reclamación notarial de deudas dinerarias no contradichas

LEGAL FLASH
I
ÁREA DE CONTENCIOSO
Noviembre de 2015
RECLAMACIÓN
NOTARIAL
DE
DEUDAS
DINERARIAS
NO
CONTRADICHAS (EL “MONITORIO NOTARIAL”)
INTRODUCCIÓN
La reciente Ley 15/2015, de 2 de julio, de Jurisdicción Voluntaria ha reformado la
Ley de 28 de mayo de 1862, del Notariado (en adelante, Ley del Notariado),
introduciendo numerosas y relevantes novedades. Dentro del nuevo Título VII de
la Ley del Notariado (que lleva por rúbrica “Intervención de los Notarios en
expedientes y actas especiales”), su Capítulo IV está dedicado a “los expedientes
en materia de obligaciones”; y dentro de este Capítulo IV, su Sección 2ª es la que
tiene por objeto la “Reclamación de deudas dinerarias no contradichas”, a la que
dedica los artículos 70 y 71, en su actual redacción. Éste es el denominado por
muchos “monitorio notarial”.
Esta nueva regulación entró en vigor el pasado día 23 de julio de 2015, a los 20
días de su publicación en el Boletín Oficial del Estado, lo que sucedió del día 3 de
julio de 2015.
Este nuevo expediente no suprime la vía judicial de reclamación de deudas por el
cauce del procedimiento monitorio regulado en los artículos 812 y siguientes de la
Ley de Enjuiciamiento Civil, sino que convive con él; de hecho, la concurrencia de
determinadas circunstancias (por ejemplo, si el Notario no logra localizar al deudor
o no puede hacerle entrega del requerimiento de pago) provocará la finalización de
dicho expediente y de la actuación del Notario, quedando a salvo el derecho del
acreedor para reclamar la deuda en vía judicial.
Las ventajas –en tiempo y en coste- que para los acreedores de deudas dinerarias no
contradichas pueda presentar presumiblemente esta vía de reclamación frente al cauce judicial
tradicional y, sobre todo, los trascendentales efectos que para el deudor de las mismas puede
acarrear su actuación ante aquélla, merecen el análisis de los aspectos fundamentales de esta
figura que pasamos a exponer.
DEUDAS RECLAMABLES POR VÍA NOTARIAL
Pueden reclamarse por vía notarial las deudas dinerarias de naturaleza civil o mercantil,
cualquiera que sea su cuantía y origen, que (i) sean líquidas, determinadas, vencidas y
exigibles, (ii) consten acreditadas documentalmente de forma indubitada -el nuevo expediente
notarial, según su propia denominación, permite reclamar deudas dinerarias “no
contradichas”- y (iii) desglosen principal, intereses remuneratorios e intereses de demora.
DEUDAS NO RECLAMABLES POR VÍA NOTARIAL
No pueden reclamarse mediante este expediente:
(i)
Las deudas derivadas de un contrato entre un empresario o profesional y un
consumidor o usuario. En consecuencia, sí son reclamables las deudas que su
compañía pueda tener frente a otra entidad o empresario1.
(ii) Las deudas por impago de cuotas o derramas a la comunidad de propietarios.
(iii) Las deudas de alimentos que afecten a menores o incapacitados o que recaigan
sobre materias indisponibles u operaciones sujetas a autorización judicial.
(iv) Las reclamaciones en la que esté afectada una Administración Pública.
EL REQUERIMIENTO DE PAGO AL DEUDOR
A solicitud del acreedor, el Notario del domicilio o residencia habitual del deudor o del lugar
donde pueda ser localizado (por ejemplo, el lugar de trabajo no ocasional) autorizará un acta,
al que acompañará la documentación que acredite la deuda (por ejemplo, contratos, facturas,
albaranes, recibís, comunicaciones, etc.), y requerirá de pago al deudor para que pague la
deuda en el plazo de veinte días hábiles. Para ello, el acreedor podrá acudir al Notario
territorialmente competente o al Notario de su propio domicilio para que éste requiera de forma
telemática al que fuera competente.
1
Aunque el nuevo artículo 70 de la Ley del Notariado no lo dispone así, algunos autores, fundándose en el espíritu de la reforma
y en la natural protección que ha de concederse a los consumidores y usuarios, defiende la posibilidad de que éstos puedan
reclamar por el cauce de este expediente notarial las deudas que tuvieran frente a u n empresario o profesional; en cambio,
resulta unánime que tales empresarios o profesionales no pueden reclamar deudas frente a consumidores o usuarios por esta
vía.
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Resultan relevantes las disposiciones sobre el requerimiento y su efectividad que
expresamente prevé la Ley del Notariado, especialmente para el supuesto de que su compañía
pueda ser eventualmente el requerido de pago:
(i)
Se entenderá realizado válidamente el requerimiento aunque se rechace la
documentación que acredita la deuda.
(ii) Será válido el requerimiento realizado a la persona que se encuentre en el
domicilio de su compañía y sea miembro del órgano de administración o
representante con facultades suficientes o actúe “notoriamente”, a juicio del
Notario, como encargada de la recepción de las notificaciones y requerimientos
POSIBLES ACTUACIONES DEL DEUDOR REQUERIDO Y EFECTOS
Las posibles actuaciones del deudor ante el requerimiento de pago practicado por el Notario y
sus correspondientes efectos son los siguientes:
(i)
Si el deudor comparece ante el Notario y paga íntegramente la deuda en el plazo
de los veinte días hábiles, el acta tendrá el carácter de carta de pago. Tras ello,
el Notario entregará inmediatamente la cantidad al acreedor.
(ii) Si el deudor paga directamente al acreedor y, dentro del plazo de los veinte días
hábiles, lo acredita y el acreedor lo confirma expresamente, el Notario cerrará el
acta y dará por terminada su actuación.
(iii) Si el acreedor no confirma expresamente el pago en el plazo de los veinte días
hábiles, el Notario cerrará el acta y aquél podrá acudir a la vía judicial.
(iv) Si el deudor comparece ante el Notario y formula motivos de oposición al pago,
se dará por terminada la actuación del Notario y el acreedor podrá acudir a la vía
judicial.
(v) Si el deudor no comparece o no alega motivos de oposición al pago dentro del
plazo de los veinte días hábiles, el acta llevará aparejada ejecución (artículo
517.2.9º LEC), la cual se tramitará conforme a lo establecido para los títulos
ejecutivos extrajudiciales. A esta ejecución el deudor podrá oponer el pago y las
demás causas de oposición que recoge el artículo 557 LEC (por ejemplo,
compensación, pluspetición, prescripción y caducidad, transacción, etc.).
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CONCLUSIÓN
A la vista de lo expuesto, el conocimiento de esta nueva posibilidad para reclamar deudas
dinerarias no contradichas puede resultar de gran utilidad por la mayor rapidez y menor coste
que, en teoría, ha de suponer respecto de su reclamación por vía judicial a través del cauce
del procedimiento monitorio.
Ahora bien, al mismo tiempo, se hace imprescindible conocer que rechazar la documentación
que acredita la deuda no impide que el requerimiento de pago se tenga por realizado; y, en
especial, que no comparecer ante el Notario en el plazo concedido de veinte días hábiles o
comparecer pero no formular motivos de oposición al requerimiento permite iniciar
directamente contra el deudor un procedimiento ejecutivo y la consiguiente vía de apremio,
con el eventual embargo de bienes (por ejemplo, cuentas corrientes).
En consecuencia, nuestra recomendación es que resulta muy conveniente instruir a los
miembros del órgano de administración y representantes de su compañía y, en particular, a
las personas encargadas de recibir habitualmente las notificaciones y requerimientos para que,
en caso de recibir cualquier requerimiento de pago practicado por un Notario, lo comunique de
inmediato al Departamento de Asesoría Jurídica de su compañía.
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