organización de la fiscalia con la nueva oficina judicial

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ORGANIZACIÓN DE LA FISCALÍA
CON LA NUEVA OFICINA JUDICIAL
SUMARIO:
1.- Antecedentes
2.- Situación actual del problema
3.- La Nueva Oficina Fiscal
Aspectos concretos
4.- Medios necesarios para la nueva Oficina Fiscal
1. Medios humanos
2. Medios materiales
Santiago Mena Cerda,
Fiscal Jefe Fiscalía Provincial de Burgos
Burgos, Febrero de 2010
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ORGANIZACIÓN DE LA FISCALIA CON LA NUEVA OFICINA
JUDICIAL.
1. ANTECEDENTES
La regulación legal de la Oficina de la Fiscalía es prácticamente
inexistente. La escasa precisión de la redacción originaria del Estatuto
Orgánico del Ministerio Fiscal de 1981, sin duda, puede ser explicable por la
intención del legislador de desarrollar reglamentariamente aquel en el plazo de
un año, pero el R.D. 26/1982, de 22/12, terminó definitivamente con la
esperanza al suspender sine die la eficacia de la Disposición Final 1ª del
Estatuto.
- El Reglamento de 27 de febrero de 1969, aún parcialmente en vigor, es
de poca utilidad. Nos sirve para concretar qué es lo que ha de entenderse por
personal auxiliar: “bajo esta denominación se comprenden los funcionarios al
servicio de la Administración de Justicia pertenecientes a los Cuerpos de
Secretarios, Oficiales, Auxiliares y Agentes” (art. 106). La presencia de los
Secretarios Judiciales en las Fiscalía fue suprimida tras la entada en vigor de
la LOPJ en 1985, y en cuanto a los demás, será el “necesario en atención al
número de asuntos en que intervienen los Fiscales adscritos a la misma”.
- En cuanto a las instalaciones de las Fiscalía, el Reglamento sólo
alude “a un despacho para el Fiscal, otro para el Teniente fiscal, otro para los
Abogados Fiscales y otro para la Secretaría, y cuando el número de miembros
de funcionarios exceda de cuatro, otro local adecuado como Sala de Juntas y
Biblioteca” (art. 121).
La mayor parte de las previsiones actuales sobre la Oficina de la Fiscalía
viene recogida en un buen número de Instrucciones de la Fiscalía General del
Estatuto, entre otras:
La Instrucción 2/2000, de 27 de diciembre, regula la organización y
tratamiento procesal en las Secciones de Menores y prevé que éstas estén
apoyadas por personal colaborador para atender el servicio.
Instrucción 3/2004 de 29 de marzo, sobre las consecuencias de la
desaparición del Secretario en las Secciones de Menores de Fiscalía, que
atribuye al Fiscal Jefe la jefatura del personal colaborador de la Sección de
Menores (desde el personal auxiliar a los integrantes de los Equipos
Técnicos), sin perjuicio de posibles delegaciones en el Fiscal responsable de
la Sección.
La Instrucción 7/2005, de 25 de junio, que creó las Secciones de
Violencia sobre la Mujer. El diseño de la Secretaria, flexible en función de la
diversa entidad de cada Sección, exige un espacio físico donde pueda
organizarse la infraestructura personal de funcionarios al Servicio de la
Administración de Justicia que colaboran en atender el servicio que se presta
desde la Sección. La Secretaría de la Sección contra la Violencia estará
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ubicada en la Capital, pero en las Adscripciones Permanentes contará con la
infraestructura precisa para soportar la proyección de la Sección en todos los
Juzgados de Violencia sobre la Mujer de su ámbito territorial.
La Instrucción 1/2001 que creó el Servicio de Siniestralidad Laboral y
la 5/2007 que creó las Secciones de ésta y de Seguridad Vial y Extranjería.
Tanto éstas como las Secciones de Medio Ambiente. (Instrucción 4/2007)
prevén la existencia de personal auxiliar adscrito a las correspondientes
secciones y, en algunos casos, faculta a los Fiscales Jefes la posibilidad de
delegar en los Fiscales Delegados respectivos la organización de los Registros
de la Sección y la ordenación y reparto de trabajo del personal auxiliar
adscrito a la misma, así como la emisión de instrucciones sobre cuestiones,
accesorias o complementarias al funcionamiento de la Secretaría de la
Sección.
Últimamente la Instrucción 4/2009 sobre la organización de las
Secciones de lo Civil y del régimen especializado en materia de protección de
personas con discapacidad y tutelas.
- El Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal tras su reforma por Ley
24/2007 de 9 de octubre tampoco aporta mucha novedad a la materia. De un
lado, deja inalterado el contenido del art. 71 “Habrá en los órganos fiscales el
personal técnico y auxiliar necesario para atender al servicio, que dependerá
de los Fiscales Jefes respectivos sin perjuicio de la competencia que
corresponda a otros órganos en la esfera que les sea propia”.
Por otro lado, en el artículo 72 .1: “Las Fiscalías tendrán en todo caso
una instalación adecuada en la sede de los Tribunales y Juzgados
correspondientes, y además podrán contar con sus propias instalaciones fuera
de dichas sedes cuando ello convenga a la mejor prestación del servicio”.
Artículo 72.2.: “Las instalaciones del Ministerio Fiscal se hallarán dotadas
de los medios precisos que se consignen en las Leyes de Presupuestos”.
Artículo 72.3: “Los Presupuestos Generales del Estado y los de las
Comunidades Autónomas que hayan asumido competencias en materia de
Administración de Justicia
contemplarán, dentro de la Sección que
corresponda, y previa ponderación de las necesidades funcionales del
Ministerio Fiscal propuestas por el Fiscal General del Estado, previa audiencia,
en su caso, a las Comunidades Autónomas con competencias en la materia,
las correspondientes partidas presupuestarias adecuadamente singularizadas
para atender aquéllas. En todo caso, una de estas partidas será gestionada por
la Unidad de Apoyo del Fiscal General y estará destinada a atender los gastos
de funcionamiento de la administración de la Fiscalía General del Estado”.
2. SITUACIÓN ACTUAL DEL PROBLEMA
La Nueva Oficinal Fiscal – actualización del antiguo concepto de
“secretaría” de la Fiscalía –se halla actualmente pendiente de implantación por
el Ministerio de Justicia, junto con las Comunidades Autónomas con
competencias en materia de Justicia. Ello comporta una necesaria
modernización integral, la elaboración de un nuevo modelo organizativo
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adecuado a las necesidades del siglo XXI, basado en los principios
esenciales de agilidad, eficacia y calidad apuntados ya en el Pacto de
Estado para la Reforma de la Justicia del año 2001. Las previsiones de dicho
Pacto de Estado han sido objeto de desarrollo y aplicación – a través de la Ley
Orgánica 19/2003, de 23 de diciembre, de reforma de la LOPJ, completada
últimamente por las dos leyes de reforma dictadas en 2009 para la
implantación de la Nueva Oficina Judicial (Ley 13/2009, de 3 de noviembre
y LO 1/2009, de 3 de noviembre).
Este anhelo de modernización plasmado en las leyes antedichas es
complemento del ambicioso y completo “Plan de Modernización de la
Justicia” del CGPJ (2008), con su correspondiente “Hoja de ruta”. Conforme
a esta misma línea, el Ministerio de Justicia, por su parte, ha elaborado un
“Plan Estratégico de Modernización de la Justicia 2009-2012”, aprobado el
18-09-2009 por el Consejo de Ministros. Uno de sus objetivos es,
precisamente, el despliegue de la Nueva Oficina Judicial y la Nueva Oficina
Fiscal, en el contexto de una Justicia tecnológicamente avanzada, a la que
se refiere en los siguientes términos: “ la ejecución del Plan Estratégico
permitirá realizar, en colaboración con la Fiscalía General del Estado, el estudio
de necesidades de organización y de puestos de trabajo singularizados en las
oficinas físcales, dimensionando sus necesidades para poder responder
adecuadamente al importante aumento de la planta fiscal, a su nueva
estructura orgánica y a las crecientes responsabilidades que recaen sobre el
Ministerio Público” Declaración de intenciones de la que difícilmente cabe
deducir el modelo de oficina que el Ministerio de Justicia pretende implantar en
las Fiscalías. A fecha de hoy no se ha avanzado nada en ese sentido y
seguimos sin conocer el posible texto regulador. Esta falta de concreción se
manifiesta pues en la ausencia de referencias a la Oficina Fiscal en la Ley
13/2009 de 3 de Noviembre que sí regula la reforma procesal para la
implantación de la Nueva Oficina Judicial plasmando en su preámbulo que “La
reforma de la Justicia se ha convertido en un objetivo crucial e inaplazable.
Los ciudadanos tienen derecho a un servicio público de la Justicia ágil,
transparente, responsable y plenamente conforme a los valores
constitucionales. Uno de los medios esenciales para conseguirlo es la
implantación en España de la Nueva Oficial Judicial, cuyo objetivo es la
racionalización
y optimización de los recursos que se destinan al
funcionamiento de la Administración de Justicia.
Se trata de que los Jueces y Magistrados dediquen todos sus esfuerzos
a las funciones que les vienen encomendadas por la Constitución: juzgar y
hacer ejecutar lo juzgado. Para ello es preciso descargarles de todas aquellas
tareas no vinculadas estrictamente a las funciones constitucionales que se
acaban de señalar, y a ello tiende el nuevo modelo de la Oficina Judicial. En
ella, se atribuirán a otros funcionarios aquellas responsabilidades y funciones
que no tienen carácter jurisdiccional y, por otra parte, se establecerán sistemas
de organización del trabajo de todo el personal al servicio de la Administración
de Justicia, de forma que su actividad profesional se desempeñe con la
máxima eficacia y responsabilidad. En este nuevo diseño, jugarán un papel de
primer orden los integrantes del Cuerpo Superior Jurídico de Secretarios
Judiciales”.
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Nada se dice en esta Ley sobre la Oficina Fiscal. El párrafo transcrito
debería hacerse extensivo al Ministerio Fiscal, pues del mismo modo que es
deseable que Jueces y Magistrados dediquen todas sus esfuerzos a las
funciones que les vienen encaminados por la Constitución: juzgar y hacer
ejecutar lo juzgado, descargándoles de las tareas no vinculadas estrictamente
a las funciones señaladas, también el Ministerio Fiscal tiene encomendadas
funciones constitucionales; “promover la acción de la justicia en defensa de
la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público
tutelado por la Ley, de oficio o a petición de los interesados, así como
velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la
satisfacción del interés social” (artículo 124 de la Constitución de 1978), y su
transposición en el artículo 1 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal).
El establecimiento de sistemas de organización del trabajo de todo el
personal al servicio de la Administración de Justicia, de forma que su actividad
profesional se desempeñe con la máxima eficacia y responsabilidad, también
se debe extender a los profesionales que prestan sus servicios en las Fiscalías,
pues los funcionarios en ellas destinados y por supuesto los Fiscales,
participamos de la Administración de Justicia, como servicio debido a los
ciudadanos, al igual que el resto de colectivos aludidos; Jueces, Magistrados,
Secretarios Judiciales y otros funcionarios de la Administración de Justicia.
Del contenido de la Ley 13/2009 no puede intuirse cual será el futuro
formato de la Nueva Oficina Fiscal –que como se ha dicho no está concretada
en los trabajos de elaboración ministerial-.
Únicamente en el segundo objetivo complementario del apartado IV de
su preámbulo al tratar de las buenas prácticas procesales se hace una breve
referencia al Ministerio Fiscal, al decir que “el Secretario Judicial se coordinará
con el Ministerio Fiscal en los procedimientos en que las leyes prevean su
intervención”.
Escasa dedicación legislativa a la necesaria y urgente resolución que
exige la implantación de la Nueva Oficina Fiscal.
No obstante las características propias del Ministerio Fiscal, como
órgano de relevancia constitucional integrado con autonomía funcional
en el Poder Judicial, exige que las singularidades de su organización – en
lo relativo a la Oficina Fiscal – deban contemplarse a la hora del diseño de
la Nueva Oficina Fiscal, sin que sea trasladable en bloque el diseño de la
oficina judicial a las Fiscalías.
3. LA NUEVA OFICINA FISCAL
La Oficina Fiscal es la organización instrumental orientada a la
gestión de medios personales, materiales, organizativos y tecnológicos
que presta soporte y apoyo a la actividad del Ministerio Fiscal.
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El modelo de la Nueva Oficina Fiscal, pendiente de definición de acuerdo
con sus propias singularidades,
esencialmente tendrá dos referentes
normativos:
1) Mutatis mutandis, las normas reguladoras de la Nueva Oficina Judicial
establecidas en la LOPJ, tras su modificación por LO 19/2003, basada en
principios de flexibilidad y funcionalidad, según puede inferirse de la
disposición adicional séptima (relativa a “Funcionarios destinados en las
Fiscalías”).
2) La nueva regulación del Ministerio Fiscal en el Estatuto Orgánico del
Ministerio Fiscal, aprobado por Ley 50/1981, de 30 de diciembre, tras la
importante reforma operada por Ley 24/2007, de 9 de octubre. Uno de los
principales objetivos de dicha reforma ha sido la modernización de la
estructura organizativa y funcional del Ministerio Fiscal, mediante el
despliegue de una nueva organización territorial y la decidida apuesta por el
principio de especialización. A dicha nueva estructura habrá de amoldarse la
Nueva Oficina Fiscal.
3.1 ASPECTOS CONCRETOS
3.1.1. La actual estructura de la oficina fiscal no
responde a las presentes necesidades operativas propias de una moderna
oficina pública; lo que provoca la ineficacia e irracional gestión de los recursos
humanos.
El número de funcionarios de la Administración de Justicia asignadas a
las Fiscalía apenas llega al 5% del total de los funcionarios de la Administración
de Justicia.
La ratio de funcionario por Fiscal en algunas fiscalías es del 0,3 por 100.
La pretensión de un funcionario por fiscal es muy lejana en la mayor parte de
las Fiscalías.
No existe distinción entre el trabajo desempeñado por gestores y
tramitadores.
La gestión de personal, medios materiales e informáticos recae
directamente sobre el Fiscal Jefe en detrimento de sus funciones.
Se hace necesario, por tanto, establecer unos protocolos de actuación y
funcionamiento de la Nueva Oficina Fiscal que son distintos de los que resultan
aplicables a la Nueva Oficina Judicial.
Es preciso establecer un nuevo modelo que garantice la
modernización del sistema sobre la base de un auténtico control de los
servicios y la informatización de los procesos que ingresan en la Fiscalía.
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3.1.2. Los principios inspiradores del nuevo modelo serían
básicamente los siguientes:
3.1.2.1. Creación de la figura del gestor de
personal. La jefatura de la oficina en el aspecto organizativo ha de ser
ejercitada por personal especializado dependiente de la Administración
competente (estatal o autonómica), con competencias directas y ejecutivas
sobre el mismo, sin perjuicio de la supervisión del Fiscal Jefe respectivo.
Se impone una clara diferenciación entre las funciones fiscales, por un
lado (Fiscal Jefe, fiscales responsables de áreas y demás fiscales), y las
funciones relativas a la gestión de la oficina (personal, medios materiales y
económicos, estadística, etc.). Esto significa que, sin perjuicio de las facultades
de supervisión de la marcha de la oficina, correspondientes al Fiscal Jefe o
responsable de área, cada fiscal ha de centrar su actividad en sus funciones
propias, dejando la gestión de la oficina a una persona específicamente
dedicada a esa función. Y ello independientemente de que se pueda
reintroducir en las Fiscalías la figura del secretario judicial en sus otras
funciones propias en materia de documentación y fe pública.
La introducción de esta figura junto con la de sistemas de gestión de
calidad son algo imprescindible para la modernización, racionalización y
optimización de recursos humanos, materiales y tecnológicos. Está
constatado que “las mejoras en tecnología, formación y gestión
organizativa permiten aumentar la productividad individual y global de la
organización”
En nuestro marco normativo este gestor de personal podría encajar, con
las convenientes adaptaciones a la realidad de las Fiscalías, en la idea
expresada por el art. 439.1 LPOJ (tras reforma operada por LO 14/2003) en
relación con la jefatura en materia de gestión de medios humanos (personal),
medios informáticos y nuevas tecnologías y demás medios materiales:
Ya en su momento el “Libro Blanco del Ministerio Fiscal” (1995), al tratar
de “la oficina fiscal” afirmaba, con razón, que “es imprescindible la creación de
un responsable de la oficina fiscal, tanto de personal, como de gestión de
medios materiales y económicos”, después de la “lamentable supresión de la
figura del secretario” en las Fiscalías. Se trataría de “un funcionario cualificado”
que, entre otras, ejercería la función de “jefe inmediato y directo del personal
auxiliar”, “bajo la supervisión de la jefatura”. En sus aportaciones para la
elaboración de aquél “Libro Blanco”, la mayoría de las Fiscalías solicitaban la
reinstauración de la figura del secretario judicial en las Fiscalías para atribuirle
– entre otras - las referidas funciones; o, en su defecto, la creación de una
figura “ad hoc”, es decir, un “funcionario especializado”.
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3.1.2.2. Relación de puestos de trabajo. El sistema
de ordenación del personal al servicio de la Fiscalía, será la relación de
puestos de trabajo, correspondiendo a la Comunidad Autónoma el diseño y
aprobación de las mismas. Estas contendrán una descripción de cuáles son los
puestos de trabajo con los requisitos para el desempeño de cada uno de ellos.
Se buscará la versatilidad en el desempeño de las tareas propias del personal
colaborador integrante de la oficina fiscal, superando las actuales categorías
estancas de gestor, tramitador y auxilio, que son poco eficaces para las
necesidades de dicha oficina.
3.1.2.3. Modernización de los métodos de trabajo:
Deberán introducirse técnicas de gestión de personal y de distribución de
tareas. Para ello, será preciso la implantación generalizada de las nuevas
tecnologías y de sistemas de gestión de calidad, en aras de la modernización,
racionalización y optimización de los medios humanos, materiales y
tecnológicos. Al igual que las entidades privadas, los organismos públicos han
de dotarse de un buen diseño organizativo y una adecuada gestión de calidad.
Hay que resaltar que será esencial no sólo la dotación de medios sino
también la formación (en la manera que se indica seguidamente).
3.1.2.4. Lenguas oficiales. Se garantizará
la
atención al ciudadano en cualquiera de las lenguas oficiales por parte del
personal colaborador, en las CCAA que existan.
3.1.2.5. Formación del personal colaborador. Se
precisan cursos de reciclaje y formación continua, modular y singularizada
para los funcionarios de la oficina fiscal. Se trataría de una formación adaptada
a las características singulares de la organización y funcionamiento del
Ministerio Fiscal y de las tareas que, en la Nueva Oficina Fiscal, se atribuya al
personal colaborador. Esta formación ha de abarcar, en todo caso, las
siguientes materias:
a) Organización judicial y fiscal.
b) Procedimientos judiciales y fiscales (diligencias preprocesales).
c) Tecnologías de la información y telecomunicaciones. Especialmente,
ofimática y telemática (a nivel básico, medio y avanzado).
d) Formación informática, permanente y actualizada, en relación con el Sistema
de Información del Ministerio Fiscal; particularmente, en lo relativo a la
aplicación de gestión procesal (aplicación Fortuny).
e) Áreas especializadas de actuación del Ministerio Fiscal (violencia doméstica
y de género, medio ambiente, seguridad vial, etc.).
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f) Lenguaje jurídico.
3.1.2.6. Flexibilidad en la nueva estructura de la
oficina fiscal; de forma que su dimensión y organización interna pueda
determinarse en función del volumen de trabajo de cada circunscripción.
3.1.2.7. Adecuación de la Nueva Oficina Fiscal a
los principios organizativos de especialización y territorialización. El
diseño e implantación de la Nueva Oficina Fiscal habrá de adecuarse al nuevo
modelo organizativo y funcional del Ministerio Fiscal, conforme a la Ley
24/2007, de 9 de octubre, de modificación del EOMF (Ley 50/1981, de 30 de
diciembre). Dicho nuevo modelo está inspirado en los principios básicos de
especialización (áreas especializadas) y de territorialización (particularmente,
estructuración en Fiscalías de CCAA, Fiscalías Provinciales y, dentro de éstas,
Fiscalías de Área y Secciones Territoriales).
Por consiguiente, dentro de cada Fiscalía territorial (sobre todo, en las
oficinas de las Fiscalías Provinciales) debería procederse, en la medida de lo
posible y necesario, a una distribución en áreas especializadas (Secciones o
Servicios). En cada una de ellas estaría adscrito el personal colaborador que,
de forma exclusiva o preferente, prestase apoyo a los fiscales adscritos a dicha
área. Todo ello sin perjuicio de la coordinación por parte del Fiscal Jefe
respectivo (coordinación en horizontal) y del Fiscal de Sala Delegado o
Coordinador de la FGE (coordinación en vertical).
3.1.2.8. Unidad de Apoyo y otras Unidades o
Servicios. En las Fiscalías de las Comunidades Autónomas debe darse
cumplimiento completo a lo dispuesto en el artículo 18.3 del EOMF, respecto
de la constitución de la Unidad de Apoyo.
Además, habría que estudiar la conveniencia de que, en cada Fiscalía
territorial, hubiese también ciertos servicios o unidades, como las siguientes:
- Servicio de atención al ciudadano (y víctimas). Parece una exigencia de la
“Carta de Derechos del Ciudadano ante la Justicia” (2002) y el “Plan de
Transparencia Judicial” (2005).
- Servicio de estadística, informática y documentación. Estaría integrado por
personal colaborador (funcionarial y técnico-informático) que asumiese
funciones de apoyo al Fiscal Jefe en materia de estadísticas, memorias,
informática, biblioteca, archivo y, en general, gestión de información y
documentación. El personal de este servicio, bajo la supervisión, en su caso,
del gestor de personal y el Fiscal Jefe, realizaría una labor de coordinación y
auxilio en el trabajo de gestión procesal con la aplicación informática Fortuny
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por parte del funcionariado de la oficina fiscal, así como de enlace entre este
funcionariado y el CAU de los servicios informáticos correspondientes
(Ministerio de Justicia o Administración autonómica).
3.1.2.9. Mejora sustancial del Sistema
Informático del Ministerio Fiscal. Gestión estadística y documental.
Especialmente en lo que se refiere a la gestión de la estadística anual y
especiales, que aportan datos e información muy necesaria para la elaboración
de la memoria anual y otros informes.
3.1.2.10.
Interoperabilidad
o
intercomunicación entre las Fiscalías y los órganos judiciales. El
“entendimiento” entre los sistemas informáticos de ambos organismos parece
fundamental para una racionalización y optimización de los recursos en la
Justicia. Actualmente, parece dar respuesta el Programa– Esquema Judicial de
Interoperabilidad y Seguridad -, aprobado en diciembre de 2009, en desarrollo
del ambicioso “Plan Estratégico de Modernización de la Justicia 2019-2012”,
aprobado por el Consejo de Ministros de 18-09-2009.
Como una particularidad de esa interoperabilidad, interesa establecer
mecanismos de coordinación entre la oficina de Fiscalía y el Servicio común de
señalamientos de la nueva oficina judicial para la asistencia a juicios y vistas.
4.MEDIOS NECESARIOS PARA LA NUEVA OFICINA FISCAL
4.1.- MEDIOS HUMANOS
El elemento personal o humano (medios humanos o personales) de la
Nueva Oficina Fiscal nos lleva a hablar del personal colaborador integrante de
dicha oficina, así como de la Unidad de Apoyo al Fiscal Superior.
4.1.1.
Personal colaborador integrante de la nueva oficina
fiscal
En materia de personal colaborador hay que tener en cuenta los
siguientes principios básicos reguladores de la Nueva Oficina Fiscal (conforme
a la LOPJ y el EOMF):
- Los puestos de trabajo de la Nueva Oficinal Fiscal sólo podrán ser
cubiertos por personal de los cuerpos funcionariales al servicio de la
Administración de Justicia, ordenándose de acuerdo con las relaciones de
puestos de trabajo –RPT- (arg., art. 435.4 LPOJ). Todo ello sin perjuicio de lo
previsto para las Unidades de Apoyo Directo (arts. 13.4 y 18.3 EOMF).
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- En la Nueva Oficinal Fiscal se integrará el personal técnico y auxiliar
necesario para atender el servicio en cada uno de los órganos fiscales. Dicho
personal dependerá de los Fiscales Jefes respectivos, sin perjuicio de la
competencia que corresponda a otros órganos en la esfera que les sea propia
(arg., art. 71 EOMF).
Además, parece
consideraciones:
adecuado
tener
en
cuenta
las
siguientes
- Resulta muy necesario fomentar la permanencia, estabilidad y
especialización del funcionariado colaborador de las Fiscalías, idea ya
plasmada en el “Libro Blanco del Ministerio Fiscal” (1995). Mediante incentivos
profesionales y formación especializada adecuados, el destino en las Fiscalías
ha de resultar atractivo para el funcionariado colaborador, terminando la actual
situación de continuos traslados.
- En cuanto al personal colaborador interino debe primarse la
permanencia del funcionariado interino con experiencia y valía
demostrada en las Fiscalías. De manera que, en caso de vacante a cubrir, la
misma sea ocupada por persona interina de esas características, acreditadas
con “informe motivado” del Fiscal Jefe respectivo.
4.1.2. La unidad de Apoyo al Fiscal Superior de Comunidad
Autónoma.
Como consecuencia de la modernización de la estructura organizativa del
Ministerio Fiscal (Ley 24/2007) , a nivel central se ha creado la Unidad de
Apoyo al Fiscal General del Estado; teniendo encomendadas – entre otras –
funciones en materia de estadística, informática, personal, medios materiales,
información y documentación (art. 13.4, a, b y c EOMF). De forma semejante, a
nivel territorial autonómico, se prevé la creación de una Unidad de Apoyo al
Fiscal Superior de la Comunidad Autónoma, en ciertas Autonomías,
concretamente las que tienen competencias en materia de Justicia (art. 18.3
EOMF). Se le atribuyen a estas unidades funciones de asistencia y apoyo al
Fiscal Superior en materias de estadística, informática, traducción de
lenguas extranjeras, gestión de personal u otras funciones que no estén
estatutariamente encomendadas a los fiscales.
A estas Unidades le será aplicable – en la medida que lo permita su
naturaleza– el doble marco normativo de las nuevas oficinas judicial y fiscal,
contenido en la LOPJ y el EOMF. No obstante, el reformado EOMF establece
una serie de previsiones para la creación y regulación de estas Unidades
de Apoyo.
Estas previsiones son esencialmente las siguientes:
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- Creación. Se podrán crear sólo en las Comunidades Autónomas que
tengan transferidas competencias en materia de Justicia (art. 18.3 EOMF). Por
tanto, su creación está doblemente limitada: es potestativa y sólo en el caso de
las referidas Comunidades Autónomas.
- Funcionarios integrantes. En ellas podrán integrarse funcionarios de
la propia Comunidad Autónoma en el número determinado por su plantilla (art.
18.3. EOMF). Se entiende que, además de estos funcionarios, en todo caso,
podrán
integrarse funcionarios de los cuerpos colaboradores de la
Administración de Justicia – gestión, tramitación y auxilio –; efectuándose la
ordenación de los puestos laborales conforme a la correspondiente relación
de puestos de trabajo – RTP – (arg. art. 435.4 LPOJ en relación con
disposición adicional 7ª de misma LO).
- Dotación presupuestaria. La creación de estas Unidades de Apoyo
habrá de contar con la correspondiente dotación presupuestaria. A tal efecto, el
art. 72.3 EOMF dispone que los Presupuestos Generales del Estado y de las
CC. AA. que hayan asumido competencias en materia de Justicia
contemplarán, dentro de la sección que corresponda, las partidas
presupuestarias adecuadamente singularizadas para atender las necesidades
funcionales del Ministerio Fiscal (previa ponderación de esas necesidades y
audiencia de la Comunidad Autónoma con competencia en la materia). Es
función específica del Fiscal Superior de la Comunidad Autónoma (art. 18.3.
EOMF, en relación con su art. 11.3) informar a la Comunidad Autónoma de las
necesidades de organización y funcionamiento de las Fiscalías de su ámbito
territorial en materia de medios informáticos, nuevas tecnologías y demás
medios materiales.
El personal necesario para integrarse en la Unidad de Apoyo a la
Fiscalía Superior podría ser el siguiente:
Un/a secretario/a personal.
Una persona que asuma la jefatura de gestión de personal.
Servicio o Gabinete de Prensa.
Servicio de traducción de idiomas.
Servicio de estadística, informática y documentación.
Secretario/a personal. Se encargaría de llevar la “agenda” de la
actividad del Fiscal Superior.
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Jefatura de gestión de personal. Ya hemos comentado esta figura
anteriormente.
Servicio o Gabinete de Prensa. Será el encargado de gestionar toda la
información generada por la Fiscalía o derivada de su actividad.
Se canalizará así la función que se atribuye al Ministerio Fiscal de
“informar a la opinión pública (art. 4, apartado 5, EOMF), y todo ello sin
perjuicio de las funciones de portavocía, que permanecen sin variación tal y
como resulta de la Instrucción 3/2005 de la Fiscalía General del Estado,
Servicio de traducción de idiomas. Especialmente de interés en las
CCAA con lengua oficial propia. Normalmente, este servicio podrá ser prestado
por personal adscrito a la Administración autonómica correspondiente.
Servicio estadístico-informático o información y documentación. (ya
comentado)
Este tipo de puesto debería considerarse tanto para la Fiscalía Superior
como las Provinciales e, incluso, para algunas Fiscalías de Área.
4.2.- MEDIOS MATERIALES.
Las Fiscalías tendrán una instalación adecuada en la sede de los
órganos jurisdiccionales; pudiendo, además, contar con sus propias
instalaciones fuera de dichas sedes judiciales cuando convenga a la mejor
prestación del servicio (arg. art. 72.1 EOMF).
4.2.1 .- Dependencias.
Los edificios que albergan las sedes de las Fiscalías territoriales deben
tener espacio suficiente y contar con la infraestructura adecuada a sus
necesidades. Para no ser exhaustivo simplemente conviene relatar los
elementos imprescindibles: despachos adecuados para fiscales y personal de
le oficina, Salas multifuncionales – de reuniones para declaraciones, visitas)
etc. Necesidad de dependencias especificas para las áreas especializadas –
Menores, Violencia de Género, etc.
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4.2.2- Medios materiales en general
Las instalaciones de las Fiscalías estarán dotadas de los medios precios
que se consignen en los correspondientes presupuestos – generales del
Estado o, en su caso, de la respectiva Comunidad Autónoma – (art. 72.2
EOMF).
Los medios materiales generales precisos en cualquier Fiscalía son:
mobiliario adecuado para fiscales y personal colaborador y equipamiento
idóneo (ordenadores, impresoras, fax, dispositivo multifunción – con funciones
de impresora, fax y escáner-, encuadernadora, destructora de papel, etc.).
4.2.3.- Especial referencia a los medios tecnológicos
(Informatización). La aplicación de Gestión Procesal de Fiscalía
“Fortuny”.
Tras la implantación en 2006 del “Sistema de Información del Ministerio
Fiscal”y la última reforma del Estatuto Orgánico operada por Ley 24/2007, de 9
de octubre; la situación de las Fiscalías es la de ahondar en su propia
modernización y optimización de recursos materiales y humanos. Este objetivo
trata de lograrse a través del uso adecuado de las nuevas tecnologías de la
información y las comunicaciones, adaptándose a la idea imperante (en el
marco europeo y español) de la “Administración electrónica en la
Administración de Justicia”, dentro del marco de la denominada “sociedad
global de la información y el conocimiento”.
La informatización de las Fiscalías se considera como uno de los ejes
centrales en torno a los cuales ha de girar el nuevo modelo de oficina fiscal.
Ello comporta la elaboración de nuevo diseño organizativo y una adecuada
gestión de calidad.
4.2.3.1 Videoconferencia
Es necesaria la efectiva implantación del sistema de videoconferencia en
las Fiscalías territoriales, conforme a lo previsto en la LOPJ, la legislación
procesal y la de protección de datos personales.
De la posibilidad de utilización de esta nueva tecnología en el proceso ya
se han ocupado varias Instrucciones de la FGE, concretamente, las
Instrucciones 1 y 3/2002. Las ventajas que ofrece este sistema, cuidándose las
debidas garantías, son evidentes. En cuanto al Ministerio Fiscal, se evitarán
muchos desplazamientos de fiscales a sedes alejadas de la Fiscalía, con el
consiguiente ahorro de tiempo, trabajo y dinero (economía procedimental).
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4.2.3.2. Sistema informático del Ministerio Fiscal.
Aplicación informática de gestión procesal de Fiscalía “Fortuny”.
.- Implantar el módulo de Fortuny para todas las
Fiscalías de España.
.- Estudiar el aumento de aumento de plantilla de
personal funcionario de las oficinas fiscales, para aquellas Fiscalías donde se
haya constatado déficit de funcionariado.
.- Realizar las actualizaciones necesarias en la
aplicación de Fiscalía para que, con carácter previo a las exigencias
estadísticas marcadas por la FGE, resulte idónea la configuración de áreas o
grupos de delitos, los listados de delitos, penas, medidas de seguridad y
circunstancias modificativas.
.- La actualización y configuración adecuada deberá
poner especial atención en todas las áreas de especialización de la Fiscalía,
ajustándose al nuevo modelo organizativo y funcional basado en la
especialización y la territorialización.
.- Continuación y potenciación de la formación
continua necesaria para el uso de la aplicación de gestión procesal Fortuny.
.- Creación en cada Fiscalía u oficina fiscal de un
puesto de coordinador informático funcionarial. Estaría integrado en el
Servicio de estadística, informática y documentación que se ha propuesto
anteriormente.
.- Acabar con las deficiencias observadas en la
gestión de las estadísticas a través de la aplicación.
.- Como objetivo más ambicioso, plantearse un
impulso en la política de informatización judicial y fiscal, pasando del
modelo actual, concretado en “aplicaciones particulares” para cada organismo
u orden jurisdiccional, a otro centrado en una “única aplicación integral”
para Juzgados, Tribunales y Fiscalías, en la que todos puedan introducir sus
propios datos (y sólo los suyos, sin repetir los de los demás) y todos puedan
consultar los datos de todo el procedimiento. Esta suma y simplificación de
esfuerzos redundaría en pro de la “economía del procedimiento”, con ahorro
de tiempo, trabajo y costos; ya que no habría reproducciones inútiles de datos,
ni vacíos, ni contradicciones entre unos y otros, y el trabajo en general y la
gestión de las estadísticas en particular sería más rápido, eficaz y fiable.
En esta nueva política sería esencial la idea de “Justicia electrónica” centrada
en el “documento electrónico” y la “firma electrónica”, de tal manera que se
podría encarar la progresiva desaparición del soporte papel.
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Bibliografía
.- Circulares e Instrucciones de la Fiscalía General del Estado
.- Estudios sobre la Nueva Oficina Fiscal:
- Fiscalía Superior de la Comunidad Autónoma de Galicia
- Fiscalía Superior de la Comunidad Autónoma de Extremadura
- Fiscalía General del Estado
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