Sindicato Mexicano de Electricistas Las luchas de los electricistas se definen con independencia y autonomía de las facciones para desarrollar la política obrera en su búsqueda de establecer derechos obreros. Hubo varios intentos de organizarse por parte de los electricistas, en una de ellas por medio de una cooperativa de producción de servicios publicaron un periódico sencillo, para narrar esos procesos y las formas monopólicas de la empresa eléctrica. Elektrón era ese modo de expresión y mostraba como emblema un puño de entre los dedos cerrados surgían 4 rayos para mostrar la fuerza de la unidad, de la solidaridad y de su capacidad política. 1911 vio esa expresión de organización de los electricistas. Ahora lo recupera el escultor de manera precisa lo que debemos tomar en cuenta en la obra, nos lo dice, su obra expresa la postura política del SME: “Pero esa fuerza no es, en la clase obrera, la de un solo puño, la del individuo solitario que una vez consciente de su papel en la historia se rebela contra el sistema. Así como los dedos de la mano se unen, se compactan para formar un puño, así la fuerza de los trabajadores está en el número: unidos los trabajadores son el puño que se opone a la explotación y muestra unidad para la lucha…” Los años más sólidos han sido, según se cuenta, los treinta cuando se obtiene el contrato colectivo de trabajo por medio de una huelga de 10 días y cuando se logran los actuales estatutos. Es una de las huelgas reconocidas por la mayoría de los electricistas, pero la historia del SME diversas vertientes sobre los secretarios generales, sobre las marchas de los primeros de mayo, sobre cada una de las contrataciones colectivas, sobre las legislativas que las prepararon, de la revista Lux, de los sindicatos aliados al sindicato, sobre los representantes departamentales o los grupos y corrientes sindicales de todo el sindicato. Es posible que de estas cosas sepamos poco, pero serán elementos para considerar en cuáles décadas cada uno son más importantes, cuándo la política de la empresa afecta las cuestiones sindicales, cuándo un conflicto de un departamento de convierte en una lucha general o bien si la cantidad de trabajadores como el caso de construcción logra que una dirección le ofrezca concesiones especiales como revisión de su convenio o aumentos de salarios. Los emblemas simbólicos son necesarios. Así tenemos al himno, el estandarte y nuestro escudo. En el transcurso de su trayectoria los electricistas han enfrentado múltiples y diversas políticas de los gobiernos, de los directores de CFE y de los propios de Luz y Fuerza del Centro, para socavar la ideología, los objetivos, el contrato colectivo, la zona de trabajo, la materia de trabajo enfrentando grupos y escalafones, en diversos momentos su intromisión ha llegado a sus grupos sindicales para debilitar las elecciones; la CFE está dedicada desde la nacionalización a provocar a la empresa y a sus electricistas con la invasión de la zona por medio de instalaciones duplicando subestaciones, restringiéndolas o destruyendo inversiones para apropiárselas como el CENACE o la conversión de corriente cuya labor les correspondía. Los altibajos han sido pues, constantes. La lucha sindical ha requerido de la unidad, de la acción amplia, del apoyo pleno de los jubilados e, incluyendo, a las familias de los mismos electricistas. EN HONOR A NUESTRA DIGNA LUCHA DE RESISTENCIA 6