau
E n 1981,Yogesh Atal, asesor regional de la sustituidoa las que hoy se tienen por incorrecUnesco en Asia y el Pacífico,revelaba que en tas o falsas teorías del desarrollo importadas
el espacio de menos de una década la “lucha” de América del Norte.’ El movimiento de
por “regionalizar” las ciencias sociales había “canadización” que se produjo a finales de la
asumido proporciones globales [Atal, 1981, década de 1960 fue en gran parte un esfuerzo
p. 1931.Atal sostenía que en Asia esta lucha para librar a Canadá de la ola de científicos
había tomado cuatro formas:la sustitución de sociales que, procedentes del vecino coloso
los idiomas occidentales por lenguas vernácu- del sur, se habían apoderado de la disciplina
las; el empleo de especialistas nacionales en [Lamy, 1976, p. 11&111]. Según la Fedevez de extranjeros; la determinación .ración de Ciencias Sociales de Canadá, no
puede darse por supuesto
y control local de los
que los conocimientos
proyectos de investigaFrederick H.Gareau es profesor del
importados puedan aplición y el intento de ir
Department of Government de la
carse a Canadá,ni puede
reemplazando paradigFlorida State University,Tallahassee
tampoco “presuponerse
mas occidentales por
32306.Recientementeha pasado algunos meses en Brasil.
que teorías y métodos
otros locales.U n informe
desarrollados en otra
de la Unesco destacaba
parte sean apropiados
que este intento era una
para el estudio de fenóreacción contra el predomenos sociales de Canaminio de las ciencias sodá” [Social Science Fedeciales occidentales y que
ration of Canada, 1978.
lo que se buscaba eran
p. 61.A raíz de la desasteorías y metodologías
trosa publicidad que tuvo
que reflejasen la expela operación Camelot,la
riencia histórica,los valo- ’
Fundación Ford adoptó
res y la cultura de Asia
[Unesco,1977, p. 191. Se sostenía, además, su propia versión de la regionalización. Así,
que la suposición de que las teorías occiden- no volverían a confiarse proyectos para A m é tales tienen aplicación universal partía de una rica Latina a estudiosos norteamericanos que
adopción ciega de los modelos utilizados en actuaran en forma individual, sino que en
adelante tendrían que actuar en colaboración
las ciencias físicas.
Entretanto, la teoría de la dependencia y asociación con colegas latinoamericanos
fue saludada como “la declaración de indepen- [Portes,1975,p. 132-1351,
Ertanto que la periferia se agita y habla
dencia de la sociología latinoamericana”[Berger, 1980,p. 51, y llegó a constituir una parte de la regionalización, y la Fundación Ford
considerable de la misma. E n gran medida ha escucha, los portavoces de los principales
410
centros de ciencias sociales tranquilizan a sus
lectores acerca del internacionalismo de su
especialidad.Moore insiste sobre el hecho de
que la sociología es señaladamente internacional y que cada día lo es más [Moore, 1966,
p. 4761.Alemann afirma que la ciencia (término que incluye según él la ciencia social) no
se cuestiona en la medida en que existe poca
investigaciónsobre la materia [Alemann,1974,
p. 4451. Storer sostiene que el científico (y
nuevamente se usa el término en sentido lato,
de modo que incluya al científico social) está
tan convencido del internacionalismo, que
siente la “necesidad de adquirir conocimientos de una o más lenguas además de la propia
para poder entender las aportaciones de sus
colegas extranjeros” [Storer,1970,p. 831.
N o debemos concluir de todo esto que los
internacionalistasy los partidarios de la regionalización estén enfrentados en un diálogo
académico equilibrado. Por el contrario,las
comunicacionesque se producen revisten más
bien el carácter de un monólogo que tiene su
origen en el centro,’ ese sistema unilateral
descrito en la teoría de la dependencia y
reflejado en el sistema de comunicaciones del
mundo.3 Quienes suscriben la idea mertoniana de la ciencia concluirán que las expectativas de un diálogo bilateral en el que participen estudiosos y autores del tercer mundo
sólo podrán realizarse si se cumple el propósito que ha inspirado este artículo,o sea,el de
explicar,o,acaso mejor, elaborar la posición
de los “regionalistas”,detallando y dando una
forma estructurada a lo que aquí llamamos el
componente multinacional del no debate.La
regionalización o nativización se presenta aquí
como la estrategia de desarrollo de las ciencias sociales de los partidarios de este enfoque
multinacional o tercermundista.Nosotros contrapondremos dicho enfoque al naturalista o
internacional,a fin de destacar los principales
rasgos del primero. Estos rasgos tienen un
valor intrínseco, pero, valgan lo que valgan,
mal podrán permitirse los naturalistas del
primer mundo seguir ignorando los esfuerzos
del tercer mundo por nativizar las ciencias
sociales y, al ignorarlos, restringir severamente el intercambio profesional con esa
Frederick Gareau
parte del mundo. La razón de dicha restricción se expone más adelante, junto con la
cuestionable pretensión de que tal proceder
presenta los rasgos de una política “provinciana”.
Nuestra argumentación se sitúa en el
marco general y conceptual ofrecido por la
teoría de la dependencia, la cual es más un
enfoque deshilvanado que una teoría bien
estructurada, y sirve como un instrumento
globalista para ayudar a desmenuzar y a poner
en claro las características del componente
multinacional del debate sobre las ciencias
sociales. Hemos asimismo de tomar muy en
serio la advertencia de Cardoso “de evitar el
reduccionismo simplista tan común entre los
coleccionistas de mariposas que tanto abundan hoy en las ciencias sociales”,quienes sin
duda utilizarían esa teoría para eliminar todas
las ambigüedades de la historia [Cardoso,
1977, p. 211. Nosotros adaptamos este enfoque a nuestros fines, y lo complementamos
con la concepción marxista de la ciencia,pero
añadimos,por nuestra parte,la “dependencia
del paradigma” a la larga lista ya reunida por
los “coleccionistas de mariposas” de Cardoso.
La teoría de la dependencia ha sido identificada como latinoamericana, pero se ha
reconocido su deuda con Africa [Parkinson,
1977, p. 1231 y con Asia [Hettne, 1982,
p. 151. D e todos modos es lo suficientemente
general como para poder hablar en nombre
del tercer mundo en sentido amplio. Este se
halla representado aquí por especialistas de
Asia, América Latina y Africa, así como por
las publicaciones de la Unesco, organización
que ofrece un foro muy valioso para expresar
los puntos de vista del tercer mundo.
Hemos observado un parangón muy claro
entre los supuestos, concepciones y razonamientos de los “dependentistas” y el pensamiento básico de la versión multinacional de
las ciencias sociales. A decir verdad, el primero es un paradigma bastante inconexo de
desarrollo económico y social,mientras que el
segundo es una versión de la filosofía y de la
sociología de la ciencia social que analiza y
explica los Paradigmas. Pero ambos estaban
presentes -uno de forma implícita, el otro
L a versión multinacional de las ciencias sociales
proclamado expresamente- en la mente de
aquellos estudiosos latinoamencanos que
rechazaron el intento de desarrollo asociado
con la empresa multinacional y el paradigma
de la ciencia social que, en efecto,justificaba
esta institución.Tanto la institución como el
paradigma fueron en gran medida importados
de los Estados Unidos. Los supuestos básicos
de la teoría del desarrollo,y de la sociología y
filosofía de la ciencia en la que se apoya dicha
teoría, ofrecen un sorprendente parecido
entre sí, como más adelante demostraremos.
La teoría de la dependencia
La teoria de la dependencia hizo su aparición
en los años sesenta en el ámbito latinoamericano como una amarga reacción ante el desengaño de un desarrollo dirigido desde el exterior,cuyo paradigma era también extranjero.
Este paradigma -calificado como estructuralfuncionalista,capitalista, o simplemente norteamericano- se había abierto camino hacia
el sur en la década de 1950. E n efecto, el
paradigma justificaba la empresa o compañía
multinacional como un medio eficiente y realista de importar capital y tecnología.A esta
institución,que beneficiaba tanto a sus dueños
como a los países anfitriones,se la presentaba
como una institución internacional dotada de
la más moderna y avanzada tecnología,la cual
era transferida al país donde la empresa se
asentaba.Este paradigma situaba la principal
causa del subdesarrolloen la falta de capital y
tecnología,así como en las actitudes e instituciones arcaicas. El desarrollo se llevaría a
cabo con rapidez,alegaba la teoría,a medida
que las naciones occidentales desarrolladas
fueran compartiendo -“difundiendo” es el
término preferido por Frank- sus conocimientos,técnicas,organización,valores, actitudes, tecnología y capital hasta que, con
el tiempo, las sociedades latinoamericanas
menos afortunadas se conviertan en variantes
de las más afortunadas [Frank,1972,p. 3231.
Esta teoría adjudica gran valor al cambio
psicológico, concretamente al fomento de la
iniciativay del espíritu de empresa sobre otras
411
actitudes más tradicionales. La clase media
latinoamericanasería el porta-estandartede la
industrialización futura.Los sectores sociales
que frenaban el desarrollo fueron identificados como los latifundistas y los minifundistas,
y,naturalmente,la oligarquía,con cuya oposición y trabas a las reformas de la clase media
modernizadora había que contar.
La teoría de la dependencia ha vuelto
este paradigma importado totalmente al revés,
y propone dejar de lado las condiciones psicológicas y las caducas instituciones locales y
mirar hacia afuera, a la estructura global de
poder, para descubrir la causa básica del
subdesarrollo. Se trata de una teoría globalista,que pone el acento en la explotación.Su
aceptación por parte de los intelectuales latinoamericanos ha sido relativamente fácil,en
la medida en que les permite culpar a los
Estados Unidos del subdesarrollo de América
Latina. La causa del subdesarrollo de la
periferia es el desarrollo del centro. Como
dice Dos Santos, “el desarrollo de ciertas
partes del sistema tiene lugar a expensas de
otras” [DosSantos,1970,p. 2311. Este autor
observa que aunque “la teoría del desarrollo
capitalista” admite la dependencia externa,no
concibe el subdesarrollo como “consecuencia
y parte indisoluble del proceso de expansión
mundial del capitalismo”.Los dependentistas
han revelado una perspicacia extraordinaria
en la identificación del sinfín de áreas en las
que el centro se ha valido de su situación para
explotar a la periferia.Se ha vuelto a escribir
la historia para seguir el hilo de la nueva
distribución.Porque,en realidad,esta distribución es histórica,aunque no podemos desarrollar aquí esta característica.Sus adeptos la
oponen al naturalism0 norteamericano,al que
acusan de ser estático.La dependencia tecnológica, la financiera y la cultural son de
especial interés para este estudio.Ellas desencaminan y deforman la sociedad y la cultura
locales y les impiden seguir su dirección
“normal”. La tecnología que generalmente
transfiere la empresa multinacional es inadecuada para la economía del país que la recibe;
es causa de desempleo y estorba la creación
de una tecnología local apropiada.Favorece a
412
Frederick Gareau
las ciencias sociales.El informe hallaba digna
de atención no tanto la vinculación existente
entre estas disciplinas en el tercer mundo y el
mundo desarrollado, sino su “relación de
dependencia”, por decirlo de otra manera
(como repetidamente se decía en la reunión),
se trata de una “relación ‘vertical’,entre
donantes y receptores,entre tutores y tutelados” [Unesco,1977,p. 81.El informe caracterizaba luego el contexto general en el que las
ciencias sociales dieron sus primeros pasos en
el tercer mundo como una situación de colonialismo,donde la tarea “aparentemente inocente de compilación de datos”, llevada a
cabo por científicos sociales extranjeros,
servía a los fines de la potencia colonial.
Aunque virtualmente todos los países del
tercer mundo han obtenido la independencia
política, “todavía están por lograr la autonomía en el campo de las ciencias sociales”.
La referencia al colonialismo nos recordará que el enfoque multinacional, así como
el de los dependentistas, rinde tributo al
método histórico. Pero la dependencia del
paradigma puede verse reforzada por relaciones con potencias occidentales distintas de
la ex metrópoli, como en el caso de Malasia.
Chee señala que alrededor del 90% de los
especialistas en ciencias sociales de las universidades malayas poseen diplomas occidentales
y que el 40% pertenece a organizaciones
profesionales británicas o de los Estados Unidos [Chee, 1976, p. 371. Estos especialistas
pasan generalmente los años sabáticos en los
Estados Unidos de América o en Europa,y la
cooperación regional se va desarrollando muy
La versión multinacional
lentamente. Una razón de que así sea es la
de las ciencias sociales
escasez de fuentes de investigación en el
sureste asiático,y otra es la falta de reputaU n informe sucinto sobre una reunión de la ción de las revistas científicas regionales.
Unesco en 1976 en torno a la cooperación Lejos de abogar por ayuda exterior, Chee
interregional en las ciencias sociales hacía sostiene que lo más necesario tal vez sea la
referencia a las relaciones “más o menos determinación de emplear los recursos locales
dependientes” de las ciencias sociales en el que existen,y concluye: “Las ciencias sociales
mundo. Dicha reunión estaba llamada a pro- en Malasia han sido introducidas en institumover el desarrollo de la ciencia social en el ciones nuevas e inexpertas,sin inserción en el
tercer mundo mediante la cooperación interre- medio local.E n consecuencia,la enseñanza se
gional, y expresa un punto de vista de esa acerca a menudo peligrosamente a un puro
parte del globo, la versión multinacional de lenguaje técnico y a la difusión de modelos
una parte de la clase media que se deja
seducir por la obtención de beneficios egoístas
y se ve luego enajenada por la adopción de los
patrones de consumo imperantesen el centro.
Este grupo favorecido insiste en los niveles de
calidad que existen en el centro, y en la
adquisición de bienes y productos de marcas
extranjeras [Tabak, 1975, p. 153-1551. Todo
esto tiene lugar a costa de las divisas que
hacen falta para el desarrollo y a expensas de
la cultura nativa.
Los dependentistas insisten en que la
principal vía de acceso del tercer mundo al
desarrollo debe fundarse en la nativización y
rechazan la noción de que haya que valerse
necesariamente de la supresión de instituciones arcaicas, del fomento de nuevas actitudes o de la difusión de capital y de tecnología procedentes del centro. La nativización
estará en manos del componente nacional de
la clase media o se hará merced a la fuerza
propulsora de un proletariado revolucionario.
La difusión de una tecnología inadecuada
desde el centro a la periferia se denuncia
como un proceso de explotación;nunca es el
proceso mutuamente beneficioso descrito por
los difusionistas. Se trata de una relación
estratificada,vertical,de tutela,basada en el
monopolio o en el oligopolio. La empresa
multinacional es desenmascarada como una
institución nacional e incluso imperialista,
cuyas actividades no se convierten en “internacionales” simplemente porque impliquen el
cruce de fronteras nacionales.
La versión multinacional de las ciencias sociales
occidentales mal adaptados a la cultura y al
pensamiento social asiático.”
La relación vertical ha persistido, según
el informe de la conferencia de 1976,porque
las universidadesy las instituciones de investigación de los países del tercer mundo se han
mantenido como “sucursales” intelectualesdel
centro.Aunque han ampliado sus programas
y materias de estudio,nunca se han planteado
un cambio cualitativo. El número de científicos sociales locales ha aumentado, pero
siguen manteniendo contacto con sus colegas
de Occidente,en lugar de establecer nuevas
relaciones profesionales con otros estudiosos
del tercer mundo. Los temas sobre los que
estos estudiosos se interrogan,las técnicas de
investigación y los paradigmas que emplean,
la visión que tienen del futuro de sus países,
todo lleva la marca del centro.H a habido una
abundante afluencia hacia la periferia de
modelos conceptualesy esquemasde investigación,y la corriente inversa consiste en datos
en bruto, o sea la materia prima de la
investigación. Nada tiene, pues, de sorprendente que las ciencias sociales del tercer
mundo sean tildadas muchas veces de irrelevantes y que a los científicos sociales se les
acuse de vivir alienados de sus sociedades.
En este punto de nuestra exposición se
plantean dos interrogantes.Al primero intentaremos de dar respuesta; al segundo lo
desarrollaremos más adelante. Primero nos
preguntamos cómo afecta este sistema el progreso de la ciencia social‘en la periferia. El
tema central aquí es la desproporción que
existe entre los recursos de la ciencia social
del centro y los de la periferia.La dependencia tecnológica parece sugerirnos que la
respuesta a la pregunta es la deformación
impuesta al sistema local y la inadecuación
del sistema importado. Las observaciones de
Dube coinciden con la primera de estas respuestas, pues este autor considera que el
modelo colonial de las ciencias sociales en
India y el exagerado prestigio concedido a los
centros intelectualesde Occidente han “deformado” en muchos aspectos “las perspectivas
de las ciencias sociales [en la India] e impedido su crecimiento” [Dube,1980,p. 611.El
413
uso de categorías foráneas empaña las categorías de pensamiento nativas, y las prioridades de investigación se determinan según lo
que sucede en otras partes del mundo. Sherwani se refiere al segundo tipo de perjuicio
cuando afirma que los conceptos y teorías
importados frecuentemente “no son aplicables a los países en desarrollo” [Shenvani,
1976,p. 451. Este autor ha puesto asimismo
de manifiesto que la investigación occidental
sobre el desarrollo ha estado fundamentalmente motivada por los imperativos de la
guerra fría.Según Ianni,la sociología norteamericana ha estado influida por la ideología,y
al ser aplicada a los problemas de América
Latina está mal enfocada, cuando no errada
[Ianni,1971,p. 481.Sotelo parece de acuerdo
con esta apreciación general,y sostiene que el
hecho de aceptar los conceptos y las formulaciones de los problemas de la sociología de
una sociedad industrial y capitalista plantea
serios problemas a los países en desarrollo
[Sotelo,1975,p. 191. E n la sección siguiente
examinaremos con detalle la cuestión fundamental que tales imputaciones que se hacen a
la ciencia social plantean.
El informe de la conferencia de 1976 se
refería al “manifiesto desequilibrio en los
recursos de las ciencias sociales” y afirmaba
que el 90% de todos los científicos sociales
son originarios de países del mundo desarrollado [Unesco, 1977, p. 9, li]. Estas cifras
deben considerarse en forma paralela con las
que indican que 90% de todos los fondos
destinados a la investigación y al desarrollo
son aportados por sólo diez países [Tabak,
1975, p. 1491 y que el 98% de los ,mismos
son utilizados en países desarrollados [Rattner, 1980, p. 1031. Otros datos, referidos a
publicaciones de ciencia social, dan fe del
predominio del centro [Line y Roberts,1976,
p. 134-1351 y de la fragilidad y dependencia
de la industria editorial del tercer mundo
[Altbach,1974,p. 459-4731, Estos datos confirman el argumento de los adeptos de la
concepción multinacional, según el cual el
centro disfruta de una posición monopolista u
oligopolista en la infraestructura de las ciencias sociales y explota esta posición en su
~
414
propio provecho. Hemos reservado para la
sección siguiente el examen de la disparidad
entre la concepción monopolista-oligopolista
de la toma de decisiones en las ciencias
sociales y la versión “librecambista” de la
misma, derivada esta última de Merton y
tenazmente defendida por los naturalistas.
Uno de los peligros de citar datos, especialmente cuando parecen indicar un mejoramiento en la infraestructura material de algunos países del tercer mundo, es que podría
sacarse la fácil conclusión de que la versión
multinacional aprueba ese fenómeno hasta el
punto de perder sus orientaciones globalistas
y aceptar la fórmula difusionista del desarrollo de las ciencias sociales.E n buena lógica
no podemos aceptar esta conclusión,ya que el
hecho de erigir nuevas instituciones o de
modificar actitudes locales no ataca en sí el
problema central, o sea el de la relación de
dependencia.El informe de la conferencia de
1976 no sigue rigurosamente esta lógica.
Lejos de adherirse a una visión totalmente
negativa de las relaciones verticales, encuentra algo valioso incluso en el legado colonial.
Más aún, recomienda la ampliación de los
sistemas educativos nacionales como una
medida que en sí favorece la nativización,sin
fijarse si esos sistemas han sido realmente
adaptados a las condiciones locales. Mazrui
sostiene que la universidad africana no ha sido
adaptada a la realidad local.A su juicio,ésta
se ha convertido en “la más clara manifestación de la dominación cultural”, y traza un
sorprendente paralelo entre ella y la empresa
multinacional [Mazrui,1975,p. 1931. La universidad no es autónoma ni siquiera hoy, ya
que depende de la importación cultural y de
personal, y Mazrui reclama la “nacionalización” de sus programas y la creación de
metodologías africanas-un llamado evidente
a là nativización de los paradigmas.
Con las reservas apuntadas,el informe de
la conferencia de 1976 sigue la lógica por
nosotros preconizada.E n él se descarta por el
momento toda cooperación a gran escala
entre el tercer mundo y los países desarrollados, ya que que esto acentuaría probablemente la dependencia.Hasta que los países en
Frederick Gareau
desarrollo hayan alcanzado un cierto nivel de
progreso,la participación en actividades transnacionales no podrá menos que mantener la
dependencia. N o llega a preconizar un cese
total de las relaciones del tercer mundo con
Occidente, pero insiste en que estas relaciones verticales -particularmente con los
Estados Unidos- deben someterse a un nuevo examen y ser objeto de una nueva definición [Unesco,1977,p. 101. El informe niega
que pueda existir verdadera cooperación internacional sin la existencia de centros nacionales sólidos. Para crear tales centros, la
investigación debe abordar seriamente todos
los puntos y problemas que surgen a nivel
nacional.Se promueve la nativización, así COm o las relaciones horizontales a nivel regional.
E n la teoría de la dependencia,el papel
redentor se reserva (según la versión de la
teoría que se considere) al componente nacionalista de la clase media o a la incipiente
minona revolucionaria.Nosotros preferimos
la primera versión, y así, de acuerdo con
nuestra lógica paralela, asignamos este papel
al grupo nacionalista de científicos sociales
locales, contraponiéndolos a sus “colegas”
internacionales alienados. Akiwowo, cuando
observa que los científicos socialesen el tercer
mundo deben escoger entre su integración en
“una comunidad internacional de trabajadores del saber en general”,o su integración en
el seno de una universidad,o de una comunidad, aplica una división tripartita, pero análoga [Akiwowo,1974,p. 4221.El tipo internacional de científico social suele recibir su
formación en el extranjero,pero en cualquier
caso acepta y asimila los sistemas de pensamiento y los paradigmas del centro. Víctima
del imperialismo cultural,prefiere lo foráneo
a lo autóctono, se suscribe a publicaciones
extranjeras y busca contacto y comunicación
con el centro, con una comunidad científica
“internacional”.Su relación es la de protegido
y protector,y es materialmente recompensado con becas y subvenciones del centro.
Localmente obtiene el prestigio que acompaña siempre a los poseedores de información
científicaprivilegiada,reconocida como válida
a nivel internacional.
L a versión multinacional de las ciencias sociales
Su prestigio y prosperidad progresan a
expensas del desarrollo de una ciencia social
nacional dinámica y significativa,redundando
además en desventaja de los científicos sociales nacionales que no están vinculados al
centro. E n nuestro esquema oligopolista,la
posición de los intemacionalistas aparece debilitada por sus divisiones, y la existencia de
varias categorías rivales de clientes corresponde a los múltiples centros de ciencias
sociales que existen en el mundo. U n grupo
puede estar vinculado a los Estados Unidos de
América, por ejemplo,mientras que otro se
halla bajo la tutela de Francia o del Reino
Unido.Esta división ayuda a los nacionalistas
a superar las desventajas de su posición marginal y rescata a las ciencias sociales de manos
de la minoría alienada, modificando estas
disciplinas de modo que vengan a reflejar las
condiciones y las pautas de pensamiento locales.
Pretensiones
nacionales de veracidad
y explotación de los
paradigmas
Continuamos en esta sección nuestro examen
sobre los puntos de vista divergentes respecto
a las pretensiones de veracidad y a la explotación en las ciencias sociales. Estos puntos
fundamentales surgieron en la sección antenor al formularse las acusaciones de que los
paradigmas calificados por los naturalistas
como universalmente válidos son inadecuados,cargados de ideología o falsos,además de
ser instrumentos defectuosos impuestos a la
periferia. Desarrollaremos aquí estos temas
contraponiendo las concepciones mertoniana
y marxista de la ciencia,las cuales sirven de
apoyo a los naturalistasy a los multinacionalistas respectivamente.
El informe de la conferencia de 1976
aduce como razón de la inadecuación de.los
conceptos y teorías dominantes a las realidades locales el hecho de que tengan sus
raíces en la cultura y en la historia del
Occidente industrializado [Unesco, 1977,
415
p. 211. El naturalismo, sin embargo, les
asigna validez universal, como consecuencia
lógica de su “aceptación ciega del modelo
predictivo” de las ciencias físicas. El informe
reprocha además al naturalismo su incapacidad para tomar en consideración las cuestiones normativas. Sean cuales fueren los
méritos de estas críticas, ellas evidencian la
tendencia naturalista de copiar a las ciencias
naturales y de contemplar el contenido de la
ciencia -ya sea natural como social- como
algo aislado y separado del contexto más
amplio y comprensivo de las culturas nacionales.Las pretensiones de veracidad que formulan las ciencias sociales,así como las ciencias
físicas, tienen validez internacional,es decir,
no están contaminadaspor las diferentes culturas locales.El naturalismo es característico de
las ciencias sociales de los Estados Unidos,
mucho más que de los países de Europa
continental.Fácil es imaginarse a los investigadores de aquella superpotencia de la ciencia
social tomar su trabajo como representativo
de modelos internacionales de referencia,productos que se presentan como importaciones
foráneasa los países de la periferia.
Ramasubban distingue dos sociologías de
la ciencia:la escuela funcionalista de Merton,
que corresponde aquí al naturalismo, y la
escuela marxista, sobre la cual se apoya la
posición multinacional.La primera escuela se
desentiende de la tecnología y proclama la
ciencia pura, que describe como una búsqueda autónoma y esencialmente no utilitaria
de la verdad [Ramasubban, 1977, p. 1571.
Este enfoque ha ido centrándose cada vez más
en las operaciones internas de la ciencia y
cada vez menos en la relación entre la ciencia
y la sociedad en general.
Storer,que se presenta como mertoniano
y naturalista,considera que la ciencia es una
empresa internacional,un quehacer que toma
poco o nada en cuenta el tiempo,el espacio y
las características personales de los científicos,
como por ejemplo su nacionalidad.No hace
distinción alguna entre ciencia natural y ciencia social, y su análisis tiene siempre como
punto de referencia la ciencia pura, no la
ciencia aplicada ni la tecnología. El carácter
416
internacional de la ciencia deriva según él del
hecho de “que no existe más que una sola
realidad física en derredor nuestro” [Storer,
1970, p. 801. Esta afirmación es vigorosamente refutada por los multinacionalistas
cuando se aplica a las ciencias sociales sin
tener en cuenta las fronteras nacionales. El
análisis de Storer opone la ciencia a la concepción estrecha que glorifica el hogar,la familia,
la raza,la lengua y la nación.Su reino es el de
los símbolos abstractos de aplicación universal, y no el de un mundo recortado en un
centenar de naciones.
D e las cuatro normas de funcionamiento
que Merton propone para la ciencia,el “universalismo” es el que más nos interesa aquí.
El universalismoderiva de la naturaleza impersonal de la ciencia y exige a los profesionales
de la ciencia que,al juzgar las pretensiones de
veracidad, no se dejen motivar ni conmover
por factores como la raza, la clase o la
nacionalidad. El hombre de ciencia ha de
desentenderse en absoluto de estos aspectos
particularistas, y por lo general consigue (se
admite que existen algunas desviaciones) llegar a ser y permanecer ciego a todo cuanto
sea raza,clase y nacionalidad.Evidentemente,
esta norma no es violada por la existencia de
comunidades de ciencias sociales cuyos integrantes proceden en un 90% del mundo
desarrollado y sólo en un 10% del tercer
mundo. E n realidad,la norma en cuestión se
orienta hacia los centros de adopción de
decisiones, no hacia los miembros de las
comunidades científicas. Es el viejo y abnegado liberalismo que pide a sus adeptos que
aparten sus miras de la nacionalidad al tomar
decisiones.Como se supone que este mandato
es obedecido, las cifras de miembros de la
comunidad desglosadas por nacionalidades
carecen esencialmente de significación. El
universalismo ofrece escasísimo apoyo a la
posición de los multinacionalistas.
El segundo enfoque sociológico identificado por Ramasubban es el de Marx. Al igual
que el de los multinacionalistas, este enfoque
es globalista e insiste en que la ciencia se
analice dentro de un marco más general. La
cienciaes postulada como una actividad utilita-
Frederick Gareau
ria,no como una búsqueda autónoma y desinteresada de conocimiento.Más aún,Marx no
sigue la práctica mertoniana de agrupar en un
solo bloque las ciencias sociales con las naturales, sino,por el contrario,ve los fines y la
dirección de estas últimas como influidos por
la superestructura de las ideas.Pero las ciencias sociales se consideran parte integrante
de esa superestructura [Ramasubban, 1977,
p. 164-1651 y, como tal, se entiende que su
contenido es ideológico, no necesariamente
científico. Sin duda, la perspectiva marxista
puede utilizarsepara afianzar la visión multinacionalista,en la medida en que sus adeptos
rechazan la ciencia social importada de los
Estados Unidos y de Europa. Lo que rechazan no es un producto científico,una suerte de
modelo puro de referencia científica internacional que los naturalistas quisieran hacernos
creer exento de ideología y aplicable al mundo
entero, sino que es más bien la ideología,o
por lo menos un producto guarnecido de
ideología, una parte de la estructura social
general o,más concretamente,de la superestructura del centro,utilizada para mantener el
control sobre la periferia. Las acusaciones
mencionadas en la sección anterior,según las
cuales los paradigmas occidentales importados son inadecuados, ideológicos e incluso
erróneos se ven así justificadas.
La interpretación marxista ayuda por lo
tanto a los multinacionalistas a explicar cómo
el centro consigue imponer sus paradigmas a
los países periféricos y con ello explotarlos.
Tal explotación implica dos condiciones. La
primera es la existencia de un paradigma
inadecuado,falso o cargado de ideología,y la
segunda es la imposición de dicho paradigma
defectuoso a la periferia. La explotación no
podría darse si el paradigma no fuese defectuoso, porque imponer la verdad -la verdad
adecuada- a una periferia renuente no sería
explotación. El marxismo ayuda a explicar
ambas condiciones, como ya hemos visto,
relegando la ciencia social a la superestructura
donde el centro puede emplearla como ideología para controlar a la periferia.
Mertonianos y naturalistas han articulado
una ciencia social benigna, individualista,de
417
L a versión multinacional de las ciencias sociales
laissez-faire,que no deja margen alguno para
la explotación y es de escaso incentivo para
los multinacionalistas. E n realidad,es individualista en grado tal que difícilmente puede
dársele incluir las categorías nacionalesusadas
por los adeptos de este último enfoque. E n
esta ciencia social la fuerza motivadora es el
reconocimiento que todo colega otorga al
científico individual por sus logros concretos
[Storer,1970,p. 841.Puesto que el grado de
reconocimiento requerido para estimular a un
científico dado vana, la fuerza referida no
sólo es psicológica, sino también individualista.La similitud con el modelo de desarrollo
exportado desde los Estados Unidos y con la
marca de utilidad marginal de las ciencias
económicas tan popular allí,saltará sin duda a
la vista. Storer pretende que la comunidad
científica “probablemente se acerca al ideal
del laissez-faire más de lo que la institución
económica de la sociedad se acercó nunca”
[Storer, 1970,p. 931. Y el universalismo del
canon de Merton exige que las carreras estén
abiertas a todas las personas con talento
[Merton,1973,p. 2721.Restringir el acceso a
las carreras científicas por otros motivos que
la aptitud perjudicana la promoción del saber.
El modelo de Storer para el fomento de
la ciencia (término que incluye a las ciencias
sociales) ilustra la perspectiva mertoniana, y
su estrategia para el desarrollo científico es
paralela a la preconizada por los difusionistas
norteamericanospara el desarrollo económico.
Parece oportuno concluir con una breve referencia a un paradigma para el desarrollo de la
ciencia social que se asemeja al modelo de
desarrollo económico y social de los difusionistas.Esta semejanza es análoga a la que existe
entre la teoría de la dependencia y la ciencia
social multinacional, semejanza que ha servido de marco para este artículo.La existencia de la segunda semejanza justifica aun la
forma en que hemos utilizado la primera.
El modelo de Storer para el fomento de
la ciencia no hace mención alguna a las
relaciones verticales ni a la nativización. E n
realidad, sostiene que la nación en desarrollo
debe favorecer el contacto con las naciones
más adelantadas en investigación científica y
aprender sus lenguas. Estas son precisamente
las naciones que explotan al tercer mundo,
según los multinacionalistas. Storer afirma
además que hay que procurar que las culturas
localesse aparten de las explicaciones sobrenaturales y busquen explicaciones “objetivas”,y
que los gobiernos ofrezcan una superestructura educativa adecuada,honrando a los científicos, en vez de simplemente tolerarlos. Al
igual que los capitalistas modernos, Storer
habla de laissez-faire,pero solicita apoyo del
poder público, del exterior. Las operaciones
internas de la ciencia hay que dejárselas a los
científicos. Storer pone el énfasis en la psicología, en la necesidad de alcanzar una “masa
crítica” de científicos de talla y competencia
suficiente como para generar información profesional de suerte que “no se sientan totalmente dependientes de la información llegada
del extranjero” [Storer,1970,p. 921.Explica
que no existe ninguna regla categórica para
determinar el tamaño de esta masa crítica,
porque así como las normas internacionales
determinan la competencia absoluta,así también las propias necesidades psicológicas del
científico individual determinarán la masa crítica necesaria para satisfacerle. Pero una vez
que esta masa crítica haya sido alcanzada, se
deberá seguir un desarrollo científico gradual
y progresivo. Esta condición para que la
ciencia social alcance la fase de “despegue”
contrasta con la nativización preconizada por
los multinacionalistas, es decir, la necesidad
de que las disciplinas reflejen las condiciones
y pautas de pensamiento nacionales,y no que
la iniciativa local y sus logros sean meramente
capaces de procurar una dosis suficiente de
autosatisfación a sus profesionales en ejercicio.
Conclusión
Desde el uso de la teoría de la dependencia
como paradigma para elaborar la versión
multinacional de la ciencia social hasta la
presentación del modelo mertoniano-naturalista de desarrollo científico, hemos descrito
un círculo completo. Al hacerlo,hemos com-
418
parado y contrastado paradigmas y hemos ido
y venido varias veces desde el ámbito de la
ciencia académica a la plaza del mercado,
todo ello en un esfuerzo por articular de
forma estructurada y por presentar con claridad las características de la versión multinacional de la ciencia social.Hay en ello también
una advertencia a los naturalistas del “primer
mundo” sobre el hecho de que los nacionalistas del tercero están resueltos,por medio de
la nativización,a sacar a las ciencias sociales
del internacionaiismo,que, según nos aseguran los naturalistas,es un rasgo cada vez más
acusado de estas disciplinas.
Para nuestro análisis nos hemos apoyado
fundamentalmente en cuatro características
del enfoque multinacional.La nativización es
una de dichas características,y está estrechamente relacionada con otras dos, o sea, las
relaciones verticales de la ciencia social global
y la explotación de la periferia por parte del
centro.Esta última consiste en imponer ciencias sociales falsas o inadecuadas a los países
del tercer mundo y en deformar las disciplinas
que en ellos se cultivan.El remedio está en la
creación local de disciplinas nacionales sólidas,en una ampliación del intercambio regional y en la supresión o -según se expresa en
el informe de la conferencia de 197ó- en la
“revisión” de las relaciones con el centro.Los
multinacionalistasabogan por un periodo indefinido de aislamiento del centro, durante el
cual la ciencia social nacional pueda desarrollarse.Esta es a nuestro juicio una reivindicación de nacionalismo,un rasgo que,creemos,
caracteriza a las ciencias sociales actualmente.
Las relaciones verticales descritas por los
multinacionalistas ilustran mejor que el
modelo mertoniano las relaciones de los Estados Unidos con la ciencia social del tercer
mundo. E n otro trabajo hemos señalado que
Frederick Gareau
los científicos sociales de esa superpotencia se
comunican principalmente entre ellos mismos,
recibiendo algunos mensajes de otros países
anglófonos, pero casi ninguno del resto del
mundo [Gareau, 19821. Al mismo tiempo,
este centro de ciencia social es la fuente de
una desproporcionada cantidad de comunicaciones. Esta red unidireccional tiene escasa
semejanza con las relaciones colegiales,horizontales, definidas por los mertonianos. El
valor intrinseco del enfoque multinacional se
aprecia igualmente en su reconocimiento de
que la ciencia social del tercer mundo se
caracteriza por una dicotomía entre un grupo
orientado internacionalmente,y en comunicación con el centro, y un grupo nacionalista
que mira hacia adentro,hacia la patria y a la
región. Gran parte de los trabajos sobre la
materia ignora esta distinción y deforma la
imagen de la ciencia social del tercer mundo,
concentrándose exclusivamente en uno solo
de estos grupos. Una última observación
sobre las perspectivas de futurode los nacionalistas: creemos que tales perspectivas son
excelentes,porque el nacionalismo y el regionalismo del tercer mundo no han agotado su
fuerzay porque -como nos dicen los multinacionalistas- las ciencias sociales son parte
integrante de la s0ciedad.y del mundo, de la
superestructura de Marx. Nuestra utilización
de conceptos marxistas al explicar el enfoque
multinacional no nos permite concluir que los
nacionalistas en los países del tercer mundo
sean un grupo insignificante de radicales.
Podríamos igualmente haber utilizado ideas
de la teoría crítica4 y, con un poco de
imaginación, de la teoría de la aculturación.
Los nacionalistas podrían ser la nueva ola del
futuro.
Traducido del inglés
419
L a versión multinacional de las ciencias sociales
Notas
1. Respecto a la afirmación de
que la sociología
norteamericana es estática y por
ello inadecuada para una
América Latina en desarrollo,
véase Sotelo,1975,p. 18-20.
2. Para corroborar esta
afirmación en lo que concierne a
las ciencias sociales en los
Estados Unidos de América,
véase el trabajo del
autor “The increasing
ethnocentrism of American
social science”,que aparecerá
en un número próximo del
International journal of
comparativesociology.
3. Para confirmar la validez de
esta afirmación respecto al
sistema internacional de
comunicaciones,véase Richter
[1979] y Masmoudi [1979].
4. La teoría crítica describe el
“positivismo” (naturalismo)
como una ideología que ataca a
otras ideologías y racionaliza el
statu quo. Véase Held, 1980,
p. 167-174.
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Más allá de la
teoría de la dependencia
Pedro Henríquez
“Dependencia” es un concepto que abarca tal cual deben formularse y ejecutarse las
diversidad de aspectos, que toda disquisición estrategias de desarrollo nacional.Además de
sobre el tema debe distinguir cuidadosamente establecer la necesidad de formular políticas
entre las diferentes acepciones si no se quiere definidas a nivel nacional,analiza los factores
añadir más confusión a un debate ya de por sí que puedan interponerse en su formulación y
oscuro.Es evidente que las diversas versiones ejecución. Esto quiere decir, entre otras
e interpretaciones del fenómeno de la cosas, que todas las opciones de política
dependencia son discontinuas y diferentes. económica deberán también considerar
Cada versión puede ser explicada tomando en explícitamente la repercusión en el equilibrio
consideración el contexto histórico en el que de fuerzas sociales que son determinantes en
la formulación de estrateha sido formulada y la
gias de desarrollo naciorealidad social y política
Pedro Henríquez, especialista chileno
nal.
Estas cuestiones son
que pretende explicar.
de relacionesinternacionalese investianalizadas
en un contexPor eso es convegador en la Universidad de las Nacioniente considerar el
to internacionalde “internes Unidas desde 1976,trabaja actualmente en la Unesco. Entre sus sobras
dependencia asimétrica”,
contexto histórico dentro
publicadas
se destacan: L a nacionalien el que se considera
del cual se formuló la
zación de las empresas transnacionales
que el subdesarrollo
teoría de la dependencia.
del cobre en Chile (1973),L e rôle des
económico constituye un
E n lo esencial, la
entreprises transnationales dans le système international (1975),Perspectives
obstáculo central para la
teoría de la dependencia
on the N e w International Economic
debe interpretarse como
formulación y ejecución
Order (1981) y R &D system in rural
de estrategias “nacionaun elemento de la reacareas (1982).
ción contra la tesis del
les” de desarrollo.
L a dependencia,
efecto positivo que cabía
entendida como un intenesperar de la integración
al sistema capitalista ’
to de analizar estos
“moderno”. Las consecuencias generalmente problemas con un enfoque interdisciplinario,
ambiguas y a menudo polarizadoras de las adquiere una importancia cada día mayor. Si
políticas integracionistas en las sociedades bien dicho análisis no puede sustituir al
dependientes proporcionaron la base de análisis disciplinario específico, ya sea de
donde surgieron perspectivas teóricas naturaleza teórica o empírica,representa una
perspectiva a partir de la cual es posible
alternativas.
La teoría de la dependencia destaca la relacionar entre sí dichos análisis,haciéndolos
necesidad de incorporar al análisis aptos para incorporar determinados aspectos
socioeconómico cuestiones relativas a la de la realidad concreta del subdesarrollo.
adecuación de la base política a partir de la
422
Análisis de la dependencia
El marco teórico de la dependencia es el
análisis del capitalismo periférico. Su característica más importante es el intento de
analizar el mismo desde el punto de vista de la
interacción entre estructuras internas y externas.
Entre los trabajos realizados sobre el
problema es posible distinguir tres corrientes
de pensamiento principales. La primera es la
de aquellos que no aceptan la posibilidad de
desarrollo capitalista en la periferia; la
segunda es la de los que analizan los obstáculos con los que tropieza el desarrollo capitalista en estos países, y la tercera es la de los
que aceptan la posibilidad de un tipo de
desarrollo capitalista en la periferia,poniendo
de relieve las formas subalternas que adopta
con respecto al capitalismo del centro.
U n análisis más a fondo indica que las
diferencias que se aprecian en los análisis de
la dependencia son algo más que meras discrepancias respecto a la posibilidad de desarrollo
capitalista en las sociedades dependientes.
Al respecto podemos distinguir tres enfoques fundamentales de la dependencia. El
primero intenta elaborar una “teoría del subdesarrollo”,en la que el carácter dependiente
de las economías periféricas revelaría determinados procesos causalmente ligados a su subdesarrollo.Exponente originario de este enfoque fue André Gunder Frank. El “modelo de
subdesarrollo” de Frank distinguía tres niveles. El primero es el que intenta hacer ver
cómo han sido incorporadas a la economía
mundial determinadas áreas de la periferia
desde las primeras etapas de la era colonial.
El segundo trata de demostrar que dicha
incorporacióna la economía mundial ha transformado necesariamente a los países en cuestión en economías capitalistas. Por iíltimo,
hay un tercer nivel en el que Frank se esfuerza
por mostrar que la integración de estas economías en el sistema capitalista mundial se
realiza a través de una interminable cadena
metrópoli-satélite.
La línea central de la tesis de Frank en lo
que atañe al “desarrollo del subdesarrollo”
Pedro Henríquez
fue retomada por el sociólogobrasileño Theotonio dos Santos. Este autor distingue diferentes tipos de relaciones de dependencia
(colonial,industrial-financierae industrial tecnológica) y analiza las distintas estructuras
internas que unas y otras generan.Dos Santos
puso de relieve las diferencias y discontinuidades que se aprecian entre los tipos de
dependencia y entre las estructuras internas
que son su resultado.
El núcleo central en torno al que se
estructura el análisis de estos autores es que el
capitalismo,en un contexto de dependencia,
genera necesariamente el subdesarrollo. La
especificidad del desarrollo capitalista en las
sociedades dependientes es distinta de la que
reviste en las sociedades capitalistas del centro.La especificidad del desarrollo capitalista
en América Latina proviene de las formas
históricas en que se han manifestado las
contradicciones económicas,políticas y sociales y del modo en el que las sociedades
latinoamericanaslas han afrontadoy temporalmente superado,creando este proceso nuevas
contradicciones,y así sucesivamente.
El segundo enfoque proviene de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para
América Latina (CEPAL),y se formula desde
la perspectiva de una crítica de los obstáculos
que se oponen al “desarrollo nacional”. El
tercer enfoque intenta estudiar las formas
concretas en las que evoluciona la relación
dependiente, es decir, cómo se articulan las
economías y políticas de las sociedadesdependientes con las de las del centro capitalista.
Este enfoque se identifica esencialmente con
la obra del sociólogo brasileño Fernando
Enrique Cardoso, Dependencia y. desarrollo
en América Latina, escrita en 1967 en colaboración con el sociólogo chileno Enzo Faletto.
Una de las características de este enfoque ha
sido la de incorporar al análisis del desarrollo
latinoamericano las transformaciones del sistema capitalista mundial. La presencia de las
empresas transnacionales,en cuanto elementos centrales del proceso de transnacionalización de la producción,ha transformando progresivamente la naturaleza de la relación
centro-periferia,así como la relación entre los
Más allá de la teoría de la dependencia
países del centro. Según este análisis, el
incremento de la participación del capital
extranjero en la industria de la periferia ha
transformado el contenido nacional y antiimperialista que tenía otrora la demanda de
industrialización en la periferia. E n efecto,
discusiones teóricas recientes basadas en la
evolución de la industrialización en América
Latina aclaran que la industrialización no
siempre es coincidentecon los intereses nacionales. Una industrialización que aumenta la
dependencia (en particular tecnológica y financiera) parece ser más coincidente con los
intereses del capitalismo central que con los
de la sociedad dependiente. Se requiere,en
consecuencia, la elaboración de conceptos
que puedan dar cuenta a la vez de las tendencias generales de expansión capitalista, así
como de la especificidad del desarrollo capitalista en las sociedades dependientes, y las
mediaciones sociales correspondientesal nivel
del estado y de las clases sociales.
E n el presente artículo nos referimos
solamente al enfoque de la CEPAL,por la
importancia histórica del pensamiento “cepalino” en la orientación de diversos planes de
desarrollo de la región. Los otros enfoques
han tenido alguna relevancia en la discusión
“intelectual” de América Latina pero no se
han reflejado en la orientación de las sociedades latinoamericanas,en particular, en la
acción del estado.
El análisis de la CEPAL representa la
primera contribución latinoamericana importante a las ciencias sociales.El hecho de que
la CEPAL formulara una teoría basada en el
análisis de la experiencia económica latinoamericana fue un poderoso estímulo para la
reflexióncrítica de los problemas de América
Latina.
EI núcleo del análisis de la CEPAL fue la
crítica de la teoria convencional del comercio
internacional. Se proponía demostrar que la
división internacional del trabajo es de mayor
beneficio para el centro (donde está concentrada la producción manufacturera) que para
la periferia (la cual se destina a producir
bienes primarios, agricolas o minerales).
El punto de partida de la CEPAL era la
423
idea de que la economía mundial está formada
por dos polos, el “centro” y la “periferia”,y
que las estructuras de producción difieren
sustancialmente en cada uno de ellos. Las del
centro se consideran homogéneas y diversificadas; las de la periferia, en cambio,heterogéneas y especializadas.Son heterogéneas porque coexisten actividades económicas con
diferenciales de productividad significativos,
representados los extremos por un sector de
exportación con productividad relativamente
alta y una agricultura de subsistencia con
productividad particularmente baja. Son especializadas porque el sector de exportación
tiende a concentrarse en torno a unos pocos
productos primarios. Esta diferencia estructural entre los dos tipos de economía explica las
funciones de cada polo en la división internacional del trabajo,y esto a su vez refuerza la
diferencia estructural entre ellos.
Puesto que los dos polos se hallan estrechamente vinculados,la diferencia estructural
entre centro y periferia no puede ser definida
en términos estáticos. Por su misma naturaleza, centro y periferia forman un solo sistema. Los factores determinantes que actúan
en la relación están regidos por la estructura
de producción de cada polo. Tenemos así una
definición de un sistema (centro-periferia) y
de las desigualdades consideradas inherentes
a su dinámica;las estructuras de producción
de cada polo no son sólo la base de la
relación, sino que evolucionan en la interacción entre los polos, mientras las diferencias
entre ellas tienden a persistir.
Para conseguir un crecimiento económico
acelerado y sostenido en América Latina era
necesario impulsar un proceso de industrialización. No podía esperarse que este proceso se
produjera espontáneamente, pues se vería
inhibido por la división internacional del trabajo que el centro intentaría imponer, así
como por una serie de obstáculos estructurales internos de las economías latinoamericanas. E n consecuencia, se proponía una serie
de medidas para estimular el proceso de
industrialización. Entre otras medidas, se
requería la intervención del estado en la
economía,tanto en la formulación de políticas
424
económicas orientadas hacia estos fines como
en calidad de agente productor directo.Entre
las políticas económicas sugeridasse contaban
el proteccionismo, el control de cambio, la
atracción de inversiones extranjeras en la
industria y el estímulo y orientación de la
inversión nacional.La intervencióndel estado
en actividades directamente productivas se
recomendaba en aquellas áreas donde era
necesaria una inversión a gran escala.
Las características más importantes del
subdesarrollo -cesantía, desequilibrio externo y deterioro de los términos de intercambio- derivan directamente de la estructura
de producción. Del mismo modo, la posibilidad de abordarlas se contempla en términos
de patrones de transformación ideales, los
cuales indican el equilibrio que debe respetarse si estos aspectos negativos han de superarse.
Las limitaciones de la tesis propuesta por
la CEPAL radican en que este nivel de
análisis no consideró las relaciones sociales de
producción, que constituyen la base de un
proceso de industrialización.
La CEPAL proponía un modelo ideal de
crecimiento sectorial -y, con ello, de crecimiento global- concebido de manera de evitar las tendencias normales del desarrollo
económico en la periferia.D e esto se deducen
las condiciones de acumulación necesarias que
proporcionarían el equilibrio requerido en la
transformación de los distintos sectores de la
producción. Sin embargo, aun llevado a los
límites de su virtual coherencia interna, el
enfoque estructural es inadecuado para el
análisis de la evolución a largo plazo del
sistema económico en su conjunto, ya que
esto a todas luces implica algo más que la
transformaciónde la estructura de producción.
El análisis del desarrollo no puede realizarse exclusivamente en términos de los patrones de acumulación necesaria para evitar la
creación de algunas desigualdades entre los
sectores de producción. Las exigencias de
acumulación se infieren de estas desigualdades,pero sus probabilidades dependen más
de las condiciones generales en las que la
acumulación se produce a nivel mundial, que
Pedro Henriquez
de taies desigualdades.Dicho de otra manera,
no basta con postular la desigualdad de desarrollo de las fuerzas de producción,sino que
también hay que tener en cuenta que estas
fuerzas de producción evolucionan dentro del
marco de un proceso de generación,apropiación y utilización del excedente económico,
proceso que no acontece solamente en cada
polo, sino también entre los dos polos de la
economía mundial.
Las teorías de la CEPAL suscitaron vivas
críticas. Fueron criticadas desde la izquierda
por no denunciar suficientementelos mecanismos de explotación propios del sistema capitalista. Por su parte, la derecha liberal consideró que las recomendaciones de la CEPAL
eran totalmente herétícas desde el punto de
vista de la teoría convencional.
El proceso de industrialización que recomendaba la CEPAL agravó los problemas de
balanza de pagos. La inversión extranjera,
por otra parte, produjo efectos contrarios a
los esperados. E n varios países, la distribución de la renta empeoró; los problemas
de desempleo se agravaron,particularmente
como consecuencia del proceso de emigración
de las zonas rurales hacia las ciudades, y la
producción industrial pasó a estar cada vez
más controladapor las empresas transnacionales.
El sombrío panorama del desarrollo capitalista en América Latina fortaleciólas convicciones de los partidarios de la teoria de la
dependencia.
Más allá de la teoría
de la dependencia:
relaciones espaciales y sociales
La visión optimista de la década de 1950
respecto al poder transformador de la industrialización ha tenido que rendirse a la evidencia de que, para vencer los obstáculos de
índole estructural que traban el funcionamiento del sistema socioeconómico en su
conjunto e impiden su transformación, es
necesario promover cambios en las estructuras sociales.
Más allá de la teoría de la dependencia
Los latifundistas,consolidados durante el
periodo de crecimiento exógeno, el carácter
monopolista y dependiente del sector industrial -sobre todo en cuanto atañe a la tecnología-, configurado durante el periodo de
crecimiento endógeno,y el capital extranjero
concentrado principalmente en el sector de
exportación constituyen los elementos esenciales de la nueva estructura económica.Estudios recientes indican que las estructuras políticas, económicas y sociales entorpecen la
acumulación, haciendo que el proceso de
industrializaciónpierda dinamismo.
Las relaciones entre el centro capitalista
y la periferia se desarrollan bajo la hegemonía
del poder. La hegemonía de los Estados
Unidos sobre el sistema capitalista ha experimentado grandes cambios. E n la época contemporánea han aparecido otros centros de
hegemonía económica dentro del sistema,en
particular, el Japón, con enorme gravitación
no sólo en el Asia, sino en el conjunto del
sistema capitalista. Esto, unido al resurgimiento de un espacio económico europeo en
tomo a los polos industriales de Alemania y
Francia, ha generado contradicciones importantes en el centro capitalista,así como también ha generado cambios importantes en la
relación centro-periferia.
Las relaciones entre el centro y la periferia no son estáticas,sino que están sujetas a
distintos cambios en el centro y en la estructura de la sociedad periférica. El centro
siempre busca la forma de defender sus intereses económicos,políticos y estratégicos,que
unas veces coinciden con los de la periferia y
otras están en conflicto con ellos.
Hasta hace muy poco tiempo era corriente la idea de que el capitalismo expresaría su dinamismo en la periferia. Marx
consideró que la industrialización se extendería por todo el mundo siguiendola experiencia histórica del Reino Unido. A juicio de
Marx, las colonias serían obligadas a adoptar
el modo de producción capitalista,y de este
modo acabarían por industrializarse tarde o
temprano. Sin embargo, la experiencia histórica ha demostrado que la mayor parte de los
países del tercer mundo lograron la indepen-
425
dencia política sin la industrialización.El capitalismo,antes que facilitar la industrialización
de las sociedadesdependientes,de hecho impidió en el periodo colonial el inicio del proceso
de industrialización.Al mismo tiempo, la industrialización de la periferia no ha desempeñadounpapel activoen ladivisióninternacional del trabajo contemporánea.La tendencia al
establecimiento de una nueva división internacionaldeltrabajo constituyó el focoprincipalde
los estudios teóricos y empíricos emprendidos
por el Instituto Max-Planckde Ciencias Sociales, y publicados bajo el título The new
international division of labour. E n estos estudiossepusieron de relievedos conclusiones.
Primero,que el desarrollo de una nueva
división internacional del trabajo como base
de un nuevo orden económico mundial no
posee capacidad suficiente para mejorar las
condiciones materiales de la mayoría de la
población del tercer mundo, aunque esto no
excluye la posibilidad de que un determinado
número de países puedan llegar a comprometerse en un proceso de industrializacióndependiente.Sin embargo,aun cuando el grueso del
futuro crecimiento industrial hubiera de estar
concentrado en estos nuevos centros, sólo
podría absorberse una pequeña fracción de los
desempleados,y ello con salarios muy bajos.
Así pues, sería un error esperar que este
proceso permitiera poner en marcha en el
tercer mundo un desarrollo económico autónomo que condujese al establecimiento de
una amplia base industrial.Y a esta conclusión
por sí sola supone un considerable paso adelante en el empeño de disipar cualquier optimismo injustificado en lo que atañe al interrogante esencial, o sea, si las tendencias que
hoy existen en la economía mundial ofrecen
alguna perspectiva de mejoría material para la
mayor parte de la población del tercer mundo.
La segunda conclusión es que los aspectos actuales de la crisis por la que atraviesan
los países occidentales industrializados son en
gran parte imputables a la reorganización de
la producción industrial a escala mundial. Los
síntomasmás visibles son los cambios cuantitativos (desempleo) y cualitativos (pérdida de
cualificación profesional de la mano de obra)
426
que se están produciendo en el mercado de
trabajo.
El impulso de industrialización cobra
energías en la periferia cuando el ímpetu
dinámico del centro se ve interrumpido por
crisis sucesivas.El centro se mostró dispuesto
a participar en la industrialización periférica
en época reciente, especialmente después de
la segunda guerra mundial, atraído en gran
medida por los beneficios del desarrollo industrial destinado a sustituir importaciones.
El hecho de que el centro no mostrara
ningún interés espontáneo por el desarrollo
industrial de la periferia no explica por qué la
periferia no inició la industrialización por
decisión propia y deliberada. ¿Por qué había
de esperar tanto tiempo para dar comienzo al
proceso? La respuesta hay que buscarla en la
formación estructural de la periferia y en la
manera en que ésta ha vinculado sus intereses
con los del centro. La “burguesía compradora” de la periferia, que obtenía sus rentas
de las exportaciones primarias, no tenía interés alguno en la industrialización.Esta burguesía compradora fue sustituida por una
“burguesía nacional”,apoyada por el estado.
Las burguesías nacionales fomentaron una
estrategia de desarrollo nacional,apoyando la
industrialización.
El concepto de desarrollo periférico
mediante la expansión espontánea del capitalismo que afluye desde el centro subsiste
todavía.La clave está en la inversión privada
extranjera,y especialmenteen la de las empresas transnacionales.La presencia de las empresas transnacionales en el sector industrial
conduce inevitablemente a una rápida modernización de las actividades productivas y a un
conti-o1por parte de intereses extranjeros de
sectores estratégicos del sistema económico
nacional,
La superioridad tecnológica y económica
de las empresas transnacionales y el apoyo
político real o virtual que reciben de los países
donde tienen su sede les permite apropiarse
de una parte desproporcionada del excedente.
El problema es ya muy antiguo, aunque
últimamente han surgido nuevos e importantes aspectos del mismo.
Pedro Henriquez
Se advierte un cambio de actitud en lo
que respecta a la explotación de los recursos
naturales. El control del acceso a los recursos
no renovables se ha considerado siempre
como una de las principales fuentes de poder
en las relaciones internacionales.Estos recursos están ubicados principalmente en la periferia, y cuando los países periféncos adquirieron por primera vez la capacidad de explotarlos ellos mismos, nació una situación enteramente nueva; la tendencia predominante
actual es la de un fortalecimiento de la
posición de poder de aquellos que controlanla
oferta de recursos no renovables.Esto puede
apreciarse haciendo una comparación entre la
escasa proporción del valor de los recursos
naturales que antes quedaba dentro del
ámbito de la periferia y la parte cada vez
mayor que hoy generalmente se obtiene. A
este respecto, un factor decisivo es el concepto de derecho soberano sobre los recursos
naturales. (Véase el capítulo 2,artículo 2 de
la “Declaración sobre los derechos y deberes
económicos de los Estados”,de la vigésimonovena Asamblea General de las Naciones Unidas,el 12 de diciembre de 1974.)
El control de la tecnología es,hoy día,un
elemento fundamental de hegemonía económica en el plano internacional. La lucha
contra la dependencia se convierte en un
esfuerzo de la periferia por eliminar el monopolio del centro sobre los recursos tecnológicos. La dependencia tecnológica se considera
un elemento decisivo en la dependencia global.A pesar de su importancia,raras veces se
ha analizado este problema dentro del marco
teórico de la dependencia.E n su mayor parte,
el debate se ha centrado en torno a cuestiones
más bien específicas, tal como las tarifas de
transferencias,la apropiación tecnológica privada, etc., o ha derivado a una serie de
enunciaciones descriptivas sobre la marginación de la ciencia y de la tecnología en los
países en desarrollo.Estas contribucioneshan
sido importantes para poner de relieve la
existencia de la dependencia tecnológica,pero
han añadido poco al conocimiento de las
implicacioneseconómicas en los países tecnológicamente dependientes.
Mûs allá de la teoría de la denendencia
Durante la presente fase de diseminación
industrial en la periferia,las empresas transnacionales manifiestan la intención de mantener
el control sobre la tecnología compartiendo el
know-how tecnológico mediante contratos de
patente.
Muchos de los puntos que se hacen
resaltar en la teoría de la dependencia han
proporcionado importantes perspectivas para
la comprensión del desarrollo y del subdesarrollo. E n muchos aspectos, la teoría de la
dependencia complementa y enriquece el análisis marxista clásico del imperialismo y del
subdesarrollo,e intenta formular el punto de
vista de los países dependientes. D e esta
manera ha modificado el pensamiento marxista sobre los efectos probables de la expansión capitalista en los países en desarrollo,
poniendo el acento en la interacción existente
entre las estructuras internas y las externas.
La teoría de la dependencia ofrece una
crítica de las teorías que dividen la realidad
social en dimensionesanalíticamenteindependientes entre sí, como si estos elementos
fuesen realmente separables.Así,la teoría de
la dependencia ofrece una crítica de las tipologías sociológicas modernismo-tradicionalismo, del dualismo, del funcionalismo y, en
general,todos aquellos enfoques que no integran en sus análisis una descripción del contexto socioeconómico en el que el desarrollo
tiene lugar.El punto básico sostenido por esta
teoría es que la interacción entre la estructura
latinoamericana interna y las estructurasinternacionales constituye el punto de partida para
una comprensión del proceso de desarrollo,
que para América Latina es de vital importancia.
La teoría de la dependencia fue sólo un
punto de partida para la realización y orientación de nuevos análisis. Los mecanismos
reales de la dependencia son raras veces
desglosados y examinados con detalle. La
crisis económica actual de América Latina
pone de relieve la necesidad de buscar marcos
teóricos capaces de interpretar el presente y
las alternativasposibles de la sociedad latinoamericana. El fracaso de las estrategias de
desarrollo orientadas a una integración en el
421
sistema capitalista mundial obliga a retomar
algunos de los planteamientos fundamentales
de la teoría de la dependencia. Es evidente
que las estructuras económicas de la mayoría
de los países de América Latina han cambiado
fundamentalmenteen los últimos treinta años.
La actual discusión teórica sobre las alternativas de desarrollo en la región replantea,en un
contexto histórico diferente,la vieja polémica
acerca de la viabilidad del desarrollo capitalista en las sociedades dependientes. Los
proyectos alternativos que plantean las distintas fuerzas sociales tratan de concretar la
posibilidad de un desarrollo “nacional” frente
a la transnacionalización creciente de los sectores productivos estratégicos de la región.
El debate actual replantea el problema del
estado nacional como actor central de una
estrategia de desarrollo nacional.
Dentro del sistema internacional, el
estado es una institución cuya existencia se
define por su relación con otros estados.
Su grado de soberanía económica puede ser
mayor o menor. Su poder real para controlar
la circulación de capital, bienes y mano de
obra a través de sus fronteras es mayor o
menor, y la aptitud real de un gobierno para
hacer cumplir decisiones que afecten a las
distintas clases sociales es también mayor o
menor.
Se requiere un análisis histórico de los
actores sociales con capacidad de intervenir
en la formulación de las políticas estatales que
rigen las relaciones sociales de producción y
las normas que regulan la circulación de los
factores de producción. Son los estados los
que establecen las normas y son fundamentalmente los estados los que participan en el
actual sistema internacional.Toda subestimación del papel del estado como actor central
en el desarrollo de las sociedades dependientes conduce de facto a consolidar la
estrategiade transnacionalización de la periferia en detrimento de la posibilidad de un
desarrollo auténticamente nacional. E n este
contexto,una estrategia de desarrollo nacional que cuenta con el apoyo de las masas
populares constituye una alternativa al desarrollo capitalista dependiente de carácter
428
Pedro Henríquez
transnacional que promueven las empresas
transnacionales.
El actual sistema internacional es el resultado directo de la estructura de poder resultante de la segunda guerra mundial. Sin
embargo, conviene notar que en los últimos
treinta años han ocurrido cambios fundamentales,en particular como resultado de la lucha
de los pueblos del tercer mundo por su
independencia. Como consecuencia de las
sucesivas etapas del proceso de descolonización, numerosas naciones de Africa, Asia y
América Latina han logrado su independencia
política, pero no han logrado todavía consolidar su independencia económica,por las razones estructurales que explica la teoría de la
dependencia.Las contradiccionespor la hegemonía del sistema capitalista, junto con la
participación activa de los nuevos estados
soberanos del tercer mundo en el sistema
político y económico internacional han creado
condiciones favorables a un cambio estructu-
ral del sistema internacional.Los procesos de
desarrollo que han tenido lugar en la periferia
del sistemacapitalistacuestionan fundamentalmente la actual estructura de poder internacional, tal cual se ha formalizado en algunas
instituciones financieras del sistema de las
Naciones Unidas.
La teoría de la dependencia,tal cual fue
formulada por los científicos sociales de América Latina,proporciona elementos de análisis
fundamentales para la comprensión de la
“interdependencia asimétrica”que caracteriza
al sistema internacional. Sin embargo, la
teoría de la dependencia no puede limitarse
exclusivamente a constatar la desigualdad existente entre los diversos componentes del sistema internacional.Frente a la crisis generalizada,se requieren instrumentos teóricos adecuados para visualizar las estrategias posibles
destinadas a la transformación de las sociedades dependientes.
Traducido del inglés
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La redacción de la RICS no dispone de información adicional sobre estas reuniones.
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2-4 de junio
Washington
D.C.
4-8 de julio
Lausana
Association for the Advancement of Policy, Research and
Development in the Third World:mesa redonda
Mekki Mtewa, AAPRD in the Third World, P.O.Box 24234,
Washington, D.C.20024 (Estados Unidos de América)
Société Européenne de Psychiatrie d'Enfants et d'Adolescents:congreso (Tema:Agresión,agresividad y familia)
W.Bettschart,Serv. Médico-PédagogiqueVaudois,5 Av. de la
Chablière, 1004 Lausana (Suiza)
11-16 de julio
Salzburgo
Unión Internacionalde Historia y de Filosofía de las Ciencias:
7."congreso internacional (Tema: Lógica, metodología y
filosofía de las ciencias)
P. Weingartner,Institut Für Philosophie,FranziskanergasseI,
A 5020 Salzburgo (Austria)
24-29 de julio
Budapest
Sociedad Europea de Sociología Rural: 12." congreso (Tema: el desarrollo rural)
Hungarian Organizing Committee, 12th. European Congress
for Rural Sociology,P.O.Box 20, 1250 Budapest (Hungría)
24-29 de julio
Quito
Sociedad Interamericanade Psicología:19."congreso
Gerard0 O'Brien SIP, Spanish Speaking Mental Health
Research Center, University of California, Los Angeles,
CA 90024 (Estados Unidos de América)
Agosto
Europa
occidental
Asociación Internacional de Ciencias Económicas: 7."congreso mundial (Tema:Cambios estructurales,interdependencia económica y desarrollo del tercer mundo)
AISE, 4 rue de Chevreuse,75006 París (Francia)
432
14-25 de agosto
Laval y Vancouver
International Union of Anthropological Sciences: 11." congreso internacional
IUAES, A. Braxton, Depi. of Anthropology and Sociology,
6303 N.W.Marine Drive, University of British Columbia
Campus, Vancouver, B.C. (Canadá)
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Prof. J. C. O'Brien, Dept. of Finance and Industry,California
State University-Fresno.Fresno, CA 93740 (Estados Unidos de
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28 de agosto3 de sept.
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California
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J. Wesley Clayton, Chemistry Building 320 University of
Arizona, Tucson,Arizona 85721 (Estados Unidos de América)
31 de agosto7 de sept.
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Asia y Africa del norte
31 C I S H A A N , Toho Gakkai, 4-1 Mishi Kanda 2 chome
Chiyoda-ku,Tokio 101 (Japón)
Septiembre
Parts
Congreso sobre el tratamiento de la información
M .Hermien, 6 Place de Valois, 75001 Paris (Francia)
5-10 de septiembre
Varsovia
Société Internationalede Criminologie: 11."congreso internacional
Soc. Internat. de Crimonologie,4,rue de Mondovi, 75001Parts (Francia)
19-23 de septiembre
Berlin
Institut International des Sciences Administratives: 19."congreso internacional
LISA, Guy Braibant, Rue de la Charité 25, 1040 Bruselas
(Bélgica)
otoño
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internacional
P. J. P. McEwan, Glengarden, Bridge of Gairn Balloter,
Aberdeenshire,Scotland ABE 5 U B (Reino Unido)
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San Francisco
International Association of Professional Relations: reunión
anual
ZAPR, 7226 Social Science Building, University of Wisconsin,
Madison, Wisconsin 53706 (Estados Unidos de América)
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Federación Internacional de la Vivienda, el Urbanismo y la
Ordenación del Territorio: Congreso (Tema: posibilidades y
problemas económicos y técnicos de la rehabilitación urbana)
FIHUAT, 43 Wassenaarseweg, 2596 CG Là Haya (Países
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III I Services mondiaux d'information en sciences sociales,II I
Servicios mundiales de información sobre ciencias sociales,11.)
60 francos franceses.
Publicaciones recientes de la Unesco
437
Cómo obtener estas publicaciones:a) Las publicaciones de la Unesco que lleven precio pueden obtenerse en la Oficina de
Prensa de la Unesco,Servicio Comercial (PUB/C),7,place de Fontenoy,75700Pans,o en los distribuidores nacionales;
b) las publicaciones de la Unesco que no lleven precio pueden obtenerse gratuitamente en la Unesco, División de
c) las Co-publicacionesde la Unesco pueden obtenerse en todas aquellas librerías de alguna
Documentos (COL/D);
importancia.
A partir de 1978 esta Revista se ha publicado regularmente en español. Cada número está consagrado a un
tema principal.
Vol.XXX,1978
N.O 1 L a territorialidad: parámetro político
N.O 2 Percepciones de la interdependencia
mundial
tecnología contra comunidades ?
N.O 3 El trabajo
N.O 4 Acerca del Estado
Vol.XXXIII,1981
N.O 3 Viviendas humanas:
de la tradición al modernismo
N.O 4 L a violencia
Vol. XXXI,1979
1 La información socioeconómica:
sistemas, usos y necesidades
N.O 2 E n las fronteras de la sociología
N.O 3 L a tecnología y los valores culturales
N.O 4 L a histonografía moderna
N.O
N.O 1 L a pedagogía de las ciencias sociales:
algunas experiencias
N.O 2 Articulaciones entre zonas urbanas
y rurales
N.O 3 Modos de socialización del niño
N.O 4 E n busca de una organización racional
Vol. XXXIV,1982
91
92
41
94
Imágenes de la sociedad mundial
EI deporte
EI hombre en los ecosistemas
Los componentes de la música
Vol.XXXII,1980
N.O 1 Anatomía del turismo
N."2 Dilemas de la comunicación:
Vol. XXXV,1983
95
El peso de la militarización
Publicaciones de la Unesco: agentes de venta
Albania: N.Sh. Botimeve Naim Frasheri,TIRANA.Benin: Librairie nationale,B.P.294,PORTONovo.
Alemania (Rep. Fed. de): S. Karger G m b H , Karger Birmania: Trade Corporation no. (9), 550-552
Buchhandlung,Angerhofstr.9,Postfach 2,D-8034 Merchant Street,RANGOON.
GERMERINGIMUNCHEN.
“ElCorreo” (edicionesalemana, española, francesa e inglesa): M. Herbert
Baum,Deutscher Unesco-KurierVertrieb,Besaltstrasse 57, 5300 BONN,Para los mapas cientljlicos
solamente: Geo Center, Postfach 800830, 7000
STVITGART 80.
Bolivia: Los Amigos del Libro: casilla postal 4415,
LAPAZ;Avenida de las Heroínas 3712,casilla 450,
COCHABAMBA.
Brasil: Fundaçáo Getúlio Vargas,Serviço de Publicaçoes, Caixa postal 9.052-ZC-02,
Praia de Botafog0
188,
RIO
DE
JANEIRO
R
J
(GB).
Alto Volta: Librairie Attie, B.P.64,OUAGADOUGOU. Librairie catholique “Jeunesse d’Afrique’’, Bulgaria: Hemus, Kantora Literatura,bd. Rousky
OUAGADOUGOU.
6,SOFIJA.
Angola: Distribuidora Livros e Publicaçoes, caixa Canadá: Renouf Publishing Company Ltd., 2182
postal 2848,LUANDA.
St. Catherine Street West, MONTREAL,
Que.
Antillas francesas: Librairie “Au Bou1 Mich”, 66, H3HlM7.
avenue des Caraïbes,97200FORT-DE-FRANCE
(Mar- Colombia: Instituto Colombiano de Cultura,carera
tinica).
3 A n.O 18-24,BOGOTA.
Antillas holandesas: C.C.T.
Van Dorp-Eddine Congo: Librairie populaire, B.P.577, BRAZZAN.V.,P.O. Box 200, WILLEMSTAD
(Curaçao, VILLE,POINTE NOIRE,
LOUBOUMO,
NKAYI,
MAKAN.A.).
BANA, OWENDO,
OUESSO,
IMPFONDO.
Arabia Saudita: Dar Al-Watan for Publishing
and Information,Olaya Main Street,Ibrahim Bin Costa de Marmil:Librairie des Presses de i’Unesco,
Commission nationale ivoirienne pour l’Unesco,
Sulaym Building, P.O.Box 3310,RIYAHD.
B.P.2871,ABIDJAN.
Argelia: Institut pédagogique national,11,rue AliHaddad (ex-rue Zaâtcha), ALGER.
Société natio- Costa Rica: Librería Trejos, S.A.,apartado 1313,
nale d’éditionet de diffusion (SNED),3,boulevard SAN JOSE.
Office des publications Cuba: Ediciones Cubanas, O’Reilly n.O 407, LA
Zirout Youcef, ALGER.
universitaires (OPO),29 rue Abou Nouas, Hydra, HABANA.
Solamente EI Correo de la Unesco:
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LYR S.R.L.,Tucumán 1685,1050 BUENOSAIRES. Checoslovaquia: SNTL,Spalena 51,PRAHAi (expoAustralia: Educational Supplies Pty. Ltd., P.O. sición permanente). Zahranicni literatura, 11 SouBOX 33, Brookvale 2100, N.S.W.Publicationes kenicka, PRAHA l. Para. Eslovaquia solamente:
periódicas: Dominie Ptyl. Ud., P.O. Box 33, Alfa Verlag,Publishers,Hurbanovo nam. 6,89331
W.Subagente: United Nations BRATISLAVA.
Brookvale 2100 N.S.
Association of Australia,P.O.Box 175, 5th floor,
Chile: Bibliocentro Ltda., Constitución n.’ 7,
Ara House,28 Elizabeth street.EAST
MELBOURNE
casilla
13731, SANTIAGO(21), Librería La Biblio3000. Hunter Publications, 58A Gipps St.,
teca,Alejandro 1867,casilla 5602,SANTIAGO2.
COLLINGWOOD
VICTORIA
3066.
Austria: Buchhandlung Gerold and Co.,Graben China:.China National PublicationsImport Corporation, West Europe Department, P.P.Box 88,
31,A-1011 WIEN.
Bangladesh: Bangladesh Books International Ltd.,
Ittefaq Building, 1 R.K. Mission Road, Hatkhola,
DACCA
3.
Bélgica: Jean D e Lannoy, 202,av. du Roi, 1060
BRUXELLES.
CCP 000-0070823-13.
BEIJIN.
Chipre: “ M A M ” , Archbishop Makarios, 3rd Avenue,P.O.Box 1722,NICOSIA.
Dinamarca: Munksgaard Export and Subscription
K.
Service,35 Norre Sogade,DK 1370 KOVENHAVN
~
~
~
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DINACUR Cía. Ltda., Pasaje San Luis 325 y B.P.111,PORT-AU-PRINCE.
Matovelle (Santa Prisca) Edificio Cheva, ofic. 101,
Ecuador:
QUITO. Libros solamente: Librería Pomaire, A m a zonas 863,QUITO.Todas laspublicaciones:Casa de
la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, Pedro
Moncayo y 9 de Octubre, casilla de correo 3542,
GUAYAQUIL.
Egipto: Unesco Publications Centre, 1 Talaat Harb
Street, CAIRO.
Honduras: Liberia Navarro, 2.“avenida
Comayaguela, TEGUCIGALPA.
n.O
201,
Hong Kong: Federal Publications (HK)Ltd., 2 D
Freder Centre, 68 Sung W o n g Toi Road, Tokwawan, KOWLOON.Swindon Book Co., 13-15 Lock
H o n g Kong Government InforRoad, KOWLOON.
mation Services, Publication Section, Baskenille
House, 22 Ice House Street, HONGKONG.
EI Salvador: Liberia Cultural Salvadoreña, S.A.,
calle Delgado n.O 117,apartado postal 2296, SAN Hungría: Akadémiai Könyvesbolt, Váci u. 22,
BUDAPESTV. A. K. V. Könyvtárosok Boltja,
SALVADOR.
Népköztársaság utja 16,BUDAPEST
VI.
España: Mundi-Prensa Libros S.A.,
apartado 1223,
Castelló 37, MADRID
1. Ediciones Liber, apar- India: Orient Longman Ltd.: Kamani Marg, Baltado 17, Magdalena 8, ONDARROA (Vizcaya). lard Estate, BOMBAY400038;17 Chittaranjan AveD O N A I R E , Ronda de Outeiro 20, apartado de nue, CALCUTTA13;36 A A n n a Salai,Mount Road,
2;5-9 4111 Bashir Bagh, HYDERABAAD
correos 341, LA CORUNA. Liberia Al-Andalus, MADRAS
Roldana 1 y 3,SEVILLA4.Librería Castells, Ronda 500001 (AP);80/1Mahatma Gandhi Road, BANGALORE-~~OOO~;
3-5-820Hyderguda, HYDERABAD7.
Universidad 13,BARCELONA
500001.Subdepósitost Oxford Book and Stationery
Estados Unidos de América: Unipub, 1180,Ave. of Co., 17 Park Street, CALCUITA700016,y Scindia
N.Y.,
10036. Para “El House, NEW DELHI110001; Publications Unit,
the Americas, NEW YORK,
Correo” en español: Santillana Publishing Company Ministry of Education and Culture, Ex. AFO
Inc., 575 Lexington Avenue, N e w York, N.Y. Hutments, Dr. Rajendra Prasad Rd., NEW
10022.
DELHI
110001.
Etiopía: Ethiopian National Agency for Unesco,
P.O.Box 2996,ADDISABABA.
Filipinas: The Modern Book Co., 992 Rizal Ave2800.
nue, P.O.B o x 632,MANILA
Finlandia: Akateeminen Kirjakauppa, Keskuskatu
1, O0100 HELSINKI
10; Suomalainen Kirjakauppa
OY,Koivuvaarankuja 2,01640 VANTA64.
Francia: Librairie de l’Unesco, 7,place de Fontenoy, 75700 PARIS;
CCP Paris 12598-48.
Gabón: Librarie Sogalivre, LIBREVILLE,
PORT
GENTIL,
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Ghana: Presbyterian Bookshop Depot Ltd., P.O.
Box 195, ACCRA.Ghana Book Suppliers Ltd.,
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The University Bookshop
of Ghana, ACCRA.The University Bookshop of
Cape Coast. The University Bookshop of Legon,
P.O.Box, 1,LEGON.
Indonesia: Bhratara Publishers and Booksellers,29
JI. Oto Iskandardinata III, JAKARTA. Gramedia
Bookshop, J1. Gadjah M a d a 109,JAKARTA. Indira
P.Y.,
J1. Dr.Sam Ratulangie 37,JAKARTA PUSAT.
Irán: Commission nationale iranienne pour
l’Unesco,avenue Iranchahr Chomali n.O 300,B.P.
1533,TEHERAN. Kharazmie Publishing and Distribution Co., 28 Vessal Shirazi Street, Enghélab
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Irlanda: The Educational Company of Ireland
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Tycooly International Publ. Ltd., 6 Crofton Terrace, D u n Laoghaire Co., DUBLIN.
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Allenby Road, TELAVIV61000.
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Italia: L I C O S A (Libreria Commissionaria Sansoni
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Guadalupe: Librairie Papeterie Carnot-Effigie,59
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Japón: Eastern Book Service Inc.,37-3 Hongo 3chome, Bunkyo-Ku, TOKIO111.
Jordania: Jordan Distribution Agency,P.O.B.
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Noruega: Todas las publicaciones: Johan Grundt
Lesotho: Mazenod Book Centre,P.O.MAZENOD.Tanum, Karl Johans Gate 41/43,OSLO
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Narvesens Litteraturtjeneste,Box 6125,OSLO
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Nueva Zelandia: Government Printing Office,
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Luxemburgo: Librairie Paul Bruck, 22, Grand- Mail Orders-85Beach Road, Private Bag C.P.O.,
AUCKLAND; Retail-WardStreet,Mail Orders-P.O.
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Madagascar: Commission nationale de la Républi- Trade Center,Mulgrave Street (Head Office) Mail
que démocratique de Madagascar pour l’Unesco, Orders-PrivateBag,WELLINGTON;
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Jalan 222,Petaling Jaya, SELANGOR,University of Box 1104,DUNEDIN.
Malaya Co-operativeBookshop, KUALALUMPUR Países Bajos: Libros solamente: Keesing Boeken
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BAMAKO.
SCHAAN.
Malta: Sapienzas,26 Republic Street,VALLETTA. Pakistán: Mirza Book Agency, 65 Shahrah Quaide-azam,P.O.BOX 729,LAHORE-3.
Marruecos: Todas las publicaciones: Librarie “Aux
DistribuidoraCulturalInternacional,aparbelles images”,281,avenue Mohammed-V,RABAT Panamá:
(CCP 68-74). Librairie des écoles, 12 Avenue tado 7571,zona 5,PANAMA.
“EI Correo” solamente Paraguay: Agencia de Diarios y Revistas, Sra.
Hassan II, CASABLANCA.
(para los docentes): Commission nationale maro- Nelly de García Astillero, Pte. Franco n.’ 580,
caine pour l’Unesco, 19, rue Oqba, B.P.420, ASUNCION.
AGDALRABAT(CCP324-45).
Perú: Liberia Studium, Plaza Francia 1164, aparMauricio: Nalanda Co. Ltd.,30 Bourbon Street, tado 2139,LIMA.
PORT-LOUIS.
Polonia: Ars-Polona-Ruch,
Krakowskie PrzedmiesORPAN-Import,Palac
Mauritania: GRA.LI.CO.MA.,
1,rue du Souk X, cie 7,00-068 WARSZAWA;
Kultury,00-901 WARSZAWA.
Ave. Kennedy,NOUAKCHOTT.
México: SABSA, Insurgentes Sur n.” 1032-401, Portugal: Dias &Andrade Ltda,Livraria Portugal,
MEXICO12,D.F.Librería “EICorreode la Unesco”, rua de Carmo 70,LISBOA.
Actipán 66,Colonia del Valle,MEXICO12,D.F. Puerto Rico: Librería “Alma Mater” Cabrera 867,
Río Piedras,PUERTORICO00925.
Mónaco: British Library, 30, boulevard des MouReino Unido: H.M.Statonery Office, P.O.BOX
lins,MONTECARLO.
569,LONDON,
SE1 9NH;Government bookshops:
Mozambique: Instituto Nacional do Livro e do London,Belfast,Birmingham,Bristol,Edinburgh,
Disco (INLD), avenida 24 de Julho 1921, r/c e Manchester. Para los mapas cientificossolamente:
1.”andar,MAPUTO.
McCarta Ltd., 122 Kings,Cross Road, London
W C 1 X 9DS.
Nicaragua: Libreria CulturalNicaragüense,calle 15
de Septiembre y avenida Bolívar,apartado n.O 807, República Arabe Siria: Librairie Sayegh,Immeuble
Diab,rue du Parlement,B.P.704,DAMAS.
MANAGUA.
Républica de Corea: Korean National Commission
for Unesco,P.O.Box Central 64,SEOUL.
mente: Svenska FN-Förbundet,Skolgränd 2, Box
15050,S-10465Stockholm.(Postgiro 184692). Para
laspublicaciones periödicas solamente:Wennergven-
República Democrática Alemana: Librairies interna- Williams AB,Box 3004,9-10425 STOCKHOLM.
tionales ou Bachhaus Leipzig, Postfach 140,701
LEIPZIG.
Suiza: Europa Verlag,Rämistrasse5,8024ZURICH.
Librairie Payot,6,rue Grenus,1211 GENEVE 11.
República Dominicana: Librería Blasco, avenida
Bolívar n.’ 402, esq. Hermanos Deligne, SANTO Suriname: Suriname National Commission for
DOMINGO.
Unesco P.O.Box 2943,PARAMARIBO.
República Unida del Camerún: Le Secrétaire général de la Commission nationale de la République
unie du Cameroun pour l’Unesco, B.P.1600,
YAOUNDE. Librairie aux Messageries,Avenue de
Librairie aux
la Liberté, B.P.5921, DOUALA;
Frères Réunis, B.P.5346,DOUALA;
Librairie des
Editions Clé,B.P.1501,YAOUNDE; Librairie Saint
Paul,B.P.763,YAOUNDE.
República Unida de Tanzania: Dar es Salaam Bookshop,P.O.Box 9030,DARES SALAAM.
Rumania: ILEXIM, Export-import,3 Calea “13
Decembrie”,P.O.Box 1-136/1-137,
BUCAREST.
Tailandia: Nibondh and Co.,Ltd.,40-42 Charoen
Krung Road, Siyaeg Phaya Sri, P.O.Box 402,
BANGKOK.Suksapan Panit, Mansion 9,RajdamSuksit Siam Company,
nem Avenue, BANGKOK.
1715 Rama IV Road, BANGKOK.
Togo: Librairie évangélique, B.P.378, LOME.
Librairie du Bon Pasteur,B.P.1164,LOME. Librairie universitaire,B.P.3481,LOME.
Trinidad y Tabago: National Commission for
Unesco, 18 Alexandra Street,St.Clair,TRINIDAD
W.I.
Túnez: Société tunisienne de diffusion, 5,avenue
Senegal: Librairie Clairafrique,B .P.2005,DAKAR.de Carthage,TUNIS.
Librairie des 4 vents, 91 rue Blanchot, B.P.1820
Turquía: Haset Kitapevi A. S., Istiklâl .Caddesi
DAKAR.
n.’ 469,Posta Kutusu 219,Beyoglu,ISTAMBUL.
Seychelles: N e w Service Ltd., Kingstate House,
P.O.Box 131, MAHE. National Bookshop, P.O. Uganda: Uganda Bookshop, P.O.Box 145,KAMPALA.
Box 48,MAHE.
G-200.
Sierra Leona: Fourah Bay, Njala University and URSS: Mezhdunarodnaja Kniga,MOSKVA
Sierra Leone Diocesan Bookshop,Freetown.
Uruguay: Edilyr Uruguaya,S.A.,Maldonado 1092,
Singapur: Federal Publications (S) Pte Ltd.,n.’ 1
N e w IndustrialRoad, off Upper Paya Lebar Road,
SINGAPORE19.
MONTEVIDEO.
Venezuela: Librería del Este, avenida Francisco de
Miranda, 52, Edificio Galipán, apartado 60337,
La Muralla Distribuciones S.A.,4.”
Somalia: Modern Book Shop and General, P.O. CARACAS.
avenida de los Palos Grandes, entre 3.”y 4.a
Box 951,MOGADISCIO.
transversal,Quinta, “Irenalis”,CARACAS
106.
Sri Lanka: Lake House Bookshop, Sir Chittampa2. Yugoslavia: Jugoslovenska Knjiga, Trg Republike
lam Gardner Mawata, P.O.Box 244,COLOMBO
518,P.O.B.
36,11-001BEOGRAD.Drzavna Zalozba
Sudáfrica: Van Schaik’s Bookstore (Pty.) Ltd., Slovenije, Titova C. 25, P.O.B.50-1, 61-000
Libri Building, Church Street, P.O.Box 724, LJUBLJANA.
PRETORIA.
Zaire: Librairie du CIDEP, B.P.2307,KINSHASA.
Sudán: AI Bashir Bookshop, P.O. Box 1118, Commission nationalezaïroise pour l’Unesco,ComKHARTOUM.
missariat d’Etat chargé de l’éducation nationale,
B.P.32,KINSHASA.
Suecia:Todas las publicaciones: AiBC.E. Fritzes
Kungl, Hovbokhandel, Regeringsgatan 12, Box Zimbabwe: Textbook Sales (PVT)Ltd.,67 Union
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